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REPÚBLICA DE COLOMBIA

TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE MONTERÍA

SALA CUARTA DE DECISIÓN CIVIL-FAMILIA-LABORAL

Magistrado Ponente: Dr. CARMELO DEL CRISTO RUIZ VILLADIEGO

PROCESO ORDINARIO LABORAL


Expediente No 23-001-31-05-005-2023-00060-01 Folio 298-23
ACTA N° 31

Montería, veintidós (22) de marzo del año dos mil veinticuatro (2024)

Procede la Sala a resolver el recurso de apelación interpuesto contra la


sentencia de fecha seis (06) de julio de dos mil veintitrés (2023), proferida por
el Juzgado Quinto Laboral del Circuito de Montería, dentro del PROCESO
ORDINARIO LABORAL, promovido por AUDIS PLAZA GARCÍA contra LUIS
ÁNGEL RENDÓN TORO y OMAIRA CASTRILLÓN LÓPEZ.

I. ANTECEDENTES

I.I. Pretensiones.

Pretende la parte activa del litigio que, se declare que entre las partes existió
una relación laboral desde el día 27 de junio de 2013 y terminó el día cinco (5)
de diciembre del año 2022, sin mediar una justa causa, en consecuencia,
condenar a los demandados a pagar a la demandante indemnización por la
terminación en forma injusta; cesantías definitivas; prima de servicios;
intereses de cesantías; vacaciones; subsidio de transporte, y demás rubros
laborales causados con ocasión al vínculo laboral.

I.II Hechos

Expone el extremo actor como supuestos facticos en su demanda los que se


sintetizan a continuación:
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• Manifiesta el actor que celebró un contrato verbal de trabajo el día 27 de


junio de 2013 con los señores LUIS ÁNGEL RENDÓN TORO y OMAIRA
CASTRILLÓN LOPEZ en calidad de empleadores.

• Arguye la demandante que, desarrolló sus labores en un establecimiento


de comercio denominado LUIS ÁNGELES.

• Indica que el establecimiento de comercio es de propiedad de la


demandada OMAIRA CASTRILLÓN LOPEZ.

• Aduce la actora que las labores que desempeñaba eran de cocinera,


lavar la loza, hacer jugos naturales, fritos, ensaladas y aseo general.

• Alega que el horario que cumplía era de lunes a domingo de 6:00 A.M a
5:00 P.M.

• Expresa la actora que sufrió una incapacidad desde el día 26 de


noviembre de 2022 hasta el 04 de diciembre de 2022.

• Afirma la demandante que el día cinco (5) de diciembre del año 2022 el
demandado LUIS ÁNGEL RENDÓN TORO le informó que no necesitaría
más la prestación de sus servicios.

• Finalmente, alude que el día 13 de diciembre del año 2022 la


demandante recibió de parte del demandado la suma de $400.000., y
por la suma antes descrita le hicieron firmar un título valor letra de
cambio.

I.III Contestación de la demanda.

Los demandados presentaron conjuntamente contestación de la demanda,


donde negaron los hechos consignados en la misma, oponiéndose en ese
sentido a la prosperidad de las pretensiones.

Propuso como excepciones las denominadas: “falta de legitimidad por pasiva,


inexistencia de la obligación, falta de causa para pedir, falta de requisitos para
que nazca a la vida jurídica un contrato de trabajo, buena fe de los
demandados, prescripción”.

II. SENTENCIA APELADA

Mediante sentencia de fecha seis (06) de julio de 2023, el Juzgado Quinto


Laboral del Circuito de Montería, resolvió: declarar que entre las partes existió

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un contrato de trabajo a término indefinido, comprendido entre el 22 de


diciembre de 2022 al 25 de diciembre de 2022, como consecuencia de ello
condenó a la demandada a pagar a la demandante cesantías, primas,
vacaciones, sanción moratoria por no pago de prestaciones sociales de
conformidad con el art. 65 del CST, hasta el día 13 de diciembre de 2022 por
la suma de $393.351 los cuales seguirán generando interés a partir del 14 de
diciembre de 2022 hasta el momento que se pague dicha suma, declaró
probada la excepción de pago de las prestaciones, condenó a la demandada a
pagar a favor de la demandante los aportes a pensión por el tiempo que duro
la relación laboral, al fondo que ella escoja o al cual se encuentre afiliada y
finamente absolvió a los demandados de los demás reclamos.

