Entrevista Con Darwin.

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 35

-. Gracias por presentarse, señor Darwin.

-. Solo Darwin, por favor. No quiero sentirme tan viejo.

-. Bien, entonces, Darwin. Cuéntanos sobre ti, tu


vida, tus poderes, que te hizo ser quien eres.

El robot vió fijamente al joven, el cual tenía en la boca una


manzana que había agarrado prestada de la mesa de
trabajadores antes de sentarse en el set para la entrevista.
Era su primera vez en un evento así, por lo que se acomodó
en el sillón que le dieron como asiento y se rascó la barbilla
mientras masticaba. Terminando por abrir la boca al mismo
tiempo que se pasaba el pedazo de manzana por su
garganta.

-. Necesitas ser un poco más específico, amigo de hojalata. Si te


contara toda mi vida de corrido estariamos aqui un laaaargo rato.

-. Mis disculpas, Darwin. En este caso, nos


gustaría saber acerca de tus primeros años,
determinamos que la época entre tu nacimiento y
los cinco años es una buena cápsula de tiempo para
que nos narres.

-. Así es mejor. Supongo que lo primero es presentarme como se


debe, mi nombre completo es Darwin Stacy Gonzales, aunque
muchos suelen decirme “Benito”, nací en Texas. Mi padre es del
ombligo del planeta y mi madre de la tierra de la libertad, soy hijo
único.
El humilde trabajador se presentó fuera de la casa de la
abogada con un ramo de flores y una banda de mariachis a
su lado, cantando con una melodiosa serenata para su
Dulcinea. Bajo la noche estrellada se presentó, y con un anillo
en sus manos se arrodilló para pedirle matrimonio. La voz de
ella se unió a su canto, y una vez llegó a la calle abrazó a
Benjamin antes de besarlo, susurrando a sus oídos la
esperaba palabra: Acepto.

-. Mis papás me decían que cuando nací hubo un eclipse, no tengo


idea de si eso sea cierto o puro invento, pero bueno. Un 27 de
diciembre vine a este mundo, pataleando y gritando a palabras de
todos los involucrados, después de eso crecí como un bebe
regordete y un chiquillo de lo más curioso, recuerdo claramente
que me encantaba probar la tierra afuera de nuestra casa en Texas.
Tal vez por eso es que me faltan unos tornillos, los deje tirados ahí
en la tierra.

Era una noche sin estrellas en la parte más silvestre del


anterior estado mexicano, el padre salió al patio a fumar
algo, pero una vez notó a su pequeño en el suelo ocultó el
cigarro y se sentó junto a él.

-. ¿Todo bien?

-. Si, papi, solo estaba viendo las estrellas.

-. No me mientas, estabas comiéndote la tierra como tanto te gusta,


no hay una sola estrella hoy.
Con sus dedos actuando como plumas el hombre atacó el
estómago del niño de cinco años, provocando su risa y que
pequeñas lágrimas de felicidad resbalaran por sus mejillas,
enterneciendo la sonrisa del obrero, curtido por tanto tiempo
respirando cemento y bebiendo refresco.

-. ¡Ya basta papá, me voy a hacer pipi de la risa!

-. Aww, pero si te ves tan tierno, pero mejor me detengo antes de


que Nicole se enoje conmigo por ensuciarte antes de dormir.

-. Oye papi.

-. Dime.

-. ¿Tú no ves las estrellas?

La pregunta lo desconcentro un poco ¿Cuales estrellas?


Volteó hacía arriba y no encontró una respuesta satisfactoria,
estaba nublado, las luces de la ciudad cercana se comían aún
más la probabilidad de que alguna luz exterior llegara a ellos.
No había una sola estrella esa noche, y a pesar de eso,
cuando veía los ojos llenos de asombro, la voz inocente, los
gestos de honestidad de su niño.
No dudaba que su hijo veía miles en el cielo.

-. No, no veo ninguna, pero estoy seguro que tu las ves todas.
-. Papá siempre fue el cariñoso entre los dos, no digo que mamá no
me quisiera, solo que su forma de demostrar ese cariño era muy
diferente. Recuerdo bien eso en mis cumpleaños, mamá se
encargaba de organizarlos, asegurarse de que todo estuviera en
orden, y papá los animaba mejor que cualquier payaso, incluso
cuando nos mudamos a México.

-. ¿México?, ¿A qué se debió ese cambio tan


repentino en su vida?, ¿Cuántos años tenía?

El ruido de su discusión lo despertó.


Tenía demasiado miedo como para levantarse de su cama,
así que abrazó con fuerza su conejo de peluche y cerró los
ojos, intentando conciliar el sueño. Pero podía escucharlos en
la cocina, impidiendo que durmiera.

-. ¡No podemos ir a México! ¿Qué hay de Darwin? Está en medio de


la primaria, es demasiado pequeño para un cambio así ¡Sólo tiene
ocho años, Benjamin! ¡Ocho! No puedo arriesgarlo a que vaya a un
país tan peligroso.

-. ¡Por favor, Nicole! Es mi madre, sabes que nunca traería a la mesa


algo tan extremo sin una buena razón. Ella está muy débil de salud,
mi padre no tiene suficiente dinero para sus gastos, y no tengo
suficiente trabajo aquí como para pagarlos. Jamás arriesgaría a
nuestro hijo, él se puede quedar con su abuelo mientras que yo
reuno el dinero.
-. ¿Y qué hay de mi? Tu esposa ¿No te importa? Tengo una vida, un
trabajo aquí. Sé lo mucho que significa tu madre para ti, pero no
podemos cambiar toda nuestra vida solo por eso ¿Qué voy a hacer
allá?, ¿Ser ama de casa? O dime ¿Te has puesto a pensar en que
vamos a hacer una vez volvamos? Tendré que buscar un nuevo
buffet de abogados que me acepte, tendremos que revisar si
aceptan a Darwin a mediados del ciclo escolar ¡Y muchas cosas
más!

