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Una Europa convulsionada
Coma leiste en el capítulo 1, entre 1792 y 1815, la mayor parte del
territorio eurapeo atravesó una serie de conflictos armados que tenían su origen en la Francia revolucionaria y el Imperio napoleónico, En efecto, a pesar de las medidas de las diferentes monarquías europeas, las tropas francesas avanzaron exitosemente sobre una gran zona de Europa continental. Sin embargo, la superioridad de la marina británica les impidió llegar a Gran Bretaña, Luego de la batalla de Trafalgar (21 de octubre de 1805), en la que las fuerzas navales francesas y españolas aliadas a Francia fueron derrotadas por la coalición integrade por Gran Bretaña, Nápoles, Suecia, Rusia y Austría, Napoleón llegó a la conclusión de que no contaba con el suficiente poderío naval para enfrentar a los ingleses. Por lo tanto,decidió debilitar económicamente a su principal rival, Con ese objetivo, en 1806 estableció un bloqueo continental mediante el cual se prohibía a los territorios europeos ocupados por los ejércitos franceses comerciar con los británicos. Como consecuencia del bloqueo, Gran Bretaña -en pleno auge de la Revolución Industrial se vio imposibilitada de comercializar su producción manufacturera en el continente, por la que decidió buscar nuevos mercados, Esta es una de las principales razones de que los británicos invadieran Buenos Aires en 1806 y 1807, como leerás en el capítulo 4. De todas formas, con el cbjetivo de poner fin al bloqueo que afectaba sus intereses económicos, Gran Bretaña dio un pase más y encabezó une nueva coalición para enfrentar me- diante las armas a Francia. Los reinos de la península Ibérica no estuvieron ajenos a este conflicto: mientras Portugal se alió con los británicos, España los enfrentó. Esta decisión resultó extremadamente perjudicial para la Corona española, ya que dificultó el tráfico atlán- tica y provocó un progresivo distanciamiento entre España y sus colonías americanas.
Los desafíos de las monarquías ibéricas
Durante los últimos años del siglo xvi, España había modificado en varias ocasiones sus alianzas con los distintos países europeos, En 1792, por ejemplo, junto con otras monarquías absolutistas, le declaró la guerra a la Francia revolucionaria. Sin embargo,poco tiempo después, en 1795, el monarca español Carlos 1V firmó con los franceses la Paz de Basilea. A partir de entonces, Francia y España se convirtieron en aliadas y se enfrentaron a Gran Bretaña. A diferencia de España, la Corona portuguesa intentó, eunque no logró del todo, mantener una posición neutral. Esta decisión tenía como objetivo proteger los vínculos entre Portugal y sus colonias, de las que el reino dependía económicamente. El probiema era que esta neurralidad ponía en riesgo el bloqueo continental que Bonaparte intentaba imponer a Gran Bretaña, En este contexto, Napoleón decidió avanzar sobre Portugal,que era el único apoyo sobre el Atlántico que les quedaba a los buques mercantes bri- tánicos en Europa. Para ello, las tropas napoleónicas necesitaban atravesar el territorio español, lo cual fue autorizado por la Corona española a través del Tratado de Fontainebleau. A fines de 1307, los franceses llegaron hasta Lisboa, capital de Portugal, y obligaron a la familia real a refugiarse en el Brasil En España, la firma del tratado franco-hispano «impulsada por Manuel Godoy, ministro del rey- generó un gran descontento, Algunos sectores de la población consideraban que el enfrentamiento contra Gran Bretaña era la causa de la crisis económica que atravesaba el país. Además, como el tratado implica- ba no solo el tránsito de las tropas napoleónicas sino también la ecupación de puntos estratégicos del norte del territorio español, Godoy apareció ante la opinión pública como un traidor. A partir de entonces comen- 26 a organizarse un movimiento en su contra, encabe- zado por Fernando hijo y heredero del rey-. Aquellos sectores que consideraban una amenaza la presencia de las tropas napoleónicas en España no se equivocaron: Francia -una potencia que hasta ese momento había sido aliada de España- terminó inve- diendo el territorio español y, hacia febrero de 1808, los efectivos franceses allí ya superaban los cien mil hombres, Esta situación provocó que, en algunas re- iones de España, la población se enfrentera violenta- mente con las tropas invasoras y que se acrecentara el descontento contra el ministro Godoy. En marzo de 1808 estalló en las calles de Madrid un levantamiento popular conocido como "Motín de Aranjuez”. Durante la noche del 17 al 18 de marzo, grupos de revoltosos ar- mados con palos, azadas y teas atacaron y saquearon la casa de Godoy, que se había escondido, Finalmente, el motín -que exigía le abdicación de Carlos 1Y y estu- vo promovido por seguidores de Fernando-- provocó la renuncia de Godoy y la abdicación del monarca. Este fue reemplazado por su hijo, quien ascendió al trono con el nombre de Fernando VII Sin embargo, la crisis estaba lejos de concluir, pues Carlos IV proclamó que lo habían obligado a abdicar y solicitó la ayuda de Napoleón para recuperar su tro- no, Entonces, el emperador francés convocó a Carlos 1Y y a su hijo a una reunión en Bayona -una ciudad de la frontera francesa-. En ese jugar Napoleón for- zó a Fernando a devolverle el trono a su padre, Pero no todo terminó allí, ya que luego Napoleón obiigó a Carlos a abdicar en su favor y tomó prisionero a Fernando, Después Napoleón designó a su hermano José Bonaparte como rey de España, quien asumió el trono con el nombre de José IL Estas abdicaciones crearon un dilema jurídico sin precedentes en el Imperio español. Si el principio de legitimidad política y de unidad de los territorios ba- jo el dominio de España residía en la autoridad del rey y este -cautivo de Napoleón Bonaparte había sido reemplazado por un monarca ilegítimo, ¿quién debía gobernar en nombre del rey? Representación del Motín de Aranjuez 37 Nuevas autoridades: la Junta