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La sociología frente al actor social
Una aproximación a la sociología comprensiva
Sociólogos primitivos La sociología es una ciencia que se dedica a observar determinado tipo de fenómenos. ¿A qué se dedica la sociología? Comencemos por lo cotidiano de nuestras vidas. Siempre, en cada momento, nos encontramos con que las personas actúan, y en una gran cantidad de ocasiones lo hacen en relación a los actos de otros, de los cuales esperan determinadas acciones y reacciones. También, orientamos nuestra acción por cuestiones como nuestros valores morales, afectos, costumbres. Si miramos un poco más podemos comprobar que las acciones de las personas motivan las de las otras. Ante la actitud amable de alguien solemos ser amables, por ejemplo. Agreguemos una complejidad: nuestras acciones suelen estar motivadas por acciones de otros, no solo de aquellos que conocemos, sino de anónimos que han ido estableciendo pautas para nuestras relaciones con los demás. Estas orientaciones “generales” se basan en un orden cultural compartido, que reproducimos al actuar. No significa que sea imposible actuar de otro modo, lo importante es que, generalmente actuamos en relación a lo que otros, conocidos o anónimos han hecho y esperamos que hagan ante nuestra acción. Siempre que actuamos esperamos determinado tipo de respuesta por parte de algún otro ser humano. Cuando abrís la billetera esperas que el comerciante acepte el dinero que extraes, cuando elegís un regalo para un amigo supones que le va a agradar. ¿Cómo sabemos esto? Hay una serie de parámetros culturales que conocemos y aplicamos a cada situación diaria. Cuando actuamos en relación a otros lo hacemos, no necesariamente consientes, por motivación de acciones pasadas de otros o nosotros, y por acciones y reacciones que esperamos de otros. A veces, uno cree que lo que hace tendrá determinado efecto, sin embargo, no siempre ocurre. Estas son las consecuencias no deseadas o no buscadas de la acción. Compramos un regalo y no percibimos que la persona que lo recibe sea feliz. En estos casos, hay una inadecuación de nuestro conocimiento sobre una persona concreta hacia la que dirigimos nuestra acción. Estas son algunas preocupaciones teóricas de la sociología. Ahora veremos a la sociología como ciencia. Teoría y metodología sociológica. Acción social y sentido. Lo expuesto hasta ahora es la base del planteo del individualismo metodológico, una de las corrientes más importantes de la sociología contemporánea. El individualismo metodológico se funda a partir de la constatación de que las personas no actuamos entre nosotros de acuerdo a una lógica de estímulo-respuesta lineal. Cuando los seres humanos enfrentamos una situación social escogemos entre múltiples respuestas posibles. No siempre seleccionamos nuestra respuesta de manera consciente. El mundo social no es un mero lugar de intercambios de estímulo-respuesta, el actor con sus acciones y sus sentimientos es el elemento mínimo al cual puede reducirse dicho mundo. Esta corriente sociológica partirá de la pregunta por el sentido: ¿Qué significado tiene este mundo social para el sujeto actuante? ¿Qué sentido les asigna a sus acciones? En esta corriente, la acción de comprender debe partir de la subjetividad, del sentido que los actores les dan a sus acciones. Podríamos pensar que hay tantos sentidos de acción como actores mismo, sin embargo, es todo lo contrario. Cuando hablamos de mundo social, nos referimos a un mundo compuesto por muchos actores. El sentido que le dan los actores a sus acciones es el elemento social en dos aspectos: - Por su orientación hacia otros. - Por estar constituido de formas procedentes de la colectividad. El actor concibe al mundo social como un campo de acción y orientación posibles, recordando que el mundo social es el campo de acción posible de otras personas. La comprensión de la actividad humana supone retrotraerse a los motivos que la originaron. Podemos diferenciar dos clases de motivos que guían la acción: - Motivos “para”, que tienen que ver con los proyectos a futuro. Voy a hacer “esto” para lograr “aquello”. - Motivos “porque”, que tiene que ver con las justificaciones que los sujetos les dan a sus acciones ya realizadas. Ejemplo: un individuo piensa, me voy a anotar en la UBA a estudiar abogacía y comprometerme con aquellos que no pueden pagar los costos de los juicios (motivo “para”). Luego me ofrecieron un trabajo en uno de los estudios de abogacía más importantes de Buenos Aires, este trabajo me consume mucho tiempo y no me permite tener otro trabajo (motivo “porque”). Así, podemos reconstruir sistemáticamente las intenciones iniciales y el modo cómo se modificaron las acciones en cuanto se fueron desarrollando. Estas dos clases de motivos se organizan subjetivamente. El hecho de que el mundo social tenga esquemas de interpretación común para los actos de los individuos, permite a