Anselmi 2023
Anselmi 2023
Anselmi 2023
Doctorado en Psicología
Tesis doctoral
Me gustaría expresar mi profunda gratitud a todas las personas que han hecho posible
la realización de este trabajo doctoral. En especial:
A las autoridades y profesores del programa de doctorado que me han acompañado en
este proceso. En particular a la Dra. Mara González, la Dra. Lilián Daset, y la Dra. Marcela
Carballo.
A mi directora de tesis, la Dra. Soledad Cordero, por sus aportes y acompañamiento
durante este proceso.
A las lectoras de mi proyecto, la Dra. Cecilia Cracco y la Dra. María Luisa Blanco,
quienes hicieron un aporte invaluable con su lectura, recomendaciones e insight.
A mi familia, mis padres y mi hermano, por su apoyo y cariño, y por transmitirme el
amor por el conocimiento.
A Javier por su apoyo y cariño durante estos años de trabajo y crecimiento.
A mis amigos, que han acompañado este proceso y me han hecho experimentar la
importancia y los beneficios de la gestión interpersonal de las emociones. En especial a Paula,
por sus correcciones y apoyo, y a Giannella, Natalia, Ignacio, Carola, Leticia, Ana, Amparo,
Sofía, María, Beco y Andrés por acompañarme en estos años.
A Leticia, con quien hemos compartido la experiencia del doctorado, por su motivación,
consejo y apoyo durante este tiempo.
A mis profesores y maestros de la Universidad Católica que me han ayudado a
desarrollar mis potenciales y mi amor por la psicología y la investigación.
A mis compañeros de departamento por su colaboración durante todos estos años, en
particular a Leticia, Cecilia, Ana y María Luisa. Todos sus aportes han hecho posible este
trabajo.
A mis compañeros de doctorado por el tiempo compartido durante estos años.
i
Resumen
La regulación emocional se ha consolidado como un proceso con fuertes vínculos con la salud
mental, recientemente ampliándose el campo para incluir a la regulación interpersonal de las
emociones. Si bien se ha establecido el vínculo entre la regulación personal y la sintomatología
ansiosa y depresiva, existe escasa investigación sobre qué rol juega la regulación interpersonal.
El objetivo de esta tesis fue estudiar las contribuciones de la regulación emocional interpersonal
a la sintomatología ansiosa y depresiva y analizar la interacción entre ambos tipos de regulación
en la explicación de dichos síntomas. Se realizó un estudio observacional transversal con
población universitaria y población general. Se hicieron análisis de regresión lineal y
jerárquica, así como de mediación y moderación para estudiar las interacciones.
Adicionalmente, fue necesaria la adaptación lingüística del IERQ (Hofmann et al., 2016) para
poder evaluar la regulación interpersonal. Además de reflejar las buenas propiedades
psicométricas de la escala traducida, los resultados permiten apreciar que la regulación
emocional interpersonal explica una varianza pequeña de la ansiedad y la depresión, así como
que la regulación interpersonal no media en el vínculo desregulación-sintomatología, si bien la
tendencia a la búsqueda de perspectivas alternativas, el modelamiento social y el
apaciguamiento moderan, de manera diferencial, el vínculo desregulación-sintomatología. Se
concluye que la regulación emocional interpersonal tiene un rol explicativo pequeño en la
sintomatología ansiosa y depresiva y que ciertas estrategias interpersonales moderan el efecto
de la desregulación emocional sobre dicha sintomatología. Se discuten las implicaciones para
la terapia psicológica.
Abstract
Emotional regulation has consolidated as a process with strong links to mental health, recently
expanding the field to include emotion regulation through interpersonal resources. While the
link between personal regulation and anxious and depressive symptomatology is well
established, there is little research on the role of interpersonal regulation. The objective of this
dissertation was to study the contributions of interpersonal regulation to anxious and depressive
symptomatology and to analyse the interaction between both types of regulation in explaining
these symptoms. A non-experimental cross-sectional study was conducted with university
students and general population. Linear and hierarchical regression analysis were carried out
to test prediction models, and mediation and moderation analyses were performed to study the
interactions. Additionally, a linguistic adaptation of the IERQ (Hofmann et al., 2016) was
necessary to evaluate interpersonal regulation. The results reflect that the translated scale has
good psychometric properties, that interpersonal regulation explains a small variance of
symptomatology but when controlled for the variance explained by personal dysregulation, it
only predicts variance in depressive but not anxiety s, that interpersonal regulation does not
mediate the link between dysregulation and symptomatology, and that social modelling and
interpersonal perspective-taking moderate the dysregulation-depression link, and social
modelling and appeasement moderate the dysregulation-anxiety link. It is concluded that
interpersonal regulation has a small explanatory role in anxious and depressive
symptomatology and that certain interpersonal strategies moderate the effect of emotional
dysregulation on such symptomatology. The implications of these results on psychological
therapy are discussed.
Tabla de contenidos
Introducción ............................................................................................................................. 1
Fase de selección........................................................................................................... 19
Objetivos .............................................................................................................................. 57
Participantes ......................................................................................................................... 59
Muestra 1 .......................................................................................................................... 60
Muestra 2 .......................................................................................................................... 60
Instrumentos ......................................................................................................................... 61
Capítulo 7: Resultados........................................................................................................... 72
Referencias............................................................................................................................ 128
Apéndice 3: Análisis de los supuestos de los cálculos de regresión e interacción .......... 158
vi
Supuestos de regresión lineal: modelamiento social como predictor de depresión ....... 158
Supuestos de regresión lineal: modelamiento social como predictor de ansiedad ......... 158
Supuestos de regresión lineal: toma de perspectiva como predictor de depresión ......... 159
Supuestos de regresión lineal: toma de perspectiva como predictor de ansiedad .......... 160
Supuestos de regresión lineal: regresión jerárquica para la predicción de depresión .... 161
Supuestos de regresión lineal: regresión jerárquica para la predicción de ansiedad ...... 161
Supuestos de moderación: toma de p. como moderadora entre DERS y depresión ....... 162
Supuestos de moderación: toma de p. como moderadora entre DERS y ansiedad ........ 162
Supuestos moderación: apaciguamiento como moderadora entre DERS y depresión ... 162
Lista de tablas
Lista de figuras
Introducción
La regulación emocional (RE), entendida como el proceso por el cual las personas
inciden propositivamente sobre las emociones propias o de terceros, ha sido un aspecto del
funcionamiento humano que ha sido foco de creciente interés en el campo de la psicología
(McRae & Gross, 2020). Si bien han sido variados los campos de aplicación de este concepto,
gran parte del interés surge de la mano del estudio de los problemas en regulación emocional
(o desregulación emocional) en el ámbito de la psicología clínica estudiándosele como un
factor común a distintos cuadros psicopatológicos (como los trastornos de ansiedad, depresivos
y de alimentación), como un mecanismo de acción de distintos tratamientos psicológicos
(entendiendo que distintos tratamientos pueden ser eficaces ya que trabajan, de distintas
maneras, los problemas en regulación emocional), o como un objetivo en sí mismo
(Gratz et al., 2015).
En el último tiempo, ha existido una extensión de los modelos clásicos de regulación
emocional, dejando de enfocarse casi exclusivamente en la forma en que las personas regulan
sus emociones mediante recursos propios (Barthel et al., 2018) para pasar a integrar a la
regulación emocional interpersonal (en adelante, REI) que incluye tanto la influencia sobre las
emociones de otros, o regulación interpersonal extrínseca, como la regulación de emociones
propias mediante el contacto con otros (o regulación emocional interpersonal intrínseca) (Zaki
& Williams, 2013). Si bien la investigación en torno a este tema es limitada, se han encontrado
asociaciones con desenlaces en el ámbito laboral (p.ej., Little et al., 2016; Niven et al., 2019;
Reeck & Onuklu, 2022), la vida de pareja (p.ej., Horn & Maercker, 2016; Kinkead et al., 2021;
Levy-Gigi & Shamay-Tsoory), el desempeño deportivo (p.ej., Campo et al., 2016; Friesen et
al., 2015; Tamminen et al., 2019) y la psicología clínica (p.ej., Brock et al., 2022; Christensen
& Haynos, 2020; Dingle et al., 2018; Gokdag, 2021), entre otros. Sobre este último punto se
ha propuesto que la REI colabora en entender cómo ciertos trastornos psicológicos se
desarrollan y mantienen, ya que se sugiere que el hecho de que otros regulen las emociones de
manera sistemática puede contribuir a que las personas no desarrollen recursos personales para
hacerle frente al malestar (Hofmann, 2014), lo cual oficiaría como perpetuador de las
dificultades en la regulación emocional.
Considerando la relevancia de la regulación emocional interpersonal, el potencial
explicativo que ofrecen para la sintomatología psicológica y el hecho de que existen pocos
modelos consolidados y escasa investigación en países hispanoparlantes, esta tesis se enfoca
en contribuir al estudio de la REI en la explicación un tipo de sintomatología en particular: la
2
ansiosa y depresiva. Se eligen estos grupos sintomáticos ya que son aquellos abordados por el
modelo extendido de Hofmann (2014). Siguiendo esta línea, se propone el objetivo general de
analizar el vínculo entre la regulación emocional personal e interpersonal y la sintomatología
ansiosa y depresiva y contestar la pregunta ¿cómo interactúan la regulación emocional personal
e interpersonal en la explicación de la sintomatología ansiosa y depresiva? Los objetivos
específicos son estudiar la calidad psicométrica de las escalas utilizadas, adaptar la escala
Interpersonal Emotion Regulation Questionnaire (Hofmann et al., 2016), evaluar el vínculo
entre la regulación emocional interpersonal y la sintomatología ansiosa y depresiva, y analizar
la interacción entre la regulación emocional personal e interpersonal en la predicción de los
síntomas ansiosos y depresivos.
Para cumplir estos objetivos se realizó un estudio no experimental transversal con un
fin descriptivo y explicativo que implicó la evaluación de dos muestras, una de población
universitaria y otra de población general, mediante muestreo incidental. Se evaluaron las
variables de interés a través de escalas psicométricas ampliamente utilizadas y con validez
probada, a la vez que se analizaron las propiedades psicométricas en las muestras estudiadas
para corroborar su utilidad en el medio. El análisis de datos se sostuvo en procedimientos de
correlación y regresión, que permitieron evaluar las asociaciones propuestas en los objetivos
antes planteados.
La presente tesis está estructurada en tres partes. La primera parte implica el marco
teórico de la tesis, presentándose el concepto de emoción, una revisión de los modelos e
investigaciones más relevantes en el campo de regulación emocional personal e interpersonal
y los principales hallazgos en torno a la escala Interpersonal Emotion Regulation
Questionnaire (IERQ; Hofmann et al., 2016). La segunda parte presenta los aspectos
metodológicos y los resultados del estudio empírico sobre el que se basa esta tesis. La tercera
parte se enfoca en la discusión de los resultados y la exposición de las principales conclusiones
de este trabajo.
3
Primera parte
Marco teórico
4
Capítulo 1
Las emociones
Las emociones cumplen distintas funciones, las cuales han sido ampliamente descriptas
por diversos autores. Fernández-Abascal (2010) propone que estas cumplen tres grandes
funciones. La primera de ellas sigue la tradición de estudio de la evolución de las especies,
sugiriendo que las emociones tienen una función adaptativa, tal que se activan frente a ciertas
situaciones y llevan a conductas apropiadas para afrontar las situaciones. Por ejemplo, la
activación de la emoción enojo frente a la presencia de una potencial amenaza pone en marcha
una serie de sistemas que facilitan la defensa. En segundo lugar, se ha identificado una función
de tipo social que implica que la expresión de las emociones ofrece información a otros sobre
el comportamiento propio, facilitando su predicción. Esta función ha sido ampliamente
desarrollada por autores como Van Kleef (2009, 2010), quien propone que las emociones son
fuentes de información social que regulan las interacciones sociales. La tercera función descrita
es una función motivacional, que implica que las emociones facilitan la aparición de ciertas
conductas dirigidas a determinadas metas promoviendo la consecución de estas. A la vez que
las conductas motivadas generan emociones, las emociones pueden dar lugar a conductas
motivadas.
Izard (2010) al consultar a expertos sobre las funciones de las emociones encuentra las
tres planteadas en el párrafo anterior y otras relevantes. Entre ellas se destacan la interrupción
y los cambios en el procesamiento de información previo a la aparición de la emoción y el
consiguiente redireccionamiento hacia estímulos relevantes en base a la misma, la contribución
6
Existen diversos modelos que han estudiado estas funciones y han propuesto algunas
de las definiciones antes mencionadas. Entre ellos pueden identificarse los que plantean el
estudio de las emociones como dimensiones (sean una o múltiples), considerando elementos
como la valencia o la activación (Scherer, 2000); los que plantean el estudio de emociones
discretas (p.ej., enojo, tristeza o alegría) a partir de la identificación de los circuitos
neuropsicológicos concretos que se vinculan con ellas; aquellos modelos orientados al
significado que se han centrado en el análisis léxico de los términos que se utilizan para definir
estados emocionales y en el significado sociocultural de ciertas emociones y ciertas situaciones
que provocan emociones; y aquellos que han puesto el foco en el rol de la interpretación
(appraisal) de los estímulos en la determinación de la respuesta emocional (Gross & Feldman,
2011). En tanto los modelos de regulación emocional que se considerarán en esta tesis se basan
en esta última tradición de estudio, se desarrollarán algunos puntos centrales de la misma
(Scherer, 2000).
Entre los exponentes más visibles de la perspectiva que pone foco en el appraisal, se
encuentran los trabajos de Lazarus (1991) y Arnold (1960). Esta perspectiva plantea que el
patrón de reacciones que configuran la respuesta emocional está determinado por el resultado
del proceso de evaluación de una situación antecedente. Este proceso de evaluación tiene una
naturaleza cognitiva y puede no ser, necesariamente, consciente o controlado. Esta visión ha
sido criticada por autores como Zajonc (1980), quien ha planteado que la evidencia en torno al
vínculo cognición-emoción refleja que la emoción puede darse con independencia de la
cognición y las interpretaciones y que, por otro lado, la emoción puede preceder al
pensamiento.
que modifican las transacciones persona-situación. Tal como puede observarse en la Figura 1,
la versión tradicional o linear de este modelo involucra cuatro componentes: situación –
atención – interpretación – respuesta.
Considerando el inicio de este proceso, se encuentra una situación psicológicamente
relevante tanto del mundo exterior (p.ej., alguien se acerca a nosotros en una calle oscura) como
del mundo interior (p.ej., la intrusión de un pensamiento negativo). Al estar frente a la situación,
existe la focalización de la atención sobre algunos aspectos de esta, los cuales son interpretados
bajo la luz de las experiencias y aprendizajes pasados y de las metas relevantes que se tienen
en la situación presente, y se generan respuestas emocionales que involucran cambios en la
experiencia subjetiva, en el comportamiento y en distintos sistemas neurobiológicos (Gross et
al., 2019).
Figura 1
Es importante tener en cuenta que esta secuencia no termina con la respuesta emocional,
sino que la misma eventualmente tiene un efecto en la situación que inicialmente llevó a la
secuencia originadora de la emoción, tal como puede verse en la Figura 2 (Gross, 2015a; Gross,
2015b).
Figura 2
Ochsner y Gross (2014) plantean que el punto más importante de este proceso es el
concepto de valuación (V), constructo que utilizan para englobar los conceptos similares en
inglés de “appraisal” y “evaluation”. Las valuaciones se dan tanto sobre estímulos que son
innatamente considerados como buenos o malos (reforzadores primarios) o sobre aquellos que
adquieren estas características mediante la asociación con reforzadores primarios (reforzadores
secundarios). Un mismo estímulo recibe múltiples valuaciones que se distinguen de acuerdo a
su grado de complejidad de modo que las valuaciones más complejas toman más tiempo en
poder realizarse.
El modelo modal de las emociones también ofrece un marco que permite distinguir
varios de los conceptos que forman parte del paraguas afecto como son estrés, impulso, estado
de ánimo y emoción. La emoción sería una reacción evaluativa que implica episodios discretos
de activación coordinada de distintos subsistemas, donde se pueden observar claramente la
situación, el foco atencional, la interpretación y la respuesta; el estrés implica los mismos
componentes pero se encuentra que en vez de existir una única situación identificable, los
eventos antecedentes suelen ser mucho más amplios (p.ej., un divorcio, el período de
exámenes, un período de sequía) que involucra muchas situaciones puntuales (Gross et al.,
2019). Por otra parte, los impulsos implican estados afectivos que pueden verse casi como
9
reflejos que involucran principalmente las fases de situación y respuesta, considerando que las
fases de atención e interpretación seguramente estén operativas, pero fuera de la consciencia.
Finalmente, el estado de ánimo implica solamente el componente respuesta sin que sean
claramente definibles los otros puntos del proceso (Acosta, 2010; Gross et al., 2019).
De la consideración del constructo afecto y todos los elementos que le integran se
propone la existencia del concepto de regulación afectiva, que compone la regulación de las
emociones, la regulación del estado de ánimo, el control de impulsos y el afrontamiento al
estrés. Desde esta perspectiva, la regulación, control o afrontamiento se enfocarían en alguno
de los puntos del proceso que llevan a su generación siguiendo lo presente en la Tabla 1. El
siguiente apartado se enfocará en el tipo de regulación afectiva que es foco de esta tesis: la
regulación emocional.
Tabla 1
Capítulo 2
Regulación emocional
La regulación emocional refiere a los procesos que se ponen en marcha para darle forma
a la experiencia emocional (Gross, 2014) en términos de qué emociones se tienen, cuándo se
tienen y cómo se experimentan y expresan (Gross, 1998b). Estos procesos pueden ser
extrínsecos (dirigidos a las emociones de otros) o intrínsecos (dirigidos a uno mismo) y son
responsables de monitorear, evaluar y modificar las reacciones emocionales, especialmente en
términos de su intensidad y su dimensión temporal (Thompson, 1994). La regulación
emocional sucede como consecuencia de la activación de una meta regulatoria, donde se
establece que es necesario modificar el estado emocional para lograr ciertos objetivos (Gross,
1998b; Thompson, 1994). La activación de estas metas implica que la persona buscará
incrementar, mantener o disminuir emociones positivas o negativas para alcanzar dichos
objetivos. Si bien la regulación emocional prototípica implica un proceso que es deliberado e
involucra el ejercicio de un esfuerzo por parte de la persona para alterar el desenvolvimiento
natural de un estado emocional, existen formas de regulación emocional que son relativamente
automáticas y sin esfuerzo, las cuales suelen recibir el nombre de regulación emocional
implícita (Koole, 2009; Mauss et al., 2007).
