Emociones Resumen

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La teoría de James Lange

La teoría de las emociones de James-Lange sugiere que las emociones son el resultado de
cambios físicos en el cuerpo. Según James y Lange, las respuestas de nuestro cuerpo a un
evento emocional, como un aumento de la frecuencia cardíaca o sudoración, son lo que
constituye nuestra experiencia emocional1. En otras palabras, no temblamos porque tenemos
miedo, sino que tenemos miedo porque temblamos.

Esta teoría se basa en la idea de que las respuestas fisiológicas preceden a la experiencia
consciente de la emoción. Cuando nos encontramos con un estímulo, se crea una respuesta
corporal y nuestro cerebro interpreta esta reacción física como una emoción. Por lo tanto, la
emoción no comienza con la experiencia consciente de la misma, sino con las respuestas
corporales a eventos externos.

William James y Carl Lange fueron los pioneros de esta teoría en la década de 1880. Aunque
sus enfoques eran diferentes, ambos estuvieron de acuerdo en que la emoción no comenzaba
con la experiencia consciente, sino con las respuestas corporales a eventos externos. La teoría
de James-Lange ha sido objeto de más de un siglo de investigación sobre la fisiología de las
emociones, y críticos notables de esta teoría (como la teoría de Cannon-Bard) también han
ganado mucha atención por parte de los investigadores.

Teoría Cannon Bard

La teoría de las emociones de Cannon-Bard es una explicación fisiológica de las emociones


desarrollada por Walter Cannon y Philip Bard. A diferencia de la teoría de James-Lange, que
sugiere que las personas y los animales sienten emociones porque procesan conscientemente
sus respuestas fisiológicas a los estímulos, la teoría de Cannon-Bard sostiene que las
emociones desencadenan “sentimientos” afectivos y respuestas fisiológicas simultáneamente
en diferentes regiones del cerebro.

¿Cómo funciona la teoría de Cannon-Bard?

EL control de la experiencia emocional: Según esta teoría, el tálamo (una parte del cerebro)
controla la experiencia emocional. El tálamo recibe información sensorial y la transmite a la
corteza cerebral y la amígdala.

Procesamiento cortical: La corteza cerebral procesa los detalles del estímulo. Por ejemplo, si
ves una araña, la corteza analizará la información visual y contextual.

Respuesta emocional: Simultáneamente, la amígdala (otra parte del cerebro) desencadena una
respuesta emocional. En el caso de la araña, podrías sentir miedo o aversión.

En resumen, la teoría de Cannon-Bard sugiere que las respuestas fisiológicas y las experiencias
emocionales ocurren simultáneamente pero de manera independiente. Por ejemplo, ver una
araña puede desencadenar tanto una respuesta física (como apartar la mano) como una
respuesta emocional (como sentir miedo). Esta teoría representa un cambio desde la teoría de
James-Lange y se centra en los mecanismos cerebrales centrales como la causa de las
emociones.

Teoría Stanley Schachter

Stanley Schachter fue un psicólogo estadounidense reconocido por su teoría del doble origen
de la emoción. Esta teoría sostiene que las emociones surgen de la suma de un estímulo físico
y la cognición o interpretación que el sujeto hace de esa sensación que experimenta1. En otras
palabras, nuestras emociones no solo dependen de las respuestas fisiológicas de nuestro
cuerpo, sino también de cómo interpretamos esas respuestas.

Algunos aspectos claves de la teoría de Schachter:

Activación fisiológica: Según Schachter, cuando experimentamos una emoción, primero ocurre
una activación fisiológica. Por ejemplo, nuestro corazón puede latir más rápido o sudamos
debido a un estímulo.

Interpretación cognitiva: Luego, realizamos una interpretación cognitiva de esa activación.


¿Por qué estamos sintiendo esto? ¿Qué está sucediendo? Nuestra mente busca una
explicación.

Emoción resultante: la combinación de la activación fisiológica y la interpretación cognitiva da


como resultado una emoción específica. Por ejemplo, si nos encontramos en una situación
peligrosa y sentimos nuestro corazón acelerado, podríamos interpretarlo como miedo.

Esta teoría sugiere que nuestras emociones no son simplemente reacciones automáticas a
estímulos, sino que también involucran procesos cognitivos.

