PDF Papel Literario 2024, Junio 23

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ARIANA HARWICZ SOBRE PERDER EL JUICIO: Perder la cordura, perder el proceso judicial, perder las instancias

Esta edición PDF de justicia y los tribunales, con jueces y magistrados, y perder la cabeza, obviamente, conforman toda una red que intenta tejerse en
del Papel Literario la novela. Te preguntas, como quien ata algo a un cuerpo, una y otra vez lo mismo. Todo el tiempo se usa ese léxico, esa jerga judicial
se produce para tratar de imposiblemente definir el amor. Sí, creo que el amor en mis novelas excede el juicio.
con el apoyo de

DOMINGO 23 DE JUNIO DE 2024

•Dirección Nelson Rivera •Producción PDF Luis Mancipe León •Diseño y diagramación Víctor Hugo Rodríguez •Correo e. [email protected]/•https://www.elnacional.com/papel-literario/•Twitter @papelliterario

CENTENARIO >> TRUMAN CAPOTE (1924-1984)

Truman Capote, niño cóndor


Fue novelista y
cuentista, dramaturgo
y guionista, viajero y
personalidad célebre.
La publicación
de A sangre fría
entronizó a Truman
Capote (1924-
1984) como uno
de los autores más
destacados de la gran
tradición narrativa
estadounidense
del siglo XX

NELSON RIVERA

H
asta los 9 años se llamó Tru-
man Streckfus Persons. En
1923, cuando su madre, Lilie
Mae Faulk, se casó con Joe
García Capote, su segundo esposo,
cambió su nombre y adoptó la sonora
combinación con la que se haría famo-
so: Truman Capote.
TRUMAN CAPOTE / RANDOM HOUSE

** poco hermana mayor del niño brillante cada mañana. Si alcanza de verdad el Vanderbilt. Truman se conecta con **
Niño herido. Las grietas que dejaron y afeminado. La providencia quiso que éxito, no lo ve como un regalo, o como el brillo del lujo, la riqueza y el buen Sin embargo, quiero comentar aquí
en él los traumas de origen no se ali- la pequeña vecina, casi dos años me- un don innato, sino como un préstamo vivir. En un poema que publicó en la que, con el paso de los años, por cor-
viaron nunca. Vino al mundo bajo el nor que Truman, resultase Nelle Har- y durante todo el resto de su vida te- revista de su colegio están los versos tos o largos períodos, Capote viviría
signo de lo desafortunado. ¿Cómo com- per Lee, la autora de Matar un ruiseñor me que le sea arrebatado y concedido que originaron el título de estas notas: en ciudades de Estados Unidos, Italia,
primirlo? Arch Parson era un fantasio- (Premio Pulitzer 1961). Lee fue su com- a otros que lo merezca más”. “Como el poderoso cóndor,/ Que con España, Suiza, Marruecos, México. En
so que tenía tanto de iluso como de es- pañera de juegos y socia en su descu- sus predadoras alas/ Se recorta en el ese saltar de un lado a otro, cada tanto
tafador. Un saltimbanqui mitómano brimiento de los juegos. Más adelante, ** cielo cobrizo,/ He aguardado y ace- regresaba a New York, que tenía para
y sableador. Lillie Mae Faulk era una sería capitular en la investigación que Las cosas empeoraron cuando, cum- chado/ A mi presa./ Mi víctima es la él un carácter simbólico y era el ruti-
ambiciosa aventurera sexual. Ella te- sustentó A sangre fría. También vivía plidos los doce años, una infeliz deci- inmortalidad (…)”. lante campo en que se congregaba su
nía 17 y él 25 cuando se casaron en olvidada por sus padres. sión de su madre condujo a Truman a vida social, sus amistades de la aristo-
agosto de 1923. Un año más tarde, el 20 la academia militar de St. John, a 50 ** cracia, la alta burguesía y la política
de septiembre de 1924 nació Truman. ** kilómetros de New York. El pésimo es- Tiene 18 años en enero de 1943 cuando estadounidense, editores y periodistas,
Arch iba y venía, saltaba de rocambo- En vez de romperse, el matrimonio se tudiante, con su aura de objeto sexual, consigue su primer trabajo: corrector escritores y pintores afamados, perso-
lescos negocios a otros peores. De for- fue disolviendo. Más o menos al año, capturaba la atención por sus habili- de pruebas en The New Yorker. Es ob- nalidades del cine y el espectáculo: un
ma simultánea, Lillie Mae pasaba de Lillie Mae asumió que tendría que bus- dades verbales. Sus compañeros lo jeto de chismorreos: ¿es niño o niña? enorme, efervescente, elegante y chis-
un amante al siguiente. Tenían un ras- car por sí misma la vida que quería. Se escuchaban sin pestañear. En Alaba- De su paso por ese empleo no hay mu- moso zoo de vitrina, en el que Capote
go en común: Truman era secundario fue a New York. El producto de sus ma había comenzado a leer. Algo más: cho que destacar, salvo su abrupta sa- era una de sus piezas más llamativas:
en sus agendas. “Lo querían, en suma, empleos lo destinaba a Monroeville. tenía facilidad para cambiar de punto lida en el verano de 1944, tras un cari- turbulento y brillante amanerado de
cuando no tenían otra cosa que hacer”. Cuando, en un tiempo de desenfrenos de vista narrativo. Había decidido ser caturesco incidente con Robert Frost. frases ingeniosas; la pequeña y extra-
encontró a Joseph García Capote –em- escritor. Llevaba siempre consigo un “Al cumplir los veinte años, en el oto- vagante figura de voz aniñada y chillo-
** presario cubano de origen canario–, se diccionario y un cuaderno para tomar ño de 1944, empezó por fin una vida na (en otra parte leí que Gore Vidal, su
Truman: “Sentía terror a verme aban- acercó a sus deseos: hogar, bienestar notas. totalmente consagrada a escribir, sin rival y enemigo irremediable, dijo en
donado, y recuerdo haber pasado prác- económico, posición social. Se casaron otra preocupación, desde la mañana una entrevista radial que Capote, ade-
ticamente toda mi infancia viviendo en marzo de 1932, tras el divorcio de ** hasta por la noche, que disponer las más de cara de feto, tenía una voz di-
en un constante estado de tensión y Lillie Mae. En 1933 Truman comienza En 1939 se mudan a Connecticut. En palabras sobre el papel”. señada para entretener a los monos).
miedo”. a estudiar en el severo Trinity School el Instituto Greenwich se encuentra
de New York. En 1935 se consumó la con Catherine Wood, profesora que ** **
** adopción y el pequeño adquirió nue- comprende su talento, lo protege y Muy probablemente no ocurrió de Solo si entendemos el papel que las re-
A menudo dejaban a Truman en Mon- vos apellidos: Truman García Capote. estimula. De ese tiempo son sus pri- forma súbita. Capote estaba traba- vistas tenían en la vida literaria esta-
roeville, en la laberíntica casona de la Con un profesor que lo acompañaba al meros relatos donde asoma el narra- jando en una historia que llevaba el dounidense, y que la publicación de un
familia de Lilie Mae. A comienzos del cine (niño todavía), tendría sus prime- dor habilidoso. Tiene 15 años y sabe nombre de Summer Crossing. Algo relato en alguna de ellas podía produ-
verano de 1930 –tenía cinco años– lo ros intercambios sexuales. capturar la atención de quienes le que no alcanzaba a nombrar –pareci- cir un salto benéfico en la trayectoria
dejaron por tiempo indefinido, a cargo rodean, cómo conquistar y rodear- do a un malestar inasible– lo pertur- de un escritor, puesto que el público
de cuatro primos mayores: Jennie, Ca- ** se de amigos. Es parte de una pan- baba. Un día, al regresar a su casa, buscaba en sus ediciones las historias
llie, Sook y Bud Faulk. Allí encontró Lillie Mae se entregó a la buena vida: dilla ruidosa. Ahorraban y los sába- “me encerré en mi cuarto, guardé el que serían tema ineludible en las con-
un “hogar”. “Bajo las tormentas emo- clubes nocturnos, viajes, teatros, ves- dos en la noche iban y venían a New manuscrito de Summer Crossing en versaciones; solo si entendemos que
cionales, las peleas, los desahogos la- tidos de lujo. Cambió su nombre al de York en tren. Se sumergían en el es- el cajón de abajo del escritorio, cogí el peso que tenían unas determinadas
crimógenos y las rarezas, tanto de mo- Nina. Lo quería y lo rechazaba. Se in- trépito, bailaban, intercambiaban varios lápices afilados y un bloc nue- revistas hoy no tienen comparación;
dales como de comportamiento, había teresaba por él, pero también la aver- confidencias. vo de papel amarillo rayado, me metí solo entonces podremos imaginar que
una calma básica, un orden y una ya gonzaba. El vínculo con su hijo fue de en la cama vestido y, con patético op- cuando Mademoiselle incluyó en junio
desvanecida sencillez en la vida de Ala- constantes ambivalencias. Detestaba ** timismo escribí: Other Voices, Other de 1945, “Miriam”, relato de Truman
bama Avenue”. Monroeville tenía unas sus maneras femeninas. Desató con- Mientras, Nina bebe más cada día. Rooms, novela de Truman Capote”. Capote, se produjo un primer olea-
pocas calles polvorientas y un poco tra él un trato cargado de frialdad y Denigra de Truman, que no aprobó je, que no tardaría en ser seguido por
más de 1300 habitantes. Todos se cono- frases filosas. el último curso. En 1942 los Capote ** otros: Harper’s Bazaar, revista rival,
cían. El principal pasatiempo consistía regresan a New York. Mientras sus Es un momento en que ocurren cam- publicó otro relato de Capote en octu-
en conversar. Un mundo sin secretos. ** compañeros están en la universidad bios y definiciones que se proyecta- bre de ese año, a lo que Mademoiselle
Gerald Clarke, el biógrafo, cita a Freud: o en el Ejército, Truman repite en rán en el tiempo: con la ayuda eco- respondería con otro en diciembre.
** “un hombre al que haya sido negada una escuela para estudiantes difíci- nómica del indulgente Joe García “Las dos revistas continuaron dispu-
Truman creció a la vera de Sook Faulk la maternal estimación le es negada les. En esos días el amigable es parte Capote, durante unos meses se fue tándoselo el resto de la década”. Tenía
(su nombre verdadero era Nannie también la natural confianza, esa ma- de un cuarteto que integraban Carol a vivir a una habitación en New Or- 21 años y ya había dado los primeros
Rumbley Faulk), prima, protectora ravillosa sensación de triunfo con la Marcus (que se casó con William Sa- leans. Escribe relatos, avanza en su pasos en su anhelo de fama.
que hacía cuanto podía para darle ca- que, quien se siente como el amor de su royan), Oona O’Neill (que se casó con novela, hace trabajos de ocasión. Vive
lor: un poco madre, un poco amiga, un madre, se despierta automáticamente Charlie Chaplin) y la heredera Diana en estrechez económica. (Continúa en la página 2)
2 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 23 DE JUNIO DE 2024

CENTENARIO >> TRUMAN CAPOTE (1924-1984)