El A quo en la sentencia de primera instancia, luego de hacer cita de los


artículos 22,23 y 24 del CST, manifestó desde un inicio que se declararía la
existencia de la relación laboral, pero con extremos temporales distintos a los
señalados en la demanda, para ello inició mencionando que la demandada
OMAIRA CASTRILLÓN confesó que la actora laboró cuatro días del mes de
noviembre de 2022, advirtiendo en orden seguido que no se le da ningún valor
probatorio a los testimonios de la parte demandante enunciando que fueron
contradictorios, insistiendo que la condena se impone en virtud de la confesión
de la demandada, ello acompasado con la constancia de incapacidad y el
testimonio de la señora SILA quien mencionó haber sido compañera de la
demandante, testimonio que a pesar de ser tenido en cuenta para tal aspecto,
también es calificado de parcializado, cortante, tajante y dudoso.

Señalando más adelante una orfandad probatoria por parte del extremo activo,
considerando el A quo que éste no logró acreditar la prestación del servicio y
tampoco los extremos temporales, indica el fallador de origen que la actividad
de cocina y manipulación de alimentos no se desarrolla de forma
independiente, que dicha actividad proviene de una subordinación. Concluye
así la judicatura de primer grado que se condenará al pago de prestaciones
sociales por el período que fue acreditado, más el pago de la sanción moratoria
por el no pago de las prestaciones sociales.

Se estima en la sentencia de primera instancia que, la demandante confesó


que recibió como pago la suma de $400.000 el día 13 de diciembre del año
2022, además, el juez de primera instancia asumió que la actora devengaba la
suma de $1.200.000, esto por ser confesado que a la demandante se le
pagaban $40.000 pesos diarios.

Frente a la indemnización por despido injusto se tuvo que no se logró acreditar


el despido injusto, y respecto a la sanción por no consignación de cesantías se

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tuvo que tampoco hay lugar a concederla, debido que solo fueron cuatro días
de relación laboral.

En lo que tiene que ver con la sanción moratoria por el no pago de


prestaciones sociales, se tuvo que hasta la fecha que se efectuó el pago por la
suma de $400.000, esto es, el día 13 de diciembre 2020, habían transcurrido
19 días de haber terminado la relación laboral, y que por tal motivo se condena
a pagar la suma de $760.000, y como se había efectuado el pago de
$400.000, dicha suma debe sustraerse el valor de las prestaciones sociales las
cuales ascienden a la suma de $393.351, quedando a favor de la demandante
el pago de $366.649, monto que al restársele a la condena de $760.000 como
sanción por no pago de prestaciones, queda un valor insoluto por la suma de
$393.351 por concepto de sanción por ausencia de pago de prestaciones
sociales, aclarando que no hay razón para relevar a la demandada de dicha
condena por no acreditarse la buena fe.

III. RECURSO DE APELACIÓN

III.I. DEMANDANTE

El apoderado de la parte demandante presentó recurso de apelación contra la


decisión adoptada exponiendo como fundamento que, la demandada reconoció
que, si existió la relación laboral desde el 27 de junio del año 2013 hasta el 05
de diciembre del año 2022, mencionando en orden seguido que no está
desvirtuada la presunción contenida en el artículo 24 del CST, en cuanto a la
existencia del contrato de trabajo. Y que a juicio del apelante los testigos
fueron contestes en señalar los extremos temporales de la relación laboral.

III.II PARTE DEMANDADA

El apoderado judicial de la parte demandada presentó recurso de apelación


contra la decisión proferida en primera instancia, solicitando en primera
medida que se inadmita por parte del superior el recurso de apelación
interpuesto por el apoderado judicial de la parte demandante, por cuanto no
atacó ningún punto en específico de la sentencia, ni se opuso de forma íntegra
frente a la misma.

Como punto de reparo en su recurso manifestó que se opone a la condena por


sanción moratoria del articulo 65 CST, teniendo en cuenta que la razón para
decidir se fincó en el artículo 24 del CST, esto por cuanto desde su posición
jurídica según línea jurisprudencia de la H. Corte Suprema de Justicia cuando
se está ante la presunción del contrato de trabajo no se aplica la sanción

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contenida en el mentado artículo 65, señalando que le correspondía demostrar


a la parte actora la mala fe por parte de la demandada.

