CGC y MP
CGC y MP
CGC y MP
Caratula
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INDICE
Caratula ..............................................................................................................................................1
Introducción .....................................................................................................................................3
El Sistema Integrado de Administración Financiera (SIAF) ........................................................9
Base legal ........................................................................................................................................11
Ámbito de competencia ..................................................................................................................12
Organización de la Contraloría General de Cuentas...................................................................13
Nivel superior .............................................................................................................................14
Contralor General de Cuentas ..............................................................................................14
Subcontralor de Calidad del Gasto Público: ........................................................................15
Nivel de apoyo.............................................................................................................................16
Nivel ejecutivo ............................................................................................................................19
Dirección de Probidad ............................................................................................................20
Funciones de la Contraloría General de Cuentas ........................................................................26
Ministerio público ..........................................................................................................................28
Marco Institucional Y Organización Del Ministerio Público ..................................................31
1. Ubicación Institucional ......................................................................................................31
2. Principios que rigen el funcionamiento del ministerio publico .......................................33
3. Despliegue y organización del ministerio público ............................................................35
Conclusión ......................................................................................................................................39
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Introducción
La Contraloría General de Cuentas de Guatemala es una
institución fundamental para garantizar la transparencia y la
rendición de cuentas en el uso de los recursos públicos en el
país. Desde su creación, ha desempeñado un papel crucial en
la supervisión y fiscalización de las finanzas del Estado,
velando por el correcto uso y manejo de los fondos públicos.
En el complejo mundo del derecho, el Ministerio Público
emerge como un pilar fundamental en la búsqueda de la
justicia y la defensa de los derechos de la sociedad. Este
órgano, muchas veces visto como un ente abstracto, está
compuesto por personas dedicadas y comprometidas con la
misión de representar los intereses de la comunidad.
Imagina al Ministerio Público como un guardián de los
valores fundamentales de la sociedad, un defensor incansable
de la equidad y la igualdad ante la ley. Detrás de sus
actuaciones legales, se encuentran fiscales y abogados que
trabajan arduamente, no solo para procesar casos, sino para
asegurarse de que cada voz sea escuchada y que cada parte
involucrada reciba un trato justo.
Desde los casos más simples hasta los más complejos, el
Ministerio Público se erige como una luz de esperanza para
aquellos que buscan justicia. Su labor va más allá de la
aplicación de la ley; implica empatía, comprensión y un
profundo compromiso con el bienestar de la sociedad en su
conjunto.
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HISTORIA
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En la época de la Revolución, en 1945, la Asamblea
Nacional Constituyente de la República de Guatemala,
promulgó la Constitución Política de la República que entró
en vigencia el 15 de marzo; en el artículo 188 de la misma
se establece que, “El Tribunal y la CGC es una institución
autónoma que controla y fiscaliza los ingresos, egresos, y
demás intereses hacendarios del Estado, del Municipio, de
la Universidad, de las instituciones que reciban fondos
directa o indirectamente del Estado y de las demás
organizaciones que determine la ley”. Tres años después el
7 de julio de 1948 el presidente Doctor Juan José Arévalo
Bermejo firmó el Decreto del Congreso 515 que contiene la
Ley Orgánica del Tribunal y CGC, que consta de 292
artículos, y es cuando por primera vez se utilizó el título de
Contralor.
Esta Ley fue transformada en el año 1954 después del
derrocamiento armado y en 1955 mediante el Decreto No. 220 el
presidente de esa época Carlos Castillo Armas anuló la
autonomía de la CGC, convirtiéndola en dependencia del
Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
En noviembre de 1956, el Congreso de la República promulgó el
Decreto 1,126, Ley Orgánica del Tribunal y CGC. En éste se
recuperó algo de lo perdido: el Contralor General volvió a ser
electo por el Congreso de la República a la vez garantizó la
autonomía de la Institución. En 1964 el Jefe de Gobierno de la
República, Ministro de la Defensa Nacional emitió el Decreto
Ley 247, por medio del cual se reforma el Artículo 3 del Decreto
del Congreso de la República 1,126 ,“La Contraloría General de
Cuentas se integrará por un jefe y un subjefe nombrados por el
jefe del Organismo Ejecutivo, y por los funcionarios y
empleados necesarios a los fines de la institución”.
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La Asamblea Nacional Constituyente integrada en 1985,
promulgó la Constitución Política de la República, vigente a la
fecha, en la que en su artículo 232 se establece que la CGC es una
institución técnica descentralizada, con funciones fiscalizadoras
de los ingresos, egresos y en general de todo interés hacendario de
los organismos del Estado, los municipios, entidades
descentralizadas y autónomas, así como de cualquier persona que
reciba fondos del Estado o que haga colectas públicas. También
están sujetos a esta fiscalización los contratistas de obras públicas
y cualquier otra persona que, por delegación del Estado, invierta o
administre fondos públicos.
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Así mismo, se indica que corresponde a la CGC la función
fiscalizadora y de control gubernamental en forma externa de
los activos y pasivos, derechos, ingresos, egresos y en general
de todo interés hacendario de los Organismos del Estado,
Entidades Autónomas y Descentralizadas, las
Municipalidades y sus Empresas, fideicomisos constituidos
con fondos públicos, Consejos de Desarrollo, instituciones o
entidades públicas que por delegación del Estado presten
servicios, instituciones que integran el sector público no
financiero.
De toda persona, entidad o institución que reciba fondos del
Estado o haga colectas públicas y de empresas no financieras
en cuyo capital participe el Estado, bajo cualquier
denominación, así como las empresas en que éstas tengan
participación. También están sujetas a fiscalización los
contratistas de obras públicas, organizaciones no
gubernamentales, asociaciones, fundaciones, patronatos,
comités, organismos regionales e internacionales,
fideicomisos y cualquier persona individual o jurídica,
pública o privada, nacional o extranjera, que por delegación
del Estado reciba, invierta o administre fondos públicos,
incluyendo donaciones recibidas y ejecutadas por el Estado.
