Cuento Mi Mochila Es de La Paz

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En la selva, ha comenzado el curso escolar.

Todos los
animales se preparan para ir al colegio, ya tienen
ganas de reencontrarse con sus amigos y amigas.
El primer día de clase, todos se saludan con cariño y
amistad. Pero un gran alboroto sucedió cuando llegó el
cocodrilo.
El conejo, la ardilla y el elefante se estaban riendo de
él. El cocodrilo ha venido a clase con un color muy
extraño, está muy oscuro, casi negro:
ARDILLA: jajajaja, ¿qué te ha pasado cocodrilo?
CONEJO: ¿se te ha caído un bote de pintura?
ELEFANTE: parece que te has escondido en una chimenea
El cocodrilo sin decir nada y avergonzado se alejó de
ellos. Pocos sabían que él tenía ese color porque había
estado todo el verano de socorrista en el lago de la
selva protegiendo a todos los animales más pequeños.
Al estar tanto tiempo al sol, su piel se había oscurecido
muchísimo. Algunos más, se sumaron a las burlas y a
las risas en los pasillos.
Al cabo de unos días,
comenzaron a surgir nuevos
conflictos. Había varios
animales enfadados con el
topo. El ciervo y el leopardo
tenían algunas patas
lastimadas porque habían
tropezado con algunos
agujeros que el topo había
estado haciendo las últimas
semanas.
Al encontrarse en clase, comenzaron los problemas:
CIERVO: ¡hombre, al fin te encuentro!
LEOPARDO: ¡por tu culpa tenemos más de una pata lastimada!
TOPO: ¡yo no quería haceros daño!
CIERVO: pues parece mentira, no se puede jugar en la selva con
tranquilidad y con tanto agujero por el suelo.
La discusión fue más allá: se
gritaron, se enfadaron y se les
escapó algún golpe. Pocos
sabían que el topo estuvo
haciendo muchos agujeros
porque estaba enseñando a los
topitos más pequeños a abrir
galerías y a construir
madrigueras. Él no se había
dado cuenta del daño que
estaba causando.
Ante tanta discusión, la
paloma de la paz se estaba
dando cuenta de que el curso
había comenzado con
algunos problemas de
convivencia. Así que, antes de
que todo empeorara, decidió
hablar con sus compañeros y
compañeras para recordarles
que todos SOMOS DE LA PAZ.
Llegó el día de la reunión, la paloma de la paz venía muy
contenta porque estaba segura de que todo iba a mejorar
PALOMA DE LA PAZ: amigos y amigas, me estoy enterando de
que hay problemas y conflictos entre vosotros. Os he reunido
para recordaros de que todos y todas podemos ser de la paz,
¿os acordáis?
CONEJO: sí, yo me acuerdo.
ARDILLA: ¡yo también!
PALOMA DE LA PAZ: estoy segura de que lo tenéis presente,
pero además, quiero enseñaros una cosa. Esta mochila que yo
traigo al cole es una mochila de la paz.
COCODRILO: ¿una mochila de la paz?
ELEFANTE: ¿se compra en Amazon? Jajaja.
TORTUGA: pues mi mochila es de caPAZ-razón, jajaja.
PALOMA DE LA PAZ: ¡déjaros de chistes!
LEOPARDO: pero tu mochila es de la paz porque tú eres la
paloma de la paz.
PALOMA DE LA PAZ: sí, mi mochila es de la paz. Pero cualquiera
puede transformar su mochila en una mochila de la paz.
CIERVO: ¿eso cómo se hace?
PALOMA DE LA PAZ: muy sencillo. Cada material que llevamos
en nuestra mochila nos puede ayudar a recordar actitudes que
nos ayuden a mejorar la convivencia entre nosotros. Os pongo
algunos ejemplos.
PODEMOS SER ESTUCHES ACOGEDORES, SIEMPRE ABIERTOS,
SONRIENTES, SIN PONER CONDICIONES PARA ESTAR JUNTOS.
APRENDER DE LA GOMA, QUE NOS AYUDA A BORRAR TODO
MAL, A CORREGIR Y A PERDONDAS, ES DECIR,
"BORRÓN Y CUENTA NUEVA".
Las TIJERAS las usaremos para cortar con la violencia, los
insultos, los gritos y los malos modales.
Las CERAS DE COLORES nos recordarán que todos somos
diferentes, divertidos y necesarios para poder aportar color al
mundo. Debemos ser tolerantes, respetar la diversidad y
cooperar unos con otros.
El PEGAMENTO será aquello que une nuestra amistad. Podemos
preguntarnos: ¿qué acciones o actitudes nos unen con nuestros
amigos y amigas?
El SUBRAYADOR nos enseñará a resaltar y subrayar lo bueno
de cada persona, una ocasión para descubrir lo maravilloso de
cada uno/a.
¿Qué os parece?
¿Queréis que vuestra
mochila sea una mochila
de la paz?
TOPO: ¡qué bien, paloma de la paz! Nuestros materiales nos
ayudarán y nos enseñarán a diario a ser de la paz.
TODOS: ¡Nosotros también queremos!
A partir de ahora, nuestra mochila será de la paz.
Fue así como los problemas de convivencia en el cole se fueron
solucionando poco a poco.
Todos los días, cada animal de la selva, preparaba con mucho
cariño su mochila, recordando con cada material aquellas
actitudes que nos enseñan a convivir de forma positiva.
¡AHORA TE TOCA A TI!

¿QUIERES QUE TU MOCHILA SEA DE LA PAZ?

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