Fichas Enfermedades Infecciosas

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Mal de chagas

Epidemiología: Enfermedad endémica en América Latina. Solamente en


Argentina afecta a aproximadamente 1.600.000 personas, desde el Norte hasta la
Patagonia.

Agente etiológico: Trypanosoma cruzi (un protozoo).

Vías de transmisión:
Vectorial: T. cruzi vive en el intestino de la vinchuca (el vector). Cuando la vinchuca
pica, a la vez defeca. Entonces al rascar la picadura, el tripanosoma ingresa en la
sangre y se produce la infección. La vinchuca suele habitar en las grietas de
paredes y techos de viviendas carenciadas, en ramas de árboles y leña, corrales o
gallineros.
Directa: También se transmite de madre a hijo o hija durante el embarazo (cada
año nacen en el mundo 9000 bebés con la enfermedad).
Indirecta: Transfusiones de sangre y transplantes de órganos.

Síntomas y pronóstico: Síntomas leves o ausentes en la fase inicial, luego


aparecen fiebre, ganglios inflamados, dolor de cabeza y náuseas o vómitos. El 30%
de los pacientes presentan luego de muchos años problemas cardíacos —y en
menor medida gastrointestinales o cerebrales— severos que provocan la muerte.
La enfermedad de Chagas se puede curar si se diagnostica a tiempo, cuanto más
temprano mejor.

Sífilis Tratamiento: Benznidazol, que resulta muy efectivo si se administra desde el


comienzo de la infección, (sin embargo el 99% de los infectados no tienen acceso al
tratamiento).

Prevención: No existe vacuna para esta enfermedad, pero se puede prevenir


controlando al insecto vector, la vinchuca. Además se debe realizar el análisis para
detectar la enfermedad lo antes posible para poder intervenir con la medicación
cuanto antes y disminuir la probabilidad de enfermedad grave.
Sífilis

Epidemiología: Cada año se reportan 6 millones de casos nuevos de sífilis en


personas de 15 a 49 años, una enfermedad que también es responsable de la
muerte de 300.000 fetos (abortos espontáneos) y neonatos (bebés recién nacidos).
Entre 2013 y 2017 se triplicaron los casos de sífilis en Argentina, especialmente en
los más jóvenes de 30 años.

Agente etiológico: La sífilis es causada por una bacteria llamada Treponema


Pallidum, que tiene forma de espiral y movimientos tipo sacacorchos.

Vías de transmisión: Directa: La sífilis es una infección de transmisión sexual (ITS):


puede transmitirse vía sexual. También se transmite de madre a hijo o hija durante
el embarazo.

Síntomas y pronóstico: En el comienzo de la infección, se presenta una pequeña


llaga o úlcera llamada chancro que puede aparecer en cualquier parte del cuerpo
donde hubo contacto con la bacteria. Muchas veces esta llaga que no duele ni pica,
es inadvertida y desaparece. Luego aparecen ronchas en todo el cuerpo, fiebre y
caída del cabello. Durante mucho tiempo puede no haber más síntomas, y en los
casos en los que no se curó a tiempo, finalmente aparecen complicaciones como
parálisis, entumecimiento, síntomas neurológicos y cardíacos.

Tratamiento: Es una enfermedad fácil de tratar y curar con antibióticos. El


antibiótico que se usa es la penicilina.

Prevención: Preservativos y testearse para enfermedades de transmisión sexual


antes de iniciar relaciones. En el caso de las madres infectadas embarazadas, el
tratamiento con penicilina de la madre, puede prevenir la transmisión de sífilis al
feto, evitando la posibilidad de aborto espontáneo o muerte neonatal.
Tuberculosis

Epidemiología: En 2019 en Argentina se registraron casi 13000 nuevos casos de


tuberculosis, gran parte en la ciudad de Buenos Aires La mayoría de los casos se
dan en países en desarrollo de África, Asia y también en Europa del Este. En 2014 se
estima que 1,5 millones de personas murieron a causa de la tuberculosis.

Agente etiológico: Mycobacterium tuberculosis (una bacteria, también llamada


bacilo de Koch, en honor al científico que la describió por primera vez).

