Una Europa Convulsionada

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Una Europa convulsionada

Coma leiste en el capítulo 1, entre 1792 y 1815, la mayor parte del


territorio eurapeo atravesó una serie de conflictos armados que tenían
su origen en la Francia revolucionaria y el Imperio napoleónico, En
efecto, a pesar de las medidas de las diferentes monarquías europeas,
las tropas francesas avanzaron exitosemente sobre una gran zona de
Europa continental. Sin embargo, la superioridad de la marina
británica les impidió llegar a Gran Bretaña,
Luego de la batalla de Trafalgar (21 de octubre de 1805), en la que
las fuerzas navales francesas y españolas aliadas a Francia fueron
derrotadas por la coalición integrade por Gran Bretaña, Nápoles,
Suecia, Rusia y Austría, Napoleón llegó a la conclusión de que no
contaba con el suficiente poderío naval para enfrentar a los
ingleses. Por lo tanto,decidió debilitar económicamente a su
principal rival, Con ese objetivo, en 1806 estableció un bloqueo
continental mediante el cual se prohibía a los territorios europeos
ocupados por los ejércitos franceses comerciar con los británicos.
Como consecuencia del bloqueo, Gran Bretaña -en pleno auge de la
Revolución Industrial se vio imposibilitada de comercializar su
producción manufacturera en el continente, por la que decidió buscar
nuevos mercados, Esta es una de las principales razones de que los
británicos invadieran Buenos Aires en 1806 y 1807, como leerás
en el capítulo 4. De todas formas, con el cbjetivo de poner fin al
bloqueo que afectaba sus intereses económicos, Gran Bretaña dio un
pase más y encabezó une nueva coalición para enfrentar me-
diante las armas a Francia.
Los reinos de la península Ibérica no estuvieron ajenos a este
conflicto: mientras Portugal se alió con los británicos, España los
enfrentó. Esta decisión resultó extremadamente perjudicial para la
Corona española, ya que dificultó el tráfico atlán-
tica y provocó un progresivo distanciamiento entre
España y sus colonías americanas.

Los desafíos de las monarquías ibéricas


Durante los últimos años del siglo xvi, España había modificado en
varias ocasiones sus alianzas con los distintos países europeos, En
1792, por ejemplo, junto con otras monarquías absolutistas, le declaró
la guerra a la Francia revolucionaria. Sin embargo,poco tiempo
después, en 1795, el monarca español
Carlos 1V firmó con los franceses la Paz de Basilea. A partir de
entonces, Francia y España se convirtieron en aliadas y se enfrentaron
a Gran Bretaña.
A diferencia de España, la Corona portuguesa intentó, eunque no logró
del todo, mantener una posición neutral. Esta decisión tenía como
objetivo proteger los vínculos entre Portugal y sus colonias, de
las que el reino dependía económicamente. El probiema era que esta
neurralidad ponía en riesgo el bloqueo continental que Bonaparte
intentaba imponer
a Gran Bretaña, En este contexto, Napoleón decidió
avanzar sobre Portugal,que era el único apoyo sobre el
Atlántico que les quedaba a los buques mercantes bri-
tánicos en Europa. Para ello, las tropas napoleónicas
necesitaban atravesar el territorio español, lo cual fue
autorizado por la Corona española a través del Tratado
de Fontainebleau. A fines de 1307, los franceses llegaron hasta
Lisboa, capital de Portugal, y obligaron a la familia real a
refugiarse en el Brasil
En España, la firma del tratado franco-hispano
«impulsada por Manuel Godoy, ministro del rey- generó un gran
descontento, Algunos sectores de la población consideraban que el
enfrentamiento contra
Gran Bretaña era la causa de la crisis económica que
atravesaba el país. Además, como el tratado implica-
ba no solo el tránsito de las tropas napoleónicas sino
también la ecupación de puntos estratégicos del norte
del territorio español, Godoy apareció ante la opinión
pública como un traidor. A partir de entonces comen-
26 a organizarse un movimiento en su contra, encabe-
zado por Fernando hijo y heredero del rey-.
Aquellos sectores que consideraban una amenaza
la presencia de las tropas napoleónicas en España no
se equivocaron: Francia -una potencia que hasta ese
momento había sido aliada de España- terminó inve-
diendo el territorio español y, hacia febrero de 1808,
los efectivos franceses allí ya superaban los cien mil
hombres, Esta situación provocó que, en algunas re-
iones de España, la población se enfrentera violenta-
mente con las tropas invasoras y que se acrecentara
el descontento contra el ministro Godoy. En marzo de
1808 estalló en las calles de Madrid un levantamiento
popular conocido como "Motín de Aranjuez”. Durante
la noche del 17 al 18 de marzo, grupos de revoltosos ar-
mados con palos, azadas y teas atacaron y saquearon
la casa de Godoy, que se había escondido, Finalmente,
el motín -que exigía le abdicación de Carlos 1Y y estu-
vo promovido por seguidores de Fernando-- provocó la
renuncia de Godoy y la abdicación del monarca. Este
fue reemplazado por su hijo, quien ascendió al trono
con el nombre de Fernando VII
Sin embargo, la crisis estaba lejos de concluir, pues
Carlos IV proclamó que lo habían obligado a abdicar
y solicitó la ayuda de Napoleón para recuperar su tro-
no, Entonces, el emperador francés convocó a Carlos
1Y y a su hijo a una reunión en Bayona -una ciudad
de la frontera francesa-. En ese jugar Napoleón for-
zó a Fernando a devolverle el trono a su padre, Pero
no todo terminó allí, ya que luego Napoleón obiigó
a Carlos a abdicar en su favor y tomó prisionero a
Fernando, Después Napoleón designó a su hermano
José Bonaparte como rey de España, quien asumió el
trono con el nombre de José IL
Estas abdicaciones crearon un dilema jurídico sin
precedentes en el Imperio español. Si el principio de
legitimidad política y de unidad de los territorios ba-
jo el dominio de España residía en la autoridad del
rey y este -cautivo de Napoleón Bonaparte había
sido reemplazado por un monarca ilegítimo, ¿quién
debía gobernar en nombre del rey?
