La Armadura de Dios
La Armadura de Dios
La Armadura de Dios
De todos los elementos que conforman la armadura, la única que sirve para el ataque es la espada, puede ser
usada para la defensa; pero su principal función es el ataque.
La espada hay que saber usarla, si salimos a una batalla y no tenemos la espada o no la sacamos de la vaina, o no
sabemos usarla, es imposible que salgamos victoriosos.
Imagínese a un soldado romano salir a la batalla sin su espada, es seguro que se quedará allí en el campo de
batalla, no regresará con lo suyos. El enemigo lo derribará y allí perecerá.
En el cristianismo es la palabra Dios que ocupa la posición de espada, ya que sirve para atacar al maligno.
Es muy importante como creyentes saber utilizar esa espada. Nuestra victoria como creyentes dependerá mucho
de cuanto sepamos usar esa espada. No es simplemente citarla, es saber y conocer cuándo y cómo hacerlo.
La espada es una de la parte más importante de la armadura, usted no puede ir a una guerra sólo a defenderse,
usted también debe ir a atacar a su enemigo. A atacar sus mentiras, engaño y demás dardos.
La primera defensa que el diablo va atacar en usted es tu fe, satanás va sembrar en usted dudas para que usted no
crea lo que Dios le dijo.
El cristiano que no conoce bien la palabra de Dios no puede usarla en la batalla, satanás va encontrar todas cosas
que usted ignora y lo atacará allí.
Pero si sabemos usar la espada, si conocemos como aplicar la palabra Dios en cada circunstancia el enemigo no
podrá vencernos. Recuerde que satanás es mentiroso, aunque te cite la biblia.
Cuando Yeshúa fue tentando en el desierto, fue con la espada del Espíritu que es la palabra de Dios que él lo
venció.
Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra
hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las
intenciones del corazón.
(hebreos 4:12)
Es con la espada del Espíritu - la palabra de Dios que venceremos al enemigo, que podemos vivir una vida cristiana
en victoriosa y abundante. El conocimiento de la palabra de Dios nos permite salir de cualquier situación difícil.