IV. ALEGATOS DE CONCLUSIÓN

IV.I DEMANDANTE

EL apoderado de la parte demandante acudió al término para alegar de


conclusión reiterando los argumentos expuestos en la apelación, insistiendo en
que no se tuvieron en cuenta las verdaderas confesiones efectuadas por la
demandada en su interrogatorio, y que por tal motivo desde su valoración lo
decidido por el despacho no se acompasa con lo confesado por los
demandados.

V. CONSIDERACIONES

V.I. Presupuestos procesales.

Las partes no discuten los demás presupuestos de eficacia y validez y la Sala


los encuentra presentes, por lo que desatará el recurso de apelación
interpuesto.

V.II Problema jurídico.

Corresponde a esta Sala, i) determinar si fue acertada la decisión del A quo en


cuanto a la fijación de los extremos temporales de la relación laboral; ii)
determinar si fue acertada la decisión del A quo al imponer la condena por
sanción moratoria de la que trata el artículo 65 del CST.

Previo a resolver los problemas jurídicos planteados, corresponde aclarar que


si bien el vocero judicial de la parte demandada, solicita la inadmisión del
recurso impetrado por la parte demandante, lo cierto es que, a juicio de esta
Sala, no le asiste razón al recurrente, puesto, analizada la sustentación del
recurso referenciado, se observa que atacó puntos específicos de la sentencia,
como lo es la fijación de los extremos temporales, razón por la cual no
prosperan los argumentos esbozados.

i) determinar si fue acertada la decisión del A quo en cuanto a la


fijación de los extremos temporales de la relación laboral.

Para la demostración de la existencia de un contrato de trabajo la


jurisprudencia de la H. CSJ SCL ha sido pacífica al concebir que el al trabajador

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le corresponde solo acreditar, respecto de los elementos del contrato de


trabajo, la prestación personal del servicio, y derivado de ello surge la
presunción de los demás elementos, esto son, la subordinación y la retribución,
situación en la cual, le corresponde al empleador desvirtuar la subordinación.
Teniendo que demostrar también el trabajador los extremos temporales de la
relación laboral, el monto salarial, la jornada laboral, para poder obtener a su
favor el reconocimiento de las pretensiones reclamadas relacionadas con las
prestaciones sociales, salarios e indemnizaciones (ver en este sentido
sentencias de 25 de octubre de 2011, radicado 37547; SL16110, 4 nov.
2015, rad. 43377; 29 de mayo de 2019, radicado 61170; y SL3367-19
de 9 de julio de 2019, entre otras).

A criterio del apoderado de la parte demandante, el despacho de origen no fue


preciso en la determinación de los extremos temporales de la relación laboral,
señalando como defectuoso análisis el interrogatorio de la demandada y la
versión rendida por los testigos, con ocasión a ello la Sala pasa a escudriñar
las declaraciones efectuadas, de la cual se sustrae lo siguiente:

Respecto a la demandada OMAIRA CASTRILLÓN LOPEZ, al ser interrogada


manifestó conocer a la demandante AUDIS PLAZA GARCÍA, porque esta había
trabajado en el restaurante, del mismo modo, señaló no recordar la fecha en
que laboró la demandante en el restaurante.

Seguidamente, cuando se le preguntó si ella y su esposo habían contratado a


la demandante el día 27 de junio del año 2013, respondió: “ella si trabajó,
pero no yo no tuve un contrato con ella”, del mismo modo, negó haber dado
por terminado el contrato de trabajo sin justa causa el día 05 de diciembre de
2022, de otro lado, indicó que la demandante no trabajó hasta el 05 de
diciembre, sino lo último del mes de noviembre y no volvió.

Se le preguntó que, si la demandante había laborado el mes completo, a lo que


respondió: “No señor, trabajó días de ese mes, los últimos días y no volvió”.
Se le preguntó cuántos últimos días trabajó, respondió: “Como los últimos
cuatro días del mes trabajó”. Preguntada. Diga si desde el 2013 hasta 2022
la demandante solo laboró cuatro días, a lo que respondió: “ella trabajaba por
tiempos, así esporádicamente, como hay contrato de nada yo no tengo
empleada que tenga que estar a toda hora pendiente en mi negocio (…)”,
reconoció que el también demandado señor LUIS ÁNGEL RENDÓN TORO es su
esposo y que la acompaña en los quehaceres de su negocio, sin embargo,
aclaró que ella es quien imparte las órdenes a las trabajadoras del
establecimiento.