Representación del Motín de Aranjuez
37
Nuevas
autoridades:
la
Junta
Central,
el
Consejo
de
Regencia
y
las
Cortes
Ante los sucesos de Bayona existían dos opciones:
0 se aceptaba la autoridad de fosé 1 0 se la descono-
cía, Así, mientras algunos juraron fidelidad al nuevo
monarca, otros consideraron que la abdicación de
Carlos IV colecaba el trono en manos de un usurpa-
dor. Esta última posición dio origen, en mayo de 1808,
a una serie de disturbios y, poco tiempo después, la
mayoría de las ciudades españolas se rebelaron en
nombre Fernando VII, La resistencia se expresó polí-
ticamente en la organización de juntas provinciales
de gobierno, Integradas por militares, representan-
tes del alto clero, funcionarios y comerciantes espa-
ñoles, dichas juntas se autoproclamaron soberanas y
asumieron el poder local en nombre del rey cautivo,
invocando el principio de la retroversión de la sobe-
ranía, Este principio sostenía que el único depositario
de la soberanta era el pueblo que, a su vez, la delega-
ba en el monarca. Ante su ausencia, el pueblo reasu-
mía la soberanía y la traspasaba a organismos que lo
"
representaran
—en
este
caso,
las
juntas
de
gobierno-.
» A
mediados
de
junio
de
1808,
el
movimiento
jun-
tista
se
había
extendido
a
todas
las
provincias
de
España.
Para
coordinar
el
accionar
de
las
distintas
juntas
y
organizar
la
resistencia contra
los
franceses,
en
septiembre
de
1808
se
conformó
la
Junta
Central
Gubemnativa
del
Reino,
que
gobernó
en
nombre
del
_
rey
como
depositaria
de
la
soberanía
que
las
distin-
tas juntas provinciales le habían delegado.
Si bien sus integrantes coincidían en defender el
principio de retroversión de la soberanía, existian
diferencias respecto de cuél debía ser la forma de
2d N
El dos de mayo de 180 en Madrid, tamiblén llamado La carga de los
mamelugos en la Puerta del Solo La ducha con fos mamatucos. Óleo de
Francisco de Goya (1814). En una rarsal
Consejo de Regencia, el pirtor expresó que pretendía "nerpetuar par
medio del pincellas más notables y hercicas escenas de nuestra
gloriosa insurrección contra el tiranade Euroga”,
gobierno
que
se
organizaria
una
vez
que
volviera
el
legítimo
rey.
Así,
los
absolutistas
lustrados
conside-raban
que
la
Junta
era
un
poder
provisional
que
solo
debía
suplir
al
monarca
y
organizar
la
guerra
contra
los
franceses,
En
cambio,
los
constitucionalistas
más
tradicionales
proponían reemplazar
la
monarquía
ab-
solutista
por
una
parlamentaria,
siguiendo
el
modelo
inglés.
Finalmente,
los
liberales
eran
partidarios
de
la
soberanía popular
y
de
elaborar una
constitución
ins-
pirada
en
el
modelo
francés
de
1791.
La
Junta
Central
enfrentó
grandes
dificultades
re-
lacionadas
tanto
con
sus
diferencias
internas
como
con
las
sucesivas
derrotas que sufrieron
los
ejércitos
españoles.
Por
último, ante
la
ocupación
casi total
del
territorio por
los
franceses,
a
comienzos
de
1810
sus
integrantes
decidieron
disolverla
y
reemplazarla
por
un
Conseja
de
Regencia,
compuesto
por
einco
miembros,
Antes
de
autodisclverse,
la
Junta
convocó
a
la
reu-
nión
de
Cortes
generales
y
extraordinarias.
En
esta
institución estaban representados los diferentes esta=
mentos de la sociedad española: la nobleza, el clero y
los representantes de algunas ciudades. Luego de gran-
des debates, los diputados de las Cortes fueron elegidos
siguiendo el criterio propuesto por los liberales: una re-
presentación proporcional a la cantidad de población.
Las Cortes se reunieron en Cádiz a partir del año
1810. Su accionar, bajo la hegemonía del sector liberal,
buscó implementar una serie de reformas para acabar
con el Antiguo Régimen y aprobar una constitución que
Emitara el poder de la monarquía.
> Y
La situación en las colonias americanas
Los sucesos peminsulares tuvieron importan-
tes consecuencias políticas en la América española
y generaron fuertes debates en torno a la posición
que $e debía tomar ante la ausencia de la autoridad
real. No obstante, al menos en principio, las colonias
americanas mantuvieron su fidelidad a FernandoVII,
en tanto que la Junta Central fue reconocida como la
instancia de gobierno provisional legítima.
En enero de 1809, la junta decidió incorporar a
representantes de los dominios americanos. Según
algunos historiadores, esta decisión se basó en el
temor de que las colonias replicaran el proceso de
formación de juntas locales o que implementaran al-
ternativas aún más radicales.
Las elecciones para enviar representantes tuvo
un enorme significado político, ya que era la primera
vez que España reconocía el derecho de las ciudades
americanas a elegir a sus representantes y a formar
parte de los órganos de gobiemo metropolitanos. No
obstante, el proceso electoral en Hispanoamérica fue
muy lento y los diputados nunca llegaron a integrar la
Junta Central, ya que esta se disolvió a principios de
1810 y fue reemplazada por el Consejo de Regencia.
Esta noticia tuvo un gran impacto en las cclonías: un
En septiembre de 1810, las Cortes comenzaron a
sesionar en Cádiz y se proclamaron depositarias de la
soberanía nacional, lo que significaba que representa-
ban ala totalidad de la nación española. Por otra parte,
otorgaron derechos políticos a los criollos y a ios mes-
tizos, aunque rechazaron la pretensión de que se asig-
Bara uma cuota igualitaria a criollos y peninsulares en
el ejercicio de los cargos en América.
gobierno provisorio, pero aceptado como legítimo,
había sido sustituido por otro de dudosa legitimidad.
Consciente de su debilidad, el Consejo de Regencia
mantuvo la convocatoria a Cortes generales y extraor-
dinarias que había realizado la Junta Central, pero le
otorgó alos territorios americanos una representación
muy minoritaria respecto de los peninsulares.
