Sexualidad

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Cuando sea grande me casaré

contigo

El hijo quiere una mamá que sea exclusiva, que se


dedique a él a tiempo completo. Se enoja y protesta si
ella comparte su espacio con otro, incluyendo, sobre
todo, con su marido. En la cama, quiere estar junto a ella
y no permite que nadie más se acerque: a veces con
formas claramente violentas, aleja del lado de su madre
a todo otro al que considera un verdadero intruso, de
manera particular a su papá. Estas actitudes son
expresiones de su sexualidad, es decir de un deseo que siempre será de posesión:
defender lo que se posee.
Hasta que, el rato menos pensado, brotan en sus labios las palabras mágicas destinadas a
allanar todo el camino y a asegurar a esa mujer la certeza del amor, como el mejor y
más profundo de los enamorados. Cuando sea grande, me casaré contigo, le dice.
Cuando crezca, tendré dinero y te compraré todas las cosas que tú quieras.
Hermosa declaración de amor sin condiciones ni barreras. Promesa seductora que a
muchas mamás les conmueve hasta el punto de hacerles perder el sentido de los límites
y las proporciones de la vida. En efecto, no faltan mamás que, quebrantadas por la
emoción, abrazan a su hijo y, sin medir ninguna consecuencia, caen en la más fatídica
de las trampas. Sí, le contestan, eres mi amor, mi maridito. Así se construye una alianza
que puede terminar siendo fatídica porque coloca al niño o a la niña en el camino de la
confusión, en un lugar en el cual se han borrado de súbito los límites que exige la
sexualidad para ser social y culturalmente aceptada.

En la vida cotidiana, hay mamás que asignan al hijo pequeño el papel del esposo o del
compañero que no tienen ya sea porque son madres solteras o bien porque se
divorciaron o, finalmente, porque mantienen malas relaciones con su marido.

A la niña le acontece algo muy parecido tanto con su mamá cuanto, sobre todo, con su
papá a quien también mirará como un intruso en la relación con su mamá. Para salir del
impasse, seguirá el camino de la identificación con el agresor y se ofrecerá como
prometida para un idílico matrimonio que vendrá cuando ella sea grande. ¿Cuándo
llegará este maravilloso día? ¿Mañana mismo, o en el próximo cumpleaños, puesto que
el sentido del tiempo y del espacio para los pequeños responde a categorías
absolutamente imaginarias y mágicas?

Jugar a papá y mamá


En la actualidad, jugar a papá y mamá posee
características sexuales y eróticas más evidentes que en
las antiguas generaciones, precisamente por la
perenne exposición a los mensajes y
experiencias de la televisión y también porque lo
erótico ha salido del escondite del dormitorio
matrimonial para pasearse con mayor libertad en toda
la casa.
A ello se une la necesidad imperativa que tienen
los niños de conocer y reconocer su cuerpo a través de
la comparación con el cuerpo de los otros niños. Se trata de un juego de imágenes en el
cual el cuerpo del él o de ella sirven de espejo al amiguito o al hermano; se contemplan
desnudos y descubren en el otro su propio cuerpo y también se percatan de las
similitudes y de las diferencias. Cuando se tocan, no intentan brindar sino ejecutar un
ejercicio de exploración de texturas y de sensaciones.
Estos juegos resultan indispensables para la construcción de la imagen del cuerpo
propio y para la configuración, en los varones, de la imagen de mujer y, en las niñas, la
del varón. Sin embargo, las preguntas iniciales de qué es ser mujer y en qué consiste ser
varón no se resuelven nunca con la mirada dirigida sólo a la anatomía. Las respuestas
posibles recorrerán los más inusitados senderos de la cultura, de los afectos, de las
fantasías, de las creencias y los mitos. Al final, varones y mujeres aceptarán que la
sexualidad pertenece al mundo del misterio y de lo mágico.
Se trata de un juego, es decir, de una experiencia lúdica destinada a producir placer. Los
niños ríen a carcajadas porque se divierten con la imagen de su cuerpo en el cuerpo del
otro, con esas nuevas sensaciones que los descubrimientos provocan, como ante una
caja de secretos y maravillosos tesoros. Ese regocijo forma parte de la estructura lúdica
de una sexualidad que así abandona lo prohibido, lo pecaminoso, lo malo. Una
sexualidad que se torna sensualidad y erotismo con el propósito de certificar al sujeto
que posee una vocación de gozo.
Por lo general, los adultos no reaccionan bien cuando encuentran a los niños
divirtiéndose con sus juegos sexuales. Algunos ponen el grito en el cielo, se enojan,
regañan a los pequeños y buscan culpables y víctimas. Si encuentran a una niña
desnuda, entonces creen que los otros pequeños han estado abusando de ella. Si sucedió
entre dos primos o amigos, acusan de malo al amiguito. Después del escándalo,
terminan con las soluciones salomónicas que siempre estarán equivocadas: prohibir la
amistad.
Nada más erróneo que acudir a criterios de adultos para juzgar una práctica necesaria en
la estructuración de la identidad. En efecto, ese juego infantil cambia de sentido, se
torna productor de culpas cuando es analizado con los registros de la sexualidad adulta
que ya no mira el juego sino una práctica sexual inadmisible en los niños porque se cree
que hay abuso de unos sobre otros. Mientras se dé entre niños y niñas de más o menos
la misma edad, el juego sexual será una
experiencia grata, nada culposa y que, como
suele acontecer, será luego reprimida
para siempre.
Dormir con los padres?

Dormir con la mamá y el papá les produce un placer comparable a la experiencia de


mamar el seno, hasta el punto de que recurren a toda clase de subterfugios con tal de
conseguir su objetivo.
Desde luego, se trata de estrategias, en su mayoría inconscientes, de las que nadie se
percata y que poseen la fuerza suficiente como para hacer realidad el deseo. El miedo a
la obscuridad, los sueños de angustia, el frío, ciertos trastornos físicos como dolor de
cabeza o de estómago... Todo les sirve con tal de que la mamá los lleve a su cama.
Desde muy pequeños, niñas y niños intuyen que algo especial acontece en la cama de
sus padres y de lo cual se sienten excluidos. Aún antes de que la palabra les permita
alcanzar mayores sentidos, la televisión se encarga de fomentar sus fantasías y de
llenarles de explicaciones y de deseos. Cada escena de amor que presencian en la
televisión incrementa las sospechas de que sus papás hacen lo mismo cuando les sacan
del dormitorio. Cuando la curiosidad se une al deseo, harán lo posible para estar allí,
como testigos de un mundo fantástico que no entienden.
La cama matrimonial es exclusiva de la pareja pues representa el lugar privilegiado para
dar curso a las expresiones más íntimas de la sexualidad, del deseo y del goce en los
cuerpos. Ello implica y exige privacidad.
A esta ley deben sujetarse todos, niños y niñas, como requisito indispensable para
organizar su sexualidad y su identidad dentro de los parámetros de la cultura.
Pero debe ser señalada e impuesta por papá y mamá a cada hijo e hija mediante las
actitudes y las ubicaciones claras y permanentes respecto a la prohibición de participar
de su vida privada, del ejercicio de su sexualidad, es decir de su goce. De ahí la
importancia de que hijos e hijas sean excluidos de la cama matrimonial.

