URA Dic2021
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Diciembre 2021
Diciembre 2021
Definición de criterios y valores genéricos a aplicar en los episodios de contaminación de
carácter puntual en las aguas subterráneas de la CAPV.
TÍTULO DEL DOCUMENTO: Definición de criterios y valores genéricos a aplicar en los episodios de
contaminación de carácter puntual en las aguas subterráneas de la CAPV.
DICIEMBRE 2021
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Índice
Definición de criterios y valores genéricos a aplicar
en los episodios de contaminación de carácter
puntual en las aguas subterráneas de la CAPV
Diciembre 2021
Índice 3
Definición de criterios y valores de referencia a aplicar en los episodios de contaminación de
carácter puntual en las aguas subterráneas de la CAPV
1.
Introducción y antecedentes
La contaminación de las aguas subterráneas como consecuencia de fuentes de origen puntual en el
ámbito de la CAPV supone una problemática, a la que es preciso hacer frente en cumplimiento de la
normativa en materia de Aguas.
El Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley
de Aguas (en adelante TRLA), recoge en su artículo 23 las funciones de los Organismos de cuenca y
Administraciones Hidráulicas entre las cuales destaca la “administración y control del dominio público
hidráulico”.
Respecto a la protección de las aguas y del dominio público hidráulico, el TRLA establece como objetivo
“[…] garantizar la reducción progresiva de la contaminación de las aguas subterráneas y evitar su
contaminación adicional”. De igual modo, el apartado g) del citado artículo 92 incluye como objetivo el
“[…] evitar cualquier acumulación de compuestos tóxicos o peligrosos en el subsuelo o cualquier otra
acumulación que pueda ser causa de degradación del dominio público hidráulico”. Además, no hay que
olvidar los objetivos medioambientales de las aguas subterráneas, objetivos establecidos en la Directiva
Marco del Agua y Directiva de Aguas Subterráneas, traspuestos al ordenamiento jurídico estatal a
través del artículo 90 bis del TRLA.
Teniendo en cuenta el principio de corrección de los daños ambientales previsto en el artículo 191 del
Tratado de la Unión Europea y el artículo 118 del TRLA se establece la obligación de reparar los daños
y perjuicios causados al dominio público hidráulico, dominio que incluye las aguas subterráneas y los
acuíferos (artículo 4 del TRLA), así como la obligación de reponer dicho dominio a su estado previo.
La tipología de los contaminantes que se detectan en las aguas subterráneas es muy diversa. Desde
un punto de vista normativo, la mayoría de los contaminantes están incluidos en las relaciones I y II de
substancias contaminantes del Anexo III del Reglamento del Dominio Público Hidráulico. Muchas de
ellas son substancias preferentes y/o peligrosas. No obstante, para la mayor parte de sustancias
contaminantes actualmente no se dispone de objetivos de calidad para las aguas subterráneas, lo que
dificulta el establecimiento de objetivos de restauración de los emplazamientos contaminados por
fuentes de origen puntual.
Por tanto, para poder abordar los expedientes de restauración de las aguas subterráneas contaminadas
por fuentes de origen puntual (requerimientos de restitución del medio) es preciso disponer de valores
numéricos que sirvan como referencia y puedan aplicarse como objetivos de restauración.
En este contexto, algunas Administraciones Hidráulicas como la Confederación Hidrográfica del Ebro
Introducción y antecedentes
4
(CHE) y la Agencia Catalana del Agua (ACA), en sus respectivos ámbitos competenciales, han llevado
a cabo estudios específicos aplicando la metodología del análisis cuantitativo de riesgos. A partir de los
datos físico-químicos y toxicológicos de los contaminantes objetivo y considerando los escenarios
específicos y las vías de contacto agua-receptor planteadas, han estimado las concentraciones de
riesgo sobre la salud de las personas, tanto para efectos sistémicos como cancerígenos.
Como resultado de dichos estudios, se han obtenido valores de concentración para diferentes
substancias contaminantes, los cuales son utilizados en la tramitación de los expedientes de
remediación de las aguas subterráneas. Los valores establecidos por la CHE son de aplicación en el
ámbito de la CAPV perteneciente a la Demarcación del Ebro.