Para ese punto la conversación había escalado en una


discusión enorme, y amenazaba con terminar en un conflicto
mucho peor, pero en vez de eso escuchó los sollozos de
ambos. Ya estaba muy cansado como para entender qué era
lo que decían, y a la mañana siguiente parecía que lo habían
resuelto por completo. Nunca les dijo lo que había escuchado
la noche anterior, y guardó completo silencio cuando le
dijeron una semana después que irían a vivir un tiempo con
sus abuelos.

-. Nunca los había visto fuera de fotos, mamá me decía que me iban
a visitar para mi cumpleaños número ocho, pero fue en esos meses
cuando mi abuela enfermó. Y bueno, nosotros tres ya estábamos
en camino a la Metrópolis, la joya de la nación y la ciudad más
congestionada que he visto en mi vida: La CDMX. La casa de los
abuelos era de dos pisos, olía a café y menta, llena de plantas y con
cuadros de tulipanes, en las paredes había fotos de muchísima
gente que no conocía, ahí crecí durante mucho, mucho tiempo.
-. Y díganos ¿Qué fue de su abuela? Lamentamos lo
intrusiva de la pregunta, pero deseamos conocer
los detalles precisos.

-. No he tenido que recordar eso en mucho tiempo.

El suelo frío del hospital no era nada cómodo, su cuello dolía


después de pasar tanto tiempo sentado, y su pecho apretaba
con fuerza por lo que pasaba a su alrededor. En la sala detrás
suyo estaban casi todos sus familiares, lo único que tenía
como compañero en ese momento era el pequeño telescopio
que le habían regalado para su cumpleaños número 11, por
parte de su abuela. No dejes de mirar a las estrellas, decía la
etiqueta que venía junto al aparato.
Con el dorso de la mano se limpió el moco que salía de su
nariz y se levantó del pasillo, caminando hacía uno de los
campos abiertos del hospital, donde el atardecer apagado
iluminaba las paredes blancas con pintura vieja. El resto de la
gente ahí sentada lo veía raro, pero ya no era una novedad,
lo perciben igual que los niños de su primaria, los profesores y
enfermeras. “Ese niño es un rarito”, “No te acerques que se te
pegan las pulgas”, “Deja de andar en las nubes y presta
atención a la clase”, “Con esa actitud nunca vas a ser algo”
No era fácil ser el niño nuevo, o el niño que siempre juega en
la tierra, o que se la pasa viendo al cielo, o el que no sabe
como jugar futbol. Su uniforme estaba sucio y lleno de
agujeros, con el rostro sumido en la tristeza aguantando
llorar.
Hace solo unas horas estaba en su casa ayudando a su papá
y a su abuelo a regar las plantas, cuando llamaron de
emergencia desde el hospital. Había sido una tarde horrible, y
con la desaparición del sol en el cielo parecía ser que
continuaría hasta la noche. A pesar de todo, usó el telescopio
y miró hacía arriba, viendo las esferas luminosas en todo su
esplendor, como si le sonrieran.

-. ¡Darwin! Por todos los santos, pensé que te habías perdido,


también.

-. ¿Papá?

Con una mueca de alivio el señor se arrodilló frente a su hijo


y lo abrazó como nunca. El joven podía notar lo mojado de los
párpados de su padre, y como después de unos segundos las
lágrimas empezaban a resbalar por sus mejillas. Temiendo lo
peor le regresó el abrazo y dejó caer su telescopio al suelo,
preguntando con una voz débil.

-. ¿Ella?

-. Si.
-. Sobra decir que todos en la familia estábamos devastados, papá y
mi abuelo no pudieron comer por días, nunca los vi tan tristes. Pero,
después del funeral y del entierro empezaron a sanar.

-. ¿Y qué hay de ti?

-. ¿Yo?

-. Así es, tu conexión familiar con ella seguía


siendo bastante cercana ¿Que no te dolió cuando se
fue?

En una noche de lluvia, después de un duro día de clases. En


el techo de la casa, ahí estaba, sosteniendo su telescopio
para ver el brillo mágico de las estrellas, notando como una
resplandecía con más fuerza que las otras. El agua salada
bajaba por su rostro hasta caer al suelo, sentándose
derrotado entre las plantas y escondiendo su cabeza entre las
piernas.

-. Te extraño tanto, abuelita.

-. Un poco.
-. Cambiaremos nuestro tema de conversación, pues
tenemos especial interés en este ¿Como obtuviste
tus poderes?

-. ¿Hablas de estos? - Levantó su brazo y con un pequeño


movimiento empezó a transformarlo, empezando a derretirse,
dejando un olor a quemado en el aire al igual que un visual algo
asqueroso, pronto sólo quedó el hueso expuesto, el cual fue
cubierto por roca rojiza hasta volver a formar un brazo completo
hecho del material, las grietas que había dejado fueron rellenadas
por un fuego azul cenizo. Todo el proceso tomó menos de un
segundo, y en ese mismo tiempo volvió a la normalidad, incluyendo
la ropa. Masticando una vez más la manzana que tenía encima.

-. Esos mismos ¿A qué edad?, ¿Cómo fue esa


experiencia?

-. De todo menos agradable, aunque dudo que esa respuesta sea


suficiente para ustedes. Iré por partes.

”Eran las vacaciones de invierno, semanas antes de mi cumpleaños


número 12. Habían pasado meses desde la muerte de mi abuela, y
mi abuelo pensó que sería buena idea un pequeño viaje, no me
opuse a la idea y mis padres tampoco.”

