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1.

Desarrolle brevemente como ha ido evolucionando la idea de justicia según los


distintos autores: Platón, Aristóteles, Ulpiano, Santo Tomás, Stammler.
 Platón
Platón habla de la justicia como virtud del Estado y como virtud del individuo.
Afirma que la justicia en el Estado es el equilibrio entre los distintos estamentos
que lo integran:
-Los sabios, a quienes les corresponde el gobierno y la dirección del espacio
público, y tienen como virtud, justamente, la sabiduría o prudencia.
-Los guerreros o guardianes, encargados de guardar a la ciudad de los
enemigos exteriores, y cuya virtud es la valentía.
-Los artesanos, quienes trabajan para sostener la ciudad y poseen como virtud
la templanza.
La justicia se da, entonces, cuando cada uno se encuentre en el cumplimiento
de sus tareas creando una armonía entre sus virtudes, sabiduría, valentía y
templanza.
En el individuo, la justicia surge de manera similar. Cuando el individuo logra un
equilibrio entre las funciones del alma: inteligencia, voluntad y sentidos y sus
virtudes (sabiduría, valentía y templanza), podemos decir que nos encontramos
frente a un hombre justo.
Para este filósofo entonces, la justicia no es solo una virtud formal suprema,
sino también la salud del alma, el camino correcto para llegar a la felicidad
tanto del individuo como del Estado.
 Aristóteles
Aristóteles da dos conceptos distintos sobre qué es la justicia.
En primer lugar, siguiendo las bases de Platón, habla de la justicia como una
virtud individual, caracterizándose ésta por ser el término medio entre el
exceso y el defecto.
Por otro lado, dice que la justicia va más allá del individuo y se encuentra en el
trato con el otro. Dentro de este concepto, Aristóteles señala la justicia
distributiva, que refiere al reparto de los bienes sociales, incluidos los cargos
públicos y honores; y la justicia sinalagmática o correctiva, que se da cuando un
ciudadano ha “cometido una injusticia contra otro, o cuando una de las partes
ha provocado un daño y otro lo ha sufrido”.
 Ulpiano
Ulpiano define a la justicia como “la voluntad perpetua y constante de dar a
cada uno lo suyo”, haciendo especial hincapié es “dar a cada uno lo suyo”.
 Santo Tomás
Santo Tomás de Aquino realizó una exposición, interpretación y
complementación de la doctrina de Aristóteles, reproduciendo también, sin
variantes la definición de Ulpiano.
Advierte entonces que la justicia distributiva es aquella que es debida por la
comunidad a sus miembros, y lo que él llama justicia conmutativa
(sinalagmática para Aristóteles) es la justicia que los particulares se deben entre
ellos.
Para Santo Tomás de esta división nace una tercera especie de justicia, la que él
denomina justicia social legal o general, siendo ésta aquello que todos los
miembros deben a la comunidad. Este tipo de justicia es concebida como una
virtud que tiende al bien común ordenando la conducta de las partes en
relación a lo que deben a la comunidad.
 Stammler
Rudolf Stammler, siguiendo las ideas de Kant, propone un concepto y una idea
de derecho, desvinculando en este “concepto” al derecho de la justicia, y
diciendo que en la “idea” de derecho se podría decir que existe solo una
aproximación a la justicia.
Para este autor, la justicia no puede darse sino en una comunidad perfecta, y
como esta no es posible en la realidad humana, entonces resulta inalcanzable
la idea de derecho-justicia.
2. Analice las semejanzas y las diferencias entre el derecho y la moral.
Christian Thomasius fue un filósofo alemán que sostenía que la diferencia entre
derecho y moral radicaba en que el derecho refiere al fuero externo de los individuos,
mientras que la moral refiere al fuero interno.
Siguiendo las ideas de Thomasius, Kant, quien afirmaba que existe un principio
absoluto ordenador de nuestros comportamientos (moral), establece un principio
moral válido al que denominó “imperativo categórico”. Este imperativo categórico
refiere a que se debe obrar de manera tal que la acción pueda ser considerada una ley
universal. Es decir, que nuestro comportamiento tiene que ser éticamente correcto
para poder ser imitado por otros. Esta ley universal es lo que, para Kant, caracteriza la
acción moral.
Este autor también entendía que el derecho se refiere al accionar externo del
individuo, por lo que, para Kant, la esencia del derecho radica en la posibilidad de que
las libertades de los individuos puedan coexistir de manera armoniosa. Es por esto que
formula, de la misma manera que para la moral, un imperativo categórico para el
derecho. Esto es, una regla formal, universal y racional que se da cuando se obra de
manera tal que nuestra libertad puede coexistir con la del otro.