Asimismo, en octubre de 2019 se remite a URA el borrador del desarrollo normativo que está realizando
el Ministerio para la Transición Ecológica (entonces MITECO), en relación con las contaminaciones
puntuales de aguas subterráneas, donde se incluyen un listado de valores de referencia junto con el
texto normativo. En todo caso, tras diversas interacciones con las diferentes administraciones
hidráulicas, el ahora Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográdico (MTERD), en
noviembre de 2020, y como antesala a la modificación normativa, remite el documento de
DIRECTRICES PARA LA PROTECCIÓN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS FRENTE A LA
CONTAMINACIÓN PUNTUAL VALORES GENÉRICOS DE REFERENCIA DE CALIDAD Y
PROTOCOLOS DE ACTUACIÓN EN ACUÍFEROS CONTAMINADOS.
En vista de lo anterior, y viendo que los valores establecidos también derivan de las fuentes
mencionadas anteriormente (CHE y ACA), se decide asumir los valores establecidos por el MTERD en
su tabla de valores límite.
El objetivo de este documento es determinar la relación de valores genericos que sirvan de referencia
para distintas sustancias contaminantes con el fin de disponer de criterios a la hora de establecer el
grado de afección de las aguas subterráneas en los episodios por fuentes de origen puntual, la
necesidad de medidas de remediación y los objetivos finales a alcanzar.
Respecto al ámbito de aplicación, estos valores genéricos serán utilizados por la Agencia Vasca del
Agua en sus expedientes de restauración de las aguas subterráneas en emplazamientos situados
fundamentalmente en su ámbito competencial, las Cuencas Internas del País Vasco, pero también en
las cuencas intercomunitarias, en cuyo caso será preciso garantizar la necesaria coordinación con la
Confederación Hidrográfica competente.
El presente documento se estructura en los siguientes apartados. Tras este primer apartado
introductorio, en el apartado segundo se presenta el marco normativo de referencia y se realizan una
serie de consideraciones en relación con los objetivos de protección de las aguas subterráneas y con
el principio de prevención y limitación de la entrada en las mismas de sustancias contaminantes. Por
último, en el apartado tercero y anexo I se presenta los valores genéricos a tener en cuenta en los
expedientes de contaminación de las aguas subterráneas ocasionados por fuentes de contaminación
puntual.
Por otro lado, con el fin de facilitar la comprensión de este documento, en el anexo II se incluye un
glosario que recoge una recopilación de algunos de los términos relacionados con la protección de las
aguas subterráneas, que se mencionan en este documento.
Introducción y antecedentes 5
Definición de criterios y valores de referencia a aplicar en los episodios de contaminación de
carácter puntual en las aguas subterráneas de la CAPV
Introducción y antecedentes
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2.
Contexto Normativo.
Principio de “prevención y
limitación”
Las aguas subterráneas constituyen un recurso natural importante que si se deteriora, su restauración
puede resultar difícil y costosa. En aras de la sostenibilidad, y por razones de carácter medioambiental
y económico, el marco normativo para su protección eficaz es acorde con el principio de precaución.
Este marco viene establecido en gran medida por la Directiva 2000/60/CE, de 23 de octubre, por la que
se establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de la política de aguas (Directiva Marco
del Agua, DMA), que incorpora disposiciones contenidas en la Directiva 80/68/CE, de 17 de diciembre
de 1979, relativa a la protección de las aguas subterráneas. Además, debe tenerse en cuenta la
Directiva 2006/118/CE, de 12 de diciembre, relativa a la protección de las aguas subterráneas contra
la contaminación y el deterioro (Directiva de Aguas Subterráneas, DAS). Finalmente, hay que citar los
documentos guía elaborados sobre diferentes aspectos técnicos de las citadas directivas, en concreto
el Documento Guía nº 17(1), sobre prevención o limitación de las entradas directas e indirectas en el
contexto de la Directiva sobre aguas subterráneas 2006/118/CE.
Los textos normativos anteriores constituyen el marco legal y competencial de los Organismos de
cuenca y Administraciones hidráulicas en relación con la tramitación de los expedientes de remediación
de las aguas subterráneas contaminadas por fuentes de origen puntual (requerimientos de restitución
del medio).
A continuación, se citan algunos de los aspectos importantes relativos a las aguas subterráneas
recogidos en dichas normativas y se realizan una serie de consideraciones sobre los objetivos de
protección de las mismas.