Central, el Consejo de Regencia y las Cortes Ante los sucesos de Bayona existían dos opciones: 0 se aceptaba la autoridad de fosé 1 0 se la descono- cía, Así, mientras algunos juraron fidelidad al nuevo monarca, otros consideraron que la abdicación de Carlos IV colecaba el trono en manos de un usurpa- dor. Esta última posición dio origen, en mayo de 1808, a una serie de disturbios y, poco tiempo después, la mayoría de las ciudades españolas se rebelaron en nombre Fernando VII, La resistencia se expresó polí- ticamente en la organización de juntas provinciales de gobierno, Integradas por militares, representan- tes del alto clero, funcionarios y comerciantes espa- ñoles, dichas juntas se autoproclamaron soberanas y asumieron el poder local en nombre del rey cautivo, invocando el principio de la retroversión de la sobe- ranía, Este principio sostenía que el único depositario de la soberanta era el pueblo que, a su vez, la delega- ba en el monarca. Ante su ausencia, el pueblo reasu- mía la soberanía y la traspasaba a organismos que lo " representaran —en este caso, las juntas de gobierno-. » A mediados de junio de 1808, el movimiento jun- tista se había extendido a todas las provincias de España. Para coordinar el accionar de las distintas juntas y organizar la resistencia contra los franceses, en septiembre de 1808 se conformó la Junta Central Gubemnativa del Reino, que gobernó en nombre del _ rey como depositaria de la soberanía que las distin- tas juntas provinciales le habían delegado. Si bien sus integrantes coincidían en defender el principio de retroversión de la soberanía, existian diferencias respecto de cuél debía ser la forma de 2d N El dos de mayo de 180 en Madrid, tamiblén llamado La carga de los mamelugos en la Puerta del Solo La ducha con fos mamatucos. Óleo de Francisco de Goya (1814). En una rarsal Consejo de Regencia, el pirtor expresó que pretendía "nerpetuar par medio del pincellas más notables y hercicas escenas de nuestra gloriosa insurrección contra el tiranade Euroga”, gobierno que se organizaria una vez que volviera el legítimo rey. Así, los absolutistas lustrados conside-raban que la Junta era un poder provisional que solo debía suplir al monarca y organizar la guerra contra los franceses, En cambio, los constitucionalistas más tradicionales proponían reemplazar la monarquía ab- solutista por una parlamentaria, siguiendo el modelo inglés. Finalmente, los liberales eran partidarios de la soberanía popular y de elaborar una constitución ins- pirada en el modelo francés de 1791. La Junta Central enfrentó grandes dificultades re- lacionadas tanto con sus diferencias internas como con las sucesivas derrotas que sufrieron los ejércitos españoles. Por último, ante la ocupación casi total del territorio por los franceses, a comienzos de 1810 sus integrantes decidieron disolverla y reemplazarla por un Conseja de Regencia, compuesto por einco miembros, Antes de autodisclverse, la Junta convocó a la reu- nión de Cortes generales y extraordinarias. En esta institución estaban representados los diferentes esta= mentos de la sociedad española: la nobleza, el clero y los representantes de algunas ciudades. Luego de gran- des debates, los diputados de las Cortes fueron elegidos siguiendo el criterio propuesto por los liberales: una re- presentación proporcional a la cantidad de población. Las Cortes se reunieron en Cádiz a partir del año 1810. Su accionar, bajo la hegemonía del sector liberal, buscó implementar una serie de reformas para acabar con el Antiguo Régimen y aprobar una constitución que Emitara el poder de la monarquía. > Y La situación en las colonias americanas Los sucesos peminsulares tuvieron importan- tes consecuencias políticas en la América española y generaron fuertes debates en torno a la posición que $e debía tomar ante la ausencia de la autoridad real. No obstante, al menos en principio, las colonias americanas mantuvieron su fidelidad a FernandoVII, en tanto que la Junta Central fue reconocida como la instancia de gobierno provisional legítima. En enero de 1809, la junta decidió incorporar a representantes de los dominios americanos. Según algunos historiadores, esta decisión se basó en el temor de que las colonias replicaran el proceso de formación de juntas locales o que implementaran al- ternativas aún más radicales. Las elecciones para enviar representantes tuvo un enorme significado político, ya que era la primera vez que España reconocía el derecho de las ciudades americanas a elegir a sus representantes y a formar parte de los órganos de gobiemo metropolitanos. No obstante, el proceso electoral en Hispanoamérica fue muy lento y los diputados nunca llegaron a integrar la Junta Central, ya que esta se disolvió a principios de 1810 y fue reemplazada por el Consejo de Regencia. Esta noticia tuvo un gran impacto en las cclonías: un En septiembre de 1810, las Cortes comenzaron a sesionar en Cádiz y se proclamaron depositarias de la soberanía nacional, lo que significaba que representa- ban ala totalidad de la nación española. Por otra parte, otorgaron derechos políticos a los criollos y a ios mes- tizos, aunque rechazaron la pretensión de que se asig- Bara uma cuota igualitaria a criollos y peninsulares en el ejercicio de los cargos en América. gobierno provisorio, pero aceptado como legítimo, había sido sustituido por otro de dudosa legitimidad. Consciente de su debilidad, el Consejo de Regencia mantuvo la convocatoria a Cortes generales y extraor- dinarias que había realizado la Junta Central, pero le otorgó alos territorios americanos una representación muy minoritaria respecto de los peninsulares. Las respuestas frente a la instauración del Consejo y la convocatoria a las Cortes no fueron homogé- neas en América. En efecto, se originó una división entre un bloque leal -cempuesto por ciudades como Montevideo, Lima y México- que aceptó al Consejo (y admitió también ser parte de las Cortes) y otro bloque que lo desconoció como autoridad legítima