La Teoría de la Emoción de Schachter y Singer es una teoría influyente en la psicología que fue
desarrollada por los psicólogos Stanley Schachter y Jerome Singer en la década de 1960. Esta
teoría sostiene que las emociones son el resultado de dos factores interrelacionados: una
respuesta fisiológica y una interpretación cognitiva.

Las características clave de la Teoría de la Emoción de Schachter y Singer:

Respuesta Fisiológica: Según esta teoría, las emociones se originan a partir de la interpretación
que hacemos de las respuestas fisiológicas periféricas de nuestro organismo. En otras palabras,
cuando experimentamos una emoción, nuestro cuerpo responde con cambios fisiológicos
(como aumento del ritmo cardíaco o sudoración), y nuestra percepción de estos cambios
influye en cómo interpretamos la situación emocional.

Evaluación Cognitiva: La cualidad específica de la emoción (por ejemplo, miedo, tristeza o


alegría) está determinada por cómo evaluamos cognitivamente la situación que ha provocado
esas respuestas fisiológicas. Nuestra interpretación cognitiva de la situación influye en el tipo
de emoción que experimentamos.

Estudio de Schachter y Singer: Para probar su teoría, llevaron a cabo un experimento en 1962.
Administraron una inyección de epinefrina (adrenalina) a un grupo de sujetos voluntarios.
Luego, formaron cuatro grupos experimentales y les proporcionaron diferentes niveles de
información sobre los efectos de la inyección. Los resultados confirmaron, en líneas generales,
la Teoría de la Emoción.
En resumen, esta teoría destaca la interacción entre la fisiología y la cognición en la
experiencia emocional, y cómo nuestras interpretaciones afectan la intensidad y la cualidad de
nuestras emociones.

La Teoría de Paul Ekman

La Teoría de las Emociones de Paul Ekman es una teoría influyente en la psicología que se
centra en las emociones básicas y sus expresiones faciales universales.

Paul Ekman , fue un psicólogo pionero en el estudio de las emociones, identificó seis
emociones fundamentales que consideró innatas y compartidas por todas las personas. A
continuación, te presento estas seis emociones:

Ira: La ira surge en respuesta a situaciones aversivas o frustrantes. Es una activación del cuerpo
que nos prepara para luchar contra una amenaza o huir de ella. Sin embargo, en ocasiones, la
ira puede ser constante y causar problemas en diferentes áreas de la vida, como lo social,
laboral, de pareja e incluso la salud física. Según la teoría de las emociones básicas de Paul
Ekman, la ira se asocia con problemas cardíacos.

Asco: El asco tiene su origen en la protección contra alimentos potencialmente tóxicos.


Aunque en ocasiones sentimos rechazo hacia ciertos alimentos sin que sean perjudiciales para
nuestro organismo. Además, no solo los alimentos pueden provocar asco, sino también ciertos
olores, sensaciones táctiles o imágenes.

Miedo: El miedo es una respuesta adaptativa ante peligros. Prepara al organismo para huir de
situaciones potencialmente amenazantes. Sin embargo, también experimentamos miedos
irracionales, como las fobias, donde el peligro no es real o es muy improbable.

Alegría: La alegría es un estado emocional placentero en el que evaluamos una situación como
positiva. Durante la alegría, suele haber un bajo nivel de ansiedad, buenas expectativas sobre
el futuro y altos niveles de energía y motivación.

Tristeza: La tristeza es una emoción relacionada con la pérdida, la decepción o la nostalgia. Se


manifiesta con una sensación de pesar y una disminución de la energía. Aunque puede ser
dolorosa, también cumple una función adaptativa al permitirnos procesar y aceptar
situaciones difíciles.

Sorpresa: Ekman añadió la sorpresa como la sexta emoción básica. Es una reacción ante lo
inesperado y se manifiesta con una apertura de los ojos y una expresión facial característica.

Además de identificar estas emociones, Ekman también estudió las expresiones faciales
universales asociadas a cada una. Estas expresiones son reconocibles en diferentes culturas y
ayudan a comprender el estado emocional real de las personas.

Circuito Papez

El circuito de Papez es una red de estructuras cerebrales que desempeña un papel crucial en la
memoria y las emociones. Fue propuesto por el neurólogo estadounidense James Papez en
1937 y previamente investigado por el médico alemán Christfried Jakob. Aunque inicialmente
se vinculó al procesamiento emocional, su función principal está relacionada con la memoria y
su procesamiento, especialmente en una de las estructuras clave: el hipocampo.
Estructura del Circuito de Papez:

El circuito comienza en el hipocampo y se conecta con otras estructuras en una secuencia


específica.La formación hipocampal se conecta inicialmente con el fórnix.

