Thrown To The Wolves (Black River Pack) - Rochelle Paige

Traducción por: ValKarin24

El mundo entero de Annora Channing cambia en el momento en
que descubre que es una cambiaformas de oso. Con lobos
apareados como sus padres, ella también debería haber sido un
lobo. Cuando el hombre con el que ella creció pensando que era
su padre se da cuenta de que ella no es su hija, él diseña un plan
para usar su existencia a su favor de una manera que la sacará
de debajo de su techo.
Cuando su situación va de mal en peor, Annora escapa pero

resulta gravemente herida en el proceso. Afortunadamente, Elias
Reve viene a su rescate mientras se dirigía a Wolf's Point y a la
hija que perdió hace años. Sin ningún otro lugar a donde ir y
nadie a quien acudir, Annora se une a él en su viaje y termina
cayendo en los brazos de su compañero.
Parker Tate sabe que Annora es suya en el momento en que la

ve. Cuando logra aparearse y marcarla a las pocas horas de que
se conocen, se considera afortunado. Entonces, el problema
pisando los talones de Annora la encuentra y Parker se da cuenta
de que el camino para reclamar a su compañera no será tan fácil
como pensaba, especialmente no con los osos involucrados.

Sinopsis
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Epílogo
Sobre el autor

ANNORA
Sabía que había gente que no creía en obedecer a sus
padres. Demonios, me hubiera gustado poder decir que era una
de ellas. Desafortunadamente, lo sabía mejor por experiencia
personal, y no de buena manera. Aprendí a una edad temprana
que, si cruzaba la línea aunque fuera un poquito, habría
consecuencias.
Algunos de mis primeros recuerdos fueron los castigos de mi
padre. Cuando tenía cuatro años, me dio con el cinturón frente a
una tienda llena de miembros de nuestra manada porque me
había portado mal cuando salíamos de compras y no me había
gustado un atuendo que mi mamá quería comprarme. Luego,
cuando tenía seis años, no dejó que mi madre me diera nada más
que pan y agua durante una semana porque me había colado una
galleta extra antes de irme a la cama.
A medida que fui creciendo, el tratamiento de mi padre
empeoró. No importaba cuánto trataba de cumplir con sus
expectativas. Empecé a sentir que cuanto más lo intentaba, peor
se ponía. Cuando su castigo fue particularmente severo, me dejó
adolorida durante días a pesar de que me curaba rápidamente
debido a mi sangre de cambiaformas. Para mi padre, la
obediencia no era solo una opción, era un requisito.
Como yo era su única hija, no aceptaría nada menos que mi
sumisión total. Nunca había entendido por qué había tanta
distancia entre nosotros cuando todos los demás padres parecían
malcriar a sus hijas, pero asumí que era porque había algo mal
en mí. Que yo era un fracaso ante sus ojos.
Ser diferente a todos los demás cuando era niña significaba que
su atención se dirigía a mí con más frecuencia de lo que me

gustaba. Si bien los niños lobo estaban llenos de energía y
querían jugar, yo era más feliz quedándome en casa y leyendo
porque estaba más interesada en lo que podía aprender que en
dar vueltas con amigos. Todos los demás eran ferozmente
competitivos, pero parecía que no me importaban los deportes
que eran tan populares entre los miembros de nuestra manada.
Para cuando llegué a la escuela secundaria, la mayoría de las
otras lobos se estaban acostando con cualquier chico que
quisiera follar sus piernas. Tenía curiosidad por el sexo, pero era
mucho más selectiva sobre quién me llamaba la atención.
Aunque mi cabello y ojos oscuros eran similares a los de los otros
miembros de la manada, yo era la niña más pequeña de mi clase
y nunca parecía tener el estirón que mi madre siempre decía que
estaba a la vuelta de la esquina, a menos que mis tetas y mi
trasero contaran como crecimiento. Mis curvas definitivamente
me distinguían de las otras chicas, que eran ágiles y atléticas.
Cuando llegó mi decimosexto cumpleaños y no me transformé,
me sentí como un completo fracaso. La fiesta de celebración la
noche de lo que debería haber sido mi primer cambio fue la
primera vez que sentí que mi padre pudiera estar orgulloso de mí,
hasta que sus ojos se llenaron de desdén cuando quedó claro que
no iba a cambiar. Durante dos años más, viví sabiendo que mi
padre pensaba que yo era un desperdicio de espacio. Una chica
que era demasiado débil para transformarse siquiera en el animal
que sabía que vivía dentro de mí. El tratamiento que había
recibido durante dieciséis años parecía un juego de niños en
comparación con lo que soporté durante esos años.
No fue hasta mi decimoctavo cumpleaños que me di cuenta de
por qué había crecido sintiéndome como una extraña en mi
propia manada. La expresión de ira en el rostro de mi padre
cuando cambié por primera vez me confundió al principio, y luego
me di cuenta de que mi madre también me estaba mirando con
horror. Mirando hacia abajo, casi me caigo en estado de shock

cuando no vi el cuerpo de lobo que esperaba. En cambio,
inexplicablemente me había convertido en un oso. Rápidamente
me transformé de nuevo a mi forma humana justo cuando mi
padre lanzaba su ira contra mi madre.
"¿Qué demonios es el significado de esto?" rugió.
La cara de mi mamá había perdido todo su color, y sus ojos
estaban frenéticos mientras iban y venían entre mi padre y
yo. "Yo no-no-no ..." tartamudeó, claramente buscando una
respuesta aceptable para explicar por qué yo no era una
cambiaformas lobo como mis padres.
"¿Me engañaste, Lucie?" preguntó mi padre, con total
incredulidad en su tono ya que la trampa era casi inaudita entre
los compañeros lobo.
"¡No!" protestó mi mamá. "No fue así".
"Tú y yo somos lobos, así que no hay manera de que ninguna hija
nuestra sea osa", gruñó mientras merodeaba hacia mi madre y la
levantaba por el cuello hasta que la sostenía contra la pared.
Los ojos de mi madre se posaron en mí, y una disculpa brilló en
ellos antes de mirar a mi padre y ofrecer una explicación.
"Me violaron", afirmó.
Mi corazón dio un vuelco cuando sus palabras se registraron en
mi cerebro. Ésta podría ser la explicación de por qué mi padre
siempre había sido distante conmigo, porque nunca había
sentido el vínculo conmigo que los hombres sienten por sus
hijos. Su lobo podría haber sabido todo el tiempo que yo no
llevaba su sangre. Y si fui un recordatorio de un momento brutal
en su vida, entonces entendí mejor cómo mi mamá pudo haber
estado al margen durante años y nunca interferir con la forma en
que me había tratado.

Mi padre se giró para mirarme mientras yo observaba en
silencio su intercambio. "¿Violada?" escupió. "¿Cómo pudiste
esconderme algo como esto durante tantos años?"
"No podía soportar la idea de que me miraras de otra
manera. Quizás alejarte de mí porque otro hombre se atrevió a
tocar lo que te pertenecía. Así que me quedé callada y esperé que
ella fuera tu bebé y no de él", respondió.
"Eres mi compañera", gruñó antes de ponerla de pie. "Habría
defendido tu honor si me hubieras dado la oportunidad".
Mi mamá acarició suavemente su rostro mientras lo miraba con
ojos suplicantes. "Te habías ido por negocios de la manada
cuando sucedió. Cuando regresaste, mis heridas se habían
curado y no había nadie a quien perseguir porque había
escuchado que el oso murió en un accidente automovilístico. Así
que enterré el recuerdo profundamente e hice todo lo posible para
seguir adelante con nuestra vida juntos".
"¿Y cuando te enteraste de que estabas embarazada?" preguntó.
"Recé con todo mi corazón porque ella fuera tuya", susurró mi
mamá. Entonces su mirada se volvió hacia mí, sus ojos oscuros
se cruzaron con los míos mientras hablaba. "Me convencí de que
era nuestra niña e ignoré cualquier señal de que podría no ser lo
que yo quería desesperadamente que fuera".
Como el hombre que había pensado que era mi padre durante
toda mi vida, miraba a mi mamá, sabía que la perdonaría. Él ya
se estaba ablandando con ella, y pensé que necesitaría una salida
para su ira. Sus palabras de perdón y amor llegaron hacia mí
mientras avanzaba lentamente hacia la puerta. Cuando casi
había salido de la habitación, levantó la cabeza y me miró con los
ojos entrecerrados.
"No te atrevas", espetó. "Puede que no seas mi hija, pero te he
reclamado como mía durante años".

Al oler el miedo de mi madre mezclado con su ira en el aire, supe
que esto iba a ser malo para mí. Si me había tratado con rudeza
en el pasado cuando pensaba que yo era de su propia sangre,
solo podía imaginar cómo reaccionaría ahora que sabía que no lo
era. Mi mente se quedó en blanco mientras luchaba por pensar
en algo, cualquier cosa, que pudiera decir que lo hiciera
perdonarme por lo que le había sucedido a mi mamá, pero sabía
que no había nada que pudiera decir o hacer.
El hombre que me había criado nunca querría un recordatorio
diario de lo que consideraría la vergüenza de su pareja y su propio
fracaso para protegerla. Recé para que su solución no significara
mi muerte.

PARKER
Cuando Spencer me pidió que fuera a la cabaña que compartía
con su pareja, no estaba seguro de qué pensar. Había mantenido
su casa en tierras de la manada más cerca de Hunter y de mí,
pero todavía en las afueras de la ciudad, y Eliza todavía se estaba
adaptando a la vida en el centro de la manada y necesitaba su
espacio a veces. No se quedaban allí a menudo, pero ella había
estado nerviosa últimamente, y Spencer me había dicho que
planeaban permanecer tranquilos durante el fin de semana. No
esperaba tener noticias suyas hasta el lunes por la mañana a
menos que hubiera una emergencia que requiriera su atención.
Cuando me detuve en el camino de entrada, repasé todos los
escenarios posibles en los que podía pensar y solo había llegado
a una conclusión: esto no podía ser bueno. Encontrar a mi
hermano esperándome en el porche reforzó mi sensación de
fatalidad inminente. Y la expresión seria de su rostro ciertamente
no alivió ninguna de mis preocupaciones. Cuando se puso de pie
para saludarme, pude ver la tensión en la forma en que se
mantenía tan rígido a pesar de que debería haber estado relajado
por pasar tiempo a solas con su compañera.
No es una buena señal.
"¿Qué hay, hermano?" Yo pregunté.
Spencer miró hacia la puerta y bajó la voz cuando
respondió. "Eliza necesita contarte un sueño que tuvo
anoche. Necesito que mantengas la calma hasta que ella termine
y que tengas en cuenta que ella es mi compañera y que está
completamente asustada por lo que vio. Camine con cuidado con
ella".

"Ella es mi hermana ahora. Por supuesto que tendré cuidado con
ella", le aseguré. "Yo nunca haría nada para lastimar a Eliza o a
Grace".
"Lo sé, hombre", suspiró Spencer. "¿Pero su sueño? ¿Lo qué
vio? Va a significar algo para ti. Solo ten en cuenta que ella ve lo
que ve. Ella no tiene ningún control de lo que le muestran las
visiones, y desea como el infierno tener más información para ti".
"¿Qué diablos soñó que tiene tus bragas en un enredo?"
"Creo que es mejor si te lo digo desde el principio", dijo Eliza
detrás de mí.
Me giré para verla de pie en la puerta, vestida abrigadamente con
jeans y un suéter, una manta envuelta alrededor de sus
hombros. Tenía los ojos enrojecidos e hinchados, una clara
indicación de que había estado llorando. Con los brazos cruzados
y abrazada con fuerza a su cuerpo, parecía como si estuviera
esperando que el cielo cayera. Si no me hubiera preocupado ya,
verla así habría sido suficiente para preocuparme por lo que
estaba pasando.
"¿Estás bien, hermanita?" Le pregunté en un tono burlón,
esperando aligerar su estado de ánimo.
Los labios de Eliza se torcieron en lo que podría haber pasado por
una sonrisa si no la conociera mejor, pero sus ojos
permanecieron tristes. "He estado mejor", admitió.
"Y lo estarás de nuevo", prometió Spencer. "Parker y yo nos
aseguraremos de llegar al fondo de lo que viste".
Los seguí al interior de la cabaña mientras Spencer guiaba a Eliza
al interior. Después de sentarse en el sofá, la sentó en su
regazo. Una vez que acerqué una de las sillas, me senté frente a
ellos y esperé a que Eliza comenzara su historia.

"Sabes acerca de mi pasado", comenzó. "Sobre cómo me echaron
de mi manada después de que le conté a mi alfa sobre un sueño
que había tenido sobre la muerte de su hijo".
"Sí. Lo he sabido todo el tiempo, y lo que te hicieron no dice nada
malo de ti. Simplemente me dan ganas de cazar a tu alfa y
enseñarle una lección sobre cómo las familias deben tratarse
entre sí", le aseguré.
Eliza volvió a sonreír, y esta vez, una pequeña pizca de felicidad
llegó a sus ojos. "No tienes idea de lo mucho que significa para
mí saber que mi nueva familia me ama incondicionalmente".
"Por supuesto que sí, chica de los sueños", murmuró Spencer
mientras le acariciaba el cuello. "Mis hermanos no son tontos, y
puedes confiar en el hecho de que resolveremos esto".
"¿Resolver qué?" Yo pregunté.
"Cuando dejé mi manada, supe que mi mamá había muerto con
el hijo del alfa y mi papá había resultado herido. Antes de irme
del área, me dijeron que él también se había ido. Todo este tiempo
pensé que estaba muerto, así que nunca miré atrás, nunca
intenté encontrarlo. Pero estaba en el sueño que tuve
anoche. Está vivo y viene hacía aquí", explicó.
"¿No son buenas noticias?" Le pregunté, confundido por qué
saber que el padre de Eliza no había muerto sería algo malo.
"Sí", suspiró. "No me malinterpretes. Me alegra saber que está
vivo, pero no está solo y hay problemas pisándole los talones".
"Sabes que te ayudaré en todo lo que pueda", ofrecí, aún sin tener
claro por qué estaban preocupados por mi reacción a su sueño.
"Déjala terminar", dijo Spencer.
"Lo vi con una mujer en mi sueño. Ella es joven y la han
lastimado. Lo suficientemente grave como para que apenas

pudiera caminar. Mi papá la estaba ayudando y parecía que
estaban tratando de alejarse de alguien o algo", explicó Eliza.
"Entonces, ¿tu papá está con una jovencita?" Bromeé.
"Parker", gruñó mi hermano con frustración. Mi hábito de hacer
bromas cuando estaba nervioso siempre lo volvía loco.
"No es así", susurró Eliza. "Ella no es una mujer cualquiera".
"Entonces, ¿quién es ella?" Yo pregunté.
"Tu compañera", respondió ella. "Creo que mi papá me ha estado
buscando y finalmente descubrió dónde estoy. Creo que está de
camino aquí, y de alguna manera, tiene a tu compañera con él".
"¿Mi compañera?" Respondí como un eco, mi cabeza dando
vueltas por lo que acababa de decir.
"Sí", confirmó. "Mi sueño terminó con un torrente de imágenes, y
la mayoría de ellas eran de ti y esta mujer juntos en el futuro".
Mi corazón se aceleró ante la idea de encontrarla finalmente, la
mujer que estaba destinada a ser mi compañera. A mis hermanos
les gustaba burlarse de mí por ser un poco caballero blanco
porque tenía la costumbre de ayudar a las mujeres que estaban
en peligro, pero no podía evitar hacerlo. Desde que nuestra
abuela me había dicho que mi pareja habría sido descartada por
su familia, luché con el conocimiento de que ella podría estar en
alguna parte, necesitando ayuda desesperadamente, sin que yo
pudiera dársela. Así que lo compensé ayudando a otras mujeres
con la esperanza de que alguien más estuviera allí para mi pareja
cuando yo no podía. Si el sueño de Eliza era correcto, entonces
no tendría que esperar mucho más.
"¿Cuándo?" Dije con voz ronca. "¿Había alguna señal que
indicara cuándo estarían aquí?"
"No puedo estar segura", dijo Eliza con una mirada de disculpa
en su rostro. "Pero siento que podría ser este invierno".

"Gracias, joder", susurré, una gran ola de alivio me recorrió.
"Ojalá fuera todo lo que vi", murmuró. "Parecía que estaban en
problemas, y los seguirán hasta aquí".
"¿Qué tipo de problema?" Exigí, ignorando el ceño fruncido que
mi hermano me envió por mi tono.
"Creo que mi papá la ayudó a escapar de una mala situación,
pero no se escaparon fácilmente. Ella resultó gravemente herida,
así que tal vez dejaron un rastro de algún tipo que los llevará
directamente a nuestra puerta", explicó.
"Entonces tendré que estar listo", dije mientras me ponía de pie
para caminar por la habitación.
"Creo que querías decir “nosotros” allí, hermanito", corrigió
Spencer.
"Ella es mi compañera" argumenté. "Mi responsabilidad."
"Sí, ella es tu compañera", estuvo de acuerdo. "Pero eso la
convierte en mi hermana, y yo soy el ejecutor de la
manada. También la convierte en la hermana de nuestro
alfa. Además, si está con el padre de Eliza, lo que sea que esté
pasando es asunto mío también".
Sabía que lo que decía Spencer era cierto, y mis hermanos y yo
siempre habíamos enfrentado problemas como equipo en el
pasado. Sin embargo, la idea de que mi compañera estuviera ahí
fuera en algún lugar ahora mismo, herida y necesitando ayuda,
me estaba matando. Mi lobo estaba presionando contra mi carne,
tratando de salir para poder cazarla, pero sabía que no sería tan
simple. Si el padre de Eliza había tardado tanto en encontrarla,
y estaban huyendo de los problemas, lo más probable era que no
fueran fáciles de encontrar. Ahora no era el momento de dejar
que mi orgullo se interpusiera en el camino de ser inteligente.
"Creo que vamos a necesitar ayuda", admití. "Alguien que tenga
los contactos que nosotros no tenemos para ver si puede

averiguar dónde están, por qué están huyendo y qué tipo de
problemas los está siguiendo aquí".
Spencer apretó a Eliza antes de dejarla junto a él en el sofá para
que él también pudiera pararse. Mientras caminaba hacia mí, vi
la mirada distante que tenía en sus ojos cuando pensaba en la
solución a un problema particularmente difícil. Cuando sus ojos
se cruzaron con los míos, tenían determinación y una pizca de
resignación. Sabía que probablemente no me iba a gustar la
respuesta que se le ocurrió.
"El clan McMahon", dijo. "Conocen a personas en todos los
lugares correctos e incorrectos. Si alguien pudiera descubrir una
pista sobre el padre de Eliza y tu pareja con la información
limitada que tenemos, serían ellos".
"Joder", siseé. "¿Esos osos locos son nuestra mejor
apuesta? Entonces estamos jodidos".
"Sí. No son muy buenos para ayudar a los forasteros", coincidió
Spencer.
"Y definitivamente calificamos como forasteros ya que somos
lobos y no osos", refunfuñé. "¿Cómo diablos vamos a hacer que
acepten ayudarnos?"
"¿Ayudaría que, justo antes de despertar, vi una imagen tuya
sosteniendo un cachorro de oso en tus brazos, Parker?" Preguntó
Eliza.
"Podría significar cualquier cosa", murmuré. "Pero si podemos
convencer a los McMahon de que tu sueño impacta a los osos de
alguna manera, entonces ellos podrían estar dispuestos a
ayudarnos".
"¿Viste algo más sobre los osos en tu sueño?" Le preguntó
Spencer.

Eliza cerró los ojos y se sentó en silencio por un momento, con la
cabeza inclinada hacia un lado mientras pensaba. De repente,
sus ojos se abrieron de golpe y me miró en estado de shock.
"Creo que ella también podría ser un oso".
Estaba seguro de que la había escuchado mal, ya que un lobo
emparejado con un oso no era algo que hubiera encontrado
antes. "¿Quién? ¿Mi compañera?"
"No estoy segura porque las imágenes que vi de ella cuando era
joven eran de ella rodeada de lobos. Realmente no tiene sentido,
pero tengo la impresión de que no es un lobo sino un
oso. Tampoco se parece a ninguna loba que haya conocido antes"
respondió Eliza.
Y ahí fue cuando me di cuenta: Eliza sabía cómo era mi
compañera predestinada. "Descríbemela", le pedí, mi garganta se
apretó con la emoción mientras hablaba. "Por favor."
"Oh, Parker", suspiró Eliza. "Ella es hermosa. A primera vista,
podrías pensar que es un lobo por su color. Su cabello es largo y
de un color marrón caramelo, y sus ojos son tan oscuros que
parecen casi negros ".
"Pero cuando miraste más de cerca, ¿viste algo que la hacía
parecer diferente a otras lobos?" Pregunté, impaciente por saber
más sobre mi pareja.
"Curvas", respondió ella. "Espero que te gusten porque tu pareja
las tiene, y por eso pensé que no parecía una loba. Ella podría
ser un oso basado en las hembras que he conocido antes, y es
por eso por lo que te vi sosteniendo un cachorro de oso en tus
brazos en el sueño. Aunque parecía un poco pequeña para ser un
oso".
"¿Pequeña y con curvas?" Lo repetí.
"Bueno, era difícil de decir porque estaba encorvada cuando mi
papá la estaba ayudando a caminar", respondió.

