Protolo Clinicas
Protolo Clinicas
Protolo Clinicas
Escuintla, Escuintla
Planteamiento del Problema
Las enfermedades gastrointestinales de tipo infeccioso en nuestro ámbito laboral
son muy frecuentes es por ello que es de suma importancia diagnosticar,
clasificar, enumerar y así mismo cuantificar los casos atendidos con más
frecuencia que pueden causar problemas serios tanto en personas adultas como
en niños, ya que estás causan síntomas indistinguibles como diarrea, vómitos y
dolor abdominal, por lo tanto este estudio se basa en la detección rápida y
adecuada para su correcto abordaje, mediante el tratamiento o bien campañas
que nos ayuden a infundir la información sobre la prevención de las mismas.
Justificación
Las Enfermedades Gastrointestinales de origen infeccioso son una de las
afecciones que con más frecuencia se presenta día a día a nuestro consultorio y
hospitales, afectando a niños como a adultos, principalmente al departamento de
Escuintla como a nivel nacional. Siendo también una de las entidades que con
más frecuencia han sido atendidas por el Dispensario San Camilo de Lelis en el
último año, es de importancia diagnosticar, clasificar, enumerar y cuantificar los
casos atendidos de otras patologías ya que también cabe mencionar que muchas
otras Enfermedades Gastrointestinales con diferentes etiologías también causan
síntomas inespecíficos similares como las de origen infeccioso. Siendo la finalidad
de este estudio el correcto abordaje para un adecuado tratamiento o prevención
de las mismas.
Preguntas de Investigación
Objetivo General
Objetivos Específicos
Clostridium difficile
La infección por Clostridium difficile es la causa de hasta un 25 % de
los casos de diarrea asociada con antibióticos, generalmente contraída
en hospitales o centros de atención sanitaria3. Los ancianos y los
pacientes inmunodeficientes son los grupos de más riesgo. La reciente
aparición de cepas muy toxigénicas y resistentes de C. difficile ha
dado lugar a un aumento de la frecuencia y la gravedad de los brotes,
así como a un incremento de la morbilidad y la mortalidad.
Staphylococcus aureus
Staphylococcus aureus es la causa más frecuente de intoxicación
alimentaria. Ésta se caracteriza por un comienzo repentino/violento,
fuertes náuseas, dolor cólico, vómitos y diarrea, y suele durar de 1 a 2
días. Este patógeno oportunista puede encontrarse en humanos (piel,
heridas infectadas, nariz y garganta) y se ha relacionado con una
amplia variedad de alimentos, incluidos carne y productos cárnicos,
carne de ave de corral y ovoproductos, ensaladas, productos de
panadería y productos lácteos.
Escherichia coli
Escherichia coli, a menudo denominada E. coli, es la causa principal
de la diarrea del viajero y una de las causas más importantes de
enfermedad diarreica en el mundo en vías de desarrollo, sobre todo
entre los niños. Las personas suelen contraer E. coli por ingestión de
agua contaminada con heces humanas o animales.
Escherichia coli O157:H7
Escherichia coli O157:H7 es un tipo de bacteria E. coli productora de
la toxina tipo Shiga, que causa infecciones gastrointestinales con
síntomas que incluyen la diarrea hemorrágica y los vómitos. Aunque
generalmente se resuelve a los pocos días, a veces (5 %-10 %4 de las
infecciones) puede dar lugar a un síndrome urémico hemolítico (SUH),
que puede provocar insuficiencia renal si no se trata.
Helicobacter pylori
Helicobacter pylori, denominada H. pylori, causa gastritis y se ha
asociado con el desarrollo de úlceras gástricas y duodenales. Puede
causar dolor estomacal o náuseas, pero en muchos casos no tiene
síntomas. Las personas infectadas tienen un riesgo del 10 % al 20 %
de desarrollar úlceras pépticas a lo largo de su vida y un riesgo del
1 % al 2 % de cáncer de estómago5. Rotavirus
El rotavirus es la causa más frecuente de diarrea en niños pequeños y
lactantes y es responsable de los casos más graves. Existe una
vacuna contra el rotavirus, pero en todo el planeta causa más de
medio millón de muertes al año de niños menores de cinco años.6 La
mayor parte de estas se producen en países emergentes.