Las respuestas frente a la instauración del Consejo
y la convocatoria a las Cortes no fueron homogé-
neas en América. En efecto, se originó una división
entre un bloque leal -cempuesto por ciudades como
Montevideo, Lima y México- que aceptó al Consejo (y
admitió también ser parte de las Cortes) y otro bloque
que lo desconoció como autoridad legítima y decidió
seguir el camino del autogobierno. Así, cuando a co-
mienzos de 1810 llegaron a América las noticias de
la caída de la Junta Central y el establecimiento del
Consejo de Regencia, las ciudades de Caracas (abril),
Buenos Aires (mayo), Bogotá (julio), Santiago de Chile
y Quito (septiembre) siguieron el ejemplo peninsu-
lar y formaron juntas de gobiemo qué sustituyeron
a las autoridades vigentes y declararon su lealtad a
Femando VII Entonces, el Consejo de Regencia deci-
dió declerarlas en rebeldía y emprendió acciones ar-
madas en su contra.
En 1812, las Cortes sancionaren una constitución
que declaraba abolidos los derechos señoriales, anulaba
la inquisición y proclamaba la supresión del tributo, la
mita y los servicios personales indigenas, Sin embar-
go, el carácter libera! de la Constitución hizo difícil
su aplicación en los territorios americanos, debido
a que atacaba los intereses y privilegios de algunos
sectores de la sociedad indiana.
39
>” “E
La crisis
La crisis política peninsular tuvo consecuencias
insospechadas para sus protagonistas: el inicio de los
procesos de emancipación de la América española.
Sin embargo, a pesar de la importancia de aquella
crisis, las causas políticas no fueron las únicas que ex-
plican los procesos emancipatorios, En realidad, estos
también pueden considerarse como el desenlace de
una progresiva degradación del poder español que
había comenzado a mediados del siglo xvtit y se acele-
6 hacia finales del siglo. En efecto, durante los quince
años que se extendieron entre 1795 y 1810, la Corona
española perdió gran parte del control de los territo-
rjos coloniales que había logrado consolidar gracias
a las Reformas Borbónicas. Recordá que, si bien estas
reformas habían provocado un fuerte descontento en
distintos sectores de la sociedad colonial, este no se
había expresado, en la mayoría de los casos, en una re-
belión abierta. Y en aquellos casos en los que sí lo hizo,
los levantamientos no proponían, necesariamente, la
autonomía respecto de la metrópoli.
Sin embargo, la decisión del ministro Manuel
Godoy de aliarse —a partir de 1795- con la Francia
revolucionaria constituyó un punto de inflexión en
un proceso que desembocaría en los procesos in-
dependentistas. Esta decisión, que daría origen a
la guerra con Gran Bretaña, debilitaría el dominio
efectivo que la Corona española ejercía sobre sus
posesiones ultramarinas. De hecho, la hegemonía
Godoy presenta la Paz a Carlos 1V Óleo de 105é Aparicio.
40
del orden colonial y las revoluciones hispánicas
británica sobre el océano Atlántico -que se volvió in-
discutible luego de Trafalgar sisló progresivamente
a España de sus colonias porque dificultó el envío de
funcionarios y de fuerzas militares, y produjo la casi
total paralización del sistema comercial tradicional.
Para contrarrestar las consecuencias comerciales
del conflicto armado, la Corona española flexibilizó
el monopolio que ejercía sobre América y permitió
el comercio con colonias extranjeras, primero, y con
potencias neutrales, después. Pero lejos de recompo-
ner el dominio económico sobre sus dominios, esta
decisión debilitó aún más el control que España ejer-
cía sobre ellos,
Si bien las transformaciones comerciales provo-
caron la ruina de los sectores vinculados al sistema
comercial tradicional, también beneficiaron a ex-
tranjeros y a nuevos comerciantes, vinculados con el
tráfico atlántico. Estos últimos comenzaron a consi-
derar que el vínculo colonial afectaba sus intereses,
por lo que se propusieron abtener una mayor auto-
nomía respecto de España,
Otro factor que ejerció una gran influencia sobre la
situación política en América fueron los procesos de
independencia de las Trece Colonias inglesas -que
dieron origen a los Estados Unidos en 1776- y el de
la colonia francesa de Saint-Domingue (actual Haití)
-que se independizó en 1804. Ambos se convirtieron
en ejemplos a seguir, o no, según quién los considerase.
Como leerás a continuación, los procesos que
conciuyeron con la ruptura de los lazos coloniales no
se produjeron de manera uniforme a lo largo de toda
la América española,Así, la capacidad de las autori-
dades coloniales de imponer su dominio efectivo, los
vínculos entre criollos y peninsulares, las actividades
económicas realizadas, la creciente presencia comer-
cial de potencias europeas rivales de España -0 las
características de la estructura social— fueron algu-
nos de los factores que influyeron sobre los tiempos
y las modalidades a través de las cuales los territo-
rios coloniales se fueron independizando. A pesar de
las diferencias existentes, se pueden identificar dos
grandes tipos de procesos: uno más lento y mode-
rado, donde existió hasta el final una alianza entre
los grupos dominantes (criollos y peninsulares) y las
autoridades coloniales para mantener el orden esta-
blecido, y otro más radical, que tenía como objetivo la
ruptura con la metrópoli.
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Ley
11.723
Haltí: la primera república latinoamericana
Como leíste, Haiti accedió a la independencia en
1804, convirtiéndose en un ejemplo para el resto de las
colonias americanas, ¿Cómo fue la historia de este pe-
queño pais, pionero en romper los lazos coloniales?
En 1665, los franceses habían arrebatado a los es-
pañoles la parte occidental de la isla La Española, La
colonia francesa, denominada Saint-Domingue, iba a
convertirse en la más próspera de las Antillas, gracias
a la producción de caña de azúcar, tabaco y café que
se llevaba a cabo en plantaciones con mano de obra
esciava de origen africano.