Su respuesta me devolvió a lo que era importante. Realmente no
importaba si mi pareja era baja o alta, curvilínea o delgada, oso
o lobo. Lo que importaba era que estaba en peligro y necesitaba
encontrarla lo antes posible.
"Le contamos al clan McMahon sobre el sueño de Eliza, y nos
aseguramos de que entiendan que ella cree que mi pareja es una
cambiaforma oso. Es la forma más fácil de asegurarse de que
estén dispuestos a ayudarnos", le dije a Spencer.
Arqueó las cejas mientras miraba en mi dirección porque era
inusual que yo tomara la iniciativa con cualquiera de mis
hermanos mayores. Hunter era mi alfa y Spencer era mi ejecutor,
pero esta mujer era mi compañera y estaba en peligro. Eso
superaba a todo lo demás.
"¿Quieres que los llame o quieres hacerlo tú mismo?" Preguntó
Spencer.
Su pregunta me hizo saber que entendió de dónde venía. Si Eliza
estuviera en la misma situación, insistiría en tomar las
decisiones incluso si tuviera la misma conversación con Hunter.
"¿Tienes el número?" Pregunté mientras sacaba mi celular de mi
bolsillo.
Spencer sacó sus contactos y me entregó su teléfono con la
información de Carrick McMahon en la pantalla. Él era el jefe de
su clan y se rumoreaba que era el cambiaformas de oso negro
más grande de Estados Unidos, cuya bestia inclinó la balanza en
cerca de seiscientas libras. Tenía una reputación feroz entre la
comunidad de cambiaformas, y aunque era de conocimiento
común que le gustaba limitar su contacto con los no osos, se las
había arreglado para recolectar favores de casi todos a lo largo de
los años.
Carrick nunca había tenido pareja, pero tenía tres hijos que
había criado solo. Trillizos que provenían de uno de los humanos

a los que había tomado como amante. Era una peculiaridad
extraña que un hombre que hablaba tanto de que los osos se
apegaban a otros osos hubiera tendido a quedarse con las
mujeres humanas a lo largo de los años. Nadie sabía por qué no
había tomado una osa para aparearse, y no estaba dando la
información voluntariamente. Desafortunadamente, no era
tímido por su animosidad hacia los lobos, así que no estaba
ansioso por pedirle ayuda.

ANNORA
"Ella no se quedará aquí. De esta manera, obtendrá un nuevo
hogar y habrá logrado devolverme el dinero por todos los años
que he criado su trasero holgazán".
La voz de mi padre llegó a través de la puerta de mi
dormitorio. Estaba cerrado por fuera, una nueva medida que
había tomado el día después de que mi madre soltara su bomba
sobre mi concepción. Si hubiera pensado que no tenía libertad
antes de ese día, me habría dado cuenta muy rápidamente de lo
equivocada que había estado.
Me habían ordenado que mantuviera la boca cerrada y la cabeza
gacha mientras él pensaba qué hacer conmigo. La rabia en sus
ojos cada vez que me miraba me convenció de tomar su
advertencia en serio porque no quería darle ninguna razón para
castigarme. No pensé que haría falta mucho para enviarlo al
límite.
Mi mamá no estaba mucho mejor. Intenté hablar con ella un par
de veces, pero apenas podía mirarme a los ojos. Ella no respondía
a ninguna de mis preguntas y tenía miedo de presionar
demasiado porque sabía que mi padre se pondría lívido si se
enterara de que le estaba preguntando algo sobre mi concepción.
Lo que encontré más confuso acerca de esta loca situación fue la
disculpa que vi destellar a través de sus ojos cada vez que su
mirada se cruzaba con la mía cuando esperaba ver tristeza, enojo
o miedo. No podía entender por qué ella sentiría la necesidad de
obtener mi perdón. Entonces pensé que tal vez era porque sabía
que las cosas se dirigían hacia el desastre para mí con el hombre
con el que se había emparejado.

"¿Un nuevo hogar?" mi madre siseó su respuesta. "No se puede
llamar hogar a vivir con esos paganos. Lo que estás sugiriendo es
un apareamiento forzado con un hombre conocido por su
brutalidad. ¿Cómo sabríamos siquiera que ella estaría a salvo
con ellos?"
"¡No sería forzado si acepta mi decisión, lo que hará si sabe lo que
es bueno para ella!" rugió.
Parecía que no tenía ninguna duda de que sería capaz de
conseguir que yo hiciera lo que quisiera. Me había entrenado
para obedecer sus órdenes a lo largo de los años, así que podía
entender por qué pensaba que estaría de acuerdo con su plan,
fuera lo que fuera. Sin embargo, después de haber pasado las
últimas semanas sabiendo que él no era mi verdadero padre, mis
ojos se abrieron a lo equivocada que siempre había sido nuestra
relación. A él realmente no le importaba mi felicidad antes, y
ahora, le importaba aún menos. Yo era solo un peón para que él
lo usara a su favor sin preocuparse por mi bienestar.
"Pero los rumores sobre él son horribles. Suena como un
monstruo" protestó a medias en mi nombre cuando los escuché
bajar las escaleras.
Sus voces no llegaban tan bien desde allí, así que tuve que poner
mi oído contra la puerta para escucharlas.
"Tenemos suerte de que la quiera", respondió mi padre. "¿Quieres
que venga a buscarme por lo que le debo? Soy tu compañero".
"Y ella es mi hija", le recordó mi mamá.
"Tu hija bastarda del hombre que te violó", argumentó.
No pude escuchar el resto de su conversación después de que la
puerta principal se abrió y se cerró. Así que corrí hacia mi
ventana, esperando que sus voces llegaran desde el porche, pero
debí perderme el final de su discusión, porque mi mamá

caminaba hacia su auto. Cuando miró hacia mi ventana, pude
ver las lágrimas corriendo por sus mejillas.
Mirándome fijamente, articuló: "Lo siento", antes de subirse al
coche y alejarse.
Mi madre no iba a ir en contra de su pareja para tratar de
protegerme, y aunque me habían enseñado a obedecer a mi
padre, no podía caminar a ciegas hacia cualquier destino que me
esperara. Además, él no era realmente mi padre. Ya no.
****
"¡Métete en el maldito coche!" rugió mi padre.
Solo habían pasado horas desde que mi madre se había ido, y él
simplemente me arrastró desde mi habitación, bajó las escaleras
y salió por la puerta sin decir una palabra. La rabia en sus ojos
mientras me miraba me hizo saber que estaba lo suficientemente
enojado como para golpearme si desobedecía, pero no podía
aceptar lo que había planeado para mí, incluso si no sabía
exactamente qué era eso.
Luchando contra él, hice todo lo posible por escapar. "¡No!" Grité
mientras sacaba mi muñeca de su agarre y me giraba para correr.
Saltó detrás de mí y me tiró al suelo. "Dieciocho años te he
alojado, alimentado y soportado tu trasero holgazán",
rugió. "Ahora, tienes la oportunidad de devolverme todo lo que he
hecho por ti. Así que meterás tu trasero en mi coche y harás
exactamente lo que te digo. Porque si no lo haces, te golpearé
hasta que estés dispuesta a decir que sí de todos modos. Y luego,
cuando llegue a casa, haré que tu mamá pague por tu
insubordinación".
Si sus palabras no me hubieran asustado, la malvada promesa
en sus ojos ciertamente lo habría hecho. No me quedaba mucha
energía porque apenas había comido en días. Y cuando el olor de

su rabia golpeó mis fosas nasales, me sentí más derrotada que
nunca en mi corta vida. No veía otra salida de este lío que no
fuera seguir con lo que me decía que hiciera. Entonces, con la
cabeza agachada, miré al suelo mientras me movía lentamente
hacia el auto y me subía.
Después de una hora de camino, el silencio comenzó a
afectarme. Apenas había mirado en mi dirección todo el tiempo,
y prácticamente podía saborear la tensión en el aire. No saber
adónde íbamos o qué me iba a pasar me estaba volviendo
loca. Treinta minutos después, no pude soportarlo más.
"¿A dónde vamos?"
Aunque tuve cuidado de hablar en un tono suave y de una
manera que no debería haber implicado ninguna falta de respeto,
su cabeza se giró hacia un lado para poder mirarme
fijamente. Luego entrecerró los ojos y una sonrisa burlona inclinó
sus labios antes de responder.
"Donde tu nuevo compañero".
"¿Compañero?" Repetí, aturdida por su respuesta.
"Sí", espetó. "Uno de los que tienes mucha suerte que está
dispuesto a tomarte, ya que eres un oso y no un lobo".
"¿Quién?" Pregunté, apenas capaz de formar palabras ya que mi
mente estaba dando vueltas por la noticia de que él esperaba que
aceptara a un extraño como mi pareja.
"El alfa de la manada Lyall".
No era un extraño, entonces, pero desearía que lo fuera. Siempre
había tratado de evitar al lobo feroz, que gobernaba su manada
con puño de hierro, cuando visitaba porque la forma en que me
miraba me preocupaba. Había una lujuria ardiente en sus ojos
desde la primera vez que nos conocimos. Aunque solo tenía
quince años en ese entonces, sabía que él me quería. La franca
carnalidad en su mirada había sido inconfundible, y me había

asustado muchísimo. La fascinación que sentía por mí no era
mutua, y pasé tres años esperando encontrar a mi pareja para
que no intentara venir por mí.
Escuché los rumores sobre su brutalidad y supe que era incluso
peor que el hombre que me había criado. Wyatt Lyall había vivido
demasiado tiempo sin pareja y eso lo había vuelto casi
salvaje. Sus acciones eran más de lobo que de hombre, y no
sentía empatía por los demás. Si se cruzaba con él, lo hacía
sabiendo que su castigo sería cruel. Su manada tomó lo que
querían, cuando querían y de quien querían. La mayoría los
temía y nunca entendí por qué mi padre estaba dispuesto a
trabajar con ellos, excepto por el hecho de que pagaban bien. Le
gustaba vivir a lo grande y nunca había descubierto la manera
de hacerlo honestamente.
"No lo tomaré como mi compañero", susurré suavemente, pero no
lo suficiente como para ocultar mi resistencia a mi padre.
"Lo harás", insistió. "De eso no tengo ninguna duda porque el alfa
Lyall no aceptará ninguna otra posibilidad".
"¿Realmente dejarás que me obligue a un apareamiento que no
quiero?" Pregunté incrédula. A pesar de que había sido horrible
conmigo a lo largo de los años, no podía aceptar que hiciera todo
lo posible para sacarme de su casa.
"Sí. Sin siquiera pestañear", confirmó. "Incluso si tuviera una
opción, seguiría tomando la misma decisión".
"¿Una opción?"
"No sé por qué, pero ese hombre ha estado conspirando para
tomarte como su compañera desde el momento en que te vio por
primera vez. Hasta hace unas semanas, podría haber dudado en
forzarte", admitió ásperamente. "Wyatt me acorraló. Me prestó
tanto dinero que no tengo ninguna esperanza de devolvérselo. Me

hizo una oferta demasiado buena para rechazarla: te llevo a él y
me perdona la deuda. Toda ella".
"¿Me estás intercambiando por dinero?"
Él rio oscuramente. "Demonios, si hubiera esperado unas
semanas más, te habría entregado gratis. Resultó ser un trato
jodidamente fantástico para mí. Supongo que la broma cae en él".
Su traición fue lo suficientemente difícil para mí sin saber cuánta
alegría le estaba trayendo mi situación. Sabía que no había nada
que pudiera decir para hacerle cambiar de opinión.
A medida que nos acercábamos al territorio de Lyall, mi única
esperanza era hacer algo drástico. Los tiempos desesperados
requerían medidas desesperadas, y nunca había estado en una
situación más peligrosa en mi vida. Mi padre era más fuerte que
yo como hombre y más rápido que yo como lobo. Tenía años de
experiencia luchando en forma de lobo, mientras que yo había
cambiado solo una vez. Una vez que llegáramos a nuestro
destino, no tendría ninguna esperanza de escapar. Si Wyatt me
echaba las manos encima, nunca me dejaría ir, así que era ahora
o nunca.
El camino bordeado de árboles parecía desierto. No habíamos
pasado otro coche durante al menos quince minutos. Cuando
miré a mi padre, me di cuenta de que no estaba usando el
cinturón de seguridad. Muchos cambiaformas no se molestaban
con ellos porque las probabilidades de que uno de nosotros
muriera en un accidente automovilístico eran escasas. Mi padre
era especialmente arrogante, por lo que nunca usó uno. Como
siempre había sido más pequeña que otros niños, mi mamá se
había preocupado por mi salud, por lo que siempre me hacía usar
el mío. Era un hábito que ahora podría salvarme la vida.
Echando un vistazo al tablero, miré para ver qué tan rápido
íbamos. La preferencia de mi padre por el exceso de velocidad fue
otro factor a mi favor: íbamos a ciento treinta kilómetros por

hora. A este ritmo, no me costaría mucho provocar un
accidente. Respirando profundamente, reuní mis fuerzas y
extendí la mano hacia mi oso. Era la primera vez que intentaba
conectarme con la bestia que vivía dentro de mí en años, pero ella
respondió rápidamente enviando una ráfaga de poder a mis
venas. Mis uñas se alargaron en garras que perforaron mis jeans
mientras flexionaba mis dedos contra mis piernas. Con la curva
de la carretera subiendo, supe que el momento de actuar era
ahora.
Moviéndome rápidamente, clavé mis garras en su pierna y la
empujé hacia abajo para que su pie presionara el pedal del
acelerador. Su rugido de dolor sonó en mis oídos cuando su
mano agarró mi brazo para apartarme. Cuando dejé que me
moviera, me volví en mi asiento para agarrar el volante con la otra
mano. Tirando con fuerza, envié el coche a toda velocidad hacia
los árboles y me preparé para el impacto.
****
No estaba segura de cuánto tiempo había estado inconsciente
antes de que el sonido de unos pasos me despertara. Me costaba
respirar y el dolor en el pecho significaba que probablemente me
había roto algunas costillas. Mientras evaluaba el resto de mi
cuerpo, me di cuenta de que el impacto había causado más daño
del que esperaba. Si no hubiera estado tan débil por el
encarcelamiento de mi padre durante las últimas semanas,
podría no haber sido tan malo, pero haber pasado tanto tiempo
sin apenas comida o agua me había agotado. Sin embargo, había
hecho lo que tenía que hacer para alejarme de él.
Un vistazo rápido alrededor del auto me dijo que a mi padre le
había ido peor que a mí en el accidente, ya que su cuerpo estaba
tendido sobre el capó del auto. La sangre goteaba del cristal roto

del parabrisas. Con lo malo que era su estado, pensé que podría
tener una hora o dos de ventaja.
"Oye. ¿Estás bien?" preguntó el extraño cuyos pasos me habían
despertado desde fuera de la puerta del pasajero.
Tenía el aspecto de un lobo: cabello oscuro y ojos combinados
con una figura alta y una constitución atlética. Había una cicatriz
irregular a lo largo de su frente que debería haberlo hecho parecer
aterrador, pero la preocupación en sus ojos brillaba. Cuando
asentí con la cabeza, comenzó a caminar alrededor del auto para
poder ver cómo estaba mi padre.
"No", le advertí. "Déjalo".
"Solo quería ver si iba a estar bien, pequeña", me aseguró.
"No hay tiempo", murmuré mientras tiraba de mi cinturón de
seguridad, desesperada por escapar del auto. "Necesito salir de
aquí".
Mi desesperación debió ser obvia, porque abrió la puerta y cortó
el cinturón con un cuchillo que había sacado de su bolsillo
delantero. Me congelé cuando lo vi, y mis ojos no dejaron la hoja
hasta que él la colocó de nuevo en sus pantalones.
"No voy a hacerte daño", dijo, levantando las manos frente a él
con las palmas hacia mí en señal de rendición. "Sólo quiero
ayudar".
Aunque mi madre me había enseñado a una edad temprana a no
confiar en los extraños, también se había alejado sabiendo que
mi padre me iba a entregar a un loco. Supuse que era hora de
dejar de seguir su ejemplo y tomar mis propias decisiones.
"Gracias por ayudarme", susurré, mi estómago se agitaba
mientras salía del auto.
El dolor recorrió mi cuerpo, y necesité todo lo que tenía dentro de
mí para evitar desmayarme. Aunque tenía miedo de confiar en

alguien, no pude evitar inclinarme pesadamente contra el
extraño, que había aparecido en el momento perfecto para
prestar ayuda. Estaba al final de mi cuerda, y si no buscaba
ayuda, iba a fallar. El fracaso en este momento significaba la
muerte, o un destino peor que eso.
"De nada, cariño", murmuró. "Me alegro de estar aquí para
ayudar".
"¿Pero por qué?" Me pregunté en voz alta, no acostumbrada a la
amabilidad en la familia, y mucho menos de un extraño.
"Bueno", dijo arrastrando las palabras, "tengo una hija. O lo
había hecho. No la he visto en casi tres años y solo puedo esperar
que, si hubo un momento en que ella necesitaba ayuda, alguien
más estuviera allí para ayudarla".
Lo miré con sospecha, decepcionada de escuchar que estaba
separado de su hija después de la forma en que el hombre al que
había llamado padre durante tantos años me había descartado
tan fácilmente.
"¿Por qué no la has visto en tanto tiempo?"
"Porque confié en las personas equivocadas para mantenerla a
salvo", murmuró. "Y ella pagó el precio por mi error".
Parecía tan enojado por ella, y eso me hizo sentir más
cómoda. Me recordó a los padres de los amigos que había tenido
al crecer, los que trataban a sus hijas como si fueran preciosas y
deberían ser protegidas a toda costa. No como el hombre que me
había criado.
"¿En quién confiaste y cómo pagó tu hija por ello?"
"Mi alfa", respondió, que no era la respuesta que esperaba. Se
suponía que los lobos confiaban en sus alfas. Formaba parte del
vínculo de la manada. Si no puede confiar en su líder o en sus
padres, ¿en quién puede confiar? "Me lesioné protegiendo a su
hijo en una emboscada. Mi compañera dio su vida tratando de

salvar la suya, pero ninguno de los dos lo logró. Cuando mi alfa
debería haber estado cuidando a mi hija mientras me curaba de
las heridas que casi me matan a mí también, la echó de nuestra
manada".
Mi corazón estaba con su hija. Sabía lo que era sentirse como si
estuvieras solo en el mundo sin nadie a quien acudir.
"¿Por qué?" Yo pregunté. "¿Que hizo ella?"
Suspiró profundamente antes de responder. "No lo sé", dijo,
moviendo la cabeza de un lado a otro. "Juro que mi niña nunca
haría nada para traicionar a nuestra manada. Puede que no haya
hecho muchos amigos cercanos mientras crecía porque siempre
mantuvo un muro alrededor de otras personas, pero era la chica
más dulce del mundo. Cuando salimos para nuestro viaje, ella
estaba sana y salva en nuestra casa. Cuando finalmente regresé,
ella simplemente se había ido".
"¿A dónde fue?"
"Esa es la pregunta del millón de dólares, cariño", respondió.
"Esperó fuera de la ciudad durante un mes, probablemente con
la esperanza de que yo regresara. Luego fue como si se hubiera
desvanecido sin dejar rastro. Como si estuviera tratando de
limpiar su pizarra y comenzar de nuevo. He tratado de juntar lo
que le sucedió después de eso, pero no ha sido fácil porque
nuestro alfa llamó a un rechazo y no había nadie que estuviera
dispuesto a responder mis preguntas y arriesgarse a su ira".
"¿Un rechazo?" Jadeé. Nunca había conocido a nadie que
conociera a un lobo que hubiera sido rechazado por su
manada. Rara vez sucedía porque un lobo tenía que hacer algo
atroz para merecer ese tipo de castigo.
"Sí. Ese maldito bastardo no estaba contento con echarla de la
única casa que había conocido el mismo día que murió su

madre", gruñó. "A pesar de que sabía que no iba a regresar en
meses porque yo también casi muero ese día".
"¿Por qué se fue antes de que volvieras?" Pregunté, mi curiosidad
despertó lo suficiente como para que temporalmente me quitara
la cabeza de mi dolor.
"No lo sé", respondió en un susurro torturado. "No puedo pensar
en ninguna buena razón por la que no me esperaría, y nadie pudo
decirme qué la hizo irse después de haber esperado tanto
tiempo".
"¿Y la has estado buscando desde entonces?"
Él asintió en respuesta. "Ella es mi niña. Movería cielo y tierra
por ella".
Ahí mismo, las palabras que hubiera dado cualquier cosa por
escuchar a mis padres, le ganaron mi confianza.
"No todos los padres sienten lo mismo", respondí con una mirada
al mío, que todavía estaba tendido sobre el capó del auto. "Me
estaba llevando a una manada peligrosa para aparearme con su
alfa, quisiera o no. Puede que no sea su sangre, pero él me crio
como si fuera suya desde que nací, y estaba listo para arrojarme
literalmente a los lobos para salvar su propio trasero".
"Hijo de puta", escupió antes de volverse para mirar a mi
padre. "Ven conmigo. No puedo dejarte aquí para que te las
arregles sola".
"El lobo que quería aparearse conmigo puede ir a buscarme",
advertí. "Si voy contigo, podría ponerte en riesgo".
"He pasado años buscando a mi niña. Finalmente descubrí dónde
está, y no hay forma en el infierno de que vaya a verla sabiendo
que te dejaría aquí así. No sería digno de mi hija si te dejara
sabiendo el peligro en el que estás. Además, por lo que he oído
sobre la manada con la que se apareó, tendré mucha ayuda para
protegerte".

