Cáncer de Pulmón

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Cáncer de pulmón

Datos y cifras
 El cáncer de pulmón es la causa principal de muertes relacionadas
con el cáncer en todo el mundo, y su tasa de mortalidad es la más
elevada tanto entre hombres como entre mujeres.
 El tabaquismo es la causa principal del cáncer de pulmón y es
responsable de aproximadamente el 85% de todos los casos.
 El cáncer de pulmón suele diagnosticarse en una etapa avanzada
de la enfermedad, cuando las opciones de tratamiento son
limitadas.
 El cribado de las personas de alto riesgo puede permitir la
detección precoz de la enfermedad y mejorar drásticamente las
tasas de supervivencia.
 La prevención primaria (como las medidas de control del tabaco y
la reducción de la exposición a factores de riesgo ambientales)
puede reducir la incidencia del cáncer de pulmón y salvar vidas.
Panorama general
El cáncer de pulmón es un tipo de cáncer que comienza cuando células
anormales crecen sin control en los pulmones. Es un importante problema de
salud que puede causar daños graves y la muerte.

Los síntomas del cáncer de pulmón incluyen tos persistente, dolor torácico y
disnea.

Es importante buscar rápidamente atención médica para evitar efectos graves


para la salud. Los tratamientos dependen de la historia clínica de la persona y
del estadio de la enfermedad.

Los tipos más comunes de cáncer de pulmón son el carcinoma no microcrítico


(NSCLC) y el carcinoma microcrítico (SCLC). El NSCLC es más común y crece
lentamente, mientras que el SCLC es menos común, pero suele crecer
rápidamente.

El cáncer de pulmón es un importante problema de salud pública, y causa un


gran número de muertes en todo el mundo. Las estimaciones de GLOBOCAN
2020 relativas a la incidencia de los distintos tipos de cáncer y las tasas de
mortalidad conexas, que elabora el Centro Internacional de Investigaciones
sobre el Cáncer (CIIC), muestran que el cáncer de pulmón sigue siendo la
principal causa de muerte por cáncer, con una cifra estimada de 1,8 millones
de muertes (18%) en 2020.

Fumar tabaco (incluidos cigarrillos, puros y pipas) es el principal factor de


riesgo en el caso del cáncer de pulmón, pero también puede afectar a los no
fumadores. Otros factores de riesgo incluyen el tabaquismo pasivo, los
peligros ocupacionales (como el amianto, el radón y determinados productos
químicos), la contaminación atmosférica, los síndromes de predisposición
hereditaria al cáncer y las enfermedades pulmonares crónicas previas.

Síntomas
El cáncer de pulmón puede causar varios síntomas que pueden indicar que
existe un problema en los pulmones.

Entre los síntomas más comunes se encuentran los siguientes:


 tos persistente
 dolor torácico
 disnea
 tos con sangre (hemoptisis)
 cansancio
 pérdida de peso sin causa conocida
 infecciones pulmonares que siguen reapareciendo.

Los primeros síntomas pueden ser leves o descartarse como problemas


respiratorios comunes, lo que retrasará el diagnóstico.

Prevención
No fumar tabaco es la mejor manera de prevenir el cáncer de pulmón.

Otros factores de riesgo incluyen:

 tabaquismo pasivo
 contaminación atmosférica
 peligros en el lugar de trabajo, como productos químicos y amianto.

El tratamiento precoz puede evitar que el cáncer de pulmón empeore y se


extienda a otras partes del cuerpo.

La prevención del cáncer de pulmón incluye medidas de prevención primaria


y secundaria. La prevención primaria tiene como objetivo prevenir la aparición
inicial de una enfermedad reduciendo el riesgo y promoviendo un
comportamiento saludable. En la esfera de la salud pública, estas medidas
preventivas incluyen dejar de fumar, promover unos ambientes libres de
humo, aplicar políticas de control del tabaco, abordar los peligros
ocupacionales y reducir los niveles de contaminación atmosférica.

La prevención secundaria en el caso del cáncer de pulmón incluye métodos de


cribado para detectar la enfermedad en sus primeras etapas, antes de que los
síntomas se manifiesten; estos métodos pueden estar indicados para
individuos de alto riesgo. Entre esta población, la detección precoz puede
aumentar notablemente las posibilidades de éxito del tratamiento y mejorar
los resultados. El método de cribado primario para el cáncer de pulmón es la
tomografía computarizada de baja dosis (LDCT).
Diagnóstico
Los métodos de diagnóstico para el cáncer de pulmón incluyen la exploración
física, la imagenología (como radiografías de tórax, tomografías
computarizadas e imágenes de resonancia magnética), el examen del interior
del pulmón mediante una broncoscopia, la toma de una muestra de tejido
(biopsia) para el examen histopatológico y la definición del subtipo específico
(NSCLC o SCLC) y las pruebas moleculares para detectar mutaciones genéticas
específicas o biomarcadores a fin de determinar la mejor opción terapéutica.

Tratamiento y atención
El tratamiento del cáncer de pulmón depende del tipo de cáncer, de su
propagación y de la historia clínica de la persona. La detección precoz puede
permitir mejores tratamientos y mejores resultados.

Los tratamientos incluyen:

 la cirugía
 la radioterapia (radiaciones)
 la quimioterapia
 el tratamiento dirigido
 la inmunoterapia.

