Resumen DIPriv Parte Especial
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b) su residencia habitual, en el Estado en que vive y establece vínculos durables por un tiempo prolongado. La
persona humana no puede tener varios domicilios al mismo tiempo.
La redacción de la norma refleja una calificación autónoma de domicilio y residencia habitual, que evita al intérprete
la necesidad jurídica de definir la calidad del domicilio o residencia. Esa finalidad es comprensible desde la
perspectiva internacional, ya que lo relevante es donde reside la persona humana con la intención de establecerse
(domicilio) y el lugar donde vive y establece vínculos durables por tiempo prolongado (residencia). En el primer caso,
la intención de establecerse exige una registración documental, una residencia registrada con el propósito de
acreditar la intención y; en el segundo, es una cuestión fáctica que se demuestra por cualquier medio probatorio.
En el derecho nacional, el domicilio real es el lugar de residencia habitual del sujeto y en caso de ejercer actividad
profesional o económica el del asiento de esa actividad para las obligaciones de su ocupación (domicilio legal). Para
el ámbito internacional solo se tiene en cuenta el domicilio a secas y en subsidio la residencia habitual o simple
residencia, pero no concurren clasificaciones de domicilio.
El domicilio de las personas menores de edad se encuentra en el país del domicilio de quienes ejercen la
responsabilidad parental; si el ejercicio es plural y sus titulares se domicilian en estados diferentes, las personas
menores de edad se consideran domiciliadas donde tienen su residencia habitual.
Por esa función, la norma indirecta en análisis fija el domicilio de quienes la ejercen como derecho regulador para el
cuidado del niño o adolescente. Por residencia habitual debe entenderse donde el niño desarrolla su centro de vida,
donde estudia, mantiene lazos afectivos permanentes y como sujeto en desarrollo, el espacio donde construye su
personalidad. La competencia judicial es la del domicilio de los padres mientras convivan y en caso de que la
responsabilidad parental sea plural por residir los padres en Estados diferentes, el de la residencia del niño.
Las acciones de validez, nulidad y disolución del matrimonio, así como las referentes a los efectos del matrimonio,
deben interponerse ante los jueces del último domicilio conyugal efectivo o ante el domicilio o residencia habitual del
cónyuge demandado.
En la norma en análisis se establece la jurisdicción de los jueces locales para las acciones que versen sobre la validez,
nulidad y disolución del matrimonio, así como aquellas relativas a los efectos del matrimonio si el último domicilio
conyugal efectivo o el domicilio o residencia habitual del cónyuge demandado se encuentran en nuestro país. El
ámbito de aplicación material delimitado en la norma corresponde entonces a la validez, nulidad, disolución del
matrimonio y a los efectos. Estos últimos pueden ser tanto personales como patrimoniales puesto que la norma no
excluye a ninguno de ellos ni el Código contiene normas especiales de atribución de jurisdicción para unos u otros.
La capacidad de las personas para contraer matrimonio, la forma del acto, su existencia y validez, se rigen por el
derecho del lugar de la celebración, aunque los contrayentes hayan dejado su domicilio para no sujetarse a las
normas que en él rigen.
No se reconoce ningún matrimonio celebrado en un país extranjero si media alguno de los impedimentos previstos en
los artículos 575, segundo párrafo y 403, incisos a), b), c), d) y e). El derecho del lugar de celebración rige la prueba de
la existencia del matrimonio.
El art. implica una regla especial frente a la norma general que rige la capacidad en el art. 2616—, la forma del acto,
su existencia y validez y los somete a la ley del lugar de celebración del matrimonio. La elección de ese derecho por
parte del legislador resulta razonable y justificada puesto que lo que se procura es que los matrimonios sean válidos,
al punto tal que la propia disposición dispensa el posible fraude a la ley.
El segundo párrafo de la norma contiene una norma internacionalmente imperativa, tal como la define el art. 2599
CCyC. Es decir, que estas imponen la aplicación inmediata del derecho argentino excluyendo la aplicación del
derecho elegido por las normas en conflicto. Se faculta a los Estados partes a reconocer, o no, el matrimonio
celebrado en uno de ellos cuando se halle afectado alguno de los siguientes impedimentos: falta de edad núbil,
parentesco en línea recta por consanguinidad o afinidad, parentesco entre hermanos, homicidio del otro cónyuge y
ligamen.