Saint-Domingue tenía una sociedad fuertemente
estratificada. En su cúspide se encontraban los de-
nominados "blancos grandes", terratenientes de ori-
gen europeo (0 sus descendientes). Luego estaban los
“blancos pequeños”, que renían un menor poder eco-
nómico y social, A continuación se hallaban los “mu-
latos grandes” y “pequeños”, que se diferenciaban
"entre sí por su riqueza, aunque ambos tenían menos
derechos políticos que los blancos. Por último se en-
contraban las personas esclavizadas, que carecían de
todo derecho y que, hacia fines del siglo xvii, consti-
tuían aproximadamente el 86% de la población,
Entre estos grupos existían fuertes tensiones que
se exacerbaron Iuego del estallido de la Revolución
Francesa. En efecto, mientras los blancos se opusie-
ron a la Declaración de los Derechos del Hombre y
del Ciudadano -con sus ideas de libertad e igualdad
porque sostenían que amenazaba sus privilegios, los
mulatos la reivindicaron y decidieron luchar por sus
derechos políticos, A ellos se sumaron algunos escla-
vos, interesados en lograr la abolición de la esclavitud,
Por su parte, los blancos especialmente los gran-
des- comenzaron buscar la autonomía de la isia para
evitar que se implementaran las medidas del gobier-
no revolucionario francés, En 1790 organizaron la
Primera Asamblea Colonial, de la que quedaron ex-
cluidos los mulatos grandes, entre los se encontra-
ba Vincent Ogé. Este líder revolucionario, en nombre
de los principios de libertad e igualdad, encabezó
una rebelión para exigir un trato igualitario para los
mulatos y los afrodescendientes. El movimiento fue
Suramente reprimido y Ogé se refugió en el lado es-
pañol de la isla, de donde fue deportado nuevamente
hacia Saint-Domingue por las autoridades españo-
las, Finalmente, Ogé fue ejecutado.
No obstante, en agosto de 1791, estailó una rebelión
de esciavos: miles de blancos fueron asesinados y cier
tos de plantaciones destruidas. Para enfrentar a los re-
beldes, los blancos grandes solicitaron la ayuda de los
españoles de Santo Domingo y los ingleses de Jamaica,
así como a los estadounidenses
Mientras tanto, en Francia, la Asamblea Nacional
otorgó la ciudadanía a los hombres libres afrodescen-
dientes (abril de 1792). Para aplicar esta medida en
Saint-Domingue y al mismo tiempo enfrentar a es-
pañoles e ingleses, el gobierno revolucionario fran-
cés envió seis mil soldados y tres comisionados, Uno
de estos, Léger-Félicité Sonthonax, declaró la libera-
ción de todas las personas esclavizadas que lucharan
€N sus ejércitos y, posteriormente, la emancipación
de todos los esclavos de la isla, Esta declaración hi-
20 que un líder afrodescendiente, llamado Francois
Toussaint Louwerture, se uniera con sus fuerzas a las
tropas francesas. Fineimente, blancos grandes, espa-
ñoles e ingleses fueron derrotados en 1798
Poco después, en 1801, Toussaint Louverture se pro-
puso crear un gobierno que, sin declarar la independen-
cia, le otorgara una gran autonomia a Saint-Domingue.
No obstante, el escenario francés había cambiado:
Napoleón Bonaparte rechazó este proyecto y envió una
expedición militar para reconquistar la isla y restable-
cer la esclavitud. Finalmente, Toussaint fue encarcela-
do y deportado a Francia, donde murió en 1803.
La revolución haitiana continuó bajo el mando de
Jean-Jacques Dessalines, quien venció definitivamen-
te alos franceses en la batalla de Vertiéres y prociamó,
el 1 de enero de 1804, la Independencia de Haití. En
1805, con la promulgación de su Constitución, quedaba
establecida la primera reptblica de América Latina y
la primera república de afrodescendientes del mundo,
Escena de la batalla de Vertares, an 1803,
El Brasil: de colonia a imperio
Más dependiente que España de sus territorios de
ultramar, el reino portugués se había apegado a una
neutralidad que le permitía retener, en medio de un
mundo en guerra, tanto su base europea como colonial.
Sin embargo, esa neutralidad tenía sus inconvenientes:
Portugal constituía una grieta en el bloqueo continental
que Napoleón pretendía construir contra Gran Bretaña.
Como ya leíste, el emperador francés, decidido a po-
ner fin a esta situación, invadió el territorio portugués
en 1807 y se apoderó de Lisboa. Entonces, el príncipe
regente y su corte -custodiados por la marina británi-
ca- decidieron trasladarse al Brasil. Su llegada a Río de
Janeiro, en 1808, significó un cambio profundo para la
colonia, tanto en términos políticos como económicos.
En primer lugar, a partir de ese momento, Brasil se
convirtió en la sede del gobierno imperial. El recién con-
seguido estatus se expresó en una nueva denominación
del imperio portugués, que en 1815 pasó a llamarse
Reino Unido de Fortugal, Brasil y Algarves. Por otra
— parte, en el plano económico, la Corona flexibilizó el
tráfico comercial y permitió que los puertos brasileños
participeran del comercio legal con naciones amigas.
Sin embargo, para muchos sectores, la presencia
del monarca y su corte resuiteba más un inconve-
mienteque una ventaja. En efecto,las elites brasileñas,
hasta entonces alejadas de la mirada de la metrópoli,
comenzaron a sufrir el intento de la- monarquía de
someterlas a un control más estricto.
Además, y a pesar del nuevo estatus del Brasil, las
desigualdades existentes entre peninsulares y brasi-
leños continuaron existiendo, ya que los primeros si-
guieron controlando los principales cargos dentro del
aparato político colonial. Esta tensa situación se hizo
evidente en 1817, cuando se produjo en Recife -ciudad
Mndependencia o muerte 0 Grito de ipirange, Óleo de Pedro Américo,
1888.
46
del nordeste brasileño- un alzamiento republicano que
creó una junta de cinco miembros pertenecientes a la
elite local (conformada por el clero, oficiales, magistra-
dos, comerciantes y terratenientes). Los participantes
del movimiento se definieron como patriotas, utilizaron
un lenguaje republicano y fomentaron una moviliza
ción popular que se expresó en ataques a los peninsula-
res. La represión no se hizo esperar.
Este episodio expresó una serie de conflictos que ex-
cedían la región en que se babía producido: la oposición
entre criollos y peninsulares, la difusión de ideologías
revolucionarias y la disconformidad que provocaba la
cercanía del soberano en una población acostumbrada
a una autoridad distante, Estas tensiones, que llevarían
a la mptura entre Portugal y su colonia, aumentaron
después de la revelución liberal que estalló en la metró-
poli. Una de las consecuencias de esta revolución fue el
retorno del monarca a Portugal. En efecto, en 1820, los
revolucionarios convocaron a Cortes Constituyentes y
solicitaron a Juan VI que aprobara la iniciativa y regresa-
Ya a Portugal. El monarca abandortó Brasil en 1821 y dejó
a su hijo Pedro como regente.
