Articulo Albañiles Juan Maqueda

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INVESTIGACIÓN ORIGINAL

Estoy fuerte… me siento más enfermo cuando


estoy en mi casa que trabajando
Juan Carlos Maqueda Hernández, Ricardo Cuéllar Romero, Margarita Pulido
Navarro
Hoy no tenemos más tiempo que el del trabajo. El tiempo de trabajo se ha totalizado
como el único tiempo. Hace mucho que hemos perdido el tiempo de la fiesta.
Byung-Chul Han, Por favor cierra los ojos.

Introducción Esta narrativa es parte de las vivencias de dos


albañiles mexicanos que asumen su trabajo, su
Cinco de la mañana, Miguel se despierta con una tiempo de trabajo, de forma tal que ha invadido
sensación de malestar, debe ir a trabajar. Mientras todos sus espacios y temporalidades. Actitud, ética
prepara su herramienta se pregunta: ¿y si no voy? que se ha heredado de generación en generación,
Pero, recuerda: “… cuando me quedo en la casa, y que contribuye a naturalizar, a normalizar y
me duele la cintura, la cabeza, los pies, ¡no me reproducir un modo de trabajo que expone sus
hallo!, ya me acostumbré a no dejar de trabajar, vidas, subordina su cuerpo y su salud.
nomás que ya en la tarde, me duele el cuerpo,
¿será por la cansada? ...” La intención que motiva este ensayo es procurar
ilustrar cómo las tendencias a la enajenación y a la
Horacio, su hijo, comparte en cierto modo esta cosificación, realidades fundamentales en las
experiencia de vida: “…yo siento que aquí en mi sociedades mercantiles capitalistas, al condicionar
casa, me enfermo más o me presiono más… lo que podemos llamar las formas históricas de los
cuando me pasó lo de mi ojo, que tuve que guardar trabajadores de vivir, de interpretar, de dialogar
reposo, andaba yo de malas con mi familia, con su corporeidad, los lleva a adoptar una
discutía con mi pareja, me sentía encerrado, apreciación instrumental, cósica de ellos mismos.
presionado, ella me decía: ‘¡primero es tu salud y Situación que se presenta en todos los espacios y
después el trabajo!’, pus sí, pero es que ¡uno está tiempos de su existencia. El tiempo de trabajo va
acostumbrado a trabajar!” más allá, invade el del “tiempo libre”, el de ocio,
el de la pereza, el de la fiesta, diría Byung-Chul
Han (1). En estas circunstancias, no es de
sorprender que los fenómenos de la
mercantilización y de la cosificación estén
Juan Carlos Maqueda Hernández. Maestro en presentes también en los eventos de enfermedad
Ciencias en Salud de los Trabajadores de los trabajadores, en su vivencia y en su
Correo-e: [email protected] significación.
Ricardo Cuéllar Romero. Doctor en Antropología;
profesor-investigador, Universidad Autónoma
El ensayo se desenvuelve en tres apartados. El
Metropolitana-Xochimilco
Correo-e: [email protected]
primero, de carácter conceptual, presenta, de
Margarita Pulido Navarro. Doctora en Ciencias en manera por demás sencilla, las categorías de
Salud Colectiva; profesora-investigadora, enajenación y de cosificación, y su relación con el
Universidad Autónoma Metropolitana- Xochimilco proceso de salud-enfermedad. Las vivencias de
Correo-e: [email protected] Horacio y de Miguel, captadas a través de la

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historia oral, están en el segundo apartado.1En el momento este proceso se devela como una
tercero, figuran nuestras reflexiones finales. relación social con su núcleo en el intercambio
capital-trabajo, llevando implícito la
I. Enajenación, cosificación y salud desrealización de las personas y “la propia
existencia de uno de los contratantes se pone en
En el capitalismo las relaciones de producción y entredicho” (5, p. 81).
los productos del trabajo de los seres humanos
asumen una existencia externa, se convierten en En esta situación, el obrero “no puede
objetos fuera de ellos y ajenos, pero, sobre todo, enriquecerse […] puesto que, así como Esaú
los trabajadores experimentan un extrañamiento de vendió su primogenitura por un plato de lentejas,
su propio cuerpo, de su vida mental y espiritual. él cede su fuerza creadora.” (4, p. 248).