Salmonella y Shigella
La salmonelosis y la shigelosis son enfermedades gastrointestinales
transmitidas por los alimentos. Las bacterias Salmonella son comunes
y se encuentran en carnes crudas, carne de aves de corral, pescado y
marisco y huevos, así como en leche y productos lácteos. Entre los
síntomas agudos de la infección por Salmonella están las náuseas,
vómitos, cólicos, diarrea, fiebre y dolor de cabeza. Las
bacterias Shigella suelen encontrarse en aguas contaminadas con
heces humanas. Los síntomas de la shigelosis (disentería bacilar)
incluyen dolor abdominal, dolor cólico, diarrea, fiebre, vómitos y
sangre, pus o moco en las heces.
Epidemiología:
Las enfermedades diarreicas son la segunda mayor causa de
muerte de niños menores de cinco años. Son enfermedades
prevenibles y tratables.
Las enfermedades diarreicas matan a 525 000 niños menores de
cinco años cada año.
Una proporción significativa de las enfermedades diarreicas se
puede prevenir mediante el acceso al agua potable y a servicios
adecuados de saneamiento e higiene.
En todo el mundo se producen unos 1700 millones de casos de
enfermedades diarreicas infantiles cada año.
La diarrea es una de las principales causas de malnutrición de
niños menores de cinco años
Giardia lamblia
La Giardia lambliapresenta una clínica muy variada. Tras la ingesta de
quistes del protozoo, estos dan lugar a trofozoítos en el intestino
delgado (ID) que permanecen fijados a la mucosa hasta que se
produce su bipartición, en la que se forman quistes que caen a la luz
intestinal y son eliminados por las heces. Los quistes son muy
infectantes y pueden permanecer viables por largos períodos de
tiempo en suelos y aguas hasta que vuelven a ser ingeridos mediante
alimentos contaminados. Son muy frecuentes en niños en PBR,
aunque es una infección cosmopolita.
Clínica
Las manifestaciones clínicas pueden ser muy variadas: asintomática,
más frecuente en áreas endémicas de PBR; en forma aguda, con
diarrea acuosa que puede ser esteatorreica, náuseas, deposiciones
fétidas y dispépticas y distensión abdominal; y en forma crónica, con
síntomas digestivos subagudos, con clínica compatible con procesos
de malabsorción, que puede ocasionar desnutrición y anemia con
déficit de hierro.
Diagnóstico
Determinación directa de quistes en heces o de trofozoítos en el
cuadro agudo con deposiciones acuosas. La eliminación es irregular y
recoger muestras seriadas en días alternos, aumenta la rentabilidad
diagnóstica. En el caso de pacientes que presentan sintomatología
persistente y estudio de heces negativo, se recomienda realización de
ELISA en heces (Ag de G. lamblia).
Tratamiento
Las formas asintomáticas en nuestro medio se tratan siempre, pero en
países con bajos recursos es dudoso su tratamiento y limitado a las
personas que manipulan alimentos.
El tratamiento de elección (tanto si es asintomático como sintomático)
es el metronidazol 15-30 mg/kg/día/8 h, durante 5-7 días, repetir al
cabo de una semana. El tratamiento alternativo es el tinidazol, 50
mg/kg/24 h solo 1 día o mepacrina a 8 mg/kg cada 8 h, durante 5 días.
De persistir la clínica tras el tratamiento, volver a tratar y plantearse
descartar inmunodeficiencia (sobre todo, déficit de IgA) y volver a
tratar con metronidazol, tinidazol (50-60 mg/kg/24 h, dosis única), o
mepacrina (8 mg/kg/8 h). Otra alternativa al tratamiento es el
albendazol, 15 mg/kg/24 h, durante 5 días.
La Giardia lamblia, aunque puede ser asintomática, en nuestro medio
es de tratamiento obligado siempre, es la causante de diarrea en niños
que acuden a guardería.
Entamoeba histolytica
La clínica se inicia tras la ingestión de quistes que pueden estar en
alimentos y/o aguas contaminadas o por déficit de higiene de manos.
Los trofozoítos de la Entamoeba eclosionan en la luz intestinal y
pueden permanecer en ese lugar o invadir la pared intestinal para
formar nuevos quistes tras bipartición, que posteriormente son
eliminados al exterior por la materia fecal y vuelven a contaminar agua,
tierra y alimentos. En el proceso de invasión de la mucosa y
submucosa intestinal, producen ulceraciones que son responsables de
parte de la sintomatología de la amebiasis. Existe la posibilidad de
diseminación a distancia y afectación de otros órganos diana, como el
hígado (absceso hepático amebiano, que cursa con fiebre y dolor).
