Capítulo 20
Capítulo 20
Capítulo 20
LA EVANGELIZACIÓN
CO% MO GANAR Y MANTENER MIEMBROS
2a EDICIO% N
Por Dr. Balvin.
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reproducirse de cualquier forma con el permiso del autor.
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Cómo instruir
efectivamente a los nuevos
creyentes
EL OBJETIVO de la evangelización se podría resumir en
las siguientes palabras: «Buscar a los perdidos y mantener a los
que han sido hallados». Como reflejo de este doble enfoque, la
Iglesia Adventista del Séptimo Día entiende que su misión es:
«Hacer discípulos de todos los pueblos, comunicando el
evangelio eterno en el contexto del mensaje de los tres ángeles
de Apocalipsis 14: 6-12, llevándolos a aceptar a Jesús como su
Salvador personal y a unirse con su iglesia remanente,
instruyendo a las personas a servirle a él como Señor y a
prepararlos para su pronta venida».1 Este proceso de discipulado
y de preparación incluye el enriquecimiento espiritual. «Los
nuevos conversos necesitarán ser instruidos por fieles maestros
de la Palabra de Dios, para que aumenten en conocimiento y en
amor a la verdad, y crezcan hasta la plena estatura de hombres y
mujeres en Cristo Jesús» (El evangelismo, cap. 10, p. 248).
1. http://www.adventistas.org.pe/?page_id=254.
estímulo. No se los debe dejar solos, a merced de las más
poderosas tentaciones de Satanás; necesitan ser educados con
respecto a sus deberes; hay que tratarlos bondadosamente,
conducirlos, visitarlos y orar con ellos. Estas almas necesitan el
alimento asignado a cada uno a su debido tiempo.
»No es extraño que algunos se desanimen, se demoren en
el camino y sean devorados por los lobos. Satanás persigue a
todos. envía a sus agentes para reintegrar a sus filas a las almas
que perdió. Debe haber más padres y madres que reciban en su
corazón a estos niños en la verdad, y los estimulen y oren por
ellos, para que su le no se confunda» (Testimonios para la
iglesia, t. 4, p. 72).
«Hay que tratar con paciencia y ternura a los recién
llegados a la le, y los miembros más antiguos de la iglesia tienen
el deber de encontrar la forma de proporcionar ayuda, simpatía e
instrucción para los que han salido de otras iglesias por amor a la
verdad, y que en esta forma se han separado de la obra pastoral a
la que habían estado acostumbrados. La iglesia tiene la
responsabilidad de asistir a esas almas que han ido en pos de los
primeros rayos de luz recibidos; y si los miembros de la iglesia
descuidan este deber serán infieles al cometido que Dios les ha
dado» (El evangelismo, cap. 10, p. 258).
La etapa de pasión
En esta etapa los nuevos creyentes experimentan
satisfacción como resultado de su decisión de aceptar a Cristo y
ser miembros de la iglesia. Durante esta etapa tienden a sentir
que si Jesús viniera al mundo en ese momento, estarían listos
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La etapa de desilusión
A medida que los nuevos miembros continúan
interactuando con otros miembros de la iglesia, la etapa de la
pasión a menudo da paso a la desilusión. Conversando y
escuchando, observando y experimentando, comienzan a
descubrir que las realidades de la imperfecta naturaleza humana
también existen dentro de la iglesia. También muchas veces se
encuentran luchando con problemas personales, desafíos
espirituales y otros factores desalentadores. Como resultado,
empiezan a tener dudas que les hacen cuestionar su fe. Para
empeorar las cosas, las reacciones de los otros miembros de la
iglesia hacia sus dudas, además de la influencia de su familia y
amigos no adventistas, podría no ser alentadora.
Como nuevos miembros, les resulta difícil adaptarse a su
nuevo estilo de vida, y desarrollan cierto miedo al fracaso.
Pueden experimentar sentimientos de rechazo o recibir críticas
desde dentro y fuera de la iglesia. Luego aparecen sentimientos
de frustración, depresión, apatía y aislamiento. Como resultado,
comienzan a extrañar la comodidad que disfrutaban
anteriormente en aquello que estaba establecido.
La instrucción es especialmente importante durante esta
etapa. Debe contarse con un plan de instrucción especial en el
que se le asignen guías espirituales a los nuevos miembros con
el propósito de ayudarlos a atravesar por este período crítico.