3. Explique que es la meta-ética, que es la ética normativa y que es la ética


sociológica.
La meta ética o la ética analítica se encarga interrogar acerca de como se pueden
justificar racionalmente los juicios de valor, de analizar el significado y qué caracteriza
a los términos éticos (bueno/malo, justo/injusto, etc.). este significado depende de la
clase de juicios y del significado de las expresiones utilizadas para formularlos.

La ética normativa se ocupa, a diferencia de la meta ética, de las teorías que tratan de
explicar que instituciones, practicas sociales o acciones son moralmente correctas,
buenas o justas.

La ética sociológica, o también conocida como ética descriptiva, intenta describir los
juicios de valor que se manifiestan en cierta sociedad, de determinada época,
basándose en qué cosas los miembros de esa sociedad consideran justas, buenas o
correctas.
4. Señale que sostienen las corrientes descriptivistas y las no descriptivistas.
Corrientes descriptivistas:
Para este tipo de teorías, los juicios de valor son enunciados descriptivos de alguna
clase de hechos. Por esto, afirman que poseen un significado cognoscitivo. Se les
puede atribuir, entonces, verdad o falsedad, y en principio, pueden ser justificados
racionalmente.
Corrientes no descriptivistas:
En este tipo de teorías, a diferencia de las descriptivistas, los juicios de valor no se
centran en describir ciertos hechos. No tienen exclusivamente un significado
cognoscitivo, por lo tanto, no son susceptibles de ser verdaderos o falsos.
Los juicios de valor no tienen como finalidad transmitir información de cómo es la
realidad, sino, más bien tratan de influir en la conducta del hombre.

5. Desarrolle brevemente las corrientes naturalistas


Corrientes naturalistas:
La concepción naturalista se caracteriza por sostener que las palabras éticas designan
propiedades observables y que los juicios de valor son verificables empíricamente.
Este tipo de posición puede ser de índole subjetivista u objetivista:
- Posición subjetivista, una primera versión sostiene que los juicios éticos surgen de
sentimientos o actitudes propias. Esto quiere decir que, lo que para algunos puede ser
considerado bueno, correcto, justo, etc., para otro puede ser lo contrario.
Por otra parte, la otra versión de esta posición, sostiene que los juicios valorativos no
dependen de un solo individuo, sino de la mayoría de los miembros de cierto grupo
social. Entonces, algo será considerado, por ejemplo, justo, cuando la mayoría de los
miembros así lo cree.
- Posición objetivista, sostiene que los juicios valorativos describen hechos
empíricamente verificables que no consisten solamente en sentimientos o actitudes de
cierta gente.
Existe una teoría utilitarista asociada al naturalismo objetivo que afirma que
“moralmente correcto” es aquello que conduce a la felicidad armoniosa, por tanto, los
juicios morales se definen como enunciados acerca de hechos observables que en
consecuencia son empíricamente verificables.