y decidió seguir el camino del autogobierno. Así, cuando a co- mienzos de 1810 llegaron a América las noticias de la caída de la Junta Central y el establecimiento del Consejo de Regencia, las ciudades de Caracas (abril), Buenos Aires (mayo), Bogotá (julio), Santiago de Chile y Quito (septiembre) siguieron el ejemplo peninsu- lar y formaron juntas de gobiemo qué sustituyeron a las autoridades vigentes y declararon su lealtad a Femando VII Entonces, el Consejo de Regencia deci- dió declerarlas en rebeldía y emprendió acciones ar- madas en su contra. En 1812, las Cortes sancionaren una constitución que declaraba abolidos los derechos señoriales, anulaba la inquisición y proclamaba la supresión del tributo, la mita y los servicios personales indigenas, Sin embar- go, el carácter libera! de la Constitución hizo difícil su aplicación en los territorios americanos, debido a que atacaba los intereses y privilegios de algunos sectores de la sociedad indiana. 39 >” “E La crisis La crisis política peninsular tuvo consecuencias insospechadas para sus protagonistas: el inicio de los procesos de emancipación de la América española. Sin embargo, a pesar de la importancia de aquella crisis, las causas políticas no fueron las únicas que ex- plican los procesos emancipatorios, En realidad, estos también pueden considerarse como el desenlace de una progresiva degradación del poder español que había comenzado a mediados del siglo xvtit y se acele- 6 hacia finales del siglo. En efecto, durante los quince años que se extendieron entre 1795 y 1810, la Corona española perdió gran parte del control de los territo- rjos coloniales que había logrado consolidar gracias a las Reformas Borbónicas. Recordá que, si bien estas reformas habían provocado un fuerte descontento en distintos sectores de la sociedad colonial, este no se había expresado, en la mayoría de los casos, en una re- belión abierta. Y en aquellos casos en los que sí lo hizo, los levantamientos no proponían, necesariamente, la autonomía respecto de la metrópoli. Sin embargo, la decisión del ministro Manuel Godoy de aliarse —a partir de 1795- con la Francia revolucionaria constituyó un punto de inflexión en un proceso que desembocaría en los procesos in- dependentistas. Esta decisión, que daría origen a la guerra con Gran Bretaña, debilitaría el dominio efectivo que la Corona española ejercía sobre sus posesiones ultramarinas. De hecho, la hegemonía Godoy presenta la Paz a Carlos 1V Óleo de 105é Aparicio. 40 del orden colonial y las revoluciones hispánicas británica sobre el océano Atlántico -que se volvió in- discutible luego de Trafalgar sisló progresivamente a España de sus colonias porque dificultó el envío de funcionarios y de fuerzas militares, y produjo la casi total paralización del sistema comercial tradicional. Para contrarrestar las consecuencias comerciales del conflicto armado, la Corona española flexibilizó el monopolio que ejercía sobre América y permitió el comercio con colonias extranjeras, primero, y con potencias neutrales, después. Pero lejos de recompo- ner el dominio económico sobre sus dominios, esta decisión debilitó aún más el control que España ejer- cía sobre ellos, Si bien las transformaciones comerciales provo- caron la ruina de los sectores vinculados al sistema comercial tradicional, también beneficiaron a ex- tranjeros y a nuevos comerciantes, vinculados con el tráfico atlántico. Estos últimos comenzaron a consi- derar que el vínculo colonial afectaba sus intereses, por lo que se propusieron abtener una mayor auto- nomía respecto de España, Otro factor que ejerció una gran influencia sobre la situación política en América fueron los procesos de independencia de las Trece Colonias inglesas -que dieron origen a los Estados Unidos en 1776- y el de la colonia francesa de Saint-Domingue (actual Haití) -que se independizó en 1804. Ambos se convirtieron en ejemplos a seguir, o no, según quién los considerase. Como leerás a continuación, los procesos que conciuyeron con la ruptura de los lazos coloniales no se produjeron de manera uniforme a lo largo de toda la América española,Así, la capacidad de las autori- dades coloniales de imponer su dominio efectivo, los vínculos entre criollos y peninsulares, las actividades económicas realizadas, la creciente presencia comer- cial de potencias europeas rivales de España -0 las características de la estructura social— fueron algu- nos de los factores que influyeron sobre los tiempos y las modalidades a través de las cuales los territo- rios coloniales se fueron independizando. A pesar de las diferencias existentes, se pueden identificar dos grandes tipos de procesos: uno más lento y mode- rado, donde existió hasta el final una alianza entre los grupos dominantes (criollos y peninsulares) y las autoridades coloniales para mantener el orden esta- blecido, y otro más radical, que tenía como objetivo la ruptura con la metrópoli. Lai: í E EaÉ +r i: 49 Santillana SA. Prohibida su larocopio. Ley 11.723 Haltí: la primera república latinoamericana Como leíste, Haiti accedió a la independencia en 1804, convirtiéndose en un ejemplo para el resto de las colonias americanas, ¿Cómo fue la historia de este pe- queño pais, pionero en romper los lazos coloniales? En 1665, los franceses habían arrebatado a los es- pañoles la parte occidental de la isla La Española, La colonia francesa, denominada Saint-Domingue, iba a convertirse en la más próspera de las Antillas, gracias a la producción de caña de azúcar, tabaco y café que se llevaba a cabo en plantaciones con mano de obra esciava de origen africano. Saint-Domingue tenía una sociedad fuertemente estratificada. En su cúspide se encontraban los de- nominados "blancos grandes", terratenientes de ori- gen europeo (0 sus descendientes). Luego estaban los “blancos pequeños”, que renían un menor poder eco- nómico y social, A continuación se hallaban los “mu- latos grandes” y “pequeños”, que se diferenciaban "entre sí por su riqueza, aunque ambos