12
a la emoción (Gross & Feldman-Barret, 2011), pudiéndose encontrar en Campos et al. (2004)
un desarrollo sobre ambas formas de considerar el vínculo entre estos conceptos.
Quienes han discutido la independencia de ambos procesos refieren al modelo de
Lazarus (1991) quien distingue entre el concepto de reacción emocional primaria (respuesta
inmediata en crudo frente a un estímulo emocionalmente relevante) y el de reacción emocional
secundaria que refiere a la habilidad de modular la respuesta emocional primaria. El pasaje de
una reacción a la otra puede ser inmediata y no consciente, lo cual dificulta la posibilidad de
separarlos y estudiarlos independientemente (Koole, 2009). La Figura 3 representa la forma en
que Koole (2009) plantea esta distinción.
Figura 3
Capítulo 3
Regulación emocional intrapersonal
El modelo propuesto por Gross (1998a) sobre la regulación emocional representa uno
de los primeros desarrollos sistematizados a nivel científico sobre el tema, tal que ha sido
extendido y revisado a lo largo de las décadas siguientes (Gross, 2015a; Gross et al., 2019).
Este modelo parte del proceso de generación de las emociones propuesto por Gross (1998b) y
plantea distintas familias de estrategias que tienen lugar en cada momento, así como la
existencia de distintos procesos de valuación concurrentes que facilitan la regulación de las
emociones. Debido a la profundidad de este modelo es que se lo podría estudiar tanto dentro
de la perspectiva centrada en estrategias (debido a la propuesta de familias de estrategias) o
habilidades (debido al desarrollo que realiza en torno a los procesos de valuación). Por esta
razón, en este trabajo se lo desarrolla al margen de las otras clasificaciones. A su vez, es
importante tener en cuenta que, si bien inicialmente Gross (1998a, 1998b) propone un modelo
netamente intrapersonal, a partir de las reelaboraciones planteadas en Gross (2015a, 2015b) se
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sugiere que los procesos presentes en la regulación del afecto propio pueden servir para
explicar también la regulación del afecto de otros.
A continuación, se desarrollarán dos de los aportes más grandes del modelo procesual
de Gross sobre la regulación emocional. En primer lugar, se expondrán los subprocesos que
componen a la regulación emocional, los cuales fueron propuestos por Gross (2015a) y
reelaborados en Gross et al. (2019) y se encuentran alineados con los planteos de Webb et al.
(2012) y Bonnano y Burton (2013). En segundo lugar, se hará referencia a las familias o
categorías en que pueden agruparse las distintas estrategias si consideramos el momento del
proceso de generación de las emociones en el que se ponen en práctica. Los mismos se
presentan en la Figura 4.
Figura 4
El proceso de regulación de las emociones estaría compuesto por cuatro grandes fases
o subprocesos. La primera fase del proceso es la de identificación, que implica que el individuo
evalúa si el estado de ánimo debe ser mejorado o modificado. Al realizar esta identificación,
se pone en marcha la fase de selección que implica la toma de decisión sobre qué estrategia
utilizar (p.ej., dónde se va a intervenir en el proceso de generación de la emoción). La selección
lleva a la tercera fase, la de implementación, donde se decide qué acciones específicas se
pondrán en marcha, así como la ejecución de estas. En la medida que se ponen en práctica
18
Una de las grandes dificultades que se pueden dar en esta fase son en torno a la
identificación de oportunidades para utilizar estrategias que no sean tan habituales, pero más
funcionales que las ya automatizadas. Similarmente, pueden existir déficits en la evaluación de
costos y beneficios de estrategias, lo cual lleva a emprender conductas que pueden ser
disfuncionales a largo plazo sin tener registro de que son así. Ejemplo de esto podrían ser las
conductas de baja activación conductual que emprenden las personas con depresión mayor
(Gross et al., 2019).
Fase de monitoreo. Mientras existe un cuerpo extenso de investigación sobre las
primeras tres fases, la fase de monitoreo no ha recibido tanta atención en la literatura (McRae
& Gross, 2020). Si bien sí aparece identificada como una fase importante en el modelo de
Bonnano y Burton (2013), el modelo original de Gross (2015a) y el de Webb et al. (2012) no
la incluyen.
Esta fase se pone en práctica luego de la implementación de una estrategia y se
comienza a recibir feedback del contexto sobre los efectos de la misma, lo cual incide en las
sucesivas fases de identificación (Bonanno & Burton, 2013; Gross et al., 2019). El monitoreo
conlleva a la toma de decisiones sobre mantener (si se obtienen los efectos deseados), frenar o
modificar las tácticas regulatorias (si no se obtienen los efectos deseados), tal que las
modificaciones muchas veces son el resultado de cambios espontáneos en el contexto (p.ej.,, si
alguien me llama mientras veía una serie para manejar mi ansiedad). El monitoreo toma como
información los potenciales cambios en el estado emocional del regulador o en el contexto de
modo que la regulación se vuelve funcional cuando opera de manera flexible para tener en
cuenta los cambios en ambos elementos (Webb et al., 2012). En contraste, la inflexibilidad
llevaría al uso excesivo de ciertas estrategias a pesar de su baja funcionalidad y la excesiva
flexibilidad podría llevar al cese de ciertas tácticas antes de notar sus efectos (Gross et al.,
2019).
Los problemas que pueden encontrarse en esta fase giran en torno al sobre registro o
subregistro de los cambios generados en la emoción por las estrategias elegidas. El sobre
registro de los cambios puede llevar a que la persona abandone o cambie cierta estrategia antes
de darle tiempo para ser efectiva (p.ej., las personas con trastorno límite suelen tener
dificultades para mantener en el tiempo conductas regulatorias debido a su inestabilidad
emocional y el poco entrenamiento en estrategias funcionales que han tenido). Por otro lado,
el subregistro de los cambios puede llevar a que la persona se mantenga ejecutando conductas
orientadas a la regulación a pesar de que no sirven para manejar la emoción (p.ej., las personas
21
con ansiedad generalizada que valoran la preocupación o personas con depresión mayor que se
mantienen rumiando) (Gross et al., 2019).
Luego de profundizar sobre los subprocesos o fases que componen al proceso de
regulación emocional, se pasará a desarrollar las familias de estrategias que corresponden a
cada fase del proceso de generación de las emociones. Estas estrategias entrarían, claramente
en las fases de selección e implementación del modelo antes propuesto.
personas con trastorno por consumo de sustancias puede implicar reducir la exposición a
situaciones que suelen llevar a comenzar el consumo. La investigación en torno a esta estrategia
refleja que las personas no siempre son buenas anticipando sus estados emocionales frente a
ciertas situaciones ya que se tiende a sobre estimar la intensidad y la duración de las emociones,
sin importar su valencia (Gross, 2015a; Wilson & Gilbert, 2005).
Modificación de situación. Esta familia de estrategias integra procedimientos que
buscan reducir el impacto emocional de situaciones en las que nos encontramos a través del
cambio de ciertos aspectos de estas. Debido a que los cambios en las situaciones muchas veces
parecerían generar situaciones que parecen distintas o nuevas, muchas veces resulta difícil
trazar la línea entre esta familia de estrategias y la anterior (Gross, 2014). Ejemplos de esta
familia son lo que genera un profesor cuando amenaza a sus estudiantes con perder el recreo si
no dejan de hacer ruido o el descolgar los marcos con fotos de un familiar que ha fallecido para
manejar el dolor de la pérdida. Este tipo de comportamientos se asocian a aquellos presentes
en la tradición de estudio de afrontamiento al estrés bajo la categorización afrontamiento
enfocado en el problema donde el manejo del estrés se genera en base a la modificación de la
situación activadora (Lazarus & Folkman, 1984). Algunas formas de modificación de la
situación pueden ser funcionales a corto y largo plazo (p.ej., tranquilizar a un niño que está
haciendo un berrinche como forma de manejar el afecto propio), pero otras pueden resultar
funcionales a corto plazo, pero disfuncionales a largo plazo (p.ej., las conductas de reaseguro
en los trastornos de ansiedad) (Gross, 2015a).
Las siguientes dos familias de estrategias hacen uso de procesos de control cognitivos
principalmente basados en la atención y en la interpretación (Ochsner & Gross, 2005).
Despliegue atencional. Estas estrategias se vinculan con la redirección del foco
atencional con el fin de modificar los estados emocionales, desenfocando de estímulos no
relevantes para las metas y enfocando en aquellos relevantes para las mismas (Ochnser &
Gross, 2005). Es uno de los primeros procesos regulatorios que aparecen en el desarrollo,
manifestándose en conductas infantiles como retirar la mirada de estímulos perturbadores o
cubrirse los ojos (Rothbart et al., 1992). Dentro de las estrategias que forman parte de esta
familia se encuentra la distracción, la cual implica hacer foco sobre elementos internos (p.ej.,
recordar eventos, evocar pensamientos) o externos distintos a aquellos que generan la emoción.
La distracción tendría desenlaces positivos tanto en el manejo de emociones apetitivas como
en el manejo de emociones displacenteras. Por ejemplo, se encuentra que los niños que son
instruidos en el uso de la distracción tienen mayor posibilidad de postergar la gratificación
cuando se encuentran expuestos a un estímulo deseado como podría ser un malvavisco
23
(Rodríguez et al., 1989). Por otro lado, cuando las personas quedan expuestas a situaciones que
generan emociones negativas, el uso de la distracción se ha encontrado que colabora en
disminuir las respuestas emocionales displacenteras (Gross, 2015a).
Cambio cognitivo. Estas estrategias implican la modificación de la forma en que le
damos significado y/o interpretamos una situación con el fin de alterar su relevancia emocional.
Estas modificaciones pueden aplicarse tanto a situaciones externas (p.ej., en el contexto de un
despido decirse a uno mismo que es una oportunidad de explorar otras cosas) como a
situaciones internas (p.ej., pensamientos autocompasivos cuando hay pensamientos
automáticos de autocrítica) (Gross, 2014; Gross, 2015b). El cambio cognitivo involucra
procesos cognitivos superiores que llevan a la construcción de expectativas en torno a estímulos
emocionales, seleccionar interpretaciones alternativas o realizar juicios diferentes sobre
estímulos emocionales. El cambio cognitivo puede usarse tanto para generar respuestas
emocionales cuando no existe ninguna o para regular una respuesta que se ha generado
(Ochsner & Gross, 2005). Dentro de esta familia de estrategias, una de las más ampliamente
estudiadas es la reevaluación cognitiva, la cual se profundizará más adelante.
Modulación de la respuesta. Finalmente, los comportamientos agrupados bajo
modulación de la respuesta hacen referencia a aquellos esfuerzos que buscan influenciar a la
emoción una vez que ya se ha generado, enfocándose en los aspectos comportamentales,
fisiológicos y/o experienciales de la misma. Si bien involucra una plétora de comportamientos
específicos, podríamos encontrar el uso de sustancias para manejar estados emocionales, o la
realización de ejercicios de respiración o ejercicio intenso (Gross, 2015a). Dentro de las
estrategias que han recibido mayor estudio se encuentra la supresión emocional.
Gross y John (2003) han desarrollado el cuestionario Emotion Regulation
Questionnaire, que evalúa dos estrategias que se derivan del modelo antes mencionado: la
reevaluación cognitiva dentro de la familia de estrategias de cambio cognitivo y la supresión
emocional como estrategia de modulación de la respuesta.
De acuerdo con lo que se mencionó anteriormente, existe una serie de modelos que se
han enfocado en la regulación emocional desde una perspectiva micro en la que se han
estudiado distintas estrategias específicas (Gratz et al., 2018). El foco aquí estaría en cómo las
personas regulan sus estados emocionales, centrándose en los aspectos formales de los
procedimientos, así como en sus consecuencias o desenlaces (Naragon-Gainey et al., 2017).
24
Debido a que, potencialmente, cualquier conducta puede ser una táctica de regulación
emocional, la clasificación de éstas no resulta sencilla y depende de los aspectos de las
estrategias que los autores deciden poner en relieve (Koole & Aldao, 2016). Si bien el modelo
de Gross (1998a) es una forma clásica de clasificar estrategias, existen otros que han tomado
un foco distinto al momento donde se da la regulación. Las siguientes líneas harán foco en los
modelos y estrategias específicas que han sido foco de investigación debido a sus desenlaces.
La forma intuitiva de dividir las estrategias entre adaptativas y desadaptativas ha sido
planteada como una taxonomía con dificultades, ya que parte de la base de que el contexto no
incide en la determinación de la funcionalidad de las estrategias tal que las mismas estrategias
que en cierto contexto son funcionales, pueden no serlo en otros. Por lo tanto, se sugiere que
son las variables del contexto, de la persona y de sus metas las que eventualmente determinan
la funcionalidad de las estrategias de regulación. Sin embargo, se ha asociado el uso habitual
de las estrategias con desenlaces funcionales y disfuncionales (Naragon-Gainey et al., 2017).
Parkinson y Totterdell (1999) desarrollaron una clasificación de estrategias y la
pusieron a prueba pidiéndole a participantes que realizaran una clasificación de 169 estrategias.
A partir de las concurrencias entre la forma de clasificación de los participantes y la propia
clasificación teórica de los autores, llegan a un modelo en el cual dividen a las estrategias de
regulación emocional en estrategias cognitivas y estrategias conductuales y dentro de cada tipo
de estrategia distinguen entre las estrategias que generan conexión y desconexión (a través de
la distracción o evitación) de los estados emocionales.
En una línea similar, Larsen (2000) plantea una matriz de 2x2 considerando el foco de
la estrategia (situación o afecto) y el tipo de estrategia (cognitivo o conductual) resultando en
cuatro grupos de estrategias: conductuales enfocadas en la situación (como acciones dirigidas
a la resolución de problemas o retirarse de ciertas situaciones), conductuales enfocadas en el
afecto (mantenerse ocupado, ayudar a otros, expresar emociones, consumir ansiolíticos o
alimentos), cognitivas enfocadas en la situación (reinterpretación de los sucesos,
catastrofización, rezar) y cognitivas enfocadas en el afecto (meditación, recurrir a la fantasía,
negarse a pensar sobre algo o intelectualizar).
Naragon-Gainey et al. (2017) hicieron un metaanálisis de 280 estudios considerando
diez estrategias de regulación emocional (aceptación, resolución de problemas, distracción,
reevaluación, evitación conductual, evitación experiencial, rumiación, preocupación y
supresión expresiva) con el fin de analizar, mediante análisis factoriales, distintas posibilidades
de agrupación de las escalas. Las agrupaciones de estrategias probadas fueron: (i) las familias
de estrategias del modelo procesual de Gross (1998), (ii) la diferenciación entre estrategias
25
Las funciones de regulación emocional refieren a aquello que se busca alcanzar con la
regulación, distinguiendo entre la satisfacción de necesidades, la consecución de metas y la
promoción del funcionamiento de la personalidad (Koole, 2009). La regulación emocional
orientada a las necesidades implica la búsqueda de regresar a estados hedónicamente
congruentes, generalmente mediante gratificación inmediata e impulsiva (Tice et al., 2001). La
orientación hacia las metas refiere a la regulación para poder alcanzar objetivos generando,
incluso, de ser necesario, estados contra hedónicos (p.ej., un deportista puede aumentar su
enojo para potenciar su rendimiento) (Koole, 2009). La promoción del funcionamiento de la
personalidad implica que la persona no se quede fijada en estados emocionales-motivacionales
y que funcione flexible y coherentemente (p.ej., lo que logra la escritura expresiva frente a un
suceso emocionalmente perturbador) (Klein & Boals, 2001; Koole & Aldao, 2016).
Para cerrar el apartado sobre las estrategias de regulación emocional, se desarrollarán
algunas de las que han recibido particular atención en la literatura. Estas estrategias son las
revisadas por Aldao et al. (2010) en su metaanálisis de 114 estudios: reevaluación cognitiva,
resolución de problemas, aceptación, rumiación, supresión y evitación. El uso habitual de las
primeras tres se considera como funcional mientras que el uso habitual de las últimas tres sería
disfuncional.
Considerando las tres estrategias funcionales, encontramos que la reevaluación
cognitiva refiere a la modificación de estados emocionales porque se generan interpretaciones
alternativas sobre una situación emocional (Aldao et al., 2010; Gross, 1998). Esta estrategia se
ha asociado a desenlaces favorables (John & Gross, 2004; Moyal et al., 2014) como una
tendencia a experimentar y expresar más emociones positivas y menos emociones negativas,
así como menores niveles de depresión, mayores niveles de satisfacción con la vida y
optimismo, mayor autoestima y mejores relaciones interpersonales (Cutuli, 2014; Hu et al.,
2014; John & Gross, 2004). Por otra parte, la resolución de problemas implica cambiar
situaciones estresantes o contener sus consecuencias a través de acciones específicas que no se
dirigen a las emociones, sino que a estresores situacionales. El bajo uso habitual de esta
estrategia se ha asociado con depresión, ansiedad, uso de sustancias y problemas de
alimentación (Aldao et al., 2010). Finalmente, la aceptación es tanto una habilidad como una
estrategia que implica contactar con las experiencias emocionales permitiéndoles ocurrir en la
consciencia sin juicios. La alta aceptación se ha asociado con buena salud mental mientras que
la no aceptación se asocia a cuadros psicopatológicos como ansiedad generalizada, trastorno
de pánico, trastorno límite de la personalidad y consumo de sustancias (Aldao et al., 2010).
27
emocional saludable (Naragon-Gainey et al., 2017) e implican la forma en que las personas
entienden, valoran y responden a sus experiencias emocionales (Tull & Aldao, 2015). Los
modelos de Gratz y Roemer (2004), Berking y Whitley (2014), Hofmann y Kashdan (2010) y
Thompson (1994) son exponentes de esta línea de investigación, así como los planteos de Gross
(2015) sobre los procesos de RE (identificación, etc.). Es importante destacar que la
consideración de la RE como habilidad implica cercanía con el campo de estudio de la
inteligencia emocional, donde se considera que la capacidad para gestionar los estados
emocionales es un componente de este tipo de inteligencia (Peña-Sarrionandia et al., 2019). A
su vez, estos modelos suelen enfocarse tanto en la regulación emocional como en los
problemas, déficits y dificultades en regulación emocional englobados bajo el concepto de
desregulación emocional (Beauchaine, 2015; Berking & Whitley, 2014; Gratz & Roemer,
2004).
Uno de los modelos más relevantes en torno a esta perspectiva es el propuesto por Gratz
y Roemer (2004), acompañado de su escala Difficulties in Emotion Regulation Scale (DERS).