La etapa de aceptación
La aceptación ocurre cuando los nuevos miembros
superan la desilusión. El amor, la atención y el cuidado de sus
guías espirituales, el poder del Espíritu Santo, y las relaciones
que han desarrollado con el Señor y con lo demás miembros de
la iglesia los han ayudado a llegar a este punto. Han visto, oído y
experimentado mucho y ahora entienden que ser cristiano
incluye un conjunto de emociones, realidades y experiencias.
Aceptan que el trigo y la cizaña deben crecer juntos hasta la
siega. Han sido capaces de soportar el ridículo por la gracia del
Señor. Sus vidas de oración y estudio mejoran, y aprenden a
confiar más en Jesús.
Ahora son capaces de ponerlo todo en las manos del
Señor y confiar en él. Bien sea que se trate de una situación que
encuentran difícil o imposible de controlar, un rasgo de
personalidad difícil de cambiar, o una emoción que los embarga,
son capaces de seguir adelante. Minimizan los cuestionamientos
que pueden desanimarlos y elijen aceptar la realidad de su nueva
vida. Son conscientes de sus propias fortalezas y debilidades y
reconocen que otros también tienen fortalezas y debilidades.
Tienen control sobre sus actos y miran las cosas desde una
perspectiva más amplia.
En esta etapa se empiezan a hacer preguntas sobre la
manera en que se hacen las cosas en la iglesia y por qué se hacen
de esa manera. Quieren entender correctamente y hacer las cosas
bien. Como resultado, son sensibles en cuanto a sus errores y se
preocupan por lo que la gente piensa de ellos.
La etapa de integración
En esta etapa los nuevos miembros abrazan la le de todo
corazón. Ahora son capaces de percibir nuevas y emocionantes
oportunidades en la iglesia. Sus puntos de vista ahora trascienden
los meros beneficios terrenales de pertenecer a la iglesia, pues
han aprendido a fijarse en los beneficios eternos. Llegan a
reconocer la interdependencia que existe entre los miembros de
la le; y comprenden los roles y las funciones del pastor, de los
ancianos, de los dirigentes de la iglesia y de los miembros. A
medida que desarrollan el deseo de participar en las actividades
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Amor
El apóstol Juan dijo: «Amados, amémonos unos a otros,
porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama es nacido de Dios
y conoce a Dios» (1 Juan 4: 7). Los nuevos creyentes han
abandonado el amor del mundo por un amor más grande. Juan 3:
16 identifica la fuente de ese amor: «De tal manera amó Dios al
mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que
en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna». Del mismo
modo, Romanos 5: 8 declara que «Dios muestra su amor para
con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por
nosotros». Los creyentes deben mostrar a los nuevos miembros
que es posible encontrar el amor de Cristo dentro de la iglesia.
Sin embargo, decirlo no es suficiente. En esto necesitan más que
la simple teoría. Necesitan experimentar el amor en acción.
Stephen Covey observa: «En la gran literatura de todas las
sociedades progresistas, el amor es un verbo». Y añade: «El amor
es algo que se hace: el sacrificio que uno hace, la entrega del
yo».2
Las siguientes son algunas maneras en que los miembros
de la iglesia pueden demostrar amor de manera activa hacia los
nuevos conversos:
• Salúdelos y deles la bienvenida a los servicios de adoración
de la iglesia.
• Conozca y utilice sus nombres.
• Establezca un ambiente que refleje cuidado, respeto y
preocupación hacia ellos, y que influya en ellos para que se
relacionen con la gente y con los planes de la iglesia.
• Ayúdelos a experimentar emociones positivas en los
servicios y las actividades sociales de la iglesia.
• Ayúdelos a involucrarse en las actividades y programas de la
iglesia.
• Cuando sea necesario, practique el perdón hacia ellos y hacia
los demás, de manera que puedan comprender y aceptar esta
virtud cristiana fundamental.
• Escúchelos y trate de entenderlos.
• Evite hacer o decir cosas que les produzcan vergüenza.
• Reconozca las cualidades y virtudes especiales que ve en
ellos.
• Identifique sus buenas intenciones y présteles la debida
importancia.
• Dígales la verdad, incluso cuando esta sea difícil, pero
siempre con compasión.
• Fomente el pensamiento independiente y una mentalidad
abierta en lugar de la mera conformidad.
• Prepáreles su comida favorita como sorpresa.
• Llévelos a un lugar especial a disfrutar de una actividad sana
y edificante.
• Ofrezca su ayuda en algo en lo que ellos estén trabajando.
• Cuando se sientan molestos, frustrados, o decaídos,
muéstrese dispuesto a hablar con ellos.
• Mantenga la confidencialidad. Cuando hablen, escuche y no
difunda sus asuntos privados en la iglesia o por Internet.
