Tema I Derechos Fundamentales, Consti 3 UMU

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TEMA 1.

LOS DERECHOS FUNDAMENTALES EN LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA


1. tulo I de la Constitución ola. 2. Clasificación de los
derechos fundamentales. 4. La dignidad de la persona. 5. Los derechos inherentes a la persona y derechos
fundamentales. 6. El singular criterio de
n. 7. Eficacia de los derechos fundamentales, en particular, en las relaciones entre particulares. 8. mites
de los derechos fundamentales. 9.. Los derechos estatutarios.

1. LA MULTIPLICACIÓN DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES EN LA CE


La expansión de la doctrina de los derechos fundamentales por todo nuestro planeta la
han convertido en ideología hegemónica, solo amenazada por el fundamentalismo
islámico. De este fenómeno todos nos sentimos orgullosos, especialmente en occidente,
al considerarlo un progreso sin precedentes.
El número de derechos fundamentales se ha multiplicado en los diferentes
ordenamientos jurídicos; además de las tradicionales garantías negativas, propias de la
autonomía de la persona, las normas constitucionales nacionales y de los ordenamientos
supranacionales han recogido declaraciones de derechos minuciosas que hemos
etiquetado con la categoría de de la personalidad, económicos, sociales,
culturales o de la generación .
La división en generaciones de los derechos humanos para su estudio es una creación
del checoslovaco ex Director de la División de Derechos Humanos y Paz de la UNESCO,
Karel , que los incardinaba en los siguientes grupos:
- Los derechos civiles y políticos, reconocidos tras la Revolución Francesa de 1789,
los conocemos como derechos de primera generación;
- Los derechos sociales, reconocidos a lo largo del s. XIX como conquistas del
movimiento obrero, son los derechos de segunda generación;
- Los derechos de tercera generación han sido desarrollados tras las guerras
mundiales: el derecho a la paz, a la autodeterminación de los pueblos o a un medio
natural sano.
- Finalmente, los derechos humanos de cuarta generación son desarrollados a finales
del s. XX y principios del XXI, que protegen el acceso a las nuevas tecnologías por la
ciudadanía.
En España, los constituyentes se sumaron a esta teoría multiplicadora de los
derechos. El Título I (arts. 10 a 55), que se denomina De los derechos y deberes
contiene una serie de preceptos variados, sin un orden razonable, que
comprende bienes de personalidad, incluyendo la propia vida, manifestaciones de la
libertad-autonomía status negativus libertatis-, de la libertad de participación - status
positivus libertatis- y de una serie de necesidades sociales status debitoris-, además de
mandatos, recomendaciones y deseos, cuyo carácter normativo no asegura, como cabría
pensar, su garantía jurídica.
Estos derechos no agotan los derechos efectivamente constitucionalizados, de modo
que hay más derechos constitucionales que los reconocidos en el Título I por la
1
Constitución (así el derecho a usar el castellano del artículo 3, o el derecho a la justicia
gratuita del art. 119 CE), y de otro lado, en el Título I hay otras figuras jurídicas que no
son derechos, así cláusulas definitorias, principios, garantías institucionales, etc..

2. TULO I DE LA CE
ola de 1978 (CE, en adelante)

un amplio abanico de medidas de defensa de distin

blicos.
, en el movimiento constitucional que surge tras la IIª Guerra
Mundial; y se inspira, par n de los preceptos relativos a los derechos, en las
Constituciones alemana, italiana y portuguesa, que son fruto de dicho movimiento,
caracterizado por concebir los derechos fundamentales como eje vertebrador de todo el
ordenamiento.
1. La De de derechos en la CE: U n, n y tipos
tulo I
n
de los poderes del Estado y su funcionamiento.

tica.

dico objetivo como de cada una de las ramas que lo integran (por todas, STC
53/1985).

tico de Derecho, por lo que


contiene:
Derechos derivados de la concepción democrática del Estado español:

n popular, entre otros.