La carretera estaba vacía, y la noche era silenciosa excepto


por el ruido de su camioneta. El motor rugiendo, las llantas
dando vueltas y la radio reproduciendo canción tras canción.
Dentro estaban dos generaciones de la familia, faltando la
intermedia.
En el asiento del conductor se encontraba Rodrigo, el abuelo
de 65 años con canas en todo su pelo y una sonrisa cansada
en el rostro a la que le faltaban dientes, pero eso no lo
detenía de cantar a todo pulmón junto a su nieto, el cual
estaba por fin recuperando su sonrisa jovial. Sacudiendo la
cabeza con el ritmo, moviendo su cabello despeinado, su
ropa holgada y los frenos en su boca, sin mencionar como los
granos que tenía en la cara se sacudían junto a él. A pesar de
lo desafinados que estaban, y lo aturdidos que dejaban a la
gente con la que se cruzaban, no se detuvieron hasta que el
chico empezó a bostezar, siendo que la luna había salido
hace mucho tiempo y la oscuridad había cubierto por
completo la carretera.

-. Vaya vaya, creo que Benito ya tiene sueño.

-. Abuelo, ya te dije que no me llames así, me llamo Darwin.

-. Perdón, pero es que eres igual que tu papá cuando tenía tu edad
¿Qué me dices si buscamos un motel y descansamos por hoy?
Estoy seguro que mañana llegaremos a la playa.

-. Dijiste lo mismo ayer.

-. Ayer no sabía que se nos poncharía una llanta, pero bueno, si


quieres que siga manejando más te vale hacerte cargo a mitad de la
noche.

-. Busquemos un motel, pues.


Treinta minutos después ambos estaban dentro de una
habitación con camas incómodas y sábanas rasposas, pero
con la cabeza en una almohada (dura) a diferencia de los
asientos de la camioneta.
Después de agradecer a Dios y a la Virgen por el viaje seguro
del día ambos se despidieron el uno del otro antes de irse a
dormir.
La realidad era que solo el mayor pudo descansar esa noche,
el pre-puberto salió del cuarto y se sentó, viendo el cielo
nocturno mientras jugaba con el telescopio entre sus manos,
las estrellas ya no brillaban con tanta fuerza como antes, o
tal vez era que él ya no podía apreciar su resplandor. De
todas formas, agarró el regaló para usarlo una vez más,
notando el mismo color insípido en el cielo nocturno,
suspirando decepcionado por los resultados. Pero antes de
que volviera a entrar notó como algo empezaba a moverse
de un lado a otro, parecía una estrella fugaz, y desde el fondo
de su ser pidió ayuda en la forma de un deseo.

-. ¿Qué fue lo que deseó, Darwin?

-. Es bastante rudo interrumpir así una historia, y no le puedo decir,


si lo hago nunca se me cumplirá el deseo.

-. Entiendo, entiendo. Dejaré que continúe su


historia, pero antes, tenemos una pregunta más ¿Me
permite?

-. Adelante, usted es el entrevistador, no yo.

-. ¿Dónde estuvieron sus padres durante todo esto?


No tiene ningún sentido lógico. A pesar de que su
abuelo fuera quien propuso la idea, sus figuras
parentales deberían de haber estado presentes para
un viaje de múltiples días ¿Cómo es posible que no
fueran junto a usted y su abuelo?, ¿Cómo pudieron
dejarlo solo?

Era obvio que la pregunta había tocado un nervio sensible,


pues se notaba una mueca de desagrado en los labios del
joven, como si la manzana que había estado comiendo a
través de toda la entrevista se hubiera podrido en su paladar,
pero a pesar de eso volvió a actuar con calma. Poniendo sus
manos detrás de su cabeza y cruzando las piernas, jugando
con lo que quedaba de la fruta.

-. Es una buena pregunta, y una buena lógica, pero la cosa cambia


cuando los padres del niño están atravesando un divorcio. Y aún
más cuando era uno tan violento, así que, ellos aceptan la idea de tu
abuelo para viajar en tus vacaciones lejos de sus peleas, esperando
que la noticia de que ya no veras a mamá todos los días no te duela
tanto. Pero bueno, lo dejaré más simple, mis padres estaban
indispuestos en esos momentos por motivos personales, así que,
fue un viaje solo con mi abuelo.

-. Ya veo, agradecemos su cooperación con esta


entrevista, nos mantendremos callados hasta que
acabe su relato.

-. Gracias.
Después de pedir su deseo el joven se dio cuenta que la
presunta estrella fugaz empezaba a aumentar en tamaño,
y su brilló crecía al mismo tiempo. En cuestión de
segundos se dió cuenta que estaba presenciando un
meteorito ingresar a la atmósfera, y aún mejor, acababa
de caer enfrente del motel, rompiendo la tranquilidad de
la noche al igual que el suelo donde aterrizó. Consumido
por la curiosidad corrió hacía la zona de impacto,
ignorando el sentido común y los consejos de su familia.
Al llegar con la roca espacial se deslizó hacía ella, era tan
grande como una rueda de trailer, viéndola con ojos de
asombro, notando como brillaba incluso en el suelo. Una
luz verde que parpadea y reacciona a su presencia, como
si fuera una respiración. Viendo a sus alrededores se dió
cuenta que no había nadie más, nadie se daría cuenta si
lo tocaba un segundo. Con algo de temor la tocó con su
dedo, dándose cuenta que no pasaba nada aparte de
sentir una pequeña calidez en la punta de su índice. Con
esa información puso su palma entera, cerrando los ojos
al creer que se quemaría, pero solo era la misma calidez,
agarrando valor puso su otra mano, sonriendo como un
niño al darse cuenta que tenía entre sus dedos un
asteroide. Su abuelo estaría muriendo de felicidad al
darse cuenta de ello, podría ir con un montón de
astrónomos y enseñarles esa maravilla, sería genial, sus
papás tal vez dejarían de pelear para centrarse en la
asombrosa roca espacial.
Fue entonces cuando empezó a sentir como aumentaba su
temperatura, dejaba de ser una calidez hogareña para
convertirse en una molestia, y pronto, un dolor punzante.
Intentó despegar sus manos, pero parecían soldadas a la
superficie, por más que jalara no podía despegarlas, y con
terror se dió cuenta como el brillo del meteorito se estaba
propagando a sus brazos al igual que la sensación de
calor. Hizo un gran esfuerzo para escapar, pero solo logró
arrastrar la roca, sintiendo como la sensación enfermiza
se esparcía cada vez más por su cuerpo, llegando a su
pecho, bajando hacía sus piernas, escalando su garganta,
impidiendo que pudiera gritar por la abrumadora
sensación. Creía que todo estaba perdido, pero su tercer
intentó fue exitoso, quitando sus manos de la roca y
corriendo como un animal herido de regreso a la
habitación.
Se sentía débil, agotado, como si acabara de hacer un
ejercicio tremendo, peor aún, su cuerpo se sentía
diferente, como si estuviera en otra piel, sin embargo,
siguió avanzando con pasos mareados, cayendo al suelo,
arrastrándose con dificultad. No se quería detener, pero
en el momento que el calor abrumó su cabeza, se quedó
quieto en el suelo, con la mirada perdida.

