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PRESENTACIÓN

NOMBRE
Orlando P. Reyes Salcedo

MATRICULA
100396519

SECCIÓN
W05

MATERIA
Economía Dominicana

DOCENTE
Carmen Santana Gómez

TRABAJO
Resumen

PERFIL DE LA SITUACIÓN ECONÓMICA DEL MUNDO OCCIDENTAL EN LA ÉPOCA DE LA


INDEPENDENCIA NACIONAL Y AÑOS INMEDIATAMENTE POSTERIORES
En el momento en que nuestra sociedad alcanzó su _ -independencia, en febrero de 1844, y en
los años inmediatamente subsiguientes, se estaba registrando en Europa y Norteamérica un
avance arrollador de la revolución industrial, iniciada durante el siglo anterior.

En aquel momento, el país más poderoso económica mente lo era Inglaterra, pionera de esa
revolución industrial que, puede decirse se inició con la invención de una nueva máquina de hilar
(1779) perfeccionada más tarde (1843) que revolucionó de manera fantástica la fabricación de
tejidos de algodón.

Otras innovaciones importantes ocurridas por esos años lo fueron la introducción del carbón
mineral (hulla), como elemento energético que sustituyó a la madera, y los nuevos
procedimientos descubiertos por Siemens, Martin y Bessemer, que mejoraron y permitieron
aumentar de manera considerable la producción de acero.

Otro acontecimiento no menos trascendente lo fue la introducción de la locomotora, inventada


en 1814, con la máquina de vapor de Watt, como medio generalizado de transporte en Europa
durante la década del cuarenta y cincuenta del siglo pasado. Se adaptó la máquina de vapor a
los buques, procedimiento ideado por el norteamericano Fulton en 1807. Ambos hechos
ensancharon enormemente la capacidad del transporte de mercancías y pasajeros. Es decir, el
mundo comenzó a achicarse, haciendo los viajes más breves, menos riesgosos y más
confortables. Por esos años, comenzó a producirse industrialmente la bici cleta, inventada en
Alemania en 1817 por Karl Von Drais. Este vehículo, que en principio era utilizado como medio
de diversión, jugó años después un papel muy significativo como medio de transporte de la clase
obrera en casi toda Europa.

Fruto de esa revolución industrial, Inglaterra que ya era dueña de la más grande flota marítima
del mundo, registró un crecimiento extraordinario en sus exportaciones: de 14,900,000 libras
esterlinas que exportó en 1801, pasaron a 175,400,000 en 1850. En tan sólo cincuenta años,
sus ex portaciones crecieron en más de un 60 por ciento.

La revolución industrial que introduce el sistema fabril, también originó el surgimiento del
proletariado urbano, desplazando al trabajador doméstico, e introdujo en las fábricas un riguroso
sistema de trabajó bajo la dirección y supervisión directa de capataces, que obligaban al obrero
a trabajar hasta 16 horas al día.

La superexplotación que padecían los trabajadores dio origen a su vez a la organización de los
sindicatos, una de cuyas primeras tareas lo fue la lucha por la reducción del horario de trabajo y
la prohibición del trabajo de los niños en las fábricas.
La primera gran anexión norteamericana de territorio mexicano ocurrió en 1844, justo el año de
la proclamación de nuestra independencia. Mediante tratado, Estados Unidos se adueñó de la
recién proclamada República de Texas. Cuatro años después, luego de invadir a México,
impuso a país otro tratado y se apropió de Nuevo México y de la Alta California.

ANTECEDENTES

La integración de la antigua zona española de la isla. he Santo Domingo dentro del marco de la
República 'de Haití, efectuado por el presidente Boyer en 1822, liquidó los arcaicos moldes de la
economía colonial español la vigentes hacia más de tres siglos, en el territorio que hoy se
denomina República Dominicana.

En primer lugar, esa integración abrió las puertas del intercambio comercial en la antigua parte
española, hasta ese momento cerradas bajo las férulas del monopolio comercial impuesto por
España en sus colonias americanas, y sus habitantes pudieron comerciar con nuevos mercados:
Estados Unidos, Francia, Inglaterra. Holanda, etc.