Mi corazón se llenó de esperanza ante su oferta. "¿Estás seguro?"
"¡Ahí le has dado! Elias Reve al rescate, cariño".
Una risa de sorpresa burbujeó en mí. Este hombre estaba
dispuesto a arriesgar el cuello por mí de una manera que mi
propia familia no lo haría y ni siquiera sabía mi nombre.
"Soy Annora Channing".

PARKER
"¿Pensé que eras el mejor para una mierda como esta?" Pregunté,
la molestia que sonó en mi tono provenía de la frustración que
había estado sintiendo en las semanas desde que Eliza compartió
su sueño conmigo.
"Tienes mucha suerte de que esté dispuesto a ayudarte,
cachorro", gruñó Carrick en el teléfono. “Si tu caminante de
sueños no hubiera dicho que la niña era un oso, yo no habría
estado de acuerdo en primer lugar. Pero no hay garantía de que
tenga razón y de ninguna manera voy a aguantar una mierda
tuya cuando te estoy haciendo un maldito favor".
"Uno por la que te estoy pagando bien", respondí antes de
respirar profundamente para tratar de calmarme. Cabrear a
Carrick no iba a lograr nada más que posiblemente
alienarlo. "Mierda, hombre. Perdón. No quiero desquitarme
contigo, pero mi compañera está ahí fuera en alguna parte. Está
en peligro y no tengo forma de encontrarla".
"Lo entiendo, y estamos haciendo todo lo posible para encontrar
a Elías. Su hija los vio juntos en su sueño, así que si podemos
localizarlo, entonces también deberíamos ser capaces de
localizarla", explicó. "La última ciudad a la que lo rastreamos,
estábamos a solo unos días de retraso".
Mientras escuchaba a Carrick describir lo último en su
búsqueda, anoté notas en mi cuaderno. Una vez que terminó,
hojeé las páginas y busqué algo, cualquier cosa, que me dijera
dónde estaban. Entonces me di cuenta.
"Se dirigen hacia aquí", murmuré con asombro.
"¿Qué quieres decir?"

"Necesito hablar con Eliza, pero podría jurar que ha mencionado
un par de estos pueblos antes", le expliqué. "Y si estoy en lo
cierto, entonces lo más probable es que Elias esté rastreando a
su hija".
"Llámala ahora", ordenó. "Consígame una lista de todos los
lugares en los que se quedó en orden cronológico. Si podemos
averiguar hacia dónde se dirige, entonces podemos ir allí y
esperar hasta que aparezca".
"Ellos", gruñí. "No él - ellos."
Carrick no había encontrado ni rastro de ella en las ciudades en
las que Elías había estado hasta ahora. ¿En mi corazón sin
embargo? Me negué a perder la esperanza, porque si ella no
estaba con él, entonces no tendría forma de encontrarla. No sabía
su nombre ni de qué pueblo era. No tenía nada más con qué
trabajar excepto el sueño de Eliza que mostraba a mi pareja con
su padre.
"Ellos", asintió Carrick a pesar de que su tono implicaba que me
estaba complaciendo más que cualquier otra cosa. "Habla con tu
caminante de sueños y cuéntame lo que dice".
Apuñalando el botón rojo para terminar nuestra llamada, estaba
tan enojado que quise lanzar mi teléfono al otro lado de la
habitación. En cambio, marqué el número de Eliza y esperé a que
contestara.
"¿Hay noticias?" preguntó sin saludar, una clara señal de lo
preocupada que había estado por su padre desde que tuvo el
sueño.
"Nada todavía", respondí. Luego me apresuré a explicar mi teoría
cuando ella suspiró porque sabía que la situación la estaba
lastimando casi tanto como a mí. "Pero creo que tu padre podría
estar buscándote. Los lugares en los que ha estado recientemente
se alinean con las ciudades que mencionaste antes".

"¡Ay Dios mío!" jadeó.
La voz de Spencer llegó de repente al otro lado de la línea,
preguntando si estaba bien. Ella había comenzado a llorar, así
que debió haberle quitado el teléfono porque no había respondido
lo suficientemente rápido.
"¿Quién diablos es?" el demando.
"Creo que son lágrimas buenas, hermano", dije rápidamente
antes de que Spencer pudiera enojarse de verdad conmigo por
haber hecho llorar a su pareja.
"¿Qué diablos, Parker?" gritó. "Eliza no es una llorona. ¿Qué
diablos le dijiste? "
"El rastro de Carrick sobre su padre lo ha llevado a algunas de
las ciudades en las que sé que ella estaba antes de llegar a Wolf's
Point".
El completo silencio al otro lado de la línea me dijo que él entendía
las implicaciones.
Una de las fortalezas de Spencer como ejecutor de la manada era
su capacidad para dar un paso atrás y ver el panorama
general. Cuando se trataba de su pareja, se apresuró a meterse
de lleno y hacer preguntas más tarde si pensaba que alguien la
estaba lastimando. Incluso había sido así antes de darse cuenta
de que ella era su compañera. Probablemente debería haberlo
descubierto yo mismo la noche en que la encontró borracha en
The Den, ya que nunca había actuado así con ninguna otra mujer
antes de Eliza.
La pregunta de Spencer me devolvió a la conversación. "¿Dónde
fue visto por última vez?"
"Lyallville". ¿La cuál era una de las ciudades de las que recordaba
que Eliza había hablado una noche cuando bebía mientras yo
servía en el bar?

Spencer me lo repitió, y luego Eliza debió haberle robado el
teléfono, porque fue su voz la que se filtró a través de la línea.
"Ahí es donde estaba justo antes de venir aquí. Si realmente me
está buscando, entonces esta debería ser su próxima parada".
"Mierda", exhalé, aturdido ante la idea de que mi pareja podría
estar aquí en cuestión de días. O menos.
"Sí", suspiró Eliza.
"Tengo que volver a llamar a Carrick para hacerle saber que
puede cancelar la búsqueda, al menos por un tiempo mientras
esperamos a ver si aparecen en la ciudad", dije, tratando
desesperadamente de mantener mi atención en lo que necesitaba
hacerse cuando en realidad todo lo que quería hacer era aullar
de alegría ante la idea de encontrarme con mi compañera.
Como el tiempo era esencial, me obligué a llamar al oso que había
estado ayudando con la búsqueda y le compartí la noticia.
"Si no se presenta en la próxima semana, llegaremos a Lyallville
nuevamente y veremos si podemos tomar otra pista", ofreció
Carrick.
"Lo apreciaría."
"¿Y si llega a la ciudad sin la chica?" quería saber.
"Entonces estoy jodido a menos que Elias sepa lo que significa el
sueño de Eliza".
"No dejaré de buscarla", prometió.
"Tampoco yo."
Se rio entre dientes al otro lado de la línea. “Estoy seguro de que
no lo harás si piensas que ella es tu compañera, pero lo que debes
entender es que las osas son raras. No tenemos muchos jóvenes
y, cuando los tenemos, suelen ser varones. No estoy haciendo
esto por ti. Lo estoy haciendo por ella".

"¿No tienes muchos jóvenes?" Lo repetí. "¡Mierda! Tienes tres
hijos. Cuídalos y mantén tu nariz fuera de los asuntos de mi
compañera. Necesitaba tu ayuda para encontrarla. Eso es todo".
"Viniste a mí en busca de ayuda, pero eso no significa que puedas
ordenarme salir de esto sí creo que esa chica necesita mi ayuda",
advirtió. "Y tengo mucha suerte de tener a mis hijos, pero soy la
excepción a la regla porque mis genes eran más fuertes que los
de su madre. Lo cual es muy bueno porque esa perra no merece
tener ninguna parte de ellos después de la forma en que
abandonó a mis hijos, algo que ningún oso haría porque
atesoramos a nuestros hijos".
"Así como un lobo aprecia a sus compañeros", señalé.
"Sí, sigues diciéndote eso, amigo", respondió, con un fuerte
sarcasmo en su voz antes de colgarme.
Me recordó que, aunque había aceptado ayudar, Carrick tenía la
reputación de no gustarle los lobos. No había estado bromeando
cuando dijo que la única razón por la que había estado de
acuerdo era la posibilidad de que mi compañera fuera un oso con
problemas pisándole los talones.
****
Los siguientes seis días pasaron lentamente. Anoche fue el peor
de ellos con la luna llena en el cielo. Mi lobo había estado incluso
más inquieto que de costumbre, así que terminé corriendo toda
la noche, dejando a mi bestia libre en un esfuerzo por liberar algo
de mi frustración. Sin embargo, no había funcionado. Pasé horas
patrullando el bosque que rodeaba nuestra ciudad, buscando
cada olor extraño como si presentara una amenaza inmediata.
Estaba bastante seguro de que también había marcado todos los
malditos árboles en un radio de un par de millas de mi casa. Mi

lobo se había sentido particularmente territorial, y solo podía
asumir que era porque estaba tan enojado por la espera como yo.
Arrastrando mi trasero fuera de la cama, miré el reloj y me
sorprendió ver que ya era temprano en la tarde. Me las había
arreglado para cansarme lo suficiente como para dormir más de
un par de horas. El nerviosismo no me había dejado todavía, y
todavía tenía un montón de energía nerviosa en mi sistema. Si no
lo supiera mejor, pensaría que se suponía que la luna llena era
esta noche porque no sentí nada del alivio que solía sentir al
pasar. Todavía sentía como si mi lobo se fuera a arrancar de mi
piel.
Mi ducha no ayudó, y no podía animarme a hacer el almuerzo,
así que decidí ir al The Packed Plate para comer algo. Si lo
cronometraba correctamente, pensé que podría atrapar a
Spencer cuando dejara a Eliza para su turno, así que le envié un
mensaje de texto rápido antes de subir a mi auto para ir a la
ciudad.
Había pasado suficiente tiempo como para pensar en volver a
pedir ayuda a Carrick. No podría pasar otro día sin hacer algo
para encontrarla. Saber que mi compañera estaba ahí fuera y que
me necesitaba me estaba volviendo loco.
Al acercarme al restaurante, noté que Spencer me había
adelantado allí. Su camioneta ya estaba estacionada en la calle,
y debió haber acabado de llegar allí, porque estaba saliendo de
su camioneta para caminar hacia la puerta del pasajero para
ayudar a su compañera a salir. Antes de que hubiera dado la
vuelta al camión, la puerta se abrió de golpe.
"¡Papito!" Eliza gritó antes de saltar de la camioneta y correr,
precipitándose por la acera y arrojándose a los brazos de un
hombre que acababa de salir de The Packed Plate.
Escaneando el área, busqué salvajemente a la mujer que
esperaba como el infierno que viajara con él. Eliza estaba

envuelta en los brazos de su padre, sollozando
incontrolablemente mientras mi hermano se acercaba por detrás
para rodearla con sus brazos. Aunque estaba increíblemente feliz
de que ella hubiera encontrado a su padre, mi corazón dio un
vuelco ante la posibilidad de que su sueño hubiera estado mal y
mi pareja no estuviera con él.
Mientras caminaba hacia ellos, mi paso era lento. Sentí como si
hubiera un hoyo en el fondo de mi estómago, y por mucho que
quisiera preguntarle al papá de Eliza sobre mi compañera, estaba
petrificado de que él no tuviera idea de lo que estaba hablando.
Que toda esperanza se perdería y tendría que empezar de cero.
Los ojos de Eliza se encontraron con los míos por encima del
hombro de su padre y dio un paso atrás. Su rostro decayó cuando
la preocupación llenó su mirada, preocupación por mí porque ni
siquiera pude esbozar una sonrisa ante su buena suerte.
"Dios, es bueno verte de nuevo, niña", dijo Elías, con la voz
entrecortada por la emoción, lo que llamó la atención de Eliza
hacia su padre. "Me tomó demasiado tiempo encontrarte. Fue
como si te desaparecieras de la faz de la Tierra".
"Pensé que estabas muerto", gimió. "Todo este tiempo, pensé que
tú y mamá se habían ido y nadie vendría a buscarme porque me
habían echado de la manada".
"¿Muerto?" Elias jadeó. "Joder, niña. Me lastimé bastante y me
tomó un tiempo recuperarme porque había perdido mucha
sangre y ellos habían usado balas de plata, pero nunca hubo un
momento en el que pensaron que iba a morir".
"Ella me dijo que te habías ido", dijo Eliza antes de explicar lo que
le había sucedido en el mes que había esperado a que su papá
regresara. "No tenía a nadie. Nada me mantenía allí, así que me
fui".

"¡Mierda!" Él juró. "Voy a matar a ese hijo de puta si es lo último
que hago".
"No si me adelanto", respondió mi hermano.
Me quedé en silencio mientras Eliza le presentaba a su padre a
su compañero, un momento que durante años pensó que nunca
sucedería. Cuando su padre se giró hacia mí, le tendí la mano.
"Y este es uno de mis nuevos hermanos, papá", dijo
Eliza. "Parker".
"Encantado de conocerte", murmuré.
"Lo siento, es un saco tan triste, pero él esperaba que no hubieras
venido aquí solo", explicó Spencer. "Con el sueño de Eliza y todo".
"¿Sueño?"
Cuando nos miró confundido, me di cuenta de que Eliza todavía
tenía mucho que explicarle a su padre, ya que había mantenido
su don oculto para él durante tantos años a instancias de su
madre.
"Te lo explicaré más tarde", intervino
Eliza. "Desafortunadamente, estoy a punto de llegar tarde al
trabajo. Aunque estoy emparejada con uno de los propietarios,
realmente no quiero aprovecharme de mis compañeros de trabajo
saltándome un turno. De nuevo."
"Todo el mundo entenderá, chica de los sueños", argumentó
Spencer. "Finalmente recuperaste a tu papá. Tómate un tiempo
con él ".
"¿Qué tal si matas dos pájaros de un tiro y yo me quedo aquí
contigo por un tiempo, niña?" Ofreció Elías.
"Me encantaría", acordó Eliza mientras le daba a Spencer un beso
en la mejilla y tomaba la mano de su padre para entrar en el
restaurante.

La puerta acababa de empezar a cerrarse detrás de ellos, así que
casi me pierdo las siguientes palabras de su padre. Gracias a la
mierda que no lo hice.
"Además, dejé a Annora en la mesa cuando te vi llegar",
explicó. "La pobre chica probablemente piensa que la he
abandonado, y todavía está demasiado adolorida para moverse lo
suficientemente rápido para alcanzarme".
"Annora", susurré con asombro.
Mi cerebro estaba alcanzando a mi lobo mientras agarraba la
puerta y la abrí para alcanzarlos solo para detenerme en seco. El
aroma que me llegó era más dulce que cualquier cosa que hubiera
olido antes. Como algodón de azúcar en un caluroso día de
verano.
Respirando profundamente, me concentré en la curvilínea
morena sentada en la cabina de la esquina. Ella realmente estaba
aquí. Mi compañera.

ANNORA
Mientras observaba a Elías abrazar a su hija, me alegré de que el
hombre en quien confiaba mi vida la hubiera encontrado después
de haberla buscado durante tanto tiempo. Una vez que cruzamos
la línea estatal, Elías encontró el motel más cercano y se aseguró
de que tuviera tiempo para limpiarme, descansar y llevar la
comida que tanto necesitaba a mi sistema. Me había cuidado
mejor que mis propios padres, y me encontré contándole lo que
habían hecho. Su reacción al nombre de Lyall me hizo saber que
entendía el peligro en el que estaría si Wyatt alguna vez me
encontrara. Así que no habíamos viajado directamente a Wolf's
Point porque quería asegurarse de que fuera difícil rastrearnos en
caso de que alguien me estuviera buscando.
Pensé que tenía que haber estado matando a Elias saber dónde
estaba su hija y no llegar a ella lo más rápido posible,
especialmente después de cuánto tiempo había tardado en
encontrarla. Si hubiera sido mi padre, habría pagado caro su
frustración por la situación, pero Elías nunca me había hecho
sentir como si estuviera enojado conmigo. En cambio, me había
manejado con guantes de niño y me había tratado como me
hubiera gustado que mi padre lo hubiera hecho.
Mientras las lágrimas se acumulaban en mis ojos, mi mirada se
apartó de la feliz reunión y se dirigió al hombre que estaba a unos
metros de distancia.
Santo infierno, ese tipo está caliente.
Era increíblemente alto. Elías medía más de seis pies y este tipo
lo superó varios centímetros. Y maldita sea, estaba construido
por lo que pude ver por los músculos abultados que se tensaron
contra su camisa. Su cabello oscuro parecía como si hubiera

salido de la cama y se hubiera pasado la mano por él sin hacer
mucho más para prepararse. Nunca me habían gustado los
chicos con vello facial, pero la piel de sus mejillas hizo que mis
muslos se apretaran ante la idea de que raspara mi
piel. Mirándolo mientras estaba parado allí con una mirada de
tristeza y anhelo en su rostro, sentí la extraña necesidad de
consolarlo.
Cuando sonó el timbre de la puerta, me llamó la atención de
nuevo hacia Elías y su hija. Mientras caminaban hacia la mesa
donde yo estaba sentada, Elías le estaba hablando de mí y sus
ojos se iluminaron de alegría cuando se conectaron con los
míos. No estaba segura de por qué estaría tan feliz de ver a una
mujer extraña con su padre, pero no tuve mucho tiempo para
reflexionar sobre eso porque el hombre de afuera pasó a su lado
y no dejó de moverse hasta que se cayó de rodillas frente a mí. No
pude evitar el chillido de conmoción que se me escapó cuando
traté de alejarme de él cuando tomó mis manos.
"Mía", gruñó, respirando profundamente de una manera que
había visto hacer a otros cambiaformas masculinos cuando
estaban oliendo a su compañera.
Había estado conteniendo la respiración en estado de shock, y mi
corazón latía salvajemente ante el destello de posesión en sus
ojos. Hubo un rugido en mi cabeza, y mi visión comenzó a girar
cuando mi mirada se entrecerró en la suya. Cuando finalmente
recordé respirar y su olor me golpeó, mi oso empujó para tomar
el control. Ella había venido a mí tarde en la vida, lo que
significaba que no tenía ninguna experiencia en controlarla, así
que luché por controlarla mientras mis hormonas se
enfurecían. A pesar de lo aturdida que estaba, no tenía ninguna
duda de que este hombre era la causa de mi lucha.
"Estás herida", dijo en tono acusador.
"Tuve un accidente automovilístico", le expliqué.