tenían menos derechos políticos que los blancos. Por último se en- contraban las personas esclavizadas, que carecían de todo derecho y que, hacia fines del siglo xvii, consti- tuían aproximadamente el 86% de la población, Entre estos grupos existían fuertes tensiones que se exacerbaron Iuego del estallido de la Revolución Francesa. En efecto, mientras los blancos se opusie- ron a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano -con sus ideas de libertad e igualdad porque sostenían que amenazaba sus privilegios, los mulatos la reivindicaron y decidieron luchar por sus derechos políticos, A ellos se sumaron algunos escla- vos, interesados en lograr la abolición de la esclavitud, Por su parte, los blancos especialmente los gran- des- comenzaron buscar la autonomía de la isia para evitar que se implementaran las medidas del gobier- no revolucionario francés, En 1790 organizaron la Primera Asamblea Colonial, de la que quedaron ex- cluidos los mulatos grandes, entre los se encontra- ba Vincent Ogé. Este líder revolucionario, en nombre de los principios de libertad e igualdad, encabezó una rebelión para exigir un trato igualitario para los mulatos y los afrodescendientes. El movimiento fue Suramente reprimido y Ogé se refugió en el lado es- pañol de la isla, de donde fue deportado nuevamente hacia Saint-Domingue por las autoridades españo- las, Finalmente, Ogé fue ejecutado. No obstante, en agosto de 1791, estailó una rebelión de esciavos: miles de blancos fueron asesinados y cier tos de plantaciones destruidas. Para enfrentar a los re- beldes, los blancos grandes solicitaron la ayuda de los españoles de Santo Domingo y los ingleses de Jamaica, así como a los estadounidenses Mientras tanto, en Francia, la Asamblea Nacional otorgó la ciudadanía a los hombres libres afrodescen- dientes (abril de 1792). Para aplicar esta medida en Saint-Domingue y al mismo tiempo enfrentar a es- pañoles e ingleses, el gobierno revolucionario fran- cés envió seis mil soldados y tres comisionados, Uno de estos, Léger-Félicité Sonthonax, declaró la libera- ción de todas las personas esclavizadas que lucharan €N sus ejércitos y, posteriormente, la emancipación de todos los esclavos de la isla, Esta declaración hi- 20 que un líder afrodescendiente, llamado Francois Toussaint Louwerture, se uniera con sus fuerzas a las tropas francesas. Fineimente, blancos grandes, espa- ñoles e ingleses fueron derrotados en 1798 Poco después, en 1801, Toussaint Louverture se pro- puso crear un gobierno que, sin declarar la independen- cia, le otorgara una gran autonomia a Saint-Domingue. No obstante, el escenario francés había cambiado: Napoleón Bonaparte rechazó este proyecto y envió una expedición militar para reconquistar la isla y restable- cer la esclavitud. Finalmente, Toussaint fue encarcela- do y deportado a Francia, donde murió en 1803. La revolución haitiana continuó bajo el mando de Jean-Jacques Dessalines, quien venció definitivamen- te alos franceses en la batalla de Vertiéres y prociamó, el 1 de enero de 1804, la Independencia de Haití. En 1805, con la promulgación de su Constitución, quedaba establecida la primera reptblica de América Latina y la primera república de afrodescendientes del mundo, Escena de la batalla de Vertares, an 1803, El Brasil: de colonia a imperio Más dependiente que España de sus territorios de ultramar, el reino portugués se había apegado a una neutralidad que le permitía retener, en medio de un mundo en guerra, tanto su base europea como colonial. Sin embargo, esa neutralidad tenía sus inconvenientes: Portugal constituía una grieta en el bloqueo continental que Napoleón pretendía construir contra Gran Bretaña. Como ya leíste, el emperador francés, decidido a po- ner fin a esta situación, invadió el territorio portugués en 1807 y se apoderó de Lisboa. Entonces, el príncipe regente y su corte -custodiados por la marina británi- ca- decidieron trasladarse al Brasil. Su llegada a Río de Janeiro, en 1808, significó un cambio profundo para la colonia, tanto en términos políticos como económicos. En primer lugar, a partir de ese momento, Brasil se convirtió en la sede del gobierno imperial. El recién con- seguido estatus se expresó en una nueva denominación del imperio portugués, que en 1815 pasó a llamarse Reino Unido de Fortugal, Brasil y Algarves. Por otra — parte, en el plano económico, la Corona flexibilizó el tráfico comercial y permitió que los puertos brasileños participeran del comercio legal con naciones amigas. Sin embargo, para muchos sectores, la presencia del monarca y su corte resuiteba más un inconve- mienteque una ventaja. En efecto,las elites brasileñas, hasta entonces alejadas de la mirada de la metrópoli, comenzaron a sufrir el intento de la- monarquía de someterlas a un control más estricto. Además, y a pesar del nuevo estatus del Brasil, las desigualdades existentes entre peninsulares y brasi- leños continuaron existiendo, ya que los primeros si- guieron controlando los principales cargos dentro del aparato político colonial. Esta tensa situación se hizo evidente en 1817, cuando se produjo en Recife -ciudad Mndependencia o muerte 0 Grito de ipirange, Óleo de Pedro Américo, 1888. 