la sociología comprensiva no caer en un psicologismo. Dentro de esos esquemas los más comprensibles son “las acciones orientadas racionalmente de acuerdo a los medios que se consideran (subjetivamente) adecuados para conseguir un fin”. Esta es una acción encaminada a conseguir fines de los que el individuo actuante es consciente y que emplea medios que considera adecuados para lograr fines. No es un objetivo en sí mismo, sino que es un medio para conseguir algo más. Pocas veces se encuentra de forma pura en la realidad, es un tipo ideal. La acción con sentido se puede comprender racional o intuitivamente: - Racional: refiere a la capacidad de aprehensión intelectual del sentido que los individuos les dan a sus acciones. - Intuitiva: implica la comprensión del contexto emocional en que se da la acción. Más allá de todas las diferencias que los individuos de una determinada sociedad tengan entre sí, suelen interpretar el mundo de manera similar. Esto lleva a la sociología comprensiva a plantear que hay una estructura típica de significatividades (esquemas de referencia e interpretación). Para la sociología comprensiva los individuos no son simples títeres de fuerzas que se mueven en la sociedad. Las personas son capaces de interpretar su realidad, otorgarles un sentido subjetivo a ciertos aspectos de esa realidad y de iniciar acciones con diferente grado de independencia. Así como los físicos trabajan con átomos, que consideran como la unidad más elemental en que se puede descomponer la materia, los sociólogos de esta corriente parten de los individuos, quienes expresan la unidad mínima a la cual puede reducirse lo social. Físicos y sociólogos comprenden que la materia y la sociedad son fenómenos que, para explicarlos, requieren la observación de cómo se combinan en distintas formas los átomos o las personas. Infinitud e inabarcabilidad de lo social. La realidad histórica-social está compuesta por un conjunto infinito de elementos y de relaciones entre ellos. Esta imagen de multiplicidad la podemos ver desde su parte más simple e indivisible: el individuo. Si aceptamos que la realidad histórico-social es infinita vamos a tener que reconocer que es imposible la comprensión de ella en su generalidad. Por eso, el investigador se ve obligado a seleccionar para delimitar el objeto de estudio. El investigador tiene “intereses” que guían el recorte que hará de la realidad a estudiar. El mismo no realiza una fotografía de la realidad, no la relata tal cual es, sino que selecciona aspectos de la misma que son de su interés para indagar. La relevancia no surge del objeto en sí mismo, sino del punto de vista del investigador. La utilización de instrumentos lógico-metodológicos que permitan evidenciar las relaciones causales es la forma de realizar un estudio objetivo de la realidad, y marca la diferencia entre la comprensión científica y la comprensión del sentido común. En el individualismo metodológico vemos que el sentido subjetivo también se presenta en el investigador. El sociólogo es un individuo con intereses, que forma parte de la cultura y del momento en el cual vive. Solo algunas realidades cobran relieve en el análisis científico, porque la relevancia no depende del objeto en sí mismo, sino que se manifiesta según los valores culturalmente significativos que operan dentro de una época y lugar específicos. La sociología comprensiva asume que cada generación de individuos produce sus propios valores-ideas culturalmente significativos. La unidad de análisis de la sociología comprensiva. Es necesario contar con una unidad de análisis que haga posible realizar un estudio objetivo de la realidad social. Esta unidad de análisis son las acciones sociales. Se trata de una unidad de análisis que nos permite entrar a lo social por el individuo, el cual dota de sentido a su acción. La sociología comprensiva busca entender a la acción social por medio de la interpretación, para explicarla causalmente. Ya sabemos que los individuos estudiados están dotados de la capacidad de actuar de forma dinámica entre sí gracias a un marco de sentido determinado por la cultura. Si queremos entender el sentido de la acción, hay que iniciar la investigación comprendiendo cómo el individuo construye la realidad. El sentido subjetivo o motivación es como algo “natural” en el individuo. Que el sentido sea subjetivo no quiere decir que el individuo lo elija. El sentido reside en la comprensión subjetiva del mundo, pero, como el actor no la escoge, se convierte en objetiva. Comprender los motivos del individuo es un factor central para crear un cuadro objetivo del proceso social. Desde el punto de vista de la sociología comprensiva, la sociedad en general y las formas de colectividad en particular (estado, asociación, institución) solo constituyen procesos y conexiones de acciones específicas de personas. Únicamente los individuos pueden ser portadores de acciones con sentido mentado. No toda