Una sexualidad ofendida


No importa la edad ni la condición social o económica: se abusa de niñas de meses hasta
de niñas y niños que van a la escuela, a pequeños de familias ricas y a pequeñas que
deben quedar al cuidado de la casa vecina porque la mamá tiene que salir a trabajar.
El abusador de niñas y niños no deambulan por las calles ni se esconde en los parques.
No anda armado para
amenazar. Por el
contrario, puede ser una
pariente que vive en la
misma casa o alguien de
confianza que frecuenta a
los niños: el abuelo que
manosea los genitales de
su nieta o que le pide lo
haga con los suyos o que
inclusive intenta
penetrarla. El papá que
juega con los genitales de
su hijo pequeño y se
solaza en hacerlo. El tío
que provoca a la sobrina,
que le ofrece regalos a
cambio de que se dejar acariciar o de que le toque a él. El primo mayor que
subrepticiamente se introduce en la cama de la niña para manosearla o que viola al
primo o a la prima.
El abuso sexual es un atentado grave a la estructura sexual de niñas y niños, una herida
que, aunque produzca la apariencia de que ha sido superada, difícilmente se cicatriza.
Quien abusa de un menor, lo coloca en una clara posición de oprobio, de anonadamiento
ante una escena que rebasa su capacidad de comprensión. No entiende el sentido y la
dimensión del acto al que ha sido arrastrado. Pero, sin duda, capta que es una víctima de
algo malo y eso lo asusta y le pone mal.

Los niños vienen de París? Es la pregunta más difícil que me


han hecho en mi vida, decía una mamá. Me tomó desprevenida, sin la respuesta
adecuada Jamás me indicaron qué y cómo responder. La pregunta llega como un balde
de agua fría. La mamá se desconcierta o ruboriza. Y si coincide que se halla
embarazada, la situación es aún más engorrosa.
Las respuestas claras, sencillas y verdaderas tranquilizan a los niños. No se trata de
entrar en complejas explicaciones, sino de una verdad, adecuada a la situación concreta
los pequeños.
Para todo niño es un misterio pensar cómo entró y salió de la barriga de mamá en la
cual, a lo mejor, ahora se encuentra un hermanito. Toda respuesta debe tomar en cuenta
que ella o él han sido deseados, buscados, queridos. Que lo tuvieron porque papá y
mamá se amaban mucho.

¿Cómo nacen los niños?

Yo, como todas las mujeres, poseo una abertura entre las piernas por la cual saliste
cuando ya no quisiste estar más tiempo aquí adentro y cuando tu papi y yo quisimos
conocerte. Porque mientras estabas acá adentro no nos veíamos, sólo te sentía cuando te
movías.

¿Cómo entré en tu barriga?

Tu papi y yo nos amamos mucho. Un día quisimos tenerte, entonces estuvimos en la


cama y tu papi puso dentro de mi algo así como una semillita que se unió a mi cuerpo.
Poco a poco, te fuiste formando en mi barriga. Cuando pasó mucho tiempo, muchos
meses, naciste.

¿Y por qué yo no tengo papá?

Tú, como todos los niños y niñas, tienes un papá. No pudimos vivir juntos, pero si él
estuviese aquí, estaría feliz de verte. Pero. aunque no viva con nosotros, estoy segura de
que él te quiere mucho.
Para una mamá soltera, estas respuestas son más complicadas. Pero no puede dejar de
hacer referencia a la presencia de un padre. La mamá soltera, salvo si fue abusada, tuvo
una relación amorosa de la cual este niño es un producto, inclusive pese a que no haya
sido deseado.
Negar al padre, no nombrarlo, origina tremendas confusiones en niñas y niños porque
creerán que son hijos del viento o de la nada, se criarán sin historia. París, ciudad
símbolo de los ideales, de los placeres perfectos e imposibles.
Por eso todo los niños y niñas vienen de París es decir, de una escena placentera y
gozosa. Así debería ser.

Me baño con mis hijos

El que papá, mamá y los niños se bañen juntos puede


ayudar a apreciar con naturalidad el propio cuerpo y
el cuerpo de los otros

Bañarse con los hijos se ha transformado en una manera


de romper el tabú del desnudo en casa y también de abrir
espacios para una nueva concepción sobre la sexualidad.
Un válido intento de romper los miedos y recelos
ancestrales sobre el cuerpo.
¿Hasta qué edad pueden papá y mamá bañarse con su hija
o hijo? No existe una norma establecida. Pero es importante tomar en cuenta que niñas y
niños poseen su propia sexualidad con deseos, fantasías y experiencias placenteras. Y
corresponde a mamá y papá evitar transformarse en objeto real de esa sexualidad a
través de la mirada o los tocamientos.
Hacia los cuatro años, niños y niñas buscan la intimidad, la reserva y la privacidad. Por
ende, meterse juntos en la bañera para sus propios juegos, exploraciones y
descubrimientos les resulta mucho más placentero que bañarse con mamá o papá. Así su
sexualidad se desarrolla dentro de los parámetros que indica la cultura, sin la injerencia
no siempre sana de los adultos.
Pese a ese acercamiento directo al cuerpo y sus diferencias entre mujeres y varones que
se da en el baño con los adultos, para los niños la sexualidad y ese mismo cuerpo serán
un misterio que solo se develara de manera parcial en la adolescencia. No es ni oportuno
ni sano que los adultos pretenden enseñar todo a los niños pues corren el riesgo de
pervertirlos.

Identidad sexual infantil

Son dos experiencias bien diferenciadas en los niños y las niñas. Las madres pueden
observarlas, como lo he hecho yo con mi hijo. Hasta ese día Jean sabía perfectamente
que la hinchazón de su pene a menudo iba acompañado de ganas de hacer pipí.
Entonces orinaba y su pene quedaba tranquilo.
Pero, de pronto -acaba de cumplir 29 meses- constata un cambio extraordinario: su pene
está levantado, Jean cree que va a orinar. Pero mientras está turgente no pasa nada El
incidente se repite. Si la erección cesa, el niño puede orinar. Es la primera vez que
presiente, sin tener palabras para expresarlo, que su pene puede tener una actividad
extraordinaria. Jean está haciendo la experiencia de todos los chicos de su edad. Entre
los 28 y los 30 meses el bebé descubre la erección del pene disociada de la micción,
momento en que despierta al conocimiento de su identidad de varón.
Las chicas descubren su identidad sexual interesándose por los "botones" de sus senos,
semejantes al tacto, y por el "botón de su sexo, y tocándose. La masturbación de esta
zona erógena es el signo más indiscutible del momento de su historia en que tienen la
revelación de la gran diferencia entre mujeres y varones.
Cuando yo estaba en análisis, quedé asombrada ante una chiquilla de menos de tres años
a quien lleve una muñeca. De inmediato la puso cabeza abajo, le separó las piernas y,
tras quitarle el calzón, la tiró a un rincón diciendo: "Es fea". -"¿Por qué es fea?"- "No
tiene botón". (Francoise Dolto, "La causa de los niños")

