La Sucesión Mortis Causa. Conceptos Generales. Estructura Y Dinámica Del Proceso Sucesorio

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 13

73.

514
Derecho Civil 4 GES- 3 A

LA SUCESIÓN MORTIS CAUSA. CONCEPTOS GENERALES. ESTRUCTURA Y


DINÁMICA DEL PROCESO SUCESORIO

 Presentación

 Conocimientos previos

 Objetivos

 Contenidos

 Conceptos más importantes

 Bibliografía complementaria

 Reformas legales

73.514 – Derecho Civil 4 / GES-3 (A) 1


73.514
Derecho Civil 4 GES- 3 A

Presentación

En la tercera guía de estudio (GES 3) se abordan algunos de los conceptos


fundamentales del Derecho de sucesiones (la misma idea de sucesión mortis
causa o los tipos de ésta), así como una descripción, en términos generales, del
llamado proceso sucesorio mortis causa. Se incluye también en la misma el
abordaje de la sucesión testamentaria. En aras de un mejor tratamiento de la
materia, hemos optado por dividir la GES en dos apartados: (A) dedicado al
módulo 6 y (B) dedicado al módulo 7.

En concreto, el módulo 6 tiene como objetivo ubicar la materia estudiada en el


ordenamiento jurídico. El Derecho de sucesiones no es más que una parte de
éste, un subconjunto singularizado y característico de normas establecido a partir
de la peculiaridad del fenómeno que regulan: el llamado fenómeno sucesorio. En
nuestro país, el Derecho civil común (o estatal) no es el único que contiene normas
sucesorias. Los Derechos civiles forales o especiales, llamados por muchos, cada
vez más extendidamente, Derechos civiles autonómicos, contienen muchas
normas relativas a la sucesión mortis causa. En esta asignatura, salvo algunas
referencias puntuales, se aborda como corresponde el Derecho de sucesiones
común.

Conocimientos previos

En el PD de la asignatura se alude a la conveniencia de un conocimiento previo,


lo más completo posible, del Derecho civil para afrontar con garantía y
aprovechamiento el estudio del Derecho de sucesiones. La implicación en éste del
Derecho de la persona, del Derecho civil patrimonial o, muy especialmente, del
Derecho de familia es más que evidente.

Por lo que se refiere a estos módulos, conviene tener presente específicamente –


vulgo: repasar– algunas materias concretas. Así, respecto de la capacidad para
suceder se presupone un conocimiento exacto de en qué consiste la capacidad
de obrar como medida de la aptitud de la persona para realizar trascendentemente
actos en el tráfico jurídico económico. De igual manera, la última parte del módulo,
en la que se abordan las que se denominan “otras sucesiones” cuyo origen es la
muerte del sujeto, da pie para refrescar algunos conocimientos. Así, la sucesión
nobiliaria permite enfrentar la cuestión de la aplicación de los derechos
fundamentales, especialmente el principio de igualdad, en este caso respecto de
la discriminación por razón de sexo. Y también las otras sucesiones estudiadas
conducen obligatoriamente a recordar el régimen de dos figuras contractuales tan
características como son el contrato de arrendamientos urbanos y el de
arrendamientos rústicos.

73.514 – Derecho Civil 4 / GES-3 (A) 2


73.514
Derecho Civil 4 GES- 3 A

Objetivos

Los objetivos del módulo 6 son:


 Conceptuar y describir el fenómeno sucesorio mortis causa.
 Describir, con carácter general, los tipos o clases de sucesión.
 Reconocer las fuentes normativas del Derecho de sucesiones,
distinguiendo las estatales y las autonómicas.
 Describir la estructura del fenómeno sucesorio: sujetos y objeto o
contenido.
 Establecer el régimen de la capacidad para suceder (régimen general,
incapacidades absolutas y relativas e indignidad para suceder).
 Describir la llamada dinámica del proceso sucesorio, desde la apertura de
la sucesión hasta la adquisición de la herencia.
 Conocer las respuestas que el ordenamiento ofrece a determinadas
situaciones que se producen en el proceso sucesorio: derecho de
transmisión; derecho de acrecer; derecho de representación.
 Conocer el régimen de algunas sucesiones especiales, cuya singularidad
se basa en aquello que es objeto de transmisión (sucesión nobiliaria;
sucesión en la explotación familiar agraria; sucesión en los arrendamientos
rústicos; sucesión en los arrendamientos urbanos).