Este marco pone foco en la desregulación emocional y plantea la existencia de seis habilidades
que, al encontrarse en déficit, contribuyen al riesgo de experimentar psicopatología. Estas son:
(a) reconocimiento de emociones (consciencia y claridad emocional), (b) respuesta a las
emociones (aceptación), (c) moderación de los efectos negativos de las emociones sobre el
comportamiento (control de impulsos) y (d) desarrollo de comportamientos dirigidos a metas
a pesar de experimentar emociones negativas y (e) percepción de acceso a estrategias de
regulación emocional efectivas. Estas variables han mostrado tener asociaciones con afecto
negativo, sintomatología de trastorno límite, anorexia nerviosa, depresión, ansiedad, uso de
sustancias como forma de manejar el afecto negativo, tolerancia al malestar, problemas de
conducta y evitación emocional, encontrándose relaciones entre estos subcomponentes y
medidas objetivas de desregulación en la esfera conductual, neurológica y fisiológica (Gratz et
al., 2020).
Por otro lado, otro modelo relevante es el llamado Adaptive Coping with emotion (ACE;
Berking & Schwarz, 2014), acompañado de la escala Emotion Regulation Skills Questionnaire
(Grant et al., 2018) que postula que numerosas habilidades interactúan en contextos específicos
para llevar a lo que se conoce como regulación emocional adaptativa. Este modelo se presenta
en la Figura 5 e implica que la RE está compuesta por: (a) la consciencia emocional, es decir,
poder registrar que se está experimentando una emoción y que la misma no se ha podido regular
a través de mecanismos implícitos no conscientes; (b) la identificación y etiquetación de
emociones que implica el emparejamiento de la experiencia con categorías semánticas y
29
Figura 5
Capítulo 4
Regulación emocional interpersonal
Figura 6
Por otra parte, plantean que los procesos de regulación emocional interpersonal pueden
ser dependientes de la respuesta de otro o independientes de la respuesta de otro. En otras
palabras, esto implica que hay algunas situaciones en las cuales la regulación de la emoción se
da en base a una respuesta particular del interlocutor y otras en las que la simple interacción,
sin importar la respuesta particular que se emita, oficia de reguladora. Por ejemplo, puede ser
que A regule su emoción negativa simplemente expresándosela a B sin necesidad que B
responda de una manera particular (REI independiente de la respuesta) o puede ser que la
emoción de A solamente se mitigue ante la muestra de apoyo explícito por parte de B (REI
dependiente de la respuesta) (Gómez-Rivera & Costa-Silva, 2021; Zaki & Williams, 2013).
Estos dos tipos de regulación emocional (independiente y dependiente de la respuesta
del otro) se ven presentes tanto en la REI intrínseca como en la extrínseca. Considerando la
REI intrínseca, un ejemplo de un evento regulatorio dependiente de la respuesta puede ser la
búsqueda de otros para que ofrezcan señales de seguridad. La regulación sería exitosa si el otro
ofrece lo buscado ya que permite al regulado percibir que se cuenta con mayores recursos y se
ve un aumento en la percepción de afiliación y apoyo a largo plazo. Por otro lado, la conducta
de etiquetado emocional en la charla con otra persona (“me siento triste”) configura un ejemplo
REI intrínseca independiente de la respuesta ya que se puede dar un efecto regulatorio por el
simple hecho de poner en palabras y no por la respuesta dada por el otro. En lo que respecta a
la REI extrínseca dependiente de la respuesta del otro, es necesario que exista una percepción
de que el estado emocional fue modificado lo cual puede ser logrado a través de
35
la emoción que experimenta por la mera presencia de otro y, a su vez, por las conductas
orientadas a la regulación que se pongan en marcha. Su afectación puede ser tanto a nivel de
las emociones experimentadas como en otros niveles como puede ser la calidad de la relación
entre ambos, las metas regulatorias que se ponen en juego, el bienestar, entre otros.
Figura 7
ambos. En lo que respecta a las diferencias individuales en este proceso, se ha encontrado que
personas más jóvenes tienen una tendencia mayor a recurrir a los vínculos para regular sus
emociones que personas más mayores. Por otro lado, se ha encontrado que la capacidad de
tolerar el malestar podría afectar las tendencias a recurrir a la REI para manejar estados
emocionales tal que personas con peores capacidades de tolerancia al malestar recurrirían más
a los intercambios regulatorios. Esto implica que la efectividad de las estrategias depende de
una serie de variables amplia y debe estudiarse de manera idiográfica considerando los eventos
particulares en función de su contexto y los miembros participantes y sus características
(Dixon-Gordon et al., 2015). Puntualmente, el contexto cultural y las características asociadas
(p.ej., la preferencia por la independencia o interdependencia o las reglas de expresión
emocional) han sido estudiadas en relación a la tendencia a decidir regular la emoción, la
selección de ciertas estrategias y cuán adaptativas resultan tanto para la regulación personal
(Ford & Mauss, 2015) e interpersonal (Liddell & Williams, 2019). Se propone que las
diferencias culturales pueden ser especialmente importantes para la regulación interpersonal
(Hofmann, 2014; Hofmann et al., 2016).
Reeck et al. (2018) retoman los procesos que propone Gross (2015a) durante el proceso
de regulación emocional personal, así como las familias de estrategias y los aplican a la REI.
Integran la información disponible hasta ese momento y evalúan los procesos desde el lado del
regulador (lo cual implicaría la parte extrínseca de la REI) y del lado del regulado (lo cual
implicaría la parte intrínseca). Mientras que la primera ha sido más desarrollada a nivel teórico
por diversos autores (p.ej., Niven, 2017; Nozaki & Mikolajczak, 2020), la segunda ha recibido
menor atención en la literatura.
Desde el lado del regulador, plantean, en primer lugar, que la fase de identificación
tiene ciertas características particulares ya que no hay un registro directo de la experiencia
emocional sino una inferencia a partir de lo expresado verbal y no verbalmente por el regulado,
lo cual se sostiene en procesos vinculados a la cognición social y la empatía. Además de la
mera identificación de las emociones de los otros, se da un proceso de evaluación de la
necesidad de regulación y el esbozo de metas regulatorias que pueden ser compartidas por
ambos o no y que pueden implicar la regulación como fin en sí mismo o la regulación de la
emoción como camino hacia la obtención de una meta mayor a largo plazo. Habiendo formado
la meta, se pasa a la fase de selección que implica (i) decidir si la mejor forma de proseguir es
actuando una táctica o no emprendiendo ninguna conducta, (ii) elegir la mejor estrategia para
la situación puntual en base a las estrategias disponibles y la experiencia previa, y (iii) anticipar
la reacción del regulado para resolver si la provisión de las estrategias será directa y visible o
38
A su vez, puede ser que la intención regulatoria sea una por parte del regulador, pero que el
regulado tenga otra interpretación (Dixon-Gordon et al., 2015).
A nivel de metas, encontramos que el foco de investigación se encuentra principalmente
en la REI extrínseca y las razones por detrás de la regulación emocional de otros. Aquí se hará
foco en tres modelos distintos que hacen propuestas afines.
En primer lugar, Niven et al. (2009) proponen dos distinciones de acuerdo a los
objetivos en regulación emocional a partir de una matriz de 2x2: tendencia a mejorar o
empeorar el afecto de otros y la orientación a la relación o a la emoción en sí misma. Dentro
de las estrategias que mejoran el afecto encontramos aquellas que apuntan a que la persona
tome contacto (p.ej., permitiéndole desahogarse, escuchando sus problemas, resaltando
características positivas o buscando cambiar las perspectivas de la persona) y aquellas
orientadas a la relación (p.ej., validar al regulado, hacerle sentir valioso, distraerlo u hacer
humor). De manera similar, dentro de las estrategias para empeorar el afecto se encuentran
aquellas que contactan a la persona con la emoción (p.ej., resaltando lo que la persona ha hecho
mal o quejarse sobre el comportamiento específico de la persona) y aquellas orientadas a la
relación (p.ej., rechazar las emociones del otro, ser grosero, ignorar o tratar con desaire a otro).
Por otro lado, Netzer et al. (2015), siguiendo los planteos de Tamir (2016), proponen
distinguir entre motivos hedónicos e instrumentales. Mientras que los primeros apuntan a
generar afecto positivo y reducir el negativo, los segundos apuntan a regular las emociones
para obtener otras metas, pudiendo generar estados contra hedónicos para alcanzar dicho fin.
Finalmente, Zaki (2020) integra los modelos antes propuestos considerando tanto a la
REI como a la empatía. Este autor plantea que los esfuerzos regulatorios pueden ser hedónicos
(aumentar emoción positiva y reducir negativa) o contra hedónicos (reducir emoción positiva
o aumentar emoción negativa) y que pueden ser compartidas por ambos miembros de la díada
(cooperativos) o no compartidos, tal que el regulador busque generar un estado emocional que
el regulado no persigue (paternalismo). En la REI hedónica cooperativa hay una coincidencia
en generar estados placenteros (p.ej., mediante la celebración de un logro de alguien querido).
En la REI hedónica paternalista no existe coincidencia en la búsqueda del regulador de generar
estados emocionales (p.ej., cuando las personas con trastorno depresivo buscan actividades
congruentes con el malestar y las personas cercanas buscan generarles otros estados
emocionales). En contraste, la REI contra hedónica cooperativa implica la búsqueda
compartida de generar un estado displacentero, como puede ser en la realización de terapia de
exposición donde terapeuta y paciente aumentan el malestar a corto plazo para lograr la mejoría
de una fobia a largo plazo. Por último, la REI contra hedónica paternalista se ilustra en casos
40
en que el regulador busca generar estados displacenteros en el regulado sin contar con su
acuerdo (p.ej., cuando se confronta a una persona que tiene un problema con el consumo de
sustancias) (Zaki, 2020).
Hasta el momento se ha hecho foco en diferenciar la regulación emocional personal de
la interpersonal, la RE interpersonal de constructos afines, se ha diferenciado distintos tipos de
REI y profundizado sobre distintos aspectos del proceso, así como sobre las formas de
caracterizar los motivos por los que las personas regulan las emociones de otros. El siguiente
apartado se enfocará en la forma en que la regulación emocional interpersonal puede volverse
problemática y vincularse con psicopatología.
Hofmann (2014) propuso un modelo clínico que integra los conceptos desarrollados por
Zaki y Williams (2013) en la explicación del mantenimiento y desarrollo de trastornos de la
ansiedad y depresivos. En líneas generales, se propone que las estrategias son funcionales
cuando llevan a la mitigación del malestar y desenlaces deseados a corto y largo plazo y
disfuncionales si colaboran al mantenimiento del malestar.
En primer lugar, este autor ofrece ejemplos clínicos de los distintos tipos de REI
planteados por Zaki y Williams (2013). Por ejemplo, al considerar a una persona que tiene
trastorno de pánico y desea que su pareja le acompañe al supermercado para reducir la ansiedad
propone que desde el miembro de la pareja regulado: (i) se da REI intrínseca dependiente de la
respuesta si la regulación depende de conductas como que su pareja le tome la mano o le diga
que todo va a estar bien); (ii) un ejemplo de REI intrínseca independiente de la respuesta sería
si la regulación se da simplemente con pedirle a la pareja que acompañe sin necesidad de una
conducta en particular. Por otro lado, desde el lado del regulador, la (iii) identificaríamos REI
extrínseca dependiente de la respuesta si el regulador decide acompañar para que la otra parte
se sienta tranquila; y (iv) REI extrínseca independiente de la respuesta sería si decide
acompañar para que su pareja se sienta mejor pero no importa el efecto real sino la intención
propia (Barthel et al., 2018; Hofmann, 2014).
En línea con la evidencia actual que plantea que la evitación es un factor de
mantenimiento central en los trastornos de ansiedad, Hofmann (2014) propone que los otros
pueden obrar como reguladores de la ansiedad ya que pueden proporcionar formas de evitar
esta experiencia. Se ha encontrado que, en individuos con trastornos de ansiedad, muchas
personas cercanas acaban oficiando de objetos seguros en torno a las cuales no se experimenta
ansiedad, pudiendo realizar tareas que no podrían hacerse en soledad (p.ej., una persona con
trastorno de pánico podría ir al supermercado en presencia de su pareja). A su vez, otra forma
en que la regulación interpersonal contribuye a la evitación podría ser en el caso de personas
con altos niveles de preocupación (p.ej., trastorno de ansiedad generalizada) donde otros
podrían ofrecer seguridad a través de proveer perspectivas alternativas (p.ej., ofreciendo una
visión de que aquello negativo que se anticipa no ocurrirá). Por otra parte, en personas con
trastorno obsesivo compulsivo, los otros cercanos pueden reducir la ansiedad mediante el
42
Entendiendo que uno de los fines de esta tesis involucra la evaluación psicométrica de
la regulación emocional interpersonal y que, mientras que se han realizado distintas revisiones
sistemáticas sobre las técnicas disponibles para evaluar regulación emocional personal tanto en
español como en inglés, no se cuenta con dichos recursos para la REI, la presente sección
presenta una revisión de los instrumentos de evaluación disponibles, así como los aspectos de
la REI en la que se enfocan. Estos instrumentos han sido identificados mediante una búsqueda
en la base de datos SCOPUS con las palabras clave “interpersonal emotion regulation”. En la
Tabla 2 se presentan los diferentes cuestionarios que han sido desarrollados para evaluar la
regulación emocional interpersonal junto con una breve descripción de los constructos
evaluados por ellas.
En lo que respecta a las escalas de evaluación de REI extrínseca se encuentra que todas
las escalas evalúan como la persona maneja las emociones de terceros. La Interpersonal
Emotion Management Scale (IEMS) de Little et al. (2013) sigue el modelo de Gross (1998) y
evalúa distintas conductas que inciden en cuatro de las fases del proceso de generación de las
emociones (modificación de la situación, reorientación de la atención, reevaluación cognitiva
y regulación de la expresión). Por su parte, el instrumento Emotion Regulation of Others and
Self (EROS; Niven et al., 2011) tiene una escala que evalúa RE personal y otra que evalúa REI.
Esta segunda indaga sobre la tendencia de las personas a mejorar y empeorar el afecto de
terceros. Finalmente, la escala Managing the emotions of others scale (MEOS) de Austin y
O’Donell (2013) evalúa la tendencia de las personas a mejorar el afecto de terceros,
empeorarlo, buscar distraer a los otros, tener manifestaciones inauténticas para lograr tener un
efecto en los demás, ocultar las emociones que se sienten y evalúa también si la persona tiene
44
Tabla 2
Cuestionarios de evaluación de la REI
Capítulo 5
Antecedentes de investigación del Interpersonal Emotion Regulation Questionnaire
Las siguientes líneas presentarán una revisión de antecedentes acerca del uso del
Interpersonal Emotion Regulation Questionnaire de Hofmann et al. (2016). Se presentarán, en
primer lugar, aquellos estudios que se han enfocado en la calidad psicométrica de la escala,
entendiendo que este punto es relevante para el objetivo de la tesis vinculado con la adaptación
lingüística de esta escala. En segundo lugar, se presentarán los vínculos encontrados entre las
escalas que evalúa esta escala (apaciguamiento, toma de perspectiva, modelamiento social y
realzamiento de emociones positivas) y distintos indicadores psicopatológicos.
Tabla 3
Abasi et al. (2023) .83 - .91 .82 - .90 1.85 .98 .04 -
Gokdag et al. (2019) .81 - .89 .63 - .88 3.96 .96 .08 .07 - .09
Hofmann et al. (2016) .85 - .93 - 2.09 .97 .04 .04 - .05
Kanth y Indumathy
.72 - .83 - 3.64 .91 .06 .05 - .06
(2022)
Koc et al. (2019) .77 - .87 .58 - .79 2.45 .92 .07 .04 - .05
Pruessner et al. (2019) .81 - .91 .72 - .74 1.97 .97 .04 .03 - .04
Ray-Yol et al. (2022) .63* - .80 - 1.99 .90 .06 .05 - .07
Sarisoy y Gencoz
.79 - .89 - 2.69 .91 .08 .07- .09
(2020)
Nota. * Toma de perspectiva obtuvo .63
Tal como puede observarse en la Tabla 4, las correlaciones entre las distintas subescalas
demuestran resultados satisfactorios en todos los estudios de adaptación. Las correlaciones más
débiles suelen darse entre la escala realzamiento de emociones positivas y las otras subescalas,
encontrando correlaciones débiles a moderadas en casi todos los estudios (Abasi et al., 2023;
Gokdag et al., 2019; Koc et al., 2019; Sarisoy et al., 2020).
48
Tabla 4
Nota. ** p < .01, * p < .05; REP = realzamiento de emociones positivas; TP = toma de perspectiva; AP =
apaciguamiento; MS = modelamiento social
de perspectiva y el modelamiento social (Abasi et al., 2023; Gokdag et al., 2019; Hofmann et
al., 2016; Koc et al., 2019; Pruessner et al., 2019), pero no tan frecuentemente entre el
apaciguamiento y la reevaluación (Hofmann et al., 2016). Por otro lado, todas las escalas del
IERQ correlacionan significativamente con las tendencias interpersonales a empeorar o
mejorar el afecto de otros (Hofmann et al., 2016). Finalmente, se encuentran correlaciones
positivas entre la desregulación emocional personal y el modelamiento, la toma de perspectiva
y el apaciguamiento (Abasi et al., 2023; Gokdag et al., 2019; Hofmann et al., 2016; Sarisoy et
al., 2020) así como correlaciones negativas con realzamiento (Pruessner et al., 2019).
y mayor incidencia de síntomas internalizantes en general (Chan & Rawana, 2021) así como
síntomas de ansiedad social (Akkus & Peker, 2021).
Las otras dos estrategias cuentan con menos asociaciones probadas. La búsqueda de
otros para tomar perspectiva se ha asociado con mayor calidad en vínculos (Chan & Rawana,
2021), como factor protector frente a síntomas depresivos para quienes desconfían de sus
recursos personales frente al malestar (Altan-Atalay & Saritas-Atalar, 2022), se ha encontrado
una correlación positiva pequeña entre esta estrategia y mayor estrés en torno al COVID-19
(Temiz & Elsharnouby, 2022) y una relación negativa entre el uso de esta escala y la
experimentación de síntomas de ansiedad social (Akkus & Peker, 2021). Tanto la toma de
perspectiva como el realzamiento se han asociado con menores síntomas internalizantes y
mayor bienestar (Altan-Atalay & Ray-Yol, 2021, Chan & Rawana, 2021), planteándose
también que esta última podría funcionar, para personas con apego evitativo, como estrategia
para reducir el malestar general (Altan-Atalay, 2019), vinculándose también con mayor
satisfacción con las relaciones personales (Temiz & Elsharnouby, 2022) y con menores niveles
de sintomatología de estrés post traumático luego de una vivencia traumática (Jobson et al.,
2022).