Ya no estaba en la carretera, ni en el motel, de hecho, no


tenía idea de donde estaba. Todo era negro, un abismo
infinito en el que parecia haber entrado por error, pero
empezaba a escuchar voces a su alrededor, luego visiones
de criaturas con miles de formas, extraterrestres, hasta
que finalmente podía ver miles de rostros en pena,
sollozos infernales, plegarias interminables, poco a poco
todas las voces empezaban a unirse, acercandose más y
más a el. Eran miles, pero en ese instante parecían ser
solo uno, una entidad que conformaba todo su dolor,
furia, tristeza, deseos, ambiciones, todo. Y cuando menos
lo esperó, saltó hacía él, agarrándolo por completo hasta
que se unieron.
Todos esos pensamientos, sentimientos, y el desgarrador
dolor de todos esos seres se había vuelto suyo, lo
experimentaba en su propia piel, las memorias estaban
inscritas en su cerebro, sus almas destruyéndose en
pedazos para después unirse en un rompecabezas, era
imposible de digerirlo todo, era demasiado. Su cuerpo en
el exterior empezaba a brillar al igual que el meteorito, y
con sus últimas fuerzas antes de caer en un coma, el
humano gritó junto a las miles de voces que ahora eran
parte de él.
El grito fue suficiente para quebrar el suelo debajo de él, y
despertar a todos, en especial al abuelo, quien sin perder
un segundo salió de la habitación solo para encontrar a
su nieto tirado en el suelo. Sin dar señales de vida y con
quemaduras en sus manos.

-. Pero que historia tan.. trágica. Aunque,


tenemos una pregunta, Darwin.

-. Por supuesto que tiene una pregunta.

-. ¿No considera usted que todo eso suena muy


parecido a la historia del joven héroe conocido
como Ben 10? Hay elementos muy similares, por
ejemplo, el meteorito, el abuelo de una edad
mayor, la alegoría del espacio y seres
extraterrestres ¿No será que usted se está basando
en esa historia para crear la suya, solo dándole
un giro trágico a los acontecimientos?
Mientras más hablaba el robot más se marcaban las venas
del héroe incluso aferrándose al sillón hasta romper la
madera que lo sostenía, tallándose los ojos debajo de su
máscara. Exhalando desesperado, tratando de contener el
enojo en su voz a pesar de que parecía a punto de explotar.

-. Que “gracioso” que lo digas, eres como la milésima persona que


me dice eso. Así que déjame ser muy claro, yo no sabía quién
demonios era ese niño hasta que me empezaron a comparar con el.
¡C@r#j0! Lo mío pasó mucho antes, pero no empecé a ser un
vigilante hasta que él ya había empezado.. ¡¿Sabes cuantas veces
me han apuntado a las muñecas porque piensan que tengo su reloj
encima?!, ¡Demasiadas veces, demasiadas! Estoy siendo honesto
con lo que te dije, esa es mi p#t@ historia de origen, la que usted
me pidió y estoy hasta las p!nch3s b0l@s de que siempre me
comparen.

En su oleada de insultos se levantó del sillón y empezó a


cambiar su forma a la de un alienígena con vendas por
cuerpo, pasó a ser una criatura de cuatro patas sin ojos,
transfigurando su cuerpo al de una masa de metal líquido
que se solidificó poco a poco hasta tomar la forma original
del chico, volviendo a ser un humano que escupió la manzana
que le quedaba al suelo, dejándose caer al sillón con los
brazos cruzados, pasando a sostener su cabeza con sus
palmas. Suspirando intranquilo mientras movía sus piernas
como la batuta encima de un tambor, hasta que finalmente
se detuvo y miró al robot cara a cara.

-. Lamento todo eso, normalmente controló mi enojo. Pero he


escuchado esas comparaciones demasiadas veces, y estoy harto de
que me hagan ver como una copia barata.

-. Podemos entenderlo a la perfección, Darwin. Su


ritmo cardíaco aumentó de forma considerable
después de nuestra pregunta, era obvio que una
reacción así estaba por pasar, acepte nuestras
sinceras disculpas de la misma forma que nosotros
aceptamos las suyas.

-. Acepto sus disculpas, podemos continuar con la entrevista.

-. Excelente. Ahora, la siguiente pregunta ¿Qué


sucedió después de ese incidente?, ¿De qué forma
afectó su vida?

-. Eso es muy difícil de decirle. Después de tocar el meteorito quedé


inconsciente por mes y medio, no tuve ninguna idea de lo que
pasaba a mi alrededor.