Contenidos

Los contenidos del módulo 6, dividido en cinco grandes apartados, son los
siguientes:

1. La primera parte del módulo está dedicada al fenómeno sucesorio mortis


causa y a su regulación. Del primero, además de su caracterización general –en
el que destaca que se trata de una transmisión como consecuencia de la muerte
del transmitente, a diferencia de lo que sucede en los actos inter vivos, en los que
no es necesaria la muerte de uno de los sujetos–, se consideran los tipos o clase
de sucesión, es decir, que ésta pueda tener su origen en la voluntad del sujeto
manifestada a través de testamento (sucesión testamentaria) o, a falta o ineficacia
de éste, por ley (sucesión legal o intestada). Cabe, también, en el régimen del
Código civil, la sucesión mixta (en parte testada y en parte intestada). En relación
con la calidad del sucesor, se distingue entre el heredero (sucesor a título
universal) y el legatario (sucesor a título particular). En otro orden de cosas, ha de
tenerse en cuenta que determinados familiares del causante tienen derecho a
recibir una parte del haber hereditario en concepto de legítima, aunque esta puede
satisfacerse por cualquier título gratuito (herencia, legado o, incluso, donación).
Esta primera parte del módulo concluye con la consideración del Derecho de
sucesiones, con especial atención a la distinción entre su versión estatal o de
Derecho común (Código civil, básicamente) y sus versiones autonómicas.

2. El módulo se ocupa en su segunda parte de la estructura del fenómeno


sucesorio. Ésta contiene unos elementos personales, los sujetos, y un contenido,
lo que se conoce de forma genérica (y un tanto inapropiadamente) como herencia.

73.514 – Derecho Civil 4 / GES-3 (A) 3


73.514
Derecho Civil 4 GES- 3 A

Los sujetos del fenómeno sucesorio son básicamente dos: el difunto y quienes le
suceden. Al primero se le llama causante o también de cuius. Los beneficiarios de
la sucesión, los sucesores o causahabientes, pueden ser –como hemos dicho– de
dos tipos: sucesores a título universal o herederos y sucesores a título particular
o legatarios. Las diferencias entre unos y otros se sitúan más allá o no estriban
sólo en que los primeros sean beneficiarios de la herencia o de una parte de ésta,
y los otros, los legatarios, lo sean de un bien o derecho concreto del patrimonio
del causante. Ambos pueden reunir además la condición de legitimarios o
herederos forzosos. Por otra parte, en relación con la determinación de la calidad
de heredero o legatario que corresponde a un sujeto, podemos encontrarnos con
cuatro figuras problemáticas: el heredero en cosa cierta, el legatario de parte
alícuota, la institución en usufructo y la distribución de toda la herencia en legados.

3. La tercera parte del módulo está dedicada a aquello que es presupuesto para
la adquisición de la condición de sucesor, es decir, a la capacidad para suceder.
Como se verá, el CC es generoso a este respecto, estableciendo un amplio
principio general habilita para suceder, siempre y cuando el llamado a la herencia
haya sobrevivido al causante. Ello no obsta para el establecimiento de una serie
incapacidades para suceder, absolutas o relativas, así como de la llamada
indignidad, que ha de considerarse como una auténtica tacha sucesoria de aquél
que por cometer un acto de extraordinaria gravedad contra el causante se ve
privado del derecho a heredarle.

4. El módulo continúa en su cuarta parte, ocupándose del proceso sucesorio.


Como diría un moderno –en el peor sentido del término, que lo tiene– el “escenario
lógico y dinámico” en que se desenvuelve el fenómeno sucesorio. Este se
descompone, con carácter general, en diversas fases o momentos, algunos
coincidentes en el tiempo, pero diferenciados siempre por su finalidad y cometido.
Estas fases o momentos serían la apertura de la sucesión, la vocación a la
herencia, la delación de la herencia y la adquisición de la herencia. Un
subapartado importante está dedicado a situaciones extraordinarias –que no es lo
mismo que imposibles: son perfectamente factibles– y sobre todo a las respuestas
que el ordenamiento les ofrece en forma de derecho de transmisión del ius
delationis, de derecho de acrecer y de derecho de representación. Estos
mecanismos sirven, como se verá, para resolver problemas muy específicos que
pueden darse en una sucesión.