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C.P.R.G. C.P.R.G.
Artículo 1.- Protección a Artículo 2.- Deberes del
la Persona. Estado. Es deber del
El Estado de Guatemala Estado garantizarle a los
se organiza para proteger habitantes de la
a República la vida, la
la persona y a la familia; libertad, la justicia, la
su fin supremo es la seguridad, la paz y el
realización del bien desarrollo integral de la
común. persona.
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CONSIDERANDO:
Que, dentro del proceso de modernización del Estado,
iniciado a finales de la década de 1990, se han adoptado
nuevos criterios técnicos y tecnológicos, con el fin de
garantizar la transparencia y probidad en la utilización del
erario público, lo cual se refleja entre otros con el Sistema
Integrado de Administración Financiera -SIAF- el cual
necesariamente tiene que ser complementado con el Sistema
de Auditoría Gubernamental que esta Ley viabiliza
Base legal
La Contraloría General de Cuentas posee su fundamento legal en la
Constitución Política de la República de Guatemala, la cual establece:
“ARTÍCULO 232. Contraloría General de Cuentas. La Contraloría General de
Cuentas es una institución técnica descentralizada, con funciones
fiscalizadoras de los ingresos, egresos y en general de todo interés hacendario
de los organismos del Estado, los municipios, entidades descentralizadas y
autónomas, así como de cualquier persona que reciba fondos del Estado o que
haga colectas públicas.
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“Artículo 1. Naturaleza Jurídica. La Contraloría General de Cuentas es una
institución técnica y descentralizada. De conformidad con esta Ley, goza de
independencia funcional, técnica y administrativa, y con competencia en todo
el territorio nacional, con capacidad para establecer delegaciones en cualquier
lugar de la República.”.
La máxima institución fiscalizadora del país, realiza su labor
fundamentándose especialmente de las normas jurídicas anteriormente
referidas, así como el Acuerdo Gubernativo Número 318-2003 que contiene el
Reglamento de la Ley Orgánica de la Contraloría General de Cuentas y sus
reformas contenidas en el Acuerdo Gubernativo Número 660-2005; no
obstante, desarrolla su función fiscalizadora apoyándose en otras leyes
conexas dentro de las cuales deben mencionarse las siguientes:
• Ley de Probidad y Responsabilidad de funcionarios y Empleados
Públicos y su Reglamento;
• Ley Orgánica del Presupuesto y su Reglamento;
• Código Municipal;
• Ley de Contrataciones del Estado y su Reglamento;
• Ley General de Descentralización y su Reglamento;
• Ley de Consejos de Desarrollo Urbano y Rural y su Reglamento;
• Ley de Clases Pasivas del Estado;
• Ley del Impuesto de Herencias, Legados y Donaciones;
• Acuerdos del Contralor General de Cuentas, tanto de aplicación interna
institucional como externa para el Sector Público dentro del ámbito de
su competencia;
• Normas de Auditoría para el Sector Gubernamental;
• Normas Generales de Control Interno Gubernamental.
Ámbito de competencia
Por mandato constitucional la Contraloría General de Cuentas debe fiscalizar
el correcto uso de los recursos públicos, tanto por parte de los Organismos del
Estado, entidades descentralizadas, autónomas e híbridas, las municipalidades
del país y todas aquellas instituciones u organizaciones creadas o reconocidas
por la ley dentro del sector público, así como todos aquellos entes que siendo
sujetos del derecho privado o internacional, reciban, inviertan o administren
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dichos fondos públicos o que hagan colectas públicas, como asociaciones,
organizaciones no gubernamentales, organismos internacionales, y
fideicomisos; la Contraloría General de Cuentas tiene competencia en todo el
territorio nacional.
Según la Ley Orgánica de la Contraloría General de Cuentas queda establecida
la competencia de dicha institución de la siguiente manera: “Artículo 2.
Ámbito de competencia. Corresponde a la Contraloría General de Cuentas la
función fiscalizadora en forma externa de los activos, pasivos, derechos,
ingresos y egresos y, en general, de todo interés hacendario de los organismos
del Estado, entidades autónomas y descentralizadas, las municipalidades y sus
empresas, y demás instituciones que conforman el sector público no
financiero; de toda persona, entidad o institución que reciba fondos del Estado
o haga colectas públicas; de empresas no financieras en cuyo capital participe
el Estado, bajo cualquier denominación, así como las empresas en que éstas
tengan participación. (Se relaciona con los artículos 4 literales e), g), e i), 6, 9,
10, 15, 35, 38 literal f) y 47 del Reglamento).
También están sujetos a su fiscalización los contratistas de obras públicas y
cualquier persona nacional o extranjera que, por delegación del Estado, reciba,
invierta o administre fondos públicos, en lo que se refiere al manejo de éstos.
Se exceptúan las entidades del sector público sujetas por la ley a otras
instancias fiscalizadoras.
La Contraloría General de Cuentas deberá velar también por la probidad,
transparencia y honestidad en la administración pública, así como también por
la calidad del gasto público”.
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Asimismo, en el Artículo 17 de la Ley Orgánica, establece tres niveles
jerárquicos, los cuales se detallan a continuación:
I. Nivel Superior;
II. Nivel de Apoyo;
III. Nivel Ejecutivo.
Nivel superior
Contralor General de Cuentas: Es el jefe de la Contraloría General de
Cuentas y máxima autoridad de la institución, es electo por el Congreso de la
República para un período de cuatro años, y ejerce las funciones de dirección
superior, así como la representación legal de la Institución, por norma
constitucional debe ser mayor de cuarenta años, guatemalteco, contador
público y auditor, de reconocida honorabilidad y prestigio profesional, estar en
el goce de sus derechos ciudadanos, no tener juicio pendiente en materia de
cuentas y haber ejercido su profesión por lo menos diez años.