El fórnix, a su vez, se conecta con los cuerpos mamilares. Los cuerpos mamilares están
vinculados al tracto mamilotalámico. El núcleo anterior del tálamo también forma parte del
circuito.El giro cingulado es otra estructura conectada. Finalmente, el circuito se cierra al
volver al hipocampo.

Ampliación como Sistema Límbico:

El físico y neurocientífico estadounidense Paul Donald MacLean reconceptualizó el circuito de


Papez como parte del sistema límbico.

El sistema límbico incluye un conjunto de estructuras localizadas alrededor del tálamo, bajo la
corteza cerebral.

Su papel principal abarca la formación de la memoria, el aprendizaje, la atención, las


emociones y la conducta.

Además de las estructuras mencionadas, otras como el hipotálamo y la amígdala (implicada en


la emoción) también forman parte del sistema límbico.

Relación con Enfermedades:

El circuito de Papez puede estar relacionado con la memoria y el daño a sus componentes en
enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer, el síndrome de Korsakoff, la demencia
semántica y la amnesia global.

Síndrome de Kluver-Bucy

El síndrome de Klüver-Bucy es un trastorno neuropsiquiátrico raro que resulta de lesiones


bilaterales en la región anterior del lóbulo temporal del cerebro, específicamente en las
amígdalas y el hipocampo. Este conjunto de síntomas afecta especialmente a la regulación de
las emociones y de la percepción. A continuación, te proporciono más detalles sobre este
síndrome:

Síntomas del Síndrome de Klüver-Bucy:

Falta de temor ante estímulos: Las personas con este síndrome no experimentan miedo o
ansiedad ante situaciones que normalmente deberían generar estas emociones.

Ausencia de valoración del riesgo: La percepción del peligro está disminuida, lo que puede
llevar a comportamientos arriesgados.

Mansedumbre y obediencia: Los afectados muestran una docilidad inusual y una falta de
agresividad.

Hipersexualidad indiscriminada: Se observa un aumento en la conducta sexual sin


restricciones.

Hiperfagia: Las personas comen excesivamente y sin control, incluso ingiriendo objetos no
comestibles.
Hiperoralidad: Tienen una tendencia a explorar todo con la boca.

Hipermetamorfosis: Reaccionan de manera exagerada ante estímulos visuales y tienden a


imitarlos.

Agnosia visual: Falta de reconocimiento visual.

Alteraciones de memoria: Problemas en la retención y recuperación de información.

Problemas de lenguaje o afasias: Pueden presentar dificultades en la comunicación verbal.

Expresión de ira o rabia de forma plácida y aparentemente arreactiva2.

Causas del Trastorno:

El síndrome de Klüver-Bucy se produce como consecuencia directa de la extirpación o lesión


bilateral del complejo amigdalino y parte de los lóbulos temporales. Generalmente, se ven
afectados el hipocampo y el uncus.

Esta destrucción explica la sintomatología relacionada con la afectividad, la emisión o


inhibición de respuestas emocionales, la gestión de la agresividad y la sexualidad, entre otros
aspectos2.

Tratamiento y Perspectivas:

No existe una cura para este síndrome, pero se pueden establecer tratamientos para controlar
los síntomas.

La recuperación es limitada en la mayoría de los casos debido a la gravedad de las lesiones


cerebrales.

El cerebro Trino

El cerebro trino es una teoría que sugiere que el cerebro humano está compuesto por tres
partes principales, cada una con funciones específicas. Aunque esta teoría no es ampliamente
aceptada en la comunidad científica, es interesante explorarla. Aquí están las tres partes del
cerebro trino:

Cerebro reptiliano: Esta es la parte más primitiva del cerebro y se cree que está involucrada en
funciones básicas como la supervivencia, la agresión y la reproducción. Controla las respuestas
instintivas y automáticas.

Cerebro límbico: El cerebro límbico está relacionado con las emociones, la memoria y la
motivación. Incluye estructuras como el hipotálamo, la amígdala y el hipocampo. Es
responsable de nuestras respuestas emocionales y la formación de recuerdos.

