Sistema Digestivo

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República Bolivariana de Venezuela Ministerio De Poder

Popular Para La Defensa Universidad Nacional


Experimental Politécnica de la Fuerza Armada
UNEFA – Núcleo Maracay

Sistema Digestivo y Proceso Metabólicos

Profesor: Estudiante:
José Guzmán Wilmeri Seidel
Sección: D1 Enfermería C.I 30.705.331
Definir Sistema digestivo
El sistema digestivo es un conjunto de órganos que trabajan en conjunto para
descomponer los alimentos que consumimos en nutrientes que el cuerpo puede
absorber y utilizar. Estos órganos incluyen la boca, el esófago, el estómago, el
intestino delgado, el intestino grueso, el hígado, la vesícula biliar y el páncreas. Cada
uno de estos desempeña un papel específico en la digestión y absorción de
nutrientes.

Estructura del sistema digestivo


El sistema digestivo es un conjunto de órganos que trabajan en conjunto para
procesar los alimentos, extraer nutrientes y eliminar los desechos. A continuación, te
detallo la estructura y función de sus principales componentes:

1. Boca: Es la entrada al sistema digestivo. Aquí, los dientes mastican los alimentos,
mientras que las glándulas salivales producen saliva, la cual contiene enzimas que
inician el proceso de descomposición de los alimentos.
2. Faringe: También conocida como garganta, es un conducto compartido por el
sistema digestivo y respiratorio. Ayuda a dirigir los alimentos hacia el esófago.
3. Esófago: Es un tubo muscular que transporta los alimentos desde la boca hacia el
estómago a través de contracciones musculares coordinadas llamadas peristaltismo.
4. Estómago: Aquí, los alimentos son mezclados con ácido clorhídrico y enzimas
digestivas para formar el quimo, una mezcla semilíquida que luego se libera al
intestino delgado.
5. Intestino delgado: Es la parte principal donde ocurre la absorción de nutrientes.
Está dividido en tres secciones: duodeno, yeyuno e íleon. Aquí es donde se completa
el proceso de descomposición de los alimentos y se absorben los nutrientes a través
de las vellosidades intestinales.
6. Intestino grueso: También conocido como colon, absorbe agua y sales minerales
de los residuos no digeribles y forma las heces para su posterior eliminación.
7. Hígado: Produce bilis, que ayuda en la digestión y absorción de grasas, además de
realizar funciones metabólicas y desintoxicantes.
8. Vesícula biliar: Almacena y concentra la bilis producida por el hígado antes de
liberarla al intestino delgado para ayudar en la digestión de las grasas.

9. Páncreas: Produce enzimas digestivas que son liberadas al intestino delgado para
ayudar a descomponer los carbohidratos, proteínas y grasas.
El sistema digestivo está compuesto por una serie de órganos especializados que
trabajan juntos para descomponer los alimentos, absorber nutrientes esenciales y
eliminar los residuos. Cada parte desempeña un papel crucial en este proceso
complejo.

Describir funciones del aparato digestivo y sus


órganos anexos
El aparato digestivo y sus órganos anexos desempeñan diversas funciones vitales
para el cuerpo humano:

Funciones del aparato digestivo:


1. Ingestión: el proceso de tomar alimentos y líquidos a través de la boca.
2. Digestión: descomposición mecánica y química de los alimentos en nutrientes
que el cuerpo puede absorber.
3. Absorción: la absorción de nutrientes, como carbohidratos, proteínas, grasas,
vitaminas y minerales, en el torrente sanguíneo a través de las paredes del intestino
delgado.
4. Motilidad: movimiento coordinado de los alimentos a lo largo del tracto digestivo
mediante contracciones musculares.
5. Secreción: liberación de enzimas, ácidos y otros fluidos digestivos para ayudar en
la descomposición de los alimentos.

Funciones de los órganos anexos:


1. Hígado: produce bilis, que ayuda en la digestión y absorción de grasas, y
desempeña un papel crucial en el metabolismo y desintoxicación.
2. Vesícula biliar: almacena y libera bilis cuando es necesaria para la digestión de
grasas.
3. Páncreas: produce enzimas digestivas que ayudan a descomponer carbohidratos,
proteínas y grasas, así como hormonas como la insulina y el glucagón que regulan el
azúcar en sangre.

Estas funciones colaborativas garantizan que los alimentos sean procesados, los
nutrientes sean absorbidos adecuadamente y los desechos sean eliminados del
cuerpo.
Describir el peristaltismo digestivo
El peristaltismo digestivo es el movimiento involuntario de contracción y relajación de
los músculos lisos que recubre el tracto gastrointestinal. Este movimiento
ondulatorio propulsa los alimentos, líquidos y desechos a lo largo del sistema
digestivo, facilitando la digestión, la absorción de nutrientes y la eliminación de
residuos.