Sus dedos rozaron el vendaje de mi frente. "Puedo oler tu
dolor. ¿Has visto a un curandero? No deberías estar sufriendo
así".
"Deja a mi chica en paz", advirtió Elías tan pronto como llegó a la
mesa. Se elevó sobre nosotros, con los brazos cruzados mientras
miraba al hombre arrodillado a mis pies.
"Ella es la compañera de Parker, papá", dijo su hija, tirando de
su brazo para alejarlo de nosotros.
"¿Compañero?" Preguntó Elias con tono dudoso. "No, a menos
que Annora diga que lo es".
Un gruñido de advertencia brotó del hombre — Parker, como lo
había llamado la hija de Elias — pero no apartó la mirada de la
mía.
"No “tu chica” ", espetó. "Mi compañera."
"¿Annora?" Elias llamó para llamar mi atención, y esperó hasta
que aparté la mirada de Parker para mirarlo. "¿Quieres salir de
aquí? Podemos ir a registrarnos en el motel. Darte un poco de
espacio".
Parker se puso de pie y se interpuso entre nosotros tan pronto
como la palabra “motel” pasó por los labios de Elias. Sentí que la
ira se derramaba sobre él en oleadas, pero no sentí miedo. Él era
un extraño para mí y un cambiaformas lobo. En circunstancias
normales, mi reacción natural debería haber sido el miedo. En
cambio, su demostración de fuerza me despertó. No un poco, sino
una tonelada. Lo suficiente como para que cualquier
cambiaformas cerca de mí pudiera olerlo, lo cual era un poco
vergonzoso. Pero fue en el momento oportuno, porque una gran
sonrisa se extendió por el rostro de Elías y su hija se rio un poco.
"Creo que tienes tu respuesta, papá", dijo.
"No hasta que ella realmente diga las palabras", argumentó, pero
fue a medias. Luego me miró como si estuviera esperando la

respuesta que me sentí obligada a dar. Como si él lo hubiera
sabido antes de que yo entendiera las palabras que estaba
luchando por contener.
Parker se giró y tiró de mi cuerpo hacia el suyo, envolviendo sus
brazos protectoramente a mi alrededor y dejándome inclinarme
contra él para que no soportara todo mi peso. "Dile que eres mía",
ordenó. "Dile que sientes la misma conexión conmigo que yo sentí
en el momento en que entré en la habitación. Que eres la
compañera que he estado esperando durante tanto tiempo para
reclamar como mía".
La súplica en su voz descongeló mi lengua, y mi respuesta
apareció antes de darme cuenta de que estaba hablando. "Sí. Soy
su compañera y él es mío".
"Está bien, entonces", dijo Elías antes de girarse hacia su hija.
"No se preocupe por la cuenta. Lo tengo cubierto porque estoy
seguro de que no quieres estar con nadie más en este momento",
dijo su hija, sonriéndonos a los dos como si fuera una
casamentera que nos hubiera emparejado.
Mirando alrededor del restaurante, noté que todos los ojos
estaban sobre nosotros mientras escuchaban a escondidas sin
vergüenza. Sentí que mis mejillas se calentaban de
vergüenza. Odiaba ser el centro de atención ya que siempre había
sido algo malo en el pasado. Mi mirada cayó al suelo mientras
luchaba con la extraña mezcla de emociones que amenazaban
con abrumarme: deseo, miedo, esperanza, anhelo, dolor y
timidez. Así que me sorprendió cuando Parker me levantó en sus
brazos y salió de la habitación hacia un automóvil estacionado
justo afuera.
Después de que me acomodó en el asiento del pasajero, me dio
un beso rápido en los labios. Cuando entró y encendió el motor,
mis dedos aún estaban en mi boca, como si estuviera tratando

de atrapar su beso y mantenerlo para siempre. La sonrisa que me
envió me puso la piel de gallina y me estremecí un poco.
"¿Tienes frio?" preguntó mientras jugaba con el calentador.
"No. Me extraña un poco que esté en tu coche y ni siquiera sé tú
apellido. Ni siquiera sabría tu nombre de pila si la hija de Elías
no te hubiera llamado Parker" señalé.
"Mierda. Estoy jodiendo esto después de haber esperado tanto
para encontrarte", murmuró. "Okey. ¿Qué tal un resumen rápido
para que sepamos un poco el uno del otro?"
"Me gustaría", acepté tímidamente.
"Soy Parker Tate", comenzó. "He vivido en Wolf's Point toda mi
vida. Mi padre solía ser el alfa. Cuando mis padres murieron, mi
hermano mayor, Hunter, siguió sus pasos. Mi otro hermano,
Spencer, es su beta y el ejecutor de la manada. Ambos se
aparearon en el último año. Grace es humana y está con
Hunter. Eliza está emparejada con mi otro hermano,
Spencer. Ella también es una loba, pero supongo que ya lo sabes
desde que llegaste a la ciudad con su padre".
"Sí, me di cuenta de eso por mi cuenta", estuve de acuerdo.
Cuando Parker no dijo nada más, me di cuenta de que
probablemente quería que yo dijera mi parte, así que pensé
detenidamente en lo que quería compartir en este momento.
"Soy Annora Channing. Sin hermanos ni hermanas. Descubrí
que era un cambiaformas oso en mi decimoctavo cumpleaños
hace varias semanas, lo cual fue una sorpresa para mis padres,
ya que ambos son lobos. Causó algunos problemas desde que mi
padre se dio cuenta de que en realidad no soy su hija. Así que
supongo que se podría decir que ahora no me queda familia".
"Descartado por su familia", dijo Parker en voz baja, casi con un
sonido de asombro en su voz. Pero no podría haber escuchado
eso bien porque eso no habría tenido ningún sentido.

"Supongo que podrías ponerlo de esa manera", estuve de acuerdo
con el sarcasmo pesado en mi voz.
Parker se detuvo en el camino de entrada de una cabaña rústica
de troncos. Tenía dos pisos de altura con un porche envolvente,
y parecía que acababa de ser construido. Después de apagar el
auto, se giró en su asiento y clavó su mirada en la mía.
"Mis hermanos y yo conocemos a nuestras compañeras desde
hace años porque nuestra abuela tuvo una visión. La compañera
de Hunter sería acechada por el peligro, y Grace llegó a la ciudad
cuando estaba huyendo de su ex. La compañera de Spencer
podría caminar en sueños, y Eliza ha tenido la habilidad desde
que era una niña a pesar de que se escondía de todos menos de
su madre", explicó.
"¿Y tu compañera?" Pregunté, esperando escuchar cómo me
describirían, ya que no tenía ninguna duda, después de la forma
en que reaccioné ante él, de que estaba destinada a Parker.
"Mi pareja sería descartada por su familia", respondió, la tristeza
por mi situación era clara en su tono.
Lo último que quería era que mi compañero se compadeciera de
mí, pero no pude evitar las lágrimas que se acumularon en mis
ojos. Incluso con el tratamiento horrible que había sufrido de
manos de mi padre, no me había recuperado de la devastación
de saber que básicamente me habían vendido al diablo. Ya era
bastante malo que este hombre supiera que me habían echado;
no estaba lista para compartir el resto de la historia con él
todavía.
"Bueno, ahí lo tienes: confirmación de que lo que ambos sentimos
es correcto, porque ciertamente encajo en esa descripción".
"Y juro que haré todo lo que esté en mi poder todos y cada uno
de los días de tu vida para compensarlo. Haré lo que sea
necesario para que lo que has tenido que sufrir valga la pena

porque te trajo a mí", juró, con la promesa de mejores días
brillando en sus ojos.
"¿Es realmente así de simple para ti?" Pregunte, asombrada de lo
rápido que fue para aceptarme como su compañera y se
comprometiera plenamente conmigo.
"Entra y déjame explicarte".
Lo seguí a la cabaña y me sorprendió gratamente ver lo ordenado
que estaba. El sofá de cuero, el sillón reclinable y la televisión de
pantalla grande gritaban piso de soltero, pero no había el
desorden que esperaba encontrar ya que vivía solo.
O al menos supuse que lo hacía. Con ese pensamiento, todo mi
cuerpo se puso rígido al pensar en el hombre que sería mi
compañero en una relación seria con otra mujer. Respiré
profundamente pero no pude oler a nadie más que a él en la
habitación.
Cuando Parker me envolvió en un abrazo, la tensión se filtró de
mi cuerpo.
"¿Qué ocurre?" preguntó.
"Es una tontería", protesté, sin querer explicar mis
pensamientos.
"Si es algo que te molesta, entonces me importa", instó.
Alejándome de él, me senté en el sofá ya que el dolor comenzaba
a estallar de nuevo. "Tu casa parece bastante limpia para ser un
piso de soltero".
Parker se dejó caer a mi lado y me miró con el ceño fruncido, su
confusión clara. "¿Eso es algo malo?"
"Pensé que tal vez tenías una novia que vivía en casa o algo así",
admití, mirando hacia mis manos mientras las retorcía
nerviosamente en mi regazo hasta que él levantó mi barbilla
suavemente con un dedo.

"Nunca", juró. "He sabido por años que estabas en alguna
parte. Que probablemente estaba siendo maltratada por tu
familia y que eventualmente serías expulsada de tu casa. ¿Qué
tipo de pareja sería yo si me involucrara románticamente con otra
mujer sabiendo que estabas sufriendo sin mí?"
"¿En serio?" Pregunté incrédula. "¿Pasaste todo este tiempo
esperándome?"
Una disculpa brilló en sus ojos por un momento. "Ojalá pudiera
decir que nunca busqué consuelo con nadie más, pero no
puedo. No sucedía a menudo, ni siquiera cuando era un lobo
joven cargado de testosterona. Pero siempre me quedaba un
sentimiento de culpa y, finalmente, no valía la pena el esfuerzo
cuando podía quemar la energía en el gimnasio y simplemente
masturbarme en la ducha cuando la necesidad se volvía
demasiado para mí".
Sabía lo cachondos que eran los lobos machos, así que no
esperaba que fuera virgen, pero aun así me dolía un poco pensar
en él con otras mujeres. Sin embargo, sabía que no era justo para
él, especialmente porque parecía que había jugado mucho menos
que la mayoría de los lobos antes de encontrar a su
pareja. ¿Resistir los impulsos que lo llevaron a sentir lealtad
hacia mí cuando no tenía idea de cuánto tiempo pasaría antes de
que nos encontráramos? Eso decía mucho sobre su carácter, y
todo era bueno.
Parker se acercó a mí en el sofá. Luego acunó mis mejillas en sus
palmas mientras bajaba su boca a la mía hasta que nuestros
labios estaban a solo centímetros el uno del otro.
"¿Perdóname?" murmuró, su lengua deslizándose contra mis
labios después de hacer la pregunta.
"No hay nada que perdonar", le aseguré.

Se movió la pequeña distancia necesaria para poder capturar mis
labios con un suave beso. "¿Entonces no hay nada que te impida
dejar que te empareje y te marque esta noche?" preguntó después
de que terminó su adoración de mi boca.
"¿Aparte de apenas conocerte?" Dije, tratando de bromear, pero
fracasó porque era verdad.
"Algunas de las parejas más cercanas que conozco comenzaron
sus vidas juntas el mismo día que se conocieron", señaló. "Mis
padres incluidos".
"¿Estás seguro de que me quieres?" Pregunté, algunas de mis
inseguridades se apoderaron de mí.
"Sin duda", respondió, sin dudarlo en absoluto. "Más que nada
en este mundo, pero solo si tú también me quieres. Dime ahora,
Annora. ¿Quieres que te haga mía? "
"Sí", suspiré, lamiendo mis labios para saborear el sabor de su
beso. "Hazme tu compañera, Parker".
"Entonces será mejor que haga algo al respecto, ya que prometí
darte todo lo que quieras. Todo lo que necesitas."

PARKER
No había ninguna posibilidad en el infierno de que fuera a tomar
a mi pareja por primera vez en el sofá, así que la levanté en mis
brazos y la llevé a mi habitación. Luego agradecí a mis malditas
estrellas que había lavado mis sábanas la noche anterior y
apenas había dormido con ellas desde entonces. Mi habitación
no tenía muchos lujos, pero al menos mi tendencia a ser un
fanático del orden había valido la pena porque no me sentí
avergonzado cuando dejé a mi pareja en el colchón.
Annora no soltó mi cuello cuando aterrizó, así que caí con ella,
pero tuve cuidado de dónde caía porque era muy pequeña en
comparación conmigo. Sus dedos se enredaron en mi cabello y
sus labios se deslizaron por mi barbilla hasta que mordió mis
labios.
"Bésame", murmuró con voz ronca. Sus ojos estaban a media
asta y nublados por la lujuria.
La sensación de los labios de Annora tocando los míos y su
cuerpo curvilíneo presionado contra mí me hizo palpitar de
necesidad, así que capturé su boca y barrí mi lengua
dentro. Envolviendo su cabello en mi mano, incliné
cuidadosamente su cabeza, consciente de sus heridas incluso
con la lujuria latiendo en mi sangre, para profundizar el beso
hasta que prácticamente la estaba devorando. Con el sonido de
sus gemidos resonando en mis oídos y el olor de su excitación
llenando mis fosas nasales, rompí nuestro beso y bajé por su
cuerpo con mis labios, quitando su camisa para poder llegar a
sus pechos. La vista de moretones oscuros contra su piel pálida
me hizo querer rugir de furia, pero no quería asustar a Annora y
arruinar este momento para ella, así que contuve mi ira y
mantuve mi enfoque en complacerla.

Mientras movía mi lengua sobre uno de sus pezones, apreté los
firmes montículos y los presioné juntos. Luego mordí suavemente
antes de pasar mi lengua a lo largo de su piel, pero estaba
distraído en el camino hacia su otro pezón por el valle entre sus
pechos cuando una imagen de mi polla follando sus tetas
apareció en mi cabeza.
"Tus tetas son jodidamente increíbles", la felicité.
"¿No son grandes?" preguntó, una sombra de duda coloreando su
voz.
"Perfecta", le aseguré mientras pasaba mi dedo entre
ellas. "Puedo imaginarme mi polla conduciéndose entre ellas, tus
labios envolviéndome con cada caricia entre estos montículos
cremosos".
"Oh, Dios", gimió, su cabeza se echó hacia atrás mientras los
apreté de nuevo.
Chupé su otro pezón y sentí que sus caderas se sacudían en
respuesta, lo que me hizo saber que a mi pareja le gustaba que
jugara con sus senos.
"¡Más!" ella gimió.
"Lo que sea para ti", murmuré contra su piel.
Sus manos se movieron hasta el dobladillo de mi camisa y la
levantó y la pasó por encima de mi cabeza. "Por favor," suplicó
mientras el olor de su deseo se hacía aún más fuerte cuando pasó
sus manos por mi espalda desnuda.
Lamí mi camino por su torso, haciendo una pausa para besar
suavemente su piel magullada, hasta que llegué a la cintura de
sus pantalones. Deslizando un dedo dentro, abrí el botón y luego
tiré de la cremallera para poder arrastrarlos por sus
piernas. Cuando agarré sus piernas y las separé, no pude
contener mi gruñido de necesidad al ver su bonito coño envuelto
en simples bragas blancas de algodón. No habían sido diseñados

para ser seductores, pero verla con ellos fue lo más sexy que
había visto en mi vida.
Casi odié hacerlo, pero le bajé las bragas por las piernas. Cuando
mis manos se deslizaron de nuevo por su suave piel, las abrió sin
resistencia. Una vez que se abrieron ampliamente, me incliné y
lamí a lo largo de la costura de sus muslos. Su coño brillaba con
su necesidad, pero quería que esto durara y saborear cada
momento. Respirando profundamente, aspiré su dulce aroma a
mis pulmones, queriendo llevarlo conmigo siempre. Entonces no
pude resistir más, así que pasé un dedo por sus labios vaginales.
"Estás jodidamente empapada por mí", dije con voz ronca,
muriendo por descubrir cómo sabía.
"Te necesito", dijo con un movimiento de sus caderas.
Sus caderas se sacudieron del colchón cuando soplé contra su
coño. Enganchó sus piernas sobre mis hombros y agarró mi
cabeza con sus manos para acercarme. Poniendo rígida mi
lengua, la pasé a lo largo de los labios de su vagina y hasta su
clítoris.
"Tan dulce", le felicité antes de sumergirme en su coño y follarla
con mi lengua.
Una vez que ella se retorció de necesidad, saqué mi lengua de su
agujero empapado y la moví sobre su clítoris un par de veces.
"Te anhelo," suplicó.
Parecía que la compulsión de aparearse la estaba impulsando
tanto como a mí. Sus bonitos ojos marrones estaban llenos de
deseo, su piel brillaba a la luz de la luna y sus mejillas estaban
sonrojadas. Se había ido tan lejos que no había ninguna señal
del dolor que había estado sintiendo antes.
Ver su cabello oscuro extendido sobre mis almohadas mientras
me veía desabotonar mis jeans hizo que mi polla se endureciera
aún más, hasta el punto que sentí que mi cremallera quedaría

impresa en ella para siempre. Sus ojos siguieron el movimiento
de mi pulgar mientras bajaba la cremallera por mi endurecida
longitud. Después de empujar mis pantalones y boxers por mis
piernas y mi polla se soltará, ella se lamió los labios y casi me
corro en ese momento. Luego pasé mi polla a lo largo de los labios
de su vagina, cubriéndome con su humedad.
"Estás tan húmeda para mí", murmuré antes de deslizar mi polla
hacia su entrada.
"Espera", susurró, con una pizca de nervios en su voz. "Hay algo
que debería decirte".
"¡Mierda!" Gemí, mis músculos temblaban por la necesidad de
tomarla. "¿Qué pasa, bebé?"
"No soy muy buena en esto", admitió en voz baja. "Solo lo he
hecho una vez".
Mi lobo quería aullar ante la idea de que alguien hubiera tenido
lo que consideramos nuestro y solo nuestro, pero como hombre,
sabía que ese no era el punto de lo que me estaba diciendo. Que
una cambiaformas solo tuviera un amante a su edad era raro, lo
que significaba que probablemente no había tenido una buena
experiencia esa vez. Cuando combiné eso con los destellos de
inseguridad que había visto en ella en el poco tiempo desde que
nos conocimos, supe que mi pareja me necesitaba para reforzar
su confianza.
"Te deseo tanto", exhalé. "Nunca había estado tan duro en mi
vida. Viéndote en mi cama. El olor de tu necesidad
rodeándome. El sabor de ti en mi boca. Es mejor de lo que jamás
imaginé".
"Parker", suspiró.
"Tengo tanta suerte de que seas tú, Annora", le dije. "No sé qué
hice para merecerte como mi compañera, pero agradeceré a mi

estrella de la suerte por el resto de mi vida que usted sea la única
que me dio el destino".
Cada pizca de tensión abandonó su cuerpo ante mis palabras, y
la felicidad iluminó sus ojos mientras me miraba con
asombro. Aproveché ese momento para hundirme lentamente
dentro de ella, centímetro a centímetro, mientras su cuerpo cedía
al mío. Fue como si mi cerebro se derritiera cuando sentí un
placer como nunca había experimentado antes al sentir su coño
mojado alrededor de mi polla. Manteniéndome rígido sobre su
cuerpo, esperé a que Annora se adaptara a mi tamaño.
"Tan jodidamente apretada", gemí.
"Tan jodidamente enorme", suspiró antes de envolver sus piernas
alrededor de mis caderas, llevándome más adentro.
Cuando sus paredes se apretaron a mi alrededor, mi polla se
sacudió. Ni siquiera había empezado a empujar todavía y ella ya
me tenía al borde solo por estar dentro de ella. Rodeé mis
caderas, y más líquido brotó de su coño en el ascenso, dejándome
saber dónde estaba más sensible.
"¿Estás lista, bebé?" Yo pregunté.
"Tan lista", suspiró.
"¡Gracias joder!" Gemí antes de deslizarme y luego rápidamente
volví adentro.
Había pasado demasiado tiempo y se sentía tan bien que supe
que no iba a durar tanto como quisiera. Bloqueando mis ojos con
los de ella, la tomé tan fuerte como pude, moviéndome con un
frenesí de necesidad mientras veía la pasión crecer en su rostro.
"¡Ahora! Por favor, hazme tu compañera ahora", me suplicó
mientras las paredes de su vagina comenzaban a apretarse a mi
alrededor.