Las personas se aprecian a sí mismas como El material que la capacidad de trabajo


extrañas, al respecto Erich Fromm señala: “No se elabora es un material ajeno; el instrumento
siente a sí mismo como centro de su mundo, como con el que el labora se le presenta como
creador de sus propios actos, si no que sus actos y ajeno, y su trabajo se objetiva en algo que no
las consecuencias de ellos se han convertido en le pertenece; […] y aún el propio trabajo vivo
se presenta como ajeno frente a la capacidad
amos suyos, a los cuales obedece […] la persona
viva de trabajo – cuyo trabajo y cuya
enajenada no tiene contacto consigo misma” (2, manifestación vital específica es él -, puesto
p.105). que ha sido cedido al capital por el trabajo
objetivado, por el producto del trabajo mismo
En el proceso material de la producción el trabajo (4, p.424).
se despliega como un poder ajeno2: “por un lado
[…] crea la riqueza objetivada succionada por su El trabajo retorna en dos dimensiones, primero
propio ser, pero puesto negativamente: entonces el como trabajo vivo donde se reconoce como ser
trabajo es capital; en el mismo acto, el individuo humano viviente que trabaja, en la segunda como
que trabaja empobrece humanamente. Su vida le abstracta capacidad de trabajar que puede obtener
pertenece al capital: la vida del obrero alimenta los determinaciones concretas para venderse. “El
objetos que componen al capital” (3, p.18). sujeto del trabajo queda constitutivamente
escindido: en tanto viviente como logos poco
En los Grundrisse, Marx señala que el trabajo “no importa, lo relevante es su capacidad de trabajar.
pone a la propia realidad como ser para sí sino Es un cortocircuito, un desgarramiento del sujeto
para otro, y por tanto también como ser-de-otro- consigo mismo, puesto que la única forma en que
modo” (4, p. 415), de tal suerte que en un primer puede reconocerse es a través de lo que vale en el
mercado” (3, p.18).
1
Hemos omitido, en esta ocasión, la presentación de las Con ello el sujeto pierde el dominio sobre sí
características conceptuales y de método de la historia mismo, empleando las palabras de Fromm (2), se
social y de la historia oral. Remitimos al lector a los vuelve un átomo económico que danza al ritmo de
trabajos de Hobsbawm (13) y de Garay (14).
2
En la relación de compraventa de la fuerza de trabajo,
la dirección atómica, su trabajo lo vuelve
en el mercado, ha tenido lugar un acontecimiento irreflexivo, niega su vida, la capacidad creadora, la
fundamental, paradojal: “las capacidades físicas y curiosidad y la independencia de ideas, como
creativas que permiten trabajar no son ajenas a la resultado se obtiene la apatía o la destructividad;
corporeidad viva del trabajador. Esto implica que no es se convierte en un hombre que se manipula a él y a
posible separar materialmente la fuerza de trabajo de la los demás como cifras o cosas.
existencia misma de su propietario. […] Por tanto al
hacer entrega de la mercancía vendida, no sólo termina El tráfico mercantil imprime su forma de ser a
entregando a aquélla, sino el plus de su propia base toda la conciencia del ser humano; las propiedades
material en tanto ser viviente. […] Esta parece un y las facultades humanas no sólo pertenecen a la
elemento excluido del proceso de intercambio. Sin
embargo, es el elemento verdaderamente incluido. Sin
unidad orgánica de la persona, sino que aparecen
vida y cuerpo no hay fuerza de trabajo (5, p. 80-81). como “cosas” que el hombre “posee” y

