1.

Análisis del contexto y detección de necesidades

El presente programa de intervención está dirigido a los estudiantes de tercer año

“B” del nivel secundario de la I.E. “Santa Bárbara” en el distrito de Sicaya, quienes
se encuentran en un rango de edad de 14 a 15 años. En el primer acercamiento
con el tutor del aula, este mencionó “que los estudiantes, al encontrarse en la
adolescencia, suelen presentar comportamientos difíciles”, destacando su
tendencia a la rebeldía y tienen interés en establecer relaciones sentimentales, lo
que ocasiona que frecuentemente no acaten las indicaciones del docente”.
Asimismo, se revisó un documento proporcionado por el director, el cual reveló
que los estudiantes presentan dificultades en la comunicación asertiva, la empatía
y la resolución de conflictos. Es así que se realizó y aplicó un cuestionario de
elaboración propia a los estudiantes, del cual se obtuvo un resultado, en la cual el
69,6% se siente cómodo al interactuar con sus compañeros, mientras que el
30,4% indicó sentirse a veces incómodo, justificando esta respuesta con la
existencia de relaciones difíciles con sus compañeros. Además, el 21,7% de los
estudiantes consideran que la comunicación con los profesores es a veces buena
y otras veces mala, el 13% la califica como regular debido a la escasa interacción
con los docentes, y el 4,3% menciona no tener una buena comunicación con
ellos. Por los resultados obtenidos en el triaje se plantea como hipótesis
diagnóstica la presencia de “Problemas relacionados con habilidades sociales
inadecuadas, no clasificados en otro lugar” (Z73.4).

Los datos obtenidos revelan problemas significativos en el ámbito social y

académico. La baja implicación en actividades escolares, el déficit en habilidades
sociales y los patrones de timidez e inseguridad indican la necesidad de intervenir
para mejorar el desarrollo social y emocional de los estudiantes. La percepción de
dificultades en las relaciones interpersonales con compañeros y profesores
sugiere un entorno escolar que no está satisfaciendo plenamente las necesidades
emocionales y de aprendizaje de los estudiantes. Estas dificultades pueden
afectar negativamente el rendimiento académico y el ambiente escolar,
aumentando el riesgo de ausentismo y problemas emocionales y de
comportamiento, por lo que, la información obtenida en el primer encuentro y la
recopilación de datos con los instrumentos mencionados permite inferir que los
 estudiantes presentan dificultades para involucrarse en las actividades de clase y
una interacción deficiente entre ellos. Esto se evidenció en los comportamientos
observados durante las visitas al aula, donde los estudiantes se agrupan por
género, mostrando poca interacción entre ambos grupos. No siguen las
instrucciones hasta completar las actividades asignadas, debido a que conversan
entre ellos, lo que obligó al docente a intervenir en varias ocasiones. También se
observó desinterés por parte de algunos estudiantes en realizar las actividades.
De esta forma, se corrobora que los estudiantes necesitan mejorar sus
habilidades sociales, ya que presentan ligeras dificultades relacionadas con la
empatía, la comunicación asertiva y la resolución de conflictos. Estas dificultades
podrían estar vinculada con la información obtenida en el primer acercamiento y el
proceso evaluativo: los estudiantes tienen problemas para involucrarse en las
actividades de la clase, existe poca interacción y afiliación entre compañeros, y la
comunicación con los profesores no es adecuada, lo que podría deberse a la
percepción de que los docentes no son estrictos en la supervisión del
cumplimiento de las normas y en sancionar a los infractores.

2. Fundamentación teórica

En el contexto escolar, el desarrollo integral de los estudiantes va más allá de

adquirir conocimientos académicos; implica también cultivar habilidades que les
permitan interactuar de manera efectiva en diferentes situaciones sociales. En
este sentido, la calidad de las relaciones interpersonales como consecuencia
del rendimiento académico juegan un papel fundamental en las habilidades
sociales, ya que al presentar buenas relaciones interpersonales, mejora el
rendimiento académico y en la capacidad de los estudiantes para enfrentar los
desafíos cotidianos. Dongil y Cano (2014) definen las habilidades sociales
como un “conjunto de capacidades y destrezas interpersonales que nos
permiten relacionarnos con otras personas de forma adecuada, siendo capaces
de expresar nuestros sentimientos, opiniones, deseos o necesidades en
diferentes contextos o situaciones” (p. 1). Por lo tanto, promover el desarrollo
de las habilidades sociales en los estudiantes es fundamental para fomentar un
ambiente de aprendizaje inclusivo y efectivo.