Este hecho originó un reavivamiento de la actividad productiva de los principales productos de


exportación: Madera, tabaco, cueros, mieles, etc.

Más adelante presentamos un cuadro extraído por nosotros de los datos ofrecidos por José
Gabriel García sobre la situación de la propiedad de la tierra en nuestro país 1838, años
después de la distribución decretada por Boyer. El historiador García no incluyó en su relación a
Santiago, en ni a Puerto Plata.

ESTRUCTURA DE LA ECONOMÍA; 1844 1870


La sociedad dominicana registró importantes
cambios 'n su economía a partir de la
independencia nacional, pero es necesario subrayar, que los principales renglones de la actividad
productiva seguirían siendo, hasta 1870, aproximadamente, al igual que como lo fueron durante el
período de integración a la República de Haití, el corte de madera caoba, campeche, guayacán, la
cría de ganado vacuno, y el cultivo de tabaco.

El corte de madera y la cría de ganado vacuno constituían la base de la economía de la región Sur y
Sureste, mientras el cultivo del tabaco jugó el mismo papel en la región Norte, donde también,
aunque en menor medida, muchos propietarios y contratistas, igualmente se dedicaban al corte de
madera.
La primera modificación importante ocurrida en la economía dominicana a consecuencia de la
independencia nacional se derivó directamente de la guerra dominico haitiana, pues el Estado recién
surgido se vio en la obligación de enrolar a miles de trabajadores, agricultores, peones, artesanos y
pequeños y medianos propietarios en las filas del ejército para defender el territorio nacional. Este
hecho originó un serio decaimiento en todas las actividades pro ductivas. Fueron liberados del
servicio militar los grandes propietarios, los comerciantes, y los empleados del Estado.

Principal característica de la nación en aquella época: El Estado era el principal latifundista de la


Nación, pues heredó, no sólo gran parte de las propiedades de la Iglesia Católica confiscadas por el
régimen de Boyer, sino también centenares de gran des haciendas y miles de propiedades pequeñas
y medianas pertenecientes a ciudadanos haitianos que abandonaron nuestro territorio, y a soldados
y oficiales del ejército de Haití. Propiedades estas últimas que habían sido donadas por Boyer para
estimular la fidelidad a su persona en las era ^ filas del ejército. Aún en 1861, el Estado dominicano
propietario de “por lo menos ocho décimas partes de su territorio”.

En 1844, la población dominicana apenas alcanzaba los 126 mil habitantes, según José Ramón
Abad, hecho por el cual el enrolamiento forzado al ejército de cerca de 8 mil cultivadores y peones
agrícolas, deterioró seriamente el sistema productivo de la Nación.

diferencia de los países europeos y de Estados Unidos, donde el maquinismo había envuelto ya a
todas las esferas de las actividades productivas, incluyendo a la agricultura, y en donde los
ferrocarriles y el barco a vapor, y más luego el de combustión, comenzaban a revolucionar todo el
sistema del transporte, haciendo más activo los mercados nacionales y el mercado mundial, en la
recién creada República Dominicana, las vías de comunicaciones continuaban siendo los viejos
caminos trazados durante la colonia.

El arado se comenzó a utilizar en Santo Domingo, después de 1870. A partir de la promulgación del
Código Rural de 1824, y que eran más bien “contratos de servidumbre”, muy parecido a los acuerdos
que en Europa establecían los señores feudales, con sus siervos, pues el trabajador contratado se
obligaba a no abandonar su labor sin el consentimiento del contratista. En el caso dominicano, sin
embargo, el contrato era temporal, de uno y dos años generalmente, y no para toda la vida, como en
el caso europeo y, además, recibía una remuneración, que en 1844 alcazaba apenas a la suma de
un peso diario.

Es importante que subrayemos, que el comercio de ex portación y de importación se encontraba


controlado por extranjeros, varios de ellos de origen judío, los cuales dedicaban también a la usura.
Entre las principales casas extranjeras dedicadas a esas actividades pueden citarse: La de los
Rothschild, la Levy et Fils, la Brenan, la Durocher se et Fils, Jazan, Jesurum.