acción humana se puede llamar social. Las acciones son entendidas como conductas humanas a la cual el individuo le enlaza un sentido subjetivo. Dentro de ellas, solo se puede considerar acciones “sociales” aquellas donde el sentido asignado por el individuo está referido a la conducta de otros. Si un día de sol muy fuerte muchas personas se ponen lentes oscuros no es una acción social, porque el sentido de la acción está referido a un hecho natural, evitar los rayos solares. La acción involuntaria de dos caminantes que se tropiezan no es una acción social. Debemos diferenciar entre conducta y acción: La conducta es un acto físico observable. La acción, a diferencia, implica sentido, implica que el individuo tiene idea de lo que hace. Podemos relacionar aquello manifiesto en una conducta, con lo que se encuentra detrás, gracias a la comprensión del sentido subjetivo dado a la acción por sus actores. A la sociología no le interesa cualquier tipo de acción, busca explicar aquellas conductas donde el sentido subjetivo dado por el actor está dirigido a la acción de los otros. Las acciones sociales se orientan por las acciones de los otros individuos, y por la interpretación que el autor hace de esas situaciones, en función de sus valores, costumbres, hábitos e ideas. Para ser considerada como acción social no importa si se trata de una acción interna o externa, si es una inacción o pasividad, solo que se den estas dos suposiciones: - La orientación a otro u otros (conocidos o desconocidos). - El sentido subjetivo del individuo. El principio de “orientación al otro” le permite al individualismo metodológico tener un elemento universal, y diferenciarse de los robinsonianos, que piensan que la acción se basa en el interés personal. La sociología comprensiva descubre que los esquemas de acción derivados del “hombre económico” (concepto usado por la escuela neoclásica de economía como modelo de comportamiento humano) son demasiado estrechos para entender el comportamiento de los individuos. Para superar los esquemas conductuales, la sociología comprensiva admite la “orientación hacia otros”. Lo universal existe solo en la medida en que lo reconozcan los individuos aislados y que oriente el comportamiento real de estos. La idea de comprensión causal que nos da la sociología comprensiva se diferencia del método de las ciencias naturales. Los objetos de las ciencias naturales se presentan como “extraños” al científico, en las ciencias sociales el sujeto tiene algún tipo de conocimiento del objeto. Esto le permite al científico social “comprender” a su objeto de estudio. Para la sociología comprensiva la conciencia de los individuos se da dentro de un marco cultural, las acciones toman sentido dentro de un orden histórico-social. Ello obliga al individualismo metodológico a desligar su concepto de “comprensión” de la psicología. La sociología comprensiva considera el comportamiento humano solo porque los individuos les dan a sus acciones algún sentido. Solo ese tipo de conducta le interesa al sociólogo. La sociología es “comprensiva” porque la acción del individuo es consciente, esa comprensión no es psicológica. Tipos ideales. Si el sentido de la acción social es intersubjetivo, el trabajo científico también debe serlo. De forma general, los individuos todo el tiempo estamos comprendiendo el sentido de las acciones de quienes nos rodean. La comprensión del sentido de la acción por parte del sentido común es la misma que la que hace la sociología comprensiva, pero la comprensión científica se diferencia del sentido común por su puntualidad al usar un método y por su comprobabilidad. Hace que sea superior al reconstruir situaciones de forma causal. La forma más adecuada de comprender científicamente el sentido común es tipificar. Construimos estereotipos de “como son” las mujeres rubias, los hombres con rastas, etc. El sentido común es un conocimiento fragmentario, que puede tener contradicciones e ingenuidad. Se presenta de manera diferente de un individuo a otro y de un grupo social a otro. A diferencia del sentido común, el conocimiento de la sociología comprensiva es resultado de la aplicación de un método para abordar las acciones sociales. El método es la utilización de los tipos ideales. Así, la sociología comprensiva le da al científico herramientas conceptuales que se pueden verificar objetivamente, que buscan comprender las estructuras subjetivas que determinan el sentido de la acción. Esas construcciones científicas se refieren al sentido subjetivo de las acciones de los seres humanos, porque la ciencia tiene como objeto de estudio a los individuos, sujetos con capacidad de responder, de construir e interpretar el significado de sus propias actividades. La tipificación se realiza por medio de la construcción de tipos ideales. Son herramientas que tienen coherencia lógica y adecuación empírica. Los tipos ideales surgen de procesos inductivos como de procesos