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“exterioriza” lo mismo que los objetos del mundo
exterior. Lo que hay que retener, ante todo, de este
fenómeno estructural fundamental, es que
Erich Fromm, una vez más, nos ilustra cómo se opone al hombre a su propia actividad […] Y
hace presente este fenómeno: esto se produce tanto en el plano objetivo
como en el subjetivo. Objetivamente, surge
un mundo de cosas acabadas y de relaciones
Si las cosas hablaran, una máquina de escribir
entre las cosas (el mundo de las mercancías y
contestaría a la pregunta “¿quién eres?”
de su movimiento en el mercado) […]
diciendo: “Soy una máquina de escribir”, y un
subjetivamente, la actividad del hombre – en
automóvil diría: “Soy un automóvil”, o, más,
una economía mercantil acabada- se objetiva
específicamente, “Soy un Ford”, o “un
en relación al hombre, se convierte en una
Buick”, o “un Cadillac”. Si preguntáis a un
mercancía que queda sometida a la
hombre “¿quién eres?”, responde: “Soy un
objetividad, ajena a los hombres, de las leyes
fabricante”, “soy un empleado”, “soy un
sociales naturales, y debe ejecutar su acción
médico”, o “soy un hombre casado”, “soy el
tan independientemente de los hombres como
padre de dos niños”, y sus respuestas tienen
cualquier bien destinado a la satisfacción de
un sentido muy parecido a la de la cosa que
las necesidades convertido en cosa-
habla. Ese es el modo como se siente a sí
mercancía.” (6, 1970, p.114).
mismo, no como un hombre con amor, miedo,
convicciones, dudas, sino como una
abstracción, enajenada de su naturaleza real, Resultado lógico-histórico de la enajenación es la
que desempeña cierta función en el sistema cosificación: “el trabajador tiene que representarse
social. Su sentido de valor depende de su a sí mismo como “poseedor” de su fuerza de
éxito, de si puede venderse favorablemente, trabajo como mercancía. Su posición específica
de si puede hacer de sí mismo más de lo que estriba en que esa fuerza de trabajo es lo único que
era cuando empezó, de si es un éxito. Su posee […] esa auto- objetivación, esa conversión
cuerpo, su mente y su alma son su capital, y de una función humana en mercancía, revela con
su tarea en la vida es invertirlo la mayor crudeza el carácter deshumanizado y
favorablemente, sacar utilidad de sí mismo. deshumanizador de la relación mercantil. (6,
Cualidades humanas como la amistad, la
p.199).
cortesía, la bondad, se transforman en
mercancías, en activos de personalidad “ya en
su paquete”, conducentes a un precio más Georg Lukács, en Historia y conciencia de clase,
elevado en el mercado de las personalidades. advierte que el fenómeno de la cosificación no
Si el individuo fracasa en hacer una inversión sólo se da en los comportamientos
favorable de sí mismo, cree que él es un socioeconómicos en que se relacionan los
fracaso; si lo logra, él es un éxito. hombres, sino que se instala en la reconstrucción
Evidentemente, su sentimiento de propio simbólica de su existencia material. De este modo,
valor depende siempre de valores extraños a los seres humanos se relacionan como cosas
él mismo, de la veleidosa valorización del debido a que la racionalidad mercantil fundamenta
mercado, que decide acerca de su valor como
las relaciones humanas como un todo.
decide acerca del de las mercancías. Él, como
todas las mercancías que no pueden venderse
provechosamente, no vale nada en cuanto La racionalidad instrumental en que se
valor de cambio, aunque puede ser desenvuelve el capital hace que el mundo de
considerable su valor de uso”. (2, p.122) quienes lo viven se presente de modo fragmentado
y sólo en su dimensión cósica, no como
El ser humano enajenado se caracteriza, entonces, exteriorización espiritual humana, sino en su
por tener como eje: conseguir el mayor provecho expresión material des-subjetivizada.
de sí mismo y de las personas con quien
interactúa, busca posiciones más altas, cambia de Así, la trasformación de la fuerza de trabajo
amigos, hábitos y sentimientos por otros nuevos, en mercancía (la conversión de una función
su vida, cuerpo y mente resultan una inversión humana en mercancía), la reducción del ser
provechosa de capital. humano a nivel de objeto, de mero factor, de
producción, determina una cierta concepción