Sus principales atribuciones son:
a. Representar y dirigir la Institución, ejerciendo jurisdicción sobre
todas las dependencias de la misma;
b. Nombrar y remover a los funcionarios y empleados del ente
fiscalizador;
c. Aprobar el presupuesto anual de la institución;
d. Aprobar los reglamentos administrativos internos, emitiendo los
acuerdos necesarios;
e. Imponer a los funcionarios y empleados públicos, las sanciones
administrativas o pecuniarias, así como condonar o disminuir los
montos de las mismas.
Subcontralor de Probidad: Es nombrado por el Contralor General de Cuentas y
tiene a su cargo velar por la calidad y transparencia en el uso y manejo de los
recursos del Estado a cargo de funcionarios y empleados públicos. Debe ser
profesional colegiado activo con no menos de diez años de experiencia en las
ciencias económicas, así como de ejercicio profesional. Sustituye en primera
instancia al Contralor General en caso de ausencia temporal.
Cabe hacer la observación que el Artículo 14 de la ley orgánica de la
Contraloría General de Cuentas establece que el subcontralor de probidad
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puede ser un profesional colegiado en ciencias jurídicas y sociales, sin
embargo, ésta parte de la norma legal fue suspendida provisionalmente, según
expediente 2,746-2006 de la Corte de Constitucionalidad, lo anterior debido a
que el Subcontralor de probidad puede llegar a sustituir al contralor general de
cuentas y para ello se requiere que el mismo sea un profesional universitario
en la carrera de contador público y auditor.
Sus principales atribuciones son:
A. Velar por una honesta y proba administración pública y por la
transparencia en el manejo de los recursos y bienes del Estado;
B. Verificar la aplicación de la Ley de Probidad y Responsabilidad de
funcionarios y empleados públicos; imponiendo las sanciones
pecuniarias correspondientes;
C. Investigar de oficio, cualquier acto de presunto enriquecimiento ilícito,
tráfico de influencias, abuso de autoridad, cohecho, peculado, fraudes,
malversación, concusión, extracción ilegal, cobro indebido, falsedad
material, falsedad ideológica y otros hechos que presuntamente
constituyan delito por parte de las personas sujetas a responsabilidad.
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e) público, las cuales serán de cumplimiento obligatorio por parte de
las entidades,
f) instituciones y Organismos del Estado.
g) d) Emitir los dictámenes que le sean requeridos por las entidades y
personas a que
h) se refiere la Ley Orgánica de la Contraloría General de Cuentas.
Nivel de apoyo
Dirección de Asesoría Técnica: Es la encargada de establecer los estándares
para medir y analizar los resultados de gestión del sector público, de
conformidad con la ley. Está a cargo de un Director, asistido por un
Subdirector,
ambos deben ser profesionales universitarios, con cinco años como mínimo de
experiencia en la administración pública. Dentro de otras, le corresponden las
atribuciones siguientes:
a) Establecer los criterios técnicos que permitan determinar los
parámetros para medir la gestión de las instituciones públicas;
b) Determinar la conveniencia de contratar o subcontratar empresas,
instituciones, Expertos profesionales o técnicos para la realización
de estudios y análisis relacionados con la calidad del gasto;
c) Conocer y analizar los manuales que contengan las normas, técnicas
y procedimientos de Control Gubernamental de observancia
obligatoria.
Dirección de Inspección General: Tiene a su cargo el control de la calidad del
trabajo del personal de la Contraloría o firmas de auditoría contratadas, en el
ejercicio de sus funciones al interior o con los entes auditados. Está a cargo de
un profesional universitario, colegiado activo y con cinco años como mínimo
de experiencia. Tiene a su cargo las atribuciones siguientes:
a) Organizar, planificar, dirigir, ejecutar y controlar sus funciones e
informar de los resultados en forma oportuna;
b) Promover mecanismos de comunicación con los entes auditados
y la sociedad civil, para denunciar actos de corrupción;
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c) Recibir las denuncias internas y externas sobre la actuación del
personal de la Contraloría, clasificar, tabular, investigar y
pronunciarse sobre la veracidad de las mismas.
Dirección de Auditoría Interna: Es la encargada de evaluar permanentemente
los sistemas y procedimientos de las operaciones institucionales de la
Contraloría General de Cuentas y sus resultados en todos los niveles, dentro
del marco legal. Está a cargo de un Director y un Subdirector que deben ser
Contadores y Auditores Públicos, colegiados activos y con por lo menos cinco
años de ejercicio profesional.
Entre otras generales sus atribuciones son las siguientes:
a) Planificar estratégicamente sus actividades para que pueda
cumplir con sus objetivos de asesoramiento y consulta, a través
de trabajos que agreguen valor a los procesos;
b) Promover el proceso transparente de rendición de cuentas, que
permita que cada funcionario y empleado público de la
Contraloría General de Cuentas cumpla con su responsabilidad en
forma oportuna y adecuada;
c) Evaluar el proceso administrativo y el resultado de la gestión
institucional, utilizando las políticas, metodologías, normas,
técnicas y procedimientos aprobados por la Contraloría, a través
del sistema de auditoría gubernamental;
d) Elaborar el plan operativo anual que comprenda las actividades a
desarrollar en su ámbito.
Dirección de Asuntos Jurídicos: Es la responsable de las acciones legales,
procuración y asesoría que se desprenden de la función institucional. Está a
cargo de un Director y un Subdirector, quienes deben ser Abogados y Notarios
colegiados activos con por lo menos cinco años de ejercicio profesional.