2
 Por otro lado, Baeza (2020) describe al clima social escolar como “la
percepción que las personas tienen del ambiente escolar– y está básicamente
referido a las formas de vincularse entre sí, fuertemente atado a normas y
creencias” (p. 9). Es decir, el clima escolar se forma a partir de la percepción
que los miembros de la comunidad educativa hacen de su entorno. Estas
percepciones impactan significativamente en la calidad de las relaciones y el
bienestar emocional de los estudiantes.

En el ámbito de los estudiantes de la I.E. "Santa Bárbara", se han identificado

ciertas dificultades vinculadas al desarrollo de habilidades sociales, junto con la
presencia de un clima social escolar que se cataloga como regular. En este
sentido, intervenir en el fortalecimiento de las habilidades sociales de los
estudiantes podría contribuir a mejorar el ambiente social en la escuela,
promoviendo así una experiencia educativa más positiva y enriquecedora. Este
enfoque encuentra respaldo en investigaciones que han establecido una
relación significativa entre las habilidades sociales y el clima social escolar,
destacando la importancia de abordar estas competencias para promover un
entorno educativo más favorable.

A nivel nacional, Alfaro (2019) identificó una relación positiva entre habilidades
sociales y clima escolar en su tesis de posgrado titulada "Habilidades sociales y
clima escolar en los estudiantes de la institución educativa Innova Schools
Callao", tras evaluar a 72 estudiantes de cuarto de secundaria concluye que,

“las habilidades sociales en los adolescentes es importante para poder

intervenir tanto en actitudes, creencias y el estilo de interacciones entre
ellos, el poder entablar buenas relaciones entre sus pares, poder
participar en diferentes grupos sociales como académico y sobre todo
poder buscar soluciones a diversos problemas que puedan tener, [...] lo
cual le permite estar mejor preparado para poder interactuar de forma
adecuada en el clima escolar que vive a diario” (p. 27).

Por otro lado, Castro y Mendoza (2023) corroboraron esta relación en su tesis
de especialidad titulada "Habilidades sociales y convivencia escolar en
estudiantes de una Institución Educativa Secundaria del distrito de Acoria -
Huancavelica 2022", al encontrar que la convivencia escolar se vincula de

3
 manera positiva con las habilidades sociales tras encuestar a una población de
30 estudiantes del primero al quinto grado de secundaria. Asimismo, destaca la
importancia de mejorar las habilidades sociales para fortalecer la convivencia
escolar mediante el desarrollo de habilidades que permitan a los estudiantes
superar conductas conflictivas en el aula.

En cuanto a la provincia de Huancayo, Vásquez (2024) en su tesis titulada

"Habilidades Sociales y Clima Social Escolar en Estudiantes de Secundaria en
la Institución Pública Emblemática Centenaria Santa Isabel - Huancayo, 2022",
descubrió que existe una relación entre habilidades sociales y clima social
escolar tras aplicar instrumentos psicométricos a 458 estudiantes de diferentes
grados y secciones del colegio mencionado; asimismo, concluyó que las
habilidades sociales desempeñan un papel crucial en la percepción del clima
social en la institución educativa, y su desarrollo fortalecerá dicho clima. Los
hallazgos de estas investigaciones sugieren la relevancia de abordar y
fortalecer las habilidades sociales como un medio para mejorar la convivencia y
el clima en el entorno educativo. La relación positiva entre habilidades sociales
y clima escolar resalta la importancia de implementar programas de
intervención que promuevan el desarrollo integral de los estudiantes,
contribuyendo así a un ambiente escolar más positivo y propicio para el
aprendizaje y el bienestar de todos los involucrados.