Clínica
Se presenta de forma muy variada. Asintomática, aunque si se
diagnostica, se debe tratar con un amebicida intraluminal. Con clínica
de enfermedad aguda, básicamente clínica digestiva, es lo que se
conoce como amebiasis intestinal invasora aguda o colitis amebiana
disentérica. Cursa con gran número de deposiciones con contenido
mucoso y hemático, tenesmo franco, con volumen de la deposición
muy abundante en un principio y casi inexistente posteriormente, y con
dolor abdominal importante, de tipo cólico. Se debe tratar con un
amebicida sistémico, seguido de amebicida intraluminal. En casos de
pacientes malnutridos o inmunodeprimidos, pueden presentarse casos
de colitis amebiana fulminante, con perforación intestinal y formación
de amebomas con cuadros de obstrucción intestinal asociados.
En la enfermedad aguda con absceso hepático, si la respuesta es
insuficiente al tratamiento mencionado anteriormente, deberemos
añadir cloroquina.
Con manifestaciones clínicas crónicas, la llamada amebiasis intestinal
invasora crónica o colitis amebiana no disentérica. Cursa con: dolor
abdominal, de tipo cólico, con alternancia de periodos de diarrea y
estreñimiento, tenesmo leve, náuseas, distensión abdominal,
meteorismo y borborigmos.
Diagnóstico
Mediante visualización de quistes en materia fecal o de trofozoítos en
cuadro agudo con deposiciones acuosas. Para diferenciar E.
histolytica, ameba patógena, de E. dispar, ameba no patógena que no
precisa tratamiento, es necesario una PCR-RT, prueba que solo puede
realizarse en algunos centros especializados. Ante la duda, sino
podemos identificar el género trataremos como E. histolytica.
Tratamiento
Amebicidas intraluminales: la absorción es baja, actúan a nivel
intestinal y son activos frente a quistes y trofozoítos.
En niños, la elección es la Paramomicina, a 25-35 mg/kg/día/8 h,
durante 7 días. Y la alternativa es el Iodoquinol, 30-40 mg/kg/día/8 h,
durante 20 días.
Amebicidas sistémicos: en niños, el tratamiento de elección es
metronidazol, a 30-50 mg/kg/día/8 h, durante 10 días. El tratamiento
alternativo es tinidazol, 50 mg/kg/día (máximo: 2 g), de 3 a 10 días.
En caso de absceso hepático y poca respuesta al tratamiento, se debe
añadir cloroquina.
Enterobius vermicularis
La hembra del E. vermicularis se desplaza hasta zona perianal,
principalmente con horario nocturno, donde deposita sus huevos, muy
infectantes, que quedan adheridos a la piel o en la ropa. Con el
rascado de la zona, se establecen bajo las uñas y se perpetúa la
autoinfección por transmisión fecal-oral.
Clínica
Mucho más habitual en niños que en adultos, frecuentemente
asintomática. Síntomas por acción mecánica (prurito o sensación de
cuerpo extraño), invasión genital que suele dar manifestaciones de
vulvovaginitis, despertares nocturnos, sobreinfección secundaria a
excoriaciones por rascado y dolor abdominal que, en ocasiones,
puede ser recurrente, localizarse en FID y simular apendicitis aguda.
El bruxismo se relaciona tradicionalmente con la infección, pero no
está demostrada su relación con síntomas que tradicionalmente se
relacionan con la presencia de E. vermicularis.
Diagnóstico
Test de Graham: uso de cinta adhesiva transparente (celo) toda la
noche o por la mañana antes de la defecación o lavado. O
visualización directa de los huevos depositados por la hembra en zona
perianal. También, se puede visualizar directamente el gusano adulto
al realizar la exploración anal o vaginal.
Tratamiento
El tratamiento de elección es Mebendazol, 100 mg dosis única, pero
es conveniente repetir en dos semanas. La alternativa es el
tratamiento con Pamoato de pyrantel, 11 mg/kg dosis única, máximo 1
g. Repetir en 2 semanas.
Es primordial tratar a toda la familia y extremar las medidas de higiene;
ya que, aproximadamente, el 40% de los niños en edad escolar están
infectados.
Trichuris trichiura
Es un geohelminto que produce clínica por la ingesta de huevos
embrionados procedente de alimentos, tierra o aguas contaminadas.
Las larvas maduran en ciego y colon ascendente, donde permanecen
enclavadas a la mucosa, produciendo lesión mecánica y traumática
con inflamación local, y desde donde vuelven a producir nuevos
huevos fértiles que son eliminados por materia fecal.
Clínica
La clínica depende del grado de parasitación: desde asintomática,
dolor cólico y deposiciones diarreicas ocasionales, hasta cuadros de
disentería con deposiciones muco-sanguinolentas (más común en
pacientes inmunodeprimidos) y puede dar prolapso rectal.
