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3.1.
1 La importancia del estudio de la historia del derecho
penal.
Abordar la historia del Derecho Penal en México, implica
considerar sus principios fundamentales, así como la estructura jurídica que ha permitido su ejercicio.
La historia del derecho penal es fundamental para comprender la
evolución de las normas y principios que rigen el comportamiento humano y las respuestas de la sociedad ante la criminalidad. Su estudio ofrece varias claves importantes.
Como rama del Derecho, su práctica conlleva la aplicación de leyes
que regulan el ejercicio de los órganos judiciales, Jueces, Abogados y todos los actores del Sistema de Justicia Penal. Este es el resultado de un proceso evolutivo, que ha configurado la historia del Derecho Penal en México, hasta el modelo que conocemos en la actualidad.
Es una rama del derecho que tiene como objetivo principal regular el comportamiento humano en la sociedad y establecer las consecuencias jurídicas que se derivan de la comisión de un delito.
El Derecho Penal se basa en cuatro principios básicos:
1. La legalidad implica que nadie puede ser sancionado, sino en
virtud de una ley preexistente que así lo establezca; 2. La culpabilidad se refiere a que una persona solo puede ser considerada responsable de un delito si ha actuado con conocimiento y voluntad de cometerlo; 3. La proporcionalidad de las penas establece que estas deben ser proporcionales a la gravedad del delito cometido. 4. La reinserción social busca la rehabilitación del delincuente y su posterior reintegración a la sociedad.
De forma general, la importancia en la historia del Derecho Penal
en México, radica en la protección de los derechos fundamentales de los individuos y en la impartición de Justicia en la sociedad.
Los antecedentes del Derecho Penal en México
Si bien, sus orígenes se remontan a la antigüedad y han evolucionado
desde los principios de Derecho Romano, la época colonial y los diferentes códigos. Hay una clara tendencia en cada uno de ellos, y es que se presenta una clase dominante que procura a toda costa mantener el orden social.
Así, la historia del Derecho Penal en México, tiene sus raíces en
las culturas prehispánicas, señalando en las referencias Mayas y Aztecas códigos como el Código Penal de Netzahualcóyotl, que regulaban la conducta de sus miembros y establecían sanciones para quienes las infringieran.
Pero, con el proceso de conquista, estas normas fueron
transformadas y posteriormente reemplazadas por el sistema jurídico instaurado durante la colonización.
Para entonces, los códigos se establecieron principalmente a través
de las Leyes de Indias, conjunto de reglas dictadas por la Corona Española para regular la vida en las colonias, que incluían disposiciones penales que buscaban fortalecer la obediencia.
Con la independencia de México en 1821, se buscó establecer un
nuevo sistema jurídico denominado el Código Penal del Imperio Mexicano, con el propósito era reflejar los ideales de esta nueva nación. Aunque estaba inspirado en el documento homólogo de Francia para 1810, permitió establecer las bases del Derecho Penal en el país.
A lo largo del siglo XIX, se sucedieron diversos códigos penales
mexicanos, que fueron adaptándose a los cambios políticos y sociales de la época. Destacan el Código Penal de 1871 y el de 1931, este último influenciado por el Positivismo Jurídico.
En la actualidad, se esperan más adecuaciones en materia de
Derecho Penal, algunas relacionadas con las necesidades de regulación, control y sanción concernientes a las nuevas dinámicas sociales. Pero también, a la adopción de las herramientas de la Justicia digital.
A lo largo de la historia del Derecho Penal en México, han
existido diversos organismos encargados de su ejecución y de velar por el cumplimiento de las leyes en el ámbito civil. De acuerdo con la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos del Estado Mexicano, reciben la denominación de operadores de Justicia Penal y entre ellos se encuentran:
Poder Judicial del Estado de México: es el órgano encargado de
impartir Justicia en México. Está conformado por los Tribunales y Juzgados, los cuales son responsables de juzgar los delitos y aplicar las sanciones correspondientes; Fiscalía General de Justicia del Estado de México: encargado de procurar la ejecución del Derecho Penal de manera independiente e imparcial. Su labor consiste en esclarecer los hechos denunciados mediante un debido proceso, y en los casos que se compruebe la existencia de un delito, se encarga de asegurar que el culpable sea debidamente sancionado; Instituto de la Defensoría Pública: institución autónoma capacitada para coordinar y dirigir la defensa pública, proporcionando orientación jurídica y profesional en materia penal; Defensoría especializada para la atención a víctimas y ofendidos del delito: se encarga de brindar asesoría y atención especial en las áreas jurídicas y psicosocial.