¿Recuerda la cara que se le quedó cuando su hija le preguntó por primera vez de dónde
venían los niños? ¿Fue usted capaz de disimular su nerviosismo y ofrecer una respuesta
que la pequeña puediera comprender? Hablar de sexo con los niños es una de las
asignaturas pendientes de los progenitores, preparados para explicarles qué es Internet
pero incapaces de charlar con ellos sobre cuestiones tan fundamentales para el desarrollo
personal como el sexo. Los expertos apuestan por resolver las dudas desde la infancia y
con naturalidad, pues está demostrado que los niños que más saben, cometen menos
imprudencias en sus relaciones y valoran más la afectividad.

Los sexólogos coinciden en aportar una serie de consejos para los progenitores en lo que
no se debe hacer:
 Reñir a los niños por tocarse. Sobre todo en los primeros años, el niño está
descubriendo su cuerpo y tiene deseos de tocarse y saber cómo es realmente su
anatomía. Si se le riñe, verá la sexualidad como algo malo y se sentirá culpable.
 Recurrir a mitos. Si se enseña al niño que los bebés los trae la cigüeña o que
vienen de París, por ejemplo, se sentirá confundido cuando vea cómo a su mamá le
crece la barriga. “La verdad es siempre mucho más interesante y evita confusiones
al niño, capaz de crear fantasías tremendas”, apunta Victoria del Barrio.
 Creer que el niño ya lo sabe todo. Informar acerca de la sexualidad es
responsabilidad de los padres y no de la televisión, los amigos o los profesores. No
se deben temer las charlas con los hijos sobre sexo y, mucho menos, delegar
responsabilidades en otros.
 Evitar expresiones de cariño delante de los hijos. Las carantoñas y los besos son
una manera de demostrarles el significado de una relación afectiva entre adultos,
algo que les ayudará a mantener el equilibrio emocional.
 No educar en la igualdad de sexos. Debemos aprender desde bien pequeños que
no existen tareas propias de hombres o de mujeres, de manera que tampoco existen
ventajas o desventajas de un sexo respecto al contrario.
 Evitar hablar de sexo hasta la pubertad. Para la mayoría de los adolescentes,
hablar por primera vez de sexo con los padres cuando llegan a la pubertad es
demasiado tarde. A esa edad, muchos rechazan este tipo de conversaciones y
sienten vergüenza de compartir sus secretos con los padres.

Las interferencias

El culto a la belleza, al físico y la seducción, en los medios de comunicación, no


distinguen la edad de su publico. Hay un abuso de las manifestaciones sexuales, al cual
los niños están indiscriminadamente expuestos. Los contenidos sexuales pueden
acelerar las manifestaciones de los niños en el tema de la sexualidad, considerando que
ellos aprenden imitando lo que ven de sus padres, de la televisión, out-doors, de bailes y
ropas eróticas de moda, etc. Las malas influencias conceden nociones equivocadas y
perjudiciales al niño.

De una forma general lo único que puede evitar estas malas interferencias es la familia.
Son los adultos, los padres, que deben ejercer el papel de filtro de las informaciones. Es
necesario crear y mantener un canal abierto de comunicación con los hijos, espacios de
discusión e de intervención sobre lo que es correcto y lo que no, relacionados a todos
los temas, y en especial a la sexualidad. Es conveniente "vigilar" de muy cerca el
entorno y las actividades del niño, para orientarle cuando crea necesario. En la medida
de lo posible, no se debe perder ninguna oportunidad para entablar conversación sobre
sus dudas, intereses, etc.

La masturbación

Es poco común y muy raro que los hábitos de masturbación de los niños puedan indicar
problemas. En todo caso es necesario buscar ayuda de un pediatra si la conducta del hijo
está interfiriendo en las interacciones sociales, si el niño continúa y encima disfruta
llamando la atención masturbándose en público, si los padres piensan que el niño tenga
alguna infección o irritación en los órganos genitales, o si la masturbación es constante.
Una sexualidad para niños

Cuando se habla de sexualidad infantil el punto de referencia no es lo que acontece


con los adultos

La sexualidad es una construcción que se inicia con el nacimiento sobre la base de un


cuerpo que, si bien nació con las marcas de una sexualidad anatómica que será la base
indispensable para todo proceso de identidad, requiere de todo el cúmulo de atenciones
que la madre y los otros ofrecen para que en verdad consiga constituirse en cuerpo de
mujer o de varón. Porque la feminidad y la virilidad se construyen mediante las
palabras, los deseos, las atenciones, cuidados y miradas que la mamá y los otros brindan
a la pequeña y al niño.
No se puede pasar por alto que el hijo es el producto de una relación amorosa, sexual y
placentera. Esta es una realidad que, a medida que crecen, el niño y la niña la integran
en un universo de fantasías que se hacen evidentes cuando, de súbito, pregunta: "Mamá,
¿cómo nacen los niños"? Pregunta que nada tiene que ver con los aspectos físicos sino
con el orden del deseo y también del placer. Es decir, al hijo y a la hija les interesa
certificar que son el producto del deseo y del goce de sus padres.

BTF: baja tolerancia a la frustración


Algunas personas no son capaces de tolerar la más mínima molestia, contratiempo o
demora en la satisfacción de sus deseos y no soportan ningún sentimiento o circunstancia
desagradable. Es decir, no toleran el hecho de sentirse frustrados.

En los niños más pequeños, este es un comportamiento normal. Algo que no resulta
extraño si tenemos en cuenta que los deseos de los bebés están relacionados con
necesidades fisiológicas básicas, como alimentarse, dormir, etc. A esta edad es importante
que los deseos de los niños se satisfagan de inmediato, porque esto les proporciona una
sensación de seguridad y estabilidad que es muy importante para su desarrollo emocional.

A medida que crecen se van dando cuenta de que no siempre pueden tener sus deseos
satisfechos de inmediato y van aprendiendo a tolerar y aceptar cierta molestia o demora en la
realización de sus deseos como algo inevitable. Es decir, aprenden, en mayor o menor
medida, a tolerar la frustración al mismo tiempo que van adquiriendo mayor autonomía y
mayor capacidad para manejar el entorno que les rodea y contribuir por sí mismos a la
satisfacción de sus deseos en vez de esperar pasivamente a que otros lo hagan por ellos.
Poco a poco van aprendiendo que hay ciertas limitaciones en ellos y en el ambiente que les
rodea, así como normas, costumbres, leyes, etc.