Son competentes para entender en la sucesión por causa de muerte, los jueces del último domicilio del causante o los
del lugar de situación de los bienes inmuebles en el país respecto de éstos.
La norma del CCyC sigue el segundo de los sistemas antes mencionados (sucesión romana - sustitución persona),
morigerado por el principio del patrimonio. En efecto, en primer orden fija la jurisdicción ante los jueces del último
domicilio del causante o los del lugar de situación de bienes inmuebles en el país respecto de estos. La disposición
prescribe la vigencia del sistema de unidad, pero desplaza la competencia a favor de jueces argentinos cuando
existen inmuebles en la República. La excepción tiene por objeto solo esos bienes.
Ahora bien, si el causante con domicilio en el extranjero dejó en el país inmuebles en diferentes provincias, tiene
competencia el juez de cualquiera de las jurisdicciones donde se encuentren los bienes, sin importar el valor o la
cantidad de ellos, a opción de quien promueva el juicio sucesorio.
La sucesión por causa de muerte se rige por el derecho del domicilio del causante al tiempo de su fallecimiento.
Respecto de los bienes inmuebles situados en el país, se aplica el derecho argentino.
El CCyC se enrola en el principio de unidad y universalidad de la sucesión, ya que se la regula por el derecho del
domicilio del causante al tiempo de su fallecimiento.
La parte final del artículo dispone que respecto de los bienes inmuebles situados en el país se aplique el derecho
argentino. Esa disposición funciona como norma internacionalmente imperativa.
Las formas y solemnidades de los actos jurídicos, su validez o nulidad y la necesidad de publicidad, se juzgan por las
leyes y usos del lugar en que los actos se hubieren celebrado, realizado u otorgado.
Si los contratantes se encuentran en distintos Estados al tiempo de la celebración, la validez formal del acto se rige
por el derecho del país de donde parte la oferta aceptada o, en su defecto, por el derecho aplicable al fondo de la
relación jurídica.
La primera parte de la norma establece que las formas y solemnidades de los actos jurídicos, su validez o nulidad y la
necesidad de publicidad se juzgan por las leyes y usos del lugar en que los actos se hubieren celebrado, realizado u
otorgado. Es un principio indiscutido, de naturaleza facultativa, que la forma (apariencia) de los actos jurídicos está
sujeta a las prescripciones del lugar donde se realizan.
El tercer apartado de la norma indica que el contrato es válido (en cuanto a su forma) si se cumple con la del
derecho del país de donde parte la oferta aceptada o, en su defecto, por el derecho aplicable al fondo de la relación
jurídica. En contratos entre presentes, los particulares lo perfeccionan en un tiempo concreto y están en el mismo
lugar. En los contratos entre personas que están en distintos Estados al tiempo de la celebración (al emitir cada una
su declaración de voluntad) la norma adopta la ley del país de donde parte la oferta de celebración, ya que esa
oferta es la que constituye la apariencia (confianza) de propuesta.
ARTÍCULO 2650. Contratos – Jurisdicción:
No existiendo acuerdo válido de elección de foro, son competentes para conocer en las acciones resultantes de un
contrato, a opción de actor:
a) los jueces del domicilio o residencia habitual del demandado. Si existen varios demandados, los jueces del
domicilio o residencia habitual de cualquiera de ellos;
c) los jueces del lugar donde se ubica una agencia, sucursal o representación del demandado, siempre que ésta haya
participado en la negociación o celebración del contrato.
La norma faculta elegir la competencia internacional y puede realizarse en la celebración del contrato, durante su
vigencia o una vez surgido el litigio. Esa potestad no debe confundirse con el derecho aplicable, solo implica la
libertad para determinar el lugar de asiento del juicio. Luego, en ese ordenamiento jurídico se aplicará el derecho
creado por las partes o el derecho material del designado foro.
Ahora bien, la jurisdicción designada es exclusiva y por lo tanto no pueden ejercitarse acciones judiciales en otra
competencia. El art. 2606 CCyC dispone que “El juez elegido por las partes tiene competencia exclusiva, excepto que
ellas decidan expresamente lo contrario”.