Además, el gobiemo liberal tomó una serie de
medidas que implicaban una mayor injerencia de la
metrópoli en los asuntos coloniales. Entre ellas se en-
contraba la división del territorio brasileño en provin-
cias, que dejarían de depender de Río de Janeiro para
pasar a estar subordinadas directamente a Lisboa, así
como también la decisión de devolver al Brasil a la si-
tuación previa a 1808.
Finalmente, los intentos de las cortes liberales de
lograr la subordinación del Brasil llevaron al prín-
cipe regente Pedro a proclamar la independencia,
el 7 de septiembre de 1822, en el llamado “Grito de
Ipiranga", que dio origen al Imperio del Brasil.
ACTIVIDADES FINALES
Repaso
1. Identficá la relación existente entre los siguientes
conceptos.
a) Batalla de Trafalgar - 8loqueo continental
b) Tratado de Fontainebleau — Motín de Aranjuez
€) Sucesos de Bayona — Juntas de gobierno
Completá las oraciones,
a) Ante el avance de las tropas napoleónicas, la
corte portuguesa decidió...
b) El principio de retroversión de la soberanía
sostenía...
La Junta Central se constituyó para..
Las elecciones de representantes americanos
para la Junta Central tuvieron un importante
significado político porque...
¿Por qué Junta Central fue reemplazada por el
Consejo de Regencia? ¿Qué consecuencias tuvo la
instauración de'este nuevo organismo en los domi-
nios americanos?
Leé el siguiente texto del historiador británico
- sociedad colonial había permanecido ádormecida e indife-
rente, en 1308, cuando las bayoneras francesas proclamaron
2 José Bonaparte rey de España, la elite criolla de la mayor
parte de las provincias del Imperio exigió juntas" represen
tarivas que ofrecieran una base legal para el gobierno, Los
acontecimientos de Europa fcilizaron así la ocasión más
que la causa de la revolución política de América”,
Brading, David. “La España de los Borbones y su
imperio americano”. En Bethell, Leslie (ed). istoria
de América Latina. Barcelona, Editorial Crítica, 1990,
a) ¿Qué papel le otorga el autor a los sucasos pe-
insulares en los procesos de independencia?
b) Además de la crisis política peninsular, ¿qué
atros factores permiten explicar los procesos
de independencia de la América española?
5. Completá el siguiente cuadro comparativo sobre
los distintos procesos de independencia.
Venezuela
México
Perú
Alto Perú
Ampliación
6. Leé el texto y respondé las consignas,
a 3 Ts
habían unido a su ineficacia en el combare su capacidad
e alarmar por su presencia abrumadora a todos los sect
es privilegiados, optó por fuerzas reducidas y aguer
una ráctica que prefería la guercilla a la batalla cam
]. Esa guerrilla necesitaba contar cón el apoyo abí
“mador de las poblaciones en cuyo rerricorio actuaba, (..
Mérelos iba a esforzarse renasmente por definir el mov
iento como una empresa comia de todos los america:
ontra los peninsulares. A los criollos les prometi é
polio de las posiciones políticas y administrativas:
0 acceso se acusaba al antiguo régimen de no haber
ño; a la vez invitaba a sus secuaces a respetarel f
gib y el parrimonio de los españoles americanos que se:
masen al movimiento (...]”.
Halperin Donghi, Tulio. Regarmay disolución de los im:
perios ibéricos, 1750-1850. Madrid, Alianza Edivorial. 198
a) ¿Qué medidas tomó Morelos para obtener el
apoyo de los criollos?
b) ¿Qué diferenciaba su táctica militar de la utili-
zada por Hidalgo? ¿Por qué la adoptó?
Producción
7. Si bien Haiti fue el primer Estado en declarar la aboli-
ción de la esclavitud, en la actualidad existen en este
país prácticas que implican nuevas formas de esclavi-
tud, entre ellas la de los niños llamados “restaveks”.
a) Elaborá un informe sobre esta práctica tenien-
do en cuenta las causas que explican este tipo
de esciavitud y las condiciones de vida y tra-
bajo a las que son sometidos los "restaveks”,
CAPITULO
"rá la conformación. de nuestro país.
El Virreinato del Río de la Plata a principios del siglo xx
Como leíste en el capítulo 2, el Virreinato del
Río de la Plata fue creado en 1776, durante las
Reformas Borbónicas, Su creación obedeció a va-
rios objetivos: la consolidación de los dominios es-
pañoles en el sur del continente, el reforzamiento
de las defensas frente a otras potencias, la mejora
en la administración del territorio, el aumento en
el cobro de impuestos y el desarrollo de ciertas ac-
tividades productivas y comerciales.
La ciudad de Buenos Aires -que hasta ese mo-
mento ere una localidad relegada en los confines
del Imperio español y que había crecido durante
las décadas anteriores gracias al comercio de con-
trabando- fue elegida capital del Virreinato, Esta
elección modificó la situación de la ciudad, que
en los siguientes años vivió un perfodo de gran
crecimiento
Dos cuestiones colaboraron en este desarrollo.
Porun lado, la instalación de la burocracia imperial
en la ciudad (el virrey, la Audiencia, el Consulado
y demás autoridades). Por otro lado, Potosí -el
principal centro minero de América- quedó bajo
la jurisdicción del nuevo Virreinato, en perjuicio
del Virreinato del Perú, Así, la producción de plata
debía embarcarse hacia España a través del nue-
vo puerto habilitado en Buenos Aires, Estas des
48
lidad. Sin embargo, a principios del siglo xx,“e Argentina no sxistía
ni estaba gn los planes [ en la es
de nadie. El Río de la Plata era un área extensa, diversa y de
reciente creación. A pesar de ello, lal dependencia
de este territorio puede ser pensada como el inicia de un complejo
proceso que, varias Cuca desp S, perm
cuestiones generaron una importante demanda
de productos (alimentos, bevidas, vestimenta y
transporte, entre los principales) para abastecer el
mercado interno. Estos, a su vez, impulsaron el de-
sarrollo de la ganadería, la agricultura, los obrajes
y la construcción de carretas, que dinamizaron la
economía porteña y la del resto del Rio de la Plata.