Pero, por supuesto, no siempre sucede así. Otros niños siguen actuando como si todos sus
deseos fuesen necesidades orgánicas tan poderosas y urgentes como comer, respirar o saciar
la sed. No aceptan que sus deseos no sean satisfechos de inmediato, no quieren esperar ni
saben sustituir un deseo no realizable por otro realizable, como conformarse con un juguete
diferente cuando el que desean no está disponible. Cuando no consiguen lo que quieren son
capaces de armar un verdadero escándalo: patalean, lloran, se tiran al suelo, como un modo
de exigir que sus deseos se satisfagan de inmediato.

Aunque este comportamiento puede ser más frecuente en niños, también se da en mayor o
menor medida en los adultos, quienes consideran que sus propias necesidades están por
encima de cualquier otra cosa o persona, incluidas las leyes o las normas sociales. No
soportan que las cosas no salgan como ellos quieren, cometer un error es algo terrible,
fracasar inadmisible, que llueva durante su día de acampada es una injusticia que no debería
suceder nunca, ser rechazado, no conseguir el trabajo deseado, no lograr un ascenso, que los
demás no se comporten del modo apropiado... Todas esas cosas que a las personas con
adecuada tolerancia a la frustración les resultan simplemente molestas, inconvenientes o
desagradables, para ellos son como verdaderas catástrofes.

Como expresa el psicólogo cognitivo Albert Ellis: “mientras que la persona menos
perturbada desea firmemente lo que quiere y lo siente de forma apropiada y se molesta si sus
deseos no quedan satisfechos, la persona más perturbada exige, insiste, impera u ordena
dogmáticamente que sus deseos se satisfagan y se pone exageradamente angustiada,
deprimida u hostil cuando no quedan satisfechos”.

La baja tolerancia a la frustración implica una sensibilidad excesiva hacia todo lo


desagradable, que funciona como una lente de aumento, magnificando el lado malo de cada
situación. Lo feo es espantoso, lo malo es horrible, lo molesto es insoportable. De este modo
la vida de estas personas está llena de tragedias y acontecimientos estresantes. Con
frecuencia se sienten de mal humor, agitados, ansiosos, tristes, resentidos, humillados o
enfadados con el mundo que debería estar ahí para satisfacer todos sus deseos. Se sienten
víctimas, se quejan continuamente, culpan a los demás y al mundo. Por supuesto, esos
sentimientos horribles e insoportables han de ser evitados a toda costa. Se centran más en el
ahora, en eliminar ese malestar en el momento en que aparece en vez de centrarse en el
bienestar que conseguirían a largo plazo si lograran tolerar la frustración.

¿Qué pasa por la mente de estas personas?


Las persona con baja tolerancia a la frustración tienen una serie de creencias que están
condicionando esta forma de ver el mundo e interpretar la realidad que suceden de un modo
automático. Es decir, siguen manteniendo un modo inmaduro de ver las cosas, tal y como
hacían en la infancia.

- Creen que tienen que obtener todo lo que quieren y para ello exigen, ordenan e
insisten para que se satisfagan sus deseos a toda costa.

- Creen que es necesario que la vida sea siempre fácil y cómoda.

- Creen que cualquier dificultad, demora, fracaso, etc. Es demasiado horrible para
soportarla.

- Confunden sus deseos con sus necesidades.

Baja tolerancia a la frustración e impulsividad


Por supuesto, si alguien ve las cosas de este modo, no es extraño que sea una persona
impulsiva, pues hacen lo que desean en el mismo momento en que ese deseo aparece en su
mente sin ser capaces de soportar la espera. Si quieren algo, lo quieren ya. Por este motivo, la
baja tolerancia a la frustración suele estar presente en problemas relacionados con la dificultad
en el control de los impulsos, como adicciones, juego patológico, compra compulsiva,
cleptomanía, piromanía, etc.

Adicciones.

Erróneamente se dice a veces que ciertas cosas crean adicción, cuando la realidad es que la
mayoría de las cosas a las que las personas son adictas no son sustancias adictivas en sí
mismas. E incluso en el caso de serlo, el ser humano cuenta con la capacidad para controlar
sus impulsos si aprenden el modo de hacerlo, como demuestran los ex alcohólicos, ex
fumadores o ex toxicómanos, etc. que han logrado aprender a controlar impulsos muy fuertes
a hacer algo.

En las investigaciones realizadas sobre la personalidad de los adictos, la baja tolerancia a la


frustración ha sido siempre el rasgo más típico y consistente.

Supongamos una persona con baja tolerancia a la frustración y problemas de habilidades


sociales. En situaciones interpersonales siente una ansiedad de la que quiere huir a toda
costa. Entonces descubre que un modo de hacerlo es recurrir al alcohol. Cuando bebe se
desinhibe, se tranquiliza y puede disfrutar de sus relaciones con los demás. Conforme pasa el
tiempo su dependencia del alcohol aumenta, su deseo de huir del dolor (en este caso la
ansiedad interpersonal) es mayor que cualquier otro; pensar en el daño que le está haciendo
el alcohol es sumamente desagradable... por tanto, mejor no pensarlo... mejor centrarse sólo
en el ahora; y ahora se siente bien. Una vez adquirida la adicción, aparece un problema
añadido: el síndrome de abstinencia, magnificado también por su baja tolerancia al sufrimiento,
es algo que no quiere soportar. Ya no bebe para sentirse a gusto con los demás, sino porque
lo pasa mal cuando no recibe la dosis que le pide su cuerpo. Es como un callejón sin salida
que va a más. El sufrimiento es cada vez mayor, el deseo de aliviarlo también. Pero,
paradójicamente, aquello que causa el dolor es lo mismo que lo alivia. Por eso para el adicto
es tan difícil escapar de su adicción.
El caso de los fumadores es distinto. Algunos autores incluso dudan que se dé una
verdadera adicción física, pues los cambios fisiológicos producidos en el organismo por el
tabaco desaparecen al cabo de una semana aproximadamente sin fumar. Las sustancia
adictivas actúan produciendo cambios fisiológicos en el organismo. Una vez que el cuerpo se
habitúa a ese estado, si esa sustancia empieza a disminuir aparece el síndrome de
abstinencia. Si al cabo de una semana o poco más, el organismo del fumador ha vuelto a la
normalidad, una persona no debería tardar mucho en adaptarse a eso y superar la adicción en
un plazo de un mes como mucho. Sin embargo, no ocurre así. Si bien puede haber
desaparecido la adicción física, no ha desaparecido el hábito, es decir una conducta aprendida
y practicada tal vez cientos de veces. Dejar un hábito es difícil y frustrante, significa dejar de
hacer algo hacia lo que nos sentimos impulsado. Significa, en definitiva controlar un impulso
que puede estar siendo provocado por muchos desencadenantes ambientales, como comer,
de modo que cuanto más baja sea la tolerancia a la frustración de esa persona más difícil le
resultará dejarlo. Es una molestia demasiado grande que muchos no están dispuestos a
soportar. Centrados más en el ahora, en satisfacer el deseo del momento, prefieren no pensar
en las consecuencia a largo plazo, que es un pensamiento que produce malestar.