Derechos derivados de la concepción social del Estado español: los principios

n colectiva, derecho al trabajo


en sus dos manifestaciones, individual (art. 35) y colectiva (art. 40.1).
Derechos Derechos derivados de la concepción como Estado de Derecho del
Estado español que se proyecta en el art. 9.1, cuando garantiza el principio de legalidad,

blic

2
gica, libertad religiosa, derecho a la
intimidad, al honor y a la propia imagen, etc.
Nuevos derechos. Todas estas generaciones de derechos se completan con la
n de los denominados nuevos derechos ,
como es el derechos a disfrutar de un medio ambiente, o, incluso, de cuarta
que son los derechos relacionados con el desarrollo tecnológico y las
tecnologías de la información y la comunicación como, por ejemplo, el derecho a la
tica, recogido en el artículo 18.4 CE.
Esta tabla de derechos contenida tulo I CE ha de completarse, en el orden
interno, con la a

mbito noma.
Y, en el orden internacional y supranacional ha de completarse con los derechos
reconocidos en los textos internacionales
aladamente el
n Europea (2007).
2. Estructura del Título I CE
n de los derechos,
ya que el

n de l
n de cada derecho.
tulos del siguiente modo:
tulo I. De los derechos y deberes fundamentales (artículos 10 a 55 CE)
tulo Primero -
dica y la
capacidad de obrar.
tulo Segundo
ntica d n de Derechos de nuestro texto constitucional.
n1 blicas (arts. 15-
29).
n 2ª. De los derechos y deberes de los ciudadanos (arts. 30-38).
tulo Tercero. De los mica
(arts.39-52)
tulo Cuarto as de las libertades y derechos fundamentales
(arts. 53-54)
tulo Quinto n de los derechos y libertades (art. 55), que
regula la susp
n individual, en los casos de bandas armadas y elementos
terrorista.

3
tulo I cabe destacar una serie de
consideraciones:
A tulo I bajo la rúbrica De los derechos y deberes fundamentales recoge
derechos, calificados unos como fundamentales, y otros como constitucionales, así como
principios rectores en relación con determinados derechos (derecho a vivienda digna,
medio ambiente, protección de los consumidores . De este modo, todos los derechos
contenidos en el Capítulo Segundo del Título I de la CE son derechos constitucionales, si
bien, en sentido estricto, son derechos fundamentales los contenidos en la Sección
Primera del Capítulo Segundo del Título I de la CE junto con el artículo 14 CE (arts 14 a
29). Los recogidos en el Capítulo Tercero del Título I de la CE son meros principios
rectores.
B) I CE

tulos
del texto constitucional: el deber de conocer la lengua (art. 3); el deber de comparecencia
maras (art. 77), entre otros.
3. CLASIFICACION DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES
Aunque, la CE solo establece una clasificación de los derechos fundamentales
atendiendo a su garantía, podemos clasificarlos en atención a diferentes criterios:
a) Por la garantía:
La propia Constitución nos ofrece esta clasificación, según la ubicación de los
derechos pueden reconocerse tres niveles distintos de garantía. El art. 53 CE los ordena
n en el Texto constitucional. Este artículo establece:
1. Los derechos y libertades reconocidos en el Capítulo segundo del presente
Título vinculan a todos los poderes públicos. Sólo por ley, que en todo caso deberá
respetar su contenido esencial, podrá regularse el ejercicio de tales derechos y
libertades, que se tutelarán de acuerdo con lo previsto en el artículo 161, 1, a).

2. Cualquier ciudadano podrá recabar la tutela de las libertades y derechos


reconocidos en el artículo 14 y la Sección primera del Capítulo segundo ante los
Tribunales ordinarios por un procedimiento basado en los principios de preferencia
y sumariedad y, en su caso, a través del recurso de amparo ante el Tribunal
Constitucional. Este último recurso será aplicable a la objeción de conciencia
reconocida en el artículo 30.