Vías de transmisión:
Directa: A través de aerosoles de la tos y estornudos. Una persona infectada
activamente puede infectar de 10 a 15 personas por año.

Síntomas y pronóstico: Una proporción de los infectados van a mantener una


infección latente y no transmisible, y en otros pacientes durante mucho tiempo
pueden no aparecer síntomas. Pero con el tiempo el o la paciente desarrolla una
tos crónica, que inclusive puede tener restos de sangre en casos más avanzados de
la enfermedad. La tuberculosis es una infección que causa la muerte por falla
pulmonar en aproximadamente el 15% de las personas infectadas (generalmente
personas sin acceso a tratamiento). Una vez que una persona tuvo tuberculosis es
improbable que vuelva a infectarse.

Tratamiento: Antibióticos en tratamientos prolongados (un mínimo de 6 meses


con combinaciones de antibióticos). Recientemente aparecieron cepas de
bacterias resistentes y extra-resistentes a varios antibióticos.

Prevención: Existe una vacuna para esta enfermedad que en Argentina reciben los
recién nacidos: la BCG (que no sirve para adultos). Mantener los ambientes bien
ventilados, cubrirse boca y nariz al estornudar y toser y uso de barbijo son medidas
importantes como en cualquier enfermedad respiratoria.
Dengue

Epidemiología: Se estima que la mitad de la población mundial se encuentra en


riesgo de contraer dengue, una enfermedad muy presente en Asia y América latina,
que causa entre 100 y 400 millones de infecciones cada año. En septiembre de 2021
ya había reportados 4000 casos de dengue en Argentina, muchos de los cuales se
dan en la Provincia de Buenos Aires.

Agente etiológico: El dengue es causado por el virus del dengue (DENV).

Vías de transmisión:
Vectorial: el virus es transmitido por un mosquito, el Aedes Aegyptii, fácilmente
identificable por sus patas rayadas con blanco. El mosquito se infecta al
alimentarse de la sangre de una persona infectada con el virus y así lo transmite a
otras personas.
Directa: de madre a hijo o hija durante el embarazo.

Síntomas y pronóstico: Fiebre, erupción cutánea y dolor en huesos, articulaciones,


y detrás de los ojos. También se lo llama la “fiebre rompehuesos” por los dolores
que causa. En 1 de cada 20 infectados, se puede presentar dengue severo, con
hemorragias internas y posible muerte. El dengue severo es más probable si ya se
tuvo dengue antes y afecta más a niños y mujeres embarazadas, con síntomas
como vómitos, sangrado de encías y nariz, vómito y diarrea con sangre, fatiga e
irritabilidad.

Tratamiento: No existe un tratamiento para el dengue, pero es importante


diagnosticarlo tempranamente para recibir asistencia y cuidados en un hospital
que mejoren el cuadro de la enfermedad.

Prevención: Aún no hay vacuna para el dengue en nuestro país, por eso el método
más efectivo es cuidarse de la picadura del mosquito vector. Es importante eliminar
los reservorios de agua estancada en donde el mosquito se reproduce, y usar
repelente
Hepatitis

Epidemiología: La hepatitis afecta a aproximadamente 2300 millones de personas


en el mundo, causando 1.4 millones de muertes por año. Las regiones más
afectadas son el África subsahariana y la India. En segundo lugar el resto de Asia,
África y América Latina, incluyendo Argentina, donde se reportaron 178 muertes
por Hepatitis en 201 (se estima que hubo 6000 muertes en ese año atribuibles a
secuelas de la hepatitis).

Agente etiológico: Hay cinco tipos de virus que pueden causar hepatitis: A, B, C, D
y E, aunque la enfermedad también puede tener causas no infecciosas (como
consecuencia del contacto con sustancias tóxicas, alcohol o drogas).

Vías de transmisión:
Hepatitis A: Directa: por sangre.
Indirecta: por agua contaminada o por contaminación con materia fecal (no lavarse
las manos luego de ir al baño), la preparación de alimentos sin medidas de higiene.
Hepatitis B: Directa: fluidos como la sangre y el semen (es una enfermedad de
transmisión sexual), y también de madre a hijo o hija.
Hepatitis C: Indirecta: por objetos contaminados como sangre (típicamente agujas
en uso de drogas y tatuajes).