El juego patológico.

“Pensaba que tenía el control de mi vida e iba ascendiendo en mi empresa. Entonces me vi


envuelto en una horrible tragedia y mi mejor amigo se suicidó. Aquello que creía tener
controlado fue descontrolándose rápidamente. Antes de darme cuenta, lo único que me
preocupaba era el juego. Jugaba por la mañana, al medio día y por la noche. Pasaba cada
momento pensando cómo y dónde haría mi siguiente apuesta”, cuenta un ex jugador.

Los ludópatas piensan a menudo en el juego: hacen planes, idean nuevos modos de jugar,
piensan en las deudas contraídas, en cómo recuperar el dinero perdido, etc. Cada vez
necesitan apostar mayores cantidades de dinero y se ponen irritables si alguien intenta
empujarlos a dejarlo. Suelen ocultar a los demás el alcance de su implicación en el juego y
algunos cometen actos delictivos para conseguir el dinero que necesitan.

Utilizan el juego como una forma de escapar de los problemas y sentirse mejor, aliviando de
ese modo sentimientos negativos como tristeza, culpa, o cualquier otra emoción que no
quieren sentir. Cuando ganan alardean de sus victorias, su autoestima aumenta, se sienten
bien y se olvidan de todo lo demás. El juego llena sus vidas y su mente y no deja sitio para los
problemas que puedan tener y que les están causando un dolor que no quieren sentir y para el
que no encuentran otro modo de escapar.

Tricotilomanía

Consiste en el impulso a arrancarse el pelo, principalmente de la cabeza, cejas y pestañas,


aunque también de otras partes del cuerpo. Suele comenzar durante un periodo de estrés.
Cuando aparece el impulso, sienten una ansiedad que es aliviada una vez arrancado el pelo.
Para entenderlo, imagina que sientes un gran nerviosismo y piensa en esos pequeños gestos
que todo el mundo hace en esas situaciones. Tocarse el pelo y juguetear con él es uno de
ellos. Prueba ahora a arrancar un vello de tu antebrazo. Sientes una sensación que apenas es
dolor pero que es capaz de sacar de tu mente cualquier otra cosa, incluido el motivo de tu
nerviosismo. La tricotilomanía puede desaparecer una vez superado el periodo de estrés, o
bien puede persistir hasta convertirse en un hábito, en cuyo caso la situación se complica,
pues pueden empezar a hacerlo de manera inconsciente, mientras ven la tele, cuando están
aburridos, etc. Pero su origen fue el mismo que en los casos anteriores: huir de algo
demasiado doloroso que no queremos soportar.

Desorden explosivo intermitente

Ya vimos antes cómo un niño con baja tolerancia a la frustración puede acabar en una
rabieta furiosa cuando las cosas no salen como desea. En los adultos también se da este tipo
de comportamiento. Consiste en estallidos agresivos de una intensidad desproporcionada que
provoca daños a la propiedad o a otras personas. Como hemos visto, la BTF lo magnifica todo.
Una pequeña ofensa es algo intolerable y da lugar a una rabia exagerada. Para librarse de
ella, destroza y golpea, lo cual le proporciona alivio. Después, no se hace responsable de sus
actos y culpa a la víctima o a las circunstancias. De este modo se libra de tener que soportar el
sentimiento de culpa, lo cual, a su vez, impide todo cambio.

La violencia doméstica podría considerarse como un tipo particular de desorden explosivo


intermitente, ya que estas personas sólo pierden el control con la persona con quien
mantienen una relación íntima. Esto es debido probablemente a que en una relación de pareja
cada uno espera del otro, cosas que no espera de amigos o compañeros. Estas expectativas
sobre cómo debe ser, hacer o comportarse su pareja pueden ser a veces infantiles e
irracionales, creando tensión y conflicto en la relación. Los maltratadores consideran la pérdida
de su pareja como algo intolerable e inadmisible que no debe suceder bajo ningún concepto.
Viendo así las cosas, la más mínima amenaza real o imaginada puede llevarle a perder el
control.

El tratamiento para estas personas suele consistir en técnicas de autocontrol, técnicas para
el manejo del estrés y terapia cognitiva para modificar las creencia irracional que
desencadenan su conducta violenta y que los llevan a no admitir responsabilidad alguna,
como: “son los demás los que me hacen actuar así” o “si me caso con alguien es para siempre
y la otra persona no tiene derecho a separarse”. Modificar estas ideas y lograr que admitan
que son responsables de sus actos es fundamental de cara al tratamiento.

Piromanía

Consiste en provocar incendios intencionados sin ningún motivo específico como venganza,
ganancias económicas, etc. El 90% es de sexo masculino. Se trata de personas que se
sienten fascinadas por el fuego y todo lo que rodea a un incendio, como los bomberos. A
menudo tienen sentimientos de tristeza y soledad que alivian de este modo. Es decir, la
necesidad de liberarse de esos sentimientos desagradables los impulsa a hacer algo que los
fascina y les hace sentirse bien. Una vez que aparece el impuso no se ven capaces de
combatirlo aunque lo deseen y sienten una gran tensión que desaparece una vez que ceden a
dicho impulso.

Automutilación

Se trata de personas que se dañan a sí mismas de forma intencionada mediante cortes,


quemaduras, golpes, etc. Es más frecuente en mujeres y en personas que han sufrido algún
trauma en la infancia, como abusos, muerte de un padre, etc. Suelen ser personas
perfeccionistas, insatisfechas con su apariencia física y con dificultades pare expresar y
controlar sus emociones. El desencadenante más típico es el rechazo de su pareja o de uno
de sus padres. En estas ocasiones sienten un dolor emocional muy intenso que no son
capaces de soportar y que alivian a través del dolor físico que sí pueden controlar y que
suprime todo lo demás. En algunos casos va a más, con cortes cada vez más profundos hasta
llegar al suicidio. Suelen describir este comportamiento como adictivo.

Cleptomanía

Consiste en la incapacidad para resistir el impulso de robar un objeto que no necesita para
su uso personal ni por su valor monetario. Tampoco existe ningún motivo como venganza, etc.
No planean el robo sino que actúan siguiendo un impulso que intentan evitar sin conseguirlo.
Como suele ser habitual en estos trastornos, sienten una gran tensión cuando aparece el
impulso y un gran alivio una vez cometido el robo. Después, pueden sentirse culpables y
suelen esconderlo, tirarlo, regalarlo o devolverlo a escondidas. Es un trastorno poco frecuente.
Muchas de estar personas padecen también una depresión o un trastorno bipolar. En otros
casos parece estar más relacionado con un trastorno obsesivo compulsivo. Aunque ha sido
poco estudiado, probablemente se trate, como en los casos anteriores, de un modo de
provocar una sensación de alivio durante una etapa de sufrimiento emocional que no sabe
cómo manejar o evitar. El impulso a robar, en cambio, produce una gran tensión que la
persona que la siente sí sabe cómo aliviar, de modo que el hecho de ceder ante el impulso da
lugar a una sensación agradable que es, en definitiva, lo que va buscando: evadirse de una
situación o circunstancia en su vida que les está causando sufrimiento. Podríamos compararlo
con la técnica de relajación por tensión, en la que para relajar un músculo, primero lo
tensamos con fuerza hasta que no podemos mas, luego soltamos, y sentimos que dicho
músculo se relaja completamente.

