Evaluación Módulo La Intervención, PSICOSOCIAL v.20
Evaluación Módulo La Intervención, PSICOSOCIAL v.20
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PARTE PSICOSOCIAL
Se espera que los/las estudiantes se organicen en duplas y respecto al caso presentado, elaboren
una síntesis diagnóstica psicosocial y un plan de intervención por área de intervención psicológica
y social) que considere los siguientes elementos:
Síntesis diagnóstica: Identificar tipos de malos tratos de los que es víctima la protagonista, estrategias
de victimización utilizadas por la figura del agresor/es, factores asociados al tipo de develación, factores
de riesgo y recursos. (Máximo 10 líneas)
Protección:
Resignificación
(Máximo 10 líneas).
Los recursos que se deben considerar son la reinserción al sistema escolar, traslado de la
niña para garantizar su protección por parte de la madre, el vínculo positivo con los
bisabuelos, buena respuesta al Programa de Reparación, término de la relación directa y
regular con los padres (figuras abusivas), presencia de habilidades sociales y la creación
de vínculos socio afectivos positivos, buena recepción familiar frente a la primera
develación, pronta denuncia del hecho , consciencia de los hechos abusivos por parte de
la niña, presencia de recursos personales y habilidades sociales, activa participación en
talleres y actividades escolares, buena adherencia y asistencia en el programa de
reparación, buena imaginación de la niña, y presencia de figuras protectoras en la
actualidad.
Identifique nudos críticos que deben ser considerados para la intervención psicológica (Máximo 10
líneas).
Protección
3. Reforzamiento de dinámicas
familiares que permitan la
vinculación afectiva, mejoras en las
competencias parentales positivas,
comprensión de la importancia de
los cuidados proteccionales de los
NNA, que permitan romper con
patrones contextuales y
generacionales de la familia.
(Máximo 10 líneas).
Identifique nudos críticos que deben ser considerados para la intervención social (Máximo 10 líneas).
ANÁLISIS DE CASO1
Ignacia nace de una relación no matrimonial contraída por su madre Guillermina. Cabe mencionar
que la niña no fue reconocida por su padre biológico, siendo reconocida a la edad de 9 meses por
la nueva pareja de la madre, don Manuel. De esta última relación nacen dos hijos en común,
quienes son: Pedro de 3 años de edad y un recién nacido llamado Felipe de 3 meses de edad. La
historia de este grupo familiar se ha caracterizado por ser dificultosa y vinculada a diversas
experiencias adversas, tales como violencia intrafamiliar, consumo problemático de alcohol en don
1
Todos los antecedentes están basados en hechos reales, pero los nombres y las circunstancias han sido modificadas para garantizar la
no identificación de las personas. Cualquier coincidencia es circunstancial.
Aquel evento abusivo sexual ocurrió hace aproximadamente un año atrás antes de ingresar al
programa. Este hecho fue develado por la niña directamente a su madre, quien al tomar
conocimiento de lo ocurrido recurrió rápidamente a la policía para denunciar el hecho, iniciándose
un proceso judicial que dictaminó una medida de protección a favor de la niña, y una derivación al
Programa de Reparación en la ciudad de Santiago. No obstante, su ingreso a dicho programa fue
obstaculizado y con nula adherencia por parte del grupo familiar en ese momento.
En relación a este evento, Ignacia ha relatado en las últimas sesiones que tiene temor que sus
bisabuelos u otros pares o personas significativas sepan que ella fue víctima de abuso sexual,
relatando que: “si mi lele (bisabuela) sabe lo que me pasó en Santiago, o cualquier otra gente, van
a pensar que soy una niña sucia, mala…y nadie podrá quererme, porque esto que me pasó no suele
pasarle a las niñas”… La terapeuta ante este relato le consulta a Ignacia si le gustaría contar lo que
ocurrió en esa ocasión, y que puede ocupar cualquier medio para relatar aquello, es así como
escribe una carta a la terapeuta respecto a esa situación, la cual decía lo siguiente: “El iso el seso
primero, se levantó a ser pipi, y fue en la pieza mía, y se puso en sima mío. Sentí una gotita en mi
popin. Después grité pero no alcance a avisar a mi mamá.”