Hasta la fecha se han registrado dos estudios dedicados a la comparación de culturas
colectivistas con culturas individualistas encontrando diferencias en personas de Asia oriental
y Europa occidental (Lidell & Williams, 2019) y entre personas con estrés postraumático de
Malasia y personas de Australia (Jobson et al., 2022). Las personas de Asia oriental puntúan
más alto en toma de perspectiva y modelamiento social mientras que las personas de Europa
occidental puntúan más alto en realzamiento de emociones positivas, sugiriendo que en
relación al contacto interpersonal hay una mayor motivación de los primeros por disminuir el
afecto negativo y de los segundos por potenciar el afecto positivo (Lidell & Williams, 2019).
Al considerar a personas con trastorno de estrés post traumático de distintas culturas se
encuentra que aquellos de una cultura colectivista como la malaya tienden a tener mayores
puntajes de estrategias de regulación interpersonal que sus contrapartes australianas (Jobson et
al., 2022).
51
Tabla 5
Estrategias de RE
personal. Existen diferencias culturales, de manera tal que
Este
Tendencia a la las personas de origen oriental adherían más al
Liddell y 73.2% asiático y Estudiantes
2019 86 19.73 (3.55) interdependencia o uso de estrategias como modelamiento social, lo
Williams mujeres Oeste de universitarios
independencia cual es congruente con el carácter más
Europa
Ansiedad y colectivista de estas culturas.
depresión
Mindfulness.
Ozcan y 71.6% Estudiantes Conexión con el Regulación emocional interpersonal se relaciona
2020 440 24.41 (9.35) Turquía
Sunbul mujeres universitarios cuerpo. positivamente con consciencia corporal.
Flourishing.
52
Estrategias
de regulación El uso frecuente de AP se vincula con menos
76.4% Población emocional síntomas depresivos en personas que utilizan
2020 Ray-Yol et al. 243 21.17 (1.89) Turquía
mujeres general cognitiva. estrategias de regulación emocional personales
Depresión, disfuncionales.
ansiedad y estrés.
Expectativa de
regulación del AP se asoció con poca confianza en los recursos
Ray-Yol y 80.4% Estudiantes
2022 204 22.78 (3.21) Turquía ánimo negativo. para hacer frente al malestar y se asocia con
Altan-Atalay mujeres universitarios
Depresión, personas más vulnerables al distrés psicológico.
ansiedad y estrés.
Nota. E1: Estudio 1; E2: Estudio 2; AP = apaciguamiento; TP = toma de perspectiva; MS = modelamiento social; REP = realzamiento de emociones positivas.
54
Segunda Parte
Estudio empírico
56
Capítulo 6
Marco metodológico
En la presente sección se presentará el marco metodológico que siguen los estudios que
componen esta tesis doctoral refiriendo al problema de investigación, los objetivos, así como
los participantes y los instrumentos utilizados.
Problema de investigación
Objetivos
traducción y adaptación lingüística (O2.1) así como el estudio de la validez de constructo (O2.2),
la confiabilidad (O2.3) y la validez convergente y divergente con constructos afines (O 2.4) para
así poder cumplir con el objetivo general y los siguientes objetivos específicos. La elección de
esta técnica surge a partir de lo revisado en el marco teórico donde queda claro que es la escala
que más ha sido utilizada en las investigaciones recientes.
Tabla 6
Objetivos de la tesis
Objetivos Subobjetivos
Objetivo 3: Evaluar el vínculo O 3.1. Analizar la correlación entre las distintas escalas del IERQ y
entre la REI y sintomatología sintomatología ansiosa y depresiva.
ansiosa y depresiva O 3.2. Analizar el rol predictor de las distintas estrategias de regulación
emocional interpersonal sobre los síntomas de ansiedad y depresión.
Objetivo 4: Analizar la O 4.1. Evaluar el rol moderador de las tendencias de REI en el vínculo entre
interacción entre la regulación las dificultades de regulación emocional disposicionales y los síntomas de
emocional personal e ansiedad.
interpersonal en la predicción de O 4.2. Evaluar el rol moderador de las tendencias de REI en el vínculo entre
síntomas ansiosos y depresivos dificultades de regulación emocional disposicionales y síntomas de
depresión.
O 4.3.: Evaluar si las tendencias de REI median el vínculo entre las
dificultades disposicionales en la regulación emocional y los síntomas de
depresión
O 4.4: Evaluar si las tendencias de REI median el vínculo entre las
dificultades disposicionales en la regulación emocional y los síntomas de
ansiedad.
59
Participantes
El trabajo de campo de esta tesis tomó en cuenta dos muestras diferentes: una
conformada exclusivamente por estudiantes universitarios y otra de población general. Se han
tomado dos muestras ya que en la primera de ellas se realizaron los estudios de adaptación de
las escalas y el testeo de las propiedades psicométricas del IERQ y en la segunda se realizó el
60
testeo de las hipótesis centrales de la tesis. Para el análisis de calidad de las técnicas y la
adaptación del IERQ se realizó una muestra universitaria debido a que fue de fácil acceso para
los investigadores y permitió evaluar el funcionamiento y aspectos lingüísticos de las escalas
que se utilizaron. En tanto algunos autores (Hanel & Vione, 2016; Henry, 2008) cuestionan el
uso exclusivo de muestras universitarias ya que no necesariamente son representativas de la
población en general, se realizó otra toma de datos con población general para evaluar
nuevamente las propiedades psicométricas de la técnica traducida y para probar los modelos
teóricos que implican los objetivos centrales. Se optó por no tomar las muestras en conjunto ni
compararlas ya que la primera toma de datos fue en 2019 y la segunda en 2021, coincidiendo
la primera con el tiempo previo a la pandemia de COVID-19 y la segunda en plena pandemia
de esta enfermedad. Este suceso lleva a que sea difícil tomar los datos en conjunto ya que
existen diferencias en la situación general de los participantes.
Muestra 1
Muestra 2
La muestra del segundo estudio estuvo compuesta por 406 personas adultas de
nacionalidad uruguaya. Del total de los cuestionarios completados se eliminaron 13 ya que
solamente completaron la parte sociodemográfica de la encuesta. La Tabla 7 detalla las
características sociodemográficas de las 393 personas que conforman la muestra de este
estudio. Los participantes son en su mayoría mujeres (79.9%) en un rango de edad entre 18 y
73 (Medad = 34.14; DE = 13.09), la mitad de ellos solteros (52.4%) y la mayoría con un trabajo
remunerado (71.5%).
61
Tabla 7
Muestra 1 Muestra 2
(n=323) (n=393)
N % N %
Género Femenino 270 83.6 314 79.9
Masculino 53 16.4 79 20.1
Otros 0 0 0 0
Estado civil Soltero 284 87.9 206 52.4
Casado 21 6.5 75 19.1
En concubinato 17 5.2 72 18.3
Viudo 0 0 5 1.3
Divorciado 1 0.3 28 7.1
Otros 0 0 7 1.8
Situación laboral Trabajo remunerado 148 47.0 284 72.2
Instrumentos
Evalúa formas en que las personas regulan sus emociones mediante el contacto con
otros a través de 20 ítems divididos en cuatro subescalas de cinco ítems que se contestan en
una escala de tipo Likert de cinco puntos (1= no es cierto para mí en absoluto hasta 5=
totalmente cierto para mi). Las subescalas evaluadas son: (i) realzamiento o intensificación de
62
emociones positivas (REP), que implica interactuar con otros para potenciar estados
emocionales placenteros, (ii) apaciguamiento (AP) que refiere a la interacción con otros para
obtener alivio de emociones negativas; (iii) modelamiento social (MS), que evalúa la tendencia
a buscar a otros para que nos digan cómo manejarían ciertos estados emocionales; y (iv) toma
de perspectiva (TP) que refiere a interactuar con otros para obtener una apreciación distinta de
una situación que evoca una emoción. Esta investigación utilizó una traducción propia de esta
escala (ver procedimiento para profundizar sobre el proceso de traducción). Se obtuvieron
resultados de Alfa de Cronbach adecuados tanto para la muestra de población universitaria (.73
- .87) como para la población general (.72 - .90).
Tabla 8
• Cuestionario Emotion Regulation of Others and Self (EROS; Niven et al., 2011).
negativo de otras personas (seis ítems). En esta investigación se usó la versión por Lozano et
al. (2015) y se obtuvieron resultados de Alfa de Cronbach entre aceptables y buenos (.60 - .73).
Procedimiento general
Se obtuvo el aval del Comité de Ética de la Investigación de la Universidad Católica
del Uruguay (https://ucu.edu.uy/es/comite-de-etica), siguiendo las normas éticas de la
American Psychological Association (APA, 2010) lo cual implica la protección de la
confidencialidad y anonimato de los participantes, así como la información acerca de la
ausencia de riesgos al participar en el estudio. El consentimiento informado se incluye en el
Apéndice 2.
Previo a la recolección de datos, se realizó la retrotraducción de la escala Interpersonal
Emotion Regulation Questionnaire (Hofmann et al., 2016) siguiendo el procedimiento back-
translation (retro traducción) tal como es desarrollado por Beaton et al. (2020). En primer
lugar, se realizaron dos traducciones del inglés al español (traducciones directas) por dos
personas nativas en el idioma español, una de ellas con conocimiento del tema (formación en
educación) y otra sin conocimiento respecto a qué se estaba evaluando. Las traductoras
participantes, dos doctores en psicología y el autor de esta tesis realizaron una síntesis de ambas
traducciones y luego se solicitaron dos traducciones de español a inglés (retro traducciones):
65
una realizada por una persona bilingüe de origen australiano y formación en educación y otra
realizada por un servicio de traducción especializada. En el paso siguiente, se consultó a un
grupo de expertos para evaluar las traducciones originales, las versiones retro traducidas y su
parecido con el original. Estos expertos incluyeron al autor de la tesis, dos de las traductoras,
dos doctores en psicología y el autor original de la escala. El paso final contó con la aplicación
de la escala a un grupo reducido de personas (N = 28), estudiantes universitarios, seguido de
un breve cuestionario donde se solicitaron comentarios sobre la redacción de los ítems y las
instrucciones.
La primera toma de datos se realizó a lo largo del segundo semestre de 2019 e implicó
una muestra de estudiantes universitarios a los cuales se los reclutó mediante la visita a distintos
cursos de la Universidad a donde concurrían. La participación fue voluntaria y se solicitó la
lectura y firma de un consentimiento informado. Los participantes completaron los
cuestionarios en papel y lápiz durante un lapso promedio de 20-25 minutos. Se solicitó a los
participantes que completaran el IERQ, el ERQ, el DERS y el EROS.
La segunda toma de datos se tomó entre mayo y julio de 2021 durante la pandemia del
COVID-19 e implicó el contacto a potenciales candidatos adultos mediante medios
electrónicos. Tras aceptar el consentimiento informado, los participantes completaron una
encuesta online con una extensión de 25 minutos donde se evaluaban datos sociodemográficos,
así como tendencias conductuales en torno a la regulación emocional personal (DERS) e
interpersonal (IERQ) y sintomatología ansiosa y depresiva (DASS-21).
Ambas muestras implicaron un muestreo no probabilístico por conveniencia de las
poblaciones que se estudiaron.
El análisis de datos fue realizado utilizando el paquete estadístico SPSS 26 para los
análisis descriptivos, las correlaciones bivariadas, las regresiones y el estudio de moderación,
y el paquete MPLUS 8.4 para los análisis factoriales. Se detallan, donde es relevante, los
comandos y macros específicos utilizados en cada programa.
Análisis psicométricos
El tercero de los objetivos involucraba la evaluación del vínculo entre las distintas
escalas del IERQ y sintomatología ansiosa y depresiva. Esta evaluación se realizó, por un lado,
a través del cálculo de correlaciones bivariadas entre las distintas escalas del IERQ y las escalas
de ansiedad y depresión del DASS-21. Se consideraron los puntos de corte de Schober et al.
(2018) que plantean que, dependiendo los valores de r, las correlaciones pueden ser
insignificantes (0 – .10), débiles (.10 a .39), moderadas (.40 a .69), fuertes (.70 a .89) o muy
fuertes (.90 a 1.00).
Por otro lado, se analizó el vínculo entre ambos constructos a través de un análisis de
regresión lineal, considerando que la variable independiente predice valores de la dependiente
si la prueba resulta significativa para un α < .05, tal que se toma a R2 como medida de cuánta
variación de la variable dependiente está siendo explicada por la independiente. La Figura 8
ilustra las relaciones testeadas.
Figura 8
Figura 9
Regulación interpersonal
Toma de perspectiva
Modelamiento social
Apaciguamiento
efecto indirecto se tomará el intervalo de confianza que arroja el programa tal que, si el
intervalo no contiene el valor cero, el efecto es significativo. El efecto total surge a partir de la
suma del efecto directo y el efecto indirecto, tal que el efecto directo es aquél que tiene la
variable independiente sobre la dependiente en presencia del mediador, y el efecto indirecto es
aquél se genera a través de la variable mediadora, resultando de la multiplicación de los
coeficientes de regresión predictor-mediador y mediador-variable dependiente. Si el efecto
directo, total e indirecto son significativos, se considera que hay una mediación parcial, ya que
la variable independiente ejerce un efecto sobre la dependiente tanto de manera directa como
a través de la variable mediadora. En cambio, si el efecto indirecto y el total son significativos,
se considera una mediación total, es decir, que el efecto de la variable independiente sobre la
dependiente se da completamente a través de la variable moderadora. Si el efecto indirecto no
es significativo, entonces no existe mediación (Hayes, 2022).
Figura 10
Los cálculos de regresión lineal, jerárquica, moderación y mediación requieren que los
datos se ajusten a ciertos supuestos. Estos son: (i) relación lineal entre variables, (ii)
homocedasticidad de los residuales, (iii) independencia de los errores, y (iv) normalidad en la
dispersión de los residuales, tal que la moderación requiere además el cumplimiento de (v) la
ausencia de colinealidad y (vi) la ausencia de un número elevado de valores atípicos (outliers).
Se plantea a continuación cómo se evaluó cada supuesto y qué medidas se tomaron para
corregir las violaciones de ellos.
Mientras que los supuestos para la regresión lineal simple se evaluaron ingresando cada
una de las variables independientes (DERS total y cada una de las variables del IERQ) y las
70
Capítulo 7
Resultados
Tabla 9
Tabla 10
Nota. DERS = Difficulties in Emotion Regulation Scale; ERQ = Emotion Regulation Questionnaire.
Tabla 11
DERS No aceptación de emociones 11.58 5.24 .89 .89 11.80 5.59 .91 .91
Comportamiento dirigido a metas 14.45 4.68 .85 .84 12.78 4.72 .87 .87
Control de Impulsos 11.43 4.69 .86 .84 10.64 4.36 .87 .87
Consciencia emocional 14.18 3.82 .71 .70 14.62 4.42 .78 .77
Acceso a estrategias 15.15 6.34 .86 .84 14.97 5.85 .85 .85
Claridad emocional 10.06 3.38 .77 .77 9.52 3.46 .84 .84
Puntaje Total 76.40 19.66 .92 .91 74.34 20.09 .93 .93
Nota. DERS = Difficulties in Emotion Regulation Scale; EROS = Emotion Regulation of Others and Self; ERQ = Emotion Regulation Questionnaire.
75
Tabla 12
It helps me deal with my depressed Me ayuda a lidiar con mi estado de ánimo Manejo mejor mi estado de ánimo depresivo Me ayuda a lidiar con tristeza cuando
Ítem 2 mood when others point out that deprimido que otros señalen que las cosas cuando otras personas señalan que las cosas no otros me hacen ver que las cosas no
things aren't as bad as they seem no son tan malas como parecen. son tan malas como parecen. son tan malas como parecen.
Having people remind me that others Que la gente me recuerde que los demás Cuando estoy alterado, me ayuda contar con Que otras personas me recuerden que
Ítem 7 are worse off helps me when I'm están peor me ayuda cuando estoy gente que me recuerde que hay personas que se hay otros que están peor que yo me
upset molesto. encuentran en una situación peor que la mía. ayuda cuando me siento mal.
I like being in the presence of others Me gusta estar en presencia de otros Cuando me siento optimista, me gusta estar con Me gusta estar junto a otros cuando
Ítem 8 when I feel positive because it cuando me siento optimista porque otra gente porque esto magnifica ese me siento bien porque aumenta los
magnifies the good feeling. magnifica el sentimiento positivo. sentimiento. sentimientos positivos.
Seeing how others would handle the Cuando me siento frustrado, me ayuda ver la Ver cómo otros manejarían la misma
Ver cómo otros manejarían la misma
Ítem 11 same situation helps me when I am forma en que otras personas manejan la misma situación me ayuda cuando estoy
situación me ayuda cuando estoy frustrado.
frustrated situación. frustrado
I look to others for comfort when I Busco consuelo en los demás cuando me Cuando me siento frustrado, busco el confort de Busco consuelo en los demás cuando
Ítem 12
feel upset. siento molesto. terceros. me siento mal.
Cuando estoy irritado, otros pueden Cuando estoy irritado, otros pueden
When I am annoyed, others can Cuando estoy irritado, otros pueden aplacarme
Ítem 14 calmarme diciéndome que no me calmarme diciéndome que no me
soothe me by telling me not to worry diciéndome que no me preocupe.
preocupe. preocupe.
When I'm sad, it helps me to hear Cuando estoy triste, me ayuda escuchar Cuando estoy triste, me ayuda saber
Cuando estoy triste, me ayuda saber cómo otras
Ítem 15 how others have dealt with similar cómo otros han manejado sentimientos cómo otros han lidiado con
personas manejan sentimientos similares.
feelings similares. sentimientos similares.
I look to other people when I feel Busco a otras personas cuando estoy
Recurro a otras personas cuando me siento Cuando me siento deprimido, busco a otras
Ítem 16 depressed just to know that I am deprimido para saber que soy
deprimido, solo para saber que soy amado. personas tan solo para sentirme querido.
loved querido.
Having people telling me not to Tener gente que me diga que no me Tener gente que me diga que no me
Cuando estoy ansioso, me ayuda que otras
Ítem 17 worry can calm me down when I am preocupe puede calmarme cuando estoy preocupe puede calmarme cuando
personas me digan que no me preocupe.
anxious ansioso. estoy ansioso.
When I feel elated, I seek out other Cuando me siento entusiasmado, busco a Cuando me siento eufórico, busco a otras Cuando estoy muy feliz busco a otras
Ítem 18
people to make them happy otras personas para hacerlas felices. personas para hacerlas felices. personas para ponerlas contentas.
