La Antropología
La Antropología
La Antropología
La antropología estudia a la humanidad, sus sociedades del presente y del pasado, así como las
diversas culturas y formas de organización e interacción social que ha creado. Conoce y analiza la
diversidad étnica, los procesos de continuidad y cambio sociocultural, las formas de organización
social y, en general, todas las expresiones de la variabilidad humana. Incursiona en el conocimiento
del proceso de hominización y, en ese marco, analiza la co-evolución del Homo sapiens sapiens con
otras especies animales y su relación con el medio ambiente.
Es una disciplina que cuenta con diferentes campos de conocimiento o áreas de especialización
que se han venido desarrollando durante más de un siglo. En este periodo se ha caracterizado por
estar en continuo debate y generación de nuevos conocimientos, lo que le ha permitido abonar al
entendimiento y comprensión de las sociedades humanas, tanto del presente como en el pasado.
En todo este tiempo, también ha creado un amplio bagaje teórico y metodológico, gracias al cual,
se ha distinguido de otras ciencias sociales y naturales.
Aunque la antropología nació para estudiar a las culturas diferentes a la propia, a lo largo del siglo
XX y hasta el presente, su objeto de estudio se ha ampliado y diversificado. Ahora ya no sólo se
estudia a grupos y culturas ajenos, pues cada día avanza en el estudio de la cultura y la sociedad a
la que pertenece el antropólogo. Entre los temas y problemas de su interés antropológico se
encuentran un cúmulo de fenómenos sociales y culturales a los que el antropólogo se aproxima de
una manera específica y propia de la disciplina, donde el trabajo etnográfico, la excavación
arqueológica y la observación participante constituyen sus principales herramientas. Así, el
antropólogo aporta al conocimiento de los procesos de identidad colectiva, tales como las
identidades étnicas, nacionales o religiosas y otras expresiones de identidad social. Asimismo,
analiza diversas formas de organización social y busca explicar las estructuraciones en torno a la
desigualdad social originada por las distinciones de clase, etnia, género y nación. La antropología
también estudia los sistemas jerárquicos, sea en sociedades con o sin Estado, así como la manera
en que las jerarquías y relaciones de poder se relacionan con los procesos políticos
contemporáneos. De igual forma, incursiona en el estudio de las migraciones internas e
internacionales, las relaciones entre cultura y poder, la familia y sistemas de parentesco; y el papel
de los objetos en la reproducción social, entre otras cosas.
La antropología es una ciencia social que se dedica al estudio de todos los aspectos de la
naturaleza humana. Es un término de origen griego, compuesto por las palabras anthropos, que
quiere decir 'hombre' o 'humano', y logos, que quiere decir 'conocimiento' o 'ciencia'.
Es, por tanto, la ciencia que coloca en el centro de sus investigaciones al ser humano.
La antropología estudia todos los fenómenos humanos, por lo que su campo de estudio son las
sociedades, tanto las antiguas como las presentes. Esta ciencia toma en cuenta los cambios que
han afectado a la especie humana a lo largo del tiempo. Analiza la diversidad étnica, la diversidad
cultural, las costumbres sociales, las creencias, los procesos de transformación, etc.
Los estudios antropológicos muestran la diversidad cultural que existe y ha existido a lo largo de la
historia. Lo que ha contribuido a fomentar el respeto y la tolerancia hacia creencias y culturas
divergentes.
Ramas de la antropología
Como ciencia social, la antropología está abierta a la integración de varias disciplinas que
reflexionan sobre las dimensiones biológicas, sociales y culturales. Sus principales áreas son:
Estudia los aspectos genéticos y biológicos del hombre tomando en cuenta la perspectiva evolutiva
y de adaptación de la especie al medio ambiente. Dentro de esta disciplina se pueden distinguir
especialidades como la antropología genética, la antropología forense, la paleoantropología, entre
otras.
Ver Antropometría
Analiza el comportamiento del ser humano en la sociedad. Estudia la organización social y política,
tanto las relaciones sociales, como las instituciones. Investiga las culturas a lo largo del tiempo y en
su propio espacio. Las costumbres, los mitos, los valores, las creencias, los rituales, y la religión son
objeto de estudio de la antropología.
Antropología lingüística
Historia de la antropología
Antecedentes
También pueden señalarse como antecedentes los relatos de viajeros, misioneros y comerciantes
sobre los hábitos de los nativos de las tierras descubiertas tras los viajes de Colón y otros
navegantes alrededor del globo.
A partir del siglo XVIII, se impulsa el estudio tanto de las ciencias como de las humanidades. Esto se
debe, en buena medida, a las inquietudes del movimiento de la Ilustración. En ellas, las
investigaciones en el ámbito social y cultural comienzan a ganar espacio. En ese contexto, los
debates sobre la condición humana fueron muy importantes para el desarrollo de los estudios
antropológicos.
Origen de la antropología
La antropología como campo específico de estudio tiene su origen en la segunda mitad del siglo
XIX, al igual que la sociología. Se diferenciaba de esta (y otras áreas de estudio humanístico) en el
hecho de que la antropología se abocaba a la investigación de sociedades remotas. Por lo general,
sociedades ajenas culturalmente a la sociedad occidental, que eran consideradas "simples" o
"primitivas".
Esta idea intentó aplicarse también como ley general para estudiar los fenómenos socioculturales.