5. Finalmente, la quinta y última parte del módulo se ocupa de las que se califican
como otras sucesiones mortis causa. Se trata de aquellas sucesiones, también
llamadas especiales o excepcionales, caracterizadas por el objeto transmitido y
por el régimen especial que las regula. En concreto, son la sucesión en los títulos
nobiliarios, en las explotaciones familiares agrarias y en los inmuebles arrendados,
rústicos o urbanos.

73.514 – Derecho Civil 4 / GES-3 (A) 4


73.514
Derecho Civil 4 GES- 3 A

Conceptos más importantes

1. La sucesión por causa de muerte: el Derecho de sucesiones

El fallecimiento de una persona provoca la extinción de su personalidad y da lugar


a la apertura de un complejo proceso destinado a organizar y transmitir el conjunto
de sus bienes, derechos y obligaciones a unos sujetos que adquieren la condición
de sucesores por causa de muerte o mortis causa. El fundamento de la sucesión
mortis causa se halla en la necesidad de otorgar estabilidad y continuidad a unas
relaciones jurídicas que, de otra forma, quedarían extinguidas con la muerte de su
titular, lo cual crearía una enorme inseguridad jurídica en el seno de nuestra
sociedad.

El fenómeno sucesorio en su globalidad se encuentra expresamente regulado en


el Código civil (Libro III, De los diferentes modos de adquirir la propiedad),
ocupándose de su estudio el Derecho de sucesiones, una parte del Derecho
privado y del Derecho civil “constituida por el conjunto de normas que regulan el
destino de las relaciones jurídicas de una persona cuando muere, y de las que
con este motivo se producen” (Díez-Picazo y Gullón Ballesteros).

Las líneas básicas que caracterizan a nuestro Derecho de sucesiones son las
siguientes:
1) Canalización de una parte de los bienes del difunto hacia la comunidad a
través de un sistema de impuestos progresivos.
2) Consagración de la libertad de disponer a causa de muerte (que, en el
Código civil se encauza, fundamentalmente, a través del testamento),
dejando a salvo unos cupos especiales que han de recibir necesariamente
determinados familiares cercanos (sistema de legítimas).
3) Ordenación de los llamamientos legales a la sucesión en defecto de
testamento, en virtud de las relaciones familiares con el causante.
4) Llamada al Estado en defecto de familiares con derecho a la sucesión.

Finalmente, hay que señalar que en los llamados Derechos civiles forales o
especiales se encuentran reguladas numerosas instituciones de Derecho
sucesorio (hasta el punto de que puede decirse que es en este sector, junto con
el Derecho de familia, donde se aprecian más diferencias con el Derecho común
del Código civil) que habrá que tener en cuenta de manera puntual a lo largo de
la exposición de la materia.

2. Tipos o clases de sucesión


La sucesión por causa de muerte suele clasificarse en atención a dos criterios:
a) Origen de la sucesión.
 Sucesión voluntaria o testamentaria, en la que el sucesor o sucesores son
designados por voluntad de la persona, manifestada a través de un negocio
jurídico unilateral como el testamento.

73.514 – Derecho Civil 4 / GES-3 (A) 5


73.514
Derecho Civil 4 GES- 3 A

- Sucesión legal, abintestato o intestada: opera en defecto de testamento o de


ineficacia de éste, y en ella la sucesión viene determinada directamente por la
ley. No debe confundirse la sucesión legal con la sucesión legítimaria, ya que
con esta expresión se hace referencia a unos sucesores legitimarios o forzosos
a los cuales la ley reserva de forma imperativa una parte de los bienes llamada
legítima.
- Sucesión contractual. Se articula mediante los pactos o contratos
sucesorios, por medio de los cuales el causante organiza de acuerdo con otros
su futura sucesión. Esta modalidad asume mucha más importancia en los
Derechos civiles forales, ya que en el Derecho común sólo está admitida de
forma muy excepcional (cfr. art. 1271 CC)
b) Objeto sobre el que recae.
- Sucesión a título universal. Implica el llamamiento de un sucesor denominado
heredero a la totalidad de la herencia o una parte de ésta, en caso de que
concurra con otros herederos (art. 660 CC).
- Sucesión a título particular. Es aquella en la que un sujeto llamado legatario
sucede en determinadas y concretas relaciones del causante. Aunque en
ocasiones, ni siquiera esta afirmación es exacta: piénsese, p.e., en un legado de
perdón de deuda o de reconocimiento de deuda.