3. El reconocimiento, el respeto y la protección de los principios reconocidos en


el Capítulo tercero informará la legislación positiva, la práctica judicial y la actuación
de los poderes públicos. Sólo podrán ser alegados ante la Jurisdicción ordinaria de
acuerdo con lo que dispongan las leyes que los desarrollen

En primer lugar, distinguimos los derechos que gozan de una protección excepcional;
estos derechos son los derechos fundamentales (artículo 14 CE y Tit 1º, Cap. II, Sección
1ª), que poseen un sistema complejo y reforzado de garantías. Son los derechos
fundamentales en sentido estricto.
En segundo lugar, encontramos los reconocidos en Tit 1º, Cap. II, Sección 2ª y del
primer capítulo, que tienen un sistema de protección ordinario. Forman parte, junto con los
anteriores, del concepto amplio de derechos fundamentales.

4
Por último, hallamos los principios rectores, ubicados en el Capítulo III del Título I CE,
que tienen un sistema de protección distinta al de los derechos.

b) Por la naturaleza:
Desde este punto de vista, puede establecerse una primera división que resulta
imprescindible tener presente para comprender la regulación de los derechos
constitucionales. Distinguimos entre dos tipos de derechos, derechos de libertad y de
prestaciones.
Los derechos de libertad se caracterizan porque su definición supone una delimitación
negativa del ámbito de actuación del individuo, lo que impone básicamente es una actitud
abstencionista del estado. Tradicionalmente se han llamado libertades públicas.
Los derechos de prestación, implican una actitud activa del poder público.
Esta distinción no supone una separación absoluta entre derechos de libertad y de
prestación ya que el artículo 9.2 dice que corresponde a los poderes públicos promover
las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se
integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su
plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica,
cultural y social.
c) Por su contenido:
-Derechos de ámbito personal, son los que se vinculan al tener un ámbito de libertad
inmune a la acción del poder público.
.-Derechos políticos, los que convierten al ciudadano en participe de la actuación del
Estado.
-Derechos económicos, sociales y culturales, establecidos en el Capítulo III.

4. LA DIGNIDAD DE LA PERSONA
1. El Valor de la dignidad

n de los
derechos.
El apartado 1 proclama que la dignidad de la persona, los derechos inviolables que
le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los
tico y de la paz social.
Este
internacionales como en los constitucionales de la segunda posguerra. Los primeros
n Universal de los
Derech blica Italiana (1947), Ley
Fundamental de Bonn (1949), que en su art. 1, declara que la dignidad del hombre es
n constituyen un deber de todas las autoridades del
Estado , y n de Portugal (1976).

5
La dignidad de la persona y el libre desarrollo de la personalidad no constituyen, en
si mismos considerados, derechos subjetivos, sino que son valores que presiden todo el
n de
n
con un derecho garantizado jurisdiccionalmente.
Proyectada sobre los derechos individuales, implica que, en cuanto valor espiritual
y moral inherente a la persona» la dignidad ha de permanecer inalterada cualquiera que
n en que la persona se (STC 53/1985).

dico.
2. Consecuencia de la n de la dignidad en la CE
n del art. 10.1 CE implica principalmente que:

blicos.
n, un
n en que
la persona se encuentre (STC 120/1990).
los derechos fundamentales son considerados proyecciones de la dignidad de la
persona.
metro para dirimir conflictos entre derechos; incluso
para el reconocimiento de nuevas dimensiones de los derechos, o nuevos titulares. Por
ejemplo, el Tribunal Constitucional ha determinado que el desarrollo legislativo de los

n, al derivar de la dignidad
humana (STC 236/2007).

cerrada; de forma que a la luz de l

n constitucional.
La dignidad de la persona no es un valor a

n, el constituyente quiso integrar expresamente en el texto constitucional;


reconociendo en el art. 1.1 que el modelo de Estado propugna como valores superiores
tico.
n de todo el
orden constitucional.
Los valores constitucionales se proyectan sobre los principios contenidos en el art.
blicos promover las condiciones para que la libertad
y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas;
remov
mica, cultural y social.

