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¿Cuál es el sentido de la educación inicial?
Sara Bedoya Ríos
Dahiana Andrea Gaitán Castañeda
Danna Valentina Piedrahita Castillo
Corporación Universitaria Minuto de Dios
Rectoría Centro Occidente
Sede Guadalajara de Buga (Valle del Cauca)
Programa Licenciatura en Educación Infantil
Octubre de 2024 ¿Cuál es el sentido de la educación inicial?
La educación inicial es crucial para el desarrollo integral de cada individuo
durante las etapas de los primeros años de vida, donde se forjan las bases para un futuro exitoso, tanto en términos cognitivos como emocionales. Este proceso educativo abarca una serie de elementos fundamentales que establecen las bases del aprendizaje, tales como la familia, el bienestar emocional y el entorno social. Desde esta perspectiva, la educación inicial se convierte en un pilar esencial que fomenta el desarrollo de habilidades, la autoestima y la capacidad de relacionarse con el mundo que los rodea. Por consiguiente, se considera que la educación en la primera infancia debe centrarse en las experiencias y capacidades de los niños y las niñas, reconociéndolos como miembros de una cultura, así como individuos únicos, activos y autónomos. Además, la educación debe promover y planificar en función de las capacidades y necesidades de los niños, impulsando su desarrollo e interacción con el entorno. Es importante destacar que la educación inicial involucra a todos los actores que participan en el proceso, debido a que, cada uno de ellos posee su propia historia y conocimientos, y su rol es fundamental, ya que crean, analizan y reflexionan para desarrollar propuestas pedagógicas que se adapten a las necesidades de los niños. Por lo tanto, los educadores como los niños son agentes de cambio en el proceso de enseñanza y aprendizaje.En este sentido, la educación inicial se basa en la capacidad de reconocer las particularidades de cada niño, valorando sus experiencias y habilidades, por ende, es importante que los docentes generen un ambiente propicio para la enseñanza, teniendo en cuenta los saberes previos de los estudiantes y su bienestar emocional, lo que les permitirá explorar y experimentar de manera efectiva. De esta manera, se reafirma que la educación inicial tiene como propósito ser un espacio donde la construcción de la identidad se dé a partir de la interacción con la familia y la comunidad, comprendiendo la relevancia de ser individuos con características distintivas como el género y la edad. Además, les permite participar en la creación de vínculos, brindándoles la confianza necesaria para relacionarse con su entorno y construir su sentido de pertenencia. En este contexto, los niños y niñas son comunicadores, y la educación inicial se presenta como un espacio crucial para compartir sus ideas, sentimientos y emociones de manera verbal y no verbal. Esto ayuda a los niños a imaginar, interpretar y expresar sus ideas de manera autónoma, así como la toma de decisiones, promoviendo su desarrollo integral y abarcando todas las dimensiones de su crecimiento personal, emocional, social y cognitivo. La educación inicial no solo constituye un punto de partida fundamental para el desarrollo integral de los niños y niñas, sino que también sienta las bases para un futuro enriquecedor y lleno de oportunidades. Desde los primeros años de vida, este proceso educativo busca nutrir no solo el intelecto sino también las emociones y habilidades sociales de los pequeños. Al ofrecer un entorno seguro y estimulante, donde el juego y la exploración son herramientas principales, se fomenta su curiosidad innata y se les empodera para descubrir el mundo a su propio ritmo. Esta etapa temprana no solo prepara a los niños para los desafíos académicos futuros, sino que también les enseña a valorar su entorno y a relacionarse de manera respetuosa y empática con los demás. Así, la educación inicial se convierte en un período crucial para cultivar no solo el conocimiento, sino también los valores y la confianza en sí mismos que los acompañarán a lo largo de su vida. Por otro lado, la educación inicial tiene un sentido significativo en la exploración del entorno, puesto que, permite a los niños y niñas observar, interactuar, descubrir e indagar sobre cómo funciona el mundo de manera activa y significativa. De esta forma, se les brinda la posibilidad de involucrarse con su entorno, fortaleciendo su curiosidad e interés. En conjunto, con la educación inicial se desarrollan aprendizajes y habilidades esenciales que promueven la resolución de problemas y la toma de decisiones, haciendo uso de las herramientas que tienen a su alcance, asimismo, es esencial comprender que no solo se incentiva el aprendizaje, sino también, el respeto y la responsabilidad hacia el mundo que los rodea, promoviendo una conciencia ambiental desde una edad temprana. Por último, es fundamental mencionar que la educación inicial es crucial para el desarrollo integral de los niños y niñas, ya que no solo fomenta habilidades cognitivas y emocionales, sino que también promueve valores de respeto y responsabilidad hacia su entorno. Al ofrecer un espacio que reconoce la singularidad de cada niño y permite la exploración activa, se sientan las bases para que se conviertan en agentes de cambio, capaces de tomar decisiones y de interactuar de manera significativa con el mundo que los rodea. Para lograr esto, se debe tener en cuenta que la esencia de este proceso educativo no se centra únicamente en proporcionar conocimientos, sino en la capacidad de ver el mundo a través de los ojos curiosos e imaginativos de los pequeños, quienes exploran, sienten y crean de manera natural y auténtica. La educación inicial, en su máxima expresión, debe ser un espacio donde los educadores nos permitimos volver a ese estado de asombro, donde cada descubrimiento es un logro y cada emoción una oportunidad de aprendizaje como cuando éramos niños. Cuando los niños exploran y se conectan con su entorno, nos muestran que el aprendizaje no es lineal ni rígido, a su vez, es flexible, vibrante y lleno de vida, como lo son sus risas y sus preguntas espontáneas. Por esta razón, los docentes debemos crear experiencias ricas en emoción y significado, donde el juego y la creatividad sean los principales caminos de enseñanza. Al permitirnos sentir y emocionarnos como ellos lo hacen, no solo comprendemos sus necesidades, sino que también nos volvemos mejores guías en su proceso de desarrollo. Finalmente, se puede decir que la esencia de la educación inicial es generar un proceso compartido, donde los educadores aprendemos tanto como enseñamos, acompañando a los niños a descubrir el mundo, a imaginar nuevas posibilidades y a crear conexiones que les permitan construir su identidad. Es nuestra responsabilidad brindarles un espacio donde puedan explorar, interactuar, tomar decisiones y desarrollar todas las dimensiones de su ser, sabiendo que su curiosidad e imaginación son el medio más poderoso para su aprendizaje. Debemos observar, escuchar y permitirnos volver a jugar, crear y soñar junto a ellos para diseñar propuestas pedagógicas que les permitan no solo aprender, sino vivir con alegría y emoción cada experiencia que la educación inicial les ofrece.