3. Los sujetos del fenómeno sucesorio

Los protagonistas principales o esenciales del fenómeno sucesorio son el


causante, el heredero y el legatario.

a) El causante

El causante o de cuius es la persona que fallece y desencadena todo el


proceso sucesorio, por lo que sin él no llega siquiera a plantearse la cuestión
de la sucesión mortis causa. Requisito básico para adquirir la condición de
causante es la de haber fallecido (art. 32 CC) o haber sido declarado fallecido,
si bien es este segundo caso la sucesión presenta algunas peculiaridades
provocadas por la eventualidad de una posible la aparición del desaparecido
(arts. 193 a 197 CC). Solo las personas físicas pueden ser causantes de una
sucesión mortis causa.

b) El heredero
El heredero es el sucesor mortis causa a título universal, esto es, el que sucede
al causante en todas las relaciones jurídicas transmisibles (derechos y
obligaciones) por causa de muerte. Se trata de una figura que ocupa un lugar
central de nuestro sistema sucesorio (vid., art. 912 CC). Puede tratarse de
personas físicas o jurídicas.

73.514 – Derecho Civil 4 / GES-3 (A) 6


73.514
Derecho Civil 4 GES- 3 A

c) El legatario

El legatario es un sucesor a título particular, al cual el causante le deja


voluntariamente y mediante testamento alguno o algunos de sus bienes o
derechos (aunque caben modalidades de legados en que debe matizarse esta
afirmación). Puede tratarse de personas físicas o jurídicas.

4. El objeto del fenómeno sucesorio: la herencia


El objeto del fenómeno sucesorio es la herencia (también conocida como
caudal hereditario, caudal relicto o patrimonio hereditario), la cual está formada
por todos los bienes y derechos que no se extinguen por la muerte del causante
(no se transmiten las facultades de carácter personalísimo, con alguna
excepción), así como por las deudas y obligaciones de éste (art. 659 CC).
Debe destacarse la importancia que asume el hecho de que la Constitución
Española haya reconocido expresamente el derecho a la herencia en su
artículo 33, junto al derecho de propiedad, pudiéndose hablar en consecuencia
de una garantía institucional de la herencia.

5. La capacidad para suceder: incapacidades absolutas, relativas e indignidad

Para poder suceder, el heredero ha de gozar de capacidad sucesoria, para lo


cual basta con tener personalidad (nacer en las condiciones del art. 30 CC) y
poder ser identificado (art. 750 CC). No obstante, no podrán suceder los que
estén incapacitados por ley (art. 744 CC), expresión bajo la cual pueden
comprenderse los siguientes supuestos, que, en realidad, no son supuestos
de falta de capacidad de obrar (concepto ligado a un defecto de madurez
subjetiva, como, p.e.) el que afecta a un menor) sino de falta de libertad para
suceder (limitaciones a la autonomía privada):
a) Incapacidades absolutas

El artículo 745 CC establece que son incapaces de suceder las criaturas


abortivas que no reúnan las circunstancias del artículo 30 CC, así como las
asociaciones o corporaciones no permitidas por la ley.

El nasciturus (concebido pero no nacido) puede ser sucesor, pues el artículo


29 CC afirma que se le ha de considerar como nacido para todos los efectos
que le sean favorables. En cuanto a los nondum concepti (aún no
concebidos), la posibilidad de que sean llamados a la herencia es discutible,
puesto que el Código civil no lo admite expresamente de modo directo (incluso
parece deducirse su prohibición de los artículos 29 y 758 CC), pero desde la
doctrina se afirma que no hay inconveniente en articular su presencia mediante
un llamamiento condicional (sujeto a la condición “si nace”). Además, el Código
Civil, si que admite esta figura articulada a través de una sustitución

73.514 – Derecho Civil 4 / GES-3 (A) 7


73.514
Derecho Civil 4 GES- 3 A

fideicomisaria (así, el art. 781 CC permite el llamamiento de fideicomisarios


concepturus, aunque lo limita a dos llamamientos como máximo).