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y vivencias del hombre en términos de cosas, Ser fuerte, como lo apunta Boltanski (9), expresa
de máquinas, perfectamente racionales para el una concepción mecanicista, instrumental del
punto de vista capitalista. La situación no cuerpo que delinea un estilo de vida y tiene
queda ahí, sino que la extensión, implicaciones sobre su funcionamiento durante y
consolidación y recreación de las fuerzas
fuera de la jornada laboral, de forma tal que “el
sociales de producción burguesas, significan
la generalización de la base social y material, cuerpo no tendrá ningún espacio de tranquilidad y
en apoyo al desarrollo de la mentalidad sus sueños serán perturbados y los órganos
instrumental y del trabajo cosificado […] el trastornados y con desequilibrios que se harán
carácter cosificado del trabajo, en el crónicos “aunado a “las representaciones y
capitalismo, impone a los saberes, tanto significaciones que tenga de su persona lo podrán
especializados como a los no especializados, llevar al abandono o exceso de cuidados” (10, p.
considerar al trabajo no en su esencia y 218).
generalidad, sino como simple actividad
laboral. En cualquier caso, este “carácter de
II. Las vivencias… los sentimientos
una coseidad” -para seguir a Lukács- no hace
sino ser coherente con el hecho de que en la
sociedad capitalista las relaciones entre los Miguel y Horacio tienen sus raíces en un pueblo
sujetos están determinadas por la forma de llamado “San Javier”, en el estado de Querétaro,
intercambio dominante correspondiente al que desde la década de los cincuenta del pasado
tráfico mercantil, un tráfico “cuyas siglo ha concentrado una fuerza de trabajo
consecuencias estructurales son capaces de ocupada en la industria de la construcción. Las
influir en la vida entera de la sociedad, igual pocas parcelas para siembra y las alteraciones del
la externa que la interna. (7, p. 304) temporal no permiten que se dé la cosecha de
maíz, frijol y haba; cuando se logra una
La cosificación involucra un proceso ideológico en producción es básicamente para el mantenimiento
el que los trabajadores, como bien señalan Ricardo básico de los integrantes de la familia; por ello,
Cuéllar y Margarita Pulido (7), reproducen un rol, muchos jóvenes han decidido emigrar a las
un papel, una percepción, una espiritualidad de ciudades aledañas, como la de México. En otros
“mercancía-hombre” (8, p. 607), de objeto, de casos, se dirigen a los Estados Unidos de
cosa. El capital trasciende la dimensión Norteamérica, en busca del sueño americano, con
económica, material y organiza toda la vida social el abnegado deseo de ser hombres “exitosos”,
de los seres humanos. El proceso de la hombres de “dinero”.
acumulación del capital es también el de la
producción y reproducción de la vida espiritual,
ideológica de los trabajadores. Cosmovisiones, Miguel: ¡Me siento más enfermo estando en mi
imaginarios, mitos, rituales, símbolos no escapan, casa, que trabajando!
no son ajenos a las tendencias de enajenación y
cosificación propias de una sociedad mercantil Miguel nació en el año de 1946 en un jacal de
capitalista. órgano, nopal y soyate, es el mayor de cinco
hermanos, creció en un ambiente complicado, las
El vivir y el sentir de forma cósica el cuerpo, cosechas no eran suficientes y oportunas; su papá
implica al proceso de salud/enfermedad en prefería emborracharse con pulque que comprar
diferentes dimensiones; una es la cultural donde el alimento, durante ocho años conoció el hambre.
trabajo enajenado se vive como “ciertas
obligaciones, prohibiciones, repulsiones o deseos, En su niñez, el juego representaba un modesto
gustos y aberraciones” (9, p.18), otra es el valor escape de la miseria. Imaginaba que los “pasteles”
que hombres y mujeres otorgan a la “fuerza física, que hacía con tierra y agua, a las afueras de su
a la resistencia al dolor y los malestares”, actitud jacal, tenían los sabores más ricos. Pretendía, así,
que con el pasar del tiempo se manifiesta en mitigar su hambre, mientras que con insatisfacción
enfermedades avanzadas. notaba el raquítico crecimiento de su cuerpo.
Al “crecer” el pequeño Miguel empezó a
representar para su familia una fuerza de trabajo