6
5 LOS DERECHOS INHERENTES A LA PERSONA Y DERECHOS
FUNDAMENTALES
1. Derechos humanos, derechos fundamentales y derechos constitucionales
- Los derechos humanos son aquellas libertades o facultades relativas a bienes
primarios o básicos de las que gozan todas las personas por el simple hecho de
su condición humana.
- Los derechos fundamentales son derechos humanos con rango constitucional que
se consideran esenciales en el sistema político que la Constitución funda y que están
especialmente vinculados a la dignidad de la persona humana. Disfrutan de un estatus
especial en cuanto a garantías (de tutela y reforma) en el ordenamiento jurídico. Delimitan
un ámbito del individuo que se considera imprescindible para el desarrollo y la libertad de
las personas, que es el núcleo básico e irrenunciable de su estatuto jurídico.

El Tribunal Constitucional ha considerado que sólo son derechos fundamentales los


de la Sección Primera del Capítulo II del Título I los derechos fundamentales y de las
libertades y también el derecho a la igualdad y no discriminación (artículo 14); y
que no lo son otros, como por ejemplo la objeción de conciencia al servicio militar o el
derecho al matrimonio o el derecho a la propiedad. Sin embargo, algunos autores
consideran que todos los derechos del Capítulo II (Derechos y Libertades) y no sólo los de
su Sección primera han de considerarse fundamentales.

Lo más acertado es considerar como derechos constitucionales a todos los


garantizados en la Constitución en el Título I, salvo los llamados "principios rectores de la
política social y económica" (capítulo III del título I), que no establecen verdaderos
derechos subjetivos, sino meros "principios rectores" que son exigibles en la medida en
que la ley así lo establezca (por ejemplo, el "derecho" a una vivienda digna). Y de entre
los derechos constitucionales, serán derechos fundamentales en sentido estricto los
contenidos en los artículos 14 a 29 (concepto de "derechos fundamentales" del Tribunal
Constitucional). Un concepto más amplio de derechos fundamentales incluiría también los
derechos de los artículos 30 a 52 de la Constitución (derechos fundamentales en
sentido amplio, defendido por la mayoría de la doctrina). Es decir, son derechos
constitucionales los comprendidos en los artículos 14 a 38 de la CE, siendo derechos
fundamentales en sentido estricto, tan solo los comprendidos en los artículos 14 a 29 de
la CE.

En conclusión, mientras los derechos humanos tienen un alcance universal, pues


se reconocen a todas las personas en el mundo desde el momento de su nacimiento, los
derechos fundamentales tienen un alcance nacional y, dependiendo del país, pueden
variar. Los derechos humanos están consagrados en la declaración Universal de los
Derechos Humanos, aprobada en 1948, y los derechos fundamentales en la Constitución
de cada país. Por tanto, se puede afirmar que los derechos humanos son aquellos que
todo ser humano posee por el mero hecho de haber nacido y que poseen un carácter
universal, es decir, que van a ser aplicables a todas las personas, independientemente del
lugar en el que vivan, su nacionalidad, raza, sexo, religión, etc. Sin embargo, los derechos
fundamentales son derechos que se encuentran recogidos en el ordenamiento jurídico de
un país, en concreto, en su Constitución.

7
2. La titularidad de los derechos

rminos: todos toda persona los individuos , los


ciudadanos etc.
ndose al respecto, siguiendo la pauta marcada por la
experiencia alemana, afirmando en su Sentencia 19/1983, de 14 de marzo, que de
tenerse en cuenta la naturaleza de cada derecho, c en
ocasiones del cumplimiento de unas exigencias como la edad o la nacionalidad.
La titularidad de los derechos de las sicas
dica. Con respecto a estas últimas, no contamos con un precepto
constitucional que resuelva la n.
n con este tema:
27.6 Se reconoce a las personas físicas y jurídicas la libertad de creación de centros
y el art. 162.1.b n legitimados para interponer el recurso de amparo toda

