Reporte 5
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LEÓN
FACULTAD DE MEDICINA
Responsabilidad Social
Reporte de Lectura 5
Contaminación ambiental:Origen,causas y efectos
Presentación Equipo 5
Grupo:05
A Jueves 19 de
septiembre del 2024
Contaminación Ambiental: Origen, Causas y Efectos
El agua es clave para el desarrollo humano. No solo es esencial para la salud y la supervivencia de las personas, sino también para el
bienestar de los ecosistemas, la producción agrícola y la industria. Además, juega un papel crucial en la adaptación al cambio
climático. A pesar de ser un recurso renovable, su mala gestión está llevando a una crisis mundial. Para 2025, muchas regiones
podrían enfrentar escasez de agua.
Una gestión eficiente y sostenible del agua es necesaria para enfrentar este desafío. Desde 1992, las naciones han promovido la
Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH), un enfoque que busca un uso justo y equilibrado del agua, apoyando tanto el
desarrollo económico como la preservación del medioambiente. Este enfoque es esencial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS), especialmente el objetivo de garantizar agua limpia y saneamiento para todos.
Estrés hídrico
El estrés hídrico ocurre cuando la demanda de agua en una región supera la cantidad disponible. Es decir, hay más necesidad de
agua de la que puede ofrecerse de manera natural o sostenible. Esto puede deberse a varias razones, como el aumento de la
población, la agricultura intensiva, la contaminación, y los cambios en el clima que afectan la disponibilidad del agua, como sequías
prolongadas.
En muchas partes del mundo, el estrés hídrico ya es una realidad. Regiones que antes tenían acceso abundante al agua ahora
enfrentan escasez debido a la sobreexplotación de acuíferos y ríos. Un ejemplo claro es el uso excesivo de agua para el riego en la
agricultura, que es uno de los mayores consumidores de agua. En algunos lugares, se saca más agua de la que el sistema natural
puede reponer a través de lluvias o deshielos. Esto lleva a una disminución en los niveles de agua subterránea, lo que a largo plazo
pone en riesgo el suministro para las generaciones futuras.
El cambio climático agrava este problema, con sequías más frecuentes y olas de calor que aumentan la evaporación del agua.
Además, la contaminación del agua dulce reduce aún más la cantidad de agua disponible para uso humano. Los cuerpos de agua,
como ríos y lagos, están siendo contaminados por desechos industriales, agrícolas y urbanos, lo que hace que el agua no sea segura
para el consumo o para los ecosistemas que dependen de ella.
Para mitigar el estrés hídrico, es fundamental una buena gestión del agua. Esto incluye mejorar las infraestructuras para evitar
pérdidas, reciclar el agua, y fomentar el uso eficiente, especialmente en la agricultura, que consume gran parte del agua dulce.
También es esencial restaurar los ecosistemas acuáticos y proteger las fuentes naturales de agua para asegurar que haya suficiente
suministro en el futuro.
El estrés hídrico no solo afecta a las personas y la economía, sino también a los ecosistemas. Cuando los ríos, lagos y humedales se
secan o se contaminan, se destruyen hábitats naturales, lo que impacta la biodiversidad. Además, en las áreas urbanas, la falta de
agua puede conducir a problemas de saneamiento, aumentando el riesgo de enfermedades.
En resumen, el estrés hídrico es un problema global que requiere soluciones urgentes. Es necesario un esfuerzo conjunto entre
gobiernos, empresas y personas para usar el agua de manera más responsable, reducir la contaminación y adaptarse a los cambios
climáticos que seguirán afectando los recursos hídricos.
El número de personas en una zona no siempre muestra claramente el estrés hídrico en áreas con alta densidad de población y uso
agrícola. Esto pasa porque la demanda de agua para la agricultura, aunque intensa, suele ser menos rigurosa en términos de calidad
que la que se necesita para uso doméstico o industrial.
El impacto de la extracción de agua sobre su disponibilidad varía dependiendo del clima y otros factores.
A nivel mundial, las principales razones del estrés hídrico son:
1. Disminución de reservas:
- La deforestación.
- La expansión urbana.
- La extracción excesiva debido al crecimiento poblacional.
- La demanda de agua para la agricultura e industria.