deductivos. El tipo ideal es una herramienta para llegar a la explicación causal. Los tipos ideales no se pueden entender como hipótesis, ni tampoco como un reflejo de la realidad. En si mismos no son verdaderos ni falsos. En realidad, constituyen distanciamientos conscientes de la realidad, que buscan expresar su máximo nivel de racionalidad. La forma en que se utilizan los tipos ideales es por medio de su comparación con la realidad. La comparación de la realidad con los tipos ideales nos permite poner en evidencia relaciones causales en la constitución de las acciones sociales. Tipos ideales de acción social. El individualismo metodológico identifica, en principio, cuatro tipos ideales de acciones sociales, dependiendo de la relación entre los fines propuestos y los medios usados para lograrlos. i. Acción racional con arreglo a fines: es aquella determinada por las expectativas en el comportamiento de objetos e individuos, a los que usa como medios, considerados como los más racionales para el logro de los fines propios. ii. Acción racional con arreglo a valores: es aquella determinada por el valor propio y absoluto de la acción, sin tener en cuenta el resultado. iii. Afectiva: es aquella determinada por afectos y estados sentimentales actuales. iv. Tradicional: es aquella determinada por el arraigo de las costumbres. La acción racional con arreglo a fines es el tipo perfectamente racional y la racionalidad va decreciendo hasta llegar a la acción social tradicional. A su vez, se organiza de lo más impersonal a lo más personal. En un extremo están las acciones racionales cuyo sentido tiene una lógica impersonal, y en el otro las acciones con menos cálculo racional y mayor contenido subjetivo. No hay que olvidar que en la realidad las acciones sociales no se dan en forma pura. Ejemplo: una persona lleva un regalo a un cumpleaños. Podemos decir que es una acción social tradicional, porque es una costumbre darle un presente al cumpleañero. Puede ser afectiva, obedeciendo a un sincero sentimiento por el cumpleañero. Puede ser racional con arreglo a valores, pensando en el esfuerzo que supone hacer una fiesta, por lo que se siente obligado a hacerle un regalo. Por último, puede ser racional con arreglo a fines, regalando en busca de algún beneficio. También podría ser una combinación de las cuatro posibilidades. Ello porque ninguna acción social real es “pura”. La racionalización de la acción social es una tendencia del desarrollo histórico. La racionalización alcanza otras esferas, como la economía, política, ciencia, por lo que se racionaliza el modo de vida, de pensar y de sentir de los individuos. Tal fenómeno se debe a que en determinado tiempo y lugar se dio origen a la sociedad industrial, donde la racionalidad formal va desplazando la racionalidad material (para algo). La teoría de la racionalidad formal es una teoría del capitalismo. En este proceso pierden magnitud las acciones sociales motivadas por tradiciones, afectos y valores. Los órdenes sociales La forma de trabajar del individualismo metodológico es investigando comprensivamente las formas en que se dan las acciones sociales. Tales actividades son desarrolladas dentro de procesos sociales que les dan forma. Estos “universos” estructurantes y a su vez estructurados por la acción social son los órdenes sociales. Concepto de orden social. Para la sociología comprensiva la vida social no es un flujo interminable de voluntades individuales e inconexas. Centra su atención en las diferentes formas en que las personas actúan conjuntamente. La búsqueda de entender el modo en que las personas ven su propia acción social se debe al convencimiento de que determinados patrones no son aleatorios. El sentido de la acción nunca deja de ser pensado por nosotros, los individuos, pero la idea que tenemos de los objetos depende de nuestra experimentación con ellos. La experiencia “Produce” el sentido que los individuos elaboran sobre los objetos, mucho más cuando determinadas experiencias son comunes a cada sociedad. El sentido proviene de la experiencia del mundo, del particular aprendizaje que los individuos hacen de los objetos. Es lógico que una determinada sociedad tenga una descripción parecida de la realidad. La comprensión individual es producto de la sociedad en la que vivimos, por ello el sentido es intersubjetivo. Cada orden tiene un sentido subjetivo en el marco del cual es probable que surja la acción social. Es por ello que la acción social tiende a darse dentro de determinados patrones. Relaciones sociales y orden legítimo. Se entiende por relación social a la suma de acciones individuales basadas en un sentido recíproco. La relación social suele dar fundamento a un orden legítimo. Las acciones sociales y las relaciones sociales suelen orientarse en la representación de un orden considerado legítimo. Tal orden se puede dar de dos formas: Como un sistema de normas que se imponen al individuo, de