46 del nordeste brasileño- un alzamiento republicano que creó una junta de cinco miembros pertenecientes a la elite local (conformada por el clero, oficiales, magistra- dos, comerciantes y terratenientes). Los participantes del movimiento se definieron como patriotas, utilizaron un lenguaje republicano y fomentaron una moviliza ción popular que se expresó en ataques a los peninsula- res. La represión no se hizo esperar. Este episodio expresó una serie de conflictos que ex- cedían la región en que se babía producido: la oposición entre criollos y peninsulares, la difusión de ideologías revolucionarias y la disconformidad que provocaba la cercanía del soberano en una población acostumbrada a una autoridad distante, Estas tensiones, que llevarían a la mptura entre Portugal y su colonia, aumentaron después de la revelución liberal que estalló en la metró- poli. Una de las consecuencias de esta revolución fue el retorno del monarca a Portugal. En efecto, en 1820, los revolucionarios convocaron a Cortes Constituyentes y solicitaron a Juan VI que aprobara la iniciativa y regresa- Ya a Portugal. El monarca abandortó Brasil en 1821 y dejó a su hijo Pedro como regente. Además, el gobiemo liberal tomó una serie de medidas que implicaban una mayor injerencia de la metrópoli en los asuntos coloniales. Entre ellas se en- contraba la división del territorio brasileño en provin- cias, que dejarían de depender de Río de Janeiro para pasar a estar subordinadas directamente a Lisboa, así como también la decisión de devolver al Brasil a la si- tuación previa a 1808. Finalmente, los intentos de las cortes liberales de lograr la subordinación del Brasil llevaron al prín- cipe regente Pedro a proclamar la independencia, el 7 de septiembre de 1822, en el llamado “Grito de Ipiranga", que dio origen al Imperio del Brasil. ACTIVIDADES FINALES Repaso 1. Identficá la relación existente entre los siguientes conceptos. a) Batalla de Trafalgar - 8loqueo continental b) Tratado de Fontainebleau — Motín de Aranjuez €) Sucesos de Bayona — Juntas de gobierno Completá las oraciones, a) Ante el avance de las tropas napoleónicas, la corte portuguesa decidió... b) El principio de retroversión de la soberanía sostenía... La Junta Central se constituyó para.. Las elecciones de representantes americanos para la Junta Central tuvieron un importante significado político porque... ¿Por qué Junta Central fue reemplazada por el Consejo de Regencia? ¿Qué consecuencias tuvo la instauración de'este nuevo organismo en los domi- nios americanos? Leé el siguiente texto del historiador británico - sociedad colonial había permanecido ádormecida e indife- rente, en 1308, cuando las bayoneras francesas proclamaron 2 José Bonaparte rey de España, la elite criolla de la mayor parte de las provincias del Imperio exigió juntas" represen tarivas que ofrecieran una base legal para el gobierno, Los acontecimientos de Europa fcilizaron así la ocasión más que la causa de la revolución política de América”, Brading, David. “La España de los Borbones y su imperio americano”. En Bethell, Leslie (ed). istoria de América Latina. Barcelona, Editorial Crítica, 1990, a) ¿Qué papel le otorga el autor a los sucasos pe- insulares en los procesos de independencia? b) Además de la crisis política peninsular, ¿qué atros factores permiten explicar los procesos de independencia de la América española? 5. Completá el siguiente cuadro comparativo sobre los distintos procesos de independencia. Venezuela México Perú Alto Perú Ampliación 6. Leé el texto y respondé las consignas, a 3 Ts habían unido a su ineficacia en el combare su capacidad e alarmar por su presencia abrumadora a todos los sect es privilegiados, optó por fuerzas reducidas y aguer una ráctica que prefería la guercilla a la batalla cam ]. Esa guerrilla necesitaba contar cón el apoyo abí “mador de las poblaciones en cuyo rerricorio actuaba, (.. Mérelos iba a esforzarse renasmente por definir el mov iento como una empresa comia de todos los america: ontra los peninsulares. A los criollos les prometi é polio de las posiciones políticas y administrativas: 0 acceso se acusaba al antiguo régimen de no haber ño; a la vez invitaba a sus secuaces a respetarel f gib y el parrimonio de los españoles americanos que se: masen al movimiento (...]”. Halperin Donghi, Tulio. Regarmay disolución de los im: perios ibéricos, 1750-1850. Madrid, Alianza Edivorial. 198 a) ¿Qué medidas tomó Morelos para obtener el apoyo de los criollos? b) ¿Qué diferenciaba su táctica militar de la utili- zada por Hidalgo? ¿Por qué la adoptó? Producción 7. Si bien Haiti fue el primer Estado en declarar la aboli- ción de la esclavitud, en la actualidad existen en este país prácticas que implican nuevas formas de esclavi- tud, entre ellas la de los niños llamados “restaveks”. a) Elaborá un informe sobre esta práctica tenien- do en cuenta las causas que explican este tipo de esciavitud y las condiciones de vida y tra- bajo a las que son sometidos los "restaveks”, CAPITULO "rá la conformación. de nuestro país. El Virreinato del Río de la Plata a principios del siglo xx Como leíste en el capítulo 2, el Virreinato del Río de la Plata fue creado en 1776, durante las Reformas Borbónicas, Su creación obedeció a va- rios objetivos: la consolidación de los dominios es- pañoles en el sur del continente, el reforzamiento de las defensas frente a otras potencias, la mejora en la administración del territorio, el aumento en el cobro de impuestos y el desarrollo de ciertas ac- tividades productivas y comerciales. La ciudad de Buenos Aires -que hasta ese mo- mento ere una localidad relegada en los confines del Imperio español y que había crecido durante las décadas anteriores gracias al comercio de con- trabando- fue elegida capital del Virreinato, Esta elección modificó la situación de la ciudad, que en los siguientes años vivió un perfodo de gran crecimiento Dos cuestiones colaboraron en este desarrollo. Porun lado, la instalación de la burocracia imperial en la ciudad (el virrey, la Audiencia, el Consulado y demás autoridades). Por otro lado, Potosí -el principal centro minero de América- quedó bajo la jurisdicción del nuevo Virreinato, en perjuicio del Virreinato del Perú, Así, la producción de plata debía embarcarse hacia España a través del nue- vo puerto habilitado en Buenos Aires, Estas des 48 lidad. Sin embargo, a principios del siglo xx,“e Argentina no sxistía ni estaba gn los planes [ en la es de nadie. El Río de la Plata era un área extensa, diversa y de reciente creación. A pesar de ello, lal dependencia de este territorio puede ser pensada como el inicia de un complejo proceso que, varias Cuca desp S, perm cuestiones generaron una importante demanda de productos (alimentos, bevidas, vestimenta y transporte, entre los principales) para