El lugar designado puede ser el del domicilio de cualquiera de las partes o de un tercer Estado; lo normal es que
responda a la primera de las opciones.
Ante la ausencia de autonomía de la voluntad (competencia exclusiva) la norma contempla una variedad de
jurisdicciones concurrentes. Se trata de un derecho potestativo del actor a quien se faculta ocurrir ante tribunales
del domicilio o residencia habitual del demandado (ccte. art. 2606 CCyC) o en caso de ser varios, ante los jueces del
domicilio o residencia habitual de cualquiera de ellos.
Los contratos se rigen por el derecho elegido por las partes en cuanto a su validez intrínseca, naturaleza, efectos,
derechos y obligaciones. La elección debe ser expresa o resultar de manera cierta y evidente de los términos del
contrato o de las circunstancias del caso. Dicha elección puede referirse a la totalidad o a partes del contrato.
La norma en análisis recepta la autonomía de la voluntad como derecho de relaciones contractuales particulares
internacionales (excluye relaciones jurídicas públicas) en el ámbito civil o comercial. El derecho elegido puede ser
integral o parcial con respecto a los elementos del contrato, por ejemplo, puede darse que una ley regule las
prestaciones de cada parte, mientras que otra ley sistematice las facultades de modificación o extinción.
La norma contempla que la elección de la ley pueda efectuarse al momento de la celebración o durante su ejecución,
pero tiene el límite de que esa modificación que produce que el contrato se reglamente por otro derecho no puede
afectar la validez del contrato original ni los derechos de terceros. Esa solución tiene por finalidad observar el
principio de conservación del contrato con respecto a su existencia y prerrogativas de terceros, y específicamente
aventar la hipótesis de fraude a la ley contemplada en los arts. 12 y 2598 ccyc.
El límite de la libertad contractual está contenido en los principios de orden público y las normas internacionalmente
imperativas del derecho argentino, ya que el inc. e dispone que cualquiera sea la ley que rija el contrato se debe
respetar el derecho regulador bajo nociones de orden público.
De igual modo, se fija como norma de policía la prohibición de celebrar contratos en la república para violar normas
internacionalmente imperativas de una nación extranjera de necesaria aplicación al caso (art. 2651, inc. f, ccyc).
Este artículo no se aplica a los contratos de consumo, ya que la finalidad de protección de la parte estructuralmente
débil se vincula con el principio de mayor favorabilidad de las leyes del país del domicilio del consumidor.
ARTÍCULO 2652. Determinación del derecho aplicable en defecto de elección por las partes – Contratos.
En defecto de elección por las partes del derecho aplicable, el contrato se rige por las leyes y usos del país del lugar
de cumplimiento.
Si no está designado, o no resultare de la naturaleza de la relación, se entiende que lugar de cumplimiento es el del
domicilio actual del deudor de la prestación más característica del contrato. En caso de no poder determinarse el
lugar de cumplimiento, el contrato se rige por las leyes y usos del país del lugar de celebración.
La perfección de los contratos entre ausentes se rige por la ley del lugar del cual parte la oferta aceptada.
En virtud de la internacionalidad del contrato, en aquellos casos en que no pueda precisarse el lugar de
cumplimiento, la norma establece que el contrato se rige por las leyes y usos del país del lugar de celebración. es
decir, se utiliza la conexión más antigua del derecho internacional privado.
Ahora bien, si el lugar de cumplimiento no estuviera designado en el contrato, se debe f ijar en función de la
naturaleza de la relación cuya respuesta la brinda la calificación del contrato de conformidad a un tipo legal
contractual específico.
La calificación del acuerdo permite interpretar el lugar de cumplimiento entendido como el domicilio actual del
deudor obligado a cumplir la prestación más característica del contrato. se debe fijar cuál es la prestación
contractual que identifica el negocio jurídico; por ejemplo, en la locación de obra, la realización de la edificación; en
la compraventa, el lugar de situación del bien inmueble o en ventas de bienes muebles transportables, el domicilio
de la parte vendedora o entrega de la mercadería; en marcas y patentes, el lugar de su registración.