Compra compulsiva

El psicólogo cognitivo John Watkins expone el caso de un comprador compulsivo que había
acumulado una deuda de casi 10.000 dólares en facturas. Decía que no podía resistir el
impulso de comprar cosas. Al caer en bancarrota comprendió que había perdido el control y
decidió buscar ayuda.

Según un estudio realizado por la doctora Helga Dittmar, de la Universidad de Sussex, la


compra compulsiva es un modo de ensalzar la propia imagen. Comprar los hace sentir mejor,
por eso suelen preferir objetos como ropa, joyas, etc, que les ayuda a sentirse más como las
personas que desean ser. Pero esta sensación no suele durar mucho. Su autoestima sigue
siendo baja y su concepto de si mismos sigue siendo pobre. Además, aparece la culpa por
haber gastado más de la cuenta y por no haber sido capaces de resistir el impulso. En estas
personas suele darse una mayor discrepancia entre como creen que son y cómo les gustaría
ser que en el resto de las personas. “Suelen tener valores más materialistas y piensan que
adquirir bienes materiales es un buen modo de lograr mayor éxito, identidad y felicidad”, afirma
la doctora Dittmar. “Personas con alta discrepancia respecto a sí mismas pero que son poco
materialistas tendieron hacia otras estrategias de compensación, como puede se el alcohol”.

¿Cómo son las personas que saben tolerar la frustración?


Para ellas la vida es más agradable, más fácil y con menos estrés, son capaces de convertir
los problemas en nuevas oportunidades, tienen más probabilidades de resolverlos porque no
reaccionan ante ellos con tanta intensidad ni intentan escapar para no sentir, aceptan con más
facilidad el dolor, el sufrimiento, la incomodidad, el fracaso, etc, y no dejan que estas cosas les
perturben excesivamente. Son aquellos que practican el viejo refrán de “al mal tiempo buena
cara”.

De hecho, una de las características principales para el liderazgo es una alta tolerancia a la
frustración. Saber responder adecuadamente ante los imprevistos, las interrupciones, los
contratiempos, etc y mantener la calma en estas situaciones es lo que permite pensar con
claridad y, por tanto, encontrar las soluciones apropiadas, en vez de huir, lamentarse, armar
un escándalo o intentar hacer desaparecer el problema como sea para no sentir, como haría
alguien que no es capaz de tolerar dichos inconvenientes.

ORIENTACIONES PARA EL NIÑO QUE SE FRUSTRA CON FACILIDAD,


QUE NO SABE HACER FRENTE A LAS PRESIONES
Algunos niños tienden a desanimarse pronto y cuando se les obliga reaccionan
con comportamientos desadaptativos: rebelión, negativismo... El colegio debe
ser un lugar estimulante y el aprendizaje debe ser un proceso positivo, no un
generador de grandes presiones. Sin embargo, cuando las expectativas de la
escuela no están sincronizadas con las aptitudes, o cuando un niño que
normalmente se las arregla bien muestra signos de frustración, ésto significa
que algo está interfiriendo. Detecte las causas e intente suavizarlas si es
posible. Después deberá ayudar al niño a reaccionar de nuevas maneras a su
falta de éxito.
DEFINA LA FUENTE DE PRESIÓN
Hay una serie de preguntas que nos podemos hacer para identificar la causa
del problema:
. ¿Está el niño demasiado cansado?. Asegúrese
que descansa lo suficiente. Todos los niños
encuentran más difíciles los obstáculos vitales y las
relaciones cuando están cansados.
. ¿Tiene el niño un horario demasiado repleto?.
Examine las tareas que realiza para determinar si le
permite recuperarse de una tarea a otra.
. ¿Es el niño perfeccionista?. Algunos tienen
objetivos poco razonables, otros no saben pedir
ayuda o tienen miedo de pedirla.
. ¿Puede el niño identificar su frustración?. Si no
comprende qué le está afectando, el maestro
deberá mostrarle cómo identificar sus sentimientos y
cómo expresarse de forma apropiada.
. ¿Estamos exigiéndole demasiado?. Debemos
tener en cuenta sus capacidades.
. ¿Tiene el niño oportunidades para el éxito?.
Alterne tareas difíciles para el niño con otras fáciles
que le hagan obtener un éxito seguro.

ENSEÑE NUEVAS REACCIONES A LA FRUSTRACIÓN


Los maestros no pueden suprimir todas las fuentes de frustración y las
presiones existentes en el mundo del niño, lo que significa que éste deberá
aprender formas positivas de hacer frente a estos sentimientos.
. Enséñele técnicas de relajación. Todos hacemos
frente de una forma más positiva si estamos
relajados. Debemos enseñar a los pequeños a
elevar su tolerancia a la frustración con la relajación
del cuerpo.
. Enséñele a identificar. Debemos enseñar a los
niños pequeños a identificar el sentimiento de
frustración cuando aparezca: "Pepito está rabioso
porque no ha hecho bien esta resta. Inténtalo con
otra, tómate más tiempo".
. Indique al niño cuándo debe pedir ayuda.
Mientras algunos niños son reacios a pedir ayuda,
otros la piden de inmediato. Debemos enseñar al
niño a encontrar la solución primero. Se le dirá:
"pruébalo otra vez para mí". Cuando el niño no sepa
ya que más hacer, hay que decirle que pida ayuda.
Cuando nos demos cuenta que el niño se está
frustrando con alguna tarea, intervenga para
enseñarle a evitar la frustración: "¿qué podrías
hacer en lugar de enfadarte o abandonarlo?".
. Representación de papeles. En clase se puede
jugar con el niño o niños a interpretar una situación
frustrante. Se fingirá que se está recomponiendo un
puzzle y no se encuentra la pieza que encaja.
Primero el niño interpretará la frustración y luego lo
opuesto. Anímele a que hable consigo mismo de
forma positiva y a que busque una manera de
resolver el problema.
. Se reforzarán las acciones apropiadas por parte
del niño. Elógielo por haber retardado su respuesta
habitual de ira ante la frustración, y también cuando
utilice una estrategia apropiada. Establezca un
sistema de recompensas para reforzar esa aptitud
de madurez.
. Modifique la tarea. Enséñele al niño una forma
alternativa de alcanzar el objetivo. Cuando sea
posible, se dividirá una tarea en pequeñas partes
que puedan llevarse a cabo una a una.