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De la versión rendida por el señor LUIS ÁNGEL RENDÓN TORO, indicó que
distingue a la actora, la conoce porque ha trabajado en ocasiones con su
esposa en el restaurante, manifestó que no conoce las fechas precisas en las
que laboró la demandante, negó haber contratado conjuntamente con su
esposa el día 27 de junio de 2013 a la demandante, del mismo modo, negó
haber despedido a la actora el día 05 de diciembre del año 2022, y finalmente,
negó haber atendido a la demandante el día 13 de diciembre de 2022.

Respecto a las pruebas testimoniales, se tiene que la señora CHARQEK DAZA


BELEÑO, indicó que frecuentaba el restaurante donde afirma haber trabajado
la demandante, expresó más adelante: (…) a veces no iba a comer pasaba por
ahí y la veía laborando también, porque ella ahí hacia prácticamente todo (…),
adujo que iba ocasionalmente al restaurante, y que le consta que la actora
laboraba todos los días en el establecimiento y luego, manifestó que no todos
los días la veía laborando. Al preguntársele, desde que fecha tiene
conocimiento de que la demandante laboraba en el establecimiento,
respondió: (…) cuando vine en el 2016, ya yo la veía trabajando ahí, es mas
no sé cuándo empezó, pero sí le puedo decir que cuando fue que terminó,
porque ese día que ella se enfermó me pidió el favor de que la llevara a la
clínica (…). Luego afirmó que la actora trabajó hasta el 14 de noviembre del
año 2022.

En cuanto al dicho de la señora SILA INÉS CARVAJAL HERNANDEZ, señaló


que trabajó con la demandante, luego, manifestó que trabajó de forma
intermitente en el establecimiento, como último período estableció el mes de
noviembre de 2022 hasta enero de 2023, sin indicar días calendarios exactos
para la iniciación de su período laboral, finalmente, reconoció que la
demandante laboró unos días del mes de noviembre de 2022 y de octubre del
mismo año.

Por su parte, la testigo LAURA NATALY PERNETT PLAZA, estableció que es


sobrina de la demandante, indicó haber trabajado en un establecimiento
comercial cerca al restaurante LUIS ÁNGELES, y que acudía al lugar a consumir
almuerzos, para la temporada de diciembre de 2019, por tal razón afirmó que
le consta que la demandante laboraba en el restaurante LUIS ÁNGELES, para
esa fecha.

Seguidamente, reconoció el padecimiento médico que predica la demandante,


indicó que la señora CHARQEK DAZA BELEÑO es nuera de la demandante,
además, manifestó que la demandante laboró hasta el mes de noviembre del
año 2022 sin indicar día exacto. De otro lado, expuso que para el mes de
noviembre de 2022 se encontraba radicada en otra ciudad, y lo que supo de la

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demandante para esa época fue por conducto de la nuera de ésta CHARQEK
DAZA BELEÑO, no obstante, aseguró que la actora empezó a prestar sus
servicios para los demandados para el mes de junio del año 2013.

Finalmente, el testigo señor JORGE SANJUANELO ARRIETA, indicó ser yerno


de la demandada OMAIRA CASTRILLÓN, afirmó que conoce a la demandante
porque la ha visto en el restaurante y frecuenta todos los días el restaurante
LUIS ÁNGELES.

Luego indicó que vió a la demandante esporádicamente en el restaurante, al


preguntársele, desde que época ha visto a la demandante. respondió: (…)
“hace añitos” (…), luego manifestó haber visto a la demandante en el
establecimiento desde aproximadamente 8 años y finalmente, señaló que vio a
la actora en el restaurante hasta el mes de noviembre de 2022.

De este modo, al realizar un análisis de las pruebas adosadas al plenario, de la


declaración rendida por la parte demandada, se extrae que está efectivamente
confesó que la demandante prestó sus servicios en el establecimiento de
comercio de su propiedad durante los últimos días del mes de noviembre de
2022, y que a pesar de reconocer que la demandante prestaba sus servicios de
forma esporádica y recurrente, no se sustrae exactitud de los extremos
temporales de la relación laboral, y frente a la versión rendida por el
demandado LUIS ÁNGEL RENDÓN TORO, la Sala considera que ciertamente
reconoció que la demandante trabajó en el mentado establecimiento de forma
esporádica, no obstante, de su dicho no se pueden establecer los extremos
temporales.