De conformidad con esas consideraciones, el art. 2652, in fine, ccyc dispone que la perfección de los contratos entre
ausentes se rige por la ley del lugar del cual parte la oferta aceptada. es una conexión rígida pero necesaria para
brindar seguridad jurídica en las transacciones internacionales entre ausentes
Las demandas que versen sobre relaciones de consumo pueden interponerse, a elección del consumidor, ante los
jueces del lugar de celebración del contrato, del cumplimiento de la prestación del servicio, de la entrega de bienes,
del cumplimiento de la obligación de garantía, del domicilio del demandado o del lugar donde el consumidor realiza
actos necesarios para la celebración del contrato.
También son competentes los jueces del Estado donde el demandado tiene sucursal, agencia o cualquier forma de
representación comercial, cuando éstas hayan intervenido en la celebración del contrato o cuando el demandado las
haya mencionado a los efectos del cumplimiento de una garantía contractual.
La acción entablada contra el consumidor por la otra parte contratante sólo puede interponerse ante los jueces del
Estado del domicilio del consumidor.
El ccyc presupone que en las relaciones de consumo existe una asimetría contractual y que ella también está
presente en el ámbito procesal. De allí que en materia de jurisdicción internacional se maximice el principio de
proximidad razonable con la finalidad de reequilibrar al consumidor y este pueda ejercer acciones legales ante una
variedad de foros.
los foros para promover una demanda judicial son razonables, previsibles y se distinguen conexiones según sea
quien demande. cuando es el consumidor contra el proveedor, a su elección, puede hacerlo en:
Esos foros son personales del consumidor con legitimación activa propia, pero no son transferibles a una asociación
de consumidores y usuarios a cargo de la defensa de intereses colectivos por cuenta de consumidores.
En cambio, cuando demanda el proveedor al consumidor es competente únicamente el tribunal del domicilio del
consumidor, salvo el supuesto de que sea reconvenido el consumidor.
En relaciones de consumo el ccyc no admite el acuerdo de elección de foro. es una materia indisponible para las
partes ya que además de la asimetría presupuesta, el control judicial es acentuado.
Los contratos de consumo se rigen por el derecho del Estado del domicilio del consumidor en los siguientes casos:
a) si la conclusión del contrato fue precedida de una oferta o de una publicidad o actividad realizada en el Estado del
domicilio del consumidor y éste ha cumplido en él los actos necesarios para la conclusión del contrato; (Ej: una
empresa con sede en chile ofrece por internet bicicletas de montaña. el consumidor adquiere, paga con tarjeta de
crédito y le es enviada a su domicilio en córdoba, pero resulta que es defectuosa. en ese caso la persona materializa
la prestación contractual de pago del precio; por ello, la previsión legal le brinda protección con las leyes de su
domicilio).
b) si el proveedor ha recibido el pedido en el Estado del domicilio del consumidor; (Ej: la empresa antes mencionada,
con sede en chile, tiene un representante en córdoba donde se celebra el contrato. En esta situación el consumidor
actúa en ese carácter en su país, en su mercado, por consiguiente, es el proveedor quien debe responderle con las
expectativas legales del derecho del domicilio).
c) si el consumidor fue inducido por su proveedor a desplazarse a un Estado extranjero a los fines de efectuar en él su
pedido; (el representante en córdoba de la empresa con sede en chile induce al consumidor a trasladarse a Santiago
de chile para elegir el modelo de bicicleta de montaña. El supuesto puede aparecer como si se tratara de un
consumidor activo, es decir, aquel que introduce el elemento internacional, pero la situación es que se traslada al
mercado extranjero por la apariencia y confianza para celebrar el contrato generado por la empresa).
d) si los contratos de viaje, por un precio global, comprenden prestaciones combinadas de transporte y alojamiento.
(refiere a los casos en que se adquiere un viaje en crucero con régimen todo incluido en una agencia de viajes
representante del proveedor, donde además se paga el servicio turístico, pero el crucero parte de río de Janeiro,
recorre varias ciudades y regresa al puerto de salida).
En su defecto, los contratos de consumo se rigen por el derecho del país del lugar de cumplimiento. En caso de no
poder determinarse el lugar de cumplimiento, el contrato se rige por el derecho del lugar de celebración.
