Hasta Siempre, Marìtxu: 3ilbao

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3ilbao

Hasta siempre, Marìtxu


Carmen Torres Ripa porque mis experiencias en ese
extraño mundo, siempre me
habían dejado un poso de tris­
ARITXU Erlanz teza. Sólo ella fue diferente.

M Guler, murió esta


primavera. Sabía,
porque Dios le dio
la sabiduría de ver
cio -am arga sabiduría para sí
en ei espa­
«Debes tener en cuenta -m e
decía- que en su propio nom­
bre el adivino lleva una alusión
a la divinidad o, a lo que es lo
mismo, al plano de la concien­
misma-, que la vida se marcha cia, donde el conocimiento re­
para el resto de mortales sin conoce su finidad, la precarie­
avisar. A ella le llamó a la dad de sus certezas. El adivino
puerta con suavidad. «Me voy debe ser un atleta de la imagi­
-m e dijo-, sé que tengo algo nación, un equilibrista de los lí­
dentro. El médico, al fin un mites, entre lo conocido y lo
amigo, me va a mentir, pero conjetural, un ejecutante que
veo un cáncer. Disimulo y apa­ verbalice intuiciones y llegue a
rento que me siento fuerte, la comunicación solamente por
aunque estoy cansada, terrible­ desgarros, fragmentos, porque
mente cansada». Luego sonrió su música no pertenece a las
y como siempre los ojos se le formas sino a la virtualidad;
llenaron de brillo, como peque­ debe rechazar todo mecanismo
ñas lentejuelas de azabache. mántico. Hay pocos echadores
«No estoy triste. Estoy prepa­ de cartas que están dotados de
rada para irme, he visto o que divinidad, sólo buscan sacar el
hay después, y sé que se está dinero a los incautos».
bien». El día de su funeral había
Nunca supe la edad de Ma- muchas mujeres. Quizás por­
ritxu hasta que murió. Tenía 81 que a todas acogió con especial
años. Parecía no pertenecer a cariño, las monjitas del conven­
ningún calendario convencio­ to cercano lloraban. Todo fue
nal. Me acostumbré a aceptar mo un barullo, tantas y tantas claridad su estado, profesión, rán lo que quieres oir. Promé­ sencillo, sin grandes alardes de
ese continuo oirle «el tiempo cosas que le he escuchado, le idea que traen, etc. He obser­ temelo. Si quieres saber el sig­ gente. Creo que sólo estuvimos
no existe, sólo está en la imagi­ he leído «Adivinar las ideas ex­ vado que a veces no Hegan to­ nificado del tarot apréndelo tú. los amigos y el Amigo que Ma­
nación del hombre» y no me di citadas del inconsciente de una das las personas que he marca­ Recuerda que el tarot de Eus- ritxu quiso de modo especial:
cuenta, como Adriano, que ha­ persona -decía- es mucho más do, lo anoto, ejemplo: Mucha­ kalerria se lo dediqué a todas el Padre Pilón, él ofició la cere­
bía llegado a la edad en que la lácil que adivinar las ideas cho moreno, con problema de las mujeres. A ti también, por­ monia. Sus palabras estuvieron
vida es una derrota aceptada. conscientes. El pasado, presen­ trabajo, no llegó, pero apareció que las cartas del tarot ofrecen >rietas de amor, de ternura, de
Hablamos largo. Sabía que te y futuro próximo, aparecen a los tres días, es decir llegan al la oportunidad de utilizar nues­ é y de serenidad. Fue una pla­
no buscaba que me echase el mezclados, y a veces es difícil día siguiente, más tarde y a ve­ tras actitudes conscientes e in­ tica bellísima que nos supo
tarot, hacía tiempo q^ue había separarlos. Él pasado no es la ces no llegan. Esto demuestra, conscientes con el fin de facili­ transmitir la fuerza de esta ron-
dejado de hacer o. Como cu­ muerte, sabemos que sobrevi­ claramente, que las personas tar un modo de considerar a vi­ calesa, esta mujer sabía que vi­
riosidad, recuerdo que el Jue­ ve con la memoria. La memo­ podemos obrar independiente­ da en el presente y las posibles vió en Ulía, uno de los montes
ves Santo de 1992, estuve en ria, fenómeno extraordinario; mente, no estamos sujetas, ni li­ extensiones y direcciones que más bellos de San Sebastián,
San Sebastián entrevistando a si no existiera la memoria el mitadas por lo que llamamos existen en el futuro. Es agrada­ una mujer a la que llamaron la
Juan Mari Arzak y después ba­ pasado no existiría tampoco. tiempo. Estos trabajos llama­ ble saber que existen nuevas bruja buena. Creyente como
jé a ver a Maritxu con mi hijo Un pasado extremadamente dos telepáticos no son impor­ fronteras interiores, tal como una roca y soñadora como una
Gabriel y su novia. Y Maritxu próximo puede considerarse tantes; importante para mí, va­ existe el espacio exterior por niña cuando evocaba su infan­
mirando a Itziar con cariño casi como presente. Toda emo­ liéndome de los cartones, es lo conquistar. Estas fronteras las cia, «sentí, viví la naturaleza y
-e ra la primera vez que iba- le ción intensa del sistema nervio­ imprevisto; surge de repente puedes encontrar tú. No vayas enamorada de los montes, ro­
dijo, «ya siento no decirte hoy sos prolonga su acción; com­ una espontánea premonición; a que las encuentren por ti». cas, flores, ríos... escuché; así
nada, pero es Jueves Santo y probamos que, después de una la he visto en las combinacio­ Me gustaba cuando me cogía intuí profundidades invisibles,
nunca tocó las cartas en Sema­ violenta agitación, el pasado nes simbólicas; ejemplo: desas­ las manos entre las suyas. Sus penetrando en un maravilloso
na Santa. No, no creas que queda como presente». tre en el aire, muertos en el manos eran recias, fuertes, con universo sin horizontes tempo­
pienso que está mal, es simple­ Siempre quiso quitar impor­ bosque, lo anoto, lo digo, se las venas abultadas, parecían rales».
mente que prefiero no hacer­ tancia a lo que sabía, para ella cumple con presión. Lo he tener vida propia, y la diminuta Una mujer que decía que el
lo». todo era natural «por medio de comprobado». estrella que tenía en la palma, tiempo no existe porque se es­
Pero Maritxu no necesitaba las combinaciones captaba la Sigo escuchando sus pala­ transmitía su calidez. Me hizo condía en la eternidad de Dios.
las cartas para conocer a las llegada de personas diariamen­ bras en el aire. «Nunca vayas a prom eter tantas veces que no Allí, con El, está ahora Mari­
personas. Ahora recuerdo co­ te a mi casa. Se puede ver con echadoras de cartas. Sólo te di­ volvería a echadores de carta. txu Erlanz Guler.