Síntomas y pronóstico: La hepatitis es una enfermedad inflamatoria del hígado


que imposibilita su correcto funcionamiento, limitando así muchas funciones
vitales. Puede ser aguda, es decir, con un inicio y un fin claramente definido, o
crónica, que es cuando la enfermedad perdura en el tiempo con una lenta
progresión. La hepatitis A suele ser aguda: presenta síntomas luego de la infección
y suele curarse con dieta y reposo en el corto plazo. Las hepatitis B y C son las más
peligrosas porque son crónicas, estas variantes producen la muerte por falla
hepática o cáncer de hígado. Los síntomas para una hepatitis son un cambio en el
color de la piel (amarillenta), en la materia fecal (color arcilla), orina oscura, náuseas
y vómitos, fatiga y dolor en la zona del hígado.

Tratamiento: Para la hepatitis A no se necesita más tratamiento que dieta y


reposo, el cuerpo la combate por si mismo. En los casos de hepatitis B y C se
administran medicamentos antivirales por vía oral o inyectable, y en casos
extremos se requiere de transplante de hígado.

Prevención: Lavarse bien las manos y los alimentos, no intercambiar agujas


contaminadas con sangre, usar preservativo siempre en las relaciones sexuales, y
evitar el insumo de alcohol que puede agravar el cuadro de la enfermedad. Además
existe vacuna para hepatitis A y B que es obligatoria en recién nacidos desde el año
2000 y para trabajadores de la salud desde 1992. No existe vacuna para la hepatitis
C.
Síndrome Urémico Hemolítico

Epidemiología: Argentina es tristemente el país número uno en cantidad de


personas afectadas por el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) en el mundo; se
producen entre 300 y 500 casos nuevos por año, principalmente en niños y niñas
pequeños.

Agente etiológico: Una variedad de la bacteria Escherichia coli. Esta bacteria


normalmente vive en nuestro intestino y su presencia es beneficiosa para el
equilibrio y la salud intestinal, Pero hay una variedad de E. coli que produce una
sustancia tóxica (toxina) llamada “shiga”, que genera grandes complicaciones.

Vías de transmisión: Indirecta: Ingesta de carne mal cocida (típicamente


preparaciones de carne picada como las hamburguesas), verduras mal lavadas,
leche y otras bebidas no pasteurizadas, y alimentos contaminados con la toxina
shiga.

Síntomas y pronóstico: La toxina destruye las células endoteliales (que son las que
conforman las paredes de nuestros vasos sanguíneos), causando inflamación y
coagulación de la sangre. Los coágulos y muchos factores de la sangre intentan ser
eliminados por el riñón, produciendo finalmente obstrucción y falla renal. El SUH es
la primera causa de falla renal en la niñez en nuestro país, y la segunda causa de
transplante de riñón en la adolescencia. Los síntomas típicos son diarrea y luego de
tres días de diarrea, comienza a aparecer sangre en las heces. Entre el 2 y el 5% de
los niños y niñas que se infectan mueren a causa de la infección, y el resto puede
quedar con daños renales y neurológicos.

Tratamiento: Lamentablemente, a pesar de ser una infección bacteriana, en este


caso no se debe usar antibiótico, ya que al matar a las bacterias, se liberan más
toxinas y puede agravar el cuadro. Es necesario internar a el o la paciente para
controlar la evolución de la enfermedad, y realizar diálisis (una manera artificial de
eliminar los desechos de la sangre cuando los riñones ya no lo pueden hacer
porque están dañados). En casos extremos se requiere transplante de riñón.