6. Desarrolle brevemente las corrientes no naturalistas.


Corrientes no-naturalistas:
Este tipo de teorías aseguran que, si bien los juicios de valor son descriptivos, no son
empíricamente verificables ya que los hechos que describen no son naturales.
-Posición objetivista: esta posición sostiene que el juicio valorativo de un acto solo se
capta por una intuición intelectual, esto permite conocer cierta realidad moral.
Según estas corrientes, para que se pueda asegurar legítimamente que se conoce la
verdad de X, tienen que darse 3 condiciones: 1) se debe creer en X; 2) X tiene que ser
verdad; 3) debe justificarse la creencia de X mostrando que ésta está fundada en
pruebas aceptables.
-Posición subjetivista (mandato divino): esta teoría sostiene que “bueno” o “correcto”
es aquello “ordenado por Dios”, y “malo” o “incorrecto” es lo “prohibido por Dios”.
7. Desarrolle la posición del emotivismo ético.
Emotivismo ético:
Charles Stevenson fue uno de los filósofos que hizo una formulación más articulada de
el emotivismo ético.
Advierte tres rasgos distintivos del discurso moral: 1) que se dan genuinos acuerdos y
desacuerdos éticos; 2) los términos morales contienen una cierta apelación a la acción;
3) el método empírico de verificación no es suficiente en la ética.
De acuerdo al punto 1), Stevenson distingue entre acuerdo o desacuerdo de creencias
y acuerdo o desacuerdo de actitudes. Esto es, que en la adopción de una posición
moral inciden tanto nuestras creencias de los hechos relevantes como nuestras
actitudes de aprobación o desaprobación respecto de esos hechos.
Para el punto 2), este filosofo advierte que el principal uso de los juicios morales es
expresar actitudes y provocarlas en otros. Este significado emotivo de los juicios
morales es su rasgo distintivo, aunque también tienen un significado descriptivo que se
da junto con el anterior. El significado emotivo expresa la actitud y el significado
descriptivo representa la creencia.
Con respecto al punto 3) que versa que el método empírico no es suficiente para el
discurso moral, Charles Stevenson señala que sólo en lo que hace al desacuerdo de
creencias se pueden dar razones en favor de una u otra posición moral. En caso de la
adopción de cierta actitud lo único que se puede hacer es crear causas para influir en
tal actitud. Una de las formas de determinar causalmente las actitudes de la gente es
mediante lo que él llamó “definición persuasiva”.

8. Desarrolle la posición del prescriptivismo ético.


Prescriptivismo ético:
La teoría meta ética prescriptivista fue formulada y desarrollada por R. M. Hare.
Para Hare, los juicios de valor son prescripciones, es decir, se pueden deducir
imperativos. Sin embargo, esto no quiere decir que sean equivalentes a imperativos.
Afirma también que los juicios de valor son prescripciones universalizables, esto es
que el que subscribe un juicio moral asume lógicamente el compromiso de extender el
mismo juicio moral a todas las situaciones que tengan las mismas propiedades fácticas
relevantes para el juicio moral en cuestión. Según este autor, las recomendación de un
objeto o de una acción envuelve necesariamente la recomendación de todos los
objetos y acciones que son similares en los aspectos relevantes. Que sean universales,
es lo que determina su racionalidad.
Sostiene Hare que existe cierta analogía entre la lógica del razonamiento moral y el
método hipotético – deductivo propuesto por Karl Popper. Afirma que el razonamiento
moral también parte de una hipótesis universal, junto con un enunciado acerca de
condiciones iniciales y se deduce una prescripción particular. Con la diferencia de que
en el plano moral no se trata de comprobar empíricamente una predicción para ver si
se mantiene la hipótesis general, sino que trata de determinar si se puede aceptar una
prescripción particular para ver si se mantiene el juicio valorativo universal.
De acuerdo con este autor, el hecho de que los juicios morales sean universales y que
esto implique que se deben contemplar los intereses de todos los afectados, brinda
apoyo lógico a la teoría normativa utilitarista según la cual cada uno tiene derecho a la
misma consideración.
9. Caracterice brevemente las teorías teleológicas y deontológicas.
Las teorías teleológicas son las que hacen prevalecer lo bueno sobre lo moralmente
correcto. Juzgan a las acciones por como ellas y sus consecuencias contribuyen a
alcanzar cierta meta valiosa o maximizar cierto estado de cosas intrínsecamente
bueno.
Las teorías deontológicas, o también conocidas como teorías formalistas, son las que
dan prioridad a lo moralmente correcto, juzgando principalmente a las acciones por
sus cualidades intrínsecas que las hacen objetos de derechos y deberes y, solo
tomando en cuenta su contribución a satisfacer ciertos objetivos valiosos dentro del
marco de tales derechos y deberes.