Dentro de sus atribuciones tenemos las siguientes:
a) Es el órgano técnico-jurídico, consultor y asesor de la Contraloría
General de Cuentas, en materia legal y hacendaria;
b) Evacuar las audiencias generadas por los recursos legales interpuestos
en contra de las resoluciones que la Contraloría General de Cuentas
emita en materia de su competencia;
c) Emitir los respectivos dictámenes u opiniones de conformidad con la
ley, unificarlos criterios jurídicos de las diferentes direcciones del ente
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fiscalizador, recopilar las leyes, reglamentos, circulares y demás
disposiciones legales que tengan relación con las funciones de la
Contraloría General de Cuentas;
d) Elaborar el plan operativo anual que comprenda las actividades a
desarrollar en su ámbito.
Dirección de Recursos Humanos: Es la encargada de administrar el recurso
humano de la contraloría general de cuentas, de conformidad con las
disposiciones legales vigentes en esa materia y conforme a las políticas y
normas que dicte el nivel superior. Está a cargo de un director, asistido por un
subdirector, deben ser profesionales universitarios, colegiados activos y con
cinco años como mínimo de experiencia comprobada en administración de
personal en el sector público. Le corresponden las atribuciones siguientes:
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el cual debe ser un profesional universitario, colegiado activo y con diez años
como mínimo de ejercicio profesional.
Tiene a su cargo las direcciones de administración, finanzas, gestión y
delegaciones departamentales. Dentro de sus atribuciones deben mencionarse
las siguientes:
A. Organizar y supervisar las actividades de las direcciones bajo su
coordinación;
B. Proponer anualmente a las máximas autoridades del ente contralor,
políticas y estrategias administrativas y financieras, coordinando y
consolidando un plan operativo;
C. Mantener comunicación permanente con los niveles superiores para
mejorar sus actividades, asesorando, promoviendo y capacitando al
personal bajo su cargo.
Dirección de Probidad: Fundamento Legal: Artículo 34 del reglamento de la
ley orgánica de la Contraloría General de Cuentas. Es la responsable del
estudio, análisis, comprobación y control de los expedientes y declaraciones
relacionadas con bienes y deudas, en base a la ley de probidad y
responsabilidad de funcionarios y empleados públicos. Se encuentra a cargo
de un director el cual es asistido por un subdirector, ambos deben ser
profesionales universitarios y con un mínimo de cinco años de experiencia en
la materia. Sus principales atribuciones son:
a. Ejecutar funciones referentes al Subcontralor de Probidad;
b. Aplicar la ley de probidad y responsabilidad de funcionarios y
empleados públicos y su Reglamento y otras leyes relacionadas
con dicha materia;
c. Establecer un control y registro de las declaraciones de bienes y
deudas presentadas por los funcionarios y empleados públicos.
Dirección de Ética y Moral: Fundamento Legal: Artículo 35 del Reglamento
de la Ley Orgánica de la Contraloría General de Cuentas. Tiene a su cargo
promover y formular políticas y programas de conducta ética y moral de toda
persona, entidad o institución que reciba fondos del Estado o haga colectas
públicas. Está a cargo de un Director el cual se encuentra asistido por un
Subdirector, ambos deben ser profesionales universitarios, colegiados activos
y de reconocida capacidad profesional y probidad moral, con un mínimo de
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cinco años de experiencia en la administración pública y la gestión
gubernamental.
Dentro de sus atribuciones deben mencionarse las siguientes:
a) Combatir la corrupción y dar cumplimiento al Código de Ética
del Funcionario y Empleado de la Contraloría General de
Cuentas;
b) Promover la participación ciudadana para fortalecer la
transparencia, probidad y credibilidad de la gestión pública;
c) Capacitar al personal a su cargo.
Dirección de Auditoría Gubernamental: Fundamento Legal: Artículo 36 del 65
Reglamento de la Ley Orgánica de la Contraloría General de Cuentas. Es la
encargada de la fiscalización de las cuentas de los organismos ejecutivo,
legislativo y judicial, asimismo de las entidades descentralizadas, autónomas e
híbridas ubicadas dentro de la organización administrativa del sector público.
Se encuentran a cargo de un director asistido por un sub-director, los cuales
deben ser profesionales universitarios, colegiados activos y con cinco años
como mínimo de experiencia en el campo de auditoría. Dentro de sus
atribuciones debe hacerse referencia a las siguientes:
a) Normar, planificar, programar, organizar y ejecutar el trabajo de
Auditoría Gubernamental estableciendo normas de control interno de
las instituciones públicas;
b) Proponer anualmente a las autoridades superiores, políticas y estrategias
de Auditoria Gubernamental manteniendo una comunicación
permanente con las mismas;
c) Conocer y tramitar los informes de auditoría presentados por los
auditores gubernamentales, auditando la ejecución y liquidación del
presupuesto general de ingresos y egresos del Estado;
d) Elaborar anualmente un plan operativo promoviendo la capacitación y
el desarrollo del personal bajo su cargo.
Dirección de Auditoría de Municipalidades: Fundamento Legal: Artículo 36
BIS del Reglamento de la Ley Orgánica de la Contraloría General de Cuentas.
Es responsable de la fiscalización de las cuentas de las municipalidades del
país, así como de todas las operaciones relacionadas con la administración y
custodia de fondos y bienes públicos que reciban. Se encuentra a cargo de un
director asistido por un sub-director, quienes deben ser profesionales
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universitarios, colegiados activos y con cinco años como mínimo en labores
de auditoría.
Dentro de otras tiene a su cargo las atribuciones siguientes:
A. Normar, planificar, programar y ejecutar auditorías en todas las
municipalidades del país;
B. Proporcionar asesoría técnica a los niveles superiores en las áreas de su
competencia, conocer, tramitar y rendir informes de los trabajos
ejecutados.