Sobre las declaraciones rendidas por las testigos CHARQEK DAZA BELEÑO y
LAURA NATALY PERNETT PLAZA, se denota afirmación de la existencia de la
relación laboral entre las partes, la primera de éstas asegura que tiene
conocimiento de dicho vinculo desde el año 2016, no obstante, es sospechosa
su declaración, dado que, se abstuvo de indicar su parentesco con la
demandante, aunado a ello, tampoco brinda exactitud ni responsividad en
cuanto a la fecha de inicio de la relación laboral, con relación a la versión
rendida por la segunda de las testigo enunciada, se tiene que fue tachada por
imparcialidad por parte del apoderado de los demandados, situación que
amerita el estudio minucioso de la declaración, quien pese a afirmar que la
relación laboral inició desde el mes de junio de 2013, no puede obviarse su
vínculo de consanguinidad y su sentimiento de afinidad para con la
demandante, pues ella misma expresó que la actora es su tía y que intervino
de forma considerable en su crianza, por lo que puede existir un interés claro
de favorecimiento, sumado al hecho de que su manifestación en cuanto a la

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presunta fecha de inicio de la relación laboral no pudieron ser corroborados con


otros elementos persuasivos.

La apreciación del testimonio de LAURA NATALY PERNETT PLAZA, se hace con


fundamento en lineamiento de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación
Laboral a través de proveído SL-3721 de 2019, donde se consideró:

“La sola tacha por sospecha no es suficiente para menguar la fuerza


demostrativa de un testimonio, ya que de esa circunstancia no cabe
inferir sin más, que el testigo faltó a la verdad. Como lo advirtió el
fallador, cuando la persona que declara se encuentra en situación que
haga desconfiar de su veracidad e imparcialidad, lo que se impone no es
la descalificación de su exposición, sino un análisis más celoso de sus
manifestaciones, a través del cual sea permisible establecer si
intrínsecamente consideradas disipan o ratifican la prevención que en
principio infunden, y en fin, si encuentran corroboración o no en
otros elementos persuasivos, criterios que en definitiva son los que
han de guiar la definición del mérito que se les debe otorgar.”(Negrillas
de la sala)

Respecto las versiones de los testigos traídos al proceso por la parte


demandante, JORGE SANJUANELO ARRIETA y SILA INÉS CARVAJAL
HERNANDEZ, tampoco se precisa con exactitud fecha de inicio o terminación
de la relación laboral, pese a que el testigo SANJUANELO ARRIETA reconoció
que la demandante laboraba en el establecimiento de comercio desde hace
varios años, pero de forma esporádica, no pudiéndose sustraer de su versión
como ya se dijo, fechas de inicio y terminación.

Lo anterior, permite concluir que no le asiste razón al recurrente al mencionar


que si se lograron acreditar los extremos temporales de la relación laboral.
Recordándose que no se tiene en cuenta la versión rendida por la demandante
en lo que tiene que ver con las manifestaciones que la favorezcan, por una
aplicación del principio según el cual “a nadie le es lícito crearse su propia
prueba” (Vid. Sentencias SL4921-2019, SL4594-2019 y STL9684-2018).

Existiendo orfandad probatoria en cuanto a la acreditación de los extremos


temporales de la relación laboral, más allá de los fijados por el fallador de
origen, véase que, el artículo 164 del Código General del Proceso, aplicado por
remisión normativa que trata el artículo 145 del C.P.L y S.S, establece la
necesidad de la prueba, dice: “Toda decisión judicial debe fundarse en las
pruebas regular y oportunamente allegadas al proceso. Las pruebas
obtenidas con violación del debido proceso son nulas de pleno

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derecho”. En ese mismo sentido, el artículo 167 del C.G.P, hace referencia a
la carga de la prueba, establece: “Incumbe a las partes probar el
supuesto de hecho de las normas que consagran el efecto jurídico que
ellas persiguen”.

De conformidad con lo anterior, se encuentra acertada la decisión del A quo,


no obstante, se modificará la sentencia en la parte resolutiva, puesto se
incurrió en un lapsus en la misma, al establecerse el mes de diciembre de
2022, cuando en la parte considerativa en todo momento se hizo alusión al
mes de noviembre de 2022, fecha que fue confesada por la misma
demandada, por lo que, conviene aclarar que el vínculo entre las partes se dio
desde el 22 de noviembre de 2022 al 25 de noviembre de 2022.

ii) determinar si fue acertada la decisión del A quo al imponer la


condena por sanción moratoria de la que trata el artículo 65 del CST.