Aprender a Manejar las Frustraciones


Hay dos maneras con las cuales una persona se vuelve poco tolerante a la frustración.
1. La primera es que los padres se presentaron muy frecuentemente
situaciones frustrantes. O sea que el Padre que tiene la tarea de ser el
contenedor de la frustración, en realidad es la fuente de la frustración.
2. La segunda es cuando los padres dan siempre tantas caricias
incondicionales y evitan toda experiencia de insatisfacción, de manera que el
Niño nunca puede experimentar la frustración.
El aprendizaje de manejar las experiencias de frustración no se hace en un instante. Para
ese aprendizaje se necesita a alguien que esté contigo el tiempo suficiente para aprender
y que te diga "Eso no es posible, o no está en tu mano hacerlo, lamentablemente, pero
es así. Y no hay nada que te permita hacerlo, porque tienes límites o por que los otros
tienen límites o por que la vida tiene límites". Esto va a ayudar a manejar la frustración
de la omnipotencia que se vivencia como impotencia.
Algunas de las creencias frecuentes son que si uno sigue la regla perfecta o si uno se
esfuerza mucho todo es posible para cualquiera y todo lo que deseas lo lograrás. Otras
de las creencias frecuentes en las relaciones es que si uno se aguanta (es fuerte) o
complace al otro el otro no me frustrará. Cada una de estas puede convertirse en
patrones de vida y de relación para mantener la ilusión de evitar las frustraciones. Pero
las frustraciones forman parte de la vida como el placer y el gozo.
Puede que lo importante para crecer como persona sea aprender a aceptar la vida
y sus placeres, dentro de los límites de la propia vida y de la realidad, y aprender a
aceptar los límites propios, ajenos y de la realidad incluidos los límites de la propia
vida.
TRATAMIENTO DE PROBLEMAS DE CONDUCTA (NIÑOS Y
ADOLESCENTES)

1.AREA COGNITIVA

A) Desde el punto de vista cognitivo el niño o adolescente vá a presentar 3


caractericticas :

(1) Es frecuente que el niño o adolescente tenga una autoimagen negativa donde
se vea despreciado, no amado e indeseable para otros; y que su conducta sea en
parte motivada por un ataque para defenderse de los desprecios.
(2) Baja tolerancia ante la frustración : Soporta muy mal no satisfascer sus deseos
inmediatamente y ello le lleva a reaccionar con ira, impulsividad o manipulación
(3) Falta de empatia por los derechos y sentimientos ajenos. Es egocentrico
centrado en satisfascer sus deseos.

B) Las intervenciones cognitivas se dirigen a modificar los tres componentes


anteriores. Basicamente se trata de la RESOLUCION DE PROBLEMAS Y EL
AUTOCONTROL frente a la impulsividad, y el ENTRENAMIENTO EN EMPATIA frente a
la escasa responsabilidad y falta de conciencia de los sentimientos del otro. Se
trabaja en formato de grupo de adolescente donde se exponen y modelan
problemas relacionales, identificando los componentes cognitivo-conductuales de
cada situación/sujeto , y generando/entrenando alternativas . (Terapia cognitiva-
conductual- Foultisch,1988; Kazdin, 1989).
Otras intervenciones cognitivas se centran en trabajar con la familia y como sus
actitudes y el problema se interrelacionan circularmente (p.e Huber y Baruth, 1989)

2.AREA AFECTIVA

A) La principal característica de la afectividad de los trastornos de conducta es la


falta de control del niño/adolescente de sus emociones en relación a su baja
tolerancia a la frustración y la falta de empatia con el/la agredida.

B) Las intervenciones cognitivas-conductuales tratan de facilitar que se


IDENTIFIQUEN LOS SENTIMIENTOS y que se module o REGULE SU EXPRESION. Con
niños más pequeños se facilita este aprendizaje mediante las instrucciones verbales
y el modelado en el contexto por ejemplo de una terapia de juego o por orientación
familiar. Con adolescentes los grupos de chicos/as con problemas similares o la
terapia familiar tienen la misma finalidad. Se trabajan tres aspectos : (1) Identificar
que se siente , (2) Como se puede expresar, (3) Como se puede sentir el otro.

3.AREA SOMATICA

Puede ser frecuente la ASOCIACION DE OTROS TRASTORNOS que puedan requerir


MEDICACION , como la hiperactividad (p.e psicoestimulantes) , los trastornos
afectivos (p.e antidepresivos) , o las crisis de agresividad extrema en forma de
convulsiones (p.e antiepilepticos ).
4.AREA INTERPERSONAL

(1) La familia en estos casos suele presentar intentos de solución del trastorno de
conducta caracterizado por el exceso de métodos coercitivos-castigos e
inconsistencias (p.e falta de limites claros, no mantenimientos de consecuencias,
desacuerdos parentales, etc.). También puede darse el caso de que el trastorno del
niño o adolescente forme parte de conflictos más generales de la propia familia ( a
menudo de problemas conyugales ) y que este sea empleado en la misma
disfunción familiar.

(2) Puede bastar, en casos de disfunción familiar baja, un planteamiento de


ORIENTACION A LOS PADRES de tipo psicoeducativo y conductual : El terapeuta
enseña a los padres a como manejar los problemas de conducta mediante el
modelado directo (demostración en vivo ), la bibliografia seleccionada que después
se discuste (lecturas ) y el manejo de la propia ira parental (por ejemplo mediante
la inoculación al estrés ) .

(3) En caso de disfunciones familiares más amplias y graves puede estar indicada la
TERAPIA FAMILIAR O DE PAREJA . Estas intervenciones suelen estar guiadas por
planteamientos sistémicos y cognitivos (p.e Huber y Baruth, 1986 ; Selekman,
1996)

(4) En caso de familias con desventajas culturales y socioeconómicas la


intervención de los servicios sociales y de las redes de APOYO SOCIAL suele estar
recomendada.

5.AREA CONDUCTUAL

(1) Los objetivos conductuales se dirigen a reducir la conducta antisocial y


aumentar la conducta prosocial del niño o adolescente

(2) Se suele listar las conductas y capacidades del niño/adolescente que funcionen
adecuadamente. Se identifica y se presta APOYO A LO QUE EL SUJETO HACE BIEN
(p.e deportes para niños fuertes y agresivos ).

(3) Se indaga lo que los padres y el chico hacen juntos que sea divertido y
agradable y se prescribe que lo realicen con frecuencia creciente.