-. ¿Y qué me dice de su interior?


Una pequeña figura caminaba por un interminable
abismo de oscuridad, uno que se había vuelto una
visión familiar estas últimas, horas o días ¿Semanas?
Era imposible saberlo con certeza, el tiempo era difícil
de medir en su situación. Cada paso era también una
nueva transformación, todo su cuerpo mutaba al de
otro ser, el proceso era infernal, podía sentir sus huesos
ser destruidos, sus músculos desgarrados y sus órganos
cambiando a otros. Todo sucedió en un solo segundo,
pero era agonizante, convirtiendo esas fracciones en el
tiempo en una tortura inhumana, solo para que se
repitiera en el siguiente paso. Podía sentir su
conciencia alejarse poco a poco de su siempre
cambiante cuerpo, como si empezara a quedarse
dormido dentro de un sueño, estaba cerca de cerrar
sus ojos cuando una voz retumbó en todo el lugar,
manifestándose como estrellas moradas arriba suyo.

-. NO DUERMAS.

Demasiado cansado como para responder siguió


caminando, abriendo un poco los ojos por la orden de
la voz.

-. NO PUEDES DORMIR. TIENES UN


PROPÓSITO.

Como un monólogo interno se preguntó a sí mismo


“¿Qué clase de propósito me obliga a hacer esto?” Y
como si pudiera escuchar esas palabras, la voz
respondió:

-. NADIE EXCEPTO TU TE OBLIGA A


CONTINUAR. SON TUS PROPIOS MÚSCULOS,
TU PROPIA CARNE, TUS PROPIOS HUESOS
LOS QUE TE IMPULSAN HACÍA ADELANTE.
PERO ELLOS SON SOLO EL VEHÍCULO, EL
MOTOR Y LA GASOLINA QUE TE MANTIENE
EN ESTE CAMINO ES TU VOLUNTAD.

Finalmente, después de un gran esfuerzo, pudo hablar


una vez más. Con el tono, profundidad, gravedad, y
otras características de su voz cambiando al igual que
su apariencia.

-. No se de que hablas, esto que camina no soy yo, este cuerpo no es


el mio, es el de otros, ni siquiera poseo una voz propia.

-. TE EQUIVOCAS. ESTOS SON TUS


CUERPOS, ESA QUE HABLA ES TU VOZ, PERO
TAMBIÉN ES LA DE OTROS. ERES UNO, ERES
MILES. TU ERES QUIEN DECIDE, TU ERES
QUIEN NOS HA SALVADO, VIVIMOS A
TRAVÉS DE TI. NUESTRA APARIENCIA,
NUESTRAS MEMORIAS, NUESTRO DOLOR.
Todo ello te pertenece ahora, es parte de ti.
Moriste junto a nosotros y has renacido de igual manera.
Ya no eres un humano, eres el hijo del cosmos.

Había vuelto a su cuerpo humano, era Darwin una vez


más, pero sentía lo mucho que faltaba para caminar.
La voz había desaparecido, y de alguna forma sentía
que ahora lo acompañaba, se alistó para seguir
caminando, pero entonces sintió como el suelo debajo
de sus pies empezaba a romperse, como la oscuridad
era disuelta, pasando a una luz cegadora que lo
abrumó por completo.

Cuando abrió los ojos una vez más, se encontró en la


habitación de un hospital, acostado en una camilla y
rodeado por su familia, quienes lo abrazaron con
fuerza para después llorar juntos.
Los doctores habían logrado despertarlo después de
múltiples intentos, dándolo de alta dos días después,
donde empezó su etapa en la secundaria. Olvidando el
sueño y la voz.
-. No lo recuerdo. Creo que solo vi un vacío. Pero eso no importa
mucho, me recuperé y entré a la secundaria unos días después,
hice buenos amigos, me pude concentrar más en las clases, todo
fue de viento en popa.

-. Suena bien, pero, me atrevo a preguntar ¿Qué me


dice del divorcio de sus padres?

-. Oh eso, bueno, mamá y papá me dieron a elegir con quien


quedarme, y a pesar de que quiero mucho a mi madre.. no podía
volver a Estados Unidos, así que me quedé con mi papá y mi abuelo.
Después de eso, bueno, las cosas fueron bastante bien, papá logró
conseguir un buen empleo como jefe de obra, mi abuelo obtuvo
una pensión y pudo retirarse de su trabajo para cuidar de mi
mientras mi papá trabajaba. Empecé a hacer lazos con la gente de
mi nueva escuela, la colonia, mis amigos, y mucho más. En los
veranos busqué trabajos de medio tiempo, salía con mi grupo de
amigos, tuve novias. Nunca llegue a algo más allá de unos besos,
pero no estamos hablando de eso.

-. Darwin, podemos notar que cuando habla de todos


estos sucesos, lo hace con una gran entonación de
nostalgia ¿Qué sucedió?

-. Lo que siempre sucede, un golpe en el estómago cuando crees


haber salido del ring. Después de mi último año de secundaria
diagnosticaron a mi abuelo con cáncer, no había nada que hacer,
era terminal. El tratamiento podría darle más tiempo de vida, pero
era demasiado doloroso, en cambio eligió vivir sus últimos días con
nosotros. Incluso tuvimos ese viaje que siempre habíamos querido,
usando el dinero de su pensión fuimos a la mejor playa que pudo
encontrar con el mejor hotel, pasamos dos semanas allí, nunca
había visto tan feliz a mi abuelo desde que murió la abuela..