Aunque la historia del Derecho Penal en México ha evolucionado
a lo largo de los siglos, continúa en constante adaptación a los cambios políticos, sociales y jurídicos del país, con el firme propósito de preservar la sus principios fundamentales, el acceso igualitario y la imparcialidad.
3.1.2 Derecho precortesiano.
Se le llama Derecho precortesiano a todo el que rigió hasta antes de
la llegada de Hernán Cortés, en esos momentos no existía unidad política entre los diversos núcleos aborígenes, porque no había una sola nación, sino varias.
El momento histórico en la cultura mexicana con lo que respecta a las
formas de hacer justicia han evolucionado de manera notoria, ya que en los principios de nuestra civilización se daban en una forma cruel y grotesca para muchos. Existen muchos cambios que se han dado en la forma de regir el castigo a aquel que este en posición de infligir la ley marcada por el estado. Es así como se da paso al derecho precortesiano en donde se encuentran las culturas más importantes por su desarrollo tales como la; Olmeca, Maya, Chichimeca, Azteca, en el que la mayor parte de su derecho se caracteriza por ser consuetudinario, pero ya existe una clara visión de definir los delitos y los castigos para cada uno de ellos, por otra parte se ha criticado su crueldad del como castigar al delito, pero fue una forma en que todos estaban enterados y así todos los habitantes de esa época lo pensaban para realizar sus conductas antijurídicas, por así decirlo. Posteriormente con la conquista de los españoles, los cuales impusieron su religión y costumbres, cambió radicalmente el derecho.
La importancia de la cultura olmeca más que por su antigüedad
posiblemente radique (para ser tomada en cuenta en el capítulo de derecho precortesiano) en el hecho de que transmite muchos de sus rasgos a la cultura maya, teotihuacana, zapoteca y totonaca. Los mayas por su parte estaban establecidos en lo que ahora es Tabasco y Honduras. En su antiguo imperio no había una centralización, sino conjunto de estados-ciudades dirigidos por nobles y sacerdotes ligados por las costumbres y la religión además de que vivían en una eterna competencia comercial que a veces provocaba enfrentamientos entre ellos. Los chichimecas a partir de principios del segundo milenio comenzaban a poblar el centro del país, destruyendo y mezclándose a su vez con la cultura tolteca. Estaban establecidos principalmente en Tenayuca. Bajo el mandato de Xólotl formaron desde allí, a través de matrimonios y conquistas militares un imperio que más tarde trasladaría su capital a Texcoco.
Para el siglo XII un conjunto de ciudades que competían militar y
comercialmente construían Tenochtitlán, ciudad que a través de sus servicios de mercenarios para Azcapotzalco derrotaríamos tarde al imperio establecido en Texcoco. Para 1363 los aztecas transformaron su gobierno aristocrático en una monarquía. Ellos seleccionaban a su rey, quien a su vez tenía al lado a un consejo de delegados nobles de los cuales no se menciona cuál era su labor dentro de la monarquía azteca. El imperio azteca era grande y los príncipes de las tribus sometidas eran vasallos del emperador azteca y su posición a menudo se acercaba a la categoría de rehenes.