C. Elaborar un plan operativo anual referente a las actividades que
desarrolla y promover la capacitación y desarrollo de su personal.
Dirección de Auditoría de Entidades Especiales: Fundamento Legal: Artículo
36 TER del Reglamento de la Ley Orgánica de la Contraloría General de
Cuentas. Tiene a su cargo la fiscalización de las cuentas de estas entidades, así
como de todas sus operaciones relacionadas con la administración y custodia
de fondos o bienes públicos que reciban. Está a cargo de un Director asistido
por un Subdirector, quienes deben ser profesionales universitarios,
preferentemente con estudios de maestría colegiados activos y con cinco años
como mínimo de experiencia en labores de auditoría. Le corresponden las
atribuciones siguientes:
a. Normar, planificar, programar, organizar y ejecutar las funciones
de la dirección de auditoría de entidades especiales, e informar de
las acciones y resultados;
b. Conocer y tramitar los informes de auditoría que rindan los
auditores gubernamentales, derivados de los trabajos ejecutados;
c. Elaborar un plan operativo anual.
Dirección de Calidad del Gasto Público: Fundamento Legal: Artículo 37 del
Reglamento de la Ley Orgánica de la Contraloría General de Cuentas. Se
encarga de analizar y evaluar la calidad y el impacto en el manejo de los
recursos y bienes del Estado y de sus entidades, organismos e instituciones, en
la ejecución física y financiera del presupuesto asignado; emitiendo
recomendaciones para su mejoramiento. Se encuentra a cargo de un director
asistido por un subdirector los cuales deben ser profesionales universitarios y
colegiados activos, con cinco años como mínimo de experiencia laboral en la
administración pública.
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Tiene a su cargo las atribuciones siguientes:
a. Realizar el análisis de impacto y de cumplimiento de objetivos de
los planes, programas y proyectos ejecutados por las entidades,
instituciones y organismos del Estado;
b. Coadyuvar en la ejecución de las funciones que le están
asignadas por la ley, al Subcontralor de Calidad de Gasto Público;
c. Emitir las recomendaciones correspondientes para garantizar la
calidad del gasto público, las cuales serán de cumplimiento
obligatorio por parte de las entidades, instituciones y organismos
del Estado.
d. Emitir los dictámenes que le sean requeridos por las entidades y
personal a que se refiere la ley, en aspectos relacionados con el
gasto público.
Dirección de Infraestructura Pública: Fundamento Legal: Artículo 38 del
Reglamento de la Ley Orgánica de la Contraloría General de Cuentas. Tiene a
su cargo coordinar, organizar, controlar, supervisar y dirigir las actividades de
fiscalización en todo lo concerniente a la obra e infraestructura pública de
carácter civil. Está a cargo de un Director asistido por un Subdirector, los
cuales deben ser profesionales universitarios, colegiados activos con un
mínimo de cinco años de experiencia en supervisión de obras públicas. A la
Dirección de Infraestructura Pública le corresponden las atribuciones
siguientes:
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Ministerio público
Creación del Ministerio Público En 1994, dentro de las reformas a la
Constitución se incluyeron las modificaciones de los artículos 251 y 252, a
partir de las cuales se separó al Ministerio Público de la Procuraduría General
de la Nación, que de acuerdo con la Constitución de 1985 configuraba hasta
entonces una sola institución. La nueva regulación estableció que al Fiscal
General le corresponde el ejercicio de la acción penal pública, mientras al
Procurador General de la Nación, la representación del Estado.
En mayo de 1994 entró en vigor la Ley Orgánica del Ministerio Público y en
julio el Código Procesal Penal. Ambos cuerpos normativos le otorgan a la
nueva institución la dirección de la investigación en la etapa preparatoria y la
acusación en la etapa de juicio. Estas funciones se derivan de los principios
del sistema acusatorio, en cuya esencia se encuentra la división de tareas entre
jueces y fiscales: a los primeros les corresponde el control de garantías y
juzgar y a los segundos la obligación de investigar los hechos punibles y el
ejercicio de la persecución penal.
En el nuevo proceso penal la investigación y el esclarecimiento de los delitos
le corresponde tanto al Ministerio Público, quien dirige a la Policía en la
investigación (art. 107 CPP), como a la Policía Nacional Civil, quien debe
investigar los hechos punibles e individualizar a los responsables (art. 112
CPP). En otras palabras, la investigación descansa en ambas instituciones que
deben coordinar las tareas necesarias para el esclarecimiento de los hechos
delictivos y la individualización de los responsables.
El primer Fiscal General, Ramsés Cuestas Gómez, fue nombrado el 15 de
mayo de 1994, apenas un mes y medio antes de la entrada en vigor del
Código. El perfil del primer fiscal general se alejaba fuertemente de lo que se
requeriría para dirigir la institución encargada de ejercer la acción penal. Sin
prácticamente ninguna experiencia en derecho penal, investigación criminal o
gestión de instituciones públicas. De acuerdo con MINUGUA, el Ministerio
Público poseía un inadecuado entendimiento de la información básica
necesaria para desarrollar una estrategia política para la investigación del
crimen, poco conocimiento de cómo organizar este esfuerzo y una relación
muy pobre con la Policía Nacional Civil.
Así que, para poder cumplir con los requerimientos del Código Procesal
Penal, el Ministerio Público creció rápidamente, hasta constituirse en un
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“elefante blanco”, es decir una institución costosa que poco contribuía al fin
para el cual había sido constituida, el esclarecimiento de delitos. En 1994
contaba únicamente con 47 fiscales, más personal administrativo. En sus tres
primeros años de funcionamiento llegó a tener más de 1,700 empleados, sin la
capacitación adecuada, sin controles adecuados de ingreso, y sin métodos
adecuados de funcionamiento que les permitieran gestionar la avalancha de
casos provenientes del Organismo Judicial.