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potencial que podía ser intercambiada por maíz o representará, lo identificará como buen trabajador,
por dinero; su padre lo incorporó a labores el que se gana la confianza de los contratistas. ¡No
diferentes a las del campo: ser huevón! (flojo) adquiere, así, una presencia
definitiva, casi podríamos decir, estructural propia
“me llevó ahí, acarreamos grava, tierra de una práctica utilitaria cotidiana.
con carros percu… cargados con pura
pala y a descargar con pura pala, ya me Desde hace algún tiempo padece diabetes y ciertos
llevó pá allá, me dijo “van a ocupar dolores musculares, no obstante, mientras pueda
gente pá allá”, ese tiempo según, ya pretende seguir trabajando. Menciona que se
pagaban bien, pagaban quince pesos a la enferma más estando en su casa, allí la presión de
semana también, así llegábamos diario a sus estrechas condiciones de vida y de consumo lo
la casa y nos íbamos para allá temprano. colocan en un estado de ansiedad y desesperación.
(Miguel, Albañil, 15 de junio de 2019). No se sabe más que como trabajador, aunque
reconoce que las labores del campo son su
Sus primeros trabajos moldearon su cuerpo, lo fascinación y alegría.
hicieron resistente; logró colocarse, tiempo
después, en la industria de la construcción donde ¡Me siento con fuerza!, na más que para
acabó por constituir una cierta percepción andar en las alturas, ¡no!, porque ando malo
vivencial. En la obra se vio orillado a ignorar, a de la presión. O sea que si ando arriba los
“perder” el miedo; conoció los regaños nervios me traicionan, y siento que me
caigo. O me empino para agarrar así la
disciplinarios de capataces que le hablaban con
mezcla y siento que mi cabeza me jala.
mentadas, aprendió, interiorizó que era necesario
mantenerse todo el tiempo activo y no tener Por eso sé que, pus si no trabajo, no hay para
descanso. comer, tons que tengo que trabajar, te digo
yo trabajo despacio, y te digo el maestro no,
Yo era peón, y llegué, y me dijo el maestro ¡te no me dice nada y pus ya te digo es por la
vas andar con esté maestro!, ¡le vas echar edad que ya tengo, digo yo, pero ando ahí
mezcla!, ¡le vas echar todo lo que él quiera!, con el chavo ese, ando feliz […]. Me siento
¡que no le falte nada!, no pos yo le eché pus tranquilo, me siento feliz, no, no pienso
mezcla, le llené su mezclera, […] se lo llené y nada, pero estando aquí en mi casa: “¡ay,
le arrimé todo lo que necesitaba y, y yo me ahora no tengo dinero que gastar!, ¡híjole!,
pare allí, el maestro estaba trabaje y trabaje, ¡ya viene domingo!”. Yo creo que eso es lo
¿ya qué hacía yo?, ¡ya tenía todo!, ¡no pos que me acaba. (Miguel, Albañil, 15 de junio
que llega el maestro!, “¡órale!- Dice, -¿qué de 2019).
estás haciendo?-, -¡nada!” le dije, pues el
maestro tiene todo, “¡no, no, no!, si no tienes Pus sí, sí me siento fuerte, me siento más,
nada que hacer aquí con tu maestro, vete por más, más enfermo cuando estoy en mi casa
allá júntame madera, júntame fierraje o lo que no trabajo, que trabajando. Cuando
que allá ahí”. Ya me fui para allá y ya acabé estoy aquí, en mi casa, que no hago nada,
todo lo que me dijo. Y me volvió a ver que me duele la cintura, me duele la cabeza, me
estaba yo parado y así, mentándome la duelen los pies (Miguel, Albañil,15 de junio
madre, “¡jijo de quien sabe que!”, dice de 2019).
“¡órale!, ¡búscale otro lado, aquí no
queremos chavos que estén parados!, ¡aquí Para él, permanecer en casa “sin hacer nada” es
les pagamos por que vengan a trabajar no enfermizo; señala que le duele la cabeza, pero
para estar parados!”, me corrió, “¡tú y tu basta con un trago de “Coca-Cola”, y listo, puede
maestro, órale búsquenle otro lado!”, nos
continuar. Para los miembros de la clase
fuimos, ¡ya que!, nos corrió. (Miguel, Albañil,
03 de noviembre de 2019). trabajadora el cuerpo es asumido principalmente
como una herramienta, a la cual es posible exigirle
Estas vivencias, estas formas de ser, de estar, las un rendimiento siempre constante. Así, “la
reproducirá con sus amigos, hijos y familiares. La enfermedad se manifiesta brutalmente porque no
idea de siempre trabajar, de no fallar, lo ha observado sus signos precursores o porque se