En el hotel cinco estrellas, en la oscuridad de la noche, el


muchacho con quince años se escabulló fuera de su cama y
salió hasta la playa. Sacando de su pantalón el telescopio,
viendo las estrellas de la misma forma que hace muchos
años, pero está vez rezando por un cambio, rezando para que
su abuelo se recuperara, su enfermedad desapareciera y
pudieran vivir juntos como antes.
Era algo que había estado haciendo por meses, rezar, orar,
pedir, rogar, lo que fuera, para que su abuelo fuera curado de
un malestar que no merecía, una muerte prematura para
alguien tan noble. Una injusticia cuando había tantos
bastardos que gozaban de la mejor salud. Lleno de
impotencia apretó sus puños, y golpeó debajo suyo con
fuerza, una y otra vez hasta que sus nudillos sangran,
manchando la arena con el líquido escarlata y sus lágrimas,
cayendo derrotado. Dentro suyo podía sentir algo rogando
salir, y tal vez le permitiría huir, pero una voz lo detuvo una
vez más.

-. Pensé que estarías aquí.

-. Abuelo.. no es lo que parece, yo solo..

-. No te tienes que disculpar, Benito. Entiendo como te sientes


¿Como no vas a extrañarme si no hay abuelo más guapo que yo?

-. No hagas bromas con eso, abuelo. Vas a mejorar, aún te queda


mucho tiempo..

-. No, Benito. Mi final está cerca, y he hecho paz con ello ¿Sabes por
qué? Viví. Mi primera emoción fue negación, luego sentí rabia, luego
intenté negociar con mi propia mortalidad, antes de poder aceptar
la realidad una terrible tristeza se apoderó de mí, es por eso que
tardé tanto en decirles a ti y a tu padre acerca de mi condición. Creí
que sería mejor si no supieran, pero no es el caso ¿O si?

-. No, no.. para nada.

El anciano se sentó junto a su nieto, abriendo los brazos para


que el chico pudiera abrazarlo mucho mejor, sollozando en
voz baja mientras el acariciaba su cabello, mirando las
estrellas que iluminaban tanto el cielo nocturno como el
océano.

-. Ahora entiendo que, aunque muera aquí y ahora, puedo morir


feliz. Tuve una buena vida, la mejor, conocí a la mujer de mis
sueños, tuve hermosos hijos, ayudé a la gente que más lo
necesitaba, junto a mi amada vi cómo crecían nuestros pequeños
en grandes hombres, con los valores correctos. No fue fácil, nada
que valga la pena lo es, Benito. Pero ahora que lo veo todo desde mi
anciana memoria, junto a mi nieto.. no haría nada diferente. Pronto
volveré a ver a mi dulce flor, y aunque yo me vaya, se que tu y tu
padre nunca me olvidaran, me hacen sentir orgulloso.
Ambos lloraban en brazos del otro, pero aún así, la voz del
anciano sonaba igual de calmada y en paz como antes.

-. Nunca olvides esto, Benito. La vida, esa es la mayor riqueza que


hay en este mundo, nada se le compara. Quiero que vivas la tuya al
máximo, no te dejes dominar por el miedo, busca el amor, protege a
quien lo necesite, nunca permitas la injusticia, sonaran como las
frases de un anciano demente, pero si alguien las puede cumplir
eres tu. Hay mucha gente mala en este mundo, no seas parte de
ellos. Pelea por lo que está bien, creeme, no estarás solo jamás si
vives así. Te amo, Benito, yo y tu abuela te veremos desde las
estrellas.

-. Murió una vez volvimos del viaje, en su sueño, una muerte


tranquila. A su entierro fueron muchas personas, la mayoría no las
conocía, los cuadros en la casa de mis abuelos no eran solo familia,
eran amigos cercanos. Papá estaba triste, pero pudo mantenerse
fuerte para organizar todo, incluso me regaló un telescopio mucho
más grande antes de que empezara la preparatoria. Lo primero que
hice fue subir al tejado de la casa y mirar las estrellas, y ahí habían
dos, brillando con fuerza una al lado de la otra, sonriéndome.
-. ¿Y qué fue de su tiempo en la preparatoria?

-. Una mierda. No me podía concentrar, mis amigos habían hecho


nuevos amigos, no tenía energías. Todo empeoró cuando, cuando
mis poderes decidieron aparecer, aunque en esos tiempos no pensé
que fueran un poder, al contrario, creí que eran una maldición.

En una noche tormentosa, en la casa con olor a café y


cuadros con conocidos, una discusión padre hijo había
empezado, escalado y terminando de forma poca
satisfactoria.

-. ¡Darwin, vuelve aquí ahora mismo!

-. ¡Jodete! No puedo creer que estés del lado de ellos, y no del de tu


hijo.

-. ¡¿Crees que estoy de su lado?! Darwin, tus calificaciones son


terribles, reprobaste tu segundo semestre, ya no sales de tu
habitación a menos que te obligue.. Sé que la muerte del abuelo te
duele, pero no puedes dejar que te arruine tu futuro ¿No quieres
ser un astrónomo?

-. ¡Lo que quiero es que el abuelo vuelva!

Con un grito desde el fondo de su corazón, un deseo


profundo, una forma de despertar de su letargo su alma, su
cuerpo empezó a brillar. Lo que al principio parecía ser un
truco visual pronto se mostró como un verdadero peligro. La
piel del chico empezó a derretirse, como si fuera consumida
por un fuego fantasma, cayendo de rodillas al suelo, su ropa
volviéndose cenizas mientras el muchacho agonizaba en el
suelo, pidiendo con sus últimos alientos ayuda. Su padre de
inmediato se tiró al suelo a intentar ayudarlo, pero para
cuando estuvo frente de él, su hijo no era más que un montón
de huesos. Creyendo lo peor, empezó a llorar, golpeando el
suelo debajo suyo, tratando de pedir perdón por sus errores,
esperando que de alguna forma pudiera traer de nuevo a su
pequeño de regreso a la vida, y para su fortuna, los huesos
volvieron a moverse, levantándose poco a poco. Formaban
rocas alrededor de los huesos, hasta que ya no se podían ver,
el momento siguiente las grietas entre las rocas fueron
rellenadas por un líquido denso, color azul cenizo. El cráneo,
suspendido en el aire encima de lo que solía ser el cuello,
finalmente fue cubierto por la roca volcánica, para después
prenderse en fuego con el mismo color que el líquido entre las
piedras rojas. Darwin caminaba una vez más, aunque no era
en su propia piel, y como su primera palabra en su nuevo
cuerpo, gritó de dolor, pensando que aún experimentaba la
tortura de no ser más que huesos. Pero pronto se calló, no
solo porque ya no sentía nada aparte de un ligero cambio en
su altura, no, se dió cuenta que su padre estaba desmayado
en el suelo.