• Preséntelos a las personas importantes en su vida y dígales lo
orgulloso que está de ellos.
• Dígales y demuéstreles que son bienvenidos en la familia de
la iglesia.
• Aparte tiempo para ellos en sus diferentes actividades.
• Acompáñelos a hacer diligencias, como ir de compras, o
invítelos a una actividad deportiva.
• Acepte sus invitaciones.
• Enséñeles cómo hacer algo que a usted le gusta y deje que
ellos le enseñen cómo hacer las cosas que les gustan.
• Muéstrese paciente con ellos.
• Recuérdeles que la iglesia los ama y que lo que el Señor más
desea es que le sean fieles.
Seguridad
La seguridad se obtiene a través de palabras positivas que
inspiran confianza y proporcionan estímulo. Los nuevos
miembros necesitan la seguridad de que su Dios es el mismo
Dios que vino en defensa de los israelitas en el desierto.
Necesitan la seguridad de Mateo 28: 20: «Y yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo»; de Jeremías 29:
11: «Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes
[…], planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un
futuro y una esperanza» (NVI); y de Filipenses 4: 19: «Mi Dios,
pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en
gloria en Cristo Jesús». Comparta con ellos experiencias
personales sobre la manera en que el Señor lo ha guiado a usted
y a otros en el pasado. Asegúreles que Dios aún tiene todo el
poder y que regresará por ellos.
Apoyo
Es importante brindar apoyo a los nuevos miembros
satisfaciendo sus necesidades a través de actos de servicio.
Ayúdelos a descubrir sus talentos y dones espirituales y a
aprender a utilizarlos (véase el capítulo 5). Ayúdelos a estudiar
la Biblia, el Espíritu de Profecía y las lecciones de la Escuela
Sabática. Ofrézcase como su compañero de oración. Explíqueles
cosas de la iglesia y del evangelio. Ayúdelos a satisfacer algunas
de sus necesidades materiales. ¿Necesitan ropa, vivienda,
trabajo, comida o cualquier otra cosa?
¿Puede ayudarlos o puede encontrar a alguien que pueda
ayudarlos? ¿Puede enseñarles nuevas habilidades o conoce a
alguien que podría hacerlo?
Introducción
El mandato de Jesús a sus discípulos se encuentra en Mateo
28: 19-20; “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el
fin del mundo.”
Basado en este texto, el discipulado es la
responsabilidad central de los Ministerios Femeninos de las
Iglesias. Cinco de los valores fundamentales de los discípulos de
Jesús son; Devoción, Compañerismo, Alcance, Evangelización y
Mayordomía.
El diseño de este programa es involucrar a cada dama
dentro de la iglesia para que crezca en estas cinco áreas
principales como fieles discípulas de Jesús.
Organización
La líder de Ministerios de la Mujer establecerá un
comité de discipulado compuesto por individuos que son líderes
de grupos pequeños de discipulado. Los líderes de cada uno de
estos pequeños grupos formarán su pequeño grupo de
discipulado. Cada grupo llevará a cabo iniciativas diseñadas para
ayudar a cada miembro a cumplir el objetivo de esta iniciativa de
discipulado.
Cada grupo pequeño puede tener una persona
responsable de cada una de las cinco áreas de los valores
fundamentales del discipulado. Pueden seleccionarse otras
personas para que sean responsables de las finanzas y trabajo de
secretaría del grupo. La secretaria llevará registros, redactará
notas y presentará informes.
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ACTIVIDAD GRUPAL
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Repaso y discusión
• ¿Sobre qué autoridad bíblica se basa la necesidad de
una estrategia para instruir a los nuevos miembros dentro
del cuerpo de creyentes establecido?
• ¿Cómo confirma Elena G. de White la necesidad de una
estrategia de este tipo?
• ¿De qué manera la declaración de misión de la Iglesia
Adventista del Séptimo Día se refiere a la necesidad de una
estrategia de instrucción espiritual en cada iglesia?
• Identifique tres factores que son esenciales para instruir
a los nuevos miembros en su fe, y explique cómo puede
ayudar la iglesia a que estos factores sean una realidad.
• Mencione y describa las cinco etapas de la experiencia del
nuevo creyente.
• ¿Cómo satisfaría usted las cuatro necesidades inmediatas de
los nuevos creyentes?
• Elabore un plan de doce semanas para instruir a los nuevos
conversos en la fe.
• ¿Cuáles son los siete temas doctrinales más importantes que
usted le explicaría a un nuevo miembro que no ha tenido
ningún contacto previo con la Iglesia Adventista del Séptimo
Día antes de su experiencia de conversión?