Excepto lo dispuesto en los artículos anteriores, son competentes para conocer en las acciones fundadas en la
existencia de responsabilidad civil:
b) el juez del lugar en que se ha producido el hecho generador del daño o donde éste produce sus efectos dañosos
directos
La norma contempla la responsabilidad extracontractual y regula diferentes tipos de derechos: aquellos que recaen
sobre la persona, el patrimonio y derechos de incidencia colectiva. la responsabilidad civil cumple sustancialmente
una función resarcitoria en el derecho internacional privado y es el medio para reparar el daño que causa una lesión
a un derecho o a un interés que no sea contrario al ordenamiento jurídico.
La primera conexión jurisdiccional que contempla el artículo es la del juez del domicilio del demandado. Es una
opción del demandante y cumple con el requisito de proximidad ya que se trata del denominado “tribunal de la
casa“, donde mejor se asegura el derecho de defensa, celeridad procesal y menores costos en la ejecución del fallo.
El inc. b del artículo relaciona la jurisdicción con el elemento objetivo de la situación privada internacional: el daño.
Por esa causa, es posible que puedan abrirse varias competencias en tanto se hayan verificado diversos daños
directos, equiparada esa categoría jurídica con la calificación víctima directa, es decir, debe coincidir la legitimación
procesal con la sustancial.
Los derechos reales sobre inmuebles se rigen por la ley del lugar de su situación.
Los contratos hechos en un país extranjero para transferir derechos reales sobre inmuebles situados en la República,
tienen la misma fuerza que los hechos en el territorio del Estado, siempre que consten en instrumentos públicos y se
presenten legalizados.
El ccyc aborda en la norma dos situaciones que pueden precisarse como cuestión real y obligacional. El derecho real
sobre el bien inmueble se constituye según el derecho del lugar de situación. También el lugar de situación del
inmueble determina el contenido, los modos de adquisición, registración, publicidad, alcance y extinción
La segunda parte de la norma contempla el supuesto de que por medio de un contrato celebrado en el extranjero se
transfieran derechos reales sobre inmuebles situados en la república. en ese caso, impone como forma obligatoria el
instrumento público y que se presente legalizado.
ARTICULO 2595.- Aplicación del derecho extranjero. Cuando un derecho extranjero resulta aplicable:
a) el juez establece su contenido, y está obligado a interpretarlo como lo harían los jueces del Estado al que ese
derecho pertenece, sin perjuicio de que las partes puedan alegar y probar la existencia de la ley invocada. Si el
contenido del derecho extranjero no puede ser establecido se aplica el derecho argentino;
b) si existen varios sistemas jurídicos covigentes con competencia territorial o personal, o se suceden diferentes
ordenamientos legales, el derecho aplicable se determina por las reglas en vigor dentro del Estado al que ese
derecho pertenece y, en defecto de tales reglas, por el sistema jurídico en disputa que presente los vínculos más
estrechos con la relación jurídica de que se trate;
c) si diversos derechos son aplicables a diferentes aspectos de una misma situación jurídica o a diversas relaciones
jurídicas comprendidas en un mismo caso, esos derechos deben ser armonizados, procurando realizar las
adaptaciones necesarias para respetar las finalidades perseguidas por cada uno de ellos.
1- Legalización en el país de origen: el dictamen debe ser legalizado en el país donde fue emitido.
2- Apostilla de La Haya: si el país es parte de La Haya se debe apostillar.
3- Legalización consular (si no hay apostilla): si no pertenece debe ser legalizado por el consulado argentino en
dicho país
4- Traducción al español.
5- Certificación de la traducción: deber ser certificada por el colegio de traductores públicos del lugar donde
este matriculado el traductor.
6- Legalización del ministerio de relaciones exteriores y culto
4) ¿Cuáles son los requisitos para la ejecución de una sentencia extranjera en Argentina?
Homologación Judicial: Es necesario obtener la homologación judicial de la sentencia extranjera por parte de un juez
argentino. Este proceso se lleva a cabo presentando la sentencia extranjera ante un tribunal competente en
Argentina. La homologación garantiza el reconocimiento y la ejecución de la sentencia en el territorio argentino.
Competencia Internacional: Es esencial que la sentencia extranjera provenga de un tribunal que tenga competencia
jurisdiccional para resolver el asunto en cuestión. La falta de competencia del tribunal extranjero podría ser motivo
para no homologar la sentencia en Argentina.