Truman Capote, niño cóndor


(Viene de la página 1) Times: “es imposible no sucumbir a crito de Summer Crossing, que cam-
la poderosa magia de su estilo. Hay biaría de nombre y se convertiría en
** escenas tan nítidas y sugerentes que su segunda novela, Arpa de hierba:
Otro paso vital: en octubre de 1945 lo sitúan a la misma altura de lo me- “era el intento de evocar los agridul-
firma un contrato y recibe un ade- jor de la narrativa reciente”. ces espíritus del recuerdo y la nostal-
lanto por la novela, que no estaba gia (…) el lado alegre y esplendente
lista. Escribía de noche, en su cama, ** de Truman Capote”. La escribió en
rodeado de silencio. Pero no siem- Durante 9 semanas se mantuvo co- un año, la entregó en junio y en me-
pre resultaba posible. Nina bebe a mo el libro más vendido. Fuera del ses estaba en manos de los lectores. A
esas horas. Grita, hace ruidos. Capo- campo de batallas literarias de New pesar de que los editores de Random
te desespera. Una diligencia de Car- York, en el resto del país fue acogido House rechazaron el final, Capote in-
son McCullers, madre de una amiga, como un aliento renovador. Ocupa- sistió. La novela fue muy bien recibi-
funciona: El 1 de mayo de 1946 viaja ba un lugar en las conversaciones en da, por encima de lo que pronostica-
a Yaddo durante 11 semanas (Yaddo bares y cafés. Cynthia Ozick escribió ron sus amigos.
es una campestre colonia de artistas más adelante: “caminar con Capote
fundada en 1900, en las proximidades bajo el brazo era un signo de identi- **
de Saratoga Spring, en el Estado de ficación y disidencia respecto de los Capote vive un tiempo de expansión:
New York; Sylvia Plath, James Bald- valores establecidos tan ostensible Arpa de hierba fue llevada a escena
win, Pablo Picasso, Edward Hooper, como el hábito de un monje”. Con el bajo la dirección de Peter Brook. Un
Leonard Berstein, Flannery O’Con- dinero ganado Capote se compró un acontecimiento social. Lo contratan
nor, Eudora Welty, Alexander Calder, pequeño apartamento. como guionista. Uno de ellos: el guion
Wladimir Horowicz, por ejemplo, fue- de La burla del diablo, para el direc-
ron algunos de sus ilustres usuarios). ** tor John Huston. Viajan. Pasa tem-
Viaja a Europa. Cuando llega a Lon- poradas con Jack Dunphy. Otras, se
** dres, ya habían circulado ejemplares rodea de un ir y venir de amigos y
Durante su estancia en Yaddo coin- de su novela. Las cenas y los encuen- amantes de ocasión. Ya entonces Ca-
cide con otros jóvenes escritores y tros con escritores e intelectuales se pote tiene fama en Estados Unidos y
con Katherine Anne Porter, autora suceden como respuesta a la curio- en varios países de Europa.
rodeada de un amplio prestigio. Ha- sidad que despertaba. En París ocu-
ce amigos. En las noches captura la rre algo semejante. A continuación, **
atención de sus colegas. Inicia una sigue a Venecia. Capote se mueve de No había cumplido los 49 años cuan-
relación amorosa que tendrá largas un lugar a otro. Visita y lo visitan. Se do Nina logró consumar su suicidio
resonancias con Newton Arvin (im- relaciona con famosos. Tiene aman- (lo había intentado otras dos veces).
portante crítico especialista en el si- tes esporádicos. Van y vienen cartas. Murió el 4 de enero de 1954.
glo XIX estadounidense, autor de una Chismorreos. Los viajeros compar-
celebrada biografía de Melville, reco- ten la ansiosa búsqueda de placeres: **
nocida con el National Book Award cruzar el Atlántico, encontrarse en Mujeres: la inmensa mayoría de sus
de 1951). La interacción con Arvin hi- otras geografías, descubrir lugares amigos eran mujeres. Las entendía,
zo consciente a Capote del beneficio que, a un mismo tiempo, fueran idíli- llegaba hasta los lindes de la intimi-
que tendría la sistematización de sus cos, recónditos y baratos. Sicilia, Fo- dad de cada una, las admiraba. Su de-
lecturas. Capote: “Fue Newton quien rio, Tanger. Auden (“es puro intelec- bilidad por las bellas y ricas bien po-
me hizo leer a Proust y a los clásicos to”), Cecil Beaton. Capote “descubre” dría constituir una línea de estudio
americanos del XIX, Hawthorne y a Jane Austen. de su personalidad. Le gustaba citar
Melville, por ejemplo”. a un romántico del siglo XIX: “Una
** hermosa mujer, hermosa y elegante,
** Ese 1948 Capote inicia la relación nos impresiona tanto como el arte,
Tras la temporada en Yaddo la coti- con James “Jack” Dunphy, nacido cambia el clima de nuestro espíritu.
dianidad sigue su curso. Nina bebe. en una familia de trabajadores. Du- ¿Es algo banal? Me parece que no”.
Capote hace reportajes para Harper’s rante su adolescencia y juventud ha-
Baazar, con el fotógrafo Henri Car- bía desempeñado distintos trabajos. **
tier-Bresson de acompañante. Viaja Fue bailarín, se casó con la famosa Escribe Clarke: “Ningún Casanova
de New York a Northampton a en- bailarina y actriz Joan McCracken, admiró más fervientemente a las mu-
contrarse con Arvin. Un providencial fue parte de la compañía de George jeres atractivas ni fue tan devotamen-
reportaje de la revista Life sobre los Balanchine en 1939-1940, y partici- te admirado por ellas. Él las adulaba,
“escritores en boga”, circula con un pó en una gira por América Latina. las consolaba, intentaba orientar su
retrato de Capote en la portada, aun- Un buen escritor, autor de seis no- destino. Cuando se acercaban a Tru-
que hasta ese momento, no ha publi- velas y cinco obras de teatro. El vín- man con sus problemas, podían con-
cado ni un libro. Está en el centro de culo se prolongó, con alejamientos tar con él para hacerle la pregunta
las expectativas de editores, periodis- y aproximaciones, hasta la muerte oportuna y obtener la respuesta ade-
tas, críticos. Organiza fiestas. La lista de Capote, aun cuando en esas más cuada (…). El papel que más le gusta-
de amigos y conocidos famosos crece de tres décadas, uno y otro tuvieron ba era el de Pigmalión, y a cualquier
a diario. Por esos días conoció a Go- relaciones furtivas. Dunphy mostró mujer que siguiese sus consejos, in-
re Vidal, que sería su rival y enemigo hacia Capote una lealtad en varios dependientemente de su edad y posi-
por décadas. planos. Numerosos testimonios afir- ción en la vida, la consideraba como
man que fue consejero irremplazable, su protégée, una obra de arte que solo
** en los días en que Capote se debatía precisaba de su palabra o de su ma-
Clarke: “Estaba cantado que llegarían con la estructura y cierre de A san- no para alcanzar la perfección. Le en-
a chocar, y así sucedió probablemente gre fría. En su novela John Fury, uno cantaban las mujeres y sabía compla-
a comienzos de 1948, en el apartamen- de sus libros más conocidos, hay una cerlas en todo salvo en una cosa: en el
to de Tennesse Williams. ‘Empezaron reflexión sobre la pobreza que se cita amor físico (…). Quiso ser el amoroso
a criticarse mutuamente su trabajo’, a menudo: “La pobreza no es epidér- espejo de un puñado de notables mu-
diría Williams. ‘Gore dijo que Truman mica sino profunda. No es un tatuaje jeres. Bailaba con Marilyn Monroe en
sacaba todos sus argumentos de Car- que desaparece con el tiempo. No es El Morocco; conspiraba con Elizabe-
son McCullers y Eudora Welty. Y Tru- una marca de la cual uno pueda des- th Taylor para salvar a Montgomery
man repuso: Pues puede que tú saques prenderse cuando ya no se confronta. Clift; se pasó noches enteras hablan- ** que está en la página 39 de la edición
los tuyos de Daily News’”. La pobreza, si se ha padecido, es uno do con Jacqueline Kennedy, y se con- Cuando publica en 1958, la novela de The New York Times del 16 de no-
mismo”. Su libro de 1986, Querido ge- virtió en seguro confidente de lo más corta Desayuno en Tiffany’s, Tru- viembre de 1959, y de inmediato se
** nio: memoria de mi vida con Truman regio de su armada de cisnes”. man Capote tenía 34 años. Su prota- dice: “quiero esta historia para mí”.
A Truman le resulta imposible la Capote, se tiene como una fuente in- gonista, Holly Golightly –han dicho Destapa su apetito porque tiene una
convivencia con su madre alcohólica. comparable para aproximarse a las ** los críticos–, es una proyección de presunción: es distinta de todas las
Se muda de un modesto sitio a otro. enrevesadas e imprevisibles varia- Sin embargo, en el corazón de este Capote: escenifica su mirada aguda que conoce. Por la brutalidad del he-
De ese deambular proviene una plás- ciones en el carácter de Capote. Pigmalión había un traidor: no guar- y desenfadada de la alta sociedad de cho, por su sinrazón aparente, por el
tica habilidad: aprende a escribir en daba las confidencias. Lo contaba New York. “No solamente comparte lugar en que ha ocurrido, por su evi-
cualquier lugar. En agosto de 1947 fi- ** todo, incluso las cuestiones más de- su filosofía, también sus temores y dente exceso. Es su sentimiento de
naliza Other Voices, Other Rooms (tra- El tercer libro de Capote llegó en 1950: licadas. No había ingenuidad en su ansiedades”. ajenidad lo que lo conduce al crimen
ducido al español como Otras voces, Color local. Reúne nueve de sus me- conducta. Conquistaba la confianza, de la familia Clutter. Le moviliza la
otros ámbitos). En enero de 1948 la no- jores reportajes de viajes y estadías: sabía escuchar, era un consejero ati- ** promesa de descubrir.
vela llega a las librerías: “su autobio- Nueva Orleans, New York, Brooklyn, nado, pero no resistía el impulso de Norman Mailer: “A Truman Capo-
grafía psicológica: orientando, bajo Hollywood, Haití, A Europa, Ischía, convertir las confidencias en materia te no lo conozco bien, pero me gusta. **
el disfraz de la ficción, el angustioso Tánger y Un viaje por España (Color de trapicheo. Actuaba como un per- Es tan agrio como una solterona, pe- Pero la malla de sus presentimien-
viaje que terminó con el descubri- local, forma parte de la que estimo verso promotor de comidillas, chis- ro en el fondo es un diablillo y el más tos no se agota allí. Presupone: esta
miento de su identidad como hombre, como la mejor recopilación de textos mes, exageraciones e invenciones. perfecto escritor de mi generación. será una investigación compleja, ca-
como homosexual y como artista”. periodísticos breves o relativamen- Urdía historias de hechos que no ha- Es quien escribe las mejores frases, si imposible de abordar por solo una
te breves de Capote en español: Los bían ocurrido. No era inocuo: ponía palabra por palabra, ritmo a ritmo. persona. Capote busca, no un asis-
** perros ladran. Este incluye su excep- en guardia a unas y otros. Algunas Yo no tocaría ni una palabra en De- tente de investigación, sino un socio
A pesar de su plurivalencia simbóli- cional retrato de Marlon Brando, “El de sus relaciones, como con los Ken- sayuno en Tiffany’s, que se convertirá para el primer trecho de su proyecto.
ca –es una narración que transita por duque en sus dominios”, y el exten- nedy, sufrieron un silencioso enfria- en un pequeño clásico”. Sin titubeo, su amiga de la infancia
una especie de senda muy próxima a so reportaje de 1956, dividido en dos miento. No faltaban los que intuían el en Monroeville, Nella Harper Lee
la poesía–, la novela cosechó elogios partes, de la gira de una compañía riesgo que suponía la amistad de Tru- ** acepta (tenía una novela terminada
y también duros comentarios. Eliza- de ópera estadounidense, para es- man. “A lo largo de los años, sus chis- Entonces, el intuitivo que buscaba e inédita desde 1955, y que sería esa
beth Hardwick, por ejemplo, escribió cenificar Porgy and Bess, de George mes, verdaderos o falsos, contribuye- un tema; que había incursionado con novela extraordinaria que es Ma-
que era una imitación menor de una Gershwin, en la Rusia comunista). ron a acabar con más de una amistad maestría en los territorios del perio- tar a un ruiseñor, ganadora del Pre-
autora menor, Carson McCullers. y más de un matrimonio”. Truman se dismo; a quien se reconocía un vir- mio Pulitzer de 1961). Viajan a Hol-
Alguien en Newsweek publicó esta ** jactaba: “Si me lo propongo, en Nue- tuoso prosista, incluso entre aquellos comb, el pueblo próximo al lugar del
frase: “un lóbrego pozo de símbolos Llegó así el momento de abrir la ga- va York puedo acabar con cualquie- que habían sido demoledores con sus crimen.
freudianos”. No obstante, también los veta que había permanecido cerrada ra”. Máquina de engullir, nada de los novelas; ese Capote en estado de aler-
hubo elogiosos, como el del crítico del por años, donde aguardaba el manus- demás se escapaba. ta enfoca su curiosidad en la noticia (Continúa en la página 3)
EL NACIONAL DOMINGO 23 DE JUNIO DE 2024
Papel Literario 3

CENTENARIO >> TRUMAN CAPOTE (1924-1984)

Truman Capote, niño cóndor


psicópatas asesinos”. mo acto como Pigmalión”. De la pista
de baile donde Lauren Bacall y Jero-
** me Robbins habían danzado como si
A continuación vino una compleja flotaran con la música, la fiesta saltó
etapa de paralización de Capote: no a los titulares de la prensa de Estados
podía terminar el libro hasta que se Unidos: Truman Capote se erigía co-
produjera un desenlace. El estado de mo un Dios terreno rodeado de pode-
imposibilidad no se limitaba a A san- rosos acólitos.
gre fría. Mientras, las apelaciones se
sucedían y la ejecución no terminaba **
de cumplirse. Le faltaban alrededor Hasta aquí, esta recapitulación de la
de unas 40 páginas para concluir. Los biografía Clarke ha recorrido los dos
editores y amigos que habían leído lo primeros tercios del libro. ¿Qué viene
avanzado estaban electrizados. Sobre en las 200 páginas siguientes? El de-
el libro, todavía sin cierre, llovían los clive. Un declive que se prolongaría a
elogios. Todos pronosticaban que se- lo largo de 18 años, con sus pausas y
ría un superventas. aceleraciones.

** **
A medida que pasaban los meses, Ca- Se llevó el libro al cine. Sin embargo,
pote se sumergía en una casi irreso- no recibió la recompensa deseada, ni
luble angustia moral: se carteaba con el Pulitzer ni el Premio Nacional del
los reos, pedían su ayuda, mientras él Libro. Escribió teatro, guiones de ci-
desesperaba porque el libro saliera a ne y televisión. Viajaba. Iba de un
la calle de una vez. Necesitaba quitár- agasajo al siguiente. Publicó dos capí-
selo de encima. tulos de una novela que quedaría in-
conclusa, Plegarias atendidas, en las
** que exponía al escarnio a numerosas
Capote estuvo presente en la ejecu- de sus amigas, como si intentara una
ción: “Truman pudo decirles unas pa- vendetta (“no era más que un rena-
labras a los dos”. Estaba allí y les es- cuajo traidor”, dijo alguna de ellas).
cuchó decir sus últimas palabras. En Llevaba una vida temeraria: bebía,
junio de 1965 puso el punto final. “De consumía pastillas sin freno. Opina-
momento solo me siento vaciado. Pero ba sobre cuestiones que escapaban a
agradecido. Nunca más”. su comprensión. Perdía amigos. Pro-
tagonizó una trifulca con policías. Se
** liaba con prostitutos que lo robaban.
A sangre fría fue publicado en dos El tiempo entre una hospitalización y
entregas consecutivas –en enero de la siguiente se reducía. Tuvo que de-
1966– en The New Yorker: “nunca, ni volver adelantos que había recibido
antes ni después, ha publicado nada de productores o editoriales. Inició
tan ansiosamente esperado”. A con- una relación con John O’Shea, a quien
tinuación, cuando pasó al formato de otorgó amplios poderes para ocuparse
TRUMAN CAPOTE / ORIANA ARMAND
un libro, “la moderna maquinaria de de sus asuntos, lo que, como es previ-
los medios de comunicación (revis- sible, derivó en una disputa legal. Su
tas, periódicos, radio y televisión) se vida cotidiana se pobló de numerosos
(Viene de la página 2) dencias incontestables. Eran culpa- convirtió en una gigantesca orquesta conflictos con amigos y conocidos.
** bles, no había duda. Siete días después que solo interpretaba a Truman Capo- Aquellos malestares tenían expresión
** El que los asesinos hubiesen llegado –29 de marzo–, están otra vez en la sa- te”. Sobre las repercusiones literarias, en su cuerpo y su rostro, que se defor-
El doble método que fija Capote, y hasta allí con el objetivo de robar, y la cuando se produce el veredicto: pe- periodísticas, personales; para la vida mó con el tiempo. Un testimonio cuen-
que adopta de forma inflexible, exigía que eso hubiese derivado en una su- na de muerte. Serían ahorcados el 13 corriente en Holcomb; y hasta para la ta de un encuentro con Capote, en el
el esfuerzo de ambos: realizaban jun- cesión de crímenes atroces, cambió de mayo de 1960 en Lansing, la prisión industria editorial que detonó A san- que este habló durante 12 horas con-
tos cada entrevista, sin grabadora ni el plan de Capote. “Truman y Nelle del Estado de Kansas, donde Smith y gre fría, se han escrito varios libros tinuas. Se preguntaba, ¿qué he hecho
cuadernos de notas. Debían ser con- habían casi terminado de compilar Hickock se habían conocido. que lo documentan con detalle. Con mal? Hospitalizaciones y tratamien-
versaciones sin sobresaltos. Regre- los testimonios para un relato que, en respecto al autor, lo previsible: tenía tos de desintoxicación no producían
saban a sus habitaciones en el Hotel principio, Truman quería que fuese ** 43 años, había ascendido al culmen resultados. Salía del hospital rumbo
Warren sin cruzar impresiones. Ca- breve. Había pensado centrarlo en la Tras regresar a New York, Capote, de la fama y, luego de una obcecación a la próxima botella de vodka. De la
da uno toma notas, en extenso, de reacción de una pequeña ciudad ante abrumado por las demandas socia- de un poco más de seis años, se había discoteca donde había estado bailando
lo registrado. Después intercambia- un horrendo crimen. Pero entonces, les, se encuentra en dificultades pa- hecho rico. En el punto más alto de la con Liza Minelli lo conducían a la sala
ban. Aquellos campos sembrados con los asesinos entre las rejas de la ra avanzar con su relato. A los pocos cresta, a Capote le tocó afrontar cuá- de urgencias.
florecían a este punto: Capote llegó cuarta planta del Juzgado, su relato días, en compañía de Jack Dunphy, les serían sus próximos pasos.
a disponer de 4 mil páginas mecano- desbordaba con mucho lo que en prin- cruza el Atlántico, hasta llegar a Pala- **
grafiadas de notas como insumos de cipio había pensado. Había redactado mós, pueblo pesquero en la Costa Bra- ** En ese tiempo de irreversible derrum-
A sangre fría. En las noches, Capote aproximadamente la mitad, pero iba a va. “Sentado allí en su casa, junto a los En un primer momento, Capote se be armó Música para camaleones, que
escribía su obra. ser una mitad inservible a menos que acantilados, contemplando las suaves exhibió. Escenificó un sueño de vida: no se publicaría hasta 1980: contiene
pudiera reconstruir la vida de los ase- aguas del Mediterráneo comprendió concibió una fiesta, Black and White piezas extraordinarias como el relato
** sinos tan exacta y minuciosamente co- también, quizás por vez primera, la Ball (hay, al menos, tres libros dedi- “Ataúdes tallados a mano” y el nota-
Era un mundo tan desconocido pa- mo la de las víctimas”. verdadera dimensión de lo que inten- cados a narrarla y analizarla), en las ble perfil de Marilyn Monroe, “Una
ra ambos que al embarcar en el tren taba realizar. A sangre fría no era la que todos los invitados tenían que ves- hermosa criatura”.
rumbo a Kansas City, llevan las ** mera crónica de un crimen espantoso. tirse con esos colores, ir enmascara-
maletas cargadas de víveres, como En enero ocurrieron los largos en- Era la historia de una familia, gente dos, hasta que a medianoche llegaría **
quien se dirige a un lugar incierto. cuentros con los dos asesinos. No diré buena y decente, asaltada y destroza- el momento de que cada quien debía “El derrumbe de Truman se aceleró
Desde New York, Capote mueve los nada de ellos aquí, salvo esto: cuando da por fuerzas que quedaban fuera de develar su identidad. 500 ricos y fa- entonces con una velocidad alarman-
hilos que le facilitarán seguir el pro- se cierra A sangre fría, uno conoce a su conocimiento y de su control. Era mosos fueron invitados, otros se ofen- te, y apenas salía de un hospital ingre-
ceso policial y tribunalicio de cerca. esos dos hombres, tanto como es posi- un tema con resonancias similares a dieron porque no recibieron la ansia- saba en otro. Es difícil hacer un cálcu-
Al llegar, lo previsto: Holcomb es ble conocer a través de la literatura. los de la tragedia griega, una historia da tarjeta. Decenas invirtieron miles lo exacto de sus estancias. Durante los
un pueblo aterrorizado. Señorea la La construcción biográfica, física, psi- que Esquilo o Sófocles hubiesen podi- de dólares en máscaras contratadas primeros años ochenta estuvo hospi-
desconfianza y la tensión. Con obse- cológica y hasta de los modos de razo- do convertir en un drama sobre el des- a joyeros, que brillaban de piedras talizado en media docena de Estados
siva seguridad repiten: crimen tan nar de Perry Smith y Dick Hickock al- tino y la fatalidad”. preciosas. Para dar todavía más real- Unidos, y también en Suiza. Pero los
salvaje solo puede haber sido come- canzan la categoría de gran literatura. ce al espectáculo, Truman estableció datos del hospital de Southampton,
tido por alguien que conocía a los ** que la fiesta era en honor a Kathari- que es el que él prefería, dan una idea
Clutter. Una venganza de alguien de ** Capote lo dice en sus cartas desde Pa- ne Graham, propietaria de Newsweek del acelerado paso del derrumbamien-
aquí. Más allá del debate que se ha produ- lamós: tenía el material para producir y The Washington Post, conocida por to: ingresó allí cuatro veces en 1981;
cido, debate que el propio Capote pro- una obra maestra. Y una idea que lo su aversión a las fiestas. “Ponerla en el siete veces en el curso del año siguien-
** movió cuando sostuvo que A sangre acechaba: lo ocurrido le había cambia- centro de todas las miradas fue su últi- te; y dieciséis veces en 1983”.
Los habitantes de Holcomb rehúyen fría era una “novela de no ficción”; do. A diferencia de los precedentes, es-
de la extraña pareja de New York que más allá de los argumentos de quie- te sería un libro largo. Y se advertía: **
viene a indagar sobre los hechos. Sin nes sostienen que la novela es estric- no debo precipitarme. Había estable- Estaba en su casa de Bel-Air, Los Án-
embargo, ese muro de silencio no re- tamente ficción y que lo que no es cido un compromiso consigo mismo: geles, acostado, cuando el 25 de agos-
sistiría mucho a los embates seducto- ficción es otra cosa; más allá de las crí- continuar y concluir el libro. Aunque to de 1984 dejó de respirar. Al momen-
res de Capote. Pronto se producirá un ticas por las mínimas licencias ficcio- la revisión de las notas le horrorizaba. to de morir, aunque su reputación de
giro: los reciben, les cuentan, los in- nales que Capote usó en su narración, Tenía pesadillas. En enero de 1962 en- gran escritor era sólida, buena parte
vitan a cenar. Despiertan curiosidad que pueden entenderse como actos de trevistó a la hermana de Perry Smith. de sus amigos se habían alejado. La
espaldas a los deberes del periodismo; suya fue una muerte que muchos ha-
entre los habitantes de aquella co-
marca profunda de Estados Unidos, más allá de las legítimas consideracio-
Capote se escribía con uno y otro. Los
hechos, las vidas de los condenados y cuando se cierra bían pronosticado. Hacía años que sus
en la que nunca pasaba nada. nes que puedan hacerse sobre la espi-
nosa frontera entre realidad y ficción,
el cierre del libro, ocupaban las habi-
taciones de su pensamiento. Estaba
A sangre fría, uno adicciones se habían convertido en
el capítulo central –un capítulo que
**
Capote y Lee estaban en casa del
sostengo esto: por su estructura, por
la perfección de su prosa comedida,
obsesionado. conoce a esos dos arropaba todo lo demás– de lo que se
sabía del escritor.
funcionario policial que encabeza- por el logrado empeño de Capote de ** hombres, tanto
ba la investigación, la noche en que no hacerse visible al lector, por la des- “A Perry y a Dick también les preo- *Truman Capote. La biografía. Gerald Clar-
una llamada avisó que los dos sospe- lumbrante construcción del pueblo, cupaba cómo saldrían parados en el como es posible ke. Traducción: Víctor Pozanco. Ediciones B.
chosos habían sido detenidos en Las la vida cotidiana y de un amplio car- libro de Truman. Una de sus preocu- España, 1989.
Vegas. Truman intentó colarse en la tel de personajes, A sangre fría es una paciones era de orden práctico. Sus conocer a través
comisión que salió a buscarlos. Cuan-
do, una semana después, Perry Smith
obra de arte, del mejor arte literario. apelaciones se apoyaban en la alega-
ción de que el asesinato de los Clut-
de la literatura” *Los perros ladran. Truman Capote. Tra-
ducción: Rolando Costa Picazo. Editorial
y Dick Hickock fueron conducidos al ** ter no fue planeado, y además temían Emecé. Argentina, 1975.
Juzgado –ya habían confesado–, los Cuando se inicia el juicio, el 22 de mar- que Truman contase otra cosa, como
dos escritores formaban parte de la zo de 1960, Nelle y Truman están en en definitiva hizo. Otra preocupación *Música para camaleones. Truman Capote.
pequeña multitud que vio cuando los la sala. Han regresado de New York. era, en cierto sentido, de orden estéti- Traducción: Benito Gómez Ibáñez. Editorial
introducían en el edificio. A las confesiones se han sumado evi- co. No querían ser recordados como Bruguera, España, 1981.
4 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 23 DE JUNIO DE 2024

