Filosofia
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Filosofia
COTIDIANA Y PERSONAL
La filosofía, como la búsqueda sistemática del conocimiento y la sabiduría, nos invita
a cuestionar todo aquello que damos por sentado. En lugar de aceptar pasivamente
las creencias y normas sociales, la filosofía nos anima a profundizar en las razones
detrás de nuestras acciones y a explorar las múltiples perspectivas que existen sobre
la realidad. Esta búsqueda, este interés por
seguir aprendiendo y ese conocimiento son
los que dan sentido a la vida del hombre; ya
desde que nacemos, desde que comenzamos
a percibir el mundo, todas las personas
sentimos esa curiosidad por saber; por
ejemplo, cuando somos bebés tocamos todo
porque es a través de los sentidos que
obtenemos el conocimiento, tocamos y
probamos, así aprendemos, nos
aprehendemos a este mundo; después
cuando somos niños y comenzamos a hablar
externamos nuestros pensamientos, nuestras
dudas, todo lo cuestionamos; ¡qué decir cuando entramos en la adolescencia! En esta
etapa, nuestra actividad filosófica es prácticamente incesante, pues lo que nos es
familiar de repente da un giro y comenzamos a desconocerlo, a problematizar,
buscamos otras respuestas a lo que anteriormente se nos mostraba obvio, y
cuestionamos nuestra existencia, nuestra razón de ser y la del resto del universo,
nuestro origen, nuestro final, nuestra sociedad y la manera en que ésta se organiza; es
así como empezamos entonces a formar nuestros ideales, a establecer nuestro
criterio, nuestra postura frevnte a la vida.
Para Hume, la mente humana es una especie de hoja en blanco, de tábula rasa, donde
recibe información proveniente de lo que le rodea y de la naturaleza, a través de los
sentidos.
De esta forma, lo que importa no es tanto el objeto sino quien conoce, es decir, el
sujeto, y esto es un hito en la filosofía occidental porque a partir de Kant, la filosofía
girará sobre ese sujeto racional, y no sobre la naturaleza.
Este método presupone que no se puede obviar el entorno cultural y que hay que
interpretar todo lo que rodea al ser humano en cuanto comunicación verbal, escrita y
no verbal. Así, el filósofo intentará descifrar los significados no visibles detrás de cada
palabra, y mediante la interpretación dar una adecuada explicación.
Método dialéctico Este método, tan antiguo como la mayéutica, ha sufrido notables
cambios en sus alcances a lo largo de la historia. En su acepción original, aludía a un
método argumentativo dialógico parecido a la lógica.Pero en el siglo XVIII asumió el
concepto actual: dos ideas opuestas que al chocar promueven el nacimiento de una
idea nueva, o su superación.
Obligaciones éticas Los antropólogos deben ser honestos y abiertos con su trabajo,
obtener los permisos y el consentimiento informado necesarios, y considerar las
obligaciones éticas en conflicto con las partes afectadas y los colaboradores.
La antropología surgió como el problema de la alteridad y "el otro", mientras que la
ética surgió como el problema del bien y del mal.
Así mismo, permite a los profesionales una serie de visiones que posibilitan el ejercicio
libre, autónomo y responsable de acciones humanas que dinamizan los cambios y las
transformaciones que los contextos culturales requieren.
¿Qué es la ética? La Ética es la reflexión sobre lo moral; es decir, sobre los fenómenos,
hechos y juicios morales. Su objetivo es esclarecer conceptos que posibiliten la
elaboración de una teoría moral, con conceptos como: carácter, responsabilidad,
deber, autonomía, dignidad, etc. Dicho de otra forma, la “ética es el estudio
sistemático de la moral, es la teoría de la moral” (González, 2009: 23
ETICA: La ética estudia los principios que deben regir la conducta humana al tratar de
explicar las reglas morales de manera racional, fundamentada, científica y teórica.
