Causas de Retorno Liquido
Causas de Retorno Liquido
Causas de Retorno Liquido
Mala selección de la válvula de expansión. Bulbo sensor y/o igualador externo mal colocado o
dañados.
Evaporador obstruido o escarchado, ventiladores sin funcionar, filtro sucio o aceite dentro del
evaporador, lo que ocasiona un intercambio de calor pobre en el evaporador.
Mal dimensionamiento y diseño de las tuberías y/o trampas de aceite (retornos de refrigerante y/o
aceite incorrectos). ¡Los golpes de líquido también pueden ser por exceso de aceite!
Revisar el buen estado del evaporador (sin obstrucciones por suciedad o congelamiento) y los
ventiladores para asegurar un buen flujo de aire e intercambio de calor.
Son buenas prácticas una secuencia de recolección de refrigerante al apagar el compresor (pump-
down) y la instalación de una válvula de retención “check” en la descarga del compresor.
“Siempre debe analizarse cada compresor que falla. El trabajo de investigación y la información
obtenida indicarán las acciones correctivas a tomar para evitar la repetición de la falla”.
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Causas
Son varias las causas por las que puede estar regresando refrigerante líquido al compresor. Algunas de las
más comunes son:
Hay que notar que los primeros cinco puntos son previsibles, ya que se deben a una mala selección, mala
instalación o mal ajuste de las válvulas, y a falta de mantenimiento o de inspección del sistema. El último
punto no es previsible o controlable. Algunos tipos de sistemas permitirán periódicamente que regrese
demasiado líquido al compresor.
Efectos
Los daños que puede sufrir un compresor por el regreso de refrigerante o aceite líquidos son varios, y
dependen de la cantidad de líquido que le esté llegando. Quizás el más grave es el «Golpe de Líquido».
Como ya se mencionó, los líquidos no se comprimen; los compre-sores para refrigeración están diseñados
para comprimir vapor. Si es excesiva la cantidad de líquido que entra al cilindro a través de la línea de
succión, el pistón en su carrera ascendente, golpeará este líquido contra la válvula o plato de descarga,
produciendo un efecto como el de un gato hidráulico. Este tremendo golpe puede dañar las válvulas de
descarga, los pistones, las bielas y hasta el cigüeñal; causando desde dobleces hasta la ruptura.
Por otra parte, el exceso de refrigerante líquido que retorna al compresor diluye el aceite, disminuyendo
sus propiedades lubricantes, y causando daños por mala lubricación en cojinetes y otras partes móviles.
En algunos casos, se pierde completamente el aceite del cárter.
La presencia de refrigerante líquido en el aceite, también puede ocasionar que el interruptor de presión de
aceite se dispare por baja presión, aun cuando el nivel de aceite en el cárter del compresor esté alto. Esto
se debe a que al arrancar el compresor, se presenta una repentina baja de presión en el cárter, y el
refrigerante líquido se evapora súbitamente, por lo que la bomba no puede mantener la presión adecuada.
Si esta situación continúa, cuando se haya desprendido suficiente refrigerante del aceite, se restablecen
las presiones en la bomba. Cuando se presenta una situación de éstas, se piensa que es la bomba de
aceite la que está fallando y se reemplaza. Al instalar una bomba nueva, se creerá que se solucionó el
problema, pues se restablecerá la presión del aceite; sin embargo, la siguiente vez que se diluya el aceite
con refrigerante líquido, volverá a bajar la presión del aceite.
Cómo Detectarlo
Cuando haya sospecha de que se está regresando refrigerante líquido por la succión del compresor, la
única manera segura de detectarlo es midiendo el sobrecalentamiento del refrigerante en la línea de
succión, justo antes de la conexión de entrada al compresor. Este deberá ser medido precisamente en los
períodos cuando haya más probabilidad de regreso de líquido, como en los ciclos de deshielo, en los
cambios de ciclo en las bombas de calor o bajo condiciones de baja carga.
El procedimiento más recomendable para medir este sobrecalentamiento es el siguiente:
-Fije un termopar en la línea de succión horizontal, en una posición entre el 4 y el 5 del reloj (o bien entre
el 7 y el 8), como se muestra en la figura 5.1, a una distancia de por lo menos 15 cm del compresor.
-Aisle el termopar.
-Lea la temperatura real. Esto deberá hacerse a partir del instante en que termina el deshielo o en el
cambio de ciclo. Mida la presión de succión del compresor. De las tablas obtenga la temperatura de
saturación correspondiente a esa presión. A la temperatura real más baja leída en el termopar, se le resta
la temperatura de saturación y el resultado es el sobrecalentamiento.
Si el sobrecalentamiento obtenido está entre 0 y 2 °C, es que hay líquido presente. (Cuando se leen
temperaturas con un termopar por fuera de la línea, pueden tenerse errores de 1 ó 2 °C). Bajo condiciones
ideales de operación, el sobrecalentamiento recomendable está entre 9 y 15 °C, en este punto del sistema
Siempre existe la posibilidad de que regrese líquido al compresor, aunque puede no ser muy frecuente.
Pero si las condiciones permiten el regreso de líquido, y si se tiene el sobrecalentamiento recomendado,
hay un margen de seguridad para evitar que baje a 0 °C.
La solución es simple: agregar el control APR minimiza el riesgo y, en última instancia, evita que se
produzca un retorno de líquido o un slugging como resultado de la capacidad del APR para modular la
capacidad del sistema. El control APR varía la capacidad de enfriamiento del serpentín del evaporador
modulando el flujo de refrigerante.