CENTENARIO >> TRUMAN CAPOTE (1924-1984)

A sangre fría, obra maestra


Seis años después los años 40 la prosa de Capote se des-
lizaba con andares propios: en el fon-
Peor: los Clutter no hacían uso de efec-
tivo. En sus bolsillos o carteras nunca
de que Perry Smith do de su ficción está siempre presen- había más que alguna moneda. Se re-
te, con voz nítida o como susurro, el petía un chiste en Holcomb: que desde
y Dick Hickock desamparo de quien fue dejado atrás el día en que el barbero subió la tarifa

asesinaran a cuatro por sus padres, el historial de prome-


sas incumplidas, la atmósfera de los
en unos céntimos por encima de un dó-
lar, Clutter le pagaba con un cheque.
miembros de la relatos que había escuchado de tías,
primas y vecinos: ese pequeño uni- **
familia Clutter en verso humano que le proveyó de cui- ¿Qué hacen dos asesinos antes y des-
dados y de un sucedáneo de hogar pués de matar? A sangre fría lo desa-
1959, finalmente en Monroeville (la pequeña ciudad grega con obcecada precisión. Capote

se consumó la pena donde nació y conoció a Harper Lee). no pasa de largo ante nada. El lector
llega a conocer a Perry Smith y a Dick
de muerte el 14 de **
Sin embargo, en toda esa obra pe-
Hickock con la sensación de inminen-
cia, semejante a la que experimenta-
abril de 1965, que riodística o de ficción, hay una es- mos con Rodión Raskólnikov (Crimen
pecie de tenue frialdad, contención y castigo), el personaje creado por Dos-
había sido dictada y consciente administración de las toievski, o con el Capitán Ahab (Moby
en contra de ambos. emociones. Cuando la escritora y ar-
tista Pati Hill lo entrevistó para The
Dick), el mastodóntico personaje creado
por Hermann Melville: también Smith
Solo entonces Paris Review en 1957, le preguntó por
“el inusual desapego” de Las musas
y Hickock están allí, como si fuesen an-
tiguos conocidos, de los que sabemos y
Truman Capote oyen. Y agregó: “Tuve la impresión de entendemos lo suficiente como para dis-
que su versión de los hechos se pare- cernir entre sus motivaciones.
pudo finalizar A cía mucho a la que podría obtenerse
sangre fría, narración a través de los ojos de otra persona,
lo cual es sorprendente, dado el ca-
**
Capote se hace cargo de todo. De las
que lo obsesionó rácter marcadamente personal de su
obra”.
demás personas relevantes en los he-
chos. Se hace cargo de la estupefac-
hasta que, tras ción, de la propagación del miedo y
las dudas, de la instauración de un
publicarla en 1965, **
He aquí una parte de la respuesta de estado de desconfianza hacia los de-
afianzó su estatuto Capote: “En realidad, no considero
el estilo de ese libro, Las musas oyen,
más, del modo en que los pesimistas
de oficio enturbian el aire, de la que-
como uno de los demasiado diferente de mi estilo en jumbre de los pronósticos, la desin-
ficción. Quizá el contenido, el hecho formación, los rumores, la ansiedad,
grandes narradores de que se trata de acontecimientos la silenciosa o altisonante angustia
por encontrar algún vínculo, una ex-
estadounidenses reales, haga que lo parezca. A fin de
cuentas, Las musas oyen es puro re- plicación, una solución con trazos de
portaje, y en los reportajes estás ocu- certidumbre, porque una atrocidad
pado con la literalidad y la superficie, como aquella es todavía más intolera-
NELSON RIVERA demasiado implicado para hacer co- ble si, además, carece de motivación.
mentarios: no es posible profundizar

A
sangre fría es una tenaz ber diseñado otro modo de narrar esa ** como en la ficción. No obstante, una **
marca literaria del siglo historia? El de Holcomb era un mundo radical- de las razones por las que quise ha- Perry Smith: “Íbamos como locos. Con-
XX y del XXI. Burbuja que mente distinto a todo lo que Capote cer reportajes fue precisamente para ducía Dick. Creo que los dos nos sentía-
no se desinfla y planea so- ** y Harper habían conocido. Otro uni- demostrar que podía aplicar mi esti- mos muy ‘colocados’. Yo por lo menos.
bre los mesones de las librerías y en Cuando lee en la página 39 de The verso cultural, otro modo de vivir. Es- lo a las realidades del periodismo. Y Muy ‘altos’ y al mismo tiempo muy ali-
las listas de libros recomendados – New York Times del 16 de noviembre tablecieron un método. Luego de ha- creo que en mi método de ficción se viados. No podíamos dejar de reírnos;
siempre maquilladas–, en el rubro de 1959, una noticia no muy destaca- cer juntos las entrevistas, cada quien observa el mismo desapego. La emo- ninguno de los dos. De pronto todo nos
de narrativa de no-ficción. Es pa- da, “Rico agricultor y tres miembros se iba a su habitación y tomaba notas ción me hacer perder el control del pareció muy divertido; no sé por qué
ciente: aguarda en las estanterías. de su familia asesinados”, Capote ha de lo visto y lo oído. A menudo, des- relato: tengo que agotar la emoción pero así fue. Pero la escopeta chorrea-
Hasta que, en algún momento, apa- publicado relatos memorables como pués de intercambiar sus notas, vol- antes de sentir que he logrado una ba sangre, y mi ropa estaba manchada.
rece un nuevo lector que se rendirá “Un halcón decapitado” y “Un árbol vían al entrevistado una o dos veces mirada suficientemente clínica co- Tenía sangre hasta en el pelo. Así que
a su maestría. de noche” (ambos traducidos por el más. mo para diseccionarla y proyectarla”. cogimos una carretera rural y segui-
escritor mejicano Juan Villoro), el mos unos diez kilómetros hasta que
** largo y prístino reportaje “Se oyen ** ** nos encontramos en medio de la pra-
Escribo marca literaria para decir las musas”, y tres novelas: Otras vo- Cuatro mil páginas: tal el volumen Y así, mientras seguimos en el sillón dera. Oíamos a los coyotes. Nos fuma-
que A sangre fría tiene algo de sempi- ces, otros ámbitos, El arpa de hierba y de notas que guio la construcción sobre la alfombra, Capote reconstru- mos un cigarrillo y Dick no paraba de
terna presencia. No se olvida su nom- Desayuno en Tiffany’s. Se le ha criti- de A sangre fría. Cuatro mil páginas ye: reconstruye los espacios, las per- hacer chistes sobre lo que había pasa-
bre. No se escapa uno a lo que la frase cado, pero por encima de eso, se le ha de datos, un almacén abigarrado de sonas, los hechos, con artes de gran do en aquella casa. Me bajé del coche;
sugiere: crimen perpetrado sin palia- celebrado. Se ha dictaminado: nadie percepciones, anotaciones sobre el maestro. Teje. Afina sus agujas. Dis- hice ‘sifón’ y saqué algo de agua del de-
tivos. Personas que viven ajenas a la es capaz de encadenar una sucesión comportamiento, anécdotas, frases pone cada elemento. Su hacer narra- pósito y limpié la sangre del cañón de
experiencia de leer saben que ocurrió tan extensa de frases perfectas. Tenía y modalidades del habla, descripcio- tivo es pausado. No sacrifica nada la escopeta. Luego escarbé un agujero
en Estados Unidos y que toda una fa- 35 años y las facultades intactas. nes de rasgos físicos en distintos pla- que pueda resultar revelador. Nos en la tierra con el cuchillo de caza de
milia fue asesinada. Y saben que el nos, registro de objetos, ropas, gus- aproxima hacia un pequeño lugar Dick, el que había usado con el señor
autor es un señor de nombre empa- ** tos, rutinas, cronologías de cómo se del mundo, en el que hasta noviem- Clutter, y enterré en él los cartuchos
lagoso y rotundo, Truman Capote. Ante la noticia, Capote experimen- produjeron ciertos hechos, especta- bre de 1959, no se había producido vacíos y lo que había quedado del rollo
ta una especie de revelación: siente culares o nimios. Un acopio, no solo una atrocidad de esa magnitud ni de cuerda de nylon y de la cinta adhesi-
** un llamado, la urgencia: debe via- de las vidas desgranadas de víctimas mucho menos. va. Después seguimos en el coche hasta
Apenas se camina por las primeras jar a Holcomb y entender qué pasó. y victimarios: también de policías, que tomamos la Nacional 83 y enfila-
frases (“El pueblo de Holcomb está Gerald Clarke, su biógrafo, cuenta: abogados, del juez, de vecinos des- ** mos hacia el este en dirección a Kansas
situado en las altas planicies trigue- “Sin motivo aparente, cuatro perso- tacados de Holcomb. Capote no solo Para mayor estupor, resulta que los City y Olathe. Hacia el amanecer Dick
ras del oeste de Kansas, un territorio nas habían sido asesinadas: Herbert entrevistó a los asesinos en numero- Clutter eran virtuosos. Una familia paró en uno de esos sitios para descan-
solitario que los demás habitantes de Clutter, su esposa Bonnie, y dos de sas ocasiones, sino que se carteó con sin máculas. Sin tachones en las bio- sar y tomarse un tentempié: lo que lla-
Kansas llaman ‘allá’. A unos cien ki- sus cuatro hijos, Nancy de dieciséis, ellos o los visitó en sus celdas cuando grafías de sus miembros. Metodistas man áreas de servicio, con fogones al
lómetros al este de la frontera de Co- y Kenyon de quince. Al leer y releer ya sabían que morirían en la horca. de trabajo y austeridad. Abstemios. aire libre y demás. Encendimos fuego y
lorado, el campo, con sus duros cielos aquellos escuetos párrafos, Truman El jurado los había condenado a pe- Gente de iniciativas, gremios, embar- quemamos algunas cosas: los guantes
azules y su aire diáfano de desierto, advirtió que un crimen semejante na de muerte el 30 de marzo de 1960. cados en causas a favor de los demás. que habíamos usado, y mi camisa. Dick
tiene una atmósfera más propia del era un hecho totalmente ajeno a él, Transcurrirían cinco años en el “co- Y, para hacer más absurdo lo abisal- dijo que ojalá hubiese tenido un buey
Lejano que del Medio Oeste”), el lec- un hecho que no podía modificar. In- rredor de la muerte” hasta que fue- mente trágico, eran habitantes de para asarlo en la parrilla; que jamás
tor se posa sobre una superficie al- cluso el lugar, una parte del país que ron ejecutados. una casa de 14 habitaciones donde no había estado tan hambriento. Cuando
fombrada: apenas ruidosa, en la que, le era tan extraña como la estepa ru- existía la apetecible caja fuerte que un llegamos a Olathe era casi mediodía.
con morosidad, se habla de un pun- sa, tenía un perverso atractivo”. Con ** convicto, que años atrás había traba- Dick me dejó en mi hotel, y se fue a ca-
to lejanísimo, de una pequeña po- nada más que una escueta noticia y Antes de que la noticia leída en The jado en la granja de los Clutter, había sa para el almuerzo dominical con su
blación en la vastedad del territorio una intuición inequívoca, Capote fue New York Times activase su ansioso asegurado a uno de los criminales (“Y familia. Sí, se llevó el cuchillo de caza,
estadounidense. Un lugar que posi- a ver a William Shawn, editor de The apetito narrativo, Capote había pu- desde entonces Dick no hacía más que y la escopeta”.
blemente no nos toca: en 1959 tenía New Yorker. Y obtuvo el apoyo que blicado tres novelas, buena parte de preguntarme cosas sobre la familia.
270 habitantes. buscaba. sus relatos fundamentales y, muy ¿Cuántos eran? ¿Qué edades tendrían *A sangre fría. Truman Capote. Traducción:
importante como antecedente de A los hijos ahora? ¿Cómo se llegaba a la Jesús Zulaika. Editorial Anagrama, España,
** ** sangre fría, el extenso reportaje Las casa exactamente? ¿Cómo estaba dis- 2007.
Sostengo: no nos toca. Con habilidad Es entonces cuando Nelle Harper Lee musas oyen, que narra la presenta- puesta? ¿Tenía el señor Clutter caja
pasmosa, Capote construye un obser- (amiga de infancia, autora de Matar ción de Porgy and Bess (la ópera de fuerte? No voy a negarlo: le dije que *Truman Capote. La biografía. Gerald Clar-
vatorio para el lector: un cómodo si- a un ruiseñor, que publicaría en 1960 George Gershwin que había sido es- sí. Porque me parecía recordar una es- ke. Traducción: Víctor Pozanco. Ediciones B.
llón sobre la alfombra. Desde allí, la y sería galardonada con el Premio trenada en 1935), por parte de una pecie de armario, o caja fuerte, o algo, España, 1989.
visión es plena y nítida. Y, en lo esen- Pulitzer en 1961) se anima a acompa- troupe estadounidense, en teatros de justo detrás del escritorio del cuarto
cial, quizá contrariando la expectati- ñarle. Capote lo anticipa: la investiga- la Unión Soviética comunista. Aun- que usaba como despacho. Y, visto y *The Paris Review. Entrevistas (1953-2012).
va más obvia, apenas rasguña en la ción resultaría poliédrica, laberínti- que hubo críticos que habían señala- no visto, Dick empezó a hablar de ma- Volúmenes 1 y 2. Traducción del inglés: María
sentimentalidad del lector. De punta ca, irregular. Y tenía una convicción: do la presencia en su ficción de influ- tar al señor Clutter. Que Perry y él Belmonte, Javier Calvo, Gonzalo Fernández
a punta, A sangre fría es un tercer ob- para que resultasen fructíferas, a las jos que provenían de Eudora Welty, iban a entrar a robar en la casa y que Gómez y Francisco López Martín. Ediciones
jeto, más allá del autor, más allá del entrevistas debían ir sin grabadora ni Carson McCullers o Katherine Ann iban a matar a todo el mundo para no El Acantilado, Quaderns Crema S.A. Espa-
lector. Elude la tentación de hurgar cuadernos de notas. Solo así aquellas Porter –todas autoras del mítico sur dejar testigos”). ña, 2020.
en las emociones. ¿Podía Capote ha- almas se abrirían. literario de Estados Unidos–, desde **
EL NACIONAL DOMINGO 23 DE JUNIO DE 2024
Papel Literario 5

ENSAYO >> UN HALLAZGO EN 2666, NOVELA DE ROBERTO BOLAÑO

Rafael Dieste en 2666


“¿Qué libro insospechado se asoma entre las cajas? Nada menos
que el Testamento geométrico del escritor gallego Rafael Dieste
(Rianxo, 1899 - Santiago de Compostela, 1981), un ensayo tan
singular y fascinante como su propio autor, uno de los secretos
mejor guardados de la literatura de Galicia”
LUÍS POUSA nológico impartió clases de literatura, (1926) o la obra de teatro A fiestra val-
dejó pruebas de su interés por la geo- deira (1927) y de tesoros narrativos en