When I feel sad, I seek out others for Cuando me siento triste, busco a otros para Cuando me siento triste, procuro que otros me Cuando me siento triste, busco a
Ítem 19
consolation que me consuelen. consuelen. otros para que me consuelen.
If I'm upset, I like knowing what Si estoy molesto, me gusta saber qué Si estoy molesto, me gusta saber lo que otras Si me siento mal, me gusta saber qué
Ítem 20 other people would do if they were in harían otras personas si estuvieran en mi personas harían si se encontraran en mi harían otras personas si estuvieran en
my situation situación. situación mi situación.
79
Análisis de los ítems. Tal como puede verse en las Tablas 13 y 14, si consideramos la
asimetría de los ítems y tomamos un criterio restrictivo (+/- 1) se encuentra que dos ítems
presentarían problemas tanto en la población universitaria como en la población general: el
ítem 3 y el ítem 6. El ítem 8 presentaría problemas también únicamente en la muestra
universitaria. Estos tres ítems corresponden a la escala realzamiento de emociones. Si se toma
un criterio menos restrictivo (+/- 1.5), ningún ítem presentaría problemas en la población
general, pero aún mantendrían problemas los ítems 3 y 6 en universitarios. Al considerar un
criterio aún menos restrictivo (+/- 2) todos los ítems tienen una asimetría aceptable.
Considerando la curtosis, se encuentra que todos los ítems presentan valores adecuados
en ambas muestras (curtosis < 10).
Tabla 13
. En lo que respecta a las medias y desvíos típicos de los ítems, se encuentra que en
ambos casos casi todos los ítems presentan un DE por encima de 1 exceptuando los ítems 3 y
6 (realzamiento )en ambas muestras, los ítems 6 (Realzamiento) y 1, 5 y 11 (modelamiento
social) en la muestra 1, y el 10 (toma de perspectiva) en la muestra de población general. En
todos los casos, la DE es mayor al mínimo aceptable (0.5). Las medias en casi todos los casos,
y en ambas muestras, se encuentran cercanas al punto medio de la escala (3) exceptuando los
ítems 3 y 6 en ambos casos y el 8 en la primera muestra, que se encuentran cercanos al punto
superior de la escala (5). Por otra parte, en la muestra 2, los ítems 7, 10, 14 (toma de
perspectiva) y 9 (apaciguamiento) se encuentran cercanos al punto inferior de la escala con
valores menores a 2.
Tabla 14
Figura 11
Figura 12
Consistencia interna. Tal como se observa en la Tabla 15, todos los valores obtenidos
de consistencia interna tanto mediante el alfa ordinal y el omega de McDonald reflejan buena
consistencia interna. Se encuentran valores por encima de .80 para realzamiento de las
emociones positivas, modelamiento social y apaciguamiento en ambas muestras y valores
levemente por encima de .70 para toma de perspectiva.
Tabla 15
Muestra 1 Muestra 2
(N = 323) (N = 393)
M DE ω α M DE ω α
Realzamiento de emociones
20.61 3.70 .86 .85 18.48 13.13 .86 .85
positivas
Toma de perspectiva 13.41 3.83 .73 .73 11.31 3.66 .71 .72
Modelamiento social 17.23 3.82 .89 .87 15.28 4.20 .81 .81
Correlación entre las subescalas del IERQ. Como puede observarse en la Tabla 16,
todas las escalas del IERQ correlacionan de manera significativa y positiva entre sí en ambos
estudios. En población universitaria, el realzamiento de emociones positivas mostró una
correlación moderada con modelamiento social y apaciguamiento y una correlación débil con
toma de perspectiva. El apaciguamiento mostró una correlación positiva moderada con
modelamiento social y toma de perspectiva. A su vez, toma de perspectiva correlacionó
moderadamente con modelamiento social. Para la población general, casi todas las
correlaciones fueron moderadas exceptuando aquellas entre modelamiento social y
realzamiento, y modelamiento social y toma de perspectiva, siendo esta última la de mayor
fuerza.
Tabla 16
1 2 3 4
1 MS - .507** .356** .501**
2 AP .364** - .350** .366**
3 REP .432** .307** - .263**
4 TP .526** .300** .369** -
Nota. Por encima de la diagonal se incluyen las correlaciones de la muestra 1 y por debajo de la diagonal las de
la muestra 2; N = 323; ** p < .01; REP = realzamiento de emociones positivas; TP = toma de perspectiva; AP =
apaciguamiento; MS = modelamiento social.
Tabla 17
MS AP REP TP M DE
Nota. *p < .05 **, p < .01. REP = realzamiento de emociones positivas; TP = toma de perspectiva; AP =
apaciguamiento; MS = modelamiento social.
85
La evaluación de este vínculo se llevó a cabo de dos maneras. Por un lado, se estudiaron
las correlaciones entre las distintas escalas de regulación emocional interpersonal y la
sintomatología ansiosa y depresiva (O3.1) y, por otro, se estudió el rol predictor que tendría el
uso de ciertas estrategias de regulación emocional interpersonal sobre la sintomatología ansiosa
y depresiva (O3.2).
En la Tabla 18 se pueden apreciar las correlaciones de Spearman obtenidas entre las
distintas subescalas del IERQ y la sintomatología ansiosa y depresiva tal cual es evaluada por
el DASS-21. Se encuentran correlaciones significativas, débiles y negativas entre toma de
perspectiva y depresión (r (321) = -.212, p < .001), toma de perspectiva y ansiedad (r (321) =-
.154, p = .002), modelamiento social y depresión (r (321) = -.176, p < .001) y modelamiento
social y ansiedad (r (321) = -.112, p = .020).
Tabla 18
AP REP TP MS
Nota. * p < .05; ** p < .01; REP = realzamiento de emociones positivas; TP = toma de perspectiva; AP =
apaciguamiento; MS = modelamiento social.
Por otro lado, considerando el rol predictor de las distintas estrategias de REI sobre la
sintomatología ansiosa y depresiva, se exponen en primer lugar, en la Tabla 19, los supuestos
evaluados tal que en el Apéndice 3 se detallan los resultados específicos de cada prueba. A
nivel general, se observa que hay una violación general de los supuestos de normalidad en la
distribución de los residuales y de homocedasticidad, así como un cumplimiento del supuesto
de independencia de los errores.
Para atender a la violación de estos supuestos, se resuelve no utilizar la función de
regresión lineal estándar del software SPSS sino utilizar el macro RLM (Darlington & Hayes,
86
Tabla 19
Supuestos
Linealidad Normalidad Homocedasticidad Independencia
Ansiedad Toma de ✓ ✗ ✗ ✓
perspectiva
Modelamiento ✓ ✗ ✗ ✓
Social
Apaciguamiento ✗ ✗ ✗ ✓
Desregulación ✓ ✗ ✗ ✓
Todas las ✓ ✗ ✗ ✓
variables*
Depresión Toma de ✓ ✗ ✗ ✓
perspectiva
Modelamiento ✓ ✗ ✗ ✓
social
Apaciguamiento ✗ ✗ ✗ ✓
Desregulación ✓ ✗ ✗ ✓
Todas las ✓ ✗ ✗ ✓
variables*
Nota. ✓ = se cumple el supuesto, ✗= se viola el supuesto. * se cumple el supuesto de ausencia de colinealidad
entre las variables.
87
Haciendo foco sobre los resultados de estas regresiones lineales en sí, se presentan los
resultados en la Tabla 20. Se destaca que sólo se incluyen las estrategias de REI que
conceptualmente se vinculan con la ansiedad y la depresión debido a su foco en la regulación
de emociones negativas (apaciguamiento, toma de perspectiva y modelamiento social),
excluyendo la estrategia centrada en emociones positivas (realzamiento de emociones
positivas).
Sobre estos resultados es importante destacar que, en primer lugar, se encuentran que
los valores de la escala de toma de perspectiva predicen significativamente los valores de
depresión (R2 = .045, F (1, 391) = 17.812, p < .001) y ansiedad (R2 = .024, F (1, 391) = 10.850, p =
.001). Por otro lado, el modelamiento social predijo significativamente los valores de depresión
(R2 = .031, F (1, 391) = 13.345, p <.001) y ansiedad (R2 = .013, F (1, 391) = 6.008, p = .014). Para
todos estos casos, se incluyen los coeficientes de regresión (b) en la Tabla 20. Debe tenerse en
cuenta que, si bien estos valores son significativos, la varianza explicada por estos factores es
entre pequeña e insignificante.
Tabla 20
R2 F gl p b p
Tras analizar la contribución de las distintas variables por separado, se pasará a analizar
la forma en que las distintas variables predicen la varianza de la depresión en presencia de las
otras variables de interés. En tanto la investigación disponible demuestra que la desregulación
contribuye a la sintomatología ansiosa y depresiva y esto ha sido comprobado con los cálculos
anteriores, se propone la realización de una regresión jerárquica donde pueda verse qué valor
explicativo aportan las estrategias interpersonales una vez que se tiene en cuenta la varianza
que explica la desregulación. Este cálculo resulta útil ya que, teniendo en cuenta que la
desregulación correlaciona con algunas variables interpersonales y que tanto la desregulación
como algunas estrategias interpersonales predicen varianza en la sintomatología, es importante
analizar si las variables interpersonales hacen un aporte significativo por sobre el que hace la
desregulación.
Para entender cómo la desregulación emocional personal y las estrategias
interpersonales colaboran en la explicación de la sintomatología ansiosa y depresiva se hicieron
regresiones jerárquicas con dos pasos tal que en el primero de ellos se incluyó a la
desregulación emocional y en el segundo se agregan las estrategias de regulación emocional
interpersonal. Esto permite visualizar el porcentaje de la varianza que explica la desregulación
y la explicación de varianza que aportan las estrategias interpersonales y una vez que se ha
controlado la variable desregulación.
Tal como puede apreciarse en la Tabla 21, al analizar la predicción de la sintomatología
ansiosa, encontramos que el primer paso resultó estadísticamente significativo (F (1,391) =
203.273, p < .001, R2 = .342), planteando a la desregulación emocional como predictor (b =
.585, t = 14.257, p < .001) y explicando un 34.2% de la varianza de la sintomatología ansiosa.
El segundo paso resultó estadísticamente significativo (F (4,388) = 53.063, p < .001, R2 = .354)
incluyendo a la desregulación emocional (b = .575, t = 13.904, p < .001), la toma de perspectiva
(b = -.075, t = -1.549, p = .122), el modelamiento social (b = -.049, t = -1.038, p = .300) y el
apaciguamiento (b = .009, t = .239, p = .811). Sin embargo, el cambio en la varianza explicada
no fue estadísticamente significativo (ΔF (3,388) = 2.311, p = .076, ΔR2 = .076) entendiendo que
la adición de estas variables no aporta significativamente a la varianza.
89
Tabla 21
Pasos y
b ES t R2 ΔR2
variables
Paso 1 .342 .342
Nota. *** p < .001; REP = realzamiento de emociones positivas; TP = toma de perspectiva; AP = apaciguamiento;
MS = modelamiento social; DERS = Difficulties in Emotion Regulation Scale
Por otro lado, tal como se observa en la Tabla 22, al analizar la predicción de la
sintomatología depresiva, encontramos que el primer paso resultó estadísticamente
significativo (F (1,391) = 268.790, p < .001, R2 = .407), planteando a la desregulación emocional
como predictor (b = .130, t = 16.215, p < .001) y explicando un 40.7% de la varianza de la
sintomatología ansiosa. El segundo paso resultó estadísticamente significativo (F (4,388) =
75.329, p < .001, R2 = .437) incluyendo a la desregulación emocional (b = .127, t = 16.215, p
< .001), la toma de perspectiva (b = -.115, t = -2.271, p = .024), el modelamiento social (b = -
.088, t = -1.967, p = .049) y el apaciguamiento (b = .007, t = .191, p = .849). A su vez, se
encuentra que el segundo paso realiza un aporte significativamente estadístico a la varianza de
la variable dependiente (ΔF (3,388) = 6.833, p < .001, ΔR2 = .030), encontrando como relevante
la inclusión de las variables interpersonales en la explicación de esta sintomatología.
90
Tabla 22
Pasos y
b ES t R2 ΔR2
variables
Paso 1 .407 .407
DERS .130 .008 16.395
Nota. * p < .05; *** p < .001; REP = realzamiento de emociones positivas; TP = toma de perspectiva; AP =
apaciguamiento; MS = modelamiento social; DERS= difficulties in emotion regulation scale.
El cuarto objetivo de esta tesis implicó la evaluación del rol que cumple la regulación
emocional interpersonal en el vínculo entre la desregulación emocional y la experiencia de
sintomatología depresiva y ansiosa. En primer lugar, se analizan los modelos en los que la REI
funciona como moderadora (O 4.1. yO 4.2) y en segundo lugar aquellos en los que funciona
como mediadora (O 4.3 y O 4.4).
Previo a la exposición de los resultados se incluye en la Tabla 23 un resumen de los
supuestos que son cumplidos (✓) y aquellos que son violados (✗) por los datos, observando, a
nivel general, la violación del supuesto de normalidad y homocedasticidad. En el Apéndice 3
pueden consultarse los gráficos y resultados de las distintas pruebas realizadas. En lo que
respecta al modelo que considera al apaciguamiento como moderador de los síntomas de
depresión se encuentra que no se cumple el supuesto de relación lineal. La violación de este
supuesto sería grave, pudiendo llevar a resultados que no sean válidos. Se presentarán
igualmente estos resultados bajo la luz de esta información.
91
Tabla 23
Supuestos
I II III IV V VI
Desregulación - T. perspectiva – depresión ✓ ✗ ✗ ✓ ✓ ✓
Nota. Supuesto I: Linealidad; Supuesto II: Normalidad; Supuesto III: Homocedasticidad; Supuesto IV:
Independencia de los errores; Supuesto V: Colinealidad; Supuesto VI: valores atípicos.
Tabla 24
Modelos de moderación
Tabla 25
Figura 13
5
Depresión
0
DERS-bajo DERS-medio DERS-alto
Figura 14
5
Depresión
0
DERS-bajo DERS-medio DERS-alto
síntomas de ansiedad. Los resultados del análisis de regresión lineal y moderación se incluyen
en la Tabla 26.
Tabla 26
Modelo 4 .359
general es significativo (R2 = .359, F (3, 389) = 42.066, p < .001), la toma de perspectiva no
modera significativamente la relación estudiada (b = -.005, t (389) = -1.825, p = .068).
Figura 15
5
Ansiedad
0
DERS-bajo DERS-medio DERS-alto
Figura 16
5
Ansiedad
0
DERS-bajo DERS-medio DERS-alto
AP-bajo AP-medio AP-alto
Tabla 27
Modelos de mediación
En primer lugar, se estudió el rol mediador de las distintas variables del IERQ en el
vínculo entre desregulación emocional y depresión (modelos 1-3).
Al considerar la mediación del modelamiento social (modelo 1) se encontró un efecto
total estadísticamente significativo (b = 0.130, t (389) = 16.394, 95% IC [0.114 – 0.145], p <
.001). El efecto directo fue estadísticamente significativo (b = 0.128, t (389) = 16.498, 95% IC
[0.113 – 0.143], p < .001), encontrando un efecto indirecto que no es estadísticamente
significativo (b = -0.001, 95% IC [-0.002 – 0.004]) por lo que el modelamiento social no media
la relación entre desregulación emocional y depresión.
Al considerar la mediación de la toma de perspectiva (modelo 2) se encontró un efecto
total estadísticamente significativo (b = 0.130, t (389) = 16.394, 95% IC [0.114 - 0.145], p <
.001). El efecto directo fue significativo (b = 0.127, t (389) = 16.254, 95% IC [0.111 - 0.142], p
< .001), encontrando un efecto indirecto que no es estadísticamente significativo (b = 0.003,
95% IC [- 0.000 - 0.006]), por lo que la toma de perspectiva no media la relación entre
desregulación emocional y depresión.
Teniendo en cuenta el modelo de mediación del apaciguamiento (modelo 3) se encontró
un efecto total estadísticamente significativo (b = 0.130, t (389) = 16.394, 95% IC [0.114 - 0.145],
p < .001). El efecto directo fue estadísticamente significativo (b = 0.131, t (389) = 16.551, 95%
99
Tabla 28
En segundo lugar, se estudió el rol mediador de las distintas variables del IERQ en el
vínculo entre desregulación emocional y ansiedad (modelos 4-6). Al considerar la mediación
del modelamiento social (modelo 4) se encontró un efecto total estadísticamente significativo
(b = 0.116, t (389) = 14.257, 95% IC [0.100 – 0.132], p < .001). El efecto directo fue
estadísticamente significativo (b = .115, t (389) = 14.214, 95% IC [0.099 – 0.131], p < .001),
encontrando un efecto indirecto que no es estadísticamente significativo (b = 0.001, 95% IC [-
0.001 – 0.003]) por lo que el modelamiento social no media la relación entre desregulación
emocional y la ansiedad.
Al tener en cuenta la mediación de la toma de perspectiva (modelo 5) se encontró un
efecto total estadísticamente significativo (b = 0.116, t (389) = 14.257, 95% IC [0.100 – 0.132],
p < .001). El efecto directo fue estadísticamente significativo (b = 0.114, t (389) = 14.053, 95%
IC [0.098 – 0.130], p < .001), encontrando un efecto indirecto que no es estadísticamente
100
significativo (b = 0.002, 95% IC [-0.000 – 0.004]) por lo que la toma de perspectiva no media
la relación entre desregulación emocional y ansiedad.
Al evaluar la mediación del apaciguamiento (modelo 6) se encontró un efecto total
estadísticamente significativo (b = 0.116, t (389) = 14.257, 95% IC [0.100 – 0.132], p < .001). El
efecto directo fue estadísticamente significativo (b = 0.117, t (389) = 14.262, 95% IC [0.100-
0.133], p < .001), encontrando un efecto indirecto que no es estadísticamente significativo (b
= -.001, 95% IC [-0.002 – 0.001]) por lo que el apaciguamiento no media la relación entre
desregulación emocional y ansiedad.
Tercera Parte
Discusión y Conclusiones
102
Capítulo 8
Discusión
El objetivo central de esta investigación fue estudiar el vínculo e interacción entre los
procesos de regulación emocional personal y aquellos interpersonales en la explicación de la
sintomatología ansiosa y depresiva. Específicamente, esta tesis se ha centrado en la interacción
entre la tendencia a la desregulación emocional y ciertas estrategias de regulación emocional
interpersonal intrínseca. Este tema resulta relevante debido a la emergencia reciente del
concepto de regulación emocional interpersonal y la necesidad de integrarla con el cuerpo de
investigación existente para entender el posible aporte diferencial que hace en la explicación
de la sintomatología.