La cirugía se utiliza a menudo en las primeras etapas del cáncer de pulmón, si


el tumor no se ha extendido a otras partes del cuerpo. La quimioterapia y la
radioterapia pueden ayudar a reducir el tamaño del tumor.

Médicos de distintas disciplinas a menudo trabajan juntos en el tratamiento y


la atención de las personas con cáncer de pulmón.

Los cuidados paliativos son un elemento importante para las personas con
cáncer de pulmón. Su objetivo es manejar los síntomas, aliviar el dolor y
ofrecer apoyo emocional. Estos cuidados pueden ayudar a mejorar la calidad
de vida de las personas con cáncer de pulmón y la de sus familias.

Etapas de la atención
a) Enfermedad en una fase incipiente: El tratamiento primario en el caso del
cáncer de pulmón en una fase incipiente (es decir, un tumor limitado al
pulmón, sin que haya habido metástasis a órganos distantes o a ganglios
linfáticos) es la extirpación quirúrgica del tumor mediante procedimientos
como la lobulectomía, la segmentectomía o la resección cuneiforme. El
tratamiento neoadyuvante (quimioterapia y/o radioterapia antes de la cirugía)
puede ayudar a reducir el tamaño del tumor, haciendo que sea más
manejable para su extirpación quirúrgica. El tratamiento adyuvante
(quimioterapia y/o radioterapia) suele recomendarse después de la cirugía
para reducir el riesgo de recaída. Cuando la cirugía no sea una opción viable,
puede recurrirse a la radioterapia o a la radioterapia corporal estereotáctica
como tratamiento primario. También se puede considerar la posibilidad de la
terapia dirigida y la inmunoterapia en función de las características
específicas del tumor. Los planes de tratamiento personalizado deben
discutirse con los profesionales de la salud.

b) Enfermedad en una fase avanzada: El tratamiento del cáncer metastásico


de pulmón, una vez la enfermedad se ha propagado a órganos distantes o a
ganglios linfáticos, depende de distintos factores, como el estado general de
salud del paciente, la extensión y ubicación de las metástasis, la histología, el
perfil genético y las preferencias de la persona. El objetivo principal es
prolongar la supervivencia, aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Los tratamientos sistémicos, como la quimioterapia, la terapia dirigida y la
inmunoterapia, desempeñan una función crucial en el tratamiento del cáncer
metastásico de pulmón.

La quimioterapia suele ser el tratamiento de primera línea para la mayoría de


los pacientes en todo el mundo y consiste en el uso de medicamentos que
circulan por todo el cuerpo para acabar con las células cancerosas. Los
esquemas terapéuticos con quimioterapia combinada son habituales, y la
elección de los medicamentos depende de factores como el tipo histológico
del cáncer y el estado general de salud del paciente. La terapia dirigida,
concebida para bloquear las vías de señalización que impulsan el crecimiento
de las células cancerosas, es una opción importante para pacientes con
mutaciones genéticas concretas o en cuyos tumores se han detectado
biomarcadores. La inmunoterapia, más concretamente los inhibidores del
punto de control inmunitario, ha revolucionado el tratamiento del cáncer
metastásico de pulmón. Estos medicamentos ayudan a estimular el sistema
inmunitario para que reconozca y ataque las células cancerosas. Los
tratamientos locales, como la radioterapia y la cirugía, se pueden usar para
controlar focos metastásicos específicos o aliviar los síntomas causados por el
crecimiento del tumor.
Ensayos clínicos
Los ensayos clínicos ofrecen a los pacientes la posibilidad de acceder a
tratamientos nuevos o experimentales. La participación en ensayos clínicos
ayuda a hacer avanzar el conocimiento médico y puede abrir la puerta a
nuevas opciones terapéuticas.

Respuesta de la OMS
La OMS reconoce el notable impacto del cáncer de pulmón en la salud
mundial y ha puesto en práctica varias iniciativas para hacer frente a la
enfermedad de manera integral. La respuesta de la OMS se centra en el
control del tabaco, la prevención del cáncer, la detección precoz y la mejora
del acceso a tratamientos y cuidados de calidad. La OMS presta apoyo a los
países en la aplicación de políticas de control del tabaco basadas en la
evidencia, como el aumento de los impuestos al tabaco, la aplicación de
prohibiciones generales de la publicidad, la promoción y el patrocinio del
tabaco y la inclusión de advertencias sanitarias gráficas contundentes en los
productos de tabaco.

La Organización también promueve estrategias de prevención del cáncer


abogando por unos modos de vida sanos, incluida la actividad física periódica,
una alimentación saludable y medidas para reducir al mínimo la exposición a
factores de riesgo ambientales. Además, la OMS apoya los programas de
detección precoz y alienta a los países a que incorporen medidas de cribado
dirigidas a las poblaciones de alto riesgo a fin de detectar el cáncer de pulmón
en una etapa más temprana, cuando la eficacia de las opciones terapéuticas
es mayor. Por último, la OMS trabaja para garantizar el acceso a un
tratamiento y unos cuidados de calidad para los pacientes con cáncer de
pulmón proporcionando orientaciones técnicas a los Estados Miembros,
promoviendo el acceso equitativo a medicamentos esenciales contra el cáncer
y fomentando la colaboración internacional para intercambiar prácticas
óptimas y mejorar los resultados de la atención oncológica.

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