-. ¡PAPÁ!
-. Así que, descubrí que podía cambiar de forma. Llamé a unos
vecinos, y al reconocer mi voz llamaron a una ambulancia. Intenté
acompañarlo, pero el metal se fundía con mi toque, así que tuve
que esperar en la lluvia durante horas, hasta que me avisaron que
mi viejo estaba en buena salud. Mientras intentaba dormir pude
volver a mi forma normal, fue igual de doloroso que convertirme en
un Pyronita y estaba desnudo en medio de la calle, pero volvía a ser
un humano. Y eso me tranquilizó, no quería ser un monstruo de
fuego durante toda mi vida.

-. Pero que interesante ¿Acaso sabes como puedes


hacer eso?

-. No, la verdad es que no. Mi mejor idea es que al tocar el meteorito


el ADN de varios alienígenas se fusionó con el mío, y ahora puedo
cambiar de forma. Pero ni siquiera estoy seguro de esa teoría.

-. Asombroso, ahora, imaginamos que ya estamos


cerca de terminar está entrevista, o biografía
acerca de tu vida. Dinos Darwin ¿Qué pasó después
de eso?

-. ¿Qué no pasó? Papá volvió a casa, intentamos hablar de lo que


había pasado esa noche. Me dijo que eso que experimentaba podía
ser una maldición, me llevó con docenas de exorcistas, padres, etc.
Nada, mi condición empeoraba, ahora no solo me volvía un
demonio de fuego, también era una momia, un charco de metal
líquido, un animal con taladros en las manos, un tipo de robot, y
muchos otros.
Siempre que me transformaba sentía un terrible dolor, tan malo,
que tuve que abandonar la escuela por miedo a que ocurriera una
transformación en una clase, mi papá estaba muriendo de miedo,
creyendo que su hijo era el anticristo. Pero en ningún momento me
abandonó.

-. ¿Cómo te sientes?

El hombre acarició el cabello de su hijo una vez más, viéndolo


con lastima. Estaba postrado a la cama, experimentando
malestares más allá de su entendimiento, incapaz de
ayudarlo. Era una pesadilla de la que no podía despertar, y
no quería pensar en cómo se sentía para su pequeño.

-. Mejor, me duele menos el cuerpo.

-. Ya pronto vas a estar mejor, podrás volver a la escuela y con tus


amigos.

El pensamiento de volver a la normalidad lo aterraba casi


tanto como su situación actual ¿Qué iba a hacer? Habían
pasado meses desde que tuvo que huir y quedarse como
recluso en su habitación, sus amigos lo habían dejado de
lado, para ese punto solo tenía a su padre. Con una sonrisa
fingida intentó mantener el optimismo, pero pronto su rostro
empezó a endurecerse, al igual que el resto de su cuerpo.
Estaba pasando de nuevo.
Su padre sostuvo su mano con fuerza, intentando mantenerlo
tranquilo mientras su piel era desgarrada por el crecimiento
inesperado. Llorando de impotencia, mirando hacía arriba.

-. Te prometo que voy a curarte.

-. Nunca me “curo”, pero si llegó con este bonito traje. No tengo idea
de cómo lo consiguió, pero sí sé que el dinero en su cuenta bancaria
desapareció unos días antes de que me lo enseñara.

-. ¿Y qué hace este traje que es tan especial?

-. Administra anestesia y sedantes, además de que se une a mi


cuerpo como material biológico para que no esté desnudo después
de una transformación. Además de que es muy cómodo, y vamos,
me veo genial.

El muchacho cruzó las piernas e hizo un gesto con sus manos


para simular unas pistolas, “disparando” al pronunciar la
onomatopeya. Volviendo a acomodarse en el sillón,
suspirando para sí mismo.

-. No tenemos programado un sentido de la moda,


así que no comentaremos nada al respecto.

-. Gracias, tuve suficiente criticismo por hoy.

-. Y díganos ¿Qué sucedió después de obtener su


traje? Suena como el inicio de algo importante.
-. Estas en lo correcto mi amigo de hojalata, con el pequeño cambio
de que no esté sufriendo de dolor todos los días, pude volver a mi
vida de forma “normal”.

-. ¿A que se refiere con ese cambio de tono?

-. Bueno, creelo o no, después de lo que tuve que experimentar por


meses, me era un poco difícil adaptarme una vez más a las
responsabilidades comunes. Tarea, salir a trabajar, el drama de mis
amigos, tener que usar el traje a todas horas. Sin mencionar los
dolores que persisten.

-. ¿No dijo usted que el traje aliviaba esos


sentimientos negativos?

-. Si y no, es más difícil que eso, tenía.. tengo. Miembros fantasma, o


no se como se llama, en palabras simples, siento que partes de mi
cuerpo duelen aunque ya no están ahí, o a veces mi cerebro entra
en alerta máxima porque cree que voy a volver a mutar en otro
cuerpo y me llena de adrenalina y otros químicos, no fue nada fácil.