1
Documento Guía nº 17 sobre prevención o limitación de las entradas directas e indirectas en el contexto de la
Directiva sobre aguas subterráneas 2006/118/CE. Estrategia Común de Implantación de la Directiva Marco del Agua
(2000/60/CE). Comisión Europea, 2009.
Tal y como se ha indicado anteriormente, la Directiva Marco del Agua (DMA) incorpora disposiciones
contenidas en la antigua directiva(2). De este modo, la DMA define las aguas subterráneas como “todas
las aguas que se encuentran bajo la superficie del suelo en la zona de saturación y en contacto directo
con el suelo o el subsuelo”. Asimismo, también define las masas de agua subterráneas como “un
volumen claramente diferenciado de aguas subterráneas en un acuífero o acuíferos”.
Asimismo, la DMA establece varios objetivos para la protección de las aguas subterráneas, de los
cuales cabe citar:
o Proteger, mejorar y regenerar todas las masas de agua subterráneas, con objeto de alcanzar
un buen estado de las mismas (artículo 4.1.b.ii).
La Directiva de Aguas Subterráneas (DAS) fue elaborada en cumplimiento del artículo 17 de la DMA.
La nueva Directiva incluyó determinaciones para hacer operativo el objetivo de “evitar o limitar la
entrada de contaminantes en las aguas subterráneas” que establecía la DMA.
De acuerdo con la DAS y con el Documento Guía nº17, el concepto de “evitar o prevenir” significa
adoptar todas las medidas que se consideren necesarias y razonables para evitar la entrada de
sustancias peligrosas en las aguas subterráneas. Por el contrario, la “limitación”, aplicable a los
contaminantes no peligrosos, significa adoptar todas las medidas necesarias para prevenir la
contaminación al objeto de garantizar que no se produce ninguna tendencia significativa y sostenida al
aumento de las concentraciones de sustancias no peligrosas en las aguas subterráneas.
Finalmente, entre los objetivos de la Directiva de Aguas Subterráneas cabe citar la prevención del
deterioro y la protección, mejora y restauración de todas las aguas subterráneas, así como asegurar la
disminución de la contaminación.
Los objetivos ambientales para la protección de las aguas subterráneas establecidos por la DMA fueron
traspuestos al ordenamiento jurídico estatal a través del artículo 90 bis del TRLA:
2
Directiva 80/68/CEE, de 17 de diciembre de 1979, relativa a la protección de las aguas subterráneas.
El objetivo de “prevenir o limitar” contemplado DMA, DAS y TRLA protege las aguas subterráneas
contra las entradas inaceptables de contaminantes, incluyendo la contaminación a escala local.
Este objetivo resulta complementario a los requisitos de buen estado químico cuya evaluación se
efectúa, en el marco del cumplimiento de la DMA, en las redes de control distribuidas a lo largo de las
masas de agua subterráneas. En dicha evaluación se tienen en cuenta las normas de calidad y los
valores umbral establecidos para diferentes contaminantes a partir de lo dispuesto en el artículo 3 de
la DAS, y se determina si las masas de agua subterráneas cumplen con las condiciones de buen estado
químico establecidas en las DMA/DAS.
No obstante, el hecho de que una masa se considere que está en buen estado no necesariamente
significa que la calidad de las aguas subterráneas a escala local no se encuentre deteriorada, pudiendo
darse el caso de tener una masa de agua subterránea en buen estado y, al mismo tiempo, existir en la
misma episodios de contaminación de alcance espacial limitado. Dicho de otro modo, las entradas de
contaminantes en las aguas subterráneas pueden producir una contaminación localizada, pero su
efecto podrá ser leve o nulo teniendo en cuenta las condiciones a partir de los cuales se define el buen
estado químico. En todo caso, cuanto mayor sea la extensión de la contaminación, mayor es la
probabilidad de que la masa se encuentre en mal estado químico.
Entre las citadas medidas, la primera línea de defensa es la prevención o limitación de las entradas
inaceptables de contaminantes en las aguas subterráneas, asegurando la protección de su calidad y
evitando su contaminación. Dicha prevención o limitación, a escala de emplazamiento contaminado,
requiere del establecimiento de valores como referencia a aplicar en función de la proximidad al foco o
fuente o a los potenciales receptores.