Las fundaciones testamentarias (fundaciones constituidas mediante


testamento, en el cual se les llama a su vez a la herencia), a pesar de no existir
en el momento de la apertura de la sucesión, también tienen capacidad para
suceder. Respecto a las asociaciones o sociedades en trance de
constitución, la doctrina se inclina por aplicar analógicamente las normas de
protección del nasciturus, por lo que también pueden ser llamadas a la
herencia. Se trataría, en cualquier caso, de llamamientos condicionales,
sujetos a la condición de efectiva constitución de la persona jurídica.

b) Incapacidades relativas

Bajo el término de “incapacidades relativas” se comprenden una serie de


supuestos heterogéneos en los que se prohíbe al causante disponer
testamentariamente a favor de determinadas personas (notarios y testigos,
ministros religiosos, tutor o curador, persona interpuesta) que, por su relación
o vinculación con el testador, pueden influir en la elaboración de las
disposiciones testamentarias (cfr. arts. 752 a 755). El art. 753 ha recibido
nueva redacción en virtud de la reforma del Código civil por Ley 8/2021, de 2
de junio. Entre las principales novedades se encuentra la introducción de la
prohibición de suceder por vía testada de los cuidadores de una persona que
se encuentre internada en un establecimiento público o privado por razones
de salud o asistencia (p.e., una residencia de ancianos), cuando aquellos sean
titulares, administradores o empleados del citado establecimiento, alcanzando
la prohibición también al propio establecimiento.

c) Indignidad

La indignidad es una sanción legal consistente en la exclusión como sucesores


de determinadas personas que han cometido conductas reprobables de
especial gravedad, enumeradas en el artículo 756 CC. La Ley 15/2015, de 2
de julio, de la Jurisdicción Voluntaria, introdujo algunas importantes
modificaciones en este precepto. Más recientemente, se han modificado el
párrafo 3 del apartado 2º y el apartado 7º de este precepto por la Ley 8/2021,
de 2 de junio. Ha de tenerse en cuenta que el causante puede rehabilitar al
indigno perdonándole tácita o expresamente (art. 757 CC). La indignidad
afecta a cualquier tipo de sucesión.

6. La dinámica del proceso sucesorio

El proceso sucesorio se desenvuelve a lo largo de cuatro fases fundamentales:


apertura de la sucesión, vocación de la herencia, delación de la herencia y
adquisición de la herencia.

73.514 – Derecho Civil 4 / GES-3 (A) 8


73.514
Derecho Civil 4 GES- 3 A

a) La apertura de la sucesión

La apertura de la sucesión se produce con la muerte o la declaración de


fallecimiento del causante (art. 657 CC), momento en el cual se extingue
su personalidad y se produce la transmisión de sus bienes, derechos y
obligaciones.

b) La vocación

Mediante la vocación se hacen efectivos los llamamientos, esto es, se determina


qué personas han sido llamadas a la herencia en condición de herederos
(vocatio, invitación o llamada), lo cual dependerá en última instancia de lo que
establezcan las disposiciones testamentarias, las reglas sobre sucesión
intestada o ambas.

c) La delación

La delación es la fase en la que el llamado como heredero puede ya aceptar o


repudiar la herencia con eficacia (este poder de aceptar o repudiar la herencia
con eficacia actual se denomina ius delationis y tiene un valor patrimonial). El ius
delationis no puede ser objeto de actos de disposición inter vivos (art. 1000.1º
CC), pero, como veremos más adelante, puede transmitirse a los herederos.

d) La adquisición

Finalmente, una vez que el llamado acepta, se produce la adquisición de la


herencia. Debe señalarse que en nuestro derecho no hay adquisición ipso iure
de la herencia con poder de repudiarla (tesis germanista), sino poder de
aceptarla o repudiarla (Derecho romano). La aceptación tiene efectos
retroactivos, de modo que el sujeto se considera heredero desde el momento del
fallecimiento del causante (apertura de la sucesión) y no desde la fecha de la
aceptación.

Apertura  Vocación  Delación  Herencia yacente - Aceptación 


Adquisición  Adjudicación  Comunidad hereditaria - Partición

7. El derecho de transmisión

Cuando el llamado a una herencia muere sin aceptarla o repudiarla, el ius


delationis se transmite a sus herederos (siempre y cuando acepten su propia
sucesión), como un elemento más del patrimonio del difunto (art. 1006 CC). Esta

73.514 – Derecho Civil 4 / GES-3 (A) 9


73.514
Derecho Civil 4 GES- 3 A

transmisión del derecho a aceptar o repudiar la herencia se conoce con el nombre


de “derecho de transmisión” (ius transmissionis), y es aplicable tanto a la sucesión
testada como a la intestada.