carácter obligatorio. De modelos de comportamiento a seguir. Ya sabemos que el sentido de las acciones de los individuos es producto de la experiencia que obtenemos de las relaciones sociales en que estamos insertos. La experiencia del individuo genera que porta un determinado tipo de sentido y de interpretación del mundo. La comprensión individual del mundo y el sentido de la acción no son producto de la voluntad de los individuos, sino que obedecen a la experiencia que ellos tienen de las relaciones sociales. Todos los individuos que comparten un periodo histórico en una sociedad determinada están sometidos a experiencias similares. Conceptos como “familia”; “nación”, etc., dentro de la sociología comprensiva, no son sujetos de acción social y no se les atribuye voluntad o pensamiento. Porque esas formaciones sociales son resultado de entrelazamientos de las acciones con sentido que llevan a cabo sujetos individuales. El orden legitimo garantiza la satisfacción de los intereses de los actores, les permite realizar acciones con una orientación estable y previsible. Supone que el orden establecido es válido y aceptado por los individuos. El orden legítimo se manifiesta en leyes, normas, convenciones y usos que gobiernan la conducta de los actores y. Las instituciones sociales deben ser estudiadas en la forma en que son relevantes para los individuos aislados y en la forma en que estos orientan sus acciones a dichas instituciones. Para la sociología comprensiva el “hecho social” no existe fuera de la subjetividad individual. El grupo es considerado como organización de actos individuales. Poder y dominación. Cuando hablamos de dominación nos referimos a una relación de poder que tiene una duración relativamente estable y una estructura determinada. Se entiende por poder a la posibilidad de imponer la propia voluntad a otro, incluso bajo su resistencia. En la sociología comprensiva, el individuo es el portador del poder y se refiere al sentido de un determinado tipo de acción individual: la de imponer tu voluntad contra cualquier resistencia. La dominación se da en los casos de ejercicio del poder en los que un agente obedece un mandato específico de otro. La obediencia implica la presencia de un elemento voluntario, que puede estar motivado en una costumbre, en un apego emocional o miedo, en valores, o en intereses. Lo que importa es que siempre existe un grado mínimo de conformidad en una dominación legítima. En la acción de sometimiento a las reglas emanadas por quienes tienen poder, hay que conocer: - Los medios exteriores de los que se sirve el poder para hacer valer los mandatos del dominante: monopolio legítimo de la fuerza en determinado territorio. - Los motivos internos de los que aceptan el mandato: los principios que le dan legitimidad. La primera tarea de todo sistema de dominación es ampliar los espacios de consenso que den respaldo al poder. Eso no significa que la obediencia se oriente principalmente por la creencia en esa legitimidad, pero si es la justificación interna de la obediencia. Sin legitimidad, el poder no sobrevive. Siempre vamos a encontrar un mínimo interés o voluntad en obedecer por parte de los dominados. Legitimidad y orden social. El individualismo metodológico desarrolla tres tipos ideales de dominación legítima, que se corresponden con sus tipos ideales de acciones sociales. Los tipos ideales de dominación son ordenes sociales concretos que expresan las formas de sumisión de los actores sociales. Los diferentes tipos de dominación nos permiten distinguir como se orienta la acción social predominante. Anteriormente dijimos que, cuando estamos ante un orden legítimo, este permite una orientación estable y previsible de las acciones de los individuos. El orden legitimo se manifiesta en leyes, normas, usos, que gobiernan la conducta de los actores y aseguran la satisfacción de las expectativas reciprocas. 1) Dominación racional-legal (administración burocrática). Su legitimidad se basa en la creencia sobre la legalidad del orden y los derechos de mando de quienes ejercen la autoridad legal. El orden es impersonal, la obediencia es objetiva, racional y limitada. No hay subordinación a una personalidad, sino que se obedece a leyes establecidas, las cuales deben ser acatadas por dirigidos y dirigentes. En este tipo puro, hay un universo de reglas abstractas que deben aplicarse al caso concreto mediante un poder judicial. Las reglas generales y abstractas sirven para: - Impedir al funcionario ejercer su acción arbitrariamente/irracionalmente. - Permitir al ciudadano prever y calcular su acción y sus posibles consecuencias. Los cuadros administrativos son elegidos según su calificación profesional y su capacidad. Hay una separación plena entre cuadro administrativo y medios de administración (el empleado público no es dueño de la computadora). Tampoco se da lugar a la apropiación del cargo. Los individuos que conforman la administración en este tipo de dominación son libres, deben respetar su deber profesional, poseen jerarquía estable de sus funciones, etc. Podemos decir que este tipo es la forma más racional de ejercer la dominación debido a su continuidad, rigor, confianza y calculabilidad para dominante y dominados. Su debilidad es que no cuenta con el soporte de valores positivos y negativos que fundamente a la acción. 