A
vanzamos por la prosa fabu- metría y por la obra fundacional del español como Historias e invenciones
losa del chileno Roberto Bo- griego Euclides, según relató muchos de Félix Muriel (publicado en 1943 en
laño (Santiago, 1953 - Barce- años después el escritor mexicano Ga- su exilio argentino) peleó durante dé-
lona, 2003) en su torrencial briel Zaid, entonces estudiante de Inge- cadas para desentrañar los fundamen-
novela 2666 –aunque más que torren- niería en Monterrey: tos en los que se basa la geometría y lo
cial, es esta una narración oceánica o, “Dieste se entendió muy bien con hizo desde una formación autodidacta
si prestamos oído a la poesía del atlan- un grupo de estudiantes de Ingenie- (no cursó estudios superiores de Mate-
tista Pessoa, es un colosal maelstrom ría que formamos un club de lecturas máticas) pero también desde el rigor
que se arremolina ante los ojos aluci- para leer y discutir a los clásicos de la que exige la materia. Se ocupó (y preo-
nados del lector– y, allá por la página ciencia. Le pedimos que hablara de los cupó) con especial empeño del quinto
239, vemos a Amalfitano salir al patio Elementos de Euclides y su charla fue postulado de los Elementos de Euclides
en mangas de camisa “como un señor como una revelación. Nunca vimos tan (el mismo ante el que el Amalfitano de
feudal sale a caballo a contemplar la claro que las matemáticas también se Bolaño mostraba su pasmo bajo el cie-
magnitud de sus territorios”. “Antes podían leer, no solo operar, que es lo lo riguroso de Sonora). Sin entrar en
había estado tirado en el suelo de su que se suele aprender en Ingeniería. mayores profundidades matemáticas,
estudio abriendo cajas de libros con Dieste no solo sabía cien veces más apuntaremos simplemente que este
un cuchillo de cocina y entre estos ha- geometría que nosotros, sino que, en postulado fundamental de la geome-
bía encontrado uno muy extraño, que forma verdaderamente socrática, nos tría euclídea indica que, dada una línea
no recordaba haber comprado jamás hizo caer en la cuenta de una proble- recta y un punto fuera de esa recta, se
RAFAEL DIESTE / VIDA GALLEGA (1926) – DOMINIO PÚBLICO
y que tampoco recordaba que nadie le mática inquietante en el ‘superado’ puede trazar una y solo una línea recta
hubiera regalado”, apostilla el creador Euclides. Además, lo hacía con una paralela a la primera pasando por di- sas bien asentadas como intentar pres- de conocimiento en sí mismo. “El inte-
de Los detectives salvajes. naturalidad tan viva que, más que in- cho punto. Como sucede a menudo con cindir de esa proposición y construir rés especial que mostró Rafael Dieste
¿Qué libro insospechado se asoma en- clinarnos a considerarlo un ‘genio’, un algunos de los axiomas sobre los que un itinerario alternativo. por la epistemología fue la razón por
tre las cajas? Nada menos que el Tes- ser excepcional, nos hacía sentir que lo se levanta el laberíntico edificio de las Como recogen en su estudio Espacio, la que se inició en los fundamentos de
tamento geométrico del escritor gallego normal era usar toda la cabeza, no solo matemáticas, la aparente sencillez del movimiento y geometría las profesoras la geometría como campo ideal de ex-
Rafael Dieste (Rianxo, 1899 - Santiago unos cuantos lóbulos”. enunciado no permite adivinar los que- Carmen Sueiras Romero, María Díaz perimentación para la teoría del cono-
de Compostela, 1981), un ensayo tan El autor de títulos hoy clásicos de la braderos de cabeza que provoca tanto Marzoa y María Buceta Fernández, cimiento. De hecho, en una de las va-
singular y fascinante como su propio literatura en gallego como la colec- intentar demostrar esta proposición a lo que atraía a Dieste del quinto pos- rias cartas que se cruzó con el profesor
autor, uno de los secretos mejor guar- ción de relatos Dos arquivos do trasno partir de un cierto conjunto de premi- tulado era precisamente el problema húngaro Szabó en 1963 escribe: ‘… No
dados de la literatura de Galicia. me interesa el problema como geóme-
Así describe Bolaño la escena en ese tra, sino como escritor, como pensador;

Sobre Rafael Dieste González


relato insondable (no solo por su des- mis estudios de geometría están orien-
bordada extensión, sino por la infini- tados por la teoría del conocimiento y
tud de lecturas que admite) que res- los problemas de identidad”.
ponde al título de 2666: Dieste González, Rafael. Rianxo (La Co- Ni siquiera la movilización, en 1921, co- Junta de Ampliación de Estudios, via- A los entresijos del conocimiento, a
“El libro en cuestión era el Testamento ruña), 29.I.1899 – Santiago de Compos- mo soldado en África, con el desastre ja por varios países europeos, Francia, pensar y repensar las ideas de axioma
geométrico de Rafael Dieste, publicado tela (La Coruña), 1.X.1981. Escritor. Es de Annual por medio, le aparta de sus Bélgica e Italia, para familiarizarse con y postulado, dedicó Dieste tres ensa-
por Ediciones del Castro en La Coruña, el menor de siete hermanos y el único colaboraciones en revistas juveniles el nuevo teatro, y publica varias obras: yos antes de este Testamento geomé-
en 1975, un libro evidentemente sobre nacido en la pequeña villa de Rianxo, como Cuentos Nuevos (Santiago, 1922) teatro (Viaje y fin de don Frontán, 1930); trico que Bolaño colgó de una cuerda
geometría, una disciplina que Amalfi- en donde se instaló la familia proceden- o Charamuscas (Marruecos, 1923). poesía (Rojo farol amante, 1933); ensayo imaginaria en 2666: Nuevo tratado de
tano apenas conocía, dividido en tres te de Uruguay, país del que son natura- A finales de 1923, liberado del servicio (La vieja piel del mundo, 1936); y cola- paralelismo (Buenos Aires, Atlántida,
partes, la primera una ‘Introducción a les sus tres hermanos mayores. A pe- militar, inicia una etapa decisiva de su bora en distintas publicaciones perió- 1956), “Variaciones sobre Zenón de
Euclides, Lobachevski y Riemann’, la sar de las adversas circunstancias que vida como periodista en Vigo con cola- dicas (P.A.N., Hoja Literaria, Nueva Elea” (incluido en Diálogo de Manuel
segunda dedicada a ‘Los movimientos le tocó vivir –luchas anticaciquiles en boraciones sucesivas en Faro de Vigo, España). y David y otros ensayos, Vigo, Edicións
en geometría’ y la tercera parte titulada su Rianxo natal, emigración temprana Galicia y El Pueblo Gallego. Las anima- Ni siquiera la gran desbandada que Teseo, 1963) y ¿Qué es un axioma? Mo-
‘Tres demostraciones del V postulado’, a México, Guerra de África como solda- das tertulias, el debate y hasta el com- produce la Guerra Civil interrumpe vilidad y semejanza (Vigo, Edicións
sin duda la más enigmática, pues Amal- do, Guerra Civil como voluntario, exilio bate ideológico revelan un espíritu cul- su obra que se proyecta en muy varia- Teseo, 1967). Un itinerario que culmi-
fitano no tenía idea qué era el V postu- en Buenos Aires, Monterrey (México) y to y de gran capacidad dialéctica. das publicaciones de combate como El nó en el ensayo aparecido entre las ca-
lado ni en qué consistía, y además no le Londres durante más de veinte años– Esta etapa galleguista de Rafael Dies- Buque Rojo y especialmente en Hora jas de Amalfitano en Santa Teresa, con
interesaba saberlo, aunque esto último nos ha legado una fecunda obra litera- te se verá culminada con la publicación de España, revista de la que es funda- un misterioso sello de la librería Follas
tal vez no sea achacable a su falta de cu- ria, tanto en gallego como en castella- de dos obras que le consagran, junto a dor y redactor, durante su estancia en Novas de Santiago de Compostela, en
riosidad, que la tenía y en grandes can- no, en la que se conjugan sabiamente su amigo rianxeiro Manuel Antonio y a Valencia, a donde había llegado pro- el que Dieste se zambulle de lleno en
tidades, sino al calor que barría por las humanismo, estética y ética solidaria. Amado Carballo, como uno de los gran- cedente de Madrid. Acabará dirigien- el problema del quinto postulado y en
tardes Santa Teresa, un calor seco y pol- Sus inicios literarios coinciden con un des renovadores de la literatura galle- do en Barcelona la revista que había las consecuencias de aparcar esta pre-
voso, de sol agitado, al que era imposible viaje juvenil a México, en donde resi- ga. Se trata del libro de relatos Dos ar- fundado Castelao, otro ilustre artista misa para alumbrar las geometrías no
sustraerse a menos que uno viviera en dían sus hermanos Antonio y Manuel, quivos do trasno (1926) y de la obra de rianxeiro, Nova Galiza a partir de 1938. euclídeas de Lobachevski y Riemann.
un piso nuevo con aire acondicionado, en el año 1917; cuando regresa trae en- teatro A fiestra valdeira (1927). Se alista voluntario en el Ejército del ¿Hay entonces dos Diestes? ¿Uno que
lo que no era su caso”. tre su equipaje un cuaderno manuscri- A partir de 1929, con un viaje a Lon- Este después de haber colaborado en analiza el Espacio –siempre lo escribe
Amalfitano no logra averiguar cómo to con siete cuentos, hoy felizmente re- dres para visitar a su hermano Eduar- la empresa de un teatro de guerra jun- con mayúscula mayestática– y otro que
ha aparecido ese libro en su biblioteca cuperados y publicados. do, a la sazón cónsul de Uruguay en esa to con Alberti, Casona y Sender. Antes se deja asombrar por la minuciosidad
embalada. Se inclina por sospechar que En 1918 reanuda sus estudios en la ciudad, abandona sus afanes galleguis- había dirigido en Madrid, durante unos de lo real en sus relatos? Para Domin-
llegó a sus manos en alguna de sus li- Escuela Normal de Santiago, animado tas y se trasladará a Madrid, iniciando meses, el Teatro Nacional. go García-Sabell, autor del prólogo del
brerías de cabecera de Barcelona, tal siempre por su voluntad de diálogo y una nueva etapa consagrada a la lite- Testamento geométrico, “la tónica crea-
vez en Laie o en La Central, y que lue- servicio que le llevan a manifestar que ratura en castellano. Ingresa en las Mi- *Breve biografía copiada del portal de la Real dora continúa siendo la misma” en el
go atravesó el Atlántico, junto a sus tí- su vocación esencial es “ser persona”. siones Pedagógicas, es becado por la Academia de Historia de España. Dieste literario y en el Dieste matemá-
tulos más queridos, hasta aterrizar en tico. Tal vez por eso, por su ilimitada ca-
México, “en esta populosa ciudad que pacidad de asombro, el escritor saltaba
desafiaba al desierto, en la frontera en- sin pestañear desde los axiomas de la
tre Sonora y Arizona”. Como respues- geometría euclídea a su delicada litera-
ta –¿o tal vez como venganza?– ante el tura, un viaje de ida y vuelta en el que
enigma, el Amalfitano de Bolaño tie- lo mismo nos entregaba un teorema
ne una iluminación. Una idea propia (con la aplastante belleza de lo que se
de Marcel Duchamp. Un juego a lo re- demuestra como verdadero ante nues-
ady-made. Agarra tres pinzas, se acer- tros ojos) que nos obsequiaba con las
ca al tendedero y cuelga el Testamento formidables líneas de arranque de sus
geométrico de Dieste entre la ropa re- Historias e invenciones de Félix Muriel:
cién lavada. Su hija Rosa lo interroga “Alumbrando el rellano de la escale-
sobre “el experimento”: “Se me ocurrió ra había un quinqué de petróleo, cuyo
de repente, dijo Amalfitano, la idea es depósito era de cristal color guinda y
de Duchamp, dejar un libro de geome- levemente modelado como un peque-
tría colgado a la intemperie para ver si ño mar en miniatura en que estuviera
aprende cuatro cosas de la vida real”. meciéndose el crepúsculo.
Dejamos el ejemplar de Amalfitano Aquel rellano fue siempre lugar en
(¿o de Bolaño?) colgado a la intempe- que se dieron cita a la vez la gran fran-
rie bajo el sol de Sonora y regresamos queza y el dilatado misterio”.
a Dieste y a su ensayo. ¿Qué se le per- Aquel rellano era como la obra mis-
dió al escritor Rafael Dieste en los uni- ma de Dieste –la del geómetra autodi-
versos de la geometría? Al estallar la dacta y la del escritor fabuloso–, una
Guerra Civil española, el narrador, obra donde se dan cita a la vez la gran
poeta y dramaturgo se exilió, primero franqueza y el dilatado misterio.
en Cambridge (Reino Unido) y luego en
Monterrey (México) antes de instalar- *Luís Pousa es profesor titular de Mate-
se, como tantos intelectuales españoles máticas de la Universidad Intercontinental
de su generación, en Buenos Aires. Ya de la Empresa, fellow del Aspen Institute
en Monterrey, en cuyo Instituto Tec- ROBERTO BOLAÑO / ©VASCO SZINETAR España y escritor.
6 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 23 DE JUNIO DE 2024

ENTREVISTA >> ARIANA HARWICZ (1977), ESCRITORA ARGENTINA

Novelista
fundamental en “Todas mis novelas tienen una lengua
judicial para pensar el amor”
lengua española,
Ariana Harwicz es
autora de Matate,
amor (2012), La débil ca puede ser enjuiciado?

mental (2014), Precoz Lo que mencionas son todas alu-


siones muy interesantes, o citas cen-
(2015), Degenerado trales de las obras. Es bueno poner a
dialogar la violencia de los dos tex-
(2019) y Perder el tos, las frases más icónicas o sobre-
salientes sobre el acto de parir, o el
juicio (2024) acto de engendrar, o el acto consu-
mado sexual. Hay una cosmovisión
aquí, como la visión filosófica del se-
CLAUDIA CAVALLIN xo; y del sexo al nacimiento hay una
visión muy mortuoria y sanguinaria,