Aunque es discutible (la discusión en la doctrina y la jurisprudencia ha sido y sigue


siendo recurrente), puede afirmarse que el transmisario (heredero del
transmitente) sucede directamente del causante, por lo que existe una única
sucesión.

8. El derecho de acrecer

El “derecho de acrecer” es el efecto que se produce cuando, en caso de


llamamiento conjunto a la totalidad de una herencia o parte de la misma, la cuota
de los aceptantes (concursus partes fiunt: del concurso surge la cuota) sufre una
expansión como consecuencia de que cualquiera de los llamados no pueda o no
quiera aceptar (Díez-Picazo y Gullón Ballesteros). Cabe tanto entre herederos
como entre legatarios.
Esta figura se ha venido fundamentando, desde el Derecho Romano, en la
voluntad presunta del causante (teoría subjetiva), aunque más modernamente se
ha fundado en la existencia objetiva de una vocación solidaria, que atribuye a los
llamados una vocación cabal a toda la herencia.
Según el artículo 982 CC, para que tenga lugar en una sucesión testamentaria el
derecho de acrecer es necesario:
a) Que dos o más sean llamados a una misma herencia o a una misma
porción de ella sin especial designación de partes (el art. 983 CC se
encarga de precisar esta idea).
b) Que uno de los llamados muera antes que el testador, que renuncie a la
herencia o que sea incapaz de recibirla.

En la sucesión intestada, a pesar de la literalidad del artículo 981 CC, no hay


derecho de acrecer, ya que rige el principio de que el pariente más próximo en
grado excluye al más remoto. Tampoco tiene aplicación este derecho en la
legítima, pues si algún heredero la repudia sucederán los demás por derecho
propio (art. 985.2º CC). Aunque discutible, sí parece posible el acrecimiento en el
tercio de mejora.

9. El derecho de representación

Se denomina “derecho de representación” al derecho que tienen determinados


parientes (art. 925 CC) de una persona llamada a una herencia para ocupar su
situación jurídica en caso de premoriencia o de incapacidad para heredar
(indignidad), nunca por haber repudiado la herencia (art. 924 CC).

73.514 – Derecho Civil 4 / GES-3 (A) 10


73.514
Derecho Civil 4 GES- 3 A

En tal caso, la división de la herencia se hace por estirpes, de tal forma que el
representante o representantes no heredan más de lo que heredaría su
representado si viviera (art. 926 CC).

El legislador contempla el derecho de representación en la sucesión legal o


intestada, no siendo en consecuencia aplicable a la sucesión testamentaria, con
la excepción del supuesto regulado en el artículo 814.III CC, en sede de
preterición. Con relación a las legítimas, es posible afirmar que los hijos o
descendientes de un legitimario excluido de la herencia (por las razones
apuntadas) ocupan su lugar por derecho de representación (arts. 761, 857 y 929
CC).

10. Otras sucesiones «mortis causa»

Con el nombre de sucesiones especiales o excepcionales se identifican un


conjunto de supuestos sucesorios en los que la transmisión mortis causa de un
determinado bien o derecho se rige por reglas especiales, distintas de las que
regulan la sucesión en general y que serán aplicables al resto de la herencia
(Valpuesta Fernández). En realidad, no son supuestos de sucesión mortis causa,
funcionando al margen de la herencia, aunque sea la muerte del primitivo titular la
que desencadena el fenómeno. Dichos supuestos son los siguientes:

a) Sucesión de los títulos nobiliarios

La sucesión en los títulos nobiliarios se caracteriza por ser vincular, en el sentido


de que su transmisión mortis causa está previamente establecida por un orden
sucesorio de carácter permanente e inalterable. Respecto al orden sucesorio,
hay que distinguir entre la sucesión irregular, en la que el orden aparece en la
carta de concesión del título, y la sucesión regular, que se rige por las
disposiciones legales aplicables.

b) Sucesión en la explotación familiar agraria

La importancia y el significado que asume la “explotación familiar agraria” como


fuente principal de recursos de la unidad familiar ha dado lugar a que el legislador
consagre un régimen sucesorio especial para éstas. Así, cuando la explotación
sea propiedad del causante, rige la regla de la indivisibilidad (art. 35 LRDA), y
cuando se encuentre en régimen de concesión sucede al concesionario su
cónyuge no separado legalmente o de hecho y en su defecto un descendiente
que sea agricultor (art. 32 LRDA).

c) Sucesión en los arrendamientos rústicos y urbanos

Tanto la Ley de Arrendamientos Rústicos (art. 24) como la Ley de


Arrendamientos Urbanos (art. 16) contemplan una serie de normas de Derecho
sucesorio destinadas a garantizar que determinadas personas puedan adquirir

73.514 – Derecho Civil 4 / GES-3 (A) 11


73.514
Derecho Civil 4 GES- 3 A

mortis causa la posición del arrendatario fallecido, evitando la extinción del


contrato.