10. Desarrolle la posición de santo tomas.


Santo Tomas de Aquino fue un filosofo con gran influencia por el pensamiento de
Aristóteles. Pretendía armonizar las elaboraciones de la teología con las de la filosofía,
de modo que el teólogo y el filósofo lleguen a las mismas conclusiones desde sus
diferentes puntos de vista.
Para Santo Tomás la ley moral no depende de las elección arbitraria de Dios; las
acciones contrarias a la ley moral no son incorrectas porque Dios lo prohíbe, sino que
Dios las prohíbe porque son incorrectas, de esta manera, este autor rechaza la teoría
del “mandato divino”.
Los actos humanos adquieren cualidad moral por su relación con el bien final del
hombre. Los actos obligatorios son una subespecie de los actos buenos, son aquellos
cuya omisión es moralmente mala.
La justicia, para la filosofía tomista, tiene dos dimensiones: 1) la justicia como virtud
personal; a la que Santo Tomas define como “la perpetua y constante voluntad de dar
a cada uno lo suyo”; 2) la justicia como cualidad del orden social, relacionada con su
concepción del Derecho Natural.
Este filosofo concebía a la moral como un derecho natural porque la suponía
intrínsecamente relacionada con la naturaleza humana.
Aseguraba que Dios ha creado las cosas con inclinaciones innatas hacia el
perfeccionamiento de sus potencialidades. Las “inclinaciones naturales” son las
disposiciones de toda cosa a actuar de acuerdo con su esencia. Esta esencia (lo que la
hacer ser lo que es) es aprehendida por intuición. Una cosa es buena, entonces, en la
medida en que realiza efectivamente sus potencialidades.
Santo Tomas sostiene que todo acto voluntario, del ser humano, tiene una finalidad,
se dirige hacia algo que es considerado como bueno. La voluntad humana implica el
perfeccionamiento pleno de la naturaleza humana, satisfacer los deseos y ofrecer
felicidad completa para alcanzar el bien.
Para este filosofo el objetivo final de la actividad humana es la visión de Dios en la otra
vida. Para alcanzar este objetivo, el hombre debe llevar una vida virtuosa y debe ser
además beneficiado por la gracia.
Distingue este filosofo, cuatro leyes derivadas del derecho natural: la ley eterna, la ley
natural, la ley divina y la ley humana.
La ley eterna se caracteriza por ser la voluntad de Dios, el plano divino, la razón de
Dios. El único que la puede conocer es Dios y los santos, sólo es cognoscible por medio
de un acto de fe.
Cuando el hombre tiene la posibilidad de acceder a la ley eterna es por medio de la
Ley natural, que le posibilita la participación.
El hombre es poseedor de dos cualidades, la voluntad y la libertad; la primera lo guía
hacia el fin supremo, Dios, por medio del desarrollo de sus potencialidades; la
segunda, le permite distinguir el bien, del mal.
La ley divina es la revelada, la ley positiva de Dios, le indica cuales son los fines no
terrenales; fue dada a Moisés para indicarle cuáles eran los preceptos morales que
debía cumplir en la búsqueda de los fines sobrenaturales. Se establece para prevalecer
sobre las dudas. La ley humana positiva, para ser considerada como ley tiene que ser
congruente con la ley natural. Va a ser considerada derecho en la medida que sea
justa, que exprese la recta razón de Dios.

11. Desarrolle la posición del utilitarismo.


El utilitarismo es una posición que busca la felicidad en general. Es una doctrina
consecuencialista, es decir, que según esta concepción las acciones no tienen valor
moral en sí mismas sino en relación a la bondad o maldad de sus consecuencias.
Existen diversas clasificaciones del utilitarismo: utilitarismo egoísta y utilitarismo
universalista, y utilitarismo hedonista y otro idealista.
La primera clasificación (utilitarismo egoísta y universalista) tiene en cuenta si las
consecuencias que pueden hacer a una acción buena o mala son las que afectan sólo al
propio agente, por un lado, o a toda la humanidad o seres sensibles por otro. La
segunda clasificación (utilitarismo hedonista e idealista) depende de si se toma como
bien intrínseco sólo al placer, entendido en un sentido amplio, o también a otros
estados de cosas, como el conocimiento o la existencia de cosas bellas.
Otra división se da entre el llamado “utilitarismo de actos” y el “utilitarismo de reglas”.
El primero sugiere que el principio de utilidad es aplicable directamente a cada acto
individual, de modo que, en cada caso, para establecer si una acción es moralmente
correcta, debe determinarse si todos sus efectos incrementan más que disminuyen el
bienestar general. En cambio, el utilitarismo de reglas sostiene que los actos
individuales no se juzgan como moralmente correctos o incorrectos por aplicación
directa del principio de utilidad, sino de acuerdo con ciertas reglas morales, y son tales
reglas y no actos concretos las que se evalúan y confrontan con el principio de utilidad.
Además, se puede distinguir entre utilitarismo positivo y utilitarismo negativo. El
primero establece promover la felicidad o el bienestar; mientras que el segundo
establece minimizar el sufrimiento o la miseria.
Otra división del utilitarismo es las que se da entre el “utilitarismo clásico” y el
“utilitarismo del promedio”. El clásico sostiene que el bien intrínseco es la felicidad
general entendida como una suma total de placeres y satisfacciones; el utilitarismo
promedio sostiene que la felicidad general debe determinarse dividiendo la felicidad
total por el número de personas, para así obtener una utilidad promedio.