En resumen, el objetivo de “prevenir o limitar” debe ser complementario a los requisitos del “buen
estado” establecidos en la DMA y la aplicación de ambos deberá proporcionar un marco efectivo para
la protección de las aguas subterráneas.
A modo de ejemplo, para un contaminante concreto, en las estaciones de las redes para el control del
estado de las masas de agua subterráneas es de aplicación el valor umbral establecido en el Plan
Hidrológico. No obstante, para cumplir con el requisito de “prevenir y limitar”, las entradas de
contaminantes deben evaluarse localmente en las proximidades del foco, en los puntos de seguimiento
a escala de emplazamiento (enfoque adoptado en materia de suelos contaminados), y deben utilizarse
distintos valores numéricos que sirvan como referencia y que, además, puedan utilizarse como
objetivos de restauración. De este modo se consigue una protección más inmediata de las aguas
subterráneas. Finalmente, habrá afecciones que deberán ser objeto de monitorización y donde también
se considere preciso su descontaminación.
En relación con esta cuestión, ha habido otras Administraciones hidráulicas (CHE y ACA) que, para su
aplicación en los expedientes de remediación de aguas subterráneas, han realizado estudios
específicos( 4 ),( 5 ) para la determinación de dichos valores genéricos a utilizar como objetivos de
restauración. En estos casos el proceso de cálculo se ha basado en la metodología de análisis
cuantitativo de riesgos (metodología ACR), con la cual se estiman las concentraciones de riesgo sobre
la salud de las personas, partiendo de datos físico-químicos y toxicológicos de los contaminantes
objetivo, todo ello considerando diferentes escenarios de exposición y las posibles diversas vías de
contacto. Así, una vez definidas las concentraciones a partir de las cuales se determina la existencia
de riesgo, se realiza un análisis de sensibilidad y, en base al tratamiento estadístico de dicho análisis,
finalmente se definen los Valores Genéricos de No Riesgo (VGNR) y Intervención (VGI) para cada
compuesto o grupo de contaminantes.
Por otro lado, el MTERD está trabajando en la modificación normativa de rango superior para la
incorporación de los valores de referencia, así como el alcance de los posibles impactos y cálculo de
los daños generados en el medio acuático, en lo referente a episodios de contaminación de carácter
puntual a las aguas subterráneas. En todo caso, como guía a las administraciones hidráulicas, ha
remitido su documento de “Directrices para la protección de las aguas subterráneas frente a la
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Real Decreto 849/1986, de 11 de abril, por el que se aprueba el Reglamento del Dominio Público Hidráulico, que desarrolla los
títulos preliminar I, IV, V, VI y VII de la Ley 29/1985, de 2 de agosto, de Aguas.
4
CHE, 2013. Derivación de los niveles genéricos de referencia de contaminantes presentes en las aguas subterráneas originados
por fuentes de contaminación puntual.
5
ACA, 2009. Criteris d`aplicació dels valors genèrics per a la restauració d’aigües subterrànies en emplaçaments contaminats
per fonts d`origen puntual (Acord entre l’Agència Catalana de l`Aigua i Foment del Treball Nacional, PIMEC i Consell de Cambres
de Comerç, Indústria i Navegació de Catalunya).
Teniendo en cuenta lo anterior y la necesidad de disponer de una referencia coherente para su uso en
los episodios de contaminación de las aguas subterráneas a causa de focos de origen puntual, esta
Agencia ha considerado adecuado adoptar como base los valores establecidos en el citado documento
de directrices del MTERD. En este sentido, cabe destacar diversas excepciones, correspondientes a 2
las masas de agua subterránea de Troya e Izarraitz, en línea con los valores umbral establecidos en la
planificación hidrológica.
En definitiva, en la tabla del Anexo I se recogen los valores genéricos (Valores Genéricos de No Riesgo
o VGNR y Valores Genéricos de Intervención o VGI) a aplicar por esta Agencia Vasca del Agua en la
determinación del grado de afección de las aguas subterráneas por fuentes de origen puntual y en la
definición de los objetivos finales a alcanzar, así como de la necesidad de establecer medidas de
remediación. De igual modo, en los expedientes de remediación también se tendrán en cuenta los
objetivos de calidad establecidos para las masas de agua (superficiales y subterráneas) y sus
potenciales usos.