CARACTERÍSTICAS DE LA PROPIEDAD DE LA TIERRA Y LA REGIONALIZACIÓN DE LA


ACTIVIDAD PRODUCTIVA
En el periodo comprendido entre los años 1844-1870 que estamos examinando, la actividad
productiva y el sistema de propiedad de la tierra, establecidos en las zonas agrícolas, tienen
características muy específicas que lo diferencian de otros periodos.

LOS PROBLEMAS MONETARIOS


El estado haitiano tenía su sede administrativa en puerto Príncipe, capital de la República. En Santo
Domingo y otras ciudades importantes de la parte Este de la isla, antigua colonia española, sólo-
existían cajas de recaudaciones cuyos fondos periódicamente tenían que ser remitidos a la ciudad
capital. Cuando las autoridades haitianas abandonaron nuestro país en marzo de 1844, el recién
surgido gobierno dominicano que tomó el nombre de Junta Central Gubernativa, apenas encontró en
las cajas del tesoro, la suma de $6,068.64 pesos fuertes y $5,093.77 en moneda haitiana.
Es decir, el, Estado dominicano arrancó en sus actividades administrativas sin recursos financieros
propios, ni mucho menos divisas, pues estas últimas se encontraban en manos de los comerciantes,
casi todos extranjeros, muchos de los cuales eran de origen judío.
Mientras esas emisiones se efectuaban, para hacer fren te a los gastos de la guerra con Haití que
inmediatamente se desató, el gobierno tomó a préstamo del comercio local la suma de 12 mil pesos
fuertes y $95,591.77 en moneda haitiana.

LA CUESTIÓN MONETARIA DURANTE EL PRIMER GOBIERNO DE BÁEZ Y EL SEGUNDO DE


SANTANA

Buenaventura Báez asumió la Presidencia de la República el 24 de septiembre de 1849 y si bien


anunció en su discurso inaugural pronunciado ese mismo día la aplicación de un programa de
gobierno orientado a organizar el sistema monetario, combatir el agio, disciplinar el ejército, introducir
ciertas reformas en la economía, su política financiera no estuvo distante de la aplicada
anteriormente por el general Santana.

Apenas cuatro días después de pronunciado su discurso prometiendo enfrentar el problema


monetario, en septiembre de 1849, bajo la excusa de hacer frente a los gastos de guerra, el
presidente Báez emitió un decreto ordenando la emisión de un millón de pesos.

Siete meses después, en abril de 1950, con la misma excusa ordenó a su ministro de Hacienda
reunir 600 mil pesos en moneda de oro al tiempo que dispuso otra emisión monetaria para cubrir la
compra de la suma antes señalada.

El 15 de mayo de ese mismo año, el descrédito alcanzado por la moneda nacional emitida sin ningún
respaldo, tanto por Báez como por Santana, obligó al primero, con la aprobación del Congreso, a
negociar un empréstito de dos millones de pesos destinados a recoger el papel moneda circulante.

Otro factor importante que influyó en el desastre monetario lo fue la falsificación de papeletas, acción
dolosa que era practicada por delincuentes con influencias políticas, primero durante el régimen de
Santana, y también durante mone el de Báez. En noviembre de 1854 se descubrió en la ciudad de
Santo Domingo una falsificación de considerable importancia.

La más trascendental, por sus consecuencias económicas y políticas, y la más escandalosa de las
emisiones monetarias hechas por Buenaventura Báez, ocurrió durante su segundo gobierno en
1857.
En esa oportunidad, en principio se decidió hacer una emisión de seis millones de pesos, los cuales
serían destinados, dos millones para retirar papel moneda deteriorada de anteriores emisiones y el
resto a la compra de la moneda fuerte en circulación en el Cibao y también a la compra de tabaco.
Más tarde se acordó aumentar la emisión hasta ca torce millones de pesos.