Corteza cerebral: La corteza cerebral es la parte más desarrollada del cerebro humano y está
involucrada en funciones cognitivas superiores, como el pensamiento abstracto, la
planificación, el lenguaje y la toma de decisiones. Se divide en diferentes áreas, cada una con
funciones específicas.

ESTIMULACION CEREBRAL

En la década de 1950, James Olds y Peter Milner, trabajando en los laboratorios de la


Universidad McGill, realizaron un descubrimiento notable y clásico. Observaron que los pulsos
de estimulación eléctrica aplicados a áreas estratégicas del cerebro de las ratas tenían valor de
recompensa; es decir, los animales aprendieron a repetir respuestas asociadas con la
estimulación. A través de experimentos posteriores, confirmaron que podían entrenar a las
ratas para ejecutar comportamientos novedosos, como presionar una palanca, a fin de recibir
trenes de pulsos cortos de estimulación cerebral.

Este fenómeno se conoce como “recompensa de estimulación cerebral” (BSR). La BSR se


produce mediante la estimulación directa de regiones específicas del cerebro y puede servir
como un reforzador operante robusto. La estimulación dirigida activa el circuito del sistema de
recompensa y establece hábitos de respuesta similares a los establecidos por recompensas
naturales, como la comida y el sexo3. Además, la BSR se ha encontrado en todos los
vertebrados probados, incluidos los humanos, y ha sido una herramienta útil para comprender
cómo se procesan las recompensas naturales en regiones y circuitos cerebrales específicos, así
como la neurotransmisión asociada con el sistema de recompensa.

En resumen, los estudios de Olds y Milner sobre la estimulación cerebral proporcionaron


información valiosa sobre cómo ciertas áreas del cerebro están relacionadas con la
recompensa y la motivación.

Hemisferio derecho e izquierdo

El cerebro humano es un órgano complejo y fascinante que nos permite pensar, sentir,
aprender y experimentar el mundo que nos rodea. Una característica notable del cerebro es su
división en dos hemisferios: el hemisferio derecho y el hemisferio izquierdo1. Aunque estos
hemisferios están interconectados y trabajan juntos en la mayoría de las funciones cognitivas y
emocionales, también presentan diferencias funcionales y estructurales que influyen en
nuestra forma de procesar la información y de interactuar con el mundo.

Aquí hay algunas diferencias clave entre los hemisferios cerebrales:

Lateralización funcional:

El hemisferio izquierdo es responsable principalmente de funciones analíticas y lógicas, como


el lenguaje, la matemática y la resolución de problemas.

Por otro lado, el hemisferio derecho está más asociado con funciones creativas y emocionales,
como la música, la percepción espacial y la interpretación de emociones.

Procesamiento de la información:

El hemisferio izquierdo tiende a procesar la información de manera secuencial y lineal.

En contraste, el hemisferio derecho procesa la información de manera holística y simultánea.


Por ejemplo, al leer, el hemisferio izquierdo analiza las palabras y las estructuras gramaticales,
mientras que el hemisferio derecho interpreta el contexto y el significado emocional.

Procesamiento del lenguaje:

El hemisferio izquierdo es responsable de la mayoría de las funciones lingüísticas en individuos


diestros, incluidos el habla, la comprensión, la lectura y la escritura.

En cambio, el hemisferio derecho está más involucrado en el procesamiento de la prosodia


(entonación y ritmo del habla) y en la interpretación del lenguaje no verbal, como las
expresiones faciales y el lenguaje corporal.
En cuanto a las emociones, la investigación sugiere que los hemisferios cerebrales también
presentan diferencias en la percepción y regulación emocional. El hemisferio derecho está más
involucrado en la experiencia y expresión de emociones negativas, como el miedo y la tristeza,
mientras que el hemisferio izquierdo tiende a estar más equilibrado en la regulación
emocional.