Como recordarás, el Virreinato rioplatense abar-
caba un área muy extensa, Dentro de ella podian
reconocerse las siguientes regiones económicas
% Alto Perú. Era la zona más rica y desarrollada,
ya que incluía el centro neurálgico de la eco-
nomía colonial: la producción minera. El Cerro
Rico de Potosí era una de las principales minas
de plata del mundo. En tomo a sus actividades
se articulaba gran parte de la economía y del
comercio del Virreinato y del imperio español
debido a que demandaba una gran cantidad
de productos (por ejemplo, herramientas, ves-
timentas, alimentos, mercurio y transporte).
Al se ubicaban algunas de las ciudades más
importantes de la América española: Potosí, La
Paz y Chuquisaca (actual Sucre), En todos estos
casos, la población estaba constituida por una
mayoría indígena y mestiza, y los españoles re-
sultaban ser la minoría.
Tucumán. Esta región tenía estrechas relaciones
con el Aito Perú, De hecho, había crecido produ-
ciendo muchos de los bienes que demandaba la
exploración minera, desde mulas y carretas para
el transperte hasta alimentos (maiz, trigo, quinoa,
papa), textiles (de lana y/o algodón), bebidas, ja-
bén y herramientas, entre otros. También esta zo-
na contaba con una población mayoritariamente
indígena y mestiza. Las ciudades más importan-
tes eran Córdoba, San Miguel de Tucumán, Salta,
Catamarca, La Rioja, Jujuy y Santiago del Estero,
Cuyo. Se había especializado en la producción de
vinos, aguardiente y frutas secas que comerciaba
en el resto de las regiones —especialmente con el
Alto Perú y el Litoral y en Chile. También estaba
habitada principalmente por indígenas y mestizos,
pero la proporción de población blanca era mayor
que en las anteriores regiones. Sus principales ciu-
dades eran Mendoza, San Juan y San Luis.
Paraguay. Esta zona era rica y muy poblada. Se de-
dicaba a la producción de yerba mate, tabaco y al-
godón, mercancias que se comerciaban en todo el
Virreinato del Río de la Plata y en el del Perú. Ade-
más, mantenía estrechas relaciones con las celonias
portuguesas.Al igual que en las zonas anteriores,en
su población predominaban los indigenas y los mes-
tizos. La principal ciudad era Asunción, con 10.000
habitantes, y en esta región se encontraban los anti-
guos pueblos misioneros fundados por los jesuitas.
Buenos Aires y el Litoral. La creación del Virreinato
del Río de la Plata y el aumento del comercio atián-
tico dinamizaron estas áreas. El crecimiento de sus
ciudades y la necesidad de abastecerlas potenció
las actividades agrícola-ganaderas. Al mismo tiem-
po, la disponibilidad de tierras fértiles generá un
proceso migratorio desde ctres regiones (Tueumán
y Paraguay, principalmente) para colonizar esos
territorios, El crecimiento fue acelerado. Buenos
Aires, por ejemplo, tenía, a principios del siglo xix,
40.000 habitantes, Es decir, era una de las capitales
más importantes del Imperio español americano,
aunque lejos de las populosas México (habitada
por 130,000 personas), La Habana o Lima, Por el
puerto de Buenos Aires no solo salía la plata po-
tosina, sino que ingresaban numerosos productos
comerciados por España y las otras potencias (es-
pecialmente manufacturas). Otra gran ciudad de la
región era Montevideo, con 15.000 habitantes, ubi-
cada al este del Río de la Plata, en ¡a Banda Crien-
tal, En todas estas tierras había una proporción de
población indigena mucho menor que en las áreas
anteriormente mencionadas.
% Las fronteras indigenas. A pesar de que la división
territorial indica que el Virremato rioplatense abar-
caba hasta los confines de América, en realidad
gran parte de esta región no estaba ocupada por
los españoles. En muchos casos, ni siquiera había
sido explorada. La llanura Chaqueña, la Patagonia
y gran parte de la llanura Pampeana, por ejemplo,
eran zonas de completo dominio aborigen, Duran-
te varias décadas, el espacio de transición entre los
dominios españoles e indígenas -la frontera- fue
un área muy conflictiva, por lo que la administra-
ción española intentó reforzar las defensas me-
diante líneas de fortines. Al mismo tiempo, en las
fronteras se entableban múltiples relaciones pací-
ficas a través del intercambio de bienes,
Antes de finalizar el recorrido por el Virreinato del
Río de la Plata, es importante aclarar que una gran parte
de sus habitantes vivía en las regiones rurales y no en
las ciudades, ya que las actividades agrícola y ganadera
eran centrales para la supervivencia de la población.
aracil portugués
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E. indigenas
49
Hacia la Independencia
El territorio del Virreinato del Ría de la Plata, so-
bre el que terminás de leer, pronto sería escenario
de un proceso revolucionario que culminaría en su
independencia de España. Coma en cualquier proce-
so revolucionario, existieron numerosos factores que
permiten entenderlo y explicarlo, Algunos de ellos
La Aduana de Byenos Aires. Acuarela de Emerie E, Vidal, 1817.
“Factores internos
Desde fines del siglo xvii, y con mayor claridad du-
rante la primera década del siglo xix, en las colonias
españolas de América cobraron fuerza planteos que
reclemaban la revisión de las relaciones políticas, eco-
nómicas y sociales que unían a cada región con la me-
trópoli. Veamos cómo se había llegado a esta situación.
— El desarrollo económico interno había generado
ricos sectores locales que buscaban ocupar mejores
posiciones en la administración imperial, así como
tambien cierto reconocimiento social. Por otra parte,
este mismo desarrollo había generado un mercado
interno deseoso de productos manufacturados que
España no llegaba a abastecer. Esta situación había
provocado el mantenimiento de relaciones comer
cíales mediante el contrabando con potencias como
Gran Bretaña, Francia, Portugal y los Países Bajos.