Con carácter general, el VGI establecerá el umbral para iniciar la restauración (o remediación) del medio
y el VGNR será considerado el valor objetivo una vez acometida dicha remediación. Dichos valores
han sido recogidos dentro del Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Cantábrico Oriental
2022-2027, actualmente en tramitación.
La aplicación de los valores de referencia en este tipo de expedientes de contaminación de las aguas
subterráneas requiere del conocimiento de los parámetros hidrogeológicos del medio afectado y de las
dimensiones, concentración y velocidad de flujo de la pluma contaminante, así como de las vías de
migración, degradación y atenuación de los distintos compuestos. Además, se tendrá en cuenta las
concentraciones de fondo de las aguas subterráneas receptoras y valorará la necesidad de acciones
de restauración.
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Además de los valores ya recogidos por el MTERD, se han adoptado también los valores derivados por el ACA para los
siguientes compuestos: 3 compuestos fenólicos (2-Nitrofenol, 4-Nitrofenol y 4-Nonilfenol); 1 compuesto organohalogenado volátil
(1,2-Dicloropropano); 3 sustancias del grupo de los clorobencenos (Pentaclorobenceno, 1,2,4,5 Tetraclorobenceno, 1,2,4
Triclorobenceno); y 5 ftalatos (butilbenzil ftalato, bis(2-etilhexil) ftalato, dietil ftalato, dibutill ftalato, butilftalil-butilglicolato).
7
Soil Remediation Circular 2013. Para el antraceno, los fenoles y la atrazina se han incluido los valores derivados en ese
documento, en la redacción original de 2006 y posteriores modificaciones.
b) Aguas subterráneas (DMA y TRLA): todas las aguas que se encuentran bajo la superficie del suelo
en la zona de saturación y en contacto directo con el suelo o el subsuelo.
d) Contaminación de las aguas subterráneas: es la degradación de la calidad natural del agua como
resultado de actividades antrópicas. Abarca por tanto desde el incremento de la concentración de
parámetros característicos del agua hasta la introducción de compuestos de origen antrópico.
g) Nivel de Referencia (DMA): concentración de una sustancia o el valor de un indicador en una masa
de agua subterránea correspondiente a condiciones no sometidas a alteraciones antropogénicas o
sometidas a alteraciones mínimas en relación con condiciones inalteradas. Traducción del término
Natural Background Level (NBL), equivalente a los conceptos “Nivel de Fondo” o “Fondo Natural” que
se usan indistintamente en la literatura.
h) Norma de Calidad de las Aguas Subterráneas (DAS): toda norma de calidad medioambiental,
expresada como concentración de un contaminante concreto, un grupo de contaminantes o un
indicador de contaminación en las aguas subterráneas, que no debe superarse en aras de la protección
de la salud humana y del medio ambiente.
i) Receptor (Guía Nº17). No solamente se entenderá como los usos existentes de las aguas
subterráneas (incluye los realizados mediante bombeo, así como los pasivos como las fuentes, ríos y
humedales), sino también todos los futuros usos y funciones plausibles a que podrían destinarse las
aguas subterráneas, así como las propias aguas subterráneas.
j) Valor Genérico de No Riesgo (VGNR) (ACA, CHE y MTERD): concentración de una sustancia
determinada que no supone riesgo para los usuarios actuales o potenciales del agua subterránea y
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que, como tal, se establece como valor objetivo para la restauración de la calidad de las aguas
subterráneas, en episodios de contaminación por fuentes puntuales.
k) Valor Genérico de Intervención (VGI) (ACA, CHE y MTERD): Concentración que previsiblemente
generará un riesgo para los receptores y usuarios actuales o potenciales del agua subterránea y que,
como tal, se establece como valor a partir del cual se considera necesaria una restauración de la calidad
del medio, hasta llegar al VGNR.
m) Valor Umbral (DAS): norma de calidad de las aguas subterráneas fijada de conformidad con los
criterios regulados en el artículo 3. Serán valores que, teniendo en cuenta los niveles de referencia
naturales, se obtengan a partir de los valores criterio, basados en normas medioambientales.