2) Dominación tradicional. La legitimidad descansa en la “santidad” de las ordenes y de los poderes de mando desde tiempos lejanos, su raíz es la tradición. La dominación es más personal, aunque guarda cierto grado de impersonal ya que se obedece a la persona del señor en tanto el orden consuetudinario lo haya colocado en tal posición. Se caracteriza por la ausencia de derecho formal. A nivel de cuadro administrativo su conformación se basa en “servidores”, que obedecen al señor. Es la lealtad al señor la base para la designación en un cargo, la división jerárquica se da por la arbitrariedad del señor. Históricamente, el tipo más puro de esta forma de dominación fue el patriarcal, donde predominan los miembros masculinos en las posiciones de poder por medio de la herencia de títulos de nobleza. 3) Dominación carismática. La legitimidad en este tipo de dominación tiene como fuente la lealtad emocional que el líder genera en los individuos por su carisma. Es del tipo personal, pero se diferencia de las dos anteriores en la existencia de un poder extraordinario. El cuadro administrativo no se trata de una burocracia en sí misma, porque sus componentes son elegidos por el líder según sus cualidades carismáticas. El carisma es una cualidad que los dominados entienden por extraordinaria y que destaca al líder del resto. Mantienen su entrega personal mientras el líder carismático pueda sostener pruebas de su condición como tal. Este tipo de dominación es muy inestable. La dominación del tipo carismático normalmente es de carácter autoritario. No suele recurrir a la fuerza física, aunque no se descarta. Estos tres tipos de dominación son puros, es decir, son modelos. En cualquier época y en todas las formas de dominación se pueden encontrar, en mayor o menor medida, algunos rasgos de los mismos. Sirven como herramienta de análisis de los procesos sociales, no se encuentran en la realidad, sirven para leerla. Distribución del poder dentro de una comunidad política Para la sociología comprensiva la estratificación social se da por la distribución desigual de poder en la sociedad. La estratificación social se manifiesta en tres tipos diferentes de orden: - Económico. - Social. - Político. Los órdenes y sus tipos de poder están relacionados entre sí. Clases y orden económico. El orden económico es aquel en donde se define la manera de distribuir y de usar los bienes y servicios económicos. La esfera económica se puede ordenar a partir de grupos de individuos que son considerados clase. La situación de clase es un conjunto de probabilidades que derivan del ordenamiento económico. Este orden marca la magnitud y naturaleza del poder de cada miembro de una clase sobre bienes o servicios, para obtener rentas o ingresos. Se relaciona con la posición ocupada dentro del mercado. La acción de clase es una acción común a los miembros de una misma clase, pero no se da necesariamente. Para esta corriente de pensamiento, las clases económicas no pueden formar grupos reales, solo teóricos. Las personas pueden tener la misma situación de clase, pero no por eso tienen relaciones entre ellas que las agrupen. Para la sociología comprensiva la situación de clase puede dar lugar a reacciones semejantes, actividades uniformes de varios sujetos, pero estas reacciones no son consecuencia de un interés colectivo, sino por la presencia simultánea de intereses personales semejantes entre los sujetos que tienen la misma posición en el mercado. Estamentos y orden social. El orden social da forma a una determinada distribución del honor social dentro de una comunidad. Los estamentos se pueden originar en la profesión, por herencia, etc. Los estamentos, a diferencia de las clases, son grupos reales, ya que la acción de los individuos que los componen está subjetivamente orientada hacia la acción de aquellos de quienes depende la satisfacción del interés personal. En este orden, la pretensión de estima social y su reconocimiento, orientan la acción social. Partidos y orden político. La política es entendida como una aspiración en el poder o de influencia sobre la distribución de ese poder. Los que hacen política aspiran principalmente al poder, no tanto a cambiar la sociedad. Los partidos tienen como constituyente de su acción la búsqueda del poder social. La intención de los individuos que los componen es intervenir sobre las decisiones comunales. Los partidos políticos solo pueden existir y desarrollarse en un contexto social que presente un ordenamiento racional y una burocracia dispuesta a hacerlo cumplir.