Inclinándome más hacia abajo, deslicé mis manos debajo de su
cuerpo hasta que agarré la parte de atrás de su cuello. Cuando
su coño comenzó a revolotear, mis bolas se apretaron contra mi
cuerpo y supe que había llegado el momento de aparearme y
marcarla.
"Ich beanspruche dich als meine Gefährtin, von jetzt an bis in alle
Ewigkeit", le susurré al oído justo antes de hundir mis colmillos
en su hombro.
Mientras mordía, mi respiración se detuvo en mi pecho y las luces
estallaron detrás de mis ojos. Disfruté el momento mientras su
sabor llenaba mis sentidos. Luego solté su hombro y lamí la
herida mientras continuaba empujando en su cuerpo.
"¡Parker!" gritó justo cuando su coño se apretó con fuerza y me
sacó el orgasmo.
Mis caderas se sacudieron contra ella mientras mi cuerpo se
estremecía con la fuerza de mi clímax. Mi polla se movía con cada
embestida, mi corrida cubría su coño y mezclaba nuestros
aromas. Aunque acababa de conocerla, me sentía más cerca de
Annora de lo que jamás me había sentido a cualquier otra
persona, incluso a mis hermanos. El apareamiento y el marcado
habían creado un vínculo que se consolidaría con nuestro
reclamo, haciéndolo irrompible.
Y fue a través de nuestra nueva conexión que pude sentir cuando
el dolor y el cansancio golpearon a Annora. Por mucho que
quisiera pasar más tiempo conociendo a mi pareja en este
momento, sabía que necesitaba dormir para que su cuerpo
pudiera recuperarse del accidente. Podría esperar hasta mañana
para saber exactamente qué sucedió y hacer que nuestro sanador
se asegurara de que se pondría bien.
"Te tengo, bebé", le susurré al oído mientras rodaba sobre mi
costado y recogía su cuerpo inerte en mis brazos. "No dejaré que

nada te lastime. Nunca. Sé que estás cansada, pero ahora puedes
descansar sin peligro".
****
Pasar los siguientes días con mi nueva compañera en mi cabaña
fue mejor de lo que jamás había soñado. Tenía que tener cuidado
de no tomarla con demasiada frecuencia ya que todavía se estaba
recuperando y el sanador había dicho que necesitaba descansar,
pero teníamos tiempo para aprender más el uno del
otro. Escuchar sobre su infancia me hizo querer perseguir a sus
padres para que pagaran por el infierno por el que la habían
hecho pasar, pero eso tendría que esperar hasta más tarde. Tenía
a mi pareja justo donde siempre la había querido, y no quería
arruinarlo con pensamientos de venganza.
Había un par de otras cosas que también me estaban
molestando. Todavía no me había contado lo que había sucedido
con el accidente de coche que la había dejado tan gravemente
herida que había tardado más de una semana en sanar. Con la
impresión de Eliza de que Elías y Annora habían estado huyendo
del peligro cuando ella soñó con ellos, tuve el mal presentimiento
de que el accidente de mi pareja podría haber estado relacionado
con eso de alguna manera.
Mientras sostenía a Annora en mis brazos mientras dormía, me
encontré deseando poder quedarnos aislados en mi cabaña para
siempre. Entonces, el sonido de un camión en la entrada llegó a
mis oídos y supe que el mundo real estaba a punto de
entrometerse. Se acercaba el momento en que tendría que
convencerla de que me contara todo.
Si tan solo la hubiera conocido un maldito día antes. El paso de
la luna llena la noche antes de que nos conociéramos significó
que tenía que esperar semanas antes de la ceremonia de
reclamo. Después de los problemas que mis dos hermanos

habían enfrentado con sus compañeras antes de que pudieran
reclamarlas, deseaba poder mantener a Annora para mí solo
hasta que estuviera hecho, pero sabía que eso no era
posible. Tenía responsabilidades con la manada y mis hermanos
que no se podían ignorar por tanto tiempo. Era el momento de
enfrentar la realidad con mi compañera a mi lado.
Mirando por la ventana, vi que habían llegado Spencer, Eliza y
Elias. Me sorprendió que nos hubieran dado esto mucho antes
de entrometerse, pero no me sorprendió verlos sacar un montón
de mierda de la camioneta antes de caminar hacia nuestra casa.
"Oye, bebé", le susurré al oído mientras sacudía ligeramente su
hombro. "Hora de despertar. Tenemos compañía".
"¿Lo hacemos?" murmuró cansada. Pensé que probablemente
quería darse la vuelta para dormir un poco más, ya que la había
despertado en medio de la noche con mi lengua en su coño
cuando ya no podía resistir la necesidad de saborearla.
"Spencer trajo a Eliza y Elias a desayunar", le expliqué.
"¿Desayuno?" repitió mientras saltaba de la cama. "No hemos
estado en la tienda y no hay nada que pueda preparar para tanta
gente en el refrigerador".
"No te preocupes", le aseguré. "Los vi sacar una tonelada de
mierda de la camioneta. Eliza no ha estado emparejada tanto
tiempo, así que recuerda cómo son esos primeros días para las
nuevas parejas".
Comenzó a hurgar frenéticamente en los cajones de mi cómoda,
probablemente buscando algo que pudiera ponerse. "Mierda", se
quejó.
No había ninguna posibilidad en el infierno de que encontrara
algo decente allí, ya que era demasiado pequeña para cualquier
cosa que me quedara, incluso con todas sus curvas.
Afortunadamente, escuché pasos afuera de la puerta y un ruido

sordo antes de que se retiraran hacia las escaleras
nuevamente. Riéndome suavemente, abrí la puerta y encontré
algunas bolsas de compras y una mochila en el suelo. Cuando
los agarré y volví a cerrar la puerta, Annora me estaba mirando
por reírme de su situación hasta que vio los artículos en mis
manos.
"¡Oh, gracias a Dios!" exclamó aliviada.
Después de que ambos nos pusimos algo de ropa, bajamos las
escaleras y encontramos a todos esperándonos en la cocina.
"Espero que no te importe que pasáramos a desayunar", dijo
Eliza. "Probablemente deberíamos haber llamado primero, pero
este gran idiota me aseguró que estaría bien si simplemente
pasábamos por aquí".
Spencer gruñó cuando le dio un codazo en el estómago. "Oye. La
familia nunca necesita una invitación", se quejó.
La mano de Annora se flexionó en la mía ante las palabras de mi
hermano, y me preocupó que estuviera molesta hasta que habló.
"No me importa en absoluto. Es bueno ver una cara familiar".
"Aparte de la mía, quieres decir", discutí, un poco molesto por la
sugerencia de que ella necesitaba a alguien más que a mí.
"Sí, aparte de la tuya", se rio Annora en respuesta. El sonido de
su risa recorrió mi cuerpo, haciéndome sentir triunfante ya que
ella no lo hacía a menudo. "Solo quise decir que es bueno tener
una familia que se preocupe por nosotros lo suficiente como para
pasar a desayunar. Especialmente del tipo que me trae la ropa
que tanto necesito y suficiente comida para llenar el refrigerador
y llenar la despensa".
"Pensé que necesitaban casi todo después de que mi papá y yo
hablamos, pero queríamos darles un tiempo a solas primero", dijo
Eliza.

"Hoy parecía un buen día, ya que realmente te necesitamos en
The Den esta noche", dijo Spencer en tono de disculpa. "Lo siento,
no podía esperar más tiempo, hermano".
"He estado ayudando detrás de la barra, pero la nómina debe
hacerse y no quería arruinar tu sistema", agregó Elías.
"¡Mierda!" Jure cuando me di cuenta de que era miércoles y
realmente necesitaba ir al bar para poder aprobar los cheques de
pago de todos para que pudieran acceder a sus cuentas a tiempo.
"Está bien, Parker" me tranquilizó Annora. "Entiendo que tienes
trabajo que hacer".
"¡Tengo una idea brillante!" Eliza intervino. "¿Qué tal si traes a
Annora contigo y me reuniré contigo allí para una noche de
chicas?"
"Eliza", gruñó Spencer. "Sabes que tengo una mierda de la que
ocuparme esta noche y no puedo ir contigo".
"Oh, por favor", resopló. "Parker estará allí para cuidarme".
"Yo también", agregó Elías. "Y sabes que no dejaré que nada le
pase a ninguna de las dos".
"¡Noche de chicas!" Eliza chilló cuando Spencer negó con la
cabeza.
"¿Quieres venir conmigo esta noche?" Parker susurró en mi oído.
Froté mi mejilla contra la suya antes de responder. "Sí, creo que
sí".

ANNORA
Después de que Eliza y yo hicimos el desayuno para todos, el
resto del día pasó volando y rápidamente me encontré
preparándome para salir por la noche. Tantas cosas habían
cambiado en mi vida recientemente. Hace un mes, mi mayor
preocupación había sido que era una decepción para mis padres
porque no podía cambiar. Ahora, estaba huyendo de un lobo
psicótico que quería aparearse conmigo, ¡un alfa a quien mis
propios padres prácticamente me habían vendido por el amor de
Dios! Además de eso, me lesioné en un accidente automovilístico
que había diseñado para escapar de mi padre y me encontré
emparejada y marcada a las pocas horas de conocer a Parker.
Lo que necesitaba más que nada esta noche era un descanso de
todo, y me sentí aliviada de que Eliza hubiera sugerido esta noche
de chicas. Sabía que Parker estaba preocupado por mí, ya que no
dejaba de preguntarme durante todo el día si estaba realmente
segura de que quería ir. Después de haber pasado toda mi vida
haciendo lo que se esperaba de mí, me sentí muy bien al poner
mi pie en el suelo y hacer lo que quería en su lugar.
No es que no estuviera dispuesta a comprometerme con
Parker. Sabía que sería difícil para él perderme de vista esta
noche ya que acabábamos de aparearnos, especialmente porque
yo todavía podía estar en peligro.
"¿Estás segura de que estás preparada para esto esta noche?"
preguntó después de haber estacionado en el estacionamiento
fuera del bar. "Deberías estar en casa, descansando. Todavía te
estás recuperando del accidente automovilístico".
"Escuchaste lo que dijo el sanador", señalé. "Estoy bien."
"Tal vez ella estaba equivocada", refunfuñó.

"Parker", suspiré. "Ella es la sanadora de la manada. La que
insististe en que viniera a tu casa para cuidarme de inmediato. La
misma persona en la que me dijiste que podía confiar".
"Mierda", murmuró. "Eso fue antes de descubrir que no confío en
nadie cuando se trata de ti".
Mi corazón se calentó por la frustración en su
tono. Probablemente debería haberme irritado, pero me consoló
el hecho de que se preocupaba tanto por mí en tan poco
tiempo. Sabía que probablemente sería inútil, pero estaba
tratando de proteger mi corazón de él. A pesar de que había
aceptado voluntariamente su marca, tampoco estaba preparada
para confiar en nadie con todo mi corazón todavía. No después
de lo que había pasado. Pero eso no significaba que quisiera que
Parker sufriera innecesariamente a mis expensas.
"Estarás aquí conmigo todo el tiempo", le recordé. "Prometo
avisarles si me canso o necesito irme a casa. Y solo voy a tomar
un par de tragos con Eliza y Grace".
"¿Grace también viene?" preguntó.
"Sí. Eso es lo que dijo Eliza cuando llamó a la cabaña antes"
confirmé.
"¿Estás lista para conocer a Hunter?"
"¿Él también estará aquí?" Grité, un poco nerviosa por conocerlo
ya que mi compañero Parker me hizo parte de su manada.
"No hay ninguna posibilidad en el infierno de que deje que Grace
venga sola a The Den", explicó. "No cuando tiene casi ocho meses
de embarazo".
"Supongo que puedo ver por qué se sentiría así", susurré. Fue
agradable escuchar el afecto que mi nuevo compañero sentía por
su hermano y su esposa.

Los labios de Parker se inclinaron en una sonrisa. "Ni siquiera
estoy seguro de cómo consiguió que él aceptara salir esta noche.
La ha estado manteniendo cerca de casa últimamente a medida
que se acerca la hora. Ambos deben estar emocionados de
conocerte".
Era extraño pensar que había gente por ahí que estaría feliz de
tenerme en su manada, que estaría ansiosa por conocerme. Pasé
años sintiéndome como una extraña y siendo tratada como una
niña no deseada. Cuando tomé la decisión de estrellar el auto de
mi padre, lo hice sintiendo que escapaba de las únicas personas
con las que estaría conectada. Que, aunque pudiera escapar de
un apareamiento no deseado y una vida de ser maltratada por
mis padres, tendría que enfrentarme a una vida sola como pago
por mi seguridad. Ahora, había construido una amistad con Elias
después de que me salvó, me emparejé con un hombre al que
apenas conocía y, aparentemente, gané una familia
completamente nueva con hermanos, hermanas y una sobrina o
sobrino en el camino.
"Me gusta cómo suena eso", admití en voz baja.
"Entonces vamos a llevarte allí", respondió antes de saltar del
coche.
Vi como escaneaba el estacionamiento antes de acercarse a mi
lado del auto para abrir la puerta. Saber que estaba en guardia
por mi seguridad, incluso aquí en su ciudad natal, rompió parte
de la pared que había intentado envolver alrededor de mi corazón.
Caminamos de la mano a través del estacionamiento y entramos
en The Den. Nos invadieron simpatizantes tan pronto como
entramos. Como solo tenía dieciocho años, nunca había estado
en un bar antes, así que realmente no sabía qué esperar, pero no
eran paneles de madera oscura con pisos a juego, televisores de
pantalla grande y mesas llenas de cambiadores como pensé que
sería.

"Un oso, ¿eh?" Dijo uno de los chicos mientras le daba una
palmada a Parker en la espalda y tiraba de él para darle la versión
de un abrazo de chico. Mi cuerpo se tensó, esperando una broma
sobre cómo no encajaría en la manada. "Maldita sea, feliz de que
la hayas encontrado, hermano. No puedo esperar a ver si mis
sobrinas o sobrinos son lobos u osos. Será incluso más divertido
que adivinar su sexo".
"Cállate", gruñó Parker antes de que el hombre, que había
descubierto que era su otro hermano, Hunter, se girara hacia mí.
"Bienvenida a mi manada, Annora", dijo, su voz sonando fuerte y
clara a través de la barra.
Su anuncio fue recibido con vítores antes de levantarme en el aire
para abrazarme y hacerme girar.
"Deja a mi compañera", se quejó Parker mientras la risa subía y
salía de mi garganta mientras el alivio corría por mis venas. "Ve
a magullar a tu propia pareja".
"Dejaré las magullas para más tarde porque ha estado deseando
pasar algún tiempo con su nueva hermana", respondió. Luego
señaló con la cabeza una mesa en la esquina, donde una mujer
muy embarazada estaba sentada con Eliza. "Será mejor que
vayas allí o nunca escucharé el final por arruinar su gran noche".
"Muy bien, entonces", murmuré antes de mostrarle a Parker una
sonrisa tranquilizadora y caminar hacia las mujeres.
"Annora", me saludó Eliza con un abrazo. "Esta es Grace".
"Hola", dijo mientras me saludaba antes de frotarse el estómago
ligeramente. "Yo también me levantaría para abrazarte, pero no
creo que alguna vez lo invente y me levante de mi asiento sin
ayuda".
Me encontré haciendo algo fuera de lugar para mí. Inclinándome,
envolví a Grace con mis brazos y le di un abrazo ya que no podía
levantarse.

"¿Qué tal si te abrazo a ti en su lugar?"
"Awww", suspiró, y noté lágrimas en sus ojos cuando me
aparté. "Malditas hormonas".
Tan pronto como me senté, la camarera vino a tomar mi pedido.
"No tengo idea de qué pedir", admití. "¿Puedo pedir alcohol ya que
soy menor de edad?"
La camarera probablemente pensó que estaba loca por admitir
eso en voz alta en un bar. "Estás en un bar de cambiaformas
propiedad de la familia de tu pareja en un pueblo cambiaformas
donde su hermano es el alfa. Puedes pedir lo que quieras".
"Nunca puedes equivocarte con una margarita", dijo Eliza
mientras levantaba su vaso. "Aquí. Prueba el mío para ver si te
gusta ".
Tomé un sorbo y disfruté del sabor picante y salado, así que pedí
lo mismo.
"Ustedes apestan", se quejó Grace después de tomar un sorbo de
su taza de té. "No hay licor para mí. Demonios, Hunter ni siquiera
me deja tomar las cosas con cafeína. Ni siquiera una taza
diminuta".
"No tienes mucho que esperar" Eliza le recordó.
"Estoy bastante segura de que se aplicarán las mismas reglas
mientras estoy amamantando", Grace hizo un puchero.
"Probablemente", estuve de acuerdo.
La camarera regresó con mi bebida y nos sentamos en silencio
durante un par de minutos mientras yo disfrutaba de mi
margarita. El momento fue extraño para mí, ya que siempre me
había sentido tan diferente de las lobos de mi vieja manada. Una
vez que llegamos a la adolescencia, rara vez me habían invitado
con ellas, así que no estaba segura de cómo actuar durante una
noche de chicas.

"Gracias", dijo Eliza finalmente, rompiendo el silencio.
Supuse que estaba hablando con Grace ya que yo no había hecho
nada para merecer su gratitud, pero cuando miré hacia arriba, la
encontré mirándome fijamente.
"¿Por qué?" Yo pregunté.
"Ayudar a mi papá con su culpa por no encontrarme antes",
respondió. "Pasó tanto tiempo buscándome que le llegó. Cuando
hablamos, admitió que tenía miedo de cómo reaccionaría yo una
vez que llegara. ¿Encontrarte herida y necesitar ser rescatada?
Le dio la oportunidad de hacer algo para que se sintiera digno de
volver a ser mi padre".
"Nunca renunciar a encontrarte debería haber sido suficiente",
señalé, un poco irritada de que ella no hubiera apreciado todos
sus esfuerzos en su nombre.
Levantó las manos en señal de rendición. "No creo que él tuviera
nada que compensarme, pero lo hizo", explicó. "Se sintió culpable
por no haber podido detener mi rechazo. Por no saber nunca de
mi don. Por mi mamá muriendo mientras lo estaba ayudando con
el negocio de la manada. Y por mí, al pensar que él también
estaba muerto. Rescatarte del peligro le hizo sentir que había
hecho algo para equilibrar un poco la balanza de nuevo".
Entendí casi todo lo que ella había dicho excepto una cosa. "¿Tu
papá no sabía que podías caminar en sueños?"
"Se lo oculté a todo el mundo durante años", comenzó. "Incluso
mi papá porque mi mamá me había taladrado la cabeza que era
peligroso que alguien lo supiera. Es algo de lo que probablemente
me arrepentiré por el resto de mi vida porque causó distancia
entre mi papá y yo. Además, me costó dos años de felicidad con
Spencer. No fue hasta que soñé con los problemas que acechaba
a Grace, y Hunter y Spencer me atraparon tratando de averiguar

qué significaba todo eso que hablé con cualquiera sobre mis
sueños".
"Gracias a Dios que lo hiciste, porque ni siquiera quiero pensar
en lo que me habría pasado si no hubieras soñado conmigo", dijo
Grace. "De hecho, ahora que lo pienso, tenemos eso en común.
No solo estamos todos emparejados con un hermano Tate, sino
que Eliza soñó con cada una de nosotras".
"¿Soñaste conmigo?" Jadeé.
"Así es como supe que mi papá estaba vivo", respondió Eliza. "Y
cómo Parker sabía con certeza que estabas ahí afuera.
Esperábamos como el infierno que significara que ambos estaban
en camino hacia nosotros. Incluso llamó a los osos para que lo
ayudaran a encontrarte, ya que te imaginé como un oso en mi
sueño".
"¿Es por eso que Parker me acepta tanto? ¿Aunque no soy un
lobo?" Yo pregunté. "¿Por qué estaba listo para tomarme como su
pareja a los pocos minutos de nuestra reunión?"
"Podría ser", estuvo de acuerdo Eliza. "Pero supongo que tendrías
que pedirle que esté seguro".
"No", no estuvo de acuerdo Grace. "No creo que le importe una
mierda que te conviertas en oso. A Hunter ciertamente no le
importa lo más mínimo que sea un ser humano".
"Te das cuenta de que me comprometí a estar con Parker por el
resto de mi vida y no tengo idea de quién es realmente", lamenté.
"Sí, y en nuestro mundo, eso suena muchísimo más normal que
la ridícula cantidad de tiempo que tomó antes de que Spencer y
yo nos convirtiéramos en compañeros", respondió Eliza. "Apuesto
a que si les preguntamos a los próximos cien lobos que veamos
cuáles de nuestras historias sonaba creíble y cuál fue inventada,
casi todos pensarían que mi historia es un montón de tonterías".

Todas nos echamos a reír porque Eliza tenía razón, y nuestras
risitas llamaron la atención de nuestros compañeros. Mientras
caminaban hacia nosotros en una fila, nuestra risa finalmente se
apagó.
"¿Cuándo llegó Spencer?" Preguntó Eliza.
"¿Quién sabe? Pero no debería ser una sorpresa que haya
aparecido ya que estás aquí", respondió Grace.
"Santo infierno, están calientes", susurré.
"Somos unas perras afortunadas", dijo Eliza.
"Mis ovarios explotarían en este momento, excepto que ya estoy
embarazada", dijo Grace justo antes de que nos alcanzaran.
Su broma nos hizo reír hasta que las lágrimas corrieron por
nuestros rostros y estábamos sin aliento. Luego, escalofríos
recorrieron mi espalda cuando Parker se inclinó para susurrarme
al oído.
"¿Siendo una buena chica?"
"¡Sí!" Grité cuando su lengua se movió para lamer mi oreja antes
de que se alejara.
"Estoy pensando que vas a ser una cita barata si un trago es
suficiente para hacerte reír aquí", dijo.
"El sexo borracho es sexo divertido", bromeó Grace, y todas nos
echamos a reír de nuevo.
"El sexo de reclamo es el mejor sexo", dijo Eliza, con una mirada
soñadora en sus ojos.
"Y tengo que esperar hasta la próxima luna llena para averiguarlo
yo mismo", se quejó Parker. "Si hubiera conocido a Annora un
puto día antes, habría podido decir si tienes razón en eso".