CASO GAGE

Phineas P. Gage fue un obrero estadounidense de ferrocarriles nacido en 1823 cerca de


Lebanon, New Hampshire. Su vida dio un vuelco dramático el 13 de septiembre de 1848,
cuando tenía 25 años. En ese momento, Gage estaba trabajando en Cavendish, Vermont,
liderando un equipo que preparaba una vía de ferrocarril para la Rutland and Burlington
Railroad mediante explosiones para despejar rocas. Alrededor de las 4:30 p.m., mientras Gage
utilizaba una barra de hierro de 43 pulgadas de largo y 13 libras para compactar la pólvora en
un agujero en la roca, la pólvora detonó inesperadamente. La barra de hierro salió del agujero
y entró por el lado izquierdo de la cara de Gage, pasando detrás de su órbita ocular izquierda,
penetrando la base de su cráneo y atravesando el lóbulo frontal izquierdo hacia arriba antes de
salir por la parte superior de su cráneo.

Sorprendentemente, Gage no solo sobrevivió al accidente, sino que se mantuvo consciente en


todo momento. Después del incidente, fue capaz de pararse, hablar y caminar hasta un carro
de bueyes para ser transportado casi una milla hasta la posada donde residía en el pueblo de
Cavendish. El doctor Edward H. Williams llegó aproximadamente una hora después para
examinar a Gage. Williams observó pulsaciones visibles del cerebro expuesto de Gage a través
de una abertura en forma de embudo invertido en la parte superior de su cráneo, desde la cual
sobresalía tejido cerebral. A pesar de la gravedad de la lesión, Gage se consideró
completamente recuperado y eventualmente volvió a solicitar su puesto anterior como
capataz.

Este caso es famoso en la psicología y la neurociencia, ya que muestra la resiliencia del cerebro
humano y tuvo un profundo impacto en la comprensión temprana de la localización cerebral.
La trayectoria probable de la barra de hierro a través de las estructuras del lóbulo frontal
izquierdo proporcionó información valiosa sobre su supervivencia improbable y los cambios
selectivos en su comportamiento después de esta masiva lesión cerebral traumática.

Estrés

El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que percibimos como
amenazantes o desafiantes. A lo largo de este proceso, el organismo experimenta una serie de
cambios físicos y emocionales. Según las investigaciones realizadas por Hans Selye en 1975,
estas reacciones se manifiestan en tres fases12:

Fase de Alarma:

Durante esta etapa, aparecen los síntomas iniciales del estrés frente a una agresión.
Los síntomas pueden incluir respiración entrecortada y acelerada, aumento del ritmo cardíaco,
aumento de la presión arterial, sensación de tener un nudo en la garganta o en el estómago,
ansiedad y angustia.

La adrenalina es liberada para preparar al cuerpo para una acción rápida.

Fase de Resistencia:

Esta fase es una continuación de la primera.

Permite compensar los gastos de energía ocasionados por el estrés prolongado y evitar el
agotamiento del organismo.

Se secretan glucocorticoides que elevan la glucosa al nivel necesario para el buen


funcionamiento del corazón, el cerebro y los músculos.

Las personas afectadas pueden adoptar diferentes conductas: algunos se preparan para
afrontar el estrés, mientras que otros siguen viviendo sin preocuparse por solucionar su estado
o tratando de evitar situaciones que puedan activarlo.

Fase de Agotamiento:

Cuando el estrés es constante y severo, el organismo pierde su capacidad de respuesta y se


agota.

La persona afectada ya no puede afrontar las agresiones.

Las reservas psíquicas y biológicas se agotan.

Durante esta fase, es probable que se desarrollen patologías que provoquen que el organismo
pierda su capacidad de activación.

En resumen, estas tres fases representan la progresión del estrés desde la alerta inicial hasta el
agotamiento extremo. Es importante reconocer estas etapas para manejar adecuadamente el
estrés y cuidar nuestra salud mental y física.

El eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA) es un sistema neurobiológico crucial en la


respuesta al estrés. Permíteme explicarte cómo funciona:

Hipotálamo: Esta pequeña estructura en el centro del cerebro actúa como el regulador
maestro. Cuando percibe una amenaza o estrés, libera el factor liberador de corticotropina
(CRF).

Glándula Pituitaria: También conocida como la “glándula maestra”, la pituitaria responde al


CRF liberando la hormona adrenocorticotrópica (ACTH).

Glándulas Suprarrenales: Estas glándulas, ubicadas sobre los riñones, liberan hormonas como
el cortisol, la aldosterona y la adrenalina (epinefrina). Estas hormonas afectan la frecuencia
cardíaca, la presión arterial y la respiración.

En situaciones de estrés, el eje HPA activa estas respuestas adaptativas para ayudarnos a
sobrevivir.

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