A pesar de que se contaba con asesoría externa, en este caso asistencia técnica
canalizada desde MINUGUA en una primera etapa y luego el PNUD, la
misma no pudo revertir la inercia de la improvisación. Una de las fallas pudo
haber sido la urgencia en implementar los cambios, que dejaba poco espacio a
una implementación planificada y ordenada que pudiera evaluar y ajustar las
estrategias en marcha. Otra, que no se le dio el suficiente peso a la variable
“voluntad política” de las altas autoridades del Ministerio Público. Esta
variable generalmente se expresaba en la suscripción de un convenio, que
luego no tenía ni los recursos ni el apoyo político para ser implementado.
Pásara lo describe claramente, cuando analiza la cooperación internacional en
materia de justicia en Guatemala: “los actores externos a menudo se aferraron
al liderazgo o la influencia de determinada personalidad nacional, a los efectos
de llevar adelante un proyecto, con poca atención a las condiciones de
conjunto, tanto institucionales como sociales, que ponían límites determinados
al desarrollo posible del proyecto. Ante la constatación inicial de que no había
voluntad o compromiso suficientes con cambios y reformas, con frecuencia
los actores externos decidieron creer que la ejecución de los proyectos mismos
los generaría. Se demostró que esta opción conduce a que se otorgue fondos a
proyectos mal concebidos y técnicamente deficientes.
Esta tendencia no se modificó con los años. En 2002, de acuerdo con el
PNUD, de 2,217 personas que laboraban en la institución 67% se dedicaba a
tareas administrativas y apenas 774, un 33%, a tareas de investigación.
Aunado a esto, quienes ejercían estas funciones no fueron formados
adecuadamente, lo que produjo “un déficit de naturaleza teórica” que se
tradujo en “una lesión en el debido proceso”. El diseño curricular de la Unidad
de Capacitación Institucional del Ministerio Público, se encontraba orientado a
repetir aquellas materias que deberían haber estudiado en la Licenciatura, no
ha dotarles de herramientas para cumplir con los fines institucionales.
Tampoco hubo una evaluación de desempeño que permitiera medir el éxito o
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fracaso de las capacitaciones. En el mejor de los casos la capacitación era a la
carta, de acuerdo con las necesidades que expresaban los fiscales o
simplemente se aceptaba la oferta de cursos de la cooperación externa.
La improvisación, el desconocimiento y la ausencia de un compromiso real
para erradicar la impunidad permitieron que el trámite del expediente que se
encontraba en el centro de la cultura inquisitiva pasara prácticamente intacto
de los juzgados de instrucción a las agencias fiscales en el Ministerio Público.
Esta cultura pervivió inmune a las modificaciones legislativas, sobrevivió la
llamada “justicia de formularios.
A pesar de que la organización en el Ministerio Público era flexible, y habrían
podido separarse de la organización de los juzgados de instrucción, se
estableció “una organización refleja. Las nuevas agencias fiscales se
componían de: un agente, tres auxiliares fiscales, tres oficiales. El agente
fiscal, no dirigía la investigación sino se conformaba con delegar expedientes
y tareas a sus subalternos, quienes a su vez las delegaban en los oficiales,
quienes cumplían con su función enviando un oficio a la policía para que
investigara. Esta delegación de funciones rápidamente llegó a ser un problema
que abonaba a la ineficacia del sistema. Así lo señaló la Comisión de
Fortalecimiento de la Justicia, en 1998, “Existe una notoria delegación de
funciones. Cabe atribuir este fenómeno a prácticas heredadas, al
mantenimiento desmedido de la escrituralidad en las etapas iniciales del
proceso y también a la estructura orgánica de las fiscalías, que cuentan con un
escaso número de agentes y auxiliares fiscales en comparación con el personal
administrativo.
La distribución del trabajo entre fiscales se seguía haciendo como en los
antiguos juzgados de instrucción, los auxiliares fiscales y oficiales, tenían
casos asignados. No había una distribución de acuerdo con la gravedad de los
casos, la posibilidad de resolución o el uso de mecanismos simplificados. Aún
menos se consideraba reunir los casos por tipo delictivo o fenómeno criminal.
En otras palabras, un auxiliar fiscal podría tener en su mesa tanto homicidios
como daños a la propiedad o negación de alimentos, sin un criterio sobre
cuáles de ellos debía priorizar. Igualmente, varios funcionarios fiscales podían
encontrarse investigando de forma aislada uno de los varios homicidios
cometidos por una persona o un grupo criminal, sin comunicarse o coordinar,
ignorando las evidencias recolectadas en las investigaciones realizadas por sus
compañeros.
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Estas fallas son una expresión de un déficit más importante: a pesar de ser una
institución recién creada, no se explicitaron sus objetivos y prioridades en un
plan de persecución penal que permitiera dotarla de rumbo. A pesar de que el
Código Procesal Penal, permitía salidas diversas de acuerdo con la gravedad
del delito, no se dieron directrices claras, sobre aquello que debía investigarse
en el proceso ordinario y aquellos delitos en los que era preferible aplicar una
medida desjudicializadora. Cada Fiscal de Sección y Fiscal Distrital podía
definir discrecionalmente sus prioridades o no definir ninguna.