"Probablemente sea lo mejor", dijo Elías mientras caminaba
detrás de los muchachos. "Annora ha pasado por un infierno, y
la espera le dará tiempo suficiente para acostumbrarse a ti antes
de reclamarla. Y para entonces, sabremos si logré traerla aquí sin
dejar ningún rastro para que esté a salvo ".
"¿Infierno?" Hunter repitió.
"¿Fue lo suficientemente malo que necesitabas asegurarte de no
dejar ningún rastro?" Preguntó Spencer.
Parker se quedó allí, su cuerpo congelado y sus ojos clavados en
los míos. El dolor estalló en las profundidades oscuras cuando se
dio cuenta de que mi situación era peor de lo que había
compartido con él hasta ahora.
"No te apartes de su lado", ladró. "Necesito treinta minutos para
comprobar la nómina y luego me llevo a mi pareja a casa para
que me explique exactamente lo que está pasando".
Lo miré mientras irrumpía en la oficina en la parte de atrás y
mantuve mis ojos en la puerta después de que se cerró de golpe.
"Necesita saber, Annora", dijo Elías. "Tal vez no debería haberlo
dicho así, pero debes confiar en que Parker estará a tu lado en
los problemas que podrían estar viniendo por aquí. Necesita
tiempo para estar preparado para lo peor por si acaso. No le
hagas más difícil protegerte. No lo hagas enfrentar el fracaso
como lo hice con mi pareja hace tantos años".
"¡Oh papi!" Eliza lloró mientras saltaba para abrazarlo y
consolarlo.
"Él no enfrentará tus problemas solo", prometió
Spencer. "Estaremos a su lado de la misma manera que lo
haríamos con nuestro hermano".

"No eres solo un miembro de mi manada ahora. Eres nuestra
hermana", agregó Hunter.
Me obligué a mirar a cada uno de ellos a los ojos. Cuando
encontré aceptación, amor y determinación en sus miradas,
asentí. Había llegado el momento de ponerme las bragas de niña
grande y contarle a mi pareja la vergonzosa forma en que mi
padre me había vendido para aparearme con Wyatt Lyall.

PARKER
Pasé volando por el proceso de nómina, maldita suerte de haberlo
hecho tantas veces antes que ahora lo había convertido en una
ciencia. Cuando terminé, apagué la computadora y tomé unas
cuantas respiraciones para calmarme antes de regresar al bar
para buscar a mi pareja y llevarla a casa.
El viaje fue completamente silencioso mientras trataba de
controlar el dolor y la frustración que estaba sintiendo. Era como
si estuviera caminando sobre la cuerda floja con ella. Por un lado,
sentí la necesidad de darle tiempo para que se sintiera cómoda
conmigo para que estuviera feliz. Por el otro, sentí ganas de
patearme el trasero por no haber escuchado esa voz en mi cabeza
que me había advertido que ella estaba en peligro y no tenía
tiempo que perder para garantizar su seguridad.
Sin embargo, una vez que regresamos a la seguridad de mi
cabaña, no pude contenerme más.
"¡Maldita sea, Annora!" Grité de frustración.
Verla alejarse de mí como si tuviera miedo enfrió mi ira como un
cubo de agua helada. Esa mirada en sus ojos que decía que
esperaba que la golpeara o algo, me rompió el corazón.
"Mierda, cariño. Yo nunca te lastimaría. Tienes que saber eso".
"¿Cómo puedo hacerlo, Parker?" susurró, cruzando los brazos
sobre su pecho como si necesitara estar protegida de mí. "Me han
herido todas las personas que he amado. Mi propia familia me
arrojó de cabeza al peligro sin preocuparse por lo que me
sucedería. A mi padre solo le importaba lo que pudiera ganar de
mí, y mi madre estaba demasiado asustada de perderlo como
para ir en contra de cualquier cosa que dijera. Incluso si eso

significaba enviarme a un psicópata que me quería como su
compañera".
El gruñido que subió por mi garganta fue imparable porque el
lobo dentro de mí había saltado en defensa en el momento en que
ella dijo que había otro hombre ahí afuera que pensaba que ella
debería ser suya y no mía.
"Ahora tienes un hombre que se interpondrá entre tú y cualquier
persona o cualquier cosa que intenté volver a hacerte daño", le
prometí.
"Y una familia que nos apoyará contra el mundo", susurró.
Mis rodillas casi cedieron cuando escuché sus palabras.
Empezaba a comprender lo que significaba ser mi compañera.
"Sí", estuve de acuerdo. "Junto con una manada completa que
les ayudará en todo lo que puedan. Así es como funcionan las
cosas aquí".
Su respuesta me rompió el corazón. "Ojalá así hubiera
funcionado la mía. Mi familia y mi manada".
"Dime", le supliqué.
"Está bien", concedió antes de caminar hacia el sofá y
sentarse. Cuando palmeó el cojín a su lado, corrí a su lado. "Ya
te conté cómo me trataron mis padres cuando era niña. Cómo se
sentía ser un forastero. Cómo la indiferencia de mi padre se
convirtió en odio cuando me convertí en oso en lugar de
lobo. Pero no te dije lo que hizo para sacarme de su casa. Fuera
de su manada ".
"¿El psicópata que quería aparearse contigo?"
Ella asintió levemente y bajó los ojos a su regazo.
"Pase lo que pase, es su vergüenza", dije. "No es tuya. Mantienes
la cabeza en alto. No importa lo que tengas que decirme".

"Un alfa con el que mi padre ha hecho negocios durante años
quería tomarme como su compañera. Por lo que me dijeron, le
prestó a mi padre mucho dinero y se ofreció a tomarme como
compañera a cambio de perdonar la deuda", dijo
apresuradamente, como si fuera más fácil pronunciar las
palabras rápidamente.
Mi lobo saltó ante su respuesta, enojado con la idea de que otro
hombre quisiera reclamarla. Sin embargo, la parte humana de mí
estaba más preocupada por lo que había hecho su padre.
"¿Te vendió?"
"Sí", admitió, las lágrimas corrían por sus mejillas.
"¿Cuál es su nombre? ¿Este alfa que cree que mi pareja le
pertenece?" Exigí.
"Wyatt Lyall", respondió ella.
Mi cerebro casi explotó cuando reconocí el nombre del poderoso
alfa de una manada peligrosa. Psicópata era una descripción
acertada.
"¡Mierda!" Solté un juramento, queriendo golpear algo mientras
la gravedad de su situación me golpeaba.
"Lo siento", susurró. "Debería habértelo dicho antes de que me
emparejaras".
Su disculpa drenó toda la ira de mi sistema. "No, bebé", le dije
mientras la abrazaba. "No hay nada que me pudieras haber dicho
que me hubiera hecho cambiar de opinión acerca de
emparejarme contigo".
"Esto es bastante malo".
"No te voy a mentir y decir que no lo es. Es malo, pero
encontraremos una manera de superar esto para que podamos
tener la vida juntos que nos merecemos", prometí.

"¿Cómo?" ella preguntó.
Pensé en la mejor manera de manejar esta situación. "¿Elías sabe
todo esto?"
"Sí", respondió ella.
"Envíale un mensaje de texto y dile que está bien compartir la
información con mis hermanos", le dije. "Tengo mucha confianza
en la capacidad de mis hermanos para ayudarme a mantenerte a
salvo, pero voy a acercarme a los osos nuevamente. Con suerte,
estarán dispuestos a apoyarnos en esto".
"¿Los osos?"
"Después de que Eliza tuvo su sueño sobre ti y Elias, me acerqué
al jefe del clan McMahon. Carrick tiene muchos contactos en el
mundo de los cambiaformas y podría reunir información en
lugares a los que nunca podría ir, pero no le gusta trabajar con
los lobos".
"Pero él accedió a ayudarte", señaló con esperanza en su voz.
"No bebé. Accedió a ayudarte porque Eliza pensó que eras una
osa basándose en lo que había visto en su sueño", le corregí.
"¿Sin conocerme?" preguntó con sorpresa coloreando su tono.
"Él tiene una debilidad por las cambiaformas oso hembras",
expliqué. "Creo que encontrarás que la mayoría de los osos lo
hacen".
"Eso es realmente genial."
"Solo recuerda que tengo la mayor debilidad por ti de cualquier
cambiaformas masculino", gruñí.
"¿No te refieres a dura debilidad?" se rio con una mirada hacia la
erección que siempre estaba presente cuando ella estaba cerca.

"Te mostraré lo duro que es tan pronto como cuelgue el teléfono",
prometí. "Tu seguridad es lo primero, antes que nada. Incluso mi
necesidad de ti".
"Te dejaré hacer tu llamada", ofreció. "Revisaré las cosas que trajo
Eliza. Vi algo de lencería que podría gustarte".
La idea de su cuerpo envuelto en satén y encaje hizo que mi polla
goteara en la punta, pero no era lo que más quería esta noche.
"Desnuda", dije con voz ronca. "Para cuando cuelgue el teléfono
y llegue a nuestra habitación, quiero verte tendida en mi cama
sin que nada se interponga entre mis ojos y tu piel. No quiero que
una sola puntada de ropa me separe de ti esta noche".
"Como desees", susurró antes de subir las escaleras, dejando un
rastro de ropa detrás para que lo siguiera tan pronto como
terminara con la llamada.
Saqué mi teléfono de mi bolsillo, forzado a tirar con fuerza porque
el ajuste era más apretado que cuando lo empujé allí antes
gracias a la erección que estaba luciendo. Después de deslizar la
pantalla para encenderla, busqué entre mis contactos hasta que
encontré el número de Carrick. Afortunadamente, no tardó en
responder.
"¿Cansado de esperar y listo para volver a pedirme ayuda con la
búsqueda?" dijo tan pronto como contestó.
"La espera ha terminado", respondí. "Debería haberte llamado
tan pronto como llegó, pero estaba un poco distraído".
"¿Ella es tu compañera?" preguntó.
"Sí", confirmé.
"¿Y un cambiaformas oso?"
Me reí un poco por el interrogatorio que me estaba haciendo. "Sí,
Annora es una osa. Mi osa", enfaticé, sabiendo que el hombre
tenía tres hijos sin pareja y ninguna pareja propia.

"Entonces, ¿por qué me llamas ahora si no fuera para decirme
que no la habías encontrado?"
"Ella está en problemas y necesitamos tu ayuda", comencé antes
de explicarle la situación de Annora.
Cuando terminé, prácticamente podía sentir su ira creciendo a
través de la línea telefónica.
"¿Vendió una osa que crio como propia a Wyatt Lyall?" rugió
cuando dejé de hablar.
"Sí", confirmé. "Después de tratarla como una mierda durante
años, incluso antes de saber que él no era su verdadero padre".
Carrick guardó silencio el tiempo suficiente para que comenzara
a preocuparme de que no me ofreciera su ayuda. Luego dijo: "Los
chicos y yo saldremos por la mañana. Esta noche haré algunas
llamadas y veré qué puedo averiguar. Con suerte, descubriré que
ese maldito loco hijo de puta todavía está en casa sin saber
adónde fue".
"Y si lo está, le traeremos la guerra", dije antes de colgar,
sabiendo que, si el otro lobo vivía, entonces Annora nunca estaría
realmente a salvo.
Sacudiéndome de toda la negatividad, me dirigí arriba hacia mi
pareja. Verla reír mientras se hacía amiga de las compañeras de
mis hermanos, ver su rostro iluminarse de alegría cuando Hunter
la había aceptado en nuestra manada y nuestra familia,
escucharla confiar en mí con un secreto que le causó vergüenza,
esta noche había estado llena de algunos momentos increíbles.
Pero saber que ella me estaba esperando los superó a todos e hizo
que las cosas de mierda valieran la pena.
Cuando entré en la habitación y la encontré en mi cama
exactamente como le había dicho que la quería, todo lo demás se
desvaneció, excepto la necesidad de tomarla de nuevo. Sus dedos
jugaban con sus pezones, arrancando los picos endurecidos

mientras los apretaba, y yo quería meter mi polla entre ellos tanto
como lo había hecho la primera noche. Solo que no había nada
que me detuviera esta noche, así que desabotoné mis jeans y
deslicé la cremallera hacia abajo mientras caminaba hacia la
cama. Se arrastró hacia mí, sus ojos clavados en mi erección
mientras se lamía los labios.
"Chúpame la polla", le ordené. "Quiero ver tus labios perfectos
envueltos a mi alrededor mientras me chupas".
Sus labios se separaron y su lengua se movió para humedecerlos
antes de lamer la cabeza de mi pene. Después de deslizar su
lengua a lo largo de la hendidura en la punta de mi polla, chupó
la gota de pre-semen que goteaba de mí y se la metió en la
boca. La vista de sus ojos mirándome mientras sus labios se
movían hacia arriba y hacia abajo sobre mi polla me estaba
volviendo loco.
"Mmmmm", tarareó mientras torcía la boca alrededor de la
punta. Luego trató de tomar la mayor cantidad de mi polla en su
boca como pudo.
"Muy bien, bebé", la felicité con un gemido cuando sus dedos se
movieron para provocar mis bolas.
Las tomó en la palma de su mano y las apretó ligeramente antes
de pasar las uñas por la piel tensa. Luego, el ritmo de su boca
cambió y movió la cabeza hacia arriba y hacia abajo con un ritmo
rápido que tenía mis caderas bombeando con cada golpe hacia
abajo. Sentí un cosquilleo revelador en la base de mi columna
vertebral, pero no quería correrme todavía.
Envolví su cabello alrededor de mi puño y agarré su barbilla para
controlar sus movimientos y así poder frenarla. Luego follé en su
boca una vez, profundizando y chocando contra la parte posterior
de su garganta. Se convulsionó a mi alrededor antes de que me
apartara. Su lengua se movió a lo largo de la punta mientras la
apoyaba contra sus labios. Al ver sus ojos oscuros mirarme con

satisfacción brillando en ellos, tuve la tentación de terminar
mientras ella me chupaba, pero sus tetas se balanceaban con
cada embestida y no podía esperar a sentir su suave piel
deslizándose contra mí.
Cuando saqué mi polla de su boca, brillaba con su saliva. La
bombeé con un puño mientras la empujaba sobre su espalda.
"¿Recuerdas lo que te dije sobre tus tetas nuestra primera noche
juntos?"
"¿Que querías follar con ellas?" preguntó suavemente, un rubor
subiendo por sus mejillas.
"¿Tus costillas se sienten lo suficientemente bien como para que
yo haga eso?"
En lugar de responderme, asintió con la cabeza y movió las
manos hacia el exterior de sus senos para apretarlos. Colocando
con cuidado ambas rodillas a cada lado de su cuerpo, me senté
a horcajadas sobre ella y conduje mi polla mojada entre sus
pechos.
La vista y la sensación de su piel cálida frotándose contra mi polla
húmeda encendió un fuego en mis venas, y supe que no iba a
durar mucho así.
"Chúpame fuerte", exigí cuando mi polla se deslizó por la parte
superior de sus tetas en mi siguiente embestida.
Su boca se abrió de par en par y me deslicé entre sus
labios. Chupó la punta, haciendo girar su lengua, y la
combinación fue suficiente para enviarme al borde de nuevo.
"Voy a correrme", le advertí antes de alejarme y ver como mi
corrida salía a borbotones de mi polla hacia su pecho.
Annora yacía allí, desnuda con mi semen salpicado sobre sus
tetas y goteando por su barbilla. Su piel estaba enrojecida por

todas partes, un tono rojo rosado matizándola. Tenía las piernas
abiertas y su coño brillaba con la evidencia de su excitación.
"Necesito probarte," gruñí mientras me arrodillaba entre sus
piernas.
Pasó el dedo por una cuerda de mi semen, se metió el dedo en la
boca y luego lo chupó. "Si tengo la mitad de buen sabor que tú,
entiendo por qué".
Mis dedos se deslizaron a lo largo de sus muslos hasta que llegué
a la costura donde sus piernas se encontraban con su pelvis y la
agarré con fuerza. Pasé mis labios sobre su raja mientras me
movía hacia el otro lado, provocándola, respirando aire caliente
sobre su piel húmeda. El olor de su excitación se hizo más fuerte
mientras la atormentaba con movimientos de mi lengua a lo largo
de los labios de su vagina sin tocar su clítoris o presionar
demasiado fuerte.
Sus caderas se movieron contra mi agarre mientras suplicaba
con sus manos en puños en mi cabello, tratando de acercar mi
rostro. "Por favor, Parker. Necesito más. Dedos, lengua, ¡lo que
sea! "
Empujando sus piernas más amplias, la abrí con mis
dedos. Cuando su clítoris se asomó por la capucha, lo moví con
mi lengua, yendo suavemente al principio hasta que la escuché
gemir. Luego aumenté la presión hasta que ella se retorció de
necesidad, y deslicé mis dedos a través de sus pliegues húmedos
para hundir dos dentro de ella.
"Sabes tan jodidamente bien", dije con voz áspera antes de lamer
mis labios, saboreando su sabor. "Voy a hacerte venir por mí con
mi boca".
Agregué otro dedo y los giré, buscando ese lugar esponjoso que
sabía que la volvería tan loca como ella me hizo a mí. Después de
encontrarlo, me aseguré de frotar contra el mismo lugar en cada

golpe en su cuerpo. Al mismo tiempo, puse su clítoris en mi boca
y le di pequeñas succiones rápidas que hicieron que sus paredes
se apretaran contra mis dedos. Seguí adelante hasta que sus
caderas se elevaron y gritó mi nombre mientras alcanzaba el
clímax entre mis dedos.
Seguí bombeando mis dedos y lamiendo perezosamente su
clítoris, decidido a hacerlo durar tanto como pudiera para
ella. Cuando dejó de temblar y se quedó allí jadeando por aire,
me dejé caer en la cama a su lado. Me llenó una sensación de
satisfacción que solo sentí cuando supe que había satisfecho a
mi compañera.
"Con sueño", murmuró, arrastrando las palabras un poco porque
estaba muy cansada.
La acerqué más y puse la sábana sobre nuestros cuerpos para
que no se enfriara en la noche. Pasando mis dedos por su cabello,
vi cómo se quedaba dormida con una sonrisa en su rostro, una
que yo había puesto allí.
Pasé la noche con mi compañera envuelta en mis brazos, pero no
pude conciliar el sueño. Mi lobo estaba nervioso y alerta al
peligro. A medida que pasaban las horas, vi su pecho subir y
bajar mientras dormía profundamente. Mi mayor alerta dio sus
frutos cuando decidí caminar por el perímetro de mi cabaña en
las primeras horas de la mañana y olí lobos que no reconocí en
la distancia. No estaba seguro de lo cerca que estaban, pero su
olor estaba tan cerca de mi compañera que hizo que se me
erizaran los pelos de punta.
Dejé escapar un fuerte aullido, alertando a mis hermanos del
peligro que estaba cerca, antes de correr hacia adentro para
tomar mi teléfono. Annora estaba sentada en la cama con una
mirada de sorpresa en su rostro cuando regresé a nuestra
habitación.

"¿Qué está pasando?"
"Ponte algo de ropa", le ordené. "Asegúrate de que sean oscuras
y cálidas".
"¿Por qué?" preguntó después de saltar de la cama para cavar en
el tocador.
"Alguien viene", le expliqué. "Lobos, y no de nuestra manada".

ANNORA
"No te estoy esperando aquí mientras te enfrentas al peligro que
se avecina para mí", argumenté.
"¡Es mi trabajo como tu compañero mantenerte a salvo!" Parker
gritó.
"Y es el mío hacer lo mismo por ti", señalé razonablemente.
"No, eso sería mío como alfa", no estuvo de acuerdo Hunter.
"O el mío como ejecutor de la manada", intervino Spencer.
"Oh, dejen de ser un montón de idiotas machistas y deja que
Annora se vaya contigo, incluso si la mantienes alejada de la
mayor parte de la acción", refunfuñó Grace.
"Han pasado toda mi vida diciéndome qué hacer y aceptando ser
la niña buena que mi padre quería que fuera", traté de explicar.
"No esta vez. ¡No cuando sé que mi pareja y mis nuevos hermanos
están luchando por mi seguridad contra alguien que vino aquí
por mí porque cree que le pertenezco después de que mi padre
me vendió a él! "
"Annora, bebé", suspiró Parker. "No tengo tiempo para
discutir. Tenemos la ventaja en este momento porque piensan
que no sabemos que vendrán. Si no nos apresuramos, los vamos
a perder y las probabilidades no estarán tanto a nuestro favor ".
"Entonces supongo que será mejor que aceptes y me dejes ir",
respondí obstinadamente.
"O esposarla a algo", sugirió Spencer.
"¡Spencer!" Eliza lo regañó. "Estoy de acuerdo con Annora. Creo
que ella necesita estar ahí".