El artículo 24 LAR, en concreto su apartado e) –modificado por la Ley 26/2005,


de 30 de noviembre, por la que se modifica la Ley de Arrendamientos Rústicos–
, dispone lo siguiente: “Por muerte del arrendatario, quedando a salvo el derecho
de sus sucesores legítimos. En tal caso, a falta de designación expresa
efectuada por el testador, tendrá preferencia el que tenga la condición de joven
agricultor, y si hubiera varios, será preferente el más antiguo. Si ninguno la
tuviera, los sucesores tendrán que escoger entre ellos, por mayoría, al que se
subrogará en las, condiciones y derechos del arrendatario fallecido. Si se da esta
última circunstancia, será necesaria la correspondiente notificación por escrito al
arrendador, en el plazo de un año desde el fallecimiento”.

Por lo que se refiere a los arrendamientos urbanos, el artículo 16 LAU prevé la


posibilidad de una subrogación, a favor, en su caso, de diversos sujetos
(cónyuge o pareja estable, descendientes, ascendientes o hermanos entre
otros), cuando se dé la muerte del arrendatario. Últimamente, este precepto ha
sido reformado en su apartado 4, en dos ocasiones, en 2013 y la última en 2019,
con el siguiente tenor: “En arrendamientos cuya duración inicial sea superior a
cinco años, o siete años si el arrendador fuese persona jurídica, las partes
podrán pactar que no haya derecho de subrogación en caso de fallecimiento del
arrendatario, cuando este tenga lugar transcurridos los cinco primeros años de
duración del arrendamiento, o los siete primeros años si el arrendador fuese
persona jurídica, o que el arrendamiento se extinga a los cinco años cuando el
fallecimiento se hubiera producido con anterioridad, o a los siete años si el
arrendador fuese persona jurídica. En todo caso, no podrá pactarse esta
renuncia al derecho de subrogación en caso de que las personas que puedan
ejercitar tal derecho en virtud de lo dispuesto en el apartado 1 de este artículo se
encuentren en situación de especial vulnerabilidad y afecte a menores de edad,
personas con discapacidad o personas mayores de 65 años”.

Bibliografía complementaria

Se sugieren a continuación –además de las que se recogen en el propio módulo– una


serie de lecturas para aquellos que quieran ampliar específicamente algunos aspectos
o cuestiones. Esta ampliación es distinta de la que debe hacerse (casi necesariamente)
a través de los manuales de Derecho de sucesiones que se recomiendan en los mismos
materiales o en el PD. Como se insiste siempre, con los módulos no es suficiente para
la preparación de la asignatura.

En cuanto al listado que se ofrece combina trabajos de hace tiempo –por lo que algunos
pueden considerarse auténticos clásicos, que conviene por tanto conocer– y otros más
recientes.

73.514 – Derecho Civil 4 / GES-3 (A) 12


73.514
Derecho Civil 4 GES- 3 A

Arechederra, L. (1984), “Capacidad para suceder y Constitución”. Anuario de Derecho


Civil (pág. 641).

Castán Tobeñas, J. (1959), “La dogmática de la herencia y su crisis actual”. Revista


General de Legislación y Jurisprudencia (pág. 243).

Espejo Lerdo de Tejada, M. (1999), La sucesión contractual en el Código Civil. Sevilla:


Universidad de Sevilla.

García García, J. M. (1996), La sucesión por derecho de transmisión. Madrid.

Hernández-Gil Álvarez-Cienfuegos, A (1992), La preferencia del varón en la sucesión


nobiliaria después de la Constitución. Madrid: Civitas.

Salvador Coderch, P. (1985), “El título de heredero”. Revista de Derecho Notarial (pág.
399).

VV.AA. (2021), Derecho de Sucesiones, Mas Badia, Mª D. (dir),


https://www.uv.es/docius/materialesjuridicos.wiki

73.514 – Derecho Civil 4 / GES-3 (A) 13

También podría gustarte