Las sucesivas destituciones de Fiscal General abonaron a esta falta de rumbo y
a la debilidad institucional. La reforma de la Constitución de 1993, a través de
la cual se creó el Ministerio Público, también establecía que el Presidente de la
República nombraba al Fiscal General y podría removerlo, por causa
justificada (artículo 251). Esta facultad, excesivamente amplia y discrecional
permitió que, salvo uno, Adolfo González Rodas (1998-2002)68, todos los
Fiscales Generales fueran destituidos u obligados a renunciar por cada nuevo
Presidente. Esta cláusula también limitaba seriamente la independencia de los
Fiscales Generales, quienes temían ser destituidos al ser electo un nuevo
Presidente o al tomar decisiones que pudieran ser consideradas lesivas contra
sus intereses. Esta facultad finalmente fue modificada en marzo de 2016,
cuando se restringió lo que se consideraba como causa justificada, a la
comisión de delito doloso.
En síntesis, si bien la creación del Ministerio Público pudo haber sido una
gran oportunidad para disminuir la impunidad y fortalecer la confianza
ciudadana en la justicia, las viejas prácticas del sistema inquisitivo se colaron
en la nueva institución. Asimismo, debido al perfil inadecuado de los fiscales
generales, y a su sucesivo reemplazo, el Ministerio Público padeció de falta de
independencia, una indefinición de metas y políticas, una organización que
favorecía la burocracia y un método de investigación formalista que abonaba a
la inefectividad.
Marco Institucional Y Organización Del Ministerio Público
1. Ubicación Institucional
El Ministerio Público es una institución auxiliar de la administración pública y
de los tribunales encargada, según la Constitución Política de la República, el
Código Procesal Penal y la Ley Orgánica que rige su funcionamiento, del
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ejercicio de la acción penal pública, así como de la investigación preliminar
para preparar el ejercicio de la acción.
A estos efectos, también tiene posibilidades de ejercer coerción sobre las
personas para poder cumplir con esta función y dirige a la policía en cuanto a
la investigación del delito se refiere. Ante estas funciones, tan importantes
para el respeto a la ley en el país, es explicable que exista la necesidad de
determinar con precisión su ubicación institucional, esto es, cual es la relación
que el Ministerio Público mantiene con las demás instituciones u organismos
del Estado. La preocupación proviene de la necesidad de garantizar que no se
abuse de tal poder. De esta manera se prevén los mecanismos constitucionales
y legales que permiten que el poder de persecución penal no sea utilizado con
intereses políticos sectoriales para perjudicar o beneficiar a alguna persona o
grupo.
La pregunta acerca de cuál es el lugar que debe ocupar el Ministerio Público
en el concierto institucional es un tema recurrente en muchos países, en
especial, en América latina, que ha ensayado varios modelos con distinta
suerte. Tradicionalmente, se han aplicado modelos que hicieron depender al
Ministerio Público del poder u órgano ejecutivo, del judicial, del legislativo y,
por último, los modelos que lo constituyeron en un órgano autónomo o extra
poder.
Guatemala no ha sido ajena a esta polémica, como lo demuestra el hecho de
que el sistema institucional del país dio distintas soluciones al problema. Hasta
la reforma constitucional de 1994, el que fuera el "antiguo" Ministerio
Público, que tenía funciones de participar en el proceso penal representando el
interés oficial, a la vez que le era encargada la representación del Estado, era
dependiente del Organismo Ejecutivo, aunque se le reconociera funciones
autónomas, puesto que el Presidente de la República podía nombrar y remover
del cargo al entonces Procurador General de la República y Jefe del Ministerio
Público (antiguo art. 251 Constitución Política).
Luego de la reforma constitucional, aquella institución se ha separado en dos:
Por una parte, la Procuraduría General de la República encargada de la
representación del Estado y por otra, el Ministerio Público, encargado del
ejercicio de la acción penal pública. Este último, a quien se le atribuye
funciones autónomas, ahora puede señalarse que efectivamente goza de mayor
autonomía funcional, puesto que si bien al Fiscal General lo elige el
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Presidente de la República, éste está limitado en su selección a una nómina
elaborada por una comisión de postulación que selecciona seis candidatos. Las
funciones autónomas del Ministerio Público han sido confirmadas por la
decisión de la Corte de Constitucionalidad que derogó el artículo 4 de la Ley
Orgánica (decreto 40-94) que permitía al Presidente de la República dictar
instrucciones generales al Fiscal General.
En este marco constitucional y legal, puede sostenerse que el Ministerio
Público es un órgano extra poder, es decir, no subordinado a ninguno de los
organismos del Estado, Legislativo, Ejecutivo y Judicial, sino que ejerce sus
funciones de persecución penal conforme lo prescrito en la Constitución
Política de la República y la ley, tal como lo señala el artículo 3 LOMP. Dicho
artículo también le da autonomía en su ejecución financiera y presupuestaria,
como uno de los mecanismos para garantizar la independencia que pregona la
ley. 2.
2. Principios que rigen el funcionamiento del ministerio publico
La Ley Orgánica del Ministerio Público de 1994 ha definido en sus normas
una serie de principios que rigen el funcionamiento de la institución. A
continuación, vamos a detallar estos principios:
1. Unidad: Conforme este principio, enunciado en el artículo 5 LOMP, el
Ministerio Público es único e indivisible, concepto que se traduce en
que cada uno de los órganos de la institución (ver art. 9 LOMP) lo
representa íntegramente, en la medida en que su actuación está
enmarcada en las atribuciones correspondientes al cargo.
Implicará esta, que el fiscal cuando interviene en el proceso lo hace
como representante del Ministerio de Público en su función de perseguir
penalmente conforme el principio de legalidad. Es decir, a través de él
es toda la institución la que está interviniendo. Por ello, a diferencia de
lo que ocurre con los jueces, no podrá anularse una diligencia o dejarse
de practicar invocando que el fiscal no tiene a su cargo el caso.
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Remisión a Agencias Fiscales: Se remitirán a las agencias fiscales las
denuncias, querellas y prevenciones policiales que denuncien la comisión de
delitos de acción pública que deban ser investigados.