Cuando se ingiere alimento, este es empujado a lo largo del esófago hacia el


estómago mediante el peristaltismo. Una vez en el estómago, se produce una serie de
contracciones rítmicas que mezclan y descomponen los alimentos. Posteriormente,
en el intestino delgado, el peristaltismo ayuda a mover los nutrientes digeridos a
través de las vellosidades intestinales para su absorción.

En el intestino grueso, el peristaltismo continúa empujando los desechos hacia el


recto para su eliminación como heces. Este proceso es fundamental para garantizar
que los alimentos y los desechos se muevan a lo largo del sistema digestivo de
manera eficiente.

El peristaltismo es un proceso automático controlado por el sistema nervioso


entérico, que es a menudo denominado "segundo cerebro" debido a su complejidad e
importancia para la función digestiva.

Describir la leyes de intestino e inervación del tubo


digestivo describiendo su proceso de deglución en
sus tres fases del metabolismo
Las leyes del intestino son principios fisiológicos que describen el funcionamiento del
sistema nervioso entérico, el cual controla la actividad motora y secretora del tubo
digestivo. Estas leyes son:

1. Ley de la distensión: Cuando una porción del intestino se distiende debido a la


presencia de alimento o líquido, se activan reflejos que estimulan la contracción de la
musculatura lisa, facilitando el avance del contenido digestivo.

2. Ley del intestino delgado: La velocidad de tránsito a través del intestino delgado
está regulada por la naturaleza química y física del quimo (alimento parcialmente
digerido) presente en el lumen intestinal. Por ejemplo, la presencia de grasas
estimula la liberación de colecistoquinina, lo que ralentiza el vaciamiento gástrico y
prolonga el tiempo de tránsito a través del intestino delgado para permitir una
adecuada digestión y absorción.

En cuanto a la inervación del tubo digestivo, está regulada por el sistema nervioso
entérico, que es una red compleja de neuronas que recubre todo el tracto
gastrointestinal. Este sistema es capaz de funcionar de forma independiente al
sistema nervioso central, controlando la motilidad, secreción y circulación sanguínea
dentro del tubo digestivo.

Además, el sistema nervioso entérico recibe influencias tanto del sistema nervioso
simpático como del parasimpático. El simpático tiende a inhibir las funciones
digestivas, mientras que el parasimpático las estimula.

el proceso de deglución en sus tres fases:

1. Fase bucal: Durante esta fase, el alimento se mastica y se mezcla con saliva en la
boca para formar el bolo alimenticio. La saliva contiene enzimas que comienzan el
proceso de descomposición química de los alimentos.
2. Fase faríngea: Una vez formado el bolo alimenticio, este se desplaza hacia la
faringe. Aquí, se activa un reflejo involuntario que cierra la epiglotis para evitar que el
alimento entre en las vías respiratorias. Luego, los músculos de la faringe empujan el
bolo hacia el esófago.
3. Fase esofágica: En esta fase, el bolo alimenticio viaja a través del esófago hasta el
estómago mediante contracciones musculares coordinadas llamadas peristalsis.

Durante todo este proceso de deglución, tanto las leyes del intestino como la
inervación del tubo digestivo trabajan en conjunto para garantizar que los alimentos
sean procesados y transportados adecuadamente a lo largo del tracto
gastrointestinal.

Diferencia de la hormonas secreción digestiva y los


proceso de digestión absorción del tubo digestivo
Las hormonas de la secreción digestiva son compuestos químicos producidos por
células especializadas en diferentes partes del tracto gastrointestinal y otros órganos
asociados. Estas hormonas desempeñan un papel crucial en la regulación de la
actividad digestiva, incluyendo la estimulación de la secreción de enzimas, jugos
gástricos, bilis y otros fluidos que ayudan en el proceso de digestión. Algunos
ejemplos de hormonas digestivas incluyen la colecistoquinina, la gastrina, el péptido
similar al glucagón 1 (GLP-1) y la secretina.

Cada una de estas hormonas tiene funciones específicas en el sistema digestivo. Por
ejemplo, la colecistoquinina estimula la liberación de enzimas pancreáticas y bilis, lo
que facilita la digestión de las grasas. La gastrina estimula la producción de ácido
clorhídrico en el estómago para ayudar en la digestión de las proteínas. El GLP-1 es
conocido por su papel en la regulación de los niveles de azúcar en sangre y la
saciedad. La secretina estimula la secreción de bicarbonato para neutralizar el ácido
proveniente del estómago.