El reporte estadístico del Instituto Nacional de Estadística e Informática (2019),

basado en los resultados de la Encuesta Nacional sobre Relaciones Sociales
(ENARES), revela que el 68,5% de la población de 12 a 17 años de edad ha
experimentado violencia psicológica y/o física en el entorno escolar en algún
momento de su vida. Dentro de este grupo, el 41% sufrió violencia psicológica,
el 24,6% sufrió violencia física y psicológica y el 2,9% sufrió violencia física.
Estas cifras son preocupantes y resaltan la urgente necesidad de implementar
medidas efectivas para prevenir y abordar este problema. Esto puede incluir la
implementación de programas de intervención diseñados para cultivar la
empatía, promover la resolución de conflictos y mejorar la comunicación
efectiva, contribuyendo así a mejorar el clima escolar.

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 Con lo mencionado anteriormente, en el contexto específico de los estudiantes
de la Institución Educativa "Santa Bárbara", el trabajo en el desarrollo de
habilidades sociales cobra una relevancia especial. Especialmente porque los
estudiantes se encuentran en una etapa crucial de su desarrollo. La
adolescencia, caracterizada por cambios físicos, emocionales y sociales
significativos, representa un momento crucial para cultivar habilidades que les
permitan afrontar con éxito esta transición hacia la edad adulta. En este
sentido, el entorno escolar juega un papel fundamental como espacio de
aprendizaje y desarrollo integral. Al proporcionar a los estudiantes herramientas
para fortalecer sus habilidades sociales, se les ofrece la oportunidad de
enfrentar los desafíos sociales presentes en su día a día y de construir
relaciones positivas y significativas a lo largo de sus vidas. Además, al
fomentar un clima escolar inclusivo y favorable al crecimiento personal, se
contribuye a crear un ambiente propicio para el bienestar emocional y el éxito
académico de los alumnos, sentando así las bases para un futuro más
prometedor.

Base legal:

● Ley N° 26518, Ley del Sistema Nacional de Atención Integral al Niño y el

Adolescente.
● Ley N° 27337, Ley que aprueba el Nuevo Código de los Niños y
Adolescentes.
● Ley N° 28044, Ley General de Educación.
● Ley N° 29719, Ley que promueve la convivencia sin violencia en las
Instituciones Educativas.
● Ley N° 30061, Ley que Declara de Prioritario Interés Nacional la Atención
Integral de la Salud de los Estudiantes de Educación Básica Regular y
Especial de las Instituciones Educativas Públicas del Ámbito del Programa
Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma y los Incorpora como
Asegurados del Seguro Integral de Salud (SIS).
● Ley N° 30364, Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra
las mujeres y los integrantes del grupo familiar.
● Ley N° 30403, Ley que prohíbe el castigo físico y humillante contra los
niños, niñas y adolescentes.

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 ● Ley Nº 30797, Ley que promueve la educación inclusiva.
● Ley N° 30947, Ley de Salud Mental.
● Decreto Legislativo N° 1377, Decreto Legislativo que fortalece la protección
integral de niños, niñas y adolescentes.
● Decreto Supremo N° 004-2018-MINEDU, que aprueba los Lineamientos
para la gestión de la convivencia escolar, la prevención y la atención de la
violencia contra niñas, niños y adolescentes.
● Decreto Supremo N° 013-2018-MINEDU, que aprueba la Política de
Atención Educativa para la Población de Ámbitos Rurales.
● Resolución Viceministerial N° 011-2019-MINEDU, que aprueba la Norma
Técnica denominada "Norma que regula los instrumentos de gestión de las
instituciones educativas y Programas de Educación Básica".
● Resolución Viceministerial N° 212-2020-MINEDU, que aprueba los
“Lineamientos de Tutoría y Orientación Educativa para la Educación
Básica”.

