La Palabra de Dios

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La Palabra de Dios

“Usen el casco de la Salvación y la espada del Espíritu, o sea la Palabra de Dios.”( Ef 6,:17)
La Palabra de Dios es un arma de ataque poderosa contra el enemigo (fuerzas sobrenaturales del mal) y debemos
aprender a utilizarla correctamente.
Conocer la palabra de Dios proclamarla y orarla con fe es esgrimir la espada de dos filos; si la mantenemos desenvainada
el enemigo no podrá acercársenos; es por esto que el creyente que conoce la Palabra de Dios está capacitado para
derrotar a Satanás.
Cuando hacemos batalla espiritual proclamando la Palabra de Dios, damos órdenes al reino de las tinieblas. Entonces las
palabras que están en nuestro corazón y salen de nuestros labios, se convierten en una fuerza espiritual que obliga a huir al
enemigo. De esa forma el creyente obtiene la victoria sobre las circunstancias adversas de su vida.
Es el Espíritu Santo en el creyente, quien le inspira la Escritura apropiada que debe proclamar en cada situación, porque
sólo Él conoce qué tipo de ataque enfrenta y que tipo de demonio le causa tormento y destrucción.
Para poder batallar con la Palabra debemos memorizarla, proclamarla con fe y permitir que el Espíritu Santo esgrima en
nosotros la Espada del Espíritu.
En (2 Co 10, 3-5) la Biblia nos enseña que nuestras armas no son humanas, pero que son poderosas para destruir las
fortalezas, refutar los argumentos y cualquier actitud altanera contraria al conocimiento de Dios, llevando cautivo todo
pensamiento para que se someta a Cristo.
La vida cristiana es decidida en gran parte en la mente. O sea las batallas que enfrentamos son peleadas primeramente en
nuestra mente. Cuando el enemigo llena nuestra mente con el punto de vista humano, que es contrario a la Palabra de
Dios, nuestra defensa es responderle con la Palabra de Dios. Recordemos que Jesús, que al ser tentado por Satanás en el
desierto, le respondió con la Sagrada Escritura diciéndole escrito está. De la misma manera nosotros debemos vencer al
enemigo con la Palabra de Dios.
La razón por la que Satanás detesta la Palabra de Dios es porque ella es luz, y él solo puede habitar en las tinieblas. Por
eso debemos leerla, estudiarla, aprenderla y usarla como arma espiritual.
Recordemos también que en (Jn 6, 63) Jesús no enseña que sus palabras son Espíritu y, por eso dan vida, esto es que su
Palabra actúa en el mundo espiritual y produce vida. La Palabra de Dios está llena de vida y de poder creador de vida.
Podemos proclamar la Palabra de Dios no solo sobre nuestras propias vidas, sino que también podemos ser intercesores
efectivos al declararla sobre la vida de otra persona.
Orar con la Palabra de Dios es también un arma espiritual que nos ayudará a ganar la guerra contra los espíritus del mal.
La oración es una fuerza espiritual que nos ayuda a vivir en victoria. Ella cierra las puertas del infierno y abre las ventanas
de los cielos.
La mejor manera de orar es hacerlo con las palabras inspiradas por el mismo Espíritu Santo, autor e inspirador de la Biblia.
Dirijámonos a Dios alabándolo con los salmos, oraciones de alabanza, adoración y acción de gracias contenidas en las
Sagradas Escrituras. Mencionar a Dios su palabra en oración es supremamente efectivo.
Honremos y amemos la Palabra de Dios y hagamos de ella nuestro tema de oración.
Quien permanece en la Palabra y permite que ella permanezca en él tiene poder en la oración, y quien tiene poder en la
oración, tiene poder sobre el enemigo.
En (Jn 15, 7) la Sagrada Biblia nos dice: “Si se quedan en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, todo lo que deseen
lo pedirán, y se les concederá”.
Permanecer en la Palabra significa vivir conforme a ella, y guardar sus enseñanzas. Si realmente queremos tener victoria
sobre el mal, debemos darle a la Palabra de Dios un lugar prioritario en nuestra vida.