Cada una de estas hormonas cumple una función específica y es parte fundamental
del complejo sistema de regulación que permite que el proceso digestivo se lleve a
cabo eficientemente.

Los procesos de digestión y absorción del tubo digestivo son fundamentales para
descomponer los alimentos en nutrientes aprovechables y para permitir que estos
nutrientes sean absorbidos por el cuerpo.

La digestión comienza en la boca, donde los dientes trituran los alimentos y las
enzimas salivales comienzan a descomponer los carbohidratos. Luego, el bolo
alimenticio pasa por el esófago hasta llegar al estómago, donde se mezcla con ácido
clorhídrico y enzimas digestivas que descomponen las proteínas. Posteriormente, el
alimento parcialmente digerido pasa al intestino delgado, donde las enzimas
pancreáticas y biliares continúan descomponiendo los nutrientes en moléculas más
simples.

La absorción ocurre principalmente en el intestino delgado, donde los nutrientes


descompuestos son absorbidos a través de las células del revestimiento intestinal
hacia la sangre o el sistema linfático. Los carbohidratos se descomponen en azúcares
simples como la glucosa, las proteínas se descomponen en aminoácidos y los lípidos
se descomponen en ácidos grasos y glicerol. Estos nutrientes luego son
transportados a través del torrente sanguíneo hacia las células del cuerpo para
proporcionar energía y construir tejidos. El intestino grueso también juega un papel
importante en la absorción de agua y electrolitos, así como en la formación de heces.
Descripción de las secreciones de los órganos anexo
de tubo digestivo que interviene en la digestión

Los órganos anexos del tubo digestivo, como el páncreas, el hígado y la vesícula biliar,
desempeñan un papel crucial en la producción de secreciones que intervienen en la
digestión. Aquí tienes una breve descripción de las secreciones de cada uno de estos
órganos:

1. Páncreas: El páncreas produce enzimas digestivas, incluyendo amilasa, tripsina,


lipasa y nucleasas, que se liberan en el intestino delgado para descomponer
carbohidratos, proteínas y lípidos en moléculas más simples que pueden ser
absorbidas. Además, el páncreas también secreta bicarbonato para neutralizar el
ácido proveniente del estómago y crear un ambiente óptimo para la actividad
enzimática.
2. Hígado: El hígado produce bilis, un líquido verdoso almacenado en la vesícula
biliar, que se libera en el intestino delgado para ayudar en la digestión de las grasas.
La bilis contiene sales biliares que emulsionan las grasas, es decir, las dispersan en
pequeñas gotas para que las enzimas lipolíticas puedan actuar sobre ellas de manera
más efectiva.
3. Vesícula biliar: La vesícula biliar actúa como un reservorio temporal para la bilis
producida por el hígado. Cuando se ingiere comida, la vesícula biliar libera bilis al
intestino delgado para facilitar la digestión y absorción de grasas.

Estas secreciones provenientes de los órganos anexos del tubo digestivo son
fundamentales para el proceso de digestión, ya que contribuyen a descomponer los
alimentos en nutrientes más simples que pueden ser absorbidos por el organismos.

Describir el metabolismo de los alimentos


El metabolismo de los alimentos se refiere al proceso a través del cual los nutrientes
obtenidos de los alimentos son transformados y utilizados por el cuerpo para generar
energía y sostener los procesos vitales. Este proceso incluye la digestión, absorción,
transporte y utilización de nutrientes a nivel celular
Metabolismo de carbohidratos: Los carbohidratos son convertidos en glucosa, la
cual es utilizada por las células como fuente de energía. La glucosa puede ser
metabolizada a través de la respiración celular aeróbica, produciendo ATP (adenosín
trifosfato), la principal molécula de energía del organismo. El exceso de glucosa
puede ser almacenado en forma de glucógeno en el hígado y los músculos o
convertido en grasa y almacenado en los tejidos adiposos.

Metabolismo de proteínas: Las proteínas son digeridas en aminoácidos, que son


absorbidas en el intestino delgado y utilizadas para la síntesis de nuevas proteínas en
el organismo. Estas proteínas pueden desempeñar diversas funciones estructurales y
funcionales, como la reparación y crecimiento del tejido muscular y conectivo. Si se
consumen más proteínas de las necesarias, estas pueden ser utilizadas como fuente
de energía o convertidas en grasa para ser almacenadas.

Metabolizada de grasas: Las grasas son digeridas en ácidos grasos y glicerol, los
cuales son absorbidos en el intestino delgado. Los ácidos grasos pueden ser
metabolizados para producir energía a través de la oxidación de ácidos grasos y la
producción de ATP. Los ácidos grasos también pueden ser almacenados como
triglicéridos en el tejido adiposo y utilizados como fuente de energía cuando el cuerpo
lo requiere.