Para el apoderado de la parte demandada fue desacertada la condena por


sanción moratoria, por cuanto la relación laboral fue declarada por presunción,
y que además le correspondía a la parte demandante demostrar la mala fe por
parte de los demandados.

La Sala estima que los argumentos del apelante no tienen asidero, por cuanto
el contrato de trabajo no se declaró partiendo de la presunción contenida en el
artículo 24 del CST, norma que ciertamente fue citada por el fallador de primer
grado en su sentencia, de la misma forma que fueron citados los artículos 22 y
23 del CST, los cuales fueron traídos a colación como premisa introductoria del
fallo, y que contrario a lo afirmado por el apelante, el juzgador de instancia
calificó como subordinadas las labores ejercidas por la actora, circunstancia
que no fue objeto de discusión en esta etapa procesal.

Con relación a la demostración de la mala o buena fe en el empleador frente a


la ausencia de pagos de prestaciones sociales, se tiene que la sanción
moratoria no opera de forma maquinal, sino que corresponde al juez dilucidar
su procedencia, para ello, debe escudriñar los medios de convicción arrimados
al expediente, en busca de descubrir si el empleador demandado aportó
prueba que de alcance a la razonabilidad de su conducta omisiva , es decir, de
la buena fe que acompañó su conducta de cara al cumplimiento de las
obligaciones laborales a su cargo (Sentencia SL-4566 de 2019; SL-8216 de
2016, Rad. 47048; Sentencia SL-1928 de 2018, y recientemente SL446
- 2020).

Por ejemplo, en la CSJ SL446-2020, este alto la Corte puntualizó lo siguiente:

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“En lo que respecta si se debe exonerar a la demanda de la sanción


moratoria del artículo 65 y la del numeral 3, del artículo 99 de la ley
50 del 90 al existir buena fe en el proceder de COSMITET, observa esta
sala que en lo que respecta a la moratoria del artículo 65 y la del
numeral tercero del artículo 99 de la ley 50 de 90, basta decir que
como tiene enseñado nuestra jurisprudencia estas no surgen de una
manera automática ante el incumplimiento en el pago o lo que es lo
mismo necesariamente su incumplimiento se traduce en mala fe, la
jurisprudencia ha precisado que las indemnizaciones son inaplicables a
los casos de duda justificada frente a la existencia del derecho esto es,
cuando se establece que el empleador deudor obro de buena fe no es
dable tal sanción, el juez en cada caso debe considerar las razones que
le asisten al empleador para no pagar a la terminación del contrato de
trabajo, los salarios prestaciones debido al trabajador como también el
motivo por el cual no consignó las cesantías del trabajador y si
encuentra razones que justifiquen el no pago Se le puede exonerar de
dicha indemnización.”

Acentuando el anterior criterio para el presente caso, se tiene que la parte


demandada no acreditó razones que justificaran su incumplimiento. Aunado a
ello, si se llegare a creer que el pago parcial por parte de la demandada de las
prestaciones, constituye un actuar de buena fe debe recordarse que, la H. Sala
de Casación Laboral de la Corte, tiene sentado que “la sanción moratoria se
causa en los casos de falta de pago de la obligación, como en los de pagos
parciales o deficitarios, sin importar la cuantía de lo adeudado” (CSJ
SL955-2021, CSJ SL667- 2021, CSJ SL7782-2017). (Negrillas de la Sala)

Con fundamento en los argumentos expuestos en precedencia la Sala


considera que fue acertada la decisión del A quo al imponer condena por la
sanción moratoria de la que trata el artículo 65 del CTS., razón por la cual será
confirmada la decisión en ese sentido.

VI. COSTAS

No imponer condena en costas, por cuanto ninguno de los recursos prosperó


(Art 365 No 8 C.G.P).

VII. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto la Sala Cuarta de Decisión Civil-Familia-Laboral del


Tribunal Superior del Distrito Judicial de Montería, Administrando justicia en
nombre de la Republica y por autorizad de la Ley,

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VIII. RESUELVE:

PRIMERO: MODIFICAR el numeral PRIMERO de la sentencia apelada, en el


sentido de que la relación laboral tuvo lugar desde el día 22 de noviembre de 2022
hasta el 25 de noviembre de 2022.

SEGUNDO: CONFIRMAR en todo lo demás.

TERCERO: SIN COSTAS en esta instancia.

CUARTO: Oportunamente devuélvase el expediente al Juzgado de origen.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE
LOS MAGISTRADOS

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