Legalización o Apostilla: La sentencia extranjera debe estar debidamente legalizada o contar con la Apostilla de la
Convención de La Haya, dependiendo del país de origen. Este requisito asegura la autenticidad del documento y su
validez en territorio argentino.
Cumplimiento de las Formalidades Procesales: La sentencia extranjera debe cumplir con las formalidades procesales
requeridas por la legislación argentina. Esto incluye aspectos como la debida citación de las partes, el derecho a la
defensa, y otros principios procesales fundamentales.
Respeto al Orden Público Argentino: La sentencia extranjera no debe ser contraria al orden público argentino. Si la
ejecución de la sentencia extranjera implicara violar principios fundamentales del ordenamiento jurídico argentino,
es probable que la homologación sea denegada.
1. Convenios Internacionales:
El primer paso a considerar es la existencia de un tratado o convenio internacional entre Argentina y el país donde se
dictó la sentencia. Si existe un tratado aplicable, la ejecución de la sentencia se rige por las disposiciones del mismo,
simplificando el proceso y otorgando mayor previsibilidad.
2. Ausencia de Convenios:
En caso de no existir un convenio aplicable, la ejecución de la sentencia extranjera se rige por las normas del derecho
internacional privado argentino, Específicamente por el Código Civil y Comercial de la Nación (CCCN).
Requisitos Generales:
El CCCN establece una serie de requisitos generales que deben cumplirse para que una sentencia extranjera pueda
ser ejecutada en Argentina:
Autenticación: La sentencia debe estar autenticada por las autoridades competentes del país donde se dictó.
Traducción: La sentencia debe ser traducida al español por un traductor público matriculado en Argentina.
Competencia: El tribunal extranjero que dictó la sentencia debe haber tenido competencia para conocer y resolver el
caso.
Cosa Juzgada: La sentencia debe ser firme y estar ejecutada en el país donde se dictó.
No Violación del Orden Público: La sentencia no debe contener disposiciones contrarias al orden público argentino.
Reciprocidad: Debe existir reciprocidad entre Argentina y el país donde se dictó la sentencia, es decir, Argentina
debe reconocer y ejecutar sentencias similares extranjeras en condiciones a las que el país extranjero reconoce y
ejecuta sentencias argentinas.
Fallo Botnia.
En este caso, la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) analizó la aplicabilidad de la ley ambiental argentina a
una planta de celulosa instalada en Uruguay por una empresa finlandesa, con graves consecuencias para el medio
ambiente en territorio argentino.
Principio de territorialidad: La ley del lugar donde se producen los efectos dañosos de un acto ilícito, incluso si este
se origina en otro país, puede ser aplicada para determinar la responsabilidad del causante del daño.
Principio de extraterritorialidad: La ley del Estado donde se encuentra el foro (tribunal que juzga el caso) puede ser
aplicada para determinar la responsabilidad del causante del daño, incluso si este se origina en otro país, siempre
que existan ciertos contactos entre el hecho dañoso y el foro.
En el caso Ñandubaysal , la CSJN demostró que, si bien el contrato para la construcción de la planta de celulosa se
había celebrado en Finlandia y la planta se encontraba en Uruguay, los efectos nocivos de la contaminación
ambiental se producían en territorio argentino. Por lo tanto, la Corte concluyó que:
La empresa finlandesa podía ser responsable de los daños ambientales causados en Argentina.
:El fallo Ñandubaysal sentó un precedente importante en materia de jurisdicción y ley aplicable en casos de daños
ambientales transfronterizos. Reforzó la idea de que los Estados tienen la responsabilidad de proteger su medio
ambiente, incluso cuando los daños se originan en otro país.
Conclusión:
Los puntos de conexión en materia contractual internacional son elementos clave para determinar la ley aplicable a
un contrato y la responsabilidad de las partes. El fallo Ñandubaysal ha contribuido significativamente a la
jurisprudencia argentina en esta materia, estableciendo principios importantes para la protección del medio
ambiente y la tutela de los derechos de las personas afectadas por daños transfronterizos.