Durante este período (4 meses), la niña se vio expuesta a ser testigo de violencia intrafamiliar
entre su abuela materna (Gloria) y su pareja (René), presenció el consumo problemático de
alcohol en su abuelo y mantuvo escasa asistencia al contexto educativo, lo que la llevó a la
deserción escolar, propiciada por ambos padres. Estas problemáticas fueron oficiadas al Juzgado
de Familia de Santiago por profesionales de la OPD y de la Escuela, decretándose orden de
búsqueda a la madre bajo apercibimiento. En estas circunstancias, la madre decide trasladar como
última opción a su hija con sus propios abuelos a la ciudad de Concepción, a fin de que estos
familiares directos pudieran garantizar su protección y asegurar su bienestar personal, y por otro
lado, la madre de Ignacia sentía que no se encontraba de forma óptima para ejercer su rol
marental en este contexto, ya que también era consumidora de drogas, principalmente de pasta
base.
Sin embargo, durante el proceso terapéutico se descubre que Ignacia había sido víctima de otras
experiencias abusivas en materia sexual en su vida. Como antecedente de su historia temprana, se
señala que Ignacia fue un bebé difícil, que desarrolló problemas de alimentación tempranos,
rechazando tomar el biberón y siendo amamantada hasta sus dos años. Cuando empezó con
Ignacia tenía 8 años y medio cuando su padrastro fue acusado de abuso sexual crónico. Esto fue
detectado por la terapeuta a partir de la conducta de la niña en terapia, lo cual, fue confirmado
por Ignacia tras sus indagaciones. Sin embargo, no quedó claro si la madre de Ignacia conocía los
abusos perpetrados a su hija, o incluso si ella misma estaba involucrada en el asunto.
Todas estas experiencias remueven la propia vida de Guillermina, recordándole que ella también
vivió junto a sus abuelos cuanto tenía aproximadamente la misma edad que Ignacia, sin embargo
ella recuerda que fue un período de infancia excelente a cargo del cuidado de ellos. No obstante,
su madre (Doña Gloria) la retiró de los cuidados de sus abuelos a la edad de 14 años llevándola a
vivir a Santiago, y este hecho para doña Guillermina, lo reconoce como una historia que se repite
con Ignacia, pero esta vez, ella está consciente de no volver a hacer lo mismo con su hija, ya que
ella misma pasó por problema similares, siendo el más dificultoso el quedar embarazada de
Ignacia en su adolescencia. problemas relacionales y psicosociales significativos. El sistema de
creencias del grupo familiar mantiene una cultura patriarcal dominante pero flexible, en donde
don Juan cumple funciones como proveedor económico del núcleo familiar, pero con un rol
parental afectivo en varias ocasiones con la niña, mientras que doña Jenny se ve principalmente
como dueña de casa, dedicándose específicamente a los cuidados de la niña y al ejercicio
marental. Cabe mencionar que durante el último mes, llega a vivir a este grupo familiar la abuela
materna de Ignacia (Gloria) con su hija menor (Enriqueta) de 3 años de edad debido a dificultades
económicas (quedar en banca rota), laborales (desempleada) y personales (separación del padre
de su última hija por violencia intrafamiliar).
En lo que respecta a la conducta de la niña Ignacia al interior de la escuela, ésta mantiene una
conducta y socialización en apariencia adecuada con sus compañeros y compañeras, como
también con sus profesores y otros paradocentes. Por otra parte, tras la detección del abuso
sexual por parte del padrastro, Ignacia ha vuelto a presentar sintomatología tal como la enuresis,
sentimientos de abandono por parte de la madre, pesadillas nocturnas (sueña con un pájaro de
fuego que entra por su habitación para atacarla) y en el último tiempo ha descrito sensaciones
olfativas desagradables para ella al momento de bañarse, las que asocia a su padrastro. En la
dinámica familiar existe un trauma generacional que es significativo pero que tiende a ser difuso,
hay narraciones, historias y personajes que aparecen y desaparecen cada vez en las
conversaciones terapéuticas que se han podido establecer con este grupo familiar. No obstante,
cabe señalar que la niña presenta muchos recursos personales, destacando su imaginación,