De esta forma, la OAP realiza una labor de depuración que facilita el trabajo
posterior y descarga a las agencias fiscales. Para realizar su función la OAP
está formada por dos unidades: La Unidad de Recepción, Registro e
Información y la Unidad de Análisis y Distribución.
2º Conformación de la Agencia Fiscal como unidad de trabajo: La Agencia
Fiscal es una unidad de trabajo que actúa bajo la responsabilidad de un agente
fiscal o de un fiscal distrital, al que acompañan tres o cuatro auxiliares fiscales
y dos o tres oficiales. Actualmente, en función del volumen de trabajo, existen
en cada fiscalía distrital o municipal entre una y cinco Agencias Fiscales,
salvo en la Fiscalía Distrital de Guatemala que tiene treinta y cinco. La
Agencia Fiscal recibe los casos, tras la depuración de la OAP y debe ejercer la
persecución penal o ejercer las medidas desjudicializadoras oportunas.
3º Establecimiento de un sistema de turnos: Con el objeto de determinar el
mecanismo de asignación de casos, el modelo implementa los turnos. La
Agencia Fiscal conocerá de todos los casos que se pongan en conocimiento de
las autoridades del sistema penal (MP, OJ o PNC) durante su turno. El turno
tiene una duración de tres días para las Agencias Fiscales de la Fiscalía
Distrital de Guatemala y de un mes para las Agencias Fiscales de las restantes
fiscalías. Los fiscales de la agencia de turno deberán asistir personalmente a
las primeras diligencias (levantamiento de cadáver, inspección en el lugar del
delito, etc.) de los casos que les son asignados conforme lo indica el
reglamento de turnos.
4º Normalización del sistema de registros y seguimiento de casos: El sistema
de registro es un instrumento fundamental para poder levantar la información
que permite diseñar la política criminal de la institución, para controlar el
trabajo de los operarios y para informar a los usuarios sobre sus casos. El
Ministerio Público ha diseñado un libro de registro único de casos para la
OAP y otro para las agencias. Los oficiales son los encargados de llevar estos
libros de forma actualizada, aunque la responsabilidad última corresponde a
los agentes fiscales y a los fiscales de distrito.
5º Descarga de las funciones administrativas y financieras de los fiscales
distritales: Con el objeto de facilitar las labores de control jerárquico y de
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dirección de su agencia fiscal, se descarga al fiscal de distrito de funciones de
índole administrativo y financiero. Al efecto se crearon las plazas de asistente
financiero y de oficinista administrativo que asumen dichas obligaciones.
6º Atención a la víctima: Respondiendo a lo dispuesto en el artículo 26 de la
LOMP, se han organizado en todas las fiscalías distritales Oficinas de
Atención a la Víctima.
7º Intérprete: Con el fin de facilitar el acceso a la justicia de la población que
no domina el castellano, en las fiscalías que lo requieren existen plazas de
traductores e intérpretes de las otras lenguas habladas en Guatemala. Este
mismo modelo se ha aplicado, realizando las adaptaciones y correcciones
necesarias por su especialidad, a las Fiscalías de Sección
Funciones de los miembros del ministerio público
Si bien el artículo 2 de la LOMP establece las funciones y el artículo 5 la
unidad y jerarquía del Ministerio Público, ello no quiere decir que todos los
fiscales tengan las mismas funciones. La LOMP, delimita en términos
generales el área de trabajo y responsabilidad de los distintos miembros de la
carrera fiscal, funciones que a su vez deben distinguirse de la del resto del
personal, no fiscal, del Ministerio Público, como secretarios u oficiales.
Son fiscales del Ministerio Público el Fiscal General, los fiscales de distrito,
los fiscales de sección, los agentes y los auxiliares fiscales.
1. Fiscales de distrito y de sección Los fiscales de distrito son los jefes del
Ministerio Público en los departamentos o regiones que les fueren
encomendadas. Los fiscales de sección son los jefes de las fiscalías de
sección creadas por la ley o por el Consejo del Ministerio Público (art.
24 LOMP). La Ley Orgánica los responsabiliza del buen
funcionamiento de la Institución en su área o región y les encarga el
ejercicio de la acción penal pública.
De acuerdo con el artículo 28 de la LOMP, para ser fiscal de distrito o
de sección se requiere ser mayor de treinta y cinco años, poseer título de
abogado, ser guatemalteco de origen y haber ejercido la profesión por
cinco años.
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Conclusión
En resumen, la Contraloría General de Cuentas de
Guatemala juega un papel vital en el fortalecimiento de la
democracia y el buen gobierno, al garantizar la
transparencia, la eficiencia y la legalidad en el manejo de los
recursos públicos. Su labor es esencial para promover la
confianza de la ciudadanía en las instituciones
gubernamentales y contribuir al desarrollo
sostenible del país. Por supuesto, aquí tienes una conclusión
para complementar la introducción:
En resumen, el Ministerio Público no es solo un ente
abstracto dentro del sistema legal, sino una institución
compuesta por individuos comprometidos con la causa de la
justicia. A través de su labor diaria, estos profesionales del
derecho dan voz a los más vulnerables, persiguen la verdad
con diligencia y trabajan incansablemente para mantener la
integridad y la equidad en nuestro sistema judicial.
En un mundo donde la justicia a menudo parece esquiva, el
Ministerio Público representa una luz de esperanza, un
recordatorio de que, detrás de cada caso, hay personas reales
con historias reales que merecen ser escuchadas y
defendidas. Su labor humanizada nos recuerda que, en última
instancia, el objetivo del derecho no es solo castigar, sino
proteger y servir a la sociedad en su búsqueda eterna de
igualdad y justicia para todos.
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