Como se planteará a lo largo de las siguientes líneas, estos objetivos se enmarcan, por
un lado, en el campo de estudio de la psicología clínica y la psicoterapia y, por otro, en la
consideración de la regulación emocional como una variable transdiagnóstica que es tanto un
potencial factor de vulnerabilidad para el desarrollo de psicopatología, así como un factor
mediador en la explicación de por qué ciertos tratamientos funcionan y una diana de
tratamiento en sí mismo de muchos programas de intervención. Esta tesis buscará aportar a
estos dos campos teóricos analizando los resultados a partir de los modelos teóricos generales
de regulación emocional antes propuestos, así como a partir de los conceptos que emanan de
estas perspectivas.
Para responder al objetivo principal de este trabajo de investigación se propusieron
distintos objetivos específicos que refieren, en primer lugar, a la presentación del análisis de
calidad de los instrumentos utilizados, la presentación de los resultados de la traducción y
adaptación lingüística de la escala que se utilizó para valorar la REI y, finalmente, la
presentación de los resultados del vínculo entre ciertas estrategias interpersonales y
sintomatología ansiosa y depresiva y la interacción con la RE personal en la explicación de la
misma.
local, permite confirmar su adecuado comportamiento psicométrico. Esto aporta a que existan
garantías sobre la validez y confiabilidad de las escalas y puede colaborar a la promoción del
uso de las mismas en futuras investigaciones. Se destaca en este punto que sólo encontramos
como antecedente de uso de estas escalas la aplicación del Emotion Regulation Questionnaire
por parte de Blanco (2007) y el Emotion Regulation of Others and Self en el estudio de
intervención de Martínez-Íñigo y Crego (2017).
A nivel general, se ha encontrado que, en las dos muestras estudiadas, la gran mayoría
de las escalas aplicadas presentan una adecuada estructura interna (evaluada mediante el
procedimiento de análisis factorial confirmatorio) y una adecuada confiabilidad interna
(analizada a partir del Omega de McDonald y el Alfa de Cronbach). Esto aportaría información
a que el comportamiento de estas técnicas es tan adecuado como el encontrado en el estudio
original (Hofmann et al., 2016) en el que se presentó su desarrollo y en los estudios de
adaptación a otros idiomas (Abasi et al., 2023; Gokdag et al., 2019; Kanth & Indumathy, 2022;
Koc et al., 2019; Messina et al., 2022; Pruessner et al., 2019; Sarisoy & Gengoz, 2020). Sumado
al hecho de que estos instrumentos son ampliamente utilizados en la investigación sobre el
tema, que haya tenido un buen comportamiento psicométrico en muestras uruguayas
contribuye a garantizar la calidad de los resultados que arrojan. Tener estas garantías es
especialmente importante para el objetivo vinculado a la adaptación lingüística del IERQ y el
estudio de sus propiedades psicométricas, ya que se ha analizado la validez convergente y
divergente entre esta técnica y otras, por lo que es necesario contar con instrumentos que
evalúen bien lo que pretenden medir.
Es importante referir específicamente a dos escalas en particular que no han alcanzado
todos los estándares de calidad psicométrica requeridos por la literatura (Carretero-Dios &
Pérez, 2005; Hu & Bentler, 1999). Por un lado, al considerar la escala Emotion Regulation
Questionnaire (Gross & John, 2003), hallamos que, si bien presenta una adecuada confiabilidad
interna, hay dos indicadores de ajuste factorial (χ2/gl y RMSEA) que se encuentran por fuera
de los valores deseables, lo cual podría indicar problemas en la estructura interna de la escala.
Si bien otros indicadores muestran resultados favorables, estas inconsistencias plantean la
necesidad de seguir estudiando el comportamiento de esta escala para poder garantizar la
calidad de las medidas que ofrece el instrumento en el medio investigado.
Una segunda consideración debe realizarse con respecto a la escala Emotion Regulation
of Others and Self (Niven et al., 2011) ya que, si bien ha presentado adecuada estructura interna,
los resultados en torno a la confiabilidad interna para la escala empeoramiento del afecto se
encuentran por debajo de aquellos recomendables (α < .70). Esto podría implicar que el
104
instrumento podría no medir aquello que pretende medir de manera adecuada. Es importante
tener en cuenta que los comentarios acerca de los potenciales problemas con esta escala ya han
sido presentados por Hofmann et al. (2016), quien plantea que el desarrollo de la misma se
basa en el marco teórico de los autores de la escala y cuenta con poco sustento empírico,
cuestionando su validez debido a la baja relación que muestran las subescalas con medidas de
afectividad y al hecho de que sus ítems parecen evaluar más la tendencia a criticar a otros que
al constructo global de empeoramiento del afecto de otros. Parte de estas dificultades pueden
deberse, a su vez, a patrones de respuesta que no reflejan adecuadamente las tendencias a
empeorar el afecto de otros debido a distorsiones en torno a la deseabilidad social.
Al analizar la calidad psicométrica de las escalas se planteó también un análisis
descriptivo de las variables de interés consideradas para las distintas muestras. El contar con
datos descriptivos permite poder realizar comparaciones futuras y comenzar a generar datos
que permitan entender cómo ciertos procesos tienen lugar y se desenvuelven en población
uruguaya. Si bien el punto de contar con información local sobre ciertas variables no es
relevante para todos los temas de estudio en psicología, las expectativas de apoyo social por
parte de otros así como la provisión de este (Taylor, 2011; Zheng et al., 2021) y la tendencia al
uso de ciertas estrategias emocionales (John & Gross, 2007) han sido estudiados de manera
diferencial en distintas culturas, algo que ha sido encontrado en relación a la REI al comparar
culturas individualistas e interdependientes (Liddell & Williams, 2019). Por este mismo punto,
resulta relevante reportar los datos locales para eventualmente puedan realizarse
comparaciones con otros contextos culturales.
su vez este ha sido validado por el panel de expertos convocado, así como por el autor original
de la escala. Como se verá en el siguiente apartado, el hecho de que el comportamiento
psicométrico sea similar al de la versión original y otras traducciones y el hecho de que se han
encontrado convergencias y divergencias conceptualmente lógicas con otros constructos afines
reflejan también el correcto funcionamiento de la escala en español.
En lo que refiere al análisis psicométrico de la escala, se han tenido en cuenta cuatro
procedimientos: análisis de los ítems, análisis de la estructura interna, análisis de la
confiabilidad y análisis de validez convergente. En primer lugar, el análisis de los ítems refleja
que la mayoría de los reactivos presentan adecuados niveles de asimetría y curtosis y presenta
una media cercana a la media de la escala y un desvío estándar de por lo menos 1. Este hecho
reflejaría que las respuestas a los ítems presentan una distribución aceptable para ambas
muestras, a la vez que parecerían discriminar bien entre personas con puntajes altos y bajos en
cada uno de ellos. Sin embargo, se destacan los ítems 3 y 6 ya que han presentado dificultades
en torno a su media y desvío (en ambas muestras) y en cuento a su curtosis (en la muestra
universitaria) si se toman criterios restrictivos. Estos reactivos pertenecientes a la escala de
realzamiento de emociones positivas podrían no evaluar adecuadamente los constructos que
pretenden medir o podría ser que dichas dificultades se den debido a alguna particularidad de
la muestra estudiada, o al hecho de que pueden existir diferencias culturales que puedan
implicar una tendencia alta a compartir con otros cuando se experimentan emociones positivas.
Es difícil precisar a qué se deben estas peculiaridades, ya que no se han reportado estos análisis
en el estudio de desarrollo de la escala o en otros estudios de adaptación. Sin embargo, el hecho
de que no existan problemas sistemáticos con estos ítems sino principalmente en la muestra
universitaria, y únicamente en algunos indicadores, apunta a que no parecería ser necesario el
considerar hacer ajustes a los ítems en términos de su reescritura o la consideración de su
eliminación.
Considerando la estructura interna estudiada a través del análisis factorial
confirmatorio, se encuentran indicadores que reflejan un buen ajuste al modelo original de
cuatro factores tanto en población universitaria como población general. Este resultado se
alinea con lo encontrado en las versiones en otros idiomas (Abasi et al., 2023; Gokdag et al.,
2019; Kanth & Indumathy, 2022; Koc et al., 2019; Messina et al., 2022; Pruessner et al., 2019;
Sarisoy & Gengoz, 2020) que parecen reflejar que esta estructura factorial y estrategias de
regulación emocional interpersonal tienden a aparecer en distintos contextos culturales e
idiomas. Si bien se ha replicado la estructura factorial en ambas muestras es importante notar
que no se han llevado a cabo análisis que permitirían estudiar la estructura de manera
106
simultánea y comparativa como son los análisis de invarianza de medición. Se opta por no
realizar estos análisis ya que, si bien esta tesis se embarca en análisis psicométricos para contar
con una medida que permita contestar su pregunta central, no tiene en si misma un objetivo y
alcance puramente psicométrico.
En lo que refiere a la consistencia interna, se encuentran valores entre buenos y
excelentes para las distintas escalas. Los resultados reflejan que el IERQ mide adecuadamente
los constructos que se propone a estudiar, encontrando resultados similares a los obtenidos en
las otras adaptaciones referenciadas en este trabajo (p.ej., Abasi et al., 2023; Kanth &
Indumathy, 2022; Ray-Yol et al., 2022; Sarisoy & Gengoz, 2020). Si bien todas las subescalas
presentan una confiabilidad dentro de los límites esperados, la toma de perspectiva ha sido la
que ha presentado niveles más bajos tanto en población universitaria (α = .73) como en
población general (α = .72). Esto está alineado con lo encontrado por Kanth e Indumathy (2022)
en población india quienes obtuvieron valores similares (α = .72) y Ray-Yol et al. (2022)
quienes obtuvieron valores inferiores (α = .63) en población turca. Estos resultados, en conjunto
con los antecedentes de investigación, indicarían que, de las cuatro subescalas, la toma de
perspectiva es la que presenta valores más bajos de confiabilidad, si bien dentro de lo
aceptables.
Las correlaciones entre las subescalas del IERQ arrojan, a nivel general, que se trataría
de constructos afines. En ambas muestras se han encontrado correlaciones positivas entre
débiles y moderadas entre las subescalas, lo cual habla de la asociación que existe, pero también
del hecho de que no evalúan exactamente los mismos constructos, sino que solamente
presentan cierto solapamiento en su varianza (estimable debido a que todas son estrategias de
regulación emocional interpersonal). La única relación que ha aparecido como
consistentemente moderada en ambas muestras ha sido aquella entre el modelamiento social y
la toma de perspectiva, es decir, la tendencia a buscar a otros para que nos ofrezcan una mirada
distinta a la propia (colaboren en la reevaluación), y la tendencia a buscar a otros para que nos
ofrezcan pistas sobre qué hacer en ciertas situaciones. Estas relaciones son consistentes con la
teoría (Barthel et al., 2018; Hofmann et al., 2016) ya que ambas estrategias implican el recurrir
a otros con un fin informacional, es decir, que nos ofrezcan conocimiento distinto al que se
posee para gestionar el afecto. Este contenido es distinto al de la escala apaciguamiento, que
está más vinculado con el ofrecimiento de tranquilidad y al de realzamiento de emociones
positivas que está asociado a afectos hedónicamente placenteros.
En lo que respecta a los análisis de validez convergente, se encuentra que las distintas
escalas del IERQ correlacionan de manera diferencial con otras medidas de regulación
107
emocional ampliamente utilizadas, aunque éstas son en su totalidad débil reflejando que, por
más que son conceptos afines, los constructos medidos por el IERQ hacen un aporte singular
y diferenciable a la comprensión del fenómeno de la regulación emocional. Esto contrasta, a
nivel general, con lo hallado en otros estudios donde las convergencias con otros constructos
tuvieron una fuerza mayor (Abasi et al., 2023; Hofmann et al., 2016; Pruessner et al., 2019).
Al analizar las correlaciones específicas se encuentra que el modelamiento social y el
apaciguamiento presentan patrones de correlaciones que son similares, correlacionando
positivamente de manera débil con el total de las dificultades en regulación emocional y
negativamente con la tendencia a la supresión emocional. Estas correlaciones son
significativas, ya que parecería que existe cierta asociación – aunque débil - entre el uso de
estas estrategias y las dificultades en la regulación emocional, lo cual implica que las personas
que presentan dificultades podrían recurrir más frecuentemente a estas estrategias algo que, en
línea con Hofmann (2014) podría implicar alivio a corto plazo, pero ser un mantenedor del
malestar a largo plazo. Dichas relaciones son coherentes con las encontradas en diversos
estudios (Abasi et al.., 2023; Gokdag et al., 2019; Hofmann et al., 2016; Koc et al., 2019;
Messina et al., 2022; Sarisoy & Gengoz, 2020). A su vez, es interesante el hecho de que ambas
se asocian negativamente con la supresión emocional, es decir, que, a mayor tendencia de uso
de las mismas, menor tendencia a la supresión. Esto implicaría que el recurrir a estas estrategias
se asocia con que la persona no suprima sus emociones, lo que congruente teóricamente en
tanto, el recurrir a otros voluntariamente para gestionar los estados emocionales, es necesario
que las mismas puedan ocurrir, lo cual también se manifiesta en la correlación negativa con los
problemas en la consciencia emocional. Esta relación con la supresión es similar a lo
encontrado en otros estudios para el modelamiento social (Abasi et al., 2023; Koc et al., 2019;
Pruesber et al., 2019) y el apaciguamiento (Abasi et al., 2023).
Los patrones de correlación de la toma de perspectiva son menos claros que los antes
mencionados. La tendencia a buscar a otros para tener otras perspectivas de lo que ocurre
correlaciona positivamente con los problemas en la aceptación y claridad emocional, así como
con la tendencia al empeoramiento emocional de otros. Las primeras dos correlaciones son
conceptualmente claras, ya que tanto la aceptación como la claridad implican variables
mayormente cognitivas (es decir, problemas en aceptar la emoción a nivel cognitivo y
dificultades para discriminar cognitivamente el estado emocional), que pueden ser vinculables
con el beneficio que puede traer el recurrir a otros para que nos ofrezcan perspectivas distintas
(p.ej., “hay cosas peores” o “no estás tan mal”). Es por esto que sería entendible que quienes
tienen este tipo de dificultades a su vez adhieran a esta estrategia. Estos vínculos no son
108
encontrados en otros estudios de adaptación si bien en otros estudios se han hallado vínculos
entre la toma de perspectiva y el total de dificultades en la regulación emocional (Abasi et al.,
2023; Hofmann et al., 2016; Sarisoy & Gengoz, 2020).
En lo que respecta a las correlaciones de la escala realzamiento de emociones positivas,
se encuentra que éstas son consistentes con el contenido de la escala, presentando correlaciones
con constructos que tienden a vincularse con afecto positivo como es la tendencia a la
reevaluación cognitiva (siendo la única subescala que correlaciona con la misma) y la tendencia
a mejorar el afecto de otros (siendo la escala que presenta una correlación más fuerte de todas
las estudiadas). En tanto esta escala se vincula con afecto positivo y las otras dos traen consigo
esta misma connotación, es esperable que exista dicha correlación. La relación con la
reevaluación ha sido consistentemente encontrada en diversos estudios (Abasi et al., 2023;
Godkag et al., 2019; Hofmann et al., 2016; Koc et al., 2019; Messina et al., 2022; Pruessner et
al., 2019).
Finalmente, se destaca que se han encontrado correlaciones significativas entre casi
todas las tendencias evaluadas por el IERQ y la tendencia a mejorar y empeorar el afecto tal
cual son medidas por el EROS (se exceptúa el vínculo entre toma de perspectiva y
mejoramiento ya que fue no significativo). Este vínculo era esperado ya que ambos son
conceptos dentro del mismo paraguas de regulación interpersonal, lo cual podría apuntar a que
aquellas personas que adhieren más fuertemente a buscar a otros para manejar sus estados
emocionales a su vez tienen una tendencia mayor a incidir interpersonalmente en los estados
emocionales de otros. Podría pensarse que esta información sustenta también la naturaleza
interactiva de la REI, en la que el mismo objeto de regulación que busca al otro para regularse,
a su vez incide sobre las emociones del regulador, representando un proceso iterativo de idas
y vueltas. Estos vínculos son consistentes con los encontrados por Hofmann et al., (2016).
A nivel general, los vínculos entre las distintas escalas de regulación emocional con el
IERQ aportan a la hipótesis de Zaki y Williams (2013) que los procesos de regulación mediante
recursos propios e interpersonales, así como la regulación del afecto de otros, se ponen en
marcha de manera simultánea.
Tomando todos estos datos en conjunto parecería que el IERQ es una escala con una
estructura interna que se replica en contextos culturales diferentes al de su desarrollo y
particularmente en el contexto uruguayo tanto en una muestra de población universitaria como
de población general. A su vez, la evidencia sobre su confiabilidad indicaría que evalúa de
manera adecuada aquellos constructos que dice evaluar.
109
Tras analizar los primeros dos objetivos, que se enfocan en aspectos más generales de
esta investigación y en requerimientos para abordar los aspectos centrales de esta tesis, es
posible avanzar a los objetivos más centrales de esta tesis. El resto de los resultados que serán
discutidos se han centrado en estudiar el vínculo entre la REI evaluada por el IERQ y la
sintomatología ansiosa y depresiva, así como el estudio de la interacción entre el IERQ y las
dificultades en regulación emocional en la explicación de dicha sintomatología.
Analizando el más simple de los vínculos estudiados, la correlación, se puede referir a
los resultados de los cálculos de correlación entre el IERQ y la sintomatología ansiosa y
depresiva tal cual es evaluada por el DASS-21. En primer lugar, debe señalarse que en este
estudio las relaciones fueron mayormente débiles mientras que en otros estudios (Abasi et al.,
2023; Hofmann et al., 2016) las relaciones eran de mayor fuerza. Es importante destacar que
si bien las mismas son débiles o insignificantes (dependiendo de los puntos de corte que se
consideren), son consistentes con la teoría (Hofmann, 2014). A su vez, es interesante notar que
mientras los estudios previos encontraron, en su mayoría, vínculos positivos entre las escalas
y la sintomatología (Abasi et al., 2023; Gokdag et al., 2019; Hofmann et al., 2016; Ray-Yol et
al., 2022), este estudio ha encontrado correlaciones negativas entre ambos.