En este contexto, la aplicación de las Reformas
Barbónicas ocasionó distintos conflictos entre los di-
ferentes sectores sociales coloniales. Por una parte,
aunque se había liberalizado el comercio, el monopo-
lio seguía vigente. Por otra parte, en los cargos de la
administración fueron incorporados funcionarios pro-
venientes de la península Ibérica, en desmedro de los
españoles americanos (criollos). A ello se debe sumar
el aumento de los impuestos. Toda esta situación llevó
a que los vínculos entre la metrópoli y sus colonias
50
fueron internos al Virreinato y tuvieron influencia en
el desarrollo de la Revolución y en las característi-
cas que esta adoptó. Pero además, hay que tener en
cuenta que la Revolución rioplatense fue parte de un
proceso más amplio: la crisis y posterior disolución
de los imperios ibéricos.
americanas pasaran por un período de reacomóoda-
miento y, en algunos casos, de crisis.
El panorama se completaba con los ecos de la
Revolución Francesa y la mdependancia estadouni-
dense. Estas mostraban a las elites americanas cla-
ros ejemplos de regímenes políticos en los cuales el
absolutismo había dado lugar a monarquías parla-
mentarias y/o constitucionales o, directamente, a la
formación de una república federal. Es decir, se ger-
minaba en los líderes revolucionarios la idea de que
existian formas políticas, sociales y económicas al-
ternativas al dominio colonial absolutista pretendido
por los borbones españoles.
A pesar de este contexto, no debe suponerse que
los habitantes de las colonias tuviesen proyectos cla-
ros de independencia. De hecho, tal opción era remo-
ta y
solo
la
sostenían grupos
muy
pequeños.
¿Qué
-
se pretendía, entonces? Los proyectos buscaban au-
mentar el grado de autonomía dentro del esquema
imperial. Se anhelaba, por ejemplo, un mayor control
de los recursos y el acceso a los cargos de la adminis-
tración del imperio, entre atras cuestiones.
Entonces, ¿cómo se explica el proceso de Inde-
pendencia del Río de la Plata? Para responder esta
pregunta, hay que tener en cuenta el contexto inter-
nacional y los conflictos por la hegemonía mundial “|
entre las potencias de Europa.
Factores externos
A comienzos del siglo xix, en su lucha por man-
tenerse entre las principales potencias europeas,
España estaba librando un costosc enfrentamiento
junto a Francia (su principal aliada en ese momento)
contra Portugal y, fundamentalmente, contra Gran
Bretaña. Al mismo tiempo, incapaz de defender sus
gigantescos dominios coloniales, de afrontar los gas-
tos de los conflictos internacionales en los que parti-
cipaba, de controlar el contrabando y de abastecer de
manufacturas a sus colonias, se encontraba cada vez
mA
La batallade Trafalgar según vviliam Lionel Vylie,
Este contexto desfavorable para la monarquía es-
pañola siguió empeorando hasta llegar a su punto
máximo en 1908, cuando Napoleón, con la excusa de
avanzar sobre Portugal para completar el bloqueo eu-
ropeo contra Gran Bretaña, solicitó permiso a su alia-
de Carlos IV para que su ejército pasara por tierras
españolas, Como leíste en el capítulo anterior, esta
situación terminó con las abdicaciones de Fernando
ViILa favor de los francesesy con la formación de jun-
tas de gobiemo y una Junta Central en Sevilla que
centralizaba la toma de decisiones.
Sin embargo, el avance de las tropas napoleónicas
provocó, primero, el traslado de lajunta Central a Cádiz
Y Juego, la disolución de la Junta —en enero de 1810.
Además se efectuó el nombramiento de un Consejo
de Regencia, en el intento de lograr un gobierno más
más aislada de ellas. Esta situación había generado
un debilitamiento de las relaciones entre la metró-
poli y sus colonias, tanto en el ámbito comercial y
económico como social y político, situación que era
aprovechada por las potencias competidoras,
La situación se agravó después de 1805, cuando la
Armada española sufrió una desastrosa derrota fren-
te a la británica en la batalla de Trafalgar, hecho que
originó una desconexión casi total entre la península
Ibérica y América. De esta forma, la metrópoli era ca-
da vez más incapaz de funcionar como tal.
efectivo ante el avance francés. Surgió, entonces, la
propuesta de convocar a Cortes Extraordinarias y
Constituyentes, Para ello, el Consejo de Regencia invi-
tóacada virreinato y capitanía a que eligieran diputa-
dos para participar de dicho Consejo.
Esta noticia sacudió a las colonias: un gobierno
provisorio pero legítimo era reemplazado por otro de
dudesa legitimidad
Mientras tanto, las tropas francesas continuaban
avanzando y varias localidades españolas juraron
fidelidad a Napoleón. El futuro era de gran incerti-
dumbre y peligro. En este contexto, algunas ciudades
y regiones americanas reconocieron al Consejo de
Regencia. Sin embargo, otras decidieron formar sus
propias juntas de gobierno. Así, los conflictos se tras-
ladaban aceleradamente a las colonias.
51
Las Invasiones inglesas
En el marco del conflicto entre Gran Bretaña y
Francia, y del bloqueo impuesto por Bonaparte, los bri-
tánicos decidieron impedir el comercio entre España
(aliada de los franceses) y sus colonias americanas.
¿El objetivo? Provocar un colapso del comercio inter-
nacional y perjudicar, de este modo, al bando rival.
Entonces, algunos barcos de la flota británica decidie-
ron invadir el Río de la Plata para debilitar a España y,
al mismo tiempo, hacerse de un nuevo mercado don-
de ubicar su producción industrial.
Así, a fines de junio de 1806, unos mil quinien-
tos hombres, liderados par el comodoro Home Riggs
Popham y el general William Beresford, desembarca-
ron en Buenos Aires. Luego de algunas escaramuzas,
derrotaron las defensas y dominaron la ciudad, Ante
la escasez de tropas y frente a este escenario, el vi-
rrey que estaba a cargo en esé momento, Rafael de
Sobremonte, decidió tomar el tesoro real y, junto con
h las principales autoridades imperiales, refugiarse en
Córdoba. De todas formas, en las cercanías de Luján,
las tropas británicas incautaron el tesoro (que conte-
nía la producción de plata de Potosí) para llevarlo a
Gran Bretaña.