El nuevo imperio era una confederación de ciudades-estados
unidos solamente por la lengua y la cultura, quizá era igual en el antiguo imperio donde hubo 4 ciudades principales, en el nuevo imperio hubo 3 ciudades principales. En el nuevo imperio cada ciudad-estado era gobernada por un halach, uinic o ahau, puesto que era hereditario de padre a hijo, a su vez era ayudado por un consejo de nobles y sacerdotes y dirigía la política exterior e interior del estado, nombraba los alcaldes de las aldeas de su ciudad-estado. El puesto de alcalde se obtenía mediante un examen de conocimientos de técnicas mágicas. El nacom era un jefe militar elegido por tres años, gozaba de grandes honores, pero debía de llevar una vida retirada, casta y ejemplar; los alcaldes eran considerados nobles al igual que los consejeros municipales quienes eran responsables por los barrios de cada municipalidad. Al lado de los nobles estaban los sacerdotes, de su opinión dependía el ritmo de las labores agrícolas, determinaban cuales eran los días apropiados o inapropiados para realizar las diferentes actividades. Sus conocimientos esotéricos les aseguraban mejor posición social que los nobles. Los nobles y los sacerdotes eran sostenidos por todos los agricultores quienes pagaban tributo alhalach uinic, y constantes regalos a los nobles. Por último, estaban los esclavos que principalmente eran prisioneros de guerra o delincuentes que habían sido castigados con la esclavitud. Sin embargo, existía siempre la posibilidad de ganarse o comprar su libertad. En lo referente al derecho familiar maya, el matrimonio era monogámico, pero existía la opción de repudio que era una especie de poligamia sucesiva, tradicionalmente exogámicos, pero dos personas del mismo apellido no debían casarse. El novio debía entregara a la familia de la novia regalos, algo similar a la dote, pero opuesto a la vez, era como pagar por casarse con la novia, o en su defecto el novio se veía obligado a trabajar por algún tiempo para su futuro 3.1.3 El Pueblo Maya.
El nuevo imperio era una confederación de ciudades-estados unidos
solamente por la lengua y la cultura, quizá era igual en el antiguo imperio donde hubo 4 ciudades principales, en el nuevo imperio hubo 3 ciudades principales. En el nuevo imperio cada ciudad-estado era gobernada por un halach, uinic o ahau, puesto que era hereditario de padre a hijo, a su vez era ayudado por un consejo de nobles y sacerdotes y dirigía la política exterior e interior del estado, nombraba los alcaldes de las aldeas de su ciudad-estado. El puesto de alcalde se obtenía mediante un examen de conocimientos de técnicas mágicas. El nacom era un jefe militar elegido por tres años, gozaba de grandes honores, pero debía de llevar una vida retirada, casta y ejemplar; los alcaldes eran considerados nobles al igual que los consejeros municipales quienes eran responsables por los barrios de cada municipalidad. Al lado de los nobles estaban los sacerdotes, de su opinión dependía el ritmo de las labores agrícolas, determinaban cuales eran los días apropiados o inapropiados para realizar las diferentes actividades. Sus conocimientos esotéricos les aseguraban mejor posición social que los nobles. Los nobles y los sacerdotes eran sostenidos por todos los agricultores quienes pagaban tributo alhalach uinic, y constantes regalos a los nobles. Por último, estaban los esclavos que principalmente eran prisioneros de guerra o delincuentes que habían sido castigados con la esclavitud. Sin embargo, existía siempre la posibilidad de ganarse o comprar su libertad.
En lo referente al derecho familiar maya, el matrimonio era
monogámico, pero existía la opción de repudio que era una especie de poligamia sucesiva, tradicionalmente exogámicos, pero dos personas del mismo apellido no debían casarse. El novio debía entregara a la familia de la novia regalos, algo similar a la dote, pero opuesto a la vez, era como pagar por casarse con la novia, o en su defecto el novio se veía obligado a trabajar por algún tiempo para su futuro suegro. También había matrimonios concertados por conveniencia o arreglos patrimoniales.
La herencia era repartida entre los hombres solamente, en
la entrega de las herencias intervenían las autoridades locales. La mujer no jugaba un papel importante en la vida social maya, no podía entrar a los templos o participar en ritos religiosos. El derecho penal era duro, un marido ofendido podía optar por el perdón o la pena capital, para violación y estupro el castigo era la lapidación. Para homicidas se determinaba pena capital, salvo si el culpable era un menor, en ese caso la pena era la esclavitud al igual que en el robo. Margadant menciona el mérito maya al hacer la diferenciación entre dolo y culpa en materia de incendio y homicidio. No había apelación, el juez local decidía en forma definitiva, y los topiles, policías verdugos, ejecutaban la sentencia. Había además responsabilidad de toda la familia del ofensor por daños y perjuicios.