En segundo lugar, destacamos que solamente se han encontrado vínculos entre la toma
de perspectiva y el modelamiento social y ambos grupos sintomáticos. En lo que respecta al
modelamiento social, el hallazgo de su vínculo negativo con depresión es congruente con lo
planteado por diversos autores (Abasi et al., 2023; Altan-Atalay & Ray-Yol, 2021; Chan &
Rawana, 2021), pero contrasta con lo encontrado por Hofmann et al. (2016) quienes observaron
un vínculo positivo. El vínculo positivo que hallamos entre el modelamiento social y la
ansiedad contrasta con lo encontrado por ambos estudios (Abasi et al., 2023; Chan & Rawana,
2021; Hofmann et al., 2016) que plantean que, a mayor sintomatología, mayor adherencia a
110
esta estrategia. En cambio, en nuestra muestra, parecería que la mayor adherencia a estas
estrategias se asocia con un menor reporte de sintomatología. Conceptualmente esto sería
coherente ya que el que otros nos indiquen cómo podríamos manejar nuestras emociones en
ciertas situaciones podría servir como una estrategia que favorezca la regulación emocional y
se asocie con menor sintomatología a corto plazo.
Al considerar el vínculo entre toma de perspectiva y esta sintomatología, se encuentra
que, en la literatura, su vínculo con los síntomas internalizantes no es tan claro siendo que
algunos estudios hallan asociaciones negativas entre síntomas y toma de perspectiva (Koc et
al., 2019), mientras que otros reportan vínculos positivos (Hofmann et al., 2016). Estas
asociaciones son consistentes con la teoría, ya que la terapia cognitiva (Beck et al., 1979; Clark
& Beck, 2010) sostiene que tanto la ansiedad como la depresión se asocian a cogniciones
distorsionadas manifiestas tanto en creencias centrales negativas como en la tendencia a
distorsionar la información entrante. Por esta razón es que consideramos que la correlación
negativa encontrada, en línea con Koc et al. (2019), es coherente con el hecho de que recibir
miradas alternativas de otras personas puede oficiar como reestructurador de cogniciones
negativas propias. Por lo tanto, el recibir estas perspectivas alternativas menos negativas y
catastróficas (p.ej., “no estás tan mal” o “hay gente que está peor”) podría implicar una menor
adherencia a ciertas creencias negativas que sostienen los síntomas y, por tanto, asociarse a
menor sintomatología.
En tercer lugar, se destaca el hecho de que no se han encontrado vínculos con las escalas
apaciguamiento e intensificación o realzamiento de emociones positivas. En lo que respecta al
apaciguamiento, la ausencia de vínculos es llamativa ya que se trata de una de las escalas que
la literatura más consistentemente asocia a la sintomatología internalizante (Abasi et al., 2023;
Altan-Atalay & Ray-Yol, 2021; Chan & Rawana, 2001; Gokdag et al., 2019; Gokdag &
Naldoken, 2021; Hofmann et al., 2016; Ray-Yol et al., 2022). La ausencia de vínculos puede
ser entendida tanto desde la perspectiva de que se trate de particularidades en nuestra muestra
o que refleje que las tendencias que se cumplen en otras culturas no se cumplen en la población
uruguaya. Podría ser que las personas con mayor sintomatología no tiendan a buscar a otros
para que les tranquilicen, sino que recurran a otras estrategias (personales o interpersonales)
que explican mejor su comportamiento. Es necesario que futuros estudios analicen esta
relación. En lo que respecta al realzamiento de emociones positivas, la ausencia de vínculos
era más anticipada ya que mientras las otras escalas refieren a emociones negativas, esta refiere
a emociones positivas lo cual podría explicar la ausencia de vínculos. A su vez, los antecedentes
revisados plantean que en algunos estudios se han hallado vínculos entre esta escala y
111
sintomatología internalizante pero los mismos suelen ser débiles o insignificantes y han
aparecido tanto en dirección negativa (Koc et al., 2019; Pruessner et al., 2019) como positiva
(Abasi et al., 2023), pudiendo tratarse de hallazgos espurios y no de relaciones válidas.
Considerando el segundo de los vínculos estudiados, donde se estudia el rol predictor
de la sintomatología ansiosa y depresiva que tienen las estrategias de REI vinculadas con
emociones negativas, se encuentra una tendencia similar a la obtenida en las correlaciones
donde tanto el modelamiento social como la toma de perspectiva serían variables que predicen
en un nivel muy pequeño la varianza de la sintomatología ansiosa y depresiva (en todos los
casos, el R2 < .05). Para todos los modelos estudiados, el aumento de los valores en las
estrategias interpersonales se asociaba a una disminución en los puntajes de ansiedad y de
depresión. No se han encontrado publicaciones que hayan estudiado este vínculo más que la de
Altan-Atalay y Saritas-Atalar (2019), quienes encontraron una predicción en sentido positivo
(mayor uso de las estrategias, mayor sintomatología) con coeficientes de regresión muy bajos
(b < 0.1), en población general turca.
Es importante señalar que, si bien las varianzas explicadas por estas variables son
cercanas a ser insignificantes, las mismas son estadísticamente significativas y pueden implicar
un cambio que, si bien pequeño, en términos reales puede ser importante. Por más que
cuantitativamente se trata de un valor pequeño, subjetivamente esta varianza puede tener
efectos altamente significativos. A su vez, como las personas no contamos con una única
estrategia de regulación emocional y que las personas con mejores habilidades son aquellas
que presentan repertorios amplios y flexibles de estrategias, es esperable que una única
estrategia no genere una variación importante en el puntaje total ya que son muchas estrategias
usadas de manera simultánea o secuencial las que explicarían la eventual varianza en estas
variables.
Los cálculos de regresión jerárquica ofrecen una mirada que complejiza lo antes
expresado sobre el efecto individual de las distintas estrategias ya que considera todas las
estrategias en simultáneo, por un lado, y, por otro, muestran el efecto que tienen las estrategias
de regulación emocional interpersonal una vez que se ha controlado el efecto que tiene la
desregulación emocional sobre estos grupos sintomatológicos. Los hallazgos permiten ver
cómo el efecto de las distintas estrategias interpersonales sobre la sintomatología ansiosa no es
significativo, no generando, su inclusión, un aumento sustancial en la varianza explicada. El
hecho de que las variables por separado posean un poder explicativo, pero que este se pierda
cuando se toma en consideración la desregulación parece apuntar a que la explicación que
realizan es a partir de elementos que comparten con la desregulación emocional, no pareciendo
112
técnica utilizada que quizás sí tienen un aporte por encima de la desregulación en la explicación
de la sintomatología ansiosa.
Más allá de este rol potencialmente favorable que pudieran tener estas estrategias en la
mitigación de la sintomatología ansiosa y depresiva, es importante tener en cuenta que se ha
evaluado la relación entre ambas variables en un único tiempo y no se ha podido ver cómo las
mediciones de estas tendencias generales tienen un efecto en distintos momentos futuros, lo
cual podría arrojar datos distintos a los encontrados. Esto es especialmente importante si se
toma en consideración lo planteado por Hofmann (2014), quien sugiere que estas tendencias
comportamentales pueden ser reiteradas por las personas ya que traen un alivio a corto plazo,
pero a largo plazo podrían operar como un factor de mantenimiento. Esto ocurriría
principalmente porque al descansar la regulación sobre otras personas, la persona no afina sus
propias estrategias regulatorias. Tomando al modelamiento social, esto podría implicar que la
persona espera que otros le indiquen como manejar sus afectos de la mejor manera en lugar de
recurrir a la propia experiencia previa o a un análisis contextual de la mejor estrategia posible.
En el caso de la toma de perspectiva, si uno recurre de manera sistemática a otros para que
ofrezcan una mirada alternativa, la persona podría no desarrollar la capacidad interna de mirar
a las situaciones evocadoras de emociones de maneras alternativas.
procesos que han identificado estos autores, el profundizar sobre los distintos tipos y
subprocesos que la componen colabora al objetivo general de este nuevo enfoque. Este estudio
se enmarca, entonces, en esta perspectiva e implica un aporte novedoso – y por lo tanto
exploratorio – de las relaciones antes mencionadas.
La primera de las relaciones estudiadas implicaba un vínculo entre la desregulación
emocional como tendencia general y las tres estrategias de regulación emocional interpersonal
consideradas del IERQ, analizando si dichas estrategias explican parcial o completamente el
efecto que la desregulación emocional tiene sobre la sintomatología ansiosa y depresiva. Esto
implica, básicamente, el análisis de si dichas estrategias median en la relación desregulación-
sintomatología y el grado de varianza que las mismas explican.
Lo primero a destacar de los análisis es que se comprueba el efecto que tienen las
dificultades en la regulación emocional en la explicación de la varianza de la sintomatología
ansiosa y depresiva, si bien no se comprueba que dicho efecto sea mediado por las distintas
estrategias de regulación emocional interpersonal. Esto confirma en nuestra muestra lo
planteado en la literatura sobre el vínculo desregulación-síntomas (Hostinar & Cichetti, 2020),
siendo que explica más del 30% de la varianza de la sintomatología ansiosa (R2 =.34) y más
del 40% de la sintomatología depresiva (R2=.43).
Conceptualmente, estos resultados apuntan a que los niveles totales en las dificultades
de regulación emocional explican en cierta medida los cambios en la sintomatología, siendo
que a mayores niveles de problemas de regulación se vinculan con mayor sintomatología. Sin
embargo, parecería ser que este efecto no se da ni parcial ni totalmente a través de las estrategias
de apaciguamiento, modelamiento social o toma de perspectiva. Este dato parecería sugerir que
las estrategias interpersonales no representan los mecanismos mediadores a través de los cuales
se puede explicar el efecto que la desregulación emocional tiene sobre la sintomatología
ansiosa o depresiva.
Este dato es interesante porque los cálculos de regresión lineal realizados entre las
estrategias de REI y la sintomatología arrojaban que la toma de perspectiva y el modelamiento
social predecían de manera estadísticamente significativa cierta varianza de la ansiedad y a la
depresión. Tomando ambas conclusiones en conjunto se puede estimar que, si bien estas
variables predicen – de manera diferencial – cierto grado de sintomatología ansiosa y
depresiva, no parece cumplirse un proceso en el que el efecto de la desregulación más estable
lleva a la sintomatología porque existen determinados niveles en estas estrategias, en cambio,
su efecto parecería ser relativamente independiente tal que las estrategias de REI tienen un
efecto muy inferior al que tiene la desregulación.
115
Debe tenerse en cuenta que no es posible concluir que la REI no media esta relación,
sino que debe subrayarse que la conclusión se reduce a las estrategias estudiadas. Es posible,
como se mencionó anteriormente, que existan otras tendencias conductuales que las personas
en el contexto cultural uruguayo utilizan más frecuentemente cuando presentan niveles altos
de desregulación y sirvan como variables mediadoras.
Siendo que este estudio es, a conocimiento del autor, el primero que ha abordado estas
cuestiones, es necesario presentar los resultados de manera cautelosa y proponerlos como
análisis exploratorios. Será necesario contar con futuros estudios que puedan reafirmar o
corregir lo propuesto.
El último de los resultados que se discutirán son los referidos a la moderación. Estos
análisis permiten identificar si el efecto de la desregulación emocional sobre los síntomas
emocionales varía de acuerdo a los valores de las distintas estrategias de regulación emocional,
es decir, si el hecho de utilizar en mayor o menor grado ciertas estrategias acentúa o disminuye
los niveles de sintomatología en personas con dificultades regulatorias altas, medias y bajas.
Previo a la discusión de estos resultados es esencial destacar que el cálculo fue realizado
tomando a la desregulación emocional como variable predictora y a las estrategias como
variables moderadoras. Esto se debe a que se siguen las propuestas del marco teórico donde las
habilidades de regulación emocional – y por ende las dificultades en las mismas – conllevan a
la elección de ciertas estrategias en particular (Gratz et al., 2018).
A nivel general, se encuentra que, al considerar la depresión, la toma de perspectiva y
el modelamiento social moderan la relación entre la desregulación emocional y la
sintomatología de modo que en la medida que aumentan los niveles de estas estrategias se
atenúa dicha relación. Por otro lado, se encuentra que la tendencia a buscar a otros para
apaciguamiento y modelamiento social parece moderar la relación entre la desregulación y la
ansiedad, siendo que mayores niveles de estas estrategias atenúan dicha relación. A nivel
general, lo primero que puede encontrarse es que dichas relaciones son estadísticamente
significativas, pero con un aporte muy bajo en términos de varianza explicada. Esto podría
deberse a que se está estudiando población general donde la presencia de la sintomatología es
baja y podría deberse también a dificultades en el cumplimiento de algunos de los supuestos
de la moderación lo cual podría llevar a la mala estimación de los coeficientes de regresión
(Erns & Albers, 2017).
116
Limitaciones
Los aportes antes expuestos deben interpretarse bajo la luz de ciertas limitaciones.
En lo que refiere a las muestras estudiadas, se encuentra que ambas presentan ciertas
características que pueden influir en la generalización de los resultados. Por un lado, se
118
encuentra que ambas presentan sesgos en torno a género (contando con menos de 20% de
hombres en ambas muestras) y en relación al nivel educativo, en tanto hay una muestra
específica de universitarios y la otra muestra presenta un alto número de personas universitarias
si bien no representan el total de la muestra. Estos sesgos pueden ser producto del haber
utilizado un muestreo no probabilístico y una forma de reclutamiento en el segundo estudio
que implicó bola de nieve y reclutamiento mediante las redes sociales de la universidad, lo cual
puede haber repercutido en que la mayoría de las personas que contestaron estuvieran
vinculadas a la universidad. Una consecuencia de este hecho puede ser que no exista una
representatividad clara de las poblaciones que se busca estudiar y que las conclusiones que se
toman puedan no llegar a cumplirse para la población uruguaya en general. Estas limitaciones
en torno a las poblaciones estudiadas son consistentes con las limitaciones presentes en la
investigación en general sobre el tema donde predominan muestras con un alto número de
participantes mujeres y un uso amplio de poblaciones universitarias o muestras con un número
importante de universitarios.
Adicionalmente, el hecho de no haber evaluado puntualmente personas de población
clínica para realizar los análisis de regresión, mediación y moderación puede haber contribuido
a los bajos tamaños del efecto reportados y a que no se hayan cumplido claramente los
supuestos de estos cálculos en tanto las distribuciones no se aproximaban a la normalidad. Sería
interesante ver si estas conclusiones se replican al considerar poblaciones que cuentan con una
incidencia sintomatológica mayor y si existe mayor dispersión en las respuestas.
En lo que respecta a los análisis estadísticos realizados, es importante tener en cuenta
que los cálculos de moderación y mediación se sostienen en cálculos de regresión lineal y estos
tienen una serie de supuestos que al no cumplirse precisamente pueden llevar a errores en la
estimación. Si bien estos supuestos fueron cumplidos mayormente y corregidos cuando no se
cumplían los mismos, es posible que la estimación no fuera tan precisa como cuando se
cumplen claramente dichos supuestos. Este hecho es inherente al estudio de la sintomatología
en población general, ya que se espera que exista una mayor tendencia a valores bajos y menor
presencia de valores elevados. El haber realizado los cálculos a pesar de que este supuesto no
se cumplió de manera clara puede haber contribuido a que los resultados no sean del todo
fiables al aumento del posible error de tipo I en las conclusiones y resultados, si bien favoreció
la interpretabilidad de los datos y arrojó resultados consistentes con la teoría. A su vez, sería
relevante estudiar si existen relaciones no lineales entre la escala apaciguamiento y la
sintomatología, algo que no fue evaluado en el estudio actual y podría contribuir a entender si
efectivamente no existe vínculo o si el mismo es de otra naturaleza.
119
Líneas futuras
Al considerar los aportes, las limitaciones y el estado del arte de la investigación sobre
la regulación emocional interpersonal se plantean en el siguiente apartado posibles líneas de
investigación que aparecen como relevantes.
120
medidas y el aporte que cada una hace para explicar fenómenos de interés, como la
sintomatología. Sería interesante, por ejemplo, ver si la efectividad percibida o la frecuencia
de uso moderan y median en las relaciones estudiadas siendo que no refieren a tendencias
conductuales específicas sino a tendencias generales. Por otra parte, considerando que los
procesos de REI tienen potencialmente variaciones y particularidades culturales, sería
interesante ver si estudios de tipo más cualitativo encuentran que hay otras estrategias distintas
a las del IERQ que pueden ser más explicativas en población uruguaya.
Como punto final de esta discusión se hará en las implicaciones para la clínica que
podrían vincularse con los resultados de esta tesis. Es necesario subrayar que algunas de estas
implicaciones surgen directamente de los resultados encontrados y otras a partir de la
integración de la literatura que se hizo en el marco teórico.
En línea con lo planteado anteriormente, la regulación emocional representa un factor
ampliamente estudiado desde una perspectiva transdiagnóstica y desde la psicoterapia basada
en procesos (Hayes & Hofmann, 2018), encontrándose asociaciones diversas con la salud
mental (Kraiss et al., 2020; Scheppes et al., 2015). Es por esto que el estudio de la vertiente
interpersonal de este fenómeno aporta, potencialmente, a esta área de interés de la psicología
(Dalgleish et al., 2020). Las implicaciones se dividirán en las vinculadas con los tratamientos
e intervenciones, las asociadas a la formulación clínica y aquellas vinculadas con las sesiones
de psicoterapia en sí mismas. Es importante señalar el aspecto hipotético de estas
implicaciones, ya que se trata de resultados preliminares.
Considerando lo que ofrecen estos conceptos y estos resultados al campo de las
intervenciones psicológicas, encontramos que estas variables inciden en la modulación de la
sintomatología internalizante, y, por lo tanto, podrían ser parte de los objetivos de tratamientos.
Por tanto, se desprende que podría ser útil entrenar a los consultantes en estas estrategias para
que puedan usarlas eficazmente, a la vez que es importante evaluar cuándo están operando
como mantenedores. Actualmente, el entrenamiento que hace la terapia dialéctico
comportamental sobre efectividad interpersonal y regulación emocional (Linehan, 2015) ilustra
una forma en que ciertas formas de interactuar con otros pueden promover el bienestar y la
adecuada gestión emocional. Los conceptos dentro de la REI pueden contribuir a la
comprensión de los fenómenos abordados por este enfoque.