n con las dico-privadas sticamente


reconociendo que por su naturaleza hay derechos que plenamente se les puede

n). Mientras que no pueden serlo de derechos que naturaleza personalista


(derec

dicas pueden ser titulares del derecho al


honor (SSTC 139/1995 y 183/1995).
Por el contrario, a las - blicas se les ha negado su capacidad
para ser titulares de derechos fundamentales. En todo caso, se ha reconocido el derecho
a la tutela judicial efectiva; aunque con algunas limitaciones. Pues como ha manifestado
en diversas ocasiones el TC este derecho no tien -

n procesal. De modo que su contenido no es otro que el de ostentar


las facultades inherentes a la condici n de parte en el proceso, (SSTC 91/1995,
123/1996).
n con la edad, el art. 12 de la CE, establece que
os
para adquirir la plena capacidad de obrar, condicionando la titularidad de algunos
nica 1/1996
dica del Menor, la que ordena el ejercicio de los derechos de los
menores de edad, estableciendo ciertas restricciones en su ejercicio.
La doctrina constitucional ha sentado que los menores de edad son titulares
plenos de sus derechos fundamentales... sin que el ejercicio de los mismos y la facultad
de disponer sobre ellos se abandonen por entero a lo que al respecto puedan decidir
aquellos que tengan atribuida su guarda y custodia
n grad a su capacidad de
obrar (STC 141/2000). Ello no impide que, como antes se apuntó, puedan existir

8
derechos cuya titularidad dependa del cumplimiento de una condición de edad, como el
derecho de sufragio.
n con los extranjeros como titulares de derechos
n entre:
(a) Ciudadanos Comunitarios

n Europea, que no opera como una doble nacionalidad, pero permite


el disfrute sino del disfrute de una serie de derechos anudados a la misma.
(b) Extranjeros no comunitarios, respecto de los cuales opera el articulo 13 CE y la
LO 4/2000, de
n Social.
En concreto, el artículo 13.1 CE proclama que os extranjeros gozarán en España
de las libertades públicas que garantiza el presente Título en los términos que
establezcan los tratados y la ley.
Ahora bien, e n de los derechos que puede realizar la ley, el Tribunal
Constitucional, en la Sentencia 236/2007, de 7 de noviembre, ha determina
mites:
-En
n con la dignidad
humana que mantiene cada derecho concreto.
- mite relativo a aquel

n.
En este sentido, la LO 2/2009, de 11 de diciembre, de reforma de la Ley Orgánica
4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su
integración social.
n y huelga de los extranjeros.
-

utica clave.
mites, el art. 13.1 de

a
por parte de los extranjeros cuando los derechos o contenidos de los mismos sean, por su
propia natur n de irregularidad.
s recientemente, la STC 155/2015, de 9 de julio extiende el reconocimiento
n postobligatoria de los extranjeros no residentes ;
entendiendo que el derecho a
s en que se encuentra.
Respecto del derecho de asilo, el artículo 13.4 CE establece que La ley
establecerá los términos en que los ciudadanos de otros países y los apátridas podrán
gozar del derecho de asilo en España . Y es que el llamado derecho de asilo se configura
como un derecho del Estado que lo concede y no de la persona que lo solicita. No es, por
9
tanto, un derecho fundamental. Se trata de un mecanismo protector frente a la violación
de determinados derechos de la persona, concretamente del derecho a no ser perseguido
por motivos políticos, religiosos, raciales, por luchar contra el colonialismo o por cualquier
otro motivo distinto de la comisión de un delito común o de un delito contra la paz, de
guerra o contra la humanidad. Es la Ley 12/2009, de 30 de octubre, reguladora del
derecho de asilo y de la protección subsidiaria, la que establece el régimen jurídico de
este derecho.
3 n de la titularidad
La titularidad de los derechos se extingue con la muerte persona (SSTC 231/1988,
218/1991), de modo que na vez fallecido el titular de esos derechos, y extinguida su
personalidad
n constituciona , por lo que no cabe aceptar la indefensión de una
persona fallecida.
lo
reconoce el art. 4 Ley O nica 1/

n tales derechos en el caso de las personas fallecidas, en tanto en cuanto se


lesione el derecho al honor, la intimidad o la imagen de una persona fallecida.