-. Anotaremos eso, díganos entonces, si tantos


problemas experimentaba ¿Por qué decidió salir a
ayudar gente?
En la terminal del aeropuerto un señor de mediana edad veía
con temor como llegaba su vuelo, no porque le tuviera miedo
a viajar en esos vehículos, sino que significaba algo de lo que
no estaba preparado.

-. ¿Estás seguro de todo esto?

-. Tan seguro como puedo estarlo, papá. Ya llegamos hasta aquí,


vendimos la casa de los abuelos, todas sus cosas están en las
maletas. Si me hubiera querido retractar, lo hubiera hecho hace
semanas.

-. Lo sé, pero no puedo evitar pensar que estoy cometiendo un


grave error al dejarte solo, eres muy pequeño.

-. Tengo 18 años, y me has enseñado muy bien. Si puedo sobrevivir a


mi cuerpo volviéndose en mi contra, estaré bien viviendo solo.

El muchacho, mucho más alto que su padre, se inclinó un


poco para abrazarlo. Desatando las lágrimas en su
primogénito, aferrándose al cuerpo de su hijo. No podía
sentir su piel por el traje, cubierto por una chamarra que
combinaba, a pesar de eso, sentía calma. No poder sentir su
piel significaba que estaba seguro de sentir un dolor infernal.
Se quedaron en ese abrazo, esa unión de sus cuerpos fue
alargada hasta que sonó la voz del comunicador, anunciando
que el vuelo iniciaba en cinco minutos. Antes de irse el señor
agarró el rostro de su pequeño gigante, sintiendo la máscara
en vez de su barbilla.
-. Nunca voy a entender porqué decidiste quedarte y hacer esto del
superhéroe.

-. ¿No es obvio? Esto fue lo que me enseñaron.

Sin decir nada más se quitó la máscara y bajó la capucha de


su sudadera, dejando que por fin pudieran verse cara a cara
una vez más. Dándose un último abrazo antes de que
partiera.

Volviendo al presente, el joven sonrió mientras se cubría el


rostro.

-. Ser un astrónomo ya no parecía una opción.

-. Así que. Ahora usted vive solo en México,


mientras su padre volvió a Estados Unidos ¿Me
equivoco?

-. Para nada, ahora disfruto de la independencia que te da un


departamento barato.

-. Si ese es el caso, queremos saber cómo es su


vida ahora que vives solo y además trabajas como
superhéroe.

Una amenaza enorme hacía estragos en el epicentro de


Italia, destruyendo edificios y poniendo en peligro miles de
vidas. Dos horas después llegó el héroe cambia formas ¿La
razón? Estaba ocupado en el banco, pagando la luz y el gas.
Una fuerza destructiva arrasaba con Groenlandia, todo
parecía perdido por suerte.. Darwin tenía cupones para pagar
su despensa de fin de mes. La paga por parte de la
asociación de héroes no era suficiente para cubrir los gastos
del mes, se ofrecía a trabajar como repartidor para los
negocios locales.

-. No soy el mejor para organizar mi vida civil y la de héroe, así que


de momento solo me conocen en mi barrio, ayudando a los vecinos
y sus mascotas. Pero espero poder cambiar eso pronto, solo
necesito comer mejor.

-. Creo que con eso tenemos suficiente, Darwin


¿Desea decir algo antes de irse?

-. Hmm ¿Esto lo van a ver niños?

-. Afirmativo.

Tomando una gran bocanada de aire se preparó para lo que


tenía que decir, levantándose del sillón y señalando hacía
donde creía estaban las cámaras. No estaban ahí.

-. ¡Cepillense los dientes, coman sus verduras, y no olviden que las


chivas son el mejor equipo de todo México! - Tosió un poco antes de
proseguir - Y cuando sean rescatados por su servidor, no olviden
comentarlo a sus familiares, ayuda mucho a que me paguen mejor
en la asociación.

Sin decir nada más se dio medía vuelta y caminó fuera del
set. Desapareciendo por completo de la vista del robot, quien
no tenía idea de como terminar la grabación, por lo que solo
se vio su rostro desconcertado por las ultimas palabras del
hombre antes de que pasara a una pantalla en negro.
Finalizando así, la entrevista con Darwin.

Momentos después, rápido como un rayo y dejando una


estela de colores detrás suyo, llegó el héroe a su colonia.
Viendo como la señora Maria tenía problemas cruzando la
calle decidió darle una mano, a la vuelta estaban los chicos
de la carnicería, teniendo problemas para mover unas cajas.
Sin mucho problema transmuto sus brazos a unos más
resistentes y dejó la mercancía en su lugar, bromeando con
los muchachos de quedarse con su trabajo antes de dirigirse
a su departamento. Saludando a los vecinos y jugando con el
niño que tenía en brazos, finalmente subiendo las escaleras
hasta su hogar, abriendo la puerta sintiendo el cansancio
abrumador en todo su cuerpo, sobre todo su estomago.
Una vez en casa el hombre se quitó su traje y se dejó caer en
su sillón, cenando los sándwiches que había “tomado
prestados” de hace rato, viendo la televisión como ruido de
fondo mientras llamaba a alguien con su teléfono.

-. ¿Qué cómo me fue?, ¿Por donde empiezo, papá?


¡GRACIAS POR LEER! de nuevo

decidi volverlo a hacer, el final no me convencía, así


que lo reescribí ¿acaso mate mi tiempo de sueño con
esto? Si, lo hice. y probablemente pase de nuevo.

Si llegaste hasta aquí sin desearme la muerte por


leer tanto, muchas gracias por la atención. Espero
que este intento tan experimental de fundir una
entrevista con momentos clave fuera de su agrado.

sin más que decir, este fue Medu, el escritor más


irregular que ha existido, y yo. me piro vampiro.

También podría gustarte