12. Desarrolle la posición de Kant.


Immanuel Kant desarrolló una compleja teoría ética denominada ética Kantiana. En
ella establece que los principios fundamentales de la moral deben tener el alcance
incondicionalmente universal de los principios de la lógica, pero al mismo tiempo,
deben poseer el contenido substantivo y no trivial de los principios de la física.
Para demostrar que estos principios fundamentales de la moral gozan de las
características mencionadas, Kant se propone presentarlos como principios
universalmente válidos para todos los seres racionales.
Los principios morales, para Kant, son autónomos, es decir que son leyes que uno se
da a sí mismo con abstracción de los dictados de cierta autoridad humana o divina o de
los de nuestros propios deseos o impulsos. Son también categóricos porque lo que
ellos ordenan no está condicionado a que tengamos ciertos fines o deseos. Son
asimismo universales esto supone que cada ser racional querría la misma ley que
cualquier otro ser racional y, por tanto, esa ley moral obliga a todos los seres
racionales por igual.
En este ultimo requisito (la universalidad) esta contenido lo que, según Kant, es el
principio fundamental de toda moralidad, el “imperativo categorice”. Este sirve para
seleccionar las verdadera máximas morales.
Kant afirma que el hombre, y en general todo ser racional, existe como un fin en sí
mismo, no solo como medio para ciertos usos, y, en consecuencia, todo hombre debe
en sus acciones tratarse a si mismo y tratar a los demás como fines y no solo como
medios. Esto da la pauta entonces de que, si la humanidad es un fin es si misma, ella es
un fin para todos, y en consecuencia puede servir de fundamento de una practica
universal.

13. Desarrolle la posición de Rawls.


Rawls entiende por principios de justicia aquellos que establecen criterios para asignar
derechos y deberes en las instituciones básicas de la sociedad y definen la distribución
apropiada de los beneficios y cargas de la cooperación social.
Adopta una cierta concepción de justicia a la que denomina “justicia como equidad”,
según la cual los principios de justicia son los principios que elegirían personas libres y
puramente racionales, que solo se preocuparan por su propio interés, si estuvieran en
una posición de igualdad.
Para facilitar la comprensión de lo mencionado, Rawls imagina una situación ficticia a
la que llama “posición originaria”. Esta posición originaria es una reunión imaginaria de
seres puramente racionales y auto interesados, libres de decidir e iguales, los cuales se
encuentran bajo un “velo de ignorancia” que les impide conocer los hechos
particulares respecto de sí mismos y de su sociedad mas no acerca de las leyes
generales de índole social, y que deben deliberar y decidir por unanimidad cuales son
los principios que van a regir para juzgar las instituciones básicas de su sociedad.
Estos principios deben ser universales, generales, públicos, completos y finales.
Al momento de las transacciones, cada individuo tiene la posibilidad de proponer un
principio, para ser sometido a votación, pero una vez que se lleva a cabo la votación,
esos principios no van a ser otra cosa que un subprincipio de los siguientes:
-Primer Principio: cada persona debe tener un derecho igual al sistema más extenso de
libertades básicas.
-Segundo Principio: las desigualdades sociales y económicas deben ser dispuestas de
modo tal que ellas satisfagan estas dos condiciones: a) deben ser para el mayor
beneficio de los que se encuentran en la situación social menos aventajada (el llamado
principio de diferencia); b) ellas deben adjudicarse a funciones y posiciones abiertas a
todos bajo condiciones de una equitativa igualdad de oportunidades.
Rawls sostenía que, entre dos males, siempre se debe elegir el menor. Una vez que se
eligieron esos dos principios de justicia, se va corriendo, poco a poco, el velo de la
ignorancia.
La siguiente etapa consistirá en plasmar el primer principio, el de igual libertad para
todos, en la normativa constitucional.
En una tercera etapa, la labor se centra en el segundo principio, justicia social.
En una cuarta etapa, se da cuando los aplicadores del derecho en la administración de
justicia, consideran los casos particulares a la luz de los principios ya develados.

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