122
A su vez, el entrenamiento en estas estrategias podría colaborar a que las personas con
alta desregulación emocional puedan experimentar menor sintomatología, si bien es importante
recordar que, para quienes no presentan desregulación, puede existir un efecto paradójico que
lleve a que experimenten más sintomatología. Una posible explicación puede ser que los otros
cumplen una función distinta para personas con alta y baja desregulación. Para las personas
con alta desregulación, los otros funcionan como reguladores mientras que, para quienes tienen
baja desregulación, con buenas competencias regulatorias, puede ser que el recurrir a los otros
no sea para potenciar los estados emocionales sino para evitar emociones indeseadas. Si esto
fuera así, sería coherente que la sintomatología se presente en mayor nivel ya que la evitación
tiene efectos paradójicos tal que acaba promoviendo el malestar (Hayes & Gifford, 1997).
En línea con esto, es importante tener en cuenta estos conceptos al hacer una
formulación de casos ya que el incorporarlos dentro de las formulaciones abre la puerta a poder
explicitar y comprender cómo ciertas formas de vincularse con otros contribuye al malestar.
Este punto ya está incorporado en los modelos conductuales y cognitivo conductuales de
formulación de caso (Persons & Davidson, 2010), los cuales, además de tomar factores internos
modificables, integran al contexto. Estos resultados podrían servir de evidencia para otros
enfoques que no los integran, como los modelos cognitivos clásicos (Beck, 1991) o
psicoanalíticos (McWilliams, 1999) que se centran fuertemente en variables internas como
creencias centrales negativas o mecanismos de defensa. Puntualmente, nuestra evidencia
indicaría que sería relevante considerar las tres estrategias interpersonales del IERQ ya que
incidirían en la variabilidad de la sintomatología depresiva y ansiosa. Sería interesante que
futuros estudios de intervención puedan evaluar esta relación y ver si las modificaciones en los
niveles de estas estrategias conllevan a una modificación en la sintomatología.
Complementariamente, el hecho de que estas variables interpersonales tengan un peso
en la explicación de la psicopatología y que existen potenciales diferencias culturales en estos
procesos (Liddell & Williams, 2019) subraya la importancia de hacer formulaciones de caso
con sensibilidad cultural. Esto implica tener en cuenta el contexto cultural de origen y actual
para entender las diferencias en la tendencia a recurrir a otras personas para obtener regulación,
la funcionalidad o no de ciertas conductas por parte de otros, y las expectativas por parte del
regulado en torno a otras personas (Ford & Mauss, 2016; Trommsdorff & Heikamp, 2013). La
inclusión de estas variables interpersonales con fuerte peso cultural contribuye a generar
formulación con sensibilidad cultural que empiezan a ser tendencia en la evaluación clínica
(Sperry & Sperry, 2022).
123
Otro contexto en el cual sería interesante tener en cuenta estas variables es en el espacio
psicoterapéutico en sí. Esto aparece como relevante si consideramos que el vínculo terapeuta-
paciente es un intercambio en el que se ponen en juego procesos emocionales como la
regulación emocional personal y, particularmente, la interpersonal. En este intercambio,
muchas veces el paciente demanda asistencia con la regulación de emociones difíciles, siendo
la figura del terapeuta quien ofrece dicha asistencia en consulta. Si bien estas nociones estarían
presentes en muchos enfoques psicoterapéuticos, el marco de la regulación emocional
interpersonal puede ofrecer conceptos y terminología útil (Greenberg & Pascual-Leone, 2006;
Whelton, 2004).
Desde esta óptica, el terapeuta ejercería de regulador por lo que poseer conocimiento
sobre estos procesos permite identificar su ocurrencia, su conveniencia y resultado,
colaborando a que el terapeuta no refuerce conductas que interfieren con la psicoterapia (Allen,
1997). Por ejemplo, si el terapeuta queda estancado en ofrecer apaciguamiento, y el paciente
en el desahogo, es posible que se genere un vínculo que no colabora a que el paciente desarrolle
habilidades personales de regulación y que eventualmente pueda prescindir del terapeuta. Si
bien esta regulación es esperable en las primeras fases de la psicoterapia, a medida que se pasa
de fases más orientadas al cambio, es necesario que el terapeuta promueva oportunidades de
entrenamiento en habilidades y que no se dependa de la regulación extrínseca.
Además de contribuir a que el terapeuta no sea un factor de mantenimiento, el colaborar
a identificar y abandonar algunas de las dinámicas antes mencionadas puede llevar a que
aparezcan otras conductas de regulación emocional más efectiva en el repertorio conductual
del paciente tanto dentro de consulta como fuera de consulta. La promoción, modelamiento y
reforzamiento de este tipo de comportamientos es, desde las teorías conductuales
contemporáneas como la psicoterapia analítico funcional, un objetivo central de la psicoterapia
(Kohlenberg & Tsai, 2021).
Como último punto, resulta para la psicoterapia considerar las razones por las cuales se
ejerce la regulación extrínseca. Si se piensa que, naturalmente, las emociones de otros generan
estados emocionales en uno mismo, es posible que se busque regular a otros para reducir la
propia experiencia emocional displacentera (Zaki, 2020). En esta línea, es importante que la
regulación extrínseca en la psicoterapia persiga los objetivos del paciente y no los deseos del
psicoterapeuta de reducir su malestar o de reducir el sufrimiento del otro de manera
paternalista. Si se actúan estos impulsos se corre el riesgo de bloquear la experiencia de
malestar, que puede ser la vía para el procesamiento de vivencias difíciles (Foa et al., 2006).
Esto podría observarse, por ejemplo, en la terapia de exposición ya que busca que el cliente se
124
confronte con algo temido y que aumente su malestar para generar habituación y nuevos
aprendizajes (Miltenberger, 2017). La REI aparece tanto desde la perspectiva del terapeuta
cuando hay un empeoramiento del afecto del paciente (al exponerlo) y si surgen impulsos de
cortar prematuramente la exposición para evitar el sufrimiento propio o del paciente.
125
Capítulo 9
Conclusiones
escalas para evaluar REI extrínseca, la traducción de esta escala representa un aporte sustantivo
para continuar el desarrollo de la investigación en español sobre este tema. Los estudios
realizados utilizando dos muestras distintas reflejan que la estructura factorial de la escala se
replica con buen ajuste tal como lo hace en otros contextos culturales, presentando además
adecuadas propiedades psicométricas que permiten afirmar que la escala evaluaría de manera
adecuada aquello que dice que evaluar. Será importante que futuros estudios repliquen estos
resultados en población clínica y en otras poblaciones específicas relevantes.
En lo que respecta al vínculo entre las escalas del IERQ y la sintomatología emocional
(depresiva y ansiosa), se han hallado vínculos significativos en sentido negativo – aunque de
bajo efecto – entre ambos grupos sintomáticos y las estrategias de búsqueda de otros para
obtener una perspectiva distinta (“toma de perspectiva”) y para obtener información sobre
cómo manejar estados emocionales negativos (“modelamiento social”). Es interesante que, si
bien al tomar estas variables por separado hay un efecto significativo tanto para la
sintomatología ansiosa como la depresiva, una vez que se controla el efecto de la desregulación
emocional personal, la toma de perspectiva y modelamiento social solo resultan relevantes en
la explicación de la depresión y no de la ansiedad. Estos hallazgos implican una contribución
interesante ya que abre la puerta a pensar que quizás podría ser interesante estudiar si el
entrenamiento en estas estrategias puede conllevar a la disminución en esta sintomatología,
quedando estos constructos como potenciales dianas de tratamiento. A su vez, queda abierta la
puerta para encontrar si existen otras estrategias interpersonales que puedan vincularse con la
sintomatología ansiosa.
Otro de los aportes significativos de este trabajo se da en torno al estudio de las
interacciones entre la RE personal e interpersonal en la explicación de la sintomatología ansiosa
y depresiva. Los estudios de mediación contribuyen a la comprensión de esta interacción en
tanto sugieren que el efecto de la desregulación emocional sobre la sintomatología no parece
darse a través del uso de ciertas estrategias interpersonal, es decir, no está mediada por las
mismas. De modo que, si bien tanto la desregulación como las estrategias de toma de
perspectiva y modelamiento social explican la variación de la sintomatología (es decir, la
predicen), no existe una interacción de tipo mediación en dicha explicación. En otras palabras,
de acuerdo con estos resultados, parecería ser que no podría afirmarse que el efecto que la
desregulación personal disposicional tiene sobre la sintomatología sea porque se utilicen ciertas
estrategias de regulación emocional interpersonal.
Por otra parte, el estudio de la interacción mediante cálculos de moderación muestra
que: (i) el modelamiento social modera la relación entre la desregulación y la sintomatología
127
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149
Apéndices
150
Femenino Edad
Sexo
Masculino Nacionalidad
Estado Soltero
Situación Trabajador dependiente
Civil Casado
Laboral
(marque En concubinato Trabajador independiente
(Marque con
con una Viudo No trabaja
una cruz)
cruz) Divorciado Amo/a de casa
IERQ
A continuación, encontrará una lista de afirmaciones que describen cómo las personas recurren a otros para
regular sus emociones. Por favor, marque con un círculo cuán cierta es para usted cada afirmación utilizando la
siguiente escala:
1 2 3 4 5
No es cierto para Moderadamente Bastante Totalmente
Un poco cierto
mí en absoluto Cierto Cierto cierto para mi
1 Me hace sentir mejor saber cómo otras personas manejan sus emociones. 1 2 3 4 5
Me ayuda a lidiar con la tristeza que otros me hagan ver que las cosas no son tan malas
2 1 2 3 4 5
como parecen.
3 Me gusta estar con otras personas cuando estoy contento para compartir mi alegría. 1 2 3 4 5
4 Busco a otras personas para que me ofrezcan compasión cuando me siento mal. 1 2 3 4 5
Escuchar lo que piensan otras personas sobre cómo manejar las cosas, me ayuda cuando
5 1 2 3 4 5
estoy preocupado.
6 Estar en presencia de ciertas personas se siente bien cuando estoy muy contento. 1 2 3 4 5
Que otras personas me recuerden que hay otros que están peor que yo me ayuda cuando
7 1 2 3 4 5
me siento mal.
Me gusta estar junto a otros cuando me siento bien porque aumenta los sentimientos
8 1 2 3 4 5
positivos.
Cuando me siento mal, me hace sentir mejor que otras personas me hagan ver que las
10 1 2 3 4 5
cosas podrían ser mucho peores.
11 Ver cómo otros manejarían la misma situación me ayuda cuando estoy frustrado. 1 2 3 4 5
16 Busco a otras personas cuando estoy deprimido para saber que soy querido. 1 2 3 4 5
17 Tener gente que me diga que no me preocupe puede calmarme cuando estoy ansioso. 1 2 3 4 5
18 Cuando estoy muy feliz busco a otras personas para ponerlas contentas. 1 2 3 4 5
20 Si me siento mal, me gusta saber qué harían otras personas si estuvieran en mi situación. 1 2 3 4 5
152
ERQ
Queremos hacerle varias preguntas sobre su vida emocional, particularmente sobre como Ud. Controla
(regula y maneja) sus emociones. Estamos interesados en dos aspectos de su vida emocional: uno es su experiencia
emocional, o sea, cómo se siente Ud. (por adentro). El otro es su expresión emocional, o cómo Ud. Muestra sus
emociones: la manera en que habla usa gestos o se comporta. Aunque algunas de las siguientes preguntas pueden
parecer similares entre sí, hay diferencias importantes. Le pedimos que use la siguiente escala en sus respuestas a
cada ítem, contestando en el espacio asignado al lado de cada una de las cuestiones
Cuando quiero reducir mis emociones negativas (p.ej., tristeza, enfado), cambio el
3 1 2 3 4 5 6 7
tema sobre el que estoy pensando.
Indica en qué medida has usado las siguientes conductas para influenciar y cambiar las emociones de
otras personas en las últimas dos semanas:
1 2 3 4 5
La mayoría de las
Casi nunca Algunas veces La mitad de las veces Casi siempre
veces
DERS
Por favor, indica cuántas veces te pasan las siguientes afirmaciones. Marca en cada frase el número
correspondiente con una cruz, según la escala que aparece a continuación
1 2 3 4 5
La mitad de las La mayoría de las
Casi nunca Algunas veces Casi siempre
veces veces
DASS-21
Por favor lea las siguientes afirmaciones y coloque un círculo alrededor de un número (0, 1, 2, 3) que
indica cuánto esta afirmación le aplicó a usted durante la semana pasada. No hay respuestas correctas o
incorrectas. No tome demasiado tiempo para contestar.
0 1 2 3
Me aplicó un poco, u
Me aplicó bastante, o durante Me aplicó mucho, o la
No me aplicó durante parte del
una buena parte del tiempo mayor parte del tiempo
tiempo
6 Estaba preocupado por situaciones en las cuales podía tener pánico o en las que podría 0 1 2 3
hacer el ridículo
7 Sentí que no tenía nada porque vivir 0 1 2 3
12 Sentí los latidos de mi corazón a pesar de no haber hecho ningún esfuerzo físico 0 1 2 3
CONSENTIMIENTO INFORMADO
• El objetivo de este proyecto es evaluar las relaciones existentes entre la regulación emocional
interpersonal (cómo regulamos nuestras emociones mediante el vínculo con otros y cómo
regulamos las emociones de otros) y la regulación emocional intrapersonal (cómo regulamos
nuestras emociones por nosotros mismos).
• El estudio será llevado a cabo por el Lic. en Psicología Alejandro Anselmi, en el marco del doctorado
en Psicología de la Universidad Católica del Uruguay bajo la dirección de la Dra. Soledad Cordero.
• Los datos individuales obtenidos estarán protegidos por la confidencialidad siendo manejados
únicamente con fines de esta investigación.
• Únicamente en caso de encontrarse puntajes altos en los cuestionarios que evalúan ansiedad y
depresión, podré ser contactado al número de contacto en el presente consentimiento informado y
se me ofrecerán posibles servicios de atención psicológica donde podré consultar.
• Podré participar en una instancia de devolución general de los resultados así como un taller de
entrenamiento en habilidades de regulación emocional.
157
• Esta investigación fue aprobada por el Comité de Ética de Investigación de la Universidad Católica
del Uruguay (http://www.ucu.edu.uy/comite_etica) y fue avalada por la Vicerrectoría de Programas
Académicos.
Acepto ser contactado para participar en la presentación de los resultados y el taller sobre
regulación emocional
Tomando la evaluación de los supuestos del modelo que tiene al modelamiento social
como predictor y a la depresión como variable dependiente, la prueba de relación lineal arroja
resultados que confirman que las variables pueden ser relacionadas de manera lineal (F (20, 372)
= 12.408, p < .000). Por otra parte, la a prueba de normalidad de Shapiro-Wilk utilizada para
evaluar la distribución normal de los residuales arrojó que los mismos no se ajustan a la
distribución normal (W= 0.866, p < .000). A su vez, la prueba de Durbin-Watson para evaluar
la independencia entre los errores confirma el supuesto (Durbin-Watson = 1.922). Finalmente,
la prueba Breusch-Pagan para evaluar heterocedasticidad arrojó que el supuesto de
homocedasticidad no se cumple (Χ2 (1, 393) = 38.371, p < .000).
Al evaluar los supuestos del modelo que tiene al modelamiento social como predictor
y a la ansiedad como variable dependiente, la prueba de relación lineal arroja resultados que
confirman que las variables pueden ser relacionadas de manera lineal (F (20, 372) = 5.106, p =
.024). Por otra parte, la a prueba de normalidad de Shapiro-Wilk utilizada para evaluar la
distribución normal de los residuales arrojó que los mismos no se ajustan a la distribución
normal (W = 0.829, p < .000). A su vez, la prueba de Durbin-Watson para evaluar la
independencia entre los errores confirma el supuesto (Durbin-Watson = 2.036). Finalmente, la
prueba Breush-Pagan para evaluar heterocedasticidad arrojó que el supuesto de
homocedasticidad no se cumple (Χ2 (1, 393) = 20.105, p < .000).
confirman que las variables pueden ser relacionadas de manera lineal (F (20, 372) = 0.116, p =
.734). Por otra parte, la a prueba de normalidad de Shapiro-Wilk utilizada para evaluar la
distribución normal de los residuales arrojó que los mismos no se ajustan a la distribución
normal (W= 0.815, p < .000). A su vez, la prueba de Durbin-Watson para evaluar la
independencia entre los errores confirma el supuesto (Durbin-Watson = 1.889). Finalmente, la
prueba Breush-Pagan para evaluar heterocedasticidad arrojó que el supuesto de
homocedasticidad se cumple (Χ2 (1, 393) = 0.494, p = .482).
Al evaluar los supuestos del modelo que tiene a la toma de perspectiva como predictora
y a la depresión como variable dependiente, la prueba de relación lineal arroja resultados que
confirman que las variables pueden ser relacionadas de manera lineal (F (18, 374) = 18.240, p =
.000). Por otra parte, la a prueba de normalidad de Shapiro-Wilk utilizada para evaluar la
distribución normal de los residuales arrojó que los mismos no se ajustan a la distribución
normal (W= 0.872, p < .000). A su vez, la prueba de Durbin-Watson para evaluar la
independencia entre los errores confirma el supuesto (Durbin-Watson = 1.881). Finalmente, la
prueba Breush-Pagan para evaluar heterocedasticidad arrojó que el supuesto de
homocedasticidad no se cumple (Χ2 (1, 393) = 40.315, p < .000).
160
Supuestos de moderación
Los cálculos de moderación tuvieron en cuenta los mismos supuestos que las
regresiones lineales simples, considerando además el análisis de outliers y la prueba de
colinealidad. En tanto en la sección anterior ya se han probado los supuestos para todas las
162
variables por separado, los análisis siguientes se centran principalmente en la interacción entre
el predictor y el moderador.
Para este modelo, se encuentra que se cumple el supuesto de la relación lineal para todas
las variables (F (77, 315) = 67.336, p < .000), no se cumple el supuesto de la normalidad en la
distribución de residuales (W= 0.935, p < .000), se cumpliría el supuesto de la independencia
entre los errores (Durbin-Watson = 1.833), no se cumple la homocedasticidad (Χ2 (1, 393) =
83.844, p < .000), se cumple la ausencia de colinealidad (VIFpredictor = 1.009 ;VIFmoderador =
1.058; VIFinteracción= 1.049) y no se encuentran valores atípicos.
Para este modelo, se encuentra que se cumple el supuesto de la relación lineal para todas
las variables (F (61, 331) = 34.441, p < .000), no se cumple el supuesto de la normalidad en la
distribución de residuales (W= 0.911, p < .000), se cumpliría el supuesto de la independencia
163
entre los errores (Durbin-Watson = 2.155), no se cumple la homocedasticidad (Χ2 (1, 393) =
74.540, p < .000), se cumple la ausencia de colinealidad (VIFpredictor = 1.011 ;VIFmoderador =
1.015; VIFinteracción= 1.011) y no se encuentran valores atípicos.