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han rehusado a percibirlos y, la mayor parte de las parte trasera de los camiones, que todas las
veces, lo consideran un accidente imprevisible y mañanas llenaba junto con él.
repentino” (9, p.72-73).
Sabía, por lo que su papá narraba, que cuando no
Mi cuerpo, ya siento que un trabajo duro, estaba en el pueblo, era porque se iba a trabajar a
duro, duro no aguanto, tons me tengo que un lugar que llamaban: “México”. Sus primos de
aguantar, que, sí cuando entré, sí colábamos mayor edad le platicaban, también, de ese lugar.
diario, diario. Así, se acercó a un imaginario donde el trabajo en
la construcción podría ayudarle a procurar la
Yo, lo que me gustaba más era puro palear,
con la pala llenar los botes[…]No sí, sí es satisfacción de sus necesidades.
mucha joda, una vez colamos dos losas,
¡hasta me dio calentura![silencio] pero esos Desde muy pequeño comprendió que para salir
días cuando entré, pero ahorita ya llevo un adelante se debía trabajar duro; se inicia como
año, ¡como que mi cuerpo sintió que podía! peón de albañil. No fue mucho el tiempo que vivió
Y ahorita, ya me caló otra vez, pero como soltero, en el año que empezó a trabajar conoce a
que mi cuerpo ¡ya no!, ya no es igual o a lo quien va a ser su esposa, y tienen su primer hijo.
mejor porque ya dejé mucho rato de que no
paleo, a lo mejor puede ser que el cuerpo, Con la obligación de mantener una familia se va a
como que se, se siente. (Miguel, Albañil, 03
trabajar a la ciudad de Querétaro; un amigo de la
de noviembre de 2019).
infancia lo invita, la labor consistía en aplanar la
fachada de un edificio. Horacio aceptó, pero ahí
Miguel habla de su cuerpo como algo ajeno e
experimentaría, conocería su miedo a las alturas.
independiente a él; una cosa, algo que, sin
embargo, se puede “enojar” cuando lo expone a
Era un edificio, me dijo:” vamos aplanar
mucho trabajo; lo vive a través de una racionalidad ahí”, dice; no, pos le digo: ”se ve fácil, se ve
de tipo instrumental, de máquina que se va como, como ya he trabajado, el trabajo es
deteriorando por la edad. normal”. Pero no, ya cuando subimos a
cierto piso, pos ya me entró como miedo,
Ya el cuerpo, ya no es igual, ¡no! Me andaba yo con miedo la mera verdad
acuerdo cuando estábamos en México de dos, [pequeño silencio]. Y luego, le platicaba yo a
tres, cuatro escaleras para arriba, lo subías otro chavillo, sí, su hermano del que me
con tu bote bien lleno y corriendo. ¡No, ora invitó, le digo: “¡tengo un montón de
cuál!, un bote de vez en cuando y eso si se miedo!”, le digo, “¡no!, pus nomas
puede si no, no, ya aquí en mi trabajo contrólate”, dice: ”¡no, no pasa nada!”, y
prefiero otro trabajo. Día con día el cuerpo no, le digo, ¡a veces que ya hasta el otro día,
ya no resiste, yo ya pienso retirarme del como que ni quería ir, por ese miedo, porque
trabajo porque ya el cuerpo ya, ya siento que me daba miedo, pos de andar en las alturas
mi cuerpo ya no, ya no es para andar más que nada, como yo nunca había
trabajando. Y, me tendré que dedicar a mi trabajado así en alturas y [silencio]. Sí,
siembra otra vez. (Miguel, Albañil, 03 de fueron como dos meses de que, de mañana
noviembre de 2019). ya ni quería ir al trabajo. Luego hasta me
decía él, dice: “¡o dile a mi hermano que te
Horacio: ¡Uno está impuesto a trabajar esté cambie”, dice: “¡te puede cambiar a otro
como esté uno! lado!”, [pequeño silencio], “pero a
¿dónde?”, le digo, “y es que de todos modos
Horacio, como vimos ya, es uno de los hijos de lo tengo que hacer, le digo”, “te imaginas
Miguel, el que heredó su oficio, puesto que ya no pues ahorita porque ando con tu hermano,
me, me va cambiar en trabajo fácil, pero va
quiso estudiar porque veía que había carencias en
a llegar la ocasión en que, pues a lo mejor
su casa y prefirió trabajar que gastar lo que no yo no, yo no, vaya yo a otro lado donde no
tenía. Su papá le enseñó a usar la pala, la posición conozca a nadie y va a ser lo mismo y pues
para impulsar la herramienta hacia el montón de voy a estar con ese temor”, le digo. Pero sí,
piedra de mármol y la manera de arrojarla a la le digo sí, a veces sí se necesita valor para
andar […]. Eran trece niveles, sí, ya cuando

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llega uno tan solo como en el cuarto, quinto semana, “oye ¡ayúdame a trabajar!, ¡échame
nivel, es donde empieza el temor, luego pues la mano sábado y domingo!”, pus ya uno
le digo, nos ponen las, estas, mentadas dice: “pues es el trabajo”, o luego si no le
canastillas y pues se sacuden, cuando no hay ayudo a aquel me va a decir:” ¡no pus este
nada se sacuden, y sí, la mera verdad es canijo ya no, ya no quiere trabajar!”, y ya va
donde daba más miedo, y le digo, a lo mejor uno. Y, haga de cuenta que ya no tiene día
pues, ya nomás es el miedo que trae uno de descanso, y como que le entra más
porque pues no, no está acostumbrado o no presión y como que se desespera uno, y dice,
está uno acostumbrado a esos trabajos, “¡hijo! ora no descansé este fin de semana”,
nunca lo había practicado ahí […]. Pues no, ya a media semana anda uno como, pues, así
la mera verdad, pues como que no, dije:, pues como ya pensando otras cosas, así como de
tengo que echarle, si no, cuándo se me va a que ya va a llegar otra vez el fin de semana y
quitar el miedo, y por eso fue el motivo otra vez a trabajar, como que entra uno más
también de que no, no le dije, es que me presionado, y como que ya de la misma
tengo que acostumbrar a las alturas y pues presión de tanto trabajo, como que yo
es lo normal. (Horacio, Albañil, 16 de junio entiendo que se enferma uno (Horacio,
de 2019). Albañil, 03 de noviembre de 2019).