abastecer el mercado interno. Estos, a su vez, impulsaron el de- sarrollo de la ganadería, la agricultura, los obrajes y la construcción de carretas, que dinamizaron la economía porteña y la del resto del Rio de la Plata. Como recordarás, el Virreinato rioplatense abar- caba un área muy extensa, Dentro de ella podian reconocerse las siguientes regiones económicas % Alto Perú. Era la zona más rica y desarrollada, ya que incluía el centro neurálgico de la eco- nomía colonial: la producción minera. El Cerro Rico de Potosí era una de las principales minas de plata del mundo. En tomo a sus actividades se articulaba gran parte de la economía y del comercio del Virreinato y del imperio español debido a que demandaba una gran cantidad de productos (por ejemplo, herramientas, ves- timentas, alimentos, mercurio y transporte). Al se ubicaban algunas de las ciudades más importantes de la América española: Potosí, La Paz y Chuquisaca (actual Sucre), En todos estos casos, la población estaba constituida por una mayoría indígena y mestiza, y los españoles re- sultaban ser la minoría. Tucumán. Esta región tenía estrechas relaciones con el Aito Perú, De hecho, había crecido produ- ciendo muchos de los bienes que demandaba la exploración minera, desde mulas y carretas para el transperte hasta alimentos (maiz, trigo, quinoa, papa), textiles (de lana y/o algodón), bebidas, ja- bén y herramientas, entre otros. También esta zo- na contaba con una población mayoritariamente indígena y mestiza. Las ciudades más importan- tes eran Córdoba, San Miguel de Tucumán, Salta, Catamarca, La Rioja, Jujuy y Santiago del Estero, Cuyo. Se había especializado en la producción de vinos, aguardiente y frutas secas que comerciaba en el resto de las regiones —especialmente con el Alto Perú y el Litoral y en Chile. También estaba habitada principalmente por indígenas y mestizos, pero la proporción de población blanca era mayor que en las anteriores regiones. Sus principales ciu- dades eran Mendoza, San Juan y San Luis. Paraguay. Esta zona era rica y muy poblada. Se de- dicaba a la producción de yerba mate, tabaco y al- godón, mercancias que se comerciaban en todo el Virreinato del Río de la Plata y en el del Perú. Ade- más, mantenía estrechas relaciones con las celonias portuguesas.Al igual que en las zonas anteriores,en su población predominaban los indigenas y los mes- tizos. La principal ciudad era Asunción, con 10.000 habitantes, y en esta región se encontraban los anti- guos pueblos misioneros fundados por los jesuitas. Buenos Aires y el Litoral. La creación del Virreinato del Río de la Plata y el aumento del comercio atián- tico dinamizaron estas áreas. El crecimiento de sus ciudades y la necesidad de abastecerlas potenció las actividades agrícola-ganaderas. Al mismo tiem- po, la disponibilidad de tierras fértiles generá un proceso migratorio desde ctres regiones (Tueumán y Paraguay, principalmente) para colonizar esos territorios, El crecimiento fue acelerado. Buenos Aires, por ejemplo, tenía, a principios del siglo xix, 40.000 habitantes, Es decir, era una de las capitales más importantes del Imperio español americano, aunque lejos de las populosas México (habitada por 130,000 personas), La Habana o Lima, Por el puerto de Buenos Aires no solo salía la plata po- tosina, sino que ingresaban numerosos productos comerciados por España y las otras potencias (es- pecialmente manufacturas). Otra gran ciudad de la región era Montevideo, con 15.000 habitantes, ubi- cada al este del Río de la Plata, en ¡a Banda Crien- tal, En todas estas tierras había una proporción de población indigena mucho menor que en las áreas anteriormente mencionadas. % Las fronteras indigenas. A pesar de que la división territorial indica que el Virremato rioplatense abar- caba hasta los confines de América, en realidad gran parte de esta región no estaba ocupada por los españoles. En muchos casos, ni siquiera había sido explorada. La llanura Chaqueña, la Patagonia y gran parte de la llanura Pampeana, por ejemplo, eran zonas de completo dominio aborigen, Duran- te varias décadas, el espacio de transición entre los dominios españoles e indígenas -la frontera- fue un área muy conflictiva, por lo que la administra- ción española intentó reforzar las defensas me- diante líneas de fortines. Al mismo tiempo, en las fronteras se entableban múltiples relaciones pací- ficas a través del intercambio de bienes, Antes de finalizar el recorrido por el Virreinato del Río de la Plata, es importante aclarar que una gran parte de sus habitantes vivía en las regiones rurales y no en las ciudades, ya que las actividades agrícola y ganadera eran centrales para la supervivencia de la población. aracil portugués p ra =E 5 -- Sanare pa E - tap Ly Si x o Sail =———— Virreinato del < y RíodelaPísta : o a 5 a - en Tentientos E. indigenas 49 Hacia la Independencia El territorio del Virreinato del Ría de la Plata, so- bre el que terminás de leer, pronto sería escenario de un proceso revolucionario que culminaría en su independencia de España. Coma en cualquier proce- so revolucionario, existieron numerosos factores que permiten entenderlo y explicarlo, Algunos de ellos La Aduana de Byenos Aires. Acuarela de Emerie E, Vidal, 1817. “Factores internos Desde fines del siglo xvii, y con mayor claridad du- rante la primera década del siglo xix, en las colonias españolas de América cobraron fuerza planteos que reclemaban la revisión de las relaciones políticas, eco- nómicas y sociales que unían a cada región con la me- trópoli. Veamos cómo se había llegado a esta situación. — El desarrollo económico interno había generado ricos sectores locales que buscaban ocupar mejores posiciones en la administración imperial, así como tambien cierto reconocimiento social. Por otra parte, este mismo desarrollo había generado un mercado interno deseoso de productos manufacturados que España no llegaba a abastecer. Esta situación había provocado el mantenimiento de relaciones comer cíales mediante