Diagnóstico
Observación de huevos en heces. En casos graves y en presencia de
disentería, se plantea el diagnóstico diferencial con: amebiasis,
disentería bacilar y colitis ulcerosa.
Tratamiento y prevención
Mebendazol, 100 mg/12 h 3 días o 500 mg dosis única, o Albendazol,
200-400 mg/día, dosis única. Se han de extremar las medidas de
higiene personal y la eliminación de heces ha de ser adecuada,
utilización de agua potable y correcto lavado de alimentos. Y se ha de
extremar la vigilancia de los juegos con tierra y arena de los niños en
los parques y realizar adecuada higiene de manos.
Nematodos con afectación digestiva y pulmonar
Ascaris lumbricoides, Ancylostoma duodenale y Necator americanus.
Ascaris lumbricoides
Es la helmintaisis más frecuente. Las larvas, tras la ingesta de material
contaminado, eclosionan en el intestino delgado, atraviesan la pared
intestinal, se incorporan al sistema portal y llegan al pulmón, donde
penetran en los alveolos y ascienden hasta las vías respiratorias altas
y, por la tos y deglución, llegan de nuevo al intestino delgado, donde
se transforman en adultos y producen nuevos huevos, que se eliminan
por la materia fecal.
Clínica
Puede ser digestiva: dolor abdominal difuso, por irritación mecánica, y,
con menos frecuencia, meteorismo, vómitos y diarrea.
Clínica respiratoria: puede ser inespecífica, pero puede llegar a
manifestarse como síndrome de Löeffler, que es un cuadro respiratorio
agudo con: fiebre de varios días, tos, expectoración abundante y
signos de condensación pulmonar transitoria. Es la consecuencia del
paso pulmonar de las larvas del parásito, asociada a una respuesta de
hipersensibilidad.
Puede presentarse, además, otra clínica: anorexia, obstrucción
intestinal, malnutrición o absceso hepático.
Diagnóstico
Observación del parásito o de sus huevos en heces o de las larvas en
esputo o vómito gástrico, si coincide con su fase pulmonar.
Tratamiento
Es el mismo que para Trichuris trichiura.
Ancylostoma duodenale y Necator americanus (Uncinarias)
Los huevos de ambos helmintos se eliminan por las heces y
eclosionan dando lugar a un tipo de larvas que infectan mediante
penetración por la piel, aunque el A. duodenaletambién puede
provocar infección por ingesta oral. Al atravesar la piel, a través del
sistema venoso o linfático llegan al sistema cardiaco derecho y a la
circulación pulmonar, donde penetran en los alveolos, maduran y, por
vía respiratoria, ascienden para ser deglutidas y pasan al duodeno y
después al yeyuno, donde se fijan, y producen huevos nuevos ya
fecundados. Al fijarse en el intestino delgado, los gusanos adultos
lesionan mecánicamente la mucosa y provocan pérdida sanguínea de
forma progresiva y crónica.
Clínica
La clínica dependerá de su recorrido por el organismo. En la piel,
produce el síndrome de la “larva migrans”: dermatitis transitoria,
pruriginosa y recurrente en las zonas por donde penetran y se
desplazan hasta el sistema circulatorio. La clínica respiratoria va
desde síntomas inespecíficos hasta síndrome de Löeffler, ya descrito.
La clínica digestiva es: dolor en epigástrico, náuseas, pirosis y,
ocasionalmente, diarrea. También, por la pérdida sanguínea crónica,
pueden manifestarse como un síndrome anémico.
Las uncinariasis pueden ser causa de anemia, y se ha de valorar la
presencia de anemia en el diagnóstico.
Diagnóstico
Observación de huevos del parásito en las heces. La clínica de
síntomas cutáneos y/o pulmonares, más anemia es muy sugestiva.
Tratamiento
En los geohelmintos, dado que en muchos casos se dan infecciones
mixtas, los fármacos de primera línea son el Albendazol, 400 mg/día
en dosis única, o el Mebendazol, 100 mg/12 h durante tres días, y
extremar las medidas higiénicas, control del agua y lavado de manos.
Nematodos con afectación cutánea, digestiva y pulmonar
Strongyloides stercolaris
Esta geohelmintiasis presenta un ciclo vital complejo con diferentes
posibilidades y afectación digestiva, pulmonar y cutánea: estrongiloi-
diasis.
Strongyloides stercoralis mantiene un ciclo autoinfectivo, por lo que
sobrevive durante años después de haber abandonado el Trópico y
puede producir un síndrome de hiperinfestación en los
inmunodeprimidos.