La decisión del virrey de huir hacia Córdoba fue
interpretada por los porteños como un abandono por
parte de la principal autoridad del Virreinato,
Luego de su triunfo, los británicos decretaron la
libertad de comercio y ofrecieron garantías a los sec-
tores propietarios. Una parte de la elite apoyó a los
invasores y reconoció su autoridad, ya que veían un
futuro comercial y político favorable si el poder que-
daba en manos inglesas; pero otra parte se negó a
aceptar este dominio. Además, entre los sectores po-
pulares comenzó a desarrollarse un fuerte descon-
tento hacia las tropas invasoras. Así, lideradas por
algunos grupos de la elite, comenzaron a organizarse
fuerzas milicianas integradas por hombres de los sec-
tores populares para reconquistar la ciudad,
Un español peninsular, Martín de Álzaga, y un
“español americano, juen Martin de Pueyrredón, diri-
gieron a los milicianos en Buenos Aires, en tanto que
en Montevideo, Santiago de Liniers -un oficial fran-
cés que servía a la Corona española- organizó tropas
con las que cruzó a esta banda del Río de la Plata,
Finalmente, Jas fuerzas de Líniers entraron en Buenos
Aires y, luego de varios combates, el 17 de agosto lo-
graron la rendición británica y recuperaron la ciudad.
52
El nombramiento de un nuevo virrey
Luego de la reconquista, sucedió algo inédito en
Buenos Aires. En agosto, un Cabildo Abierto deci-
dió quitar el mando militar al virrey y se lo otorgó
a Liniers, uno de los héroes de la recuperación de la
ciudad. Además, a comienzos de 1807, una Junta de
Guerra convocada por el Cabildo, exigió al virrey que
dejara su puesto. Ánte este panorama adverso y sin
demasiados apoyos, Sobremonte se alejó y se refugió
en Montevideo, aunque allí también se rehusaron a
acatar su autoridad.
El Cabildo de Buenos Aires, en tanto, nombró virrey
provisional a Liniers. Estos acontecimientos no corres-
pondían a la relación metrópoli-colonia, ya que la au-
toridad de una ciudad (el Cabildo) estaba tomando una
resolución (el nombramiento de un wirrey) que le co-
respondía al rey. No cbstante, la situación del Imperio
español, la autodefensa de Buenos Aires frente a los
ingleses y la incapacidad de enviar tropas desde la pe-
ninsula ibérica fueron factores que permitieron esa
decisión. Buenos Aires estaba tomando una determi-
nación que repercutiría en todo el Virreinato, algo que
er los años sucesivos volvería a suceder.
En su nuevo cargo, Santiago de Liniers reorgani-
zóá las milicias y las defensas de Buenos Aires, dado
que se preveía una nueva invasión. Entre otras medi-
des, estableció que los milicianos debían recibir una
remuneración mensual por sus servicios, Esto con-
solidaba el liderazgo de Liniers sobre los sectores po-
pulares que integraban la mayoría de los cuerpos de
milicias, De este modo, el servicio miliciano se trans-
formó en un medio de vida.
La segunda invasión
A comienzos de 1807, los ingleses enviaron una
segunda expedición militar, acompañada por cien
barcos cargados de telas y otras mercaderías, que
desembarcó en Montevideo.
Desde allí partió un ejército al mando del general
john Whitelocke con el objetivo de ocupar Buenos
Aires. Whitelocke desembarcó en junio de 1807 en
la Ensenada de Barragán (cerca de la actual ciudad
de La Plata). Desde ese lugar se inició el avance de las
tropas inglesas. Sin embargo, las milicias porteñas -con
el apoyo de la población, que atacó a los invasores
con piedras, palos y agua hirviendo- rechazaron este
nuevo intento de conquista,
Las Invasiones Inglesas y la respuesta de la po-
blación resultan centrales para comprender el proce-
so histórico que desembocaría, años después, en la
=
= ás -
n, Whitefocke y sus hombres planeando el alaque a Bueños Aires
desdein caso de Juan
A. Santa Coloma (un miembro del Cabilcio de Buenos Aires), en
Quilmes.
Inglesa (detalle). Óleo de Charles Fouqueray pintado en 1909
La rendición de William Carr Berestord ante Santiago de Liniers en la
Primera Invasión
Las milicias
Independencia del Río de la Plata. En efecto, las in-
vasiones dejaron a la vista cuestiones muy claras. La
primera tenía que ver con el hecho de que España no
pedia defender las colonias americanas y que estas
debían afrontar, con sus propios recursos materiales
y humanos, cualquier peligro. ¿Qué beneficios de la
relación colonial obtenía el Virreinato si la metrópoli
ni siquiera ayudaba en la defensa de sus dominios?
La segunda consecuencia de las invasiones fue el sur-
gimiento de un nuevo grupo de poder: Jos cuerpos
milicianos y sus líderes. Como verás en las páginas
siguientes, el papel de este grupo fue decisivo en el
proceso revolucionario.
Una tercera cuestión se relaciona con el hecho de
que Buenos Aires había nombrado sus propias au-
toridades contradiciendo la relación de dominación
política colonial.
La casa de la Virreina Vieja, según une acuarela de Léome Mattnis.Ali
tuvo fugar
una cruenta batafla entre las milicias y los titánicos,
“Pocos
días
solamente
habian pasado desde
la
rendición
de
la
plaza,
cuando
un
entusiasmo
milirar
brotó
en
toda
la
escala
social.
Todos
las
jóvenes
de
las
familias
más
resperabies
se
apresuraron
a
enrolarse
y
someterse
a
las
leyes
de
la
disciplina. Parruilas
|
de
reclucas
recorrían
diariamente
las
calles
ganando
voluntarios
[...].
Este
fue
el
primer
wonco
marcial
de
Buenos
Aires,
donde
se
¡
it
han
injertado
los
ejércitos
que
no
solamente
han
errojado
al
enemigo
de sus
fronteras,
sino
que
han establecido
la
independencia
de
su
país,
y
después
han
completado noblemente
la
liberación
del
menos
poderoso
hermano,
el
reino
de
Chile”,
Gillespie,
Alexander. Buenos
Añres
y
el
interior.
Buenos
Aires,
El
Elefante
Blanco, 2000.
9 ¿Qué describe el autor en la primera parte de la cita?
9 ¿Por qué la formación de los cuerpos de milicias fue importante
para el proceso de Independencia?

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