Primacía del Derecho Nacional: El método indirecto prioriza la aplicación del derecho nacional, recurriendo a las
normas de conflicto argentinas para determinar la ley aplicable a cada caso concreto.
Análisis en Dos Etapas: El proceso de determinación de la ley aplicable se realiza en dos etapas:
Calificación de la Relación Jurídica: Se identifica la categoría jurídica de la relación (contrato, matrimonio, filiación,
etc.) para determinar la norma de conflicto aplicable.
Aplicación de la Norma de Conflicto: Se aplica la norma de conflicto elegida en la etapa anterior para determinar la
ley específica que regirá la situación jurídica.
Ejemplos de Normas de Conflicto en Argentina:
El método indirecto implica que los jueces argentinos deben resolver conflictos de leyes aplicando las normas de
Derecho Internacional Privado contenidas en el Código Civil y Comercial de la Nación, así como en tratados
internacionales y jurisprudencia relevante.
Estas normas de conflicto de leyes establecen criterios o puntos de conexión para determinar cuál es la ley aplicable
a una situación jurídica con elementos internacionales, como la nacionalidad de las partes, el lugar de celebración
del contrato, el lugar de ejecución de las obligaciones, entre otros.
ARTICULO 118. — La sociedad constituida en el extranjero se rige en cuanto a su existencia y formas por las
Actos aislados.
Ejercicio habitual.
Para el ejercicio habitual de actos comprendidos en su objeto social, establecer sucursal asiento o cualquier
Registro que se han constituido de acuerdo con las leyes de sus países respectivos e inscribir su contrato social,
reformas y demás documentación habilitante, así como la relativa a sus representantes legales, en el registro Público
de Comercio y en el registro Nacional de Sociedades por Acciones en su caso.
ARTICULO 124. — La sociedad constituida en el extranjero que tenga su sede en la República o su principal objeto
esté destinado a cumplirse en la misma, será considerada como sociedad local a los efectos del cumplimiento de las
formalidades de constitución o de su reforma y contralor de funcionamiento.
ARTICULO 11. — El instrumento de constitución debe contener, sin perjuicio de lo establecido para ciertos tipos de
sociedad:
1) El nombre, edad, estado civil, nacionalidad, profesión, domicilio y número de documento de identidad de los
socios;
2) La razón social o la denominación, y el domicilio de la sociedad. Si en el contrato constare solamente el
domicilio, la dirección de su sede deberá inscribirse mediante petición por separado suscripta por el órgano
de administración. Se tendrán por válidas y vinculantes para la sociedad todas las notificaciones efectuadas
en la sede inscripta;
3) La designación de su objeto, que debe ser preciso y determinado;
4) El capital social, que deberá ser expresado en moneda argentina, y la mención del aporte de cada socio. En
el caso de las sociedades unipersonales, el capital deberá ser integrado totalmente en el acto constitutivo;
5) El plazo de duración, que debe ser determinado;
6) La organización de la administración, de su fiscalización y de las reuniones de socios;
7) Las reglas para distribuir las utilidades y soportar las pérdidas. En caso de silencio, será en proporción de los
aportes. Si se prevé sólo la forma de distribución de utilidades, se aplicará para soportar las pérdidas y
viceversa;
8) Las cláusulas necesarias para que puedan establecerse con precisión los derechos y obligaciones de los
socios entre sí y respecto de terceros;
9) Las cláusulas atinentes al funcionamiento, disolución y liquidación de la sociedad.
Requisitos.
- Representación Legal:
La sociedad extranjera debe designar un representante legal en Argentina, que puede ser una persona física o
jurídica. El representante legal tendrá la facultad de actuar en nombre de la sociedad y será responsable de sus
obligaciones en el país.
- Publicación de la Inscripción:
La inscripción de la sociedad extranjera debe publicarse en el Boletín Oficial de la República Argentina.
Arbitraje entre partes: Las partes acuerdan directamente las reglas y procedimientos del arbitraje, sin recurrir a una
institución arbitral.
Arbitraje institucional: Las partes someten su disputa a una institución arbitral permanente, como la Corte
Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (CCI) o el Centro Internacional de Resolución de
Disputas (CIADI).
8) Concurso en el DIP.