Como obrero de la construcción constituyó una Ha interiorizado el trabajo a tal punto, que en su
socialización masculina, donde la valentía, el tiempo libre no sabe qué hacer; al igual que su
arrojo, la exposición al riesgo, la acción directa, el padre se enferma y se presiona más estando en su
callar, la obediencia, significan fortaleza, casa.
responsabilidad, hombría. No se debe, no se puede
experimentar miedo, los verdaderos hombres Yo siento que estando aquí en mi casa me,
me enfermo más o me presiono más, y por
soportan cualquier adversidad; ese era el
eso tengo que, uno tiene que salirle a trabajar
pensamiento con que había crecido, el que ahora le porque, pus yo siempre, bueno de que me he
permitía realizarse como albañil; una normativa dado cuenta siempre he hecho así, y luego, a
social que constituyó su manera de emocionar, de veces he estado enfermo, de hecho, cuando
ver y sentir su cuerpo.3 estuve yo en reposo cuando me operé, pus
sentí que me enfermaba más aquí en la casa,
Los momentos de presión también son parte de sus andaba yo de malas con mi familia. Llegaba
vivencias; dado las elevadas cargas de trabajo, ocasiones de que pus, hasta discutía yo con,
siente la pérdida de la noción del tiempo. Cuando con mi pareja, por lo mismo de que me
los fines de semana le llaman a laborar, desea sentía yo aquí presionado, como encerrado,
yo me sentía como encerrado. Y ella me
negarse; debido a que lo pueden criticar y
decía: “! no pus, pus primero es tu salud y
catalogar como un flojo, acepta. después el trabajo!”, pus sí, pero es que ¡uno
está acostumbrado a trabajar!, le digo, y pus
A mí me preocupaba mucho de que yo ando no, no, no me gusta estar aquí, la mera
trabajando demasiado o así, y luego a veces verda’, no me gusta estar aquí, y no, le digo
sentía como que hasta que me enfermaba yo, no, como que no, no, no me imponía yo aquí
y no, ya ahorita pus digo “lo que venga está en la casa. Y la mera verda’, de cualquier
bien […]” . Pus más que nada luego hay cosilla me molestaba, como que me sentía
preocupaciones, de que uno anda, ya como como pus muy encerrado, y no, dije. Pero sí
más presionado en el trabajo, como que, aquí seguí, pus en el tiempo de reposo me aventé
la mera verdad nunca me ha faltado el como tres meses y le digo la mera verda’ no
trabajo y luego me hablan hasta los fines de aguantaba yo, porque uno está impuesto a
trabajar esté como esté uno, (Horacio,
3
La actividad laboral, a decir de Keijzer, implica “un Albañil, 03 de noviembre de 2019).
complejo y detallado proceso cultural de incorporación
de formas de representarse, valorar y actuar en el A manera de conclusión
mundo […] donde se presenta al varón como
esencialmente dominante y subordina a la mujer, y a
En la familia de Miguel y de Horacio, tres
otros hombres que no se adaptan a este modelo. (15, p. generaciones han sido encausadas por las
3) determinaciones fundamentales de la sociedad de

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producción y tráfico mercantil capitalista. Si bien ideológicos, de la vida de los seres humanos (los
se trata de trabajadores en algún sentido trabajadores).
semiproletarios (11), tanto su vida material como
su vida espiritual, transcurren sujetas a los Referencias
fenómenos de la enajenación y la cosificación. Se
heredan no sólo oficios, actividades laborales
1. Han, Byung-Chul. (2016). Por favor, cierra los
empíricas, esto es, formas de ganarse la vida, sino ojos. Barcelona: Herder.
también, formas de estar, de ser, de hablar, de
razonar. Sus cosmovisiones, sus mitos, sus rituales 2. Fromm, E, (1964). Psicoanálisis de la sociedad
se vivirán en el contexto de una cotidianidad, en contemporánea. Hacia una sociedad sana.
“un mundo en cuyo ritmo regular el hombre se México: Fondo de Cultura Económica.
mueve con mecánica instintividad, y con un 3. Ávalos, G. (2016). Actualidad de Marx.
sentimiento de familiaridad.” (12, p.100) Cosificación, fetichismo y enajenación. En
Reencuentro. Número 64, agosto, pp. 12-20.
El tiempo y el espacio de trabajo desplazarán al de
ocio, al de la pereza, al del tiempo libre, al de la 4. Marx, K., (1971). Elementos fundamentales
para la crítica de la economía política
fiesta. Estos trabajadores han internalizado a tal (Grundrisse) 1857-1858. México: Siglo XXI
punto la ideología del trabajo, del rendimiento que Editores.
se sienten extraños en su ausencia. Lo relevante
del caso que aquí hemos abordado es que, no 5. Osorio, J. (2006). Biopoder y biocapital. El
obstante, lo que Marx plantea en los célebres trabajador como moderno homo sacer. En
Manuscritos económicos-filosóficos de 1844, Revista Argumentos. Número 32, septiembre-
diciembre.
también fuera del trabajo, no se sienten felices…
sino desgraciados… mortifican su cuerpo y 6. Lukács, G. (1970). Historia y conciencia de
arruinan su espíritu. 4 clase. La Habana: Editorial Ciencias Sociales.