El ciclo directo: la larva, que se encuentra en el suelo, penetra a través
de la piel en el sistema circulatorio, por donde llega al sistema
cardiaco derecho y a la circulación pulmonar, asciende por las vías
respiratorias hasta ser deglutida y dirigirse a la mucosa del intestino
delgado. Allí, se transforma en adulto hembra infectante, produce
nuevos huevos que eclosionan y se dirigen a la luz intestinal, desde
donde son eliminados al exterior.
El ciclo indirecto: incluye una o varias generaciones de larvas en vida
libre, hasta que se produce la modificación que hace que la larva
pueda infectar al hombre.
Ciclo de autoinfección: la modificación larvaria se produce en la luz
intestinal, en lugar de en el exterior y, posteriormente, penetra en el
sistema circulatorio y realiza un recorrido similar al del ciclo directo.
Es lo que se denomina síndrome de hiperinfestación, y explica que
pueda existir una parasitosis persistente sin necesidad de
reinfecciones externas, así como la afectación de otros órganos:
hígado, pulmón, SNC…
Clínica
Dependerá del estado inmunitario y del recorrido del parásito.
En la piel: “síndrome de Larva Currens”: dermatitis pruriginosa por el
paso cutáneo de la larva hasta llegar a la circulación sistémica.
Clínica respiratoria: provoca sintomatología menor, como tos y
expectoración, pero también se han descrito casos de neumonitis y
síndrome de Löeffler.
Clínica digestiva: la intensidad de la sintomatología está en relación
con el grado de parasitosis, en general: dolor epigástrico, vómitos,
anorexia y períodos de diarrea que se alternan con estreñimiento.
Síndrome de hiperinfestación: se dará en el paciente
inmunocomprometido. Y la sintomatología descrita será más grave.
Diagnóstico
La visualización del parásito en heces es difícil porque el parásito se
elimina de forma irregular. Se puede realizar serología mediante EIA,
con sensibilidad > 90%, pero tiene reactividad cruzada con filarias y
otros nematodos. La eosinofilia en sangre es importante y un signo
indirecto de la parasitación. Es más evidente si la extracción de sangre
coincide con el paso pulmonar del parásito.
Tratamiento y prevención
El tratamiento de elección es la Ivermectina, 0,2 mg/kg/día cada 24 h,
máximo 12 mg y durante tres días. La alternativa es Albendazol, 200
mg/12 h 3-5 días y, si existe hiperinfestación, el tratamiento ha de
durar 7 días. En pacientes inmunodeprimidos y si existe
hiperinfestación, hace falta repetir el tratamiento una semana más
tarde.
La curación ha de ser comprobada por la ausencia de parásitos. La
prevención se basa en el uso de letrinas, calzado, saneamiento
ambiental y educación a la población.
n= 65
Características fisiológicas
Sexo y sexuales con las que CUALITATIVA NOMINAL Femenino
Masculino
nacen mujeres y hombres
Instrumentos de Medición
Recursos
- Materiales Económicos
- Tinta de impresiones Q.75.00
- Resma de Hojas para impresión del trabajo completo Q. 25.00
- Materiales Físicos
- Computadoras
- Teléfonos celulares
- Materiales Humanos
- Integrantes del grupo de investigación
- Grupo de pacientes afectados
- Asesor de investigación
Alcance
Debido al lugar de procedencia de los pacientes se pueden realizar a posteriori
estudios específicos respecto a la incidencia de las enfermedades
gastrointestinales de origen infeccioso por municipios o comunidades con el fin de
realizar estrategias y medidas de acción tanto para disminuir la misma y
principalmente para enfatizar en la prevención. La disminución de la incidencia y
prevalencia de cualquier enfermedad se logra al implementar medidas de salud
pública así brindando un adecuado plan educacional individualmente y en el
colectivo, de esta manera podemos apoyarnos en cocodes, municipalidades y
alcaldías para realizar jornadas de desparasitación sobre todo en grupos de
riesgos siendo estos paciente pediátricos, geriátricos y embarazadas.
Recomendaciones
Conocer la incidencia de ciertas patologías en determinadas áreas
departamentales, es de suma importancia debido a la alta demanda de las
mismas y la correcta manera de abordarlas, tomando en cuenta agente,
cuadro clínico y edad del paciente.
Brindar alto plan educacional a las personas que consultan por dichas
patologías o dichos síntomas radica en la incidencia de las mismas, ya que
de esta manera se reduciría la afectación tanto a adultos como a niños.
Este tipo de estudios son de suma importancia que sigan realizándose para
las generaciones que vienen detrás ya que con estos, se les abre campo y
correcto abordaje respecto a dichas patologías.