Afirmémonos en la Palabra y permanezcamos en ella.
Debemos amar y meditar en las Sagradas escrituras, leerlas, conocerlas, y memorizarlas hasta que la Palabra de Dios
llegue a ser parte de nuestro ser, así ella se convertirá en un arma poderosa a nuestra disposición, para vencer las
adversidades de nuestra vida y la vida de los seres que amamos.
LLENA TU CORAZON Y TU MENTE CON LA PALABRA DIVINA Y VERAS EL PODER DE DIOS EN TU VIDA
A continuación encontrarás citas bíblicas para Batallar espiritualmente:
“Me libra del enemigo poderoso, de mis adversarios más fuertes que yo. Ellos me asaltaron cuando me iba mal, pero el
Señor salió en mi ayuda; me sacó a espacio abierto, me salvó porque me ama” (Sal 18, 18-20.)
“Ya llegó la liberación por el poder de Dios, reina nuestro Dios y su Cristo manda. Fue arrojado el que acusaba a nuestros
hermanos, el que día y noche los acusaba ante nuestro Dios. Mas ellos lo han vencido, por la sangre del Cordero y por la
valentía con que lo proclamaron, ya que despreciaron su vida hasta sacrificarla por Él.” (Ap 12, 10-11.)
“El Dios de la paz pronto aplastará a Satanás y lo pondrá bajo los pies de ustedes” (Rom 16, 20)
“Así no se aprovechará Satanás de nosotros, pues conocemos muy bien sus propósitos” (2 Co 2, 11)
“Humanos son mis pasos, pero no la causa que defiendo. Y tampoco mis armas son las humanas, pero, gracias a Dios, son
poderosas para destruir las fortalezas. Destruimos los argumentos y cualquier actitud altanera contraria al conocimiento de
Dios; sojuzgamos todo pensamiento para que se someta a Cristo.” (2 Co 10, 3-5).
“Por lo demás, háganse robustos en el Señor con su energía y su fuerza. Pónganse la armadura de Dios, para poder
resistir las maniobras del diablo. Porque nuestra lucha no es contra fuerzas humanas, sino contra los gobernantes y
autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras. Nos enfrentamos con los espíritus y las fuerzas sobrenaturales
del mal. Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila, valiéndose
de todas sus armas. Tomen la verdad como cinturón, la justicia como coraza, y, como calzado, el celo por propagar el
Evangelio de la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, y así podrán atajar las flechas incendiarias del
demonio. Por último, usen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o sea, la Palabra de Dios.”(Ef 6, 10-17).
“Nos arrancó del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino de su Hijo amado. En Él nos encontramos liberados y
perdonados.”(Col 1, 13-14)
“Él es la cabeza de todos los poderes y autoridades sobrenaturales, y en Él ustedes están colmados (…) Les quitó su poder
a las autoridades de arriba, los humilló ante la faz del mundo y los llevó como prisioneros en el cortejo triunfal de su cruz.”
(Col 2, 10.15).
“El Señor es fiel: Él los hará firmes y los preservará del maligno” (2 Tes 3, 3)
“Así pudo por su propia muerte quitarle su poder al que reinaba por medio de la muerte, el diablo, y liberó a los hombres
que el miedo a la muerte tenía paralizados toda su vida. Ese Jesús no venía a ayudar a los ángeles, sino a la raza de
Abraham.” (Heb 2, 14-16.)
“Por eso, sométanse a Dios; resistan al diablo y huirá de ustedes; acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes…”
(Stgo 4, 7-8)
“Sean sobrios y estén despiertos, porque su enemigo, el diablo, ronda como león rugiente, buscando a quien devorar.
Resístanle firmes en la fe…” (1 Pe 5, 8-9 )
“Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá porque es Señor de señores y Rey de reyes; y junto a Él vencerán los
suyos, los que fueron llamados y elegidos y le son fieles.” (Ap 17, 14).
“Sepan hallar lo que agrada al Señor, y no tomen parte en las obras estériles de las tinieblas; al contrario, denúncienlas” (Ef
5, 10-11.)
¡En Él somos más que vencedores!

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