Ajenos, extraños, pero asimismo enfermos. Luego,


7. Cuéllar, R. y Pulido M. (2016). Experiencia de
vida e historia oral. Reflexiones desde el trabajo
no sólo el espacio y el tiempo de la producción y la salud-enfermedad. En Tramas. Subjetividad
serán patológicos, también los de la vida privada, y procesos sociales.Experiencia, acción y
de la llamada vida cotidiana.5 El enfermar, palabra. Número 46, diciembre/2016, año 27,
entonces, se constituye en una suerte de respuesta, pp. 291-320.
de adaptación, pero, ante todo, de protesta, de
resistencia a una realidad enajenante y 8. Marx, Carlos. (1987). Escritos de juventud.
México: Fondo de Cultura Económica.
cosificadora.6 La racionalidad instrumental propia
del proceso de producción se hará presente en 9. Boltanski, L. (1975). Los usos sociales del
todas las temporalidades y lugares, materiales e cuerpo. Argentina: Ediciones Periferia.
10. López, S. (2011). Lo corporal y lo
4
El trabajador, dice Marx, “… no se afirma en su psicosomático. Aproximaciones y reflexiones.
trabajo, sino que se niega en él, no se siente feliz, sino VII. México: CEAPAC Ediciones.
desgraciado, no desarrolla al trabajar sus libres energías
físicas y espirituales, sino que, por el contrario, 11. Kautsky, K. (1974). La cuestión agraria:
mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. El trabajador, Análisis de las tendencias de la agricultura
por tanto, sólo se siente él mismo fuera del trabajo, y en moderna.México: Siglo XX.
éste se encuentra fuera de sí. Cuando trabaja no es él 12. Kosík, Karel. (1979). Dialéctica de lo concreto.
mismo y sólo cuando no trabaja cobra su personalidad”. México: Grijalbo.
(8, p. 598)
5
Acerca de estos conceptos véase (16, pp. 9-11) y (17, 13. Hobsbawm, Eric. (1976). De la historia social a
pp. 11-16). la historia de la sociedad. En Cardoso, Ciro.
6 Tendencias actuales de la historia social y
La significación de esto es especialmente grande. Sin
que los mismos trabajadores lo adviertan se da la demográfica. México: Sepsetentas.
posibilidad de encontrar una salida: transformar la
protesta, la resistencia en praxis política.

Medicina Social (www.medicinasocial.info) -88- volumen 15, número 2, mayo –agosto de 2022.
14. De Garay, Graciela. (1994). La historia con Fuentes Orales
micrófono. México: Instituto Mora. a. Maqueda, J. (2019). “Entrevista número 1
15. Keijzer, Beno. (1977). El varón como factor de realizada a Miguel, albañil”, 18 de enero de
riesgo: masculinidad, salud mental y salud 2019.
reproductiva. México: ECOSUR y UJAD. b. Maqueda, J. (2019). “Entrevista número 1
16. Duby, Georges. (1993). Prefacio. En Ariès, realizada a Horacio, albañil” 13 de junio de
Philippe y Duby, Georges. En Historia de la 2019.
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c. Maqueda, J. (2019). “Entrevista número 2
17. Gonzalbo, Pilar. (2004). Introducción general. realizada a Miguel, albañil” 03 de noviembre de
En Historia de la vida cotidiana. Tomo I. 2019.
México: El Colegio de México-Fondo de
Cultura Económica. d. Maqueda, J. (2019). “Entrevista número 2
realizada a Horacio, albañil” 03 de noviembre de
2019.

Recibido: 15 de julio de 2021.


Aceptado: 20 de noviembre de 2021.
Conflicto de intereses: ninguno.

Medicina Social (www.medicinasocial.info) -89- volumen 15, número 2, mayo –agosto de 2022.

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