C
uando las distancias geográ- criminal, extrema. Efectivamente, es
ficas se unen, en una conver- un acto casi de terrorismo, de some-
sación se puede valorar la hi- timiento y de liberación a la vez. En
bridez curiosa de los husos ese sentido, trato de que mis libros no
horarios, el equilibrio apartado de condenen la maternidad, ni mucho
los amaneceres de un continente que menos el amor, sino que los mues-
se juntan a los atardeceres de otro, tren en una dimensión absolutamen-
para describir el punto de encuentro te doble.
con la literatura de Ariana Harwicz.
Como en su escritura, el sonido par- Volviendo a Perder el juicio, el
ticular de los pájaros trinando es un símbolo de las rutas, del espacio
eco cercano a sus palabras que refle- para ralentizar y clavar los fre-
ja una zona natural del campo fran- nos, de detenerse para asumir la
cés, donde ha vivido desde 2007. Su necesidad de los cuerpos y volver
primera novela Matate, amor (Mar- a moverse ¿es algo similar a los es-
dulce, 2018) abre diferentes modos de pacios de escritura? Si es así, no
narrar la sensibilidad de los cuerpos solo la novela se lee como en un
que habitan espacios disímiles. Pos- tránsito de las palabras que no se
teriormente, Matate, amor fue adap- detienen, sino que, en otras his-
tada al teatro y este año será llevada ARIANA HARWICZ / EDITORIAL ANAGRAMA torias hay rutas móviles para los
al cine por Martin Scorsese, bajo la lectores que transitan por ellas.
dirección de Lynne Ramsay, y con Cassatt” (Rumaan Alam, The New cer el poder desde un lado, desde el ¿Tu escritura es como una cone-
Jennifer Lawrence como protago- Yorker)? otro. Legislar ese poder y establecer xión entre caminos que nunca se
nista. Su cuarta novela, Degenerado Es una buena pregunta porque, co- un arbitraje justo, si es que hay una interrumpen? ¿Nos movemos los
(Anagrama, 2019), inicia una historia mo recordás, los trazos pictóricos, las noción de la justicia, pone en jaque o lectores en tus obras?
sobre un proceso judicial que luego citas, y el entramado de mis novelas en duda todas las nociones en la no- Existe una posible analogía o cruce
podría compararse con las ideas de incluyen referencias como en Matate, vela. Todo se pone en acto: el acto de entre las rutas reales y los caminos
Perder el juicio (Anagrama, 2024). amor, y ese deseo de tener de vecinos secuestrar hijos, de perder el juicio, que están omnipresentes en Perder el
Como dice Harwicz, se escribe una a Lucian Freud y Jean Simmons, o a de no saber si es violación o no en la juicio, pero también en Precoz (Mar-
novela cuando se está en desacuerdo Francis Bacon, se une a la frase sobre cama, de estar viendo si hay un juez dulce, 2015), pues son todos caminos
con el sentido de las palabras. mis madres, que son más expresionis- o no hay un juez. Es judicializar el de- sinuosos que serpentean, que están
tas que clásicas. En todos mis perso- seo, el amor, la penetración. Es un po- siempre al borde de un abismo, reple-
Quiero iniciar con la imagen de najes maternos hay símbolos impor- co una puesta en escena de todas esas to de pedruscos, piedras, bancos de
tu novela más reciente: una foto- tantes. En cada una de las relaciones categorías y también una mirada crí- arena, ríos. Hay toda una geografía
grafía de “Pierre y Paulette be- maternales está esa especie de bomba tica, desconfiada, de la época. aquí también. En la escritura existe
sándose en el café Chez Moineau” de tiempo, de contrareloj, de alguien una especie de cartografía limítrofe
(1953) en París, de Ed van der Els- que va a explotar, y allí he puesto el Como señalas, en Perder el juicio de las rutas. Mucho más que en Pre-
ken. El beso, como el de Klimt, ya minutero entre una imagen y otra. “El amor es la indefensión máxi- coz, en Perder el juicio aparece toda
cuenta una historia de pasión que Hay una oscilación bastante peligro- ma”, “es un estado doloroso”, in- la novela en un recorrido. Creo que
luego tambalea en diversos amo- sa y creo que, en las novelas, la idea de cluso un acto pederasta. Usando sí, que se podría hacer, según lo que
res que se suspenden al “perder el la maternidad es susceptible de desa- las profundas frases que se inser- planteas vos, un camino o un mapa
juicio”. Como el título de la obra, tar una guerra o una batalla campal, tan en tu novela, ¿Cómo definirías sobre cuáles son las rutas de la escri-
la protagonista intenta sobrevivir un asesinato, o un crimen. Siempre las múltiples caras del amor que tura. La escritura también permite
el caos en su mente para tener hi- hay un péndulo psíquico o solo visual en ella se encuentran? el tránsito por caminos difíciles, noc-
jos, para volver a una tradición entre mis madres. En Matate, amor y, Creo que todas las metáforas hacen turnos, peligrosos. La escritura los
que no coincide con los tiempos, sobre todo, en Perder el juicio, apare- eco, dan sentido, e imponen un abis- transita conectándose con un mapa
para llegar a un punto de quiebre ce un juego asociado entre un auto- mo con el mismo título de Perder el cerrado, donde esas rutas pertenecen
que se mueve en los mundos (en rretrato y otra figura de la madre. Son juicio. Perder la cordura, perder el a un paisaje inventado, un lugar que
escritura, entre las letras redon- las dos y, sí, hay como una bipolaridad proceso judicial, perder las instan- no existe y está ahí.
das y cursivas, o los diálogos que que se puede ver bien en la pintura. cias de justicia y los tribunales, con
jueces y magistrados, y perder la ca-
trato de que
se reducen a letras pequeñas). Ya para finalizar, me mudo a
¿Crees que ese beso profundo es En esta historia, las heridas, los beza, obviamente, conforman toda mis libros no otro espacio de tránsito valioso.
la unión que activa siempre la tajos, la ruptura dolorosa de un una red que intenta tejerse en la no- En otras entrevistas dices que “un
frustración que viene después en cuerpo también pueden ser los vela. Te preguntas, como quien ata condenen artista no se puede reducir ni a su
símbolos o las grafías que per- algo a un cuerpo, una y otra vez lo
los personajes de tu obra?
Sí, obviamente el punto de partida manecen en la piel ante el dolor. mismo. Todo el tiempo se usa ese lé- la maternidad, identidad, ni a su ideología, ni a
su género”. Si la libertad de la es-
o de inicio es un beso, ese beso con-
centrado y cristalizado en la foto que,
¿Violaciones entre esposos en
una cama común bajo un mismo
xico, esa jerga judicial para tratar de
imposiblemente definir el amor. Sí,
ni mucho menos critura no reduce, sino multiplica
lo imposible, ¿hasta dónde puede
además, es una foto de guerra, una techo? ¿actos que terminan en re-
conciliación, aunque causen un
creo que el amor en mis novelas ex-
cede el juicio. Quizás Perder el juicio
el amor, sino llegar el poder de una escritora?
Como lo dije antes, por su pues-
foto bélica, que lleva dinamita y vio-
lencia adentro. Es un beso francés y profundo dolor y frustración? es la que más lo destaca. Pero Dege- que los muestren to, una artista o una escritora no se
allí está todo el entramado novelísti- ¿Crees que, en la novela, el cuer- nerado también es absolutamente puede reducir o pensar únicamente
co de la obra. Siempre las portadas po y, más allá, las relaciones en- jurídica. Todas mis novelas tienen en una dimensión desde el género, la identidad, la re-
son como el lightboard de la novela. tre los cuerpos, son otra manera una lengua judicial para pensar el ligión, la sexualidad, ni nada, pues
Allí lo que la novela no dice está en la de narrar partiendo de las heridas amor. El deseo, el erotismo. El amor absolutamente no se puede reducir. No tiene senti-
de una mujer? maternal, el amor de pareja. Siem-
cubierta. En el caso de Degenerado,
sucede lo mismo con la liebre colga- El símbolo de la novela es esa dis- pre lo dividimos, pero el amor es solo doble” do. La escritura es lo contrario a la
identidad. La escritura abre la iden-
da que aparece en la portada. Obvia- cusión política, pero también pro- un sentimiento ¿no? Y siempre está tidad, la niega, la refuta. La escritura
mente, esa fusión erótica o libidinal fundamente real, entre dos esposos visto desde la perspectiva de una bó- es multi-identitaria y a mí ni siquiera
del beso en la foto cristaliza el sub- viviendo en la misma cama, lo que veda judicial porque, justamente, el me gusta la palabra identidad. Estoy
mundo de la violencia, y la posibili- es una violación o no. Porque ¿cómo amor es peligroso. El amor nos lleva segura de que una persona es infe-
dad de ejercerla en el mundo donde podemos saber?, ¿cómo podemos sen- a matar o a que nos maten, a come- liz cuando es catalogada de una sola
habita una pareja. tir?, ¿cómo podemos pensar el deseo ter delitos, a trasgredir la moral. El forma. Está de moda, por muchas ra-
del otro?, ¿cómo podemos adivinar lo amor tiene ese poder de incitarnos a zones, pero una persona que solo es
Recordando la figura de la ma- que lo articula o la manera de decir- cometer actos inesperados, a quienes algo, es absolutamente imposible. Es
dre, en tu novela Matate, amor lo? Es el problema, incluso la mane- no hubiésemos imaginado nunca ha- como una cárcel, como un infierno,
una madre frustrada, a quien ra del discurso y del lenguaje, lo que cerlos, porque nos ponemos del lado una condena, una punición. Estoy se-
le gustaría tener como vecinos lleva a una limitación, porque nunca del campo del bien y la racionalidad; gura de que en las sombras y en la os-
a Egon Schiele y Lucian Freud, se sabe nada en el fondo, aunque el el amor es profundamente violento y curidad, en la clandestinidad, alguien
cría a su hijo con una mano que otro diga “sí”, “sí es sí”, “no es no”. la violencia está muy ligada a la tras- ría existir”. El que narra dice que es otro, y quizás su contexto es lo con-
prepara la comida, mientras con Está bien estipular ese acto, porque gresión de las leyes. Esa idea de que nació de su madre como un can- trario. Una persona que se congela y
la otra se apuñala. Volvemos aho- algo hay que delimitar, es necesario. el amor nos pone a salvo de la locura grejo para atrás, destrozándole el se cristaliza, representando una sola
ra a la identidad maternal en tu Sino estamos viviendo en la incerti- o de la violencia, es obviamente ino- sexo. En Perder el juicio ¿aunque existencia, es aburridamente repeti-
nueva obra, una identidad dupli- dumbre absoluta. En la locura. Pe- cente y contra natura para mí. un cuerpo femenino sea castiga- tiva. Es como estar en un día eterno,
cada también en los mellizos que ro, aun así, no podemos saberlo todo. do, el ego de ser padre sobrevive que permanece igual. Lo que hacen
se mueven en el tiempo. ¿Crees Quizás es una novela política pero Ya que mencionas Degenerado, siempre?, ¿y no es el acto sexual la novela y el arte es abrir, implosio-
que la idea de tener un doblez también de juicio, en el sentido en el un monólogo, un hilo de voz que una forma de destrozar desde el nar y destruir totalmente los senti-
en la figura materna frustra “el que pone en ese acto entre los espo- se enhebra “en la mente como un placer a las más débiles?, ¿ocurre dos. Generan desconcierto, misterio
autorretrato de las mujeres que sos el gran problema del misterio, del trineo inmundo”, aparece otro que la maternidad puede ser una en la identidad. Aquí, la escritura no
son más Francis Bacon que Mary malentendido, de la dificultad de ejer- cuerpo, “cuya tipología no debe- prueba del sometimiento que nun- tiene límites.
EL NACIONAL DOMINGO 23 DE JUNIO DE 2024
Papel Literario 7

PUBLICACIÓN >> CAZA MAYOR DE BEN AMI FIHMAN (EDITORIAL DAHBAR)

“El libro se vuelve


entonces, una entrevista
al entrevistador; el
testimonial de una forma
de vida; el espacio de
contradicciones donde
el hombre que afirma
no tener la memoria de
Funes, despliega una
enorme capacidad de
reminiscencia. Caza mayor
se presenta entonces
en sus páginas como un
confesionario donde las
imágenes idealizadas
se hacen carne”
JOHNNY GAVLOVSKI E.

…Sepa descifrar un semblante y deletrear el al-


ma en las señales…1
Baltasar Gracián

1.- Fihman con Borges


Cuando me llega por primera vez la noticia de un
libro de Ben Amí Fihman Caza mayor. Salir en
la foto con Borges, Cioran, Bashevis o Piglia (Edi-
torial Dahbar, 2024) inmediatamente pensé en la
posibilidad de leer sendas entrevistas que el au-
tor, uno de los íconos del periodismo venezolano, BEN AMÍ FIHMAN / ©VASCO SZINETAR

Cazar a Ben Amí


hiciera a estas figuras.
Cualquiera de ellos, en soliloquio o en diálogo
con el verbo acerado, si no ácido de Fihman, pue-
de ser un acercamiento insólito a cuatro estilos
divergentes de la literatura del siglo XX.
Impulsivamente abrí Caza mayor, lo hojeé, pe-
ro un supuesto análisis literario de los persona-
jes no me salió al paso. Puse el libro a un lado,
no sin frustración. Inmediatamente bajé la guar- Visto hoy en retrospectiva, justo esos referen- yas venas corre la tinta de antiguos recetarios de es otra cosa que lo que no puede ponerse en pala-
dia. El entusiasmo me perdió. El libro no trata de tes son los imagos que vamos montando en nues- cábala (..) y en la cuna del Libertador descubre el bras. La angustia a través de la mueca, la angus-
mis expectativas, sino del testimonio de alguien tro devenir pues tabula rasa no existe. Creamos sabor de la lechoza tras haberse atragantado, días tia frente a lo que falta.
que sabe lo que hace. Me di una pausa. Busqué la a nuestros precursores nos dice Fihman en las antes, con un hueso de ave de corral”. Veámoslo con un ejemplo: la exaltación de la
contraportada. Leí: “El foco está en las personas, primeras páginas, y así nos lo hace ver en su en- Sorpresivamente, me encuentro en caída libre: perfección, de la belleza en una estatua griega no
no en las obras (…) los relatos de cómo Fihman cuentro con Borges cuando afirma: “Confronta- yo que abandoné el libro en sus primeras páginas, llega a nuestros días en todo su esplendor. Hay
buscó esas entrevistas son una excusa para ha- dos con la persona de Borges, hemos estado con y lo retome por una cuestión de oficio, ahora no algo que falta, siempre, incluso en las imágenes
blar de épocas, entramados culturales, lecturas y Berkeley o, por momentos, con Schopenhauer o puedo soltarlo. En pocas horas me voy de viaje. idealizadas. Véase en la ausencia de brazos en la
aventuras en las ciudades que eran entonces Ca- con Robert Louis Stevenson; quizás otra de sus Aún no he terminado de “hacer maletas”, pero la Venus de Milo o la incompletud viril de Apolo de
racas, Nueva York, París (…). Este libro es una trampas, de las emboscadas que nos ha tendido narrativa vertiginosa de Caza mayor me impide Belvedere. Ahí está la mueca de la mutilación, la
autobiografía…”. valiéndose de los trucos literarios más añejos”3. soltarlo. Fihman abre la caja de Pandora, l’angois- castración por efecto de las circunstancias del
Bebo un sorbo de jugo de guayaba sin azúcar y Entiendo que Caza mayor me sumerge en una se de vivre que introduce el cáncer en su cuerpo, tiempo y la historia particular.
decido retomarlo. Aparto las expectativas. Hojeo profunda nostalgia; y mientras más avanzo en se mezcla con una aguda disección de persona- De ahí que la flecha del entrevistador da en el
el libro y un párrafo salta a la vista: “La admira- su lectura, me doy cuenta de que Ben Amí no se jes mezquinos, lujuriosos, mientras la elegía a un blanco: Cioran, el del “no compromiso”, ni laboral
ción es una aventura, tanto más hermosa cuan- retrata con los cuatro maestros que menciona compañero de camino va decantando un canto a ni afectivo, muestra su trasfondo depresivo que
do yerra siempre. Es espantoso, aunque razona- en el subtítulo, sino que se sale del marco, por la amistad. Punto final para la primera parte, me- bien pudo haberlo empujado a matarse. Sin em-
ble, no hacerse la menor ilusión con respecto a un carril distinto de la autopista mencionada. to el libro en la maleta, mientras mi admiración bargo, con su savoir-faire como escritor, lo con-
nadie”2. Desde ahí asumo ir a la caza del autor, dejar las por Jorge Luis Borges crece, convencido de la fiesa: “un libro es un suicidio aplazado”. Y así va,
El azar me invita ahora a abordar el texto desde anécdotas a un lado y buscarlo entre sus líneas, grandeza ese niño miope que, perdido entre las logrando una invención de sí, pudiendo construir
una perspectiva diferente; y sin darme cuenta me en “la-angustia-de-vivir” frente a lo ominoso en sombras, alcanzó la inmensidad. una obra y un personaje. Un semblante.
descubro planeando por encima de una autopista lo cotidiano, sea en los espacios subjetivos que “Cioran: ¿Qué es un impostor? Es el tipo que
donde se entretejen los carriles de múltiples lec- describe desde “la desmoralización en el que me 2.- Cioran con Fihman hace las cosas sin creérselas. O sin darles del to-
turas de forma vertiginosa. había postrado la ausencia en las aulas”; en el Retomo la lectura de Caza mayor en el parénte- do crédito, ¿no? Ahora bien, ¡yo hago cosas que no
Requiero una pausa más. Hago el ejercicio de coqueteo con la muerte o en esas madrugadas sis de más de ocho horas que me separan de mi suscribo! Yo escribo muy poco... aunque, después
leer las primeras líneas e ir luego al final. Vuelve de desesperanza donde pudo toparse con Diana destino. Más allá de la vertiginosidad de la vida de todo, escribo. Pero tengo una excusa, y es que
la frase de la contraportada: “El foco está en las Arbus cubierta por su estela de “soledades sin que subyace en los diversos paisajes en que cur- el hecho de escribir me ha hecho un bien increí-
personas, no en las obras (…) Este libro es una redención”. sa la narración, y derroteros que el autor le tocó ble. Debo decir que, en mi opinión, es la única te-
autobiografía…”. El libro se vuelve entonces, una entrevista al en- transitar, de cuando en vez el dolor asoma como rapia, una de las grandes terapias, ¿no?
Conocí a Ben Amí desde los 80, cuando daba mis trevistador; el testimonial de una forma de vida; una ominosa advertencia, presagiando lo que ha Fihman: Pero si, al hablar de impostura, usted
primeros pasos como escritor para un suplemen- el espacio de contradicciones donde el hombre de venir. dice que no cree en lo que hace, en el acto de es-
to de El Nacional. Algún encuentro fortuito en que afirma no tener la memoria de Funes, des- Tras el episodio Borges, Fihman, inconscien- cribir se puede o no defender el acto mismo, que
los pasillos frente a su figura imponente, quizás pliega una enorme capacidad de reminiscencia. temente (qué atrevimiento decirlo, pero hago la no implica responsabilidad. Porque es una labor
su mirada profunda en la oficina de Exceso; o po- Caza mayor se presenta entonces en sus páginas apuesta), nos somete a un juego de espejos con – solitaria per se. Pero usted maneja ideas, y enton-
siblemente, de un modo más íntimo y, con la res- como un confesionario donde las imágenes idea- ni más, ni menos– que el maestro de la amargura, ces si no creyera en las ideas que expresa, sería
petuosa distancia, en una situación de duelo por lizadas se hacen carne. Emil Cioran (Rășinari, 1911 - París, 1995) un irresponsable”7.
afectos compartidos. Pronto la entrevista a Jorge Luis Borges (Bue- Cioran provocador, aforista, de ideas a contra- Llegado este punto, es necesario recordar a
Busco deslastrarme de estas impresiones, inclu- nos Aires, 1899 - Ginebra, 1986), publicada en Pa- corriente, nos asombra en este, prácticamente, Baltasar Gracián: “Las cosas no pasan por lo que
sive desconocer al autor de aquellas referencias pel Literario (enero, 1971) aparece y, el texto-au- monólogo. El hombre que sostiene el equívoco en son, sino por lo que parecen ser. Valer y saberlo
obligadas como lo fueron Los cuadernos de la gula topista se bifurca en dos niveles: por un lado el las decisiones humanas, el amor como una decep- mostrar es valer dos veces: lo que no se ve es co-
o L’Oeil du Golem. testimonial de Ben Amí; por el otro, Borges, en ción inevitable y la trampa de las idealizaciones, mo si no fuese (…). Son mucho más los engaña-
Retomo las líneas de Caza mayor como quien, toda su dimensión humana: la del hombre que se nos muestra aquí libre del cinismo del que se dos, que los advertidos”.
sentado en un café, escucha indiscreto lo que se escribe para no olvidar, el nostálgico por la niñez le señala, pudiendo incluso afirmar que sostiene Pero el autor, en sus encuentros con Cioran, cae
conversa en la mesa de al lado. Me dejo llevar por perdida; y por otra, su brillante visión de escritor un discurso donde duda, se muestra humilde y en su propia trampa. La empatía, –(y nos atreve-
anécdotas y recuerdos que, aunque desde luga- en torno a Dr. Jeckyll y Mr. Hide, a la razón poética sensible. Es por ello que de pronto llama la aten- mos a inquirir: ¿la identificación?)–, entre los dos
res diferentes, evocan la nostalgia por esa Cara- de Edgar Allan Poe, o la dimensión trascendente ción cuando Fihman lo cita: “Escribir no es pen- hombres los atrapa en un vínculo especular. No
cas que fue, con su Ateneo, y sus tertulias en las de la inspiración. sar, es una mueca o, a lo sumo, una imitación del es de extrañar, que Fihman precise: “Para mi
librerías Suma o Cruz del Sur, las noches de bo- Y más allá de todo ello, Fihman describe la sen- pensamiento”6. asombro y regocijo Cioran empezó a recibirme”8.
hemia en el Gran Café, o los esenciales espacios sible profundidad de ese hombre que “vive en la Nos detenemos ahí, pues llama la atención el
de encuentro en la avenida Solano. palabra. Lo demostró actuando en el verbo, el sus- significante mueca. De una u otra manera, esta (Continúa en la página 8)
Una ciudad para una generación que busca- tantivo, el adjetivo, el guion, el signo de interro- siempre viene a aparecer como una exaltación del
gación y el punto y coma; como en un laberin- algo. La “mueca de lo real” decía desde el psicoa- 1Baltasar Gracián, Oráculo manual y arte de prudencia, Obras
ba maestros, o como le dice Jorge Luis Borges a
to transparente en el que deambula, luminoso e nálisis Jacques Lacan, para remarcar aquello im- completas II, p. 294.
Fihman “creando precursores”. En esas calles es-
taban a la orden para una generación de jóvenes invidente, sin extraviarse, ni dar bandazos”4. Ese posible de ser representado. De ahí que Fihman 2Fihman, B: Caza mayor. Salir en la foto con Borges, Cio-
aprendices: Balza, el “negro” González Vega, Ro- Jorge Luis Borges que confiesa “temer menos la coloca la mira en la elaboración de Cioran, ¿qué ran, Bashevis Singer o Piglia Editorial Dahbar. Venezuela,
jas Guardia y Cadenas, Lejter y Gené, entre tan- muerte que la inmortalidad”5. es aquello que aún no logra elaborar?, y “caza” 2024 Pág. 221
tos. Añoranza también por aquellos 80 en la Gran Volvemos al cuerpo principal de esta autopis- al autor del Inconveniente de haber nacido (Ma- 3Ibid pág 52
Manzana, buscando inspiración con amigos inol- ta kronicá. Aquí la herencia del tiempo marca la drid: Taurus, 1981) cuando lo lleva a sus orígenes, 4 Ibid pág 42
vidables como Varderi, Pérez Bojas, J. S. Escalo- velocidad y la narración se acelera nuevamente a Rumania. 5 Ibid pág 43
na, tropezando con Jessie Norman y Joddie Fos- al tocar la atmósfera criolla ora fascinante, ora Decimos caza, porque desde ahí Fihman con- 6Fihman, B: op cit. Pág 117
ter; o teniendo la temeridad juvenil de ofrecerle patéticamente nouveau riche, ora circense, donde fronta a Cioran. Basta una palabra, la del lugar 7 Ibid pág 153
un libreto a “Bobby” De Niro. “Borges camina con torpeza de Golem (…) por cu- de origen, para que aparezca la angustia, que no 8 Op cit pág 128
8 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 23 DE JUNIO DE 2024

