5 La Raon Por La Cual Podemos Alabar Al Señor

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

LA RAZÓN POR LA CUAL PODEMOS ALABAR

AL SEÑOR

Texto: Romanos 7:5-13


Himno: 141; 11
Tema: Justificación por la Fe

INTRODUCCIÓN
Continuando con nuestro estudio acerca de la
Justificación por la Fe, ¿Cuál es la razón por la cual
podemos alabar al Señor? Alabo al Señor quien me ha
guiado a conocerte de nuevo, la preciosa gente de Dios.
Sinceramente le doy gracias a Él por haberme bendecido
con una vida feliz hasta hoy. Dios siempre ha estado
conmigo y ha tenido misericordia de mí, aunque ha
habido tiempos en los que me sentido desmotivado,
experimentado tribulaciones, agonía y debilidades en mi
interior en diferentes ocasiones. Él siempre ha estado
vivo y de mi lado a través de toda mi vida, en ambos, en
mis problemas y en mis gozos. Nunca hubo un momento
en que Él me dejara solo, ni siquiera por un segundo.
Proposición: Estudiaremos la verdadera alabanza para
Dios
Frase Transicional: Alabo al Señor quien me ha guiado
hasta ahora.
I. PODEMOS ALABAR A DIOS CON TODO
NUESTRO CORAZÓN
¿Puede la carne ser liberada de las pasiones
pecaminosas? Un ser humano tiene dos facetas de
existencia. Una es la carne y la otra es el corazón.
1. La carne.
a) La carne no puede alcanzar la justicia de Dios, no
importa lo mucho se esfuerce. ni puede guardar la
ley de Dios
b) El Apóstol Pablo dice: “Porque mientras vivíamos
en la carne, las pasiones pecaminosas despertadas
por medio de la ley actuaban en nuestros
miembros, a fin de llevar fruto para muerte. Pero
ahora, habiendo muerto a los que nos tenía
sujetos, hemos sido liberados de la ley” (Romanos
7:5-6)
2. El corazón.
a) Debemos alabar a nuestro Dios con nuestros
corazones. Dios nos hizo alabarlo en lo nuevo del
Espíritu.
b) Ahora podemos alabar al Señor por fe. El corazón
puede alabar al Señor, aunque tenemos la carne.

II. NO PODEMOS ALABAR AL SEÑOR EN LA


CARNE
Nuestra propia justicia llega a ser rota en pedazos
mientras seguimos al Señor. El mundo de la mente y el
mundo de la carne deben ser separados. Esta es la
separación del espíritu y de la carne.
1. Lo crees
a) Es inútil para nosotros intentar con la carne.
Cuando cantamos, nos regocijamos, alabamos,
creemos, seguimos y damos gracias con nuestros
corazones.
b) Nuestra carne puede servir al Señor, cediendo el
lugar al corazón. Alabamos al Señor y damos
gracias a Él por nuestra salvación.
c) Solo podemos servir a Dios creyendo lo que ÉL
hizo para salvarnos, amándolo dando gracias y
glorificándolo con nuestros corazones.
2. ¿Has continuado agradando a Dios en la carne
después de que fuiste salvo?
a) ¿Piensas que puedes agradar a Dios porque eres
diferente de los demás y que sirves a Dios más
que a los otros? Aquellos que están llenos de su
propia justicia algún día caerán en su propio
hoyo.
b) Dios ha cavado un hoyo similar parta aquellos
que están llenos de su propia justicia. Dios quiere
que lo glorifiquemos solo a Él.
c) Llegue a servir al Señor presentando mi carne
como instrumento de justicia a Dios y alabe lo
que Dios bendijo después de creer en Él con todo
mi corazón.

III. DOY GRACIAS AL SEÑOR QUIEN ME


CAPACITO PARA ALABARLO A ÉL
Doy gracias al Señor quien lavó todos mis pecados y nos
dio al Espíritu santo para hacer que lo alabáramos con
nuestros corazones.
1. “Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que
entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos
ausentes del Señor” (2 Corintios 5:6)
Yo alabo al Señor quien nos salvó de todos nuestros
pecados. Yo alabo y doy gracias a Dios. Lo glorifico
y creo en Él.
2. No trates de servir a Dios en la carne es imposible.
No trates de tener santidad en la carne no puede ser
obtenida. Rinde todos los esfuerzos de la carne.
Como, entonces, ¿podemos seguir a Dios? La
respuesta es con nuestros corazones.
CONCLUSIÓN

Somos la gente del espíritu, la gente de fe. No pongas tu


confianza en la carne. Repite después de mí: “Mi carne es
como un bote de basura.”
Quiero que recuerdes esto. No confíes en ti mismo.
Debemos creer y seguir a Dios con nuestros corazones.
Doy gracias al Señor y lo alabo por salvarnos de toda la
ira de la ley de Dios.

LLAMADO

Querido hermano La carne siempre quiere ser la


prioridad antes que la voluntad de Dios. Es por eso que
seguir la voluntad de Dios solo es posible por fe.

Por: Daniel Heredia

También podría gustarte