"Por supuesto que estás de acuerdo", dijo Spencer. "Ustedes tres
tienen que ver con mantenerse unidas".
"No es por eso", respondió ella. "La vi allí en mi sueño. Ella estaba
con ustedes tres, y parecía que derrotaron al enemigo. ¿Por qué
arriesgarse a cambiar ese futuro haciéndola quedarse aquí?"
"¡Mierda! Sube al camión", concedió Parker.
"Elías, ¿te quedarás aquí y protegerás a Grace y Eliza?" Preguntó
Hunter.
"Por supuesto", respondió. "Con mi vida si es necesario".
Las palabras de Elías resonaron en mi cabeza mientras
conducíamos hacia las afueras de la ciudad. Los bosques que
bordeaban la carretera parecían espeluznantes, mientras que por
lo general eran acogedores. El cielo de la madrugada estaba
nublado y oscuro ya que el sol no saldría hasta dentro de un par
de horas. Cuando entró un poco de niebla, me estremecí. Si
alguien estuviera filmando una batalla de películas con hombres
lobo, esta era exactamente la escena que deberían usar.
Cuando llegamos a las afueras de la ciudad, Hunter se desvió y
se detuvo a un lado de la carretera. Él y Spencer salieron de la
camioneta, dejándome sola en la parte de atrás con Parker.
"Sé que sentías que necesitabas estar aquí, pero te lo ruego. Por
favor, quédate en el camión hasta que sepa qué esperar".
Quería negarme e insistir en enfrentar el peligro a su lado, pero
podía ver su preocupación por mí destellando en sus ojos. "Está
bien", estuve de acuerdo. "Pero no te atrevas a salir lastimado".
"Tú tampoco", ordenó. "De hecho, será mejor que lo lleves en caso
de que lo necesites". Metió la mano en la consola y sacó una
pistola. "¿Has disparado antes?"

"Un par de veces con mi padre", le dije mientras se la quitaba y
quitaba el seguro para que estuviera lista para funcionar si lo
peor empeoraba.
"Ten cuidado", advirtió antes de reclamar mis labios en un beso
de castigo y salir de la camioneta.
Observé mientras se acercaba a dos miembros de la manada y
hablaba con ellos. Echaron un vistazo a la camioneta, asintieron
con la cabeza y se acercaron para pararse frente a la puerta del
pasajero. No podía ver mucho con ellos bloqueando mi línea de
visión, así que me pasé al frente para tener una mejor vista.
Parker tenía a sus hermanos y unos cinco lobos machos más con
él parado en la carretera cuando dos camiones se detuvieron y se
detuvieron en medio de la calle. Wyatt Lyall se bajó del asiento
del conductor de uno de ellos al mismo tiempo que su ejecutor
de la manada salía del otro camión. Lo había visto antes cuando
estaban en mi antigua ciudad natal, y ahora daba tanto miedo
como lo había hecho en ese entonces.
"He venido por mi compañera", gruñó Wyatt. "Entrégala y nadie
tendrá que salir herido".
"¡Sobre mi cadáver!" Parker gritó. "Mi compañera no se va a
ninguna parte, especialmente no contigo".
Wyatt miró a Parker de arriba abajo antes de que una sonrisa
maligna levantara sus labios. "¿La pequeña Annora cree que se
encontró un compañero?"
"Es un trato hecho", respondió Hunter. "Ella está emparejada y
marcada con mi hermano y ahora es miembro de mi manada y
mi hermana. Si intentas sacarla de aquí, declararás la guerra a
la manada de Black River y responderemos en consecuencia".
"Como si eso asustara a los lobos de Lyall", se burló el ejecutor
de Wyatt. "No sabes con quién estás tratando".

"Annora es mía. Comprada y pagada", anunció Wyatt. "No la
entregas y me veré obligado a llevármela".
"Mi compañera no está a la venta. Nunca estuvo a la venta" gruñó
Parker, todo su cuerpo temblando de ira.
"Entonces, ¿por qué me la vendió su papá?" Wyatt se burló.
"Porque era un maldito idiota que no sabía nada mejor",
respondió Spencer, sosteniendo a Parker con un brazo sobre su
pecho. "¿Cuál es tu excusa para intentar comprar un
compañero? ¿Demasiado loco para que una mujer esté dispuesta
a aceptarte como suya? "
Tan pronto como la palabra "loco" salió de los labios de Spencer,
Wyatt saltó hacia adelante y se transformó en un enorme lobo
gris. Prácticamente estaba echando espuma por la boca de ira, y
todos los lobos detrás de él se transformaron justo después y
comenzaron a correr hacia nosotros.
"¡Luchamos para proteger a la compañera de mi
hermano!" Hunter llamó, y los hermanos Tate cambiaron a sus
lobos negros simultáneamente antes de correr para encontrarse
con sus enemigos, los otros miembros de la manada siguieron
detrás.
Wyatt era el lobo más grande, por lo que los hermanos se
movieron como uno solo para derrotarlo juntos. El ejecutor de
Lyall intentó interceptarlos, pero nuestros compañeros de
manada lo atacaron antes de que pudiera alcanzarlos. La pelea
fue brutal, con garras desgarrándose en la piel, mandíbulas
apretadas contra los cuellos y aullidos de dolor. Dos de los lobos
de Wyatt se apartaron de la pelea y se deslizaron hacia el camión
para atacar a los hombres que Parker había encargado de
mantenerme a salvo. Apunté el arma frente a mí, apunté y esperé
un disparo claro.

Rugidos de rabia llenaron la noche, y cuatro enormes osos negros
deambularon hacia nosotros. Casi hiperventile de rabia hasta
que me di cuenta de que estaban de nuestro lado mientras
golpeaban a los hombres de Wyatt con garras gigantes,
lanzándolos lejos en el aire.
Cuando la batalla terminó, Wyatt era el único lobo Lyall que
quedaba en pie. Hunter y Spencer retrocedieron, dejando que
Parker luchara contra el alfa que había tratado de alejarme de
él. Los dos hermanos cambiaron a su forma humana y
observaron en silencio mientras Parker le mostraba a Wyatt lo
que realmente significaba locura.
Los lobos que me habían estado protegiendo se habían alejado
del camión y parecía que la mayor parte del peligro había
desaparecido. Aun agarrando la pistola que Parker me había
dado, salí y caminé hacia Hunter y Spencer, queriendo estar allí
esperando a mi compañero cuando terminara esto. Para cuando
llegué, tenía el cuello de Wyatt apretado entre sus mandíbulas y
pude oír el chasquido cuando mordió. El cuerpo del alfa cayó al
suelo en una pila inerte cuando Parker lo dejó caer y se giró para
mirarme. Luego cambió y caminó hacia mí, una mezcla de
frustración, ira y orgullo en su mirada mientras me miraba.
"Pensé que te había dicho que te quedaras en la camioneta",
refunfuñó mientras se acercaba a mí.
Justo por encima de su hombro, vi a Wyatt cambiar. Su mano se
deslizaba hacia abajo para alcanzar sus pantalones destrozados,
donde estaban en la carretera. Nadie le estaba prestando
atención porque todos pensábamos que estaba muerto. Cuando
vi el destello de plata en su mano, mi brazo se levantó
instintivamente y empujé a Parker fuera del camino mientras
apuntaba y disparaba. La bala le atravesó el centro de la frente,
por lo que no quedó ninguna duda. El bastardo definitivamente
estaba muerto ahora.

"¡Mierda! Le disparaste en la cabeza", dijo Parker, señalando lo
obvio.
"Era eso o verlo arrojar ese cuchillo en tu espalda", le expliqué
mientras recogía el arma que Wyatt había agarrado antes de que
lo matara.
"Maldita sea, hermanita. Eres del tipo ruda", me felicitó Spencer.
"Una adición bienvenida a la familia y a la manada", dijo Hunter.
Mientras estábamos de pie junto a los cadáveres de Wyatt Lyall,
su ejecutor y varios otros miembros de su manada, sentí como si
me hubieran quitado un peso de encima. Desde el momento en
que mi padre me había contado su plan, había habido una
tristeza en mi corazón. Incluso el apareamiento con Parker no lo
había hecho desaparecer por completo porque había una parte
de mí que sabía que Wyatt vendría por mí. No había podido
permitirme creer de verdad que tendríamos la oportunidad de ser
felices porque su sombra se cernía sobre mí.
Ahora, se había ido y sabía que podíamos avanzar como pareja
sin que nada más se interpusiera entre nosotros.
Justo cuando me giré hacia Parker, escuché sonar el teléfono de
Hunter. El terror en su rostro cuando miró la pantalla me dijo
que dejaba mi preocupación demasiado pronto. Cuando
respondió y gritó el nombre de Grace, supe que iba a ser malo.
Todos escuchamos mientras Eliza le decía que iban de camino al
hospital con Grace y que tenía que ir directamente allí. Se le
había roto la fuente, pero el bebé no llegaría hasta dentro de un
mes.
"Llévala contigo", le dijo alguien a Parker. "Nos encargaremos de
todo aquí y nos veremos en el hospital".
Parker me metió en su coche y corrió al hospital. Sentarse en la
sala de espera, preguntándose cuándo saldría alguien a decirnos
lo que estaba pasando con Grace y el bebé, fue una tortura. Me

sentí increíblemente culpable, segura de que el estrés de que su
pareja hubiera estado en peligro por mi culpa era lo que la había
puesto en un parto prematuro.
Traté de ser fuerte por Parker porque sabía que estaba
preocupado por el destino de su sobrina o sobrino. Toda la
manada estaba aquí para vigilar, pero había algunas personas
que todavía eran desconocidas para mí. Uno de ellos era un
hombre que se elevaba sobre todos los demás, y había entrado
en la habitación hace aproximadamente una hora, un hombre
que no había movido su mirada de mí en todo el tiempo que había
estado frente a mí.
"Tienes los ojos de tu madre", susurró finalmente.
Nunca lo había conocido antes, así que me sorprendió escuchar
que él sabía cómo era ella. "¿Conoces a mi mamá?"
"Junto con la sonrisa de mi madre", continuó suavemente, como
si no hubiera escuchado lo que había dicho. "Esto no tiene
sentido. Dime que me estoy imaginando cosas y me equivoco".
Mi cuerpo se congeló ante sus palabras. Si me parecía en algo a
la madre de este hombre, eso significaba que él era el que había
violado a mi madre. Cuando comencé a temblar en estado de
shock, Parker se alejó de la conversación que estaba teniendo con
Spencer y me rodeó con sus brazos.
"Shhh, cariño. Todo está bien ahora. Carrick está aquí para
ayudar. Estaba escondido para que la manada de Lyall no
supiera que teníamos refuerzos", me aseguró Parker. "Es uno de
los buenos".
"Los buenos no violan a las mujeres, dejándolas embarazadas de
un hijo que su pareja tratará como una mierda durante toda su
vida", escupí antes de saltar de mi silla.
Todo el cuerpo de Carrick se sacudió como si hubiera asestado
un golpe físico con mis palabras. "¿Violación?" repitió, con el

ceño fruncido en confusión mientras una expresión de horror se
extendía por su rostro.
Parker se puso de pie y me empujó detrás de él. "¿Conoces a
Lucie Channing?"
"¿Violación?" Carrick preguntó de nuevo. "¿Por qué Annora
pensaría que violé a su madre?"
"Porque eso es lo que su madre le dijo a su padre cuando mi
pareja cambió a un oso y no a un lobo", explicó Parker.
"¿Ella estaba embarazada? Ella me hizo irme, me dijo que no
podía abandonar a su compañero a pesar de que él no era con
quien estaba destinada a estar. Ella nunca me dijo que había
tenido un hijo con ella", dijo Carrick, sacudiendo la cabeza
mientras hablaba como si no pudiera creer las palabras que
salían de su boca.
Mis rodillas casi cedieron ante la desesperación que escuché en
su voz. Me apreté bajo el brazo de Parker y miré al hombre que
podría ser mi verdadero padre. Había una palidez en su piel que
no había estado allí momentos antes, y su cabeza estaba
agachada por la derrota.
"¿Te hizo irte?" Lo repetí. "¿La conocías?"
"Sí, niña. Conocí a tu mamá", confirmó. "En el momento en que
la vi, supe que era la compañera que el destino había destinado
para mí. Ella ya estaba emparejada, pero la atracción entre
nosotros era demasiado difícil de resistir".
"¿No la violaste?" Pregunté, una pizca de esperanza cobrando
vida en mi corazón.
"Nunca", juró. "No lastimaría a ninguna mujer de esa manera, y
mucho menos a tu madre".
"¿Querías aparearte con ella?"

"Más que nada en este mundo", admitió antes de negar con la
cabeza. "O eso es lo que pensé hasta que te conocí porque te
hubiera deseado en mi vida incluso más de lo que quería
aparearme con ella. Saber el infierno por el que has pasado me
mata. Debería haber estado ahí para protegerte. Nunca me
habría marchado si hubiera sabido que estaba embarazada.
Puede que ella no haya estado dispuesta a dejar a su pareja, pero
yo me habría quedado y peleado por ti".
"¿Padre?" preguntó otro extraño que se parecía bastante a
Carrick mientras él y otros dos chicos caminaban detrás de
él. "¿Qué demonios dices?"
"Estoy diciendo que tienes una hermana", respondió.
Los tres hombres se giraron para mirarme como uno solo. Eran
trillizos idénticos con cabello negro azabache, ojos del color del
whisky, mandíbulas cinceladas y piel bronceada que hablaba de
horas pasadas al sol. Sus ojos tenían un asombro incrédulo
mientras me miraban.
"¿Una hermana?" repitió el más cercano a mí.
"Ella es más joven que nosotros", dijo otro.
"¡Tenemos una hermanita!" exclamó el último antes de que todos
me apiñaran, formando un círculo a mi alrededor y abrazándome.
Parker lo toleró durante un par de minutos antes de reclamarme
de los chicos y colocarme debajo de su brazo. Estaba feliz de
poder apoyarme en él porque sentía que podría desmayarme por
la conmoción de conocer a mi padre biológico y descubrir que
tenía tres hermanos mayores, conmoción que parecían
compartir.
"¿Cómo diablos tenemos una hermanita que no
conocíamos?" preguntó uno de ellos.
"Vamos a sentarnos todos para que pueda contar la historia una
vez y terminar de una vez", instruyó mi padre.

Fue divertido ver a estos tipos grandes escucharlo sin
cuestionarlo. Su papá quería que nos sentáramos y habláramos,
así que miraron alrededor de la habitación y encontraron varios
asientos libres en la esquina. Luego caminaron hacia allí después
de gesticular para que lo siguiéramos. Parker tomó uno de los
lugares abiertos y me sentó en su regazo. Sentir sus brazos
envueltos protectoramente a mi alrededor me dio la confianza que
necesitaba para esta conversación.
"¿Sabías que mi madre estaba emparejada con mi
padre?" Pregunté, la curiosidad me hizo no querer esperar a que
él comenzara su historia.
"Sí", admitió. "La conocí mientras estaba fuera de la ciudad por
trabajo. Los niños estaban siendo atendidos por mi mamá porque
se suponía que yo debía estar fuera por un par de semanas".
"Recuerdo ese viaje", dijo uno de sus hijos. "Estuviste fuera
durante una semana y luego Camden se enfermó, así que volviste
a casa antes".
"Sí, y cuando mejoré, parecías tan triste que tenía miedo de haber
atrapado algo horrible y que iba a volver y matarme o algo así",
dijo el que debía ser Camden.
Noté que cada uno llevaba camisas de diferentes colores, así que
noté que la suya era azul para recordar qué hermano era por
ahora, hasta que se cambiaran de ropa por la mañana o
descubría otra forma de diferenciarlos.
"Solo que después nunca pareciste el mismo", dijo el primero, que
vestía una camiseta roja.
"Eso es, Alasdair", estuvo de acuerdo nuestro padre. "Dejé una
parte de mí atrás, y en ese momento, pensé que era porque la
madre de Annora era mi compañera predestinada y me había
rechazado. Hasta ahora no sabía que también la había dejado
embarazada".

"¿Mi mamá era tu compañera predestinada?" Jadeé. "Pero ella
estaba emparejada con mi padre".
"Es por eso por lo que ella no se iría", explicó. "En el segundo que
la vi, supe que era la mujer que el destino había querido que fuera
mía. Por la mirada en sus ojos, me di cuenta de que sintió el
mismo tirón, y antes de que me diera cuenta, estábamos en la
cama juntos. Me estaba preparando para aparearme y marcarla,
y luego vi la marca en su hombro y me di cuenta de que no me
había esperado. Ella ya había aceptado a otro lobo como su
compañero".
Me acerqué más a Parker, sin querer imaginar la traición que
habría sentido si me hubiera enterado de que se había
emparejado con otra mujer antes de conocerme. Los
cambiaformas rara vez eligieron a la persona equivocada para
tomar como su pareja, y generalmente terminaba mal cuando
sucedía. O la pareja que habían tomado se quedó con el corazón
roto cuando se fueron después de haber encontrado el único
destino que el destino había destinado para ellos o su pareja
predestinada estaba condenada a una vida sin pareja a menos
que estuvieran dispuestos a conformarse con otra persona.
"Le rogué que me eligiera", continuó Carrick. "Le aseguré que
podía darle una vida feliz. Cuidar de ella. Proveer para ella. Pero
ella no se movió. Tu mamá me dijo que lamentaba haberme
conocido y que debería irme y no volver nunca más. Que estaba
feliz con el compañero que había elegido y que nunca estaría
dispuesta a dejarlo por mí".
"Hiciste lo que ella te pidió", susurré.
"Exactamente como ella había pedido", estuvo de acuerdo.
"Nunca volví. Yo no llamé. No escribí. Demonios, incluso evité
cualquier noticia de tu ciudad natal como la peste porque no
quería ningún recordatorio de lo que había perdido".

"Fue entonces cuando se corrió la voz de que no te llevabas bien
con los lobos", agregó Parker.
"Fue difícil dejar de pensar en ella, así que hice lo que tenía que
hacer para sobrevivir y construir una buena vida para mis hijos",
admitió. "Su mamá no era mi compañera, pero al menos me
habló de ellos".
"Sí, ella nos abandonó y apestaba cuando era mamá, pero parece
que tuvimos suerte en comparación contigo", dijo mi hermano de
la camiseta verde. "Al menos nos teníamos el uno al otro y un
padre que nos amaba".
"Pero ahora, ella también nos tiene a nosotros, Braden", dijo
Alasdair.
"Y un compañero", gruñó Parker cuando mis hermanos se
acercaron.
"Solo queríamos presentarnos", se quejó Camden.
"Creo que ya lo he descubierto", dije en un intento de aliviar la
tensión entre mi pareja y mis hermanos. "Alasdair, Braden y
Camden". Señalé a cada uno según el color de su camisa
mientras decía su nombre.
"Chicos, esta es Annora y su pareja, Parker".
Mientras todos estábamos sentados mirándonos con asombro,
Hunter entró corriendo a la sala de espera con una gran sonrisa
en el rostro.
"¡Es un niño!" Él gritó. "Grace dio a luz a mi hijo, Foster Michael".
Con esa noticia, me di cuenta de que mi día había comenzado
como el peor que había tenido, pero terminó como uno de los
mejores. Un padre, tres hermanos y un sobrino bebé.

PARKER
Annora floreció en las semanas posteriores al ataque y antes de
nuestra ceremonia de reclamo. Pasó casi tanto tiempo con su
padre y sus hermanos como conmigo. Estaba construyendo una
conexión con ellos, feliz de haber encontrado una familia que la
deseaba tanto como ella los deseaba a ellos.
Dividir su tiempo entre nosotros fue más fácil cuando cedí y volví
a trabajar la mayoría de las noches. Pasé mis días con ella, solo
nosotros dos, y luego pasó las tardes con Carrick y sus nuevos
hermanos. Una vez que Hunter estaba dispuesto a dejarlos salir
de la casa, Grace a veces pasaba con Foster. Eliza y su padre
también eran visitantes frecuentes. Annora tenía más familia de
la que probablemente sabría qué hacer.
Cuando finalmente llegó la mañana de la próxima luna llena,
Eliza y Grace se la llevaron de nuestra casa antes de que me diera
cuenta de lo que estaban haciendo. Pensé que solo estaba
bajando las escaleras para tomar un café con ellas hasta que
escuché el arranque de la camioneta de Spencer. Una vez que
corrí hacia la ventana, la vi marcharse. Entonces mi teléfono
sonó, haciéndome saber que tenía un mensaje.
-Grace: Quiero que mi hermana tenga el día de reclamo
perfecto. Prometo consentirla y asegurarme de que esté
lista a tiempo. Nos vemos en la casa más tarde. Y sí ... este
es la compañera de tu alfa hablando, ¡así que es mejor que
no interfieras!
Era la primera vez desde que estaba con Hunter que me sacaba
la tarjeta de rango. Por mucho que hubiera querido pasar el día
con mi pareja, sabía que ella disfrutaría de los mimos que Grace
había planeado para ella, así que no arruinaría eso para ella.