2. Pérdida de calidad:
- La falta de tratamiento de aguas residuales.
- El uso excesivo de fertilizantes y pesticidas.
- La contaminación por actividades industriales, mineras y energéticas.
Además, muchas personas aún no entienden la importancia de proteger el agua que es esencial para los ecosistemas naturales.
También existe una creciente preocupación por la falta de un manejo integrado del agua y leyes adecuadas para proteger este recurso
vital.
Principales problemas asociados con el uso del agua
Los principales problemas relacionados con el uso del agua giran en torno a su importancia como un derecho humano fundamental,
que está conectado a otros derechos. El agua es esencial para la vida de las personas, no solo para beber, sino también para cultivar
y preparar alimentos, para la higiene personal y para mantener la salud.
El agua es fundamental para mantener un entorno saludable, con ríos, lagos y océanos limpios donde puedan vivir diversas especies.
No es posible imaginar actividades humanas sin acceso a agua limpia y en cantidades suficientes para todos.
Las acciones humanas dependen de los servicios de los ecosistemas para satisfacer la creciente demanda de alimentos, agua dulce,
madera, fibra y combustible.
En los últimos 100 años, el uso global del agua se ha multiplicado por seis, y sigue creciendo alrededor de un 1% anual, debido al
aumento de la población, el desarrollo económico y los cambios en la producción y consumo. La transferencia de grandes cantidades
de agua hacia las ciudades también afecta el ciclo del agua, agotando las reservas superficiales y subterráneas en las áreas rurales.
El uso del agua se distribuye de la siguiente manera:
Agricultura: Es el mayor consumidor de agua, utilizando el 70% del total a nivel mundial. Aunque la agricultura de secano es el
sistema más común, su productividad está muy por debajo del potencial. Para 2050, se necesitará un 60% más de alimentos a
nivel global, y hasta un 100% más en países en desarrollo.
Industria y energía: Representan el 20% de la demanda de agua. Los países desarrollados consumen más agua para fines
industriales que los países menos desarrollados, donde predomina el uso agrícola.
Uso doméstico: Constituye el 10% del uso total de agua. A nivel mundial, 748 millones de personas aún no tienen acceso a agua
potable, y 2,500 millones carecen de servicios de saneamiento adecuados.
Según estimaciones del International Water Management Institute (IWMI), gran parte del centro y norte de México (aproximadamente
el 70% del territorio), así como las cuencas de los ríos Bravo y Colorado, están en una situación de escasez de agua o están cerca de
llegar a ella. Estas áreas, junto con el Medio Oriente y el norte de China, son algunas de las regiones con mayor falta de agua en el
mundo. Si no se toman medidas adecuadas, México podría enfrentar un déficit de agua de alrededor del 25% de la demanda
proyectada para 2030.
El crecimiento urbano presenta grandes desafíos para la gestión del agua, ya que en la mayoría de los casos, la naturaleza no
proporciona suficiente agua localmente para satisfacer las necesidades de las ciudades. A esto se suma la dificultad de tratar y
disponer de las aguas residuales, especialmente los lodos resultantes del tratamiento.
Con el aumento de la industrialización, la urbanización y el crecimiento de la población, la demanda de agua en las ciudades se
dispara. Las fuentes de agua pueden ser subterráneas o superficiales, lo que implica la construcción de presas, la desviación de ríos o
la perforación de pozos para su aprovechamiento. Las ciudades no solo consumen grandes cantidades de agua, sino que también
generan grandes volúmenes de aguas residuales, que requieren un tratamiento especial antes de ser reutilizadas o vertidas en los
sistemas hídricos.
Los servicios ambientales que proporcionan estos ecosistemas incluyen la regulación del clima y la protección de las zonas costeras.
En las áreas costeras, la explotación de materias primas como el petróleo, el gas, la sal y materiales de construcción, así como la
energía geotérmica, han impactado significativamente. Además, estas áreas han sido fuente de alimentos y recursos artesanales
durante milenios.
Los ecosistemas marinos han sufrido especialmente debido a la pesca industrial, lo que ha reducido en un 90% la masa total de
especies en muchas partes del mundo. Otros cambios importantes incluyen la pérdida de manglares y arrecifes de coral. De acuerdo
con una evaluación del Instituto de Recursos Mundiales, el 29% de los litorales en América Central y el 50% en Sudamérica están en
riesgo debido a la actividad humana, como el aumento de la población y la construcción de infraestructura como gasoductos y
oleoductos.