PUBLICACIÓN >> RELATOS DE JOHN PETRIZELLI

Oficios y oficiantes
plantean al lector el reto de recorrer las pági-
John Petrizzelli (1956), nas por laberintos de enigmas y misterios que

escritor y cineasta de desembocan en finales sorprendentes. Ocho ofi-


ciantes son los narradores, testigos de eventos
amplia trayectoria, acaba que mantienen
el suspenso de principio a fin. Cada personaje
de publicar una nueva posee un oficio que lo asoma a múltiples reali-
dades donde lo inaudito campea a sus anchas.
colección de relatos, De esta manera, un corredor de inmuebles, el
reunidos bajo el título secretario de una embajada, una monja carme-
lita descalza, un barbero, el capitán de una go-
de Los oficios (editorial leta, un improvisado profesor de inglés, el con-
tador de un banco y un peluquero de mascotas,
Lector Cómplice, coprotagonizan historias que pendulan entre la
demencia y la lucidez.
Venezuela, 2024) Por ello es válido preguntarse dónde ubicarán
JOHN PETRIZELLI / CORTESÍA DEL AUTOR
los lectores el umbral entre la cordura y la lo-
cura en este libro pues el autor construye sus ¿En el capitán de una goleta que comercia una inconsciente, voluntario o involuntario, de los
personajes a partir de una cadena de incidentes fruta pestilente? personajes frente a los avatares de sus vidas,
ROSARIO ANZOLA
azarosos y puebla de elementos insólitos los es- ¿En el inmigrante convertido en profesor de podremos afirmar como Nietzsche que en la lo-

J
cenarios donde se desenvuelven cada uno de los inglés de una extraña alumna? cura siempre hay algo de razón.
ohn Petrizzelli domina con maestría el re-
núcleos argumentales. ¿En el paciente cero de una supuesta Los personajes de estos cuentos de John Pe-
lato, sea visual o escrito, y encuentra te-
¿Será en la invasión de un tropel de monos a pandemia? trizzelli se mueven en el terreno del delirio y la
mas insospechados en los rincones más
una afluente urbanización? ¿En el peluquero canino que percibe el pánico alienación. No obstante, su mundología se enla-
recónditos de la cotidianidad. Como crea-
¿Acaso en un embajador cuyo país desaparece indescifrable de las mascotas que atiende? za con lo sobrenatural vinculado a la experien-
dor de oficio, veteranía cada vez más evidente,
bajo las aguas? No olvidemos que la palabra “cordura” encie- cia del sentido y el sinsentido freudiano. Darán
se aventura día y noche en la pesquisa de per-
¿En la clausura para siempre de un conven- rra la raíz griega “corazón”, ese lugar que –de mucho que pensar a los lectores en el abordaje
sonajes, ambientes y tramas que, entre nieblas,
to donde la monja repostera resuelve la tra- alguna manera– privilegia las reacciones y pen- polivalente del texto, como es la pretensión fun-
sombras y luces encandiladoras, son interpre-
gedia del desalojo con una nueva receta de samientos emocionales del ser humano. damental de la escritura.
tados, traducidos y expresados en fotografías,
amarguillos? Los argumentos de Los oficios no están pre- Un acierto más de la óptica creadora de un au-
películas, crónicas y cuentos.
¿En los graznidos y pitidos de un joven que se cisamente alejados de la cordura, por el con- tor capaz de desentrañar los hilos de historias
Esta vez nos presenta ocho narraciones que
cree urraca? trario, si contrastamos el “juicio”, consciente o visibles e invisibles.

Cazar a Ben Amí


(Viene de la página 7) Es curioso que frente a esta imagen del padre
metonímicamente surja otra que cumple la mis-
Ambos lidian por la vida: Fihman contra el cán- ma función, pero desde la puesta de límites.
cer, Cioran con el dolor-de-existir. Así le confiesa La entrevista que Fihman elige para cerrar su
a su escucha: “comencé por decir la verdad, perdí narración trasluce de entrada una elección (con
el sueño. Es decir, comencé con un desvelo inter- todo el trasfondo subjetivo que esto implica). Se
minable, y todo lo que había aprendido (…) me pa- trata de Isaac Bashevis Singer (Radzymin, 1903
reció vacío1 (…). Yo sostengo que el ser humano, - Miami, 1991) Premio Nobel de Literatura, 1978.
el ser vivo, el ser pensante, debe poder olvidar, de Ahí el entrevistado de entrada plantea su incomo-
lo contrario, la existencia no se puede aguantar”2. didad. No encontramos ni la humildad de Borges,
A pesar de que Fihman sostiene “Habíamos tra- ni la entrega de Cioran. Bashevis Singer es aser-
bado una relación que nada tenía de confesional o tivo, directo, habla sin ambages, como solo puede
de consultorio psicoanalítico. Iba a donde Cioran hacerlo quien vivió la Europa/Rusia de los 40.
a que se mostrara y se contara con absoluta natu- Al inicio de esta caza mayor Fihman plantea:
ralidad”3; basta que prenda la grabadora, que Cio- “Ben Amí Fihman: Tengo un tío que lo había
ran se sienta escuchado, para que coloque el alma leído desde antes del Nobel y pensó que era un es-
sobre el tablero frente al interlocutor. cándalo invitar a semejante pornógrafo a Caracas.
Y aquí, de nuevo, urge volver a Gracián: “Yo di- Isaac Bashevis Singer: Y entonces, ¿qué es lo
BEN AMÍ FIHMAN / ©VASCO SZINETAR
ría que, a pocas palabras, buen entendedor. Y no que quiere? ¿Qué me pelee con su tío?
solo a palabras, al semblante, que es la puerta del Ben Amí Fihman: (Risas) No, pero, ¿no le ex- Singer, Allan Ginsberg o Phillip Roth tuvieron problema de la identidad. En la literatura se des-
alma, sobrescrito del corazón”4. traña provocar ese tipo de reacción en el publico el valor de enfrentar, para no mencionar a un cribe el carácter del ser humano”9.
La sobreescritura necesariamente remite al pa- judío? Sigmund Freud, precursor de todos ellos, cuya La entrevista a Bashevis Singer no tiene pérdi-
limpsesto. Con un texto suprimimos otro, creando Isaac Bashevis Singer: No entre personas de obra aún hoy en día sigue siendo cuestionada, a da. Su defensa del estilo personal, de su búsque-
nuevas lecturas, una sobre otra, quizás distintas mentalidad moderna. Más entre personas cha- pesar del cúmulo de evidencia clínica. da como escritor es admirable: “Los verdaderos
entre sí; pero basta una rasgadura sobre la su- padas a la antigua, que consideran pornográfica Si a lo largo de todo el trayecto de Caza mayor escritores carecen de escuela. Cada uno escribe
perficie, para que aquello que creíamos borrado, cualquier mención de sexo. Pero entre gente cuer- hemos marcado los significantes dolor, mueca, con su propio estilo. Pertenecen a una escuela...
anulado, olvidado, emerja con toda la fuerza de da, en lo absoluto. amputación, castración, será en este último capí- los seguidores. Todo este asunto de escuelas es de
la ficción o el malentendido. En última instancia, Ben Amí Fihman: ¿Se considera dentro de la tulo donde la presa va en busca del cazador: mar- utilidad para los profesores de literatura que las
Gracián advierte de hacer semblante con aquello tradición de la literatura judía? (…) cando el espacio, respondiendo de forma contun- encuentran: escuela romántica, realista... Pero en
que tiene que ver con las pasiones…, y la muerte, Isaac Bashevis Singer: (…) Pertenezco a la li- dente, denunciando el malestar en una cultura. el fondo, el escritor auténtico no se afilia a ningu-
o el encuentro con ella, relativiza esta posibilidad, teratura yiddish, pero eso no significa que esté su- Qué mejor forma de ejemplificar aquello a lo que na. Eso es lo que lo hace escritor”10.
dando paso a la caída de los mismos. jeto a su tradición. Pertenezco a la lengua, perte- nos referimos, que acudir al pintor Marc Chagall, Poco a poco el libro va llegando a su fin. La auto-
nezco a su pueblo, pero he forjado mi propio estilo. tan cercano en tantas formas a Bashevis Singer, pista vertiginosa termina llevando al lector a una
3.- Bashevis Singer contra Fihman No tildarían de pornógrafos a los demás escritores y quien en su enigmático Apocalypse in Lilac, Ca- suerte de necesidad de respirar en paz, y pensar
El infortunio llega. Lo anuncia Fihman en el ter- yiddish (…) Escriben sin la más mínima alusión priccio (1945) el lapsus se introduce en la entrepier- en todos esos testimonios de vida. Mientras tanto,
cer y último capítulo de Caza mayor: “El club de al sexo. Es una especie de literatura sentimental, na del mártir en la cruz. Lapsus como mancha… la avalancha de los días sitúa al autor-cazador de
los cadáveres insomnes” El trasfondo de dolor en gran parte, de contenido social. Interesada en o quizás una mueca “genital”. Drástico encuentro nuevo en un avión, donde de pronto, entre los pa-
que, desde el principio, está presente en el rela- las desigualdades sociales, en dar la pelea por los entre el Pater y el goce del hijo ¿Pudor?, ¿lapsus?... sajeros, descubre a Charles Aznavour. La adrena-
to, ahora aparece en toda su dimensión trágica: más desfavorecidos”. Insistimos desde Lacan, “mueca”. lina se dispara y el deseo de “esa entrevista” choca
“Vuelvo a nacer, cambié de nombre. De ahora Este breve inicio del encuentro bosqueja una Quien aduzca que la mancha alargada es un re- con la única página que falta para terminar el li-
en adelante el cáncer me identifica con mayor cantidad de cuestiones que para dilucidarlas ferente fálico, le responderemos que no deja de ser bro. La paso esperando un to be continued, sin em-
precisión que los patronímicos de la partida de se requeriría mucho más espacio. Elementos una metáfora, y cuando se trata de aquello que bargo, será el encuentro con el padre, una de las
nacimiento”5. vinculados a la sexualidad de una cultura, un carece de sentido, todo referente falla. grandes razones de toda neurosis masculina, la
No era lo mismo sufrir un cáncer en las últimas tiempo, una sociedad que dejaron marcas en la De la misma provincia de Chagall, Vitebsk, fue que nos golpea como punto final con la confesión
décadas del siglo XX que en nuestros días. Lo dolo- psique colectiva y que escritores como Bashevis su maestro Shloime Anski (Cháshniki 1863 - 1920), de Ben Amí: “un patiquín inútil para todo, salvo,
roso de los tratamientos, la incertidumbre frente a escritor, periodista ruso-judío. Una de las figuras quizás, para el periodismo. El lujo justifica cual-
los mismos, y el encuentro con la muerte desde el más admirables de inicios del siglo XX, lamenta- quier vileza (…) Confiaba en que seguro, cuando
mismo momento del diagnóstico, –sin saber si la blemente hoy desconocido por muchos. No solo me presentara con mis dos piernas y un bastón de
esperanza es una opción–, derrumban cualquier fue el notable autor de una obra icónica como El pomo dorado a la puerta de la buhardilla de la rue
posibilidad de semblante: “Por más que la familia Dybbuk, sino uno de los grandes etnógrafos, gra- de l’Odéon, condecorado con los galones heroicos
buscara distraerme con un poco de convincente cias al cual los tesoros de la cultura yiddish, no del mártir y el sobreviviente, se apiadaría de mi
humor de salón, el desasosiego y la melancolía me quedaron ahogados bajo el olvido. debilidad moral y me absolvería”11.
abrumaban. Para mis adentros, con mucho dolor Sin lugar a duda, Bashevis Singer se elevó como Terminamos la lectura convencidos que la caza
y amargura, pujaba por liberarme”6. uno de los herederos de Anski. Escribió sus obras mayor de Ben Ami Fihman fue sobre sí mismo.
La amenaza de posible amputación de una pier- en yiddish, defendió su patrimonio. El problema
na aparece como una realidad en el horizonte. “Es de las traducciones será otro. A él no le importa- 1 Ibid pág 141
más fácil admitir las desgracias que las amputa- ban. Fihman lo provocó: “usted es una suerte de 2 Ibid pág 143
ciones”7 cita el autor. Y aunque la situación afor- médium”. I.B.S respondió: “Ningún medíum… 3 Ibid pág 134
tunadamente es superada, la salida del hospital Primero, todavía quedan dos o tres millones de 4 Baltasar Gracián, El discreto, Obras Completas II, Turner,
con una leve cojera recuerda que el cuerpo ha sido personas que hablan yiddish (…) Pero incluso si Madrid 1993, p. 123.
tocado por lo inefable. todos los yiddish-parlantes, que Dios no lo quiera, 5 Ibid pág 256
Esto no solo golpea a quien lo vive, sino a quien desaparecieran, y que yo me quedara solo, segui- 6 Ibid pág 242
lo acompaña, en este caso al padre orgulloso del ría escribiendo en esa lengua”8. 7 Boris Souvarine en su biografía de Stalin. Ibid pág 251
primogénito, el padre de la cornucopia, quien a su A pesar de esto, IBS logró trascender lo particu- 8 Ibid pág 310
vez descubre que no-lo-puede-todo. Pater familias lar y erigirse como un escritor que apuntó al uni- 9 Ibid pág 312
que Ben Amí pareciera mirar de soslayo intentan- versal con su arte: “La identidad es algo distinto. 10 Ibid pág 308
do descubrir un mínimo gesto de desamparo. Pero la literatura no fue creada para resolver el 11 Ibid pág 328
EL NACIONAL DOMINGO 23 DE JUNIO DE 2024
Papel Literario 9

NARRATIVA >> PUBLICADA EN ESPAÑA Y EN VENEZUELA

Conspiración y obsesión
“La ciudad de
Caracas se constituye
en el marco de la
intriga por donde
se deslizan, con sus
anteojos negros
de Antolín Sánchez Lancho
reglamentarios, los circunstancias presentes al espacio na-
caracteres, entre rrativo revisitándolas y reconstruyén-
dolas: “‘Bienvenidos a Venezuela’, indi-
autopistas, avenidas caba un cartel colocado en el extremo
del puente (…). Aunque era temprano,
y edificios que una procesión de hombres, mujeres y

aparecen matizados niños atravesaba el viaducto. Cual to-


zudas hormigas al límite de sus fuer-
por los claroscuros zas, algunos viandantes portaban vo-
luminosas maletas y bolsas”, consigna
propios del género la voz narrativa, con una escena que,
desgraciadamente, se ha convertido en
y el gusto por los una instantánea repetida ad infinitum

pequeños detalles, en nuestra contemporaneidad.