Se puede decir que la ética es, en este sentido, una teorización de la moral, que incluso
ayuda a definir criterios propios sobre lo que ocurre a nuestro alrededor.
MORAL: La palabra moral deriva de la palabra latina morālis, que significa 'relativo a
las costumbres'. Por lo tanto, la moral se define como expresiones del comportamiento
basadas en los valores y tradiciones de una sociedad.
Los valores morales son inculcados desde la temprana infancia por los padres o las
figuras de autoridad, para luego, en la etapa escolar, ser reforzados por los maestros o
profesores.
3- El cálculo de las consecuencias en sí mismo. ¿Cuáles son los intereses que deben
ser tenidos en cuenta? ¿Cómo deben ser sopesados o medidos los costes y
beneficios? ¿Debería ser medida la intensidad de las preferencias?
Desde este punto de vista la acción correcta es aquella que las personas libres, iguales
y racionales, incluidos los afectados por la acción, serían capaces de consentir.
Algunas versiones de las teorías de los derechos humanos son también ejemplos de
una aproximación deontológica a la ética, es decir, respetar los derechos es una señal
de respeto hacia las personas como fines con objetivos vitales y planes para
conseguirlos.
ETICA DE LA VIRTUD
La ética de la virtud es una filosofía que se centra en el carácter moral de las personas
y que se basa en la idea de que la virtud se adquiere a través de la práctica. Esta ética
se desarrolló por Aristóteles y otros filósofos antiguos griegos.
La ética de la virtud propone que una acción es correcta si es la que una persona
virtuosa llevaría a cabo en las mismas circunstancias. Para ello, se considera que una
persona virtuosa es aquella que posee y vive las virtudes, que son características O
morales necesarias para vivir bien.
Algunas de las características de la ética de la virtud son:
BIEN COMÚN este concepto se refiere a aquello que beneficia a la totalidad de los
ciudadanos de una comunidad. El bien común se basa en la idea de que la felicidad de
la comunidad debe ser mayor que la de sus integrantes.
El contractualismo contemporáneo
reconoce la importancia de la
secularización y la autonomía del individuo
en la toma de decisiones. También
considera que el contrato es la base para el
acuerdo entre los individuos en la esfera
pública.
ETICÁ CONSECUENCIALISTA
El consecuencialismo es una teoría ética que juzga si algo es bueno tomando en
cuenta sus consecuencias. Por ejemplo, la mayoría de las personas creen que mentir
está mal, pero si decir una mentira ayudaría a salvar una vida, el consecuencialismo
dice que es lo correcto.
Por ejemplo, digamos que los economistas puedan comprobar que la economía
mundial sería más fuerte, y que la mayoría serían más felices, saludables y prósperos
si esclavizáramos a 2% de la población. Aunque la mayoría de las personas se
beneficiarían gracias a esta propuesta, la mayoría nunca estaría dispuesta a llevarla a
cabo. No obstante, si se juzga simplemente a base de sus resultados, como lo haría la
teoría consecuencialista, se puede decir que “el fin justifica los medios.”
ETICÁ DE LA CONVICCION Y ETICÁ DE LA
RESPONSALIDAD
La primera posición aparenta más un aire de honorabilidad, mientras que la segunda
parece más flexible y razonable: podrían representar, respectivamente, al héroe que
admiramos y al pragmatista que imitamos (usando las palabras de Weber, el santo y el
político). El problema es que la distinción no ayuda a clarificar las cuestiones éticas,
especialmente si se caricaturiza a los defensores de una y otra postura (como hizo ya
el mismo Weber al denominarlas la “ética del santo” y la “ética del político”).
Por otra parte, también es imposible una ética de la responsabilidad que no tenga
en cuenta principios morales, ya que hacen falta principios morales para juzgar la
bondad o maldad de las consecuencias. Por tanto, lo característico de la ética de la
responsabilidad no es no tener principios, sino más bien no reconocer principios
absolutos, barreras incuestionables que no pueden ser infringidas de ninguna manera.