3. Elaboración del plan de actuación

3.1. Formulación de objetivos

a) Objetivo general:

Desarrollar y ejecutar un programa de intervención psicológica para el

fortalecimiento de las habilidades sociales en estudiantes del 3° “B” del
nivel secundario.

b) Objetivos específicos:

● Implementar la técnica de economía de fichas donde se reforzarán las

conductas deseadas con recompensas.
● Aplicar el entrenamiento en habilidades sociales afectivas (Fase 2) para
promover el desarrollo.
● Emplear la técnica de resolución de problemas para la obtención de
habilidades de afrontamiento.

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 3.3.2. Recursos necesarios

RECURSOS NECESARIOS

PERSONALES

● Tarjetas
● Broches
● Carteles
● Cinta adhesiva
● Papelotes
MATERIALES
● Plumones
● Fichas
● Hojas bond
● Globos
● Formato de resolución de problemas
● Fósforo

Salón de clases de la I.E. “Santa Bárbara”

Se eligió el salón ya que el espacio es grande, tiene buena
iluminación y no nos afecta el ruido externo, sólo el único
ESPACIALES inconveniente serían las mesas que son de pares, pero es algo
manejable. Además de ello, podemos utilizar diversos recursos,
como la pizarra, para explicar los temas o para poder pegar los
materiales visuales qué llevemos.

Fechas Calendario Horarios

27/05/2024 12:50 p.m. - 1:35 p.m.

TEMPORALES
29/05/2024 11:20 a.m. - 12:05 p.m.

03/06/2024 12:50 p.m. - 1:35 p.m.

05/06/2024 11:20 a.m. - 12:05 p.m.

3.4. Propuesta de evaluación

3.4.1. Logro de objetivos:

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 Para evaluar el logro de los objetivos específicos del programa de
intervención psicológica propuesto, se utilizará una rúbrica de
evaluación (anexo 1). Esta herramienta permitirá medir de manera
objetiva y consistente el desempeño de los estudiantes durante las
sesiones, garantizando una valoración de su progreso. Además, se
empleará una lista de cotejo (anexo 2) en la última sesión del
programa para evaluar el cumplimiento del objetivo general

Aplicación y seguimiento del programa

4.1. Durante la intervención:

Para verificar la adherencia de los estudiantes al programa de

intervención, se realizarán productos durante las sesiones y se
asignarán tareas individuales. En ciertos momentos de las
sesiones, específicamente durante la Apropiación y Transferencia,
se llevarán a cabo trabajos en grupo con el objetivo de crear un
producto. Además, después de cada sesión, se dejarán tareas
individuales para que los estudiantes las desarrollen por su cuenta.
Todo esto nos permitirá conocer el grado de involucramiento de los
participantes en el programa y, lo más importante, comprobar que
lo aprendido ha sido adquirido de manera correcta. Por ello, se han
planteado diversas actividades y tareas en cada sesión, alineadas
con los objetivos que se quieren lograr con la población.

4.2. Post intervención:

Para conocer que los estudiantes mantienen los cambios obtenidos

durante las sesiones del programa de intervención, se hará lo
siguiente:

● Mantener comunicación periódica mediante llamadas

telefónicas con el tutor del aula para obtener datos relevantes
sobre el desempeño de los estudiantes.

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 ● Programar visitas esporádicas al aula para observar de
manera directa el comportamiento de los estudiantes y
valorarlos de forma objetiva.
● Realizar una evaluación regularmente a los estudiantes para
obtener información actualizada sobre la persistencia de los
comportamientos deseados a lo largo del tiempo.
● Organizar reuniones mensuales virtuales con el tutor del aula
para analizar el avance de los alumnos.

Referencias bibliográficas

Alfaro, A. (2019). Habilidades sociales y clima escolar en los estudiantes de la

institución educativa Innova Schools Callao [Tesis de maestría,

Universidad César Vallejo]. Repositorio Digital Institucional Universidad

César Vallejo. https://hdl.handle.net/20.500.12692/36827

Ardila, R. (2013). Los orígenes del conductismo, Watson y el manifiesto

conductista de 1913. Revista Latinoamericana de Psicología, 45(2), 315-

319. http://dx.doi.org/10.14349/rlp.v45i2.1394