Las comparaciones entre el “com-
característico del promiso revolucionario”, al cual alu-
den los personajes de Conspiración
ojo afinado del y obsesión, y la destrucción presente
del país en nombre de tal compromi-
fotógrafo, con lo cual so, igualmente sacuden la lectura po-
cada capítulo podría niendo en entredicho el idealismo de
la izquierda radical que, apoyada co-
ser la página de un mo ahora por Cuba, estuvo a punto de
arrasar con la incipiente democracia
álbum de imágenes posterior a la dictadura perezjimenis-
ta. El fallecimiento de Rómulo Betan-
o el encadenamiento ANTOLÍN SÁNCHEZ LANCHO / ©VASCO SZINETAR
court, en septiembre de 1981, conside-
de viñetas de una quedaron involucrados en las distintas
tramas por ellos abordadas.
Guyana con rumbo a La Habana en
el cual se hallaban involucrados dos
la vendían. El Camarada se encargaba
de negociar los cupos de varios parti-
rado como el padre de la democracia
moderna venezolana, también espejea
fotonovela” Si bien la novela de Sánchez Lancho, exfuncionarios venezolanos del servi- dos de izquierda que no deseaban ser el texto aportando un irónico guiño al
nudo argumental, por ser Betancourt
publicada en España por Click edicio- cio de inteligencia DISIP, la guerra en- descubiertos en esa práctica corrupta”,
nes (2018) y en Venezuela por Abedi- tre Irán e Irak y su influencia sobre los apunta el narrador. quien logró neutralizar el peligro cu-
ALEJANDRO VARDERI ciones (2023) se desarrolla en los años altos precios del petróleo, la inminente La ciudad de Caracas se constituye bano y pacificar a la guerrilla que, no
ochenta, concretamente entre enero y devaluación de la moneda y sus conse- en el marco de la intriga por donde se obstante, siguió intrigando durante las

E
l fotógrafo venezolano de lar- diciembre de 1981, la acción puede tras- cuentes efectos en la vida nacional, la deslizan, con sus anteojos negros re- décadas de libertades y vio su oportu-
ga trayectoria Antolín Sánchez ladarse al momento presente cuando guerrilla centroamericana como factor glamentarios, los caracteres, entre au- nidad de hacerse con el poder, regalán-
Lancho irrumpe con Conspira- los altísimos índices de criminalidad, desestabilizador en el hemisferio, son topistas, avenidas y edificios que apa- dole a cambio la soberanía territorial a
ción y obsesión, finalista del Pre- la corrupción política, la debacle eco- algunos de los temas que envuelven a recen matizados por los claroscuros Cuba cuando el chavismo se adueñó de
mio Planeta 2017 bajo el título Prime- nómica y las pugnas partidistas esta- los personajes y movilizan las histo- propios del género y el gusto por los la silla presidencial.
ra parte, en la novela negra, de amplia llan de forma aluvional y amenazan rias. Ello, no solo desde los actos cri- pequeños detalles, característico del Los hechos que la novela de Sánchez
difusión por Latinoamérica desde los con desestabilizar permanentemente minales orquestados desde los cuerpos ojo afinado del fotógrafo, con lo cual Lancho cuidadosamente arma hacia
años cuarenta del pasado siglo, e inspi- al país. De hecho, Venezuela, una de que deberían garantizar la seguridad cada capítulo podría ser la página de el clímax final, sucedidos casi cuatro
rada en la de habla inglesa de la década las naciones con más alto índice de pe- del Estado, sino desde las universida- un álbum de imágenes o el encade- décadas atrás, devienen entonces imá-
anterior. Rafael Bernal, Carlos Monsi- ligrosidad del planeta, es terreno fértil des mismas en cuyas cátedras encon- namiento de viñetas de una fotonove- genes cuyos reflejos podemos encon-
váis, Leonardo Padura, Paco Ignacio para desplegar un amplio abanico de traron refugio muchos agitadores y la. Igualmente, la frontera por donde, trarlos en las vicisitudes, injusticias
Taibo, son algunos de los autores que situaciones y personajes, donde el ar- antisociales, durante las décadas de la desde el recrudecimiento de la dicta- y atropellos de la tragedia contempo-
incursionaron en ella obteniendo gran gumento quedó punteado aquí por diá- democracia fundacional, que luego se dura y el estallido de la crisis de me- ránea en la antaño Tierra de Gracia;
éxito de público y crítica. En Venezuela logos sumamente ágiles y directos que incorporaron a las filas del movimien- dicinas y alimentos, más de tres millo- de ahí quizás lo fértil de este texto para
fue 4 crímenes 4 poderes (1978) de Fer- fueron destapando la intrincada red de to bolivariano revolucionario: “Cór- nes han abandonado Venezuela para contar las conspiraciones y obsesiones
mín Mármol León la obra que abrió corrupción y turbios pactos entre dis- doba explicó que Díaz hacía negocios establecerse en el país vecino, también de un país, para el cual todos los vene-
el camino a otros escritores prestos a tintos sectores de la sociedad, además con el antiguo sistema de admisión entra en el texto encuadrando la dié- zolanos conscientes tienen también la
producir un corpus extenso e intenso de enlazarla con las sangrientas accio- universitario. Según su poder en cada gesis. Y si bien en aquel entonces las misión de “inventar la continuación” o
donde detectives, capos de la droga, la- nes del terrorismo internacional. facultad, los grupos políticos recibían dinámicas territoriales eran distintas morir en el intento.
drones de guante blanco, hampones y El atentado de 1976 contra un vuelo un número de plazas; una parte la des- y los flujos migratorios circulaban en
ciudadanos aparentemente ejemplares de Cubana de Aviación que partió de tinaban a inscribir militantes, el resto sentido inverso, el autor extrapola las Publicado en ViceVersa. 19 de marzo, 2019.

Los Amores rotos de Leonardo Mendoza Rivero


“ocho relatos do uno de los correctores de estilo de
la editorial Abediciones, que es diri-
da título a este compilado, “Amores
rotos”, es un relato de la pérdida, la
Guédez. “¿Por qué, no te sientes es-
critor?”, le pregunté. A lo que me dijo:
signados gida por el profesor Marcelino Bisbal emigración y la venganza. Mientras “Escritor como tal, así como yo mi-
ro a esos escritores que me gusta lla-
–quien incluso le dio la oportunidad que “Lago en el cielo” –a mi parecer,
por las despedidas, de participar en la recordada “Mesa el mejor del volumen– nos recuerda mar referentes –Bolaño, Vargas Llo-
sobre Eduardo Liendo”, en la Feria sa, Massiani–, no. Ni de cerca”. “Pero
los reencuentros, del Libro del Oeste del año pasado,
la intensidad de los primeros amores,
donde se hace palpable lo volátil del escribiste Amores rotos, y me comen-
las pérdidas” organizada para conmemorar la edi-
ción cincuentenaria de El mago de
sentir, la capacidad que tenemos pa-
ra crecer y hundirnos en la memoria,
taste que estás terminando una nove-
la”, le respondí. A lo que él explicó:
la cara de vidrio. Esto, sin contar las en este caso tejida en la letra de una “Puede que me sienta más cómodo
ROSA GARCÍA menciones de honor que ha logrado de las canciones más enigmáticas del si se piensa en mí como alguien que
en el Concurso de Cuentos Julio Gar- cantautor argentino Gustavo Cerati. escribió un libro de cuentos, que es-
Como fiel seguidora de cada una de mendia; los artículos que bien ha pu- Otros relatos como “Babel” o “Aqui- tá escribiendo una novela, que anda
las entregas del Premio de Cuento blicado aquí, en el Papel Literario, en nos”, títulos que merecieron sendas cursando una maestría en escritura
Santiago Anzola Omaña, uno de los medios como Prodavinci o sus escri- menciones especiales en la XV y XVII creativa. Es decir, prefiero conjugar-
más importantes dentro del panora- tos en revistas arbitradas. edición del Concurso de Cuentos Ju- me con el verbo escribir y no asu-
ma de la joven narrativa venezolana, Si nos adentramos en las páginas de lio Garmendia respectivamente, ates- mirme con el sustantivo. Al menos,
confieso que sentí una grata alegría Amores rotos, encontramos ocho re- tiguan el trabajo casi cartográfico no todavía”.
al enterarme de que, en su VII edi- latos signados por las despedidas, los que hace el autor por medio del “ha- Pese a su negativa, quien escribe es-
ción, la de 2022, resultó ganador mi reencuentros, las pérdidas y el auto- bla venezolana”, que se corresponde tas líneas cree que el autor se equivo-
LEONARDO MENDOZA / CORTESÍA ca. Los cuentos de Amores rotos, en
viejo compañero de facultad en la conocimiento en cada uno de los per- de manera nítida con las acciones de
DEL AUTOR
Universidad Central de Venezuela y sonajes principales. Por ejemplo, en los personajes y sus emociones en la los cuales pude sentirme reflejada –
en ese entonces estudiante de maes- Amores rotos, publicado por Palín- “Escindidos”, vemos cómo el autor construcción narrativa. En efecto, con la pasión de cada amor y el temor
tría –hoy, ya magíster en Literatura dromus, una también joven editorial narra de una manera áspera la doble nada de esto podría ser logrado sin de su pérdida–, me resultan bastante
Latinoamericana de la Universidad venezolana. pérdida de Luis, la voz protagónica, una exhaustiva disección de nuestras sólidos y bien construidos, logrando
Simón Bolívar–, Leonardo Mendoza Puede que Mendoza Rivero sea para quien sufre el duelo por la muerte de cotidianidades, que arrastra una se- incluso conmoverme en más de una
Rivero. muchos un desconocido, pero doy fe su tía Mercedes, y la pérdida de su rie de profundas reflexiones y que, ocasión, dando cuenta de un oficio
“Escindidos” es el título del relato de que año tras año ha trabajado para novia, lo cual hunde a ese personaje en cierto sentido, parecieran romper escritural que comienza a destacar-
con el cual se alzó con ese galardón hacerse con un nombre en el campo en un profundo estado de insuficien- con la distancia entre el escritor y el se como uno de los nóveles escrito-
–presentado al concurso con el pseu- cultural venezolano. Desde su activi- cia. “Como un Fénix” se nos narra en lector. res que estamos llamados a seguirle
dónimo de Agnes; inspirado, quizás, dad en el mundo escénico, donde fue principio como una historia birlada Debo confesar que cuando le co- la pista dentro del panorama de la jo-
en el personaje de Agnes Nielsen de nominado al Premio Isaac Chocrón por el humo de los cigarrillos y el tu- menté a Leonardo –me disculpan la ven narrativa venezolana.
la serie Dark–, cuyo jurado estuvo en el renglón Autoría Escénica, en fo de la cerveza, en una noche cara- confianza– sobre mis intenciones de Por último, considero importante
conformado por los escritores Héctor el año 2019, hasta su desempeño en queña donde la crudeza de estos ele- escribir esta pequeña reseña, él me compartir con los lectores de este his-
Torres, Krina Ber y Julieta Omaña, la Universidad Católica Andrés Be- mentos se convierte en el escenario respondió que por qué no dedicaba tórico suplemento el link donde pue-
y que se transformó en la oportuni- llo, donde no solo dio clases, sino que propicio para un relato donde el de- estas líneas a “escritores consolida- den acceder al libro Amores rotos, en
dad de editar, como parte del pre- participó en coloquios, conversato- seo y la culpa se entrecruzan en una dos” como Rodrigo Blanco Calderón, la pestaña “Librería Palíndromus”:
mio, su primer volumen de cuentos, rios y congresos, además de haber si- desbordante espiral. El cuento que Miguel Gomes o Juan Carlos Méndez https://linktr.ee/palindromus.
10 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 23 DE JUNIO DE 2024

ENSAYO >> RODOLFO WALSH (1927-1977), PERIODISTA ASESINADO

La muerte como política de Estado:


Operación masacre, Argentina, 1985
“Cuando Walsh a que mezcló los géneros de opinión,
entrevista, noticia y crónica.
está describiendo Como nos ha explicado Jesús Mar-
tín-Barbero (1993), desde la comuni-
lo ocurrido a las cación se trabajan procesos y dimen-
siones que incorporan preguntas y
víctimas de los saberes históricos, antropológicos y