(4) Identificar un solo problema de conducta por vez para su manejo. Se diseña con
los familiares y entorno ESTRATEGIAS DE EXTINCION o reducción de esas conductas
evitando el castigo físico y empleando intervenciones alternativas (extinción ,
tiempo fuera, sobrecorrección )

Trastornos del Aprendizaje


Los niños con trastornos de aprendizaje son un subgrupo dentro de los niños con
necesidades educativas especiales
Se refiere a aquellos déficit que presentan algunos niños y que se caracterizan por una
deficiencia en al aprender a pesar de poseer una inteligencia adecuada, audición y
visión, capacidad motora y equilibrio emocional. Estos niños difieren e particular de los
retrasados mentales en cuánto poseen una dificultad y no una incapacidad
El rol del psicólogo del psicólogo educacional no es la rehabilitación pedagógica
sino:
Contribuir con el diagnóstico y enseñar técnicas de rehabilitación
Participar en la orientación familiar, comprensión y apoyo al caso
Desarrollar programas de evaluación técnicas de autocontrol, hábitos de estudio y
capacitación de profesores

Características generales:
Dificultad en la atención y concentración
Dificultad en la memoria y en la resolución de problemas (área cognitiva)
Impulsividad (actuar sin pensar, poco tiempo para la reflexión) y baja tolerancia a la
frustración
No antecede la consecuencia de los actos lo que conlleva a producir problemas de
socialización.
Les cuesta pasar de un locus de control externo a un locus de control interno
Trastornos en el lenguaje vigente o ya ausente
Ocurre con mucha frecuencia que son niños muy abusados por padres, profesores y
compañeros, muy rechazados y poco queridos, de modo que aprenden a resolver problemas
por medio de la agresión.
Triada de Trast. De Aprendizaje (N.Milicic)

Triada de la Depresión Infantil (N.Milicic)

Los Núcleos depresivos en la edad escolar suelen asociarse a dificultades para aprender
por el sentimiento de incompetencia, sobreexiencia y desesperanza aprendida
Clasificación de personas con necesidades educativas especiales

Dificultades Dificultades Deficiencias Trastornos Cuadros


generales para especiales para sensoriales Especifico del asociados, Trs
aprender aprender aprendizaje
Emocionales y
Conductuales

Retardado Autismo, Problemas Retraso en la lectura, Tratamiento en


Mental Psicosis auditivos, escritura, casos severos.
visuales matemática, hab
C.I. bajo sociales Tratamientos
(limítrofe) conductuales
Dislexia, disgrafía severos, SDA,
Tr. emocional
discalculia, afasia,
disfasia, dislalia, Hiperkinetia,
disortografía.

Síndrome de Déficit Atencional:


Trastorno de base neurológica que se traduce en una dificultad significativa para
manifestar una atención permanente frente a ciertos estímulos respecto a su grupo
etario. Este trastorno puede presentarse con o sin hiperkinesis
Hiperkinesis: grado de motilidad exagerada, niños muy impulsivos, no hay espacio de
reflexión entre el impulso y la acción.
Se da en un continuo de impulsividad en cuatro áreas
 Emocional: poca tolerancia a la frustración, intensidad emocional, poca empatía y baja
autoestima

 Social: conflictos interpersonales, rechazo y agresión, pensamiento egocéntrico

 Cognitivo: ausencia de espacios de reflexión entre el estimulo y la acción

 Conductual: bajo control de impulsos y emociones, al darse cuenta del error no saben
como reparar, muy acelerados, a mayor edad puede derivar en conductas disociales
(drogadicción, violencia, sexualidad mal llevada, etc.).

Causas mas frecuentes:


1. Socio cultural: deprivación afectiva y cultural familiar en la etapa preescolar,
generalmente se acompaña de subnutrición e insuficientes estados de salud

2. Origen Orgánico: deficiencias sensoriales o motoras o problemas de salud.

3. Origen Intelectual: insuficiente desarrollo de las destrezas cognitivas.

4. Origen Emocional afectivas del niño, ya sea esté su origen en el mismo niño o en su
entorno.

5. Origen Escolar: empleo de métodos o planes escolares y programas inadecuados para


enseñar a niños socialmente deprivados o con alteraciones

Los problemas de atención se captan rápidamente en la mirada del niño, el preescolar


normal puede mantener la atención entre 5 a 10 minutos en una misma actividad o
estimulo, el que tiene déficit atensional no dura más de un minuto atendiendo.
Entrevista:
 Datos del ciclo vital (cuando caminó, habló, destete, controló esfínter, etc.)

 Anamnesis escolar (a que edad ingresó a la escuela, a qué escuela, como fue su
adaptación, como se siente actualmente, etc.)
 Antecedentes de salud, enfermedades repetidas, recurrentes, problemas visuales,
auditivos, hormonales, antecedentes familiares psiquiátricos o de SDA

 Ver acontecimientos vitales que le han marcado (divorcios, muertes cercanas,


nacimientos de hermanos, etc.)

 Revisar el proceso de socialización del niño (con pares, modelo parental, etc.)

¿Cómo favorecer el tratamiento de un niño con déficit atencional?


 Realizar actividades altamente motivantes

 Entregar la información activando los tres canales sensoriales (visión, audición y


kinestésico)

 Promover el vinculo padres e hijos ayudándoles a establecer normas y limites claros.


Es muy importante hacerlo desde un lenguaje basado en el apoyo afectivo, la empatia

 Oro aspecto es ayudar al niño a reducir la carga de culpabilidad característica y


enseñarles a reparar.

 Enseñarles a resolver de problemas por medio del dialogo en vez de la violencia


En relación a la escuela
 Adecuar niveles de exigencia a las capacidades del niño

 Partir reconociendo las fortalezas del niño

 Demarcación de límites realistas

 Dar a acompañamiento y apoyo en sus áreas más deficitarias.

 Entregar herramientas de para el desarrollo del auto control tanto a padres como
profes.

 Enseñar distintas estrategias de resolución de problema.

Técnicas de desarrollo de la lecto-escritura


Existen dos tipos de métodos:
1. Métodos fónicos donde existe alta correlación entre el grafema y el fonema

2. Métodos Globales donde se correlaciona la palabra como estructura con el significado


completo.

En términos generales el mejor método es aquel que el profesor maneja mejor


Fases de desarrollo de la lectura
1. Apresto (preescolar): adquisición de funciones básicas y logro de madures escolar

2. Lectura inicial

1. Vocabulario a primera vista (precocimiento de palabras completas con su


significado como coca cola

2. Fonía grafía, enseñanza del grafema en correlación del fonema y sus


relaciones.

3. Análisis de la palabra: relación entre la palabra y su significado


3. Comprensión Lectora: lectura de textos de simples a más complejos
Elementos a considerar en la integración de un niño con N.E.E.
1. Procurar que el niño siempre tenga una actividad que realizar en sus horas de clases
(evitar que sienta que no es capaz de trabajar como sus compañeros)

2. Cuando el curso tenga prueba no olvidar hacer también una prueba al alumno con
N.E.E.

3. Promueva actividades interactivas en que ponga en juego las funciones del


pensamiento y los criterios de mediación. Pregúntele directamente al niño con NEE y
dele tiempo para responder.

4. Fomente la participación de estos alumnos en trabajos grupales

5. Envíe y corrija con la máxima rigurosidad y constancia tareas al alumno con NEE

6. Incentive la preocupación de los padres en el desarrollo de sus hijos, sea perseverante

Promueva la abstracción y l representación mental en el niño, llévelo a recordar


situaciones y a proyectar relaciones frente a los diversos contenidos que está trabajando

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