Además, el siglo XIX estuvo marcado por el desarrollo del colonialismo y el imperialismo. No es de
extrañar, por tanto, que en sus primeros años la antropología tuviera una mirada "etnocéntrica".
La antropología en el siglo XX
A partir de la segunda mitad del siglo XX, la antropología comienza a estudiar todo tipo de culturas,
incluidas las modernas. Esto se produce cuando los procesos de modernización alcanzan también a
sociedades lejanas.
En efecto, a partir del siglo XX la antropología inicia un proceso de cambio en el cual se van
transformando sus enfoques, métodos y propósitos hasta consolidar una antropología "moderna".
En este sentido, se considera que Claude Lévi-Strauss fue, por excelencia, uno de los principales
impulsores de ese cambio. Fue el padre del estructuralismo en las ciencias sociales. Además,
ejerció una notable influencia gracias al desarrollo de su teoría de la alianza, el estudio de los
procesos mentales del conocimiento del ser humano y el análisis estructural de los mitos.
Muchas de las corrientes actuales de la antropología social y cultural buscan evitar posibles sesgos
históricos. También abarcar campos de estudio que no habían sido tratados en los siglos
anteriores.
Uno de los hitos más representativos lo estableció Bronislaw Malinowski –el padre del
trabajo de campo etnográfico, según algunos– a inicios del siglo XX. Para estudiar el
sistema comercial kula, Malinowski convivió por aproximadamente 2 años con
los trobriandeses de Papúa Nueva Guinea: dormía con ellos, comía con ellos,
trabajaba con ellos, es decir, era un trobriandés más.
La antropología
descubre las interrelaciones entre distintos modelos científicos del ser humano. (SNU.edu)
Mediante una imagen panorámica, el antropólogo observa el bosque en vez de
solo los árboles. Según Malinowski (1986), “[e]l etnógrafo que se proponga estudiar
sólo religión, o bien tecnología, u organización social, por separado, delimita el campo
de su investigación de forma artificial, y eso le supondrá una seria desventaja” (p. 28).
Así, los antropólogos que exploraban las diversas sociedades humanas tenían por
objetivo contrastar si las leyes que gobernaban Occidente también podían gobernar
fuera de su zona de confort. Y la única forma de saberlo era estudiando dichas
sociedades holísticamente, resaltando la interdependencia de sus componentes. Para
ello, la antropología invoca a la cultura.
A mediados del siglo XVIII, la noción de cultura (del alemán Kultur) refería al
conocimiento moderno e ilustrado. No fue necesario mucho tiempo para demostrar
que las llamadas sociedades primitivas también tenían cultura.
A mediados del siglo XX, los antropólogos estadounidenses Alfred Kroeber y Clyde
Kluckhohn (1952) recopilaron 164 definiciones de cultura organizadas en 7 grupos:
descriptivas, históricas, normativas, psicológicas, estructurales, genéticas e
incompletas. Para los autores, la noción de cultura es clave y equivalente a las de
gravedad (para la física), enfermedad (para la medicina) o evolución (para la
biología) (p. 3).
Hoy, la noción de cultura forma parte del bagaje conceptual de las ciencias sociales,
generando múltiples definiciones. Disciplinas como psicología, economía o sociología
han creado diversas subespecialidades (i.e. psicología transcultural, economía cultural
o sociología cultural) para comprender cómo la cultura influye sobre sus respectivos
objetos de estudio.
Términos como cultura política, cultura cívica, cultura vial, cultura empresarial, cultura
ambiental, cultura escolar, cultura universitaria, cultura financiera, cultura de consumo,
cultura deportiva, cultura primate o cultura científica –incluyendo los polémicos cultura
de corrupción o cultura de la violación– rememoran la idea de totalidad.
Conocer la diversidad
humana es labor de la antropología. (Genetic Literacy Project)
Dicha población recibe el nombre de WEIRD (del inglés raro o extraño), un acrónimo
cuyas letras refieren a las principales características de dicha población: Western
(occidentales), Educated (profesionales), Industrialized (tecnológicos), Rich
(adinerados) y Democratic (democráticos).
Esta labor todavía prosigue, considerando el auge que muestran las “disciplinas etno”:
etnohistoria, etnopsicología, etnopsiquiatría, etnobotánica, etnomedicina, etnopolítica,
etnolingüística, etnomatemática, etnobiología, etnomusicología, etnozoología,
etnoprimatología y hasta etnomarketing.
Para estudiar estas formas exóticas de ser humano no hace falta viajar a lejanos
rincones del planeta. La antropología ha demostrado que no solo es
posible cotidianizar lo extraño, sino también extrañar lo cotidiano, mediante el estudio
antropológico de nuestra propia sociedad (lo que algunos llaman antropología de la
modernidad).
Sin embargo, gracias a la antropología las nuevas generaciones han aprendido que
ser diferente no es motivo de temor ni burla. Derrumbando el mito de las razas
humanas o demostrando la existencia de múltiples géneros, hemos pasado del asco a
la admiración.
Hoy, el respeto de la diversidad sociocultural constituye el axioma de una justa vida en
sociedad. Si la psiquiatría desmitificó al loco, la antropología desmitificó al otro y, al
mismo tiempo, a nosotros.
Las distintas ciencias que estudian el fenómeno humano han tenido aportes valiosos.
Desde sus perspectivas, neurociencias, ciencias cognitivas, psicología, sociología,
economía, ciencia política, biología, psiquiatría o genética han dibujado lo que hoy
conocemos como ser humano.