El metabolismo de los alimentos es un proceso vital para la obtención de energía y


componentes estructurales para el organismo. Los nutrientes son utilizados de
acuerdo con las necesidades inmediatas del organismo y pueden ser almacenados
en diferentes formas para ser utilizados posteriormente.

La termorregulación y sus mecanismos de


producción y pérdidas
La termorregulación es un proceso biológico fundamental que permite mantener su
temperatura corporal dentro de un rango estable y óptimo para el funcionamiento de
sus sistemas fisiológicos. Este proceso se basa en un equilibrio entre la producción y
la pérdida de calor.

Mecanismo de producción de calor:

Metabolismo basal: La actividad metabólica de las células para mantener sus


funciones vitales genera calor como subproducto.

Contracción muscular: La actividad muscular produce calor al generar energía a


partir de la hidrólisis de ATP.
Termogénesis: Es la producción de calor a partir de actividad metabólica ene le
tejido adiposo marrón, un tipo especial de grasa que contiene una alta concentración
de mitocondrias.

Mecanismo de pérdida de calor:

Radiación: La energía se pierde en forma de calor radiante que se emite desde la


superficie del cuerpo.

Conducción: Se produce una transferencia de calor cuando el cuerpo entra en


contacto directo con una superficie más fría.

Convección: La pérdida de calor ocurre cuando el aire o el agua fría que rodea al
cuerpo se calienta al entrar en contacto con la piel.

Evaporación: La transpiración o la evaporación de líquidos corporales (como la


sudoración) pueden eliminar calor del cuerpo.

La regulación de estos mecanismos de producción y pérdidas de calor permite a los


organismos mantener su temperatura corporal dentro de un rango homeostático para
garantizar un funcionamiento óptimo de sus procesos fisiológicos y la supervivencia
en diferentes condiciones ambientales.

La termorregulación en caso de exposición de calor y


frío y sus funciones metabólica
La termorregulación es crucial para mantener la temperatura corporal dentro de un
rango óptimo, tanto en condiciones de exposición al calor como al frío. Cuando el
cuerpo se expone al calor, los mecanismos de termorregulación se activan para
disipar el exceso de calor y evitar el sobrecalentamiento. Por otro lado, en situaciones
de exposición al frío, estos mecanismos trabajan para conservar el calor corporal y
prevenir la hipotermia.

En condiciones de exposición al calor, el cuerpo emplea mecanismos como la


vasodilatación periférica (ampliación de los vasos sanguíneos en la piel para
aumentar la pérdida de calor), el aumento de la sudoración (evaporación del sudor
para enfriar la piel) y cambios en la frecuencia respiratoria para regular la temperatura
interna.

En contraste, cuando el cuerpo está expuesto al frío, se activan mecanismos como la


vasoconstricción periférica (reducción del flujo sanguíneo a la piel para conservar el
calor), la generación de calor a través del metabolismo y los temblores musculares
para generar calor adicional.

Desde una perspectiva metabólica, estos procesos están estrechamente


relacionados con la producción y pérdida de calor que mencionamos anteriormente.
Durante la exposición al frío, el metabolismo puede aumentar para generar más calor
a partir de las reservas energéticas del cuerpo, mientras que durante la exposición al
calor, se pueden producir ajustes metabólicos para mantener un equilibrio térmico
adecuado.

Importancia de la regulación térmica en la


homeostasis sistema digestivo
La importancia de la regulación térmica en la homeostasis del sistema digestivo
radica en su influencia en el proceso de digestión y absorción de los nutrientes. El
mantenimiento de una temperatura corporal interna constante es fundamental para
garantizar que el sistema digestivo funcione de manera eficiente y efectiva. A
continuación, te detallo algunos aspectos clave:

1. Actividad enzimática: Las enzimas digestivas responsables de descomponer los


alimentos y facilitar la absorción de nutrientes operan de manera óptima dentro de un
rango específico de temperatura. Una regulación térmica inadecuada puede afectar
la actividad enzimática, lo que a su vez influiría en la eficiencia del proceso digestivo.

2. Motilidad intestinal: La temperatura corporal influye en la motilidad intestinal, es


decir, en las contracciones musculares que mueven el alimento a lo largo del tracto
digestivo. Un adecuado equilibrio térmico contribuye a mantener una motilidad
intestinal saludable, lo que es crucial para un proceso digestivo eficiente.

3. Absorción de nutrientes: La regulación térmica también puede influir en la


absorción de nutrientes a través del revestimiento del tracto gastrointestinal. Una
temperatura corporal estable favorece la adecuada absorción de vitaminas,
minerales y otros compuestos nutricionales esenciales.
Anexos

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