Poco después, al desarrollo de un amplio movimiento revolucionario contra Báez, encabezado por
dirigentes de la pequeña burguesía cibaeña. Ese movimiento se inició tan pronto los comerciantes y
agricultores de aquella región se dieron cuenta que fueron Limados, pues el valor del peso, que en
1857 se venía cotizando a 500 pesos nacionales por 1 peso fuerte, a causa de esta monstruosa
emisión, se desplomó hasta alcanzar un cambio de 4,725 pesos nacionales por 1 peso fuerte.

Es interesante destacar, para tener una idea cabal de cómo se manejan los asuntos monetarios en
aquellos momentos, que el gobierno provisional que establecieron los revolucionarios cibarios en
Santiago, donde fue traslada da la capital de la República, si bien dictó un decreto 28 de enero de
1858 desconociendo las emisiones de Báez, dispuso también la realización de una emisión
monetaria por la suma de más de 20 millones de pesos, con el fin de recoger todos los billetes en
circulación.

Antes de abandonar el poder, el 30 de julio de 1857, Báez forzó al Senado Consultor para que
aprobara una resolución que le concedía una indemnización de 50 mil pesos fuertes por “los daños
sufridos en sus propiedades" durante su carrera política, al tiempo que ordenaba en diciembre de
ese mismo año una nueva emisión monetaria de dos millones de pesos.

LA ECONOMÍA DURANTE LA ANEXIÓN


Para 1861 la población dominicana ascendía a cerca de 250 mil habitantes y las principales
actividades productivas seguían siendo el corte de madera y la agricultura, sobresaliendo en este
último aspecto el cultivo del tabaco que alcanzó ese año entre los setenta y ochenta mil quintales.
Ese mismo año la exportación de ese producto se elevó a una cifra cercana a los 700,000 pesos
fuertes,
A estos dos renglones productivos le seguía la producción de miel de abeja y cera. De este último
producto se exportaron el año antes mencionado cerca de treinta mil libras, con un valor cercano a
los 25,000 pesos fuertes.
La producción de azúcar comenzaba a repuntar, aunque su exportación conservaba aún niveles
muy bajos.
También se producía café, cacao, algodón, pero en cantidades insignificantes más bien dirigidas a
abastecer el mercado interno.
A pesar de la existencia de minas muy ricas en oro, plata, cobre, sal y otros minerales con buenos
mercados, los yacimientos mineros estaban abandonados. Además, como la Guerra de la
Restauración se desarrolló en el campo, el corte de madera fue prácticamente paralizado.
Por otra parte, los ingresos del Estado; provenientes en su mayor parte de los impuestos a las
importaciones y en menor medida a las exportaciones, apenas llegaron en 1860 a 302,741.61,
cuando los gastos superaban el medio millón de pesos fuertes.
Ese aumento en la administración creó un déficit crónico en las finanzas coloniales, pues mientras
los ingresos apenas llegaban al medio millón de pesos fuertes, los egresos superaron los tres
millones, hecho que obligó a la creación de nuevos impuestos.
Pero lo peor ocurrió en el plano monetario. Como hemos dicho, meses antes de proclamar la
anexión, el general San tana emitió un decreto, para favorecer a los especuladores miembros de su
grupo, fijando un cambio a la moneda nacional muy por encima de su valor real, con la esperanza de
que fuera aceptado por las nuevas autoridades españolas.
En plena guerra de la Restauración, el gobierno colonial promulgó dos disposiciones sumamente
odiosas; la primera fue el impuesto del 4 por ciento sobre el valor de las viviendas a los habitantes de
la ciudad capital, y la segunda era el denominado “servicio del bagaje” que arruinó el negocio del
transporte a base de recuas, pues obligaba al campesinado dominicano a prestar sus animales, sus
hombres y familia res, para el traslado de las tropas en campaña.
Pero en verdad, lo que más afectó a la economía de la nación durante la anexión fue la Guerra de la
Restauración que sustrajo miles de brazos a la agricultura, deterioró la administración pública y dejó
amplias zonas del país comercialmente paralizadas.

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