6. El
N
n
De la doble naturaleza de los

n de todo el ordenamiento, de modo que:


la legalidad ordinaria ha de interpretarse de la f s favorable para la
efectividad de tales derechos.
el principio de favor libertatis
s favorable al derecho o la libertad. El favor libertatis, debe
presidir la n del alcance de los requisitos establecidos para el ejercicio de los
derechos fundamentales. (por todas, STC 115/2014).
utico del art. 10.2 CE

n
n Universal de Derechos
Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratifica-
a.

meno que surge tras la Segunda Guerra Mundial como una respuesta
frente a las flagrantes vulneraciones de derechos, mediant n de organi

a de los derechos.

10
nimo invul

micos, Sociales y culturales). Y, en el marco del


Consejo de Europa el Convenio Europeo de Derechos Humanos (1950).

n los Tratados y Convenios internacionales en materia de derechos remarca


su voluntad de incardinarse en ese movimiento constitucional; incorporando, asimismo, a

culo 96 del texto constitucional.


lo co

, constituyen referentes de alto valor las


Sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, y las del Tribunal de Justicia de

n de conflictos relativos a derechos.


Ahora bien, po

n (STC 36/1991); por lo que un tratado o acuerdo internacional no


puede restringir el alcance con el que un derecho o libertad ha sido prefigurado por la
n. Por tanto, al Tribunal Constitucional no le corresponde, al conocer del
recurso de amparo, examinar la observancia o inobservancia, per se, de textos
internacionales que obliguen a España en materia de derechos humanos, sino comprobar
el respeto o la infracción de los preceptos constitucionales que reconocen los derechos
fundamentales y libertades públicas susceptibles de amparo constitucional (arts. 53.2 CE
y 41.1 LOTC), sin perjuicio de que, por mandato del art. 10.2 CE, deban ser interpretados
tales preceptos de conformidad con la Declaración universal de derechos humanos y
tratados y acuerdos internacionales sobre la misma materia ratificados por (STC
11/2023, de 23 de febrero)
En consecuencia, de la doctrina constitucional (SSTC 64/1991, 372/1993, 41/2002)
se deriva que:
culo 10.2 constituyen una
fuente interpretativa, nomo de constitucionalidad

internacionales de Derechos Humanos o, en general, a los tratados que suscriba el


blicas

7. EFICACIA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES, EN PARTICULAR, EN


LAS RELACIONES ENTRE PARTICULARES

n se dirimen a la luz de dos preceptos constitucionales:

dico.
11
Por otro lado, el art. 53.1 CE, cuando reitera y concreta el precepto anterior,
re blicos, debido a la centralidad de los
derechos y libertades en el ordenamiento constitucional.
blicos
claramente remarcada en el texto
n:
negativa, de no lesionar la esfera individual o institucional protegida por los
derechos fundamentales,
n positiva de contribuir a la efectividad de tales
derechos, y de los n
subjetiva por parte del ciudadano.
blicos, pero especialmente se
predica del legislador, que, por mandato constitucional, es el que ha de desarrollar los

o de no establecerse los supuestos para su defensa (STC


53/85).

n de si todos los derechos tienen el mismo el mismo grado de eficacia o no;


debiendo distinguirse entre:
A) Eficacia Directa: El art. 53.1 proclama la directa de los derechos comprendidos
tulo I, Cap. II (14-38) siendo directamente ejercitables por sus titulares, sin
necesidad de interpositio legislatoris (desarrollo legislativo). Son, pues, origen inmediato
ticos (STC 21/1981).
B) Eficacia Indirecta: El art. 5
-
n de los
poderes p n ordinaria de acuerdo con
lo que dispongan las leyes que los desarrollen. En consecuencia, no tienen una eficacia
directa, sino indirecta, de modo que no son ejercitables directamente como derechos
subjetivos, hasta que sean desarrollados por el legislador. Aunque ello no significa que no

aladamente al legislador, impidiendo que en sus actuaciones se les perju-dique;


cont n.
2. Eficacia frente a los particulares

n se pr
dico.
n,
partiendo de que en la esfera de las relaciones entre privados rige el principio de

blicos.
Siendo los derechos fundamentales la piedra angular de nuestro ordenamiento
,