Solo conocemos menos del 1% del agua disponible en el planeta, lo que dificulta su acceso y uso efectivo. Las actividades humanas
están alterando significativamente los ecosistemas acuáticos, tanto de agua dulce como marinos, y también están afectando el
bienestar de las personas que dependen de estos ecosistemas. Por ejemplo, la construcción de represas para almacenar agua para
consumo humano cambia los flujos de los ríos, lo que puede reducir el flujo de sedimentos, que son nutrientes esenciales para los
ecosistemas en estuarios.
Según el Informe Mundial sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2020, algunos datos destacados son:
Cada año, el 10% de los principales ríos del planeta no llega al mar durante algunos meses debido a la demanda de riego.
En los países en desarrollo, aproximadamente tres millones de personas mueren cada año por enfermedades relacionadas con el
agua, la mayoría son niños menores de cinco años.
Alrededor de 2,600 millones de personas no tienen acceso a servicios sanitarios adecuados.
Para 2025, se espera que la escasez de agua aumente en un 50% en los países en desarrollo y en un 18% en los países
desarrollados.
Hay una creciente preocupación por los efectos de los productos de cuidado personal y medicamentos, como analgésicos y
antibióticos, en los ecosistemas acuáticos.
Para mejorar la eficiencia en el uso del agua y garantizar su acceso para las poblaciones vulnerables, se deben abordar varios
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, incluyendo los relacionados con hambre cero (ODS 2), acción por el
clima (ODS 13), y vida de ecosistemas terrestres (ODS 15).
Perdida de la biodiversidad
Clasificación de la biodiversidad
La biodiversidad es la variedad de formas de vida en la Tierra, que incluye la diversidad de especies, genes y ecosistemas. Esta
variedad se extiende desde los polos hasta el ecuador, desde el fondo del océano hasta grandes altitudes, y desde los glaciares hasta
los desiertos. La biodiversidad ha evolucionado a lo largo de miles de millones de años.
Históricamente, la biodiversidad se clasificaba en dos reinos: animal y vegetal. Sin embargo, desde el siglo XIX, se descubrió que esta
clasificación era insuficiente para abarcar toda la diversidad de la vida. Hoy en día, se utilizan cinco reinos para clasificar los
organismos vivos (Margulis, 1974): Monera (bacterias), Protista (protozoarios), Fungi (hongos), Plantae (plantas) y Animalia
(animales).
La taxonomía, la ciencia que clasifica y nombra a los seres vivos, fue desarrollada por el botánico sueco Carlos Linnaeus en su libro
“Systema Naturae” (1735). Linnaeus estableció un sistema jerárquico de clasificación y la nomenclatura binomial, que asigna nombres
científicos a las especies (por ejemplo, Homo sapiens para los humanos). Los inventarios taxonómicos se actualizan con el
descubrimiento de nuevas especies, proporcionando una visión de la diversidad biológica.
La biodiversidad también ha sido alterada por la acción humana, especialmente a través de la domesticación y hibridación de cultivos
y animales. La selección artificial, que modifica características como tamaño, productividad y apariencia, ha generado variedades con
atributos específicos para usos comerciales, como en cultivos agrícolas y animales de cría.
Reflexión
Como reflexión de este texto es importante que nos comprometamos a buscar un cambio en la forma que estamos actuando respecto
al medio ambiente y en este caso la atmosfera. Debemos dejar de normalizar y acostumbrarnos a esta problemática y combatirla con
soluciones radicales y drásticas ya que si no lo hacemos podremos tener graves consecuencias en un futuro, tanto para la vida
humana como a los procesos naturales de este gran ecosistema. Además, nosotros como futuros médicos debemos aún más fomentar
estas prácticas de concientización y buscar soluciones ya que la salud de nuestra comunidad se esta poniendo en juego debido a las
acciones de estas. Por último, se debe recordar que en esta problemática todos estamos en juego, obviamente unos más que otros,
pero es el único ecosistema que tenemos y donde se puede dar la vida, debemos aprovechar esta oportunidad y respetarlo