el contrabando con potencias como Gran Bretaña, Francia, Portugal y los Países Bajos. En este contexto, la aplicación de las Reformas Barbónicas ocasionó distintos conflictos entre los di- ferentes sectores sociales coloniales. Por una parte, aunque se había liberalizado el comercio, el monopo- lio seguía vigente. Por otra parte, en los cargos de la administración fueron incorporados funcionarios pro- venientes de la península Ibérica, en desmedro de los españoles americanos (criollos). A ello se debe sumar el aumento de los impuestos. Toda esta situación llevó a que los vínculos entre la metrópoli y sus colonias 50 fueron internos al Virreinato y tuvieron influencia en el desarrollo de la Revolución y en las característi- cas que esta adoptó. Pero además, hay que tener en cuenta que la Revolución rioplatense fue parte de un proceso más amplio: la crisis y posterior disolución de los imperios ibéricos. americanas pasaran por un período de reacomóoda- miento y, en algunos casos, de crisis. El panorama se completaba con los ecos de la Revolución Francesa y la mdependancia estadouni- dense. Estas mostraban a las elites americanas cla- ros ejemplos de regímenes políticos en los cuales el absolutismo había dado lugar a monarquías parla- mentarias y/o constitucionales o, directamente, a la formación de una república federal. Es decir, se ger- minaba en los líderes revolucionarios la idea de que existian formas políticas, sociales y económicas al- ternativas al dominio colonial absolutista pretendido por los borbones españoles. A pesar de este contexto, no debe suponerse que los habitantes de las colonias tuviesen proyectos cla- ros de independencia. De hecho, tal opción era remo- ta y solo la sostenían grupos muy pequeños. ¿Qué - se pretendía, entonces? Los proyectos buscaban au- mentar el grado de autonomía dentro del esquema imperial. Se anhelaba, por ejemplo, un mayor control de los recursos y el acceso a los cargos de la adminis- tración del imperio, entre atras cuestiones. Entonces, ¿cómo se explica el proceso de Inde- pendencia del Río de la Plata? Para responder esta pregunta, hay que tener en cuenta el contexto inter- nacional y los conflictos por la hegemonía mundial “| entre las potencias de Europa. Factores externos A comienzos del siglo xix, en su lucha por man- tenerse entre las principales potencias europeas, España estaba librando un costosc enfrentamiento junto a Francia (su principal aliada en ese momento) contra Portugal y, fundamentalmente, contra Gran Bretaña. Al mismo tiempo, incapaz de defender sus gigantescos dominios coloniales, de afrontar los gas- tos de los conflictos internacionales en los que parti- cipaba, de controlar el contrabando y de abastecer de manufacturas a sus colonias, se encontraba cada vez mA La batallade Trafalgar según vviliam Lionel Vylie, Este contexto desfavorable para la monarquía es- pañola siguió empeorando hasta llegar a su punto máximo en 1908, cuando Napoleón, con la excusa de avanzar sobre Portugal para completar el bloqueo eu- ropeo contra Gran Bretaña, solicitó permiso a su alia- de Carlos IV para que su ejército pasara por tierras españolas, Como leíste en el capítulo anterior, esta situación terminó con las abdicaciones de Fernando ViILa favor de los francesesy con la formación de jun- tas de gobiemo y una Junta Central en Sevilla que centralizaba la toma de decisiones. Sin embargo, el avance de las tropas napoleónicas provocó, primero, el traslado de lajunta Central a Cádiz Y Juego, la disolución de la Junta —en enero de 1810. Además se efectuó el nombramiento de un Consejo de Regencia, en el intento de lograr un gobierno más más aislada de ellas. Esta situación había generado un debilitamiento de las relaciones entre la metró- poli y sus colonias, tanto en el ámbito comercial y económico como social y político, situación que era aprovechada por las potencias competidoras, La situación se agravó después de 1805, cuando la Armada española sufrió una desastrosa derrota fren- te a la británica en la batalla de Trafalgar, hecho que originó una desconexión casi total entre la península Ibérica y América. De esta forma, la metrópoli era ca- da vez más incapaz de funcionar como tal. efectivo ante el avance francés. Surgió, entonces, la propuesta de convocar a Cortes Extraordinarias y Constituyentes, Para ello, el Consejo de Regencia invi- tóacada virreinato y capitanía a que eligieran diputa- dos para participar de dicho Consejo. Esta noticia sacudió a las colonias: un gobierno provisorio pero legítimo era reemplazado por otro de dudesa legitimidad Mientras tanto, las tropas francesas continuaban avanzando y varias localidades españolas juraron fidelidad a Napoleón. El futuro era de gran incerti- dumbre y peligro. En este contexto, algunas ciudades y regiones americanas reconocieron al Consejo de Regencia. Sin embargo, otras decidieron formar sus propias juntas de gobierno. Así, los conflictos se tras- ladaban aceleradamente a las colonias. 51 Las Invasiones inglesas En el marco del conflicto entre Gran Bretaña y Francia, y del bloqueo impuesto por Bonaparte, los bri- tánicos decidieron impedir el comercio entre España (aliada de los franceses) y sus colonias americanas. ¿El objetivo? Provocar un colapso del comercio inter- nacional y perjudicar, de este modo, al bando rival. Entonces, algunos barcos de la flota británica decidie- ron invadir el Río de la Plata para debilitar a España y, al mismo tiempo, hacerse de un nuevo mercado don- de ubicar su producción industrial. Así, a fines de junio de 1806, unos mil quinien- tos hombres, liderados par el comodoro Home Riggs Popham y el general William Beresford, desembarca- ron en Buenos Aires. Luego de algunas escaramuzas, derrotaron las defensas y dominaron la ciudad, Ante la escasez de tropas y frente a este escenario, el vi- rrey que estaba a cargo en esé momento, Rafael de Sobremonte, decidió tomar el tesoro real y, junto con h las principales autoridades imperiales, refugiarse en