fusilamientos, un estéticos, por tanto, un caso como el


que trabaja Walsh no podría encasi-
tema que siempre llarse en un solo género si hablamos
de un contexto en el que el poder do-
está latente es el minante no solo podría censurarte
sino desaparecerte con el argumento
peligro de que los de que la “patria” está en peligro.
sobrevivientes La distribución de la muerte
vuelvan a ser Partiendo del contexto anterior, me
interesa recalcar que Walsh vivía
detenidos, que así bajo un régimen autoritario, por lo
que quiero apuntar el otro enfoque
pasa, a pesar de de este ensayo: Operación masacre y
que uno de ellos Argentina, 1985 son dos dispositivos
que nos permiten mirar el concepto
se encuentra grave de estado de excepción como lo plan-
tea Giorgio Agamben y la necropo-
tras recibir disparos lítica como la define Achille Mbem-
be. Por un lado, Operación masacre
en la cara y, de cuenta cómo la Revolución Liberta-
nuevo, sin que haya dora justificó los fusilamientos por
medio de decretos que los legaliza-
todavía pruebas RODOLFO WALSH / MINISTERIO DE CULTURA DE LA NACIÓN, ARGENTINA ban, mientras que Argentina, 1985
nos indica que el régimen de Videla,
claras de que habían rie de entrevistas y documentos que pierta conciencias, universaliza las y aquí podemos ver el uso del lengua-
je documental en la película, justificó
participado en el obtuvo gracias a su admirable olfato
periodístico y, con sus herramientas
luchas de la humanidad contra la
barbarie. las desapariciones y torturas porque
alzamiento contra el escriturales, se vale de la literatu-
ra para narrarnos una historia con
Ahora bien, en Operación masacre
Walsh no deja de explicar en ciertos
consideraba que Argentina estaba en
un contexto de guerra civil. Cito par-
régimen de la época” protagonistas, sus familias, amigos, momentos cómo obtuvo algunas de te del decreto publicado por Walsh en
y una circunstancia muy similar a las entrevistas a los sobrevivientes su crónica:
la de Argentina, 1985. La crónica de de los fusilamientos, así como su “1° Durante la vigencia de la ley
Walsh fue esencial para conocer con transitar por las opacas institucio- marcial serán de aplicación las dis-
ISAAC MOISÉS GONZÁLEZ detalle lo ocurrido el día de los fusila- nes de la época para obtener infor- posiciones de la ley 13.234, de organi-
MENDOZA mientos: doce civiles fueron víctimas mación que respaldara su relato. Es zación general de la Nación en tiem-
de una masacre en medio de unos decir, Walsh no solo es un perspicaz po de guerra.
Documentar injusticias basurales. Cinco de ellos murieron. escritor, es un investigador, como 2° Todo oficial de las fuerzas arma-
Sea bajo el manto de la ficción o no, Gracias a quienes sobrevivieron, uno Strassera, valiente e infalible. Esto das en actividad y cumpliendo ac-
una manifestación artística –libro, en estado de gravedad, el periodista lo vemos, por ejemplo, cuando dice: tos del servicio podrá ordenar juicio
película, serie, pintura– puede, qui- pudo obtener testimonios directos de sumarísimo con atribuciones para
zás sin quererlo, documentar y de- los crímenes. “Los hechos que relato en este aplicar o no pena de muerte por fu-
nunciar injusticias. Hay autores que libro fueron sistemáticamente silamiento a todo perturbador de la
tienen tales pretensiones, otros, pre- ¿Ficción, historia, periodismo? negados, o desfigurados, por el tranquilidad pública.
fieren enfocarse en la investigación En El contenido de la forma, Hayden gobierno de la Revolución Liberta- 3° Se considera perturbador a toda
o la estética sin que tenga que im- White nos recuerda que los historia- dora. La primera versión oficial es persona que porte armas, desobedez-
portarles genuinamente lo que están dores no tienen que relatar sus ver- el telegrama dirigido al padre de ca órdenes policiales o demuestre ac-
describiendo. dades sobre el mundo real en forma Livraga, el 12 de junio de 1956, por titudes sospechosas de cualquier na-
Estamos, precisamente, en un tiem- narrativa. Tocqueville, Burckhardt, el jefe de la Casa Militar, capitán turaleza” (p. 86).
po donde somos más conscientes de Huizinga y Braudel, por ejemplo, re- Manrique, donde se dice que Juan Volvamos al punto tres. Alguien es
que el arte puede ser estética o técni- chazaron la narrativa en algunas de Carlos fue ‘herido durante tiroteo’. considerado perturbador solamente
camente bello sin dejar de advertir- sus obras historiográficas: Ya vimos en qué consistió ese ti- por portar armas, desobedecer órde-
nos de violaciones de los derechos hu- roteo. Fernández Suárez pretendió nes policiales o demostrar actitudes
manos, ya sean fusilamientos, abusos “Su ejemplo nos permite distinguir que Livraga no había sido fusila- sospechosas, y eso, solo eso, conlleva
sexuales o políticas de Estado contra entre un discurso histórico que na- do, ni siquiera herido” (p. 73). a la muerte. En Argentina, 1985, por
las minorías. La película Argentina,
1985 (2022), estrenada en 2022, cuenta,
rra y un discurso que narrativiza,
entre un discurso que adopta abier- Es decir, Walsh opina, documenta,
Walsh sostiene otro lado, cuando la Fiscalía les pre-
gunta a los acusados si se consideran
con una narrativa que juega con la tamente una perspectiva que mira narra, advierte, polemiza. Es un li- su relato en una culpables, todos responden que no,
ficción y el documental, cómo se de- al mundo y lo relata y un discurso bro en el que no abandona ni la li- que son inocentes, y sus argumentos
sarrolló el juicio a las Juntas, aquel que finge hacer hablar al propio teratura ni el periodismo, y tampo- serie de entrevistas son que parte de sus decisiones obe-
proceso por graves violaciones de los mundo y hablar como relato” (p. 18). co olvida el papel político que está decieron a un supuesto deber de pro-
derechos humanos contra 9 de los 10 asumiendo, en un contexto donde y documentos teger a la patria. Cuando Agamben
integrantes de las Juntas Militares
que gobernaron Argentina de 1976 a
Para White, los acontecimientos rea-
les deberían simplemente ser: pue-
sabe que será perseguido y, posible-
mente, asesinado. Autor y texto es-
que obtuvo explica sus primeros intentos para
definir el estado de excepción, afirma
1983.
Poniendo el foco en el fiscal Julio
den ser narrados, pero no deberían
ser formulados como tema de una
tán sumidos en la misma realidad,
en el mismo laberinto kafkiano que
gracias a su que entre los elementos que lo hacían
difícil estaba la estrecha relación que
César Strassera, la mente valiente e
inteligente que estuvo a cargo del jui-
narrativa. O, como nos dice Barthes,
la narrativa es “simplemente como
él está narrando.
Se cumple en el libro de Walsh la
admirable olfato este mantiene con la guerra civil, la
insurrección y la resistencia, debido
cio, Argentina, 1985 recrea cómo fue la vida misma […] internacional, premisa de la profesora María Jo- periodístico” a que se sitúa en una suerte de franja
la lucha, bajo el ojo amenazante de la transhistórica, transcultural”. Por sefina Barajas en Textos con salvo- ambigua e incierta, en una frontera
dictadura, para recabar las eviden- tanto, cuando leemos una obra como conducto. La crónica periodístico-li- entre lo jurídico y lo político.
cias que demostraron el uso de tor- Operación masacre nos encontramos teraria venezolana de finales del En el curso del siglo XX, continúa
turas y desapariciones como política con un relato muy bien hilado, como siglo XX: el autor, se ha “podido asistir así a
de Estado para ir contra todo aquel si estuviésemos ante una novela de un fenómeno paradójico, que ha sido
que se considerase un enemigo pa- Patricia Highsmith, y, a la vez, con “En mi opinión, el cronista consi- eficazmente definido como ‘guerra ci-
ra el país, con o sin pruebas de ello. una investigación rigurosa detrás, lo gue hablar del presente en su tex- vil legal’” (Schnur, 1983). Un ejemplo
En Argentina, 1985 podemos hablar que pone en nuestras manos un docu- to, como lo logra la mayor parte de que menciona es el del Estado nazi:
de una película de ficción, basada en mento, asimismo, histórico. los otros hablantes de la prensa y el decreto denominado Decreto para
hechos de la vida real, pero ficción a En Argentina, 1985, la narrativa, de los medios radioeléctricos con la protección del pueblo y del Estado
fin de cuentas. En este ensayo quie- al valerse de lo visual, la actuación quienes comparte el campo del nunca fue revocado. El estado de ex-
ro poner en diálogo esta película con y el diálogo, encontramos una histo- discurso periodístico, porque in- cepción duró 12 años:
tir en historias de interés las cosas que
una obra clásica de ese mismo país, ria transcultural e internacional que forma sobre una esfera del mundo
se le ofrecen, esta logra zafarse en mu-
pero periodístico-literaria, término cuenta un hecho que pudo o puede actual de interés para el público de “El totalitarismo moderno puede
chos casos de la tentación del consumo
que definiré más adelante: Operación volver a ocurrir en otro país. No en las noticias, mayor a la esfera que ser definido, en este sentido, como
al que están destinados todos los textos
masacre (1957) de Rodolfo Walsh, don- vano el juicio a las Juntas es conside- Lorenzo Gomis califica de primer la instauración, a través del estado
en el periódico”.
de el periodista, y quiero ser enfático rado el juicio político más influyen- círculo de referencias” (p. 297). de excepción, de una guerra civil le-
Claro está, Walsh no tenía otra mane-
en este término, reconstruye una serie te después de los juicios de Núrem- gal, que permite la eliminación fí-
ra de narrar los fusilamientos. Su de-
de hechos para denunciar, esta vez berg, y sin embargo a nivel mediático, También explica Barajas que la sica no solo de los adversarios polí-
cisión de reconstruir de tal manera no
con toda la intención, los fusilamien- ¿cuántos libros de no ficción o docu- imagen periodística se presenta en ticos sino de categorías enteras de
fue estética, la circunstancia, el vivir
tos de José León Suárez, en medio de mentales sobre el Juicio a las Juntas las crónicas bajo los mismos desig- ciudadanos que por cualquier razón
bajo un régimen autoritario, censor,
un alzamiento contra la Revolución han tenido la difusión de Argentina, nios de la información que acompa- resultan no integrables en el siste-
lo obligó a sostenerse de la literatura
Libertadora, el régimen que gobernó 1985? Narrar, ficcionalizar, crear algo ña a los demás artículos del medio ma político” (p. 25).
y el periodismo, y cuando hablo de pe-
Argentina de 1955 a 1958. a partir de un hecho histórico no so- impreso. Sin embargo, “gracias a su
riodismo, quiero recordar, me refiero
Walsh sostiene su relato en una se- lo nos ofrece un valor artístico, des- destreza para narrativizar y conver- (Continúa en la página 11)
EL NACIONAL DOMINGO 23 DE JUNIO DE 2024
Papel Literario 11

NOVELA >> DE HERIBERTO GAMERO CONTÍN

La cita real
Heberto Gamero
Contín (1952) es
cronista, novelista
y cuentista de
amplia trayectoria.
Cuentos suyos han
sido premiados en
certámenes como
los de SACVEN
y el del diario El
Nacional. Su novela
La cita real. José
cho, todos los libros de poesía que se
Heriberto García de publican alguien paga sus costos o los
Quevedo, un poeta subsidia. No así en el siglo XIX en que
vivió García de Quevedo, cuando era
olvidado, acaba de el género más acudido, y los poema-
rios se vendían como “pan caliente”.
ser publicada en Entonces, el imperio hegemónico de
la novela estaba en curso, pero lejos
España por Kálathos de coronarse. Además, recordemos
Ediciones que García de Quevedo no fue un poe-
ta a secas. Escribió novelas, teatro,
HEBERTO GAMERO CONTÍN / CÍRCULO DE ESCRITORES DE VENEZUELA

batalló armado, se batió a duelo por María Vargas y que, siempre, mostró Heberto Gamero Contín nos sumer- cía de Quevedo desciende de uno de
honor, fue diplomático, político, cor- poquísimos resortes republicanos o ge en la vida del personaje con las li- los hermanos de Francisco de Queve-
RAFAEL ARRÁIZ LUCCA tesano, vivió a fondo la vida del poder democráticos. cencias que le otorga la novela a la do, el enorme poeta, y que linaje de
en su tiempo. Si hubiese sido solo un El regreso de don José Heriberto a imaginación, relevada de las precisio- escritor no le faltaban, ni ganas de

N
o puede sorprendernos el poeta, sin biografía, no creo que estu- su país natal se dio cuando sumaba nes históricas. Nos recuerda que Gar- escribir tampoco.
interés que ha despertado viésemos recordándolo. Estaríamos, treinta y siete años. Aquí vivió hasta En la novela el escritor está espe-
en años recientes la figura probablemente, leyendo una crítica 1860, tres años intensos donde le to- rando la muerte en París y recuerda
histórica de José Heriberto literaria de sus obras. có la derrota de Monagas por parte sus hechos y sus días: así estructu-
García de Quevedo. Sus cincuenta y Pongamos en contexto al lector: de Julián Castro, el célebre Protoco- ra la obra su pariente Gamero Con-
un años de vida, sus peripecias y sus García de Quevedo nació en Coro el lo Urrutia, y los primeros dos años tín, y la novela se va leyendo con in-
libros, dan para afirmar que tuvo una 18 de marzo de 1819 y falleció en París de la Guerra Federal. Cuando llegó terés, con deleite; atrapado el lector
vida de novela, no de poeta de nues- el 6 de julio de 1871. No tenía seis años ya era un personaje importante de en una suma de acontecimientos que
tro tiempo, sino del siglo XIX, cuando cuando su familia abandonó Coro y no conocen la paz ni la molicie; sal-
los poetas eran actores principales de se fue a Puerto Rico; sus mayores no
España. No solo era distinguido por
la reina Isabel II, sino que ya había Escribió novelas, vo la quietud del lecho de moribun-
la vida política, en su contexto geo-
gráfico y espiritual. En el año 2011,
estaban de acuerdo con la fundación
de la república. Luego, tenemos a los
publicado con éxito poemas, teatro
y novelas; había dirigido el periódi-
teatro, batalló do desde donde García de Quevedo
recuerda.
el doctor en Historia, Carlos Alarico
Gómez, publicó un estudio biográfico
hermanos García de Quevedo inscri-
tos en la escuela, en Ponce, en 1825;
co fundado por Rafael María Baralt
en Madrid, El Siglo XIX, y se había
armado, se batió La espina dorsal del relato, que tie-
ne al poeta en vilo, es una cita con
muy bien escrito y documentado: Un de tal modo que nuestro personaje ha
debido tener pocos recuerdos de su
batido en duelo a favor de la monar- a duelo Isabel II en París. No diré aquí qué
poeta venezolano en la Casa Real Es- ca. Además, había participado en su ocurre: un prólogo no debe anticipar
pañola y, ahora, un pariente de Gar- ciudad natal o ninguno, pero el vín- defensa durante la insurrección po- por honor, la solución de los enigmas tramados
cía de Quevedo, el narrador Heberto culo reverdeció cuando fue enviado pular en su contra, en 1856. En otro del narrador. Diré, sí, que se lee con
Gamero Contín, entrega esta novela: como encargado de Negocios y cón- momento fue diplomático español en fue diplomático, placer, que crece en uno un persona-
sul general de España a Venezuela.
La cita real. José Heriberto García de
Quevedo, un poeta olvidado. Presentó credenciales en Caracas en
Ecuador, Perú y Suiza. Se radica en
París en 1861 y diez años después es político, je excepcional, un raro que roza con
Venezuela en dos oportunidades, que
En cuanto al subtítulo (“un poeta ol-
vidado”) hemos de decir que hoy en
noviembre de 1856, cuando goberna-
ba por segunda vez José Tadeo Mo-
herido en los combates de la Comuna
y muere de una septicemia en 1871.
cortesano” escribió sobre ella y desde ella, y ya
esto sería suficiente. Lo demás que-
día, en pleno siglo XXI, todos los poe- nagas, el general de la independen- Sin contar sus suspiros de amor por da en manos del lector: ese personaje
tas son olvidados, ya que se trata del cia que junto a Santiago Mariño le Isabel II, ya estos hechos constituyen que, siempre, termina de decantar la
género literario menos leído; de he- dio un golpe de Estado al doctor José una trama novelística. obra.

La muerte como política de Estado: cación. Tampoco se ha hecho la más


mínima alusión a la ley marcial, que,
da en la edición que tengo de Opera-
ción masacre, dice, valientemente:
nos hasta mediados del siglo XX, le
costaba enormemente separarse de

Operación masacre, Argentina, 1985 continúa Walsh, “como toda ley debe
ser promulgada, anunciada pública- “Han despojado ustedes a la tortu-
la realidad social de su respectivo
país, y eso a pesar de que José Ma-
mente antes de entrar en vigencia”. Sin ra de su límite en el tiempo. Como ría Brunner afirmaba que el tema
(Viene de la página 10) manifestado ahora? Si nos vamos a embargo, la ley marcial, que permitía el detenido no existe, no hay posibi- cultural en América Latina era el del
la teoría de Mbembe, el objetivo es lo- al Estado suspender las garantías y de- lidad de presentarlo al juez en diez pastiche cultural: imitación, mímica
Cuando Walsh está describiendo lo grar distribuir legalmente la muerte. tener a cualquier sospechoso, ya ha si- días según manda una ley que fue de estilos y formas, de valores y con-
ocurrido a las víctimas de los fusila- Porque la soberanía reside en el po- do aplicada y se aplicará entonces a las respetada aun en las cumbres re- tenidos, sin pretensión de parodia o
mientos, un tema que siempre está der y la capacidad de decidir quién víctimas de José León Suárez, sin que presivas de anteriores dictaduras” ironía, con la intención de participar
latente es el peligro de que los sobre- vive y quién no: exista siquiera la excusa de haberlos (p. 122). en la experiencia de la modernidad.
vivientes vuelvan a ser detenidos, que sorprendido con las armas en la mano.
así pasa, a pesar de que uno de ellos “Después de todo, la guerra tam- Como explica Mbembe, la ejecu- Es decir, un autor, sea escritor, ci- Agamben, G. Estado de excepción. Adriana
se encuentra grave tras recibir dispa- bién es un medio de establecer la ción en serie, “mecanizada”, ha sido neasta o pintor, corre el riesgo de ser Higaldo editora, Córdoba, 2004
ros en la cara y, de nuevo, sin que haya soberanía, tanto como un modo de transformada en un procedimiento víctima del mismo sistema al que se Arráiz Lucca, R. Excepcionales. Cap 5. José
todavía pruebas claras de que habían ejercer el derecho a dar la muerte. puramente técnico, impersonal, si- está enfrentando. El autor se sumer- Ignacio Cabrujas. Disponible: https://
participado en el alzamiento contra el Si consideramos la política como lencioso y rápido. Recordemos cuan- ge a nivel fenomenológico y docu- podcasters.spotify.com/pod/show/
régimen de la época. una forma de guerra, debemos pre- do en Argentina, 1985, finalizando la mental en una situación tan invasi- rafael-arraiz-lucca/episodes/Excep-
De lo más llamativo de la teoría de guntarnos qué lugar le deja a la vi- película, el fiscal Strassera enume- va que termina siendo parte de ella. cionales--Cap-5--Jos-Ignacio-Ca-
Agamben es que el estado de excep- da, a la muerte y al cuerpo humano ra los resultados de su investigación. ¿En qué punto está la frontera entre brujas-ea3lvq
ción moderno ni siquiera es obra de (especialmente cuando se ve herido No es tanto el escándalo por la can- el autor que se aleja para denunciar Barajas, M. Textos con salvoconducto: La
la tradición absolutista, sino creación y masacrado)” (p. 20). tidad de afectados, sino la facilidad un hecho utilizando los recursos del crónica periodístico – literaria venezo-
de la tradición democrático-revolu- que tuvo el régimen de Videla para arte? ¿Qué nombre lleva la persona lana de finales del siglo XX. Univer-
cionaria. Paradójicamente, durante la Cuando la Revolución Libertadora cometer torturas, asesinatos y des- que denuncia una crisis y a la vez la sidad Central de Venezuela. Caracas,
Revolución Libertadora se realizaron decide, y legaliza, una serie de fusi- apariciones con el único argumen- vive por cuenta propia? 2013
unas elecciones condicionadas que de- lamientos, estamos hablando de un to del supuesto tiempo de guerra en En los años noventa, José Ignacio Brunner, J.J. Un espejo trizado. Ensayos
rivaron en un derrocamiento. Según gobierno que utiliza los decretos pa- que se encontraban, sin que hubiese, Cabrujas decía en una entrevista sobre cultura y políticas culturales.
Agamben, en el Estado de sitio el pa- ra justificar sus decisiones, así ellas, en aquella época, medios de comu- con Rafael Arráiz Lucca que a los es- Facultad Latinoamericana de Ciencias
radigma es la extensión en el ámbito de lejos, sean violaciones de derechos nicación masivos que permitieran critores latinoamericanos realmente Sociales, Santiago de Chile, 1968.
civil de los poderes que competen a la humanos. Pero qué llamativo es, co- denunciar la crueldad detrás de la no les debía importar la estética, pues Collazos, Ó. Literatura en la revolución y
autoridad militar en tiempos de gue- mo lo apunta Walsh, que mientras dictadura. vivían en un contexto que, quiérase o revolución en la literatura. Siglo XXI
rra, por tanto, se suspende la Cons- ocurrían los alzamientos y se contra- no, requería de un compromiso polí- Editores, Ciudad de México, 1970.
titución, por lo que los dos modelos rrestaba a los presuntos involucrados La condena latinoamericana tico. Y el mismo Gabriel García Már- Mbembe, A. Necropolítica. Editorial Melu-
terminan por confluir en un único fe- en la Radio del Estado lo que se escu- Walsh, precisamente, fue desapareci- quez consideraba que el destino de la sina, Madrid, 2011
nómeno jurídico, el cual llamamos es- cha es música de Ígor Stravinski. do y asesinado en tiempos de Videla, región era tan duro y doloroso que Walsh R. Operación masacre. El perro y la
tado de excepción. El periodista explica que a 24 horas luego de publicar una carta en la que terminaba invadiendo de una u otra rana, Caracas, 2021
Ahora, ¿cuál es la finalidad de un de lo ocurrido no hay ni una sola pa- denunciaba los desmanes de la dicta- manera la escritura. White, H. El contenido de la forma. Paidós,
estado de excepción como lo vemos labra oficial en los medios de comuni- dura. Parte de aquella misiva, inclui- Al autor latinoamericano, al me- Barcelona, 1992

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