Prevención: Lo más importante es consumir alimentos seguros: cocinar bien la


carne, prestando especial atención a las preparaciones de carne picada, no ofrecer
hamburguesas caseras ni de locales de comida rápida a menores de 3 años. Utilizar
distintos utensilios (tablas y cuchillos) para cortar carne cruda que para cortarla una
vez que está cocinada. Evitar el contacto de la carne cruda con otros alimentos,
asegurarse de que los lácteos conserven la cadena de frío, lavar bien frutas y
verduras que se van a consumir crudas, lavarse bien las manos, tomar solamente
agua potable y no bañarse en aguas prohibidas.
Hantavirus

Epidemiología: El hantavirus afecta a unas 30.000 personas globalmente por año,


pero se está viendo un incremento de casos en el continente americano por
redistribución del vector debido al cambio climático. En el verano de 2019, se
reportaron 29 casos de hantavirus en la localidad de Epuyén, Chubut, 11 de los
cuales fueron mortales. El hantavirus es endémico en el norte del país, en la zona
andina patagónica y en la Provincia de Buenos Aires.

Agente etiológico: La infección se produce por un grupo de virus llamados


Hantavirus.

Vías de transmisión:
Vectorial: Inhalación de aerosoles cargados de partículas virales provenientes de las
heces, orina y saliva de roedores infectados. También se puede contagiar por
mordeduras de los roedores.
Directa: en la variante Andes del virus, se ha detectado transmisión directa entre
personas por tos y estornudos.

Síntomas y pronóstico: La infección por hantavirus produce una enfermedad


pulmonar aguda y grave. El síndrome cardiopulmonar por hantavirus puede
presentarse al comienzo con fiebre, dolor muscular, falta de aire, náuseas, diarrea y
dolor abdominal. La enfermedad evoluciona hacia una insuficiencia respiratoria
grave y paro cardiorespiratorio que provoca la muerte.

Tratamiento: No existe ningún tratamiento para esta enfermedad, pero si la


infección es diagnosticada tempranamente, los pacientes asistidos en terapia
intensiva con suministro de oxígeno en el caso extremo, intubación, tienen mejores
posibilidades de supervivencia y recuperación.

Prevención: Al no existir vacuna, la mejor manera de prevenir es ventilar los


ambientes que estuvieron cerrados por mucho tiempo y baldear con lavandina,
combatir a los roedores y evitar zonas boscosas muy frondosas en los momentos en
que hay mayor concentración de roedores.
Tétanos

Epidemiología: Causa cerca de un millón de muertes por año a nivel mundial,


principalmente en países de bajos recursos con bajo nivel de vacunación. En estos
países además es una enfermedad muy letal, causando la muerte a cerca de un
40% de los infectados e infectadas, por falta de medios para atender
adecuadamente las formas avanzadas de la enfermedad. En países en los que la
población está cubierta por la vacuna, el tétanos es una enfermedad infrecuente.

Agente etiológico: La bacteria Clostridium tetani.

Vías de transmisión: Indirecta: C. tetani vive en los suelos de todo el mundo en


forma de esporas (un estadío de la bacteria inactivo que le permite sobrevivir
mucho tiempo en condiciones adversas). Cuando entra en contacto con una herida
abierta la bacteria se reproduce y produce una toxina muy potente que afecta al
sistema nervioso (neurotoxina).

Síntomas y pronóstico: Espasmos musculares, inicialmente en la mandíbula, que


dan lugar a una expresión facial característica (risa sardónica). Estos espasmos son
seguidos de otros en los músculos de la espalda y cuerpo. Finalmente, si no se
inicia un rápido tratamiento, se puede dar la crisis tetánica que conduce a la
muerte por ahogo.

Tratamiento: Requiere tratamiento inmediato en el hospital: se limpia


exhaustivamente la herida, se administran antibióticos y un tratamiento con
gammaglobulina tetánica, que es una preparación de anticuerpos contra la toxina
tetánica que la inactivan y mejoran el pronóstico.

Prevención: Siempre es importante limpiarse bien las heridas, pero el tétanos es


una enfermedad completamente prevenible por vacunación. En Argentina se
estima que el 94% de la población se encuentra vacunada contra el tétanos, con lo
cual la mortalidad es muy baja, pero muchos países, incluyeron la obligatoriedad
de la vacuna recién comenzando los años ´70 (la vacuna había sido desarrollada en
1938), con lo cual en países como Japón, por ejemplo, el 47% de la población no está
vacunada (las personas que nacieron antes de 1968). Lo mismo ocurre en
Argentina, donde la vacunación obligatoria recién se implementó en 1983.

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