Córdoba. De todas formas, en las cercanías de Luján, las tropas británicas incautaron el tesoro (que conte- nía la producción de plata de Potosí) para llevarlo a Gran Bretaña. La decisión del virrey de huir hacia Córdoba fue interpretada por los porteños como un abandono por parte de la principal autoridad del Virreinato, Luego de su triunfo, los británicos decretaron la libertad de comercio y ofrecieron garantías a los sec- tores propietarios. Una parte de la elite apoyó a los invasores y reconoció su autoridad, ya que veían un futuro comercial y político favorable si el poder que- daba en manos inglesas; pero otra parte se negó a aceptar este dominio. Además, entre los sectores po- pulares comenzó a desarrollarse un fuerte descon- tento hacia las tropas invasoras. Así, lideradas por algunos grupos de la elite, comenzaron a organizarse fuerzas milicianas integradas por hombres de los sec- tores populares para reconquistar la ciudad, Un español peninsular, Martín de Álzaga, y un “español americano, juen Martin de Pueyrredón, diri- gieron a los milicianos en Buenos Aires, en tanto que en Montevideo, Santiago de Liniers -un oficial fran- cés que servía a la Corona española- organizó tropas con las que cruzó a esta banda del Río de la Plata, Finalmente, Jas fuerzas de Líniers entraron en Buenos Aires y, luego de varios combates, el 17 de agosto lo- graron la rendición británica y recuperaron la ciudad. 52 El nombramiento de un nuevo virrey Luego de la reconquista, sucedió algo inédito en Buenos Aires. En agosto, un Cabildo Abierto deci- dió quitar el mando militar al virrey y se lo otorgó a Liniers, uno de los héroes de la recuperación de la ciudad. Además, a comienzos de 1807, una Junta de Guerra convocada por el Cabildo, exigió al virrey que dejara su puesto. Ánte este panorama adverso y sin demasiados apoyos, Sobremonte se alejó y se refugió en Montevideo, aunque allí también se rehusaron a acatar su autoridad. El Cabildo de Buenos Aires, en tanto, nombró virrey provisional a Liniers. Estos acontecimientos no corres- pondían a la relación metrópoli-colonia, ya que la au- toridad de una ciudad (el Cabildo) estaba tomando una resolución (el nombramiento de un wirrey) que le co- respondía al rey. No cbstante, la situación del Imperio español, la autodefensa de Buenos Aires frente a los ingleses y la incapacidad de enviar tropas desde la pe- ninsula ibérica fueron factores que permitieron esa decisión. Buenos Aires estaba tomando una determi- nación que repercutiría en todo el Virreinato, algo que er los años sucesivos volvería a suceder. En su nuevo cargo, Santiago de Liniers reorgani- zóá las milicias y las defensas de Buenos Aires, dado que se preveía una nueva invasión. Entre otras medi- des, estableció que los milicianos debían recibir una remuneración mensual por sus servicios, Esto con- solidaba el liderazgo de Liniers sobre los sectores po- pulares que integraban la mayoría de los cuerpos de milicias, De este modo, el servicio miliciano se trans- formó en un medio de vida. La segunda invasión A comienzos de 1807, los ingleses enviaron una segunda expedición militar, acompañada por cien barcos cargados de telas y otras mercaderías, que desembarcó en Montevideo. Desde allí partió un ejército al mando del general john Whitelocke con el objetivo de ocupar Buenos Aires. Whitelocke desembarcó en junio de 1807 en la Ensenada de Barragán (cerca de la actual ciudad de La Plata). Desde ese lugar se inició el avance de las tropas inglesas. Sin embargo, las milicias porteñas -con el apoyo de la población, que atacó a los invasores con piedras, palos y agua hirviendo- rechazaron este nuevo intento de conquista, Las Invasiones Inglesas y la respuesta de la po- blación resultan centrales para comprender el proce- so histórico que desembocaría, años después, en la = = ás - n, Whitefocke y sus hombres planeando el alaque a Bueños Aires desdein caso de Juan A. Santa Coloma (un miembro del Cabilcio de Buenos Aires), en Quilmes. Inglesa (detalle). Óleo de Charles Fouqueray pintado en 1909 La rendición de William Carr Berestord ante Santiago de Liniers en la Primera Invasión Las milicias Independencia del Río de la Plata. En efecto, las in- vasiones dejaron a la vista cuestiones muy claras. La primera tenía que ver con el hecho de que España no pedia defender las colonias americanas y que estas debían afrontar, con sus propios recursos materiales y humanos, cualquier peligro. ¿Qué beneficios de la relación colonial obtenía el Virreinato si la metrópoli ni siquiera ayudaba en la defensa de sus dominios? La segunda consecuencia de las invasiones fue el sur- gimiento de un nuevo grupo de poder: Jos cuerpos milicianos y sus líderes. Como verás en las páginas siguientes, el papel de este grupo fue decisivo en el proceso revolucionario. Una tercera cuestión se relaciona con el hecho de que Buenos Aires había nombrado sus propias au- toridades contradiciendo la relación de dominación política colonial. La casa de la Virreina Vieja, según une acuarela de Léome Mattnis.Ali tuvo fugar una cruenta batafla entre las milicias y los titánicos, “Pocos días solamente habian pasado desde la rendición de la plaza, cuando un entusiasmo milirar brotó en toda la escala social. Todos las jóvenes de las familias más resperabies se apresuraron a enrolarse y someterse a las leyes de la disciplina. Parruilas | de reclucas recorrían diariamente las calles ganando voluntarios [...]. Este fue el primer wonco marcial de Buenos Aires, donde se ¡ it han injertado los ejércitos que no solamente han errojado al enemigo de sus fronteras, sino que han establecido la independencia de su país, y después han completado noblemente la liberación del menos poderoso hermano, el reino de Chile”, Gillespie, Alexander. Buenos Añres y el interior. Buenos Aires, El Elefante Blanco, 2000. 9 ¿Qué describe el autor en la primera parte de la cita? 9 ¿Por qué la formación de los cuerpos de milicias fue importante para el proceso de Independencia?