Reforma Agraria
Reforma Agraria
Reforma Agraria
que buscó cambiar la distribución de tierras en nuestro país para aliviar la desigualdad junto
con la mejora de la productividad agrícola. Esta ley fue promulgada en el mandato de Juan
Velasco Alvarado el cual entró al poder en 1968 tras un golpe de estado al presidente electo
Fernando Belaunde Terry. Una vez habiéndo promulgada esta ley, se expropiaron 9 millones
de hectáreas para repartirlas aproximadamente a 370 mil familias. A pesar de ello, hay
críticas que señalan que su implementación resultó ineficaz, generando inestabilidad en la
producción agrícola y en la economía en general. En base a esto, surge la siguiente
interrogante: ¿La Reforma Agraria fue beneficiosa o no? Desde nuestra perspectiva,
consideramos que sí. En este video, expondremos nuestros argumentos al respecto.
Por el lado social, inspiró movimientos sociales en América Latina y en otras partes del
mundo, convirtiéndose en un símbolo de la lucha por la justicia social y la redistribución de
la tierra. Este proceso de reforma fortaleció el nacionalismo peruano, ya que se presentó
como un acto de justicia social y liberación nacional, recuperando el control de los recursos
naturales para el pueblo peruano. Esto generó un fuerte sentimiento de orgullo nacional y
fortaleció la identidad indígena. Además, la reforma agraria también mejoró la equidad
social al equilibrar las disparidades en la propiedad de la tierra, promoviendo una sociedad
más justa y equitativa, y reduciendo tensiones sociales y conflictos relacionados con la
tierra, contribuyendo a una mayor cohesión social y estabilidad en las zonas rurales. En
conjunto, estos cambios promovieron una sociedad más justa y equitativa, fortaleciendo la
integración y el desarrollo de las comunidades campesinas.
En síntesis, la reforma agraria en el Perú, a pesar de sus desafíos y limitaciones, tuvo un
impacto significativo y profundo en varios aspectos de la sociedad. Políticamente, empoderó
a los campesinos y promovió su participación activa en la política, transformando la
ideología hacia la justicia social y la democracia. Económicamente, la redistribución de
tierras aumentó los ingresos de los campesinos, estimuló el mercado interno y mejoró la
seguridad alimentaria. Socialmente, inspiró movimientos similares en América Latina y
fortaleció la identidad nacional y la equidad social. Aunque enfrentó críticas por su
implementación, en general, la reforma agraria se percibe como beneficiosa por sus
contribuciones en los puntos ya mencionados y en conjunto es reconocida como un hito en
la historia peruana que contribuyó a la construcción de una sociedad más justa y equitativa,
sentando así las bases para futuras políticas que nos afectan a dia de hoy.