Dos BObaos
José Sema Andrés ciales alejadas de la ciudad o en lante. Allí las personas hablan de un barrio. Es la gente, el cuentran tan desanimados que
los barrios. El barrio puede ser cara a cara. Expresan su alegría ambiente, las conversaciones, no tienen ilusión por las rela­
un rascacielos rodeado de co­ o su odio sin envolverlo en pa­ las relaciones, el tiempo libre, ciones con sus ciudadanos por­

L
AS zonas céntricas de ches por todas partes menos pel de periódico, sin tamizarlo la cultura, el talante, la perso­ que no puede disfrutar del
las ciudades moder­ por una, que es la puerta del con las ondas o las impresoras nalidad de un barrio. tiempo libre quien no tiene tra­
nas han perdido la garaje. Muchas familias bajan láser. El proyecto de Bilbao del bajo. Y como no somos capa­
U memoria. La gente hasta el garaje en el ascensor y Naturalmente que siguen vi­ año 2000 es un diseño externo, ces de equilibrar el reparto...
trabaja en ellas, pero no vive. aunque su casa pertenece a un viendo en el corazón de la ciu­ pensado desde fuera para atra­ pues huimos unos de otros, co­
Profesionales y empresas colo­ barrio viven en la carretera, en dad muchas personas con ras­ er clientes a la ciudad. El dise­ rremos para llegar los prime­
can en el epicentro de la ciudad el asfalto. Sin embargo tam ­ gos humanos, pero viven en ño de la personalidad de un ba­ ros, hacemos gastos para im­
la huella del dinero contante y bién hay gente que vibra, que ella como encorsetados, preo­ rrio queda en manos de sus presionar a los vecinos y des­
sonante. Se habla de un cora­ da calor a la vida de la ciudad, cupados por todos sus condi­ »entes. Y ios resultados no son truimos poco a poco la posibili­
zón urbano para Bilbao entre que baja a la plaza a jugar con cionamientos. os mismos en todas partes. La dad de crear una ciudad más
el Museo Guggenheim, el Pala­ los niños y tiene la osadía de Los barrios deben ser pensa­ capacidad de vida de un barrio humana.
cio Euskalduna, la Universidad hablar tranquilamente con los dos para vivir. Quien visita una tiene una relación directa con Podemos renovar arquitectó­
de Deusto y el Museo de Bellas vecinos. ciudad encuentra lugares co­ la vida de los ciudadanos en su nicamente la ciudad y atraer
Artes mientras el Metro y la En el centro de la ciudad se munes con todas las ciudades tiempo libre, después de su tra­ proyecto que deslumbren has­
Intermodal purifican sus venas. pueden construir los sueños. del mundo, pero quien vive en bajo. ta a los ciegos a causa de su
Sin embargo el corazón de la Desde la periferia, desde don­ un barrio no encuentra un ba­ Muchos ciudadanos viven es- proyección internacional. Pero
ciudad ya no es para vivir. Por de vive la gente es posible abrir rrio como el suyo en todo el tresados. Dedican tanto tiem­ quizá estemos hablando de ciu­
eso el latido, la vida de la ciu­ las ventanas y enfrentarse con mundo. No son las calles, ni las po a su trabajo que no saben dades distintas. Quizá hay más
dad se encuentra en los barrios. la contaminación, con el pana­ fachadas, ni los jardines los quién vive en el piso de al lado. de un Bilbao en nuestra ciu­
La gente vive en zonas residen­ dero, con el mercadillo am bu­ duendes que alimentan la vida Otros viven en el paro y se en ­ dad.

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