Además, me daría tiempo para prepararle mi sorpresa aquí. A
Annora se le negaron tantas cosas mientras crecía. Quería
empezar a compensar algo de eso llenándola de regalos esta
noche.
****
Estaba tan ocupado trabajando en su sorpresa y preparándome
que no llegué a la casa de Hunter hasta justo antes de que
comenzara el reclamo. Cuando le pregunté dónde estaba Annora,
Grace me indicó uno de los dormitorios del piso de
arriba. Cuando me acerqué a la habitación, pude escuchar voces
a través de la puerta cerrada.
"No tienes que seguir con esto", dijo Carrick.
Quería derribarlo y atacarlo por tratar de convencer a mi pareja
de que no la reclamara, pero sabía que ella no me perdonaría si
seguía mi instinto. Así que esperé y escuché mientras una parte
de mí estaba muerta de miedo de que ella aceptara irse con él
porque la había tomado como mi compañera cuando estaba
vulnerable y asustada. Incluso sabiendo que era la decisión
correcta, todavía me sentía culpable por el momento de nuestro
apareamiento.
"Papá", dijo en un tono de castigo. Juro que aprovechó cada
oportunidad para llamarlo así desde que se enteró de que él era
su verdadero padre.
Le había dado algo que yo no podía hasta que tuviéramos hijos:
una conexión de sangre con alguien que la amaba
incondicionalmente. Pero no sentí celos por su relación porque
era lo que ella había anhelado a lo largo de los años: un padre
que la apreciaba casi tanto como yo.
"Entonces supongo que deberíamos sacar a tu compañero de su
miseria antes de que rompa la puerta para llegar a ti", dijo

Carrick, haciéndome saber que había estado consciente de mí
parado allí todo este tiempo. "Sin embargo, es mejor que
comprenda que no solo estamos haciendo un reclamo de lobo
hoy. Hunter puede hacer su parte de su ceremonia tradicional,
pero también los conectaré a ustedes dos como parte de mi clan".
"Me encantaría", respondió Annora, y mi corazón se elevó ante la
idea de atarla a mí de una manera adicional. Algo parecido a lo
que había hecho Hunter cuando se casó con Grace.
Una vez que abrí la puerta, lo primero en lo que se posaron mis
ojos fue en mi pareja, que estaba parada frente al espejo con un
vestido blanco que abrazó sus curvas y se arremolinaba alrededor
de sus piernas.
"Tan jodidamente hermosa", suspiré.
"Supongo que no tengo que preocuparme de que a Parker le
importe un carajo mi incorporación a la ceremonia con la forma
en que te está mirando en este momento", bromeó Carrick.
"La ataré a mí de todas las formas posibles", le prometí. "De
cualquier forma que la haga feliz".
"Es muy bueno escucharlo, hijo". Carrick me dio una palmada en
la espalda. "Porque si haces infeliz a mi niña, me responderás".
"No hay necesidad de entrar en un concurso de mear", dijo
Annora mientras nos ponía los ojos en blanco. "Los amo a
ambos. Ahora, ¿alguno de ustedes quería acompañarme abajo
para que pudiéramos comenzar esta ceremonia? "
"Sí", respondí rápidamente y agarré su mano antes de que
Carrick pudiera llegar a ella porque no dudé ni por un minuto
que a él no le gustaría el privilegio tanto como a mí.
"El chico se mueve rápido", refunfuñó mientras nos seguía.
Mientras caminábamos de la mano, la llevé escaleras abajo y al
patio trasero. Mi manada estaba de pie en un círculo con Hunter

en el medio. Noté que los hijos de Carrick también se les habían
unido. El círculo se abrió para dejarnos pasar, y Carrick se unió
a nosotros en el centro, deteniéndose para pararse junto a mi
hermano.
Mientras estábamos parados frente a Hunter y Carrick, mi
corazón se aceleró ante la idea de correr detrás de mi compañera
y atraparla. Con su padre y sus hermanos presentes, quería ser
lo más rápido posible. No tenía ningún deseo de compartir la
vista del cuerpo curvilíneo de mi pareja con nadie más, y
ciertamente no con los nuevos miembros masculinos de su
familia.
Hunter miró a Carrick antes de pronunciar la frase que nuestra
manada había usado durante generaciones durante las
ceremonias de reclamo para todos los miembros, las palabras que
consolidarían el vínculo entre Annora y yo para siempre al
vincular a mi lobo con su oso.
"Seinen Gefährten zu finden ist ein Geschenk. Ich bin glücklich die
Verbindung meines Bruders heute segnen zu dürfen", dijo.
Carrick dio un pequeño paso hacia adelante cuando
terminó. Luego tomó nuestras manos unidas y las envolvió con
las suyas. Le sonrió a su hija, el amor brillaba en sus ojos antes
de mirar al cielo.
"Bless mé an aontas!" gritó.
Aparentemente, eso fue todo, porque dejó caer nuestras manos y
dio un paso atrás.
"¿Tienes idea de lo que dijo?" Le pregunté a Annora.
Ella se encogió de hombros. "No sé qué dijo ninguno de los dos".
"Bendigo esta unión", dijo Carrick, respondiendo a mi pregunta
sobre el significado de las palabras antes de que pudiera siquiera
preguntar.

"Encontrar a su pareja es un regalo. Estoy feliz de poder bendecir
la conexión de mi hermano hoy", intervino Hunter.
"Bueno, ahí tienes", se rió Annora. "Supongo que nos lo dijeron,
¿eh?"
"Sí, lo hicieron", estuve de acuerdo mientras apretaba
suavemente su mano antes de soltarla.
"¿Ahora corro?" ella preguntó.
"Ahora corre", le confirmé.
Se giró lejos de mí y corrió hacia los árboles. Antes de saltar para
perseguirla, vi a su padre y a sus hermanos moverse hacia la
línea de árboles. Pensé que me iban a bloquear, pero se movieron
hacia un lado y luego formaron una línea entre los miembros de
mi manada y yo, una pared de ladrillos que protegía mi
persecución de cualquiera que quisiera seguirme.
"Esto está lo suficientemente cerca", gruñó Carrick.
Mis dos hermanos se rieron en respuesta mientras corría tras mi
pareja. Corriendo para alcanzarla, escuché el susurro de las
hojas y el chasquido de las ramitas no muy lejos de mí. Como era
mucho más alto que Annora, tenía una clara ventaja en lo que
respecta a la velocidad a la que podía correr. Así que reduje un
poco mi paso, queriendo un poco más de distancia entre todos
los demás y Annora cuando finalmente la alcanzará y la
reclamará como mía.
Una vez que había llegado lo suficientemente lejos, corrí detrás
de ella de nuevo y atrapé su mirada cuando se volvió para ver qué
tan atrás estaba. En lugar de despegar de nuevo, se detuvo y me
miró.
"Se supone que debes hacer que te persiga", le dije cuando la
alcancé.

"Parece una tontería ya que quiero que me atrapes", argumentó
antes de saltar a mis brazos y envolver sus piernas alrededor de
mi cintura. "¿Por qué correr cuando puedo acelerar lo inevitable
y llegar a la parte buena?"
"Estoy a favor de llegar a la parte buena", estuve de acuerdo
mientras la cargaba hasta que su espalda descansaba contra un
alto roble.
"Mucho más divertido que correr", susurró en mi oído. "Lo que
realmente no disfruto".
"Debería haberte atrapado más rápido. ¿Perdón?"
"Depende", gimió cuando pellizqué mi marca en su
hombro. "¿Crees que puedes llevarme al orgasmo antes de que
alguien nos encuentre?"
"Maldita sea, puedo", le prometí antes de subirle el vestido hasta
que me presioné contra su coño desnudo. Aunque sabía que su
padre y sus hermanos nos tenían cubiertos y lo más probable era
que nadie nos siguiera, aún quería hacerlo rápido para poder
llevarla de regreso a la privacidad de nuestra cabaña. "Mía", dije
con voz ronca, mi lobo empujándome a reclamar a mi pareja aquí
con la naturaleza que nos rodeaba.
"Tuya", estuvo de acuerdo, sus manos empujando mis
pantalones cortos por mis caderas hasta que mi polla estuvo
fuera. Luego hizo círculos con sus dedos alrededor de mi
endurecida longitud. "Y esto es mío".
"Te necesito," gruñí, mis caderas subieron mientras su mano se
deslizaba hacia arriba y hacia abajo por mi polla.
En un movimiento más audaz que cualquier cosa que hubiera
hecho en las semanas que estuvimos juntos, Annora movió mi
erección hasta que estuvo lista en su entrada. "Entonces
tómame".

Empujé en su coño empapado, tocando fondo con una poderosa
oleada de mis caderas. "Agárrate fuerte", le ordené.
Annora envolvió sus brazos alrededor de mis hombros y apretó
sus piernas alrededor de mis caderas. Luego, sus uñas se
clavaron en mi espalda.
"Yo también quiero marcarte como mío".
"Todo lo que quieras, bebé", le recordé. "Tú lo sabes."
Su coño se humedeció más y rodeó sus caderas para apretarme
antes de que sus dientes se alargaran. Me preparé para el dolor
mientras ella se movía hacia mi pecho, pero solo sentí un ligero
pinchazo y luego el placer me abrumó cuando ella me marcó
como suyo. Me empujó por el borde y comencé a golpear su
cuerpo, envolviendo mis brazos alrededor de su espalda para que
no golpeara la áspera corteza del árbol.
"Mío", gruñó, repitiendo lo que normalmente le recordaba cuando
estábamos follando.
"Tuyo", la tranquilicé.
Mis embestidas eran profundas y poderosas, mis bolas golpeaban
su trasero cada vez que tocaba fondo. Sus ojos estaban vidriosos
por la lujuria, y parecía que su oso estaba más cerca de la
superficie que de costumbre. Todavía estaba aprendiendo sobre
la bestia que vivía dentro de ella porque era muy nueva para
ella. Pero en momentos como este, mi lobo no quería nada más
que marcar a su oso, así que hundí mis colmillos en su hombro
por encima de mi marca. Mientras se deslizaban en su carne, sus
paredes comenzaron a apretarse contra mí y supe que estaba
cerca de su orgasmo.
"Vente por mí," exigí, moviendo mi mano para poder mover su
clítoris.
"¡Parker!" gritó mientras su coño se encerraba en mi polla, sus
espasmos me enviaban al límite con ella.

"Te amo", gruñí.
Era la primera vez que alguno de los dos había dicho las palabras,
pero se sentían bien. Annora se sacudió en mis brazos y traté de
dar un paso atrás para que no se golpeara la cabeza contra el
árbol. Olvidé que mis pantalones cortos estaban alrededor de mis
pies y terminé cayendo sobre mi trasero con ella encima de mí.
"Si querías correr de nuevo, podrías haberlo dicho", dijo en
broma, en un intento incómodo de pasar por alto el momento.
Permanecí en silencio hasta que ella me miró. Fijando mi mirada
en ella, deseé que entendiera lo serio que era.
"Te amo, Annora".
Sus ojos se llenaron de lágrimas. "Pensé que tal vez lo habías
dicho en el calor del momento con el reclamo y todo", dijo. "Tenía
miedo de esperar que lo dijeras en serio".
"Con todo mi corazón", prometí mientras caía mi estómago
porque ella no me había repetido las palabras. Sin embargo, no
quería que lo dijera si realmente no lo decía en serio.
Mientras las lágrimas brotaban de sus ojos, respiró hondo. Se
veía más feliz de lo que nunca la había visto y tan increíblemente
hermosa. Cuando finalmente habló, mi corazón casi se detuvo.
"También te amo con todo mi corazón, Parker".
Mientras la acercaba a mi pecho, un aullido brotó de mis labios
y mi lobo celebró nuestra alegría. Podía sentir los latidos de su
corazón como si fueran los míos, como si nuestros corazones
latieran juntos. Nuestro vínculo de apareamiento estaba
bloqueado en su lugar, por lo que era como si fuéramos dos
mitades de la misma alma que vivían y respiraban el uno dentro
del otro. Annora era mi compañera predestinada y me
amaba. Nuestro futuro, uno que esperaba que estuviera lleno de
los hijos que ambos anhelamos tener, brillaba por delante.

ANNORA
3 meses después
"No puedo creer que estemos pasando la Nochebuena con mi
papá y mis hermanos", dije mientras Parker y yo nos
acercábamos a la casa de mi papá. Solo nos había llevado un par
de horas llegar aquí y estaba emocionada de pasar mis primeras
vacaciones con mi familia.
"Yo tampoco", se quejó. "¿Cómo se las arregló tu papá para
convencerme de esto?"
"Fue fácil", respondí. "Me emocionó mucho ver su casa, así que
yo haría las preguntas por él".
"Porque él sabe muy bien que no puedo decirte que no".
"Tal vez si no me siguieras diciendo, 'Cualquier cosa para ti',
frente a él, entonces él no lo sabría", sugerí.
"Creo que ese barco ha zarpado", argumentó. "Además de eso, él
te dará lo que quieras en su lugar".
"Tienes un buen punto", admití, sintiéndome segura de saber que
mi pareja y mi padre me amaban mucho. Además de mis
hermanos, los hermanos de Parker y sus esposas.
No importaba qué regalos recibiera para Navidad este año porque
ya había recibido lo único que realmente quería: una familia que
realmente se preocupara por mí y lo demostrara. Y un compañero
que me dio todo lo que quería, a menudo incluso antes de que
me diera cuenta. Todavía no había superado la conmoción de
encontrar un auto nuevo en nuestro camino de entrada cuando
regresamos a casa de nuestro reclamo.

Cuando llegamos al camino de entrada, vi a mis hermanos de pie
junto a nuestro padre, esperándome con una sonrisa en sus
rostros y vistiendo los feos suéteres navideños que les había
enviado hace una semana. Mientras estaba comprando regalos,
encontré una tienda especializada en ellos y no había podido
resistirme a comprar algunos para los chicos de mi vida. Sin
embargo, nunca en mi imaginación más salvaje había pensado
que realmente los usarían.
"Sí, nos tienes a todos envueltos alrededor de tu dedo meñique",
dijo Parker mientras miraba el suéter que estaba usando antes
de señalar con la cabeza en dirección a mi familia. "Esa es la
única explicación de por qué ni siquiera tienes que pedirnos que
usemos estas malditas cosas. Todo lo que se necesitó fue que los
compraras y cedimos".
Me reía cuando mi padre abrió la puerta del pasajero para
ayudarme a salir de la camioneta que Parker había insistido en
que compráramos ayer. Quería algo más seguro que el auto que
acababa de comprarme y tenía una pequeña razón que lo empujó
a asegurarse de que lo tuviéramos antes de conducir hoy. Una
razón que mi padre notó tan pronto como me tomó en sus
brazos. Realmente no había forma de ocultar algo así a otros
cambiaformas, maldito su sentido del olfato.
"¿Estas embarazada?" jadeó asombrado. Luego me levantó en el
aire cuando asentí con la cabeza para confirmar lo que su nariz
ya le había dicho. "¡Voy a ser abuelo!"
Alasdair, Braden y Camden se abrieron paso a codazos junto a
nuestro padre para abrazarme y felicitarme antes de que Parker
me robara a todos y me llevara a la casa.
"Hace demasiado frío para que Annora esté ahí afuera", los
reprendió, actuando tan ridículamente protector conmigo como
lo había sido desde que descubrimos el embarazo.

Era algo a lo que necesitaba acostumbrarme y pronto porque me
sentí tratada como delicada porcelana durante toda nuestra
visita. Estaba sentada en el sofá con los pies apoyados en una
almohada. Nadie me dejaba ayudar a cocinar, poner la mesa o
limpiar después de la cena. Ni siquiera se me permitió repartir
regalos debajo del árbol. En cambio, cada uno de los hombres en
mi vida me trajo el regalo que habían elegido para mí y se sentó
a mi lado mientras yo abría el mío antes de que siquiera vieran
sus regalos. Mis hermanos se deleitaron especialmente con las
medias que les había traído. Era el único recuerdo feliz que tenía
de las Navidades pasadas y una tradición que quería continuar
con mi familia en el futuro.
Cuando Parker y yo nos fuimos, estaba exhausta. No porque
hubiera hecho nada. Todos los mimos me cansaban muchísimo.
No tenía idea de cómo iba a durar todo el embarazo de esta
manera, especialmente porque mi papá y mis hermanos dejaron
en claro que iban a visitarnos más a menudo ahora que teníamos
un bebé en camino. Mi única esperanza era que mis hermanos
encontraran a sus propias compañeras, o de lo contrario tendría
que lidiar con un séquito de hombres sobreprotectores hasta que
llegara el bebé.
****
"Feliz Navidad, bebé", susurró Parker mientras me despertaba
con un beso en los labios antes de inclinarse sobre mi estómago
y depositar un beso allí también.
"Feliz Navidad", repetí antes de mirar el reloj y darme cuenta de
que tenía que apurarme si iba a estar lista a tiempo para ir a
donde Hunter y Grace's para el brunch. "¡Me dejaste dormir!"
"Por supuesto que sí", dijo en un tono que implicaba que debería
haber sabido que esto era obvio. "Necesitas descansar".

"¡No diez horas!" Discutí mientras salía de la cama.
"Aparentemente lo hiciste ya que ese es el tiempo que dormiste",
bromeó. "Estás durmiendo por dos ahora".
"Creo que el dicho es 'comer por dos'", le corregí.
"Eso también", estuvo de acuerdo. "Así que será mejor que te
llevemos abajo y te alimentemos".
Ya estaba medio vestida desde que había elegido mi atuendo para
hoy antes de irnos para mi visita a la casa de mi papá ayer. "No
hay tiempo. Comeré algo donde Grace y Hunter".
"No vamos a ir a su casa", dijo, sorprendiéndome, nuestros
planes para hoy se habían establecido hace semanas.
"¿Qué quieres decir con que no vamos a ir a su casa?" Yo
pregunté. "Pasaremos el día de Navidad con la familia".
"Sí", estuvo de acuerdo, haciendo un chasquido al final de la
palabra. "Es por eso por lo que todo el mundo ya está abajo".
"¡Qué!" Grité. "No tengo nada listo ya que pensé que no íbamos a
estar aquí hoy".
"No te preocupes", me aseguró. "Tengo todo cubierto".
Cuando bajamos las escaleras, rápidamente me di cuenta de que
Parker no había estado exagerando cuando me dijo que ya se
había ocupado de todo. Se habían colgado medias adicionales
para Hunter, Grace, Foster, Spencer, Eliza y Elias. Las luces del
árbol estaban encendidas y podía oler el café en la cocina. La hoja
extra estaba en la mesa del comedor y los lugares estaban
dispuestos. La comida estaba esparcida en los mostradores de la
cocina, un verdadero buffet que incluía todos mis favoritos.
Eliza y su papá estaban ayudando en la cocina. O al menos Eliza
estaba tratando de ayudar mientras su padre la seguía,
quitándole cosas y diciéndole que eran demasiado pesadas para
que ella las cargara en su condición. Spencer se sentó en uno de

los taburetes de la barra, riéndose de su compañera mientras ella
gruñía de frustración. Su vientre estaba ligeramente redondeado
con el bebé que ella y Spencer habían concebido la noche en que
nació Foster.
Grace estaba sentada en el sillón reclinable con Foster en su
regazo y Hunter apoyado en el brazo para poder estar cerca de
ellos. Si no estaba ocupado ocupándose de los asuntos de la
manada, no se alejaba mucho de sus lados.
Alguien llamó a la puerta antes de que se abriera y entraron mi
padre y mis hermanos. Fue una gran sorpresa, ya que no los
esperaba después de pasar la Nochebuena en su casa.
"Los invité antes de que comenzaras a hablar sobre el viaje para
verlos. Pensé que querrías pasar la Navidad rodeada de toda tu
familia", Parker susurró en mi oído mientras mi mirada se movía
alrededor de la cabaña, empapándome de la vista de todas las
personas que más me importaban en un solo lugar al mismo
tiempo.
"Gracias por darme todo lo que pude desear", le susurré a Parker
antes de alejarme de él para unirme a la diversión de pasar la
Navidad con nuestra familia.

Adoro absolutamente la lectura, siempre lo he hecho y siempre
lo haré. Cuando era pequeña, mis amigos solían burlarse de mí
cuando los seguía, tratando de leer y caminar al mismo
tiempo. Si tengo tiempo de inactividad, lo más probable es que
me encuentre leyendo o escribiendo.
Soy madre de dos maravillosos hijos que me han inspirado a

perseguir mi sueño de ser escritora. Quiero que aprendan de mí
que puedes vivir tu sueño siempre que estés dispuesto a trabajar
por él.
Cuando le dije a mi mamá que mi resolución de año nuevo era

autoeditar un libro en 2013, ella prácticamente me dijo: "¡Ya era
hora!"

Thrown To The Wolves (Black River Pack) - Rochelle Paige

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Cuando su situación va de mal en peor, Annora escapa pero

Parker Tate sabe que Annora es suya en el momento en que la

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