Pueden ser declaradas en concurso las personas de existencia visible, las de existencia ideal de carácter privado y
aquellas sociedades en las que el Estado Nacional, Provincial o Municipal sea parte, cualquiera sea el porcentaje de
su participación.
Se consideran comprendidos:
1) El patrimonio del fallecido, mientras se mantenga separado del patrimonio de los sucesores.
Corresponde intervenir en los concursos al juez con competencia ordinaria, de acuerdo a las siguientes reglas:
1) Si se trata de personas de existencia visible, al del lugar de la sede de la administración de sus negocios; a
falta de éste, al del lugar del domicilio.
2) Si el deudor tuviere varias administraciones es competente el juez del lugar de la sede de la administración
del establecimiento principal; si no pudiere determinarse esta calidad, lo que es el juez que hubiere
prevenido.
3) En caso de concurso de personas de existencia ideal de carácter privado regularmente constituidas, y las
sociedades en que el Estado Nacional, Provincial o Municipal sea parte -con las exclusiones previstas en el
Art. 2 - entiende el juez del lugar del domicilio.
4) En el caso de sociedades no constituidas regularmente, entiende el juez del lugar de la sede; en su defecto,
el del lugar del establecimiento o explotación principal.
5) Tratándose de deudores domiciliados en el exterior, el juez del lugar de la administración en el país; a
falta de éste, entiende el del lugar del establecimiento, explotación o actividad principal, según el caso.
ART. 4 - CONCURSOS DECLARADOS EN EL EXTRANJERO
La declaración de concurso en el extranjero es causal para la apertura del concurso en el país, a pedido del deudor o
del acreedor cuyo crédito debe hacerse efectivo en la ARGENTINA. Sin perjuicio de lo dispuesto en los tratados
internacionales, el concurso en el extranjero, no puede ser invocado contra los acreedores cuyos créditos deban ser
pagados en ARGENTINA, para disputarles derechos que éstos pretenden sobre los bienes existentes en el territorio
ni para anular los actos que hayan celebrado con el concursado.
Reciprocidad.
La verificación del acreedor cuyo crédito es pagadero en el extranjero, y que no pertenezca a un concurso abierto en
el exterior, está condicionada a que se demuestre que, recíprocamente, un acreedor cuyo crédito es pagadero en
ARGENTINA puede verificarse y cobrar -en iguales condiciones- en un concurso abierto en el país en el cual aquel
crédito es pagadero.
El art. 2595 del CCyC establece que cuando un derecho extranjero resulta aplicable, el juez establece su contenido, y
está obligado a interpretarlo como lo harían los jueces del Estado al que ese derecho pertenece, sin perjuicio que las
partes puedan alegar y probar la existencia de la ley invocada (reciprocidad). Si el contenido del derecho extranjero
no puede ser establecido se aplica el derecho argentino.
Fallo “Sabate Sas S.A. Covisan S.A. p/ Verif. Tardía” se hace uso de la teoría del uso jurídico. El juez establece el
contenido y debe interpretar el derecho extranjero
Así mismo se debe dar por sentado que la reciprocidad hace referencia también a que se considerar reciproco si un
sujeto puede actuar en igualdad de condiciones en el país extranjero (a los efectos de que un extranjero pueda
actuar en igualdad de condiciones en la república).
El fallo "Sabate Sas S. A. Covisan S. A. p/ Verif. Tardía" de la Corte Suprema de Justicia de Mendoza, dictado en
2005, es un ejemplo relevante de la aplicación del principio de reciprocidad en materia concursal. En este caso, la
Corte analizó la situación de un acreedor francés que solicitaba verificar su crédito en un concurso de acreedores
abierto en Argentina.
La Corte determinó que, para admitir la verificación del crédito, debía demostrarse que, en Francia, un acreedor
argentino tendría la posibilidad de verificar su crédito en un concurso similar. Al no acreditarse tal reciprocidad, la
Corte denegó la solicitud del acreedor francés.
Este fallo ilustra la importancia del principio de reciprocidad en la determinación de los derechos de los acreedores
extranjeros en concursos de acreedores internacionales. La Corte Suprema de Mendoza reafirmó la necesidad de
garantizar un trato equitativo entre acreedores nacionales y extranjeros, basándose en el principio de reciprocidad.