12
blicos.
Sentada,

n directa o
n con los particulares es indirecta o mediata.
cter de
norma suprema, que se traduce en un deber de distinto signo para los ciudadanos y los
poderes blicos:
mientras los primeros tienen un deber general negativo de abstenerse de

culos 30 y 31 entre otros),

(STC 101/1993).

8 DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES


n objetiva de los derechos fundamentales y su
n de
tener presente su contenido constitucional, impidiendo reacciones que supongan su
sacrificio innecesario (STC 124/2005).
Los derechos fundamental

s.
Otros preceptos de la CE contienen mites Expresos:
A

blico protegido por la ley.


Art
n judicial, salvo en caso de flagrante delito.
Art. 20.4: Estas libertades (en referencia a la libertad de expresión y
comunicación)
los preceptos de las leyes que lo desarrollen y, especialmente, en el derecho al honor, a
n de la juventud y de la infancia.
Art. 33. Configura n social como mite a la propiedad.
Asimismo, pueden derivarse mites i citos: que son los que de manera mediata
n al resultar justificados por la necesidad de
preservar otros derechos constitucionalmente protegidos (STC 120/1990).
mites
En todo caso, las limitaciones a los derechos fundamentales han de estar sujetas a
unos criterios o exige an
sistematizarse del siguiente modo:
13
1) S mites

mites de manera expresa, precisa, cierta y previsible.

mites (STC
292/2000).

2) Proporcionalidad y necesidad
n que limite o restrinja el ejercicio de un derecho fundamental ha de
estar motivada, siendo las medidas limitadoras las necesarias para conseguir el fin
perseguido (62/1982)
Siendo la regla de la proporcionalidad de los sacrificios de observancia obligada al
n de un derecho fundamental (STC 37/89).
3) n
n de los derechos deba estar justificada (STC 62/82,).
4) El respeto al contenido esencial
n de un derecho ha de
de lo razonable. (STC 11/1981).
mites
La fuerza expansiva de todo derecho fundamental restringe, por su parte, el

mites de los derechos fundamentales hayan de ser interpretados con criterios


restri s favorable a la eficacia y a la esencia de tales derechos
(STC 159/1986).

9. LOS DERECHOS ESTATUTARIOS


Los Estatutos de Autonomía aprobados en los primeros años del régimen
constitucional incidieron fundamentalmente en los aspectos institucionales.
En la primera década del siglo XXI comenzó un proceso de revisión profundo de
varios de los Estatutos de Autonomía. Una de las singularidades más notables de este
proceso de revisión estatutaria ha sido la incorporación a los nuevos Estatutos reformados
de títulos dedicados específicamente a los derechos.
De la doctrina constitucional se sigue la legitimidad de la inclusión de derechos en
los Estatutos de Autonomía aunque no derechos fundamentales que quedan reservados
al ámbito constitucional. La inclusión de catálogos de derechos, principios y valores en los
Estatutos de Autonomía reformados ha llevado al Tribunal Constitucional a señalar que
son algo distinto de los derechos fundamentales de la Constitución Española, los define
como derechos estatutarios, y dice que solo vinculan al legislador autonómico y poderes
públicos autonómicos, y según la naturaleza de los derechos, también a los particulares.

14
De otra parte, en cuanto a los específicos derechos incorporados a los nuevos
Estatutos de Autonomía reformados cabe señalar que una parte sustancial de los nuevos
catálogos de derechos incorporados a los Estatutos se relacionan con materias reguladas
en el Capítulo III CE bajo la rúbrica "principios de política social y económica, pero
tratados de forma que se consolida y profundiza la vinculación de los poderes públicos
autonómicos a ellos.

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