DESARROLLO Constitucional

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UNIVERSIDAD MICHOACANA

SAN NICOLÁS DE HIDALGO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES

TEORÍA CONSTITUCIONAL
LIC. ERICK MERCADO CORTÉS

DEMOCRACIA DENTRO DEL


CONSTITUCIONALISMO MEXICANO

XIMENA SOSA RODRÍGUEZ


SECCIÓN 01
CUARTO SEMESTRE

Ximena Sosa Rodríguez S-01


La democracia como un modelo de gobierno se ha preservado a lo largo de la
historia; sin embargo, su definición de “autogobierno del pueblo” ha sufrido de
transformaciones doctrinarias y, como consecuencia, en la actualidad es
concebida de una forma distinta y progresiva, lo cual nos permite hablar de
diversos calificativos de democracia.

La validez de las leyes adquiere una doble dimensión, la formal, que se relaciona
a sus formas y procedimientos de expedición; y la sustancial, en relación a sus
contenidos, esto es, en la coherencia de sus significados con los principios
constitucionales.

Leopoldo Gama explica que la democracia constitucional está comprometida, por


un lado, con los valores democráticos como la soberanía popular y, por otro lado,
con el liberalismo político, que prescribe la limitación del poder para evitar la
arbitrariedad. Esta idea de “gobierno limitado”, crea tensión entre
constitucionalismo y democracia, toda vez que los mecanismos de control
establecidos para limitar el poder a través de ciertos contenidos normativos en una
constitución rígida y custodiada por la jurisdicción constitucional debilitan el ideal
democrático del autogobierno, o de su factor esencial: la soberanía popular.

El constitucionalismo en sentido fuerte sostiene una concepción moral basada en


los derechos y exige un diseño institucional que establezca derechos en una
constitución más o menos rígida, garantizados a través del control judicial de
constitucionalidad como mecanismo de decisión última.

Por otra parte, el constitucionalismo en sentido débil subraya el valor del derecho
de participación política en pie de igualdad; por lo que propone un diseño
institucional en el que la toma de decisiones, particularmente aquellas
relacionadas a la determinación del contenido y alcance de los derechos
fundamentales se centre en la decisión y deliberación popular.

La democracia, tal y como se entiende en la actualidad, es un hecho del siglo XX


que ciertamente tiene antecedentes remotos. Algo parecido a la democracia
existió en algunos periodos de la Grecia clásica. A ella se refiere Aristóteles, como

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he asentado. No obstante, sólo se reconocían derechos políticos al hombre libre
por nacimiento y autóctono. Las mujeres y los esclavos no eran considerados
ciudadanos, en virtud de que no formaban parte del poder político, sino del
doméstico. Empero, ese sistema constituye un antecedente de la democracia
actual en cuanto el hombre libre era considerado en condición de igualdad, sin
tomar en cuenta aspectos o diferencias socioeconómicas, tanto para votar como
para ser electo.

El pueblo, en ejercicio del principio democrático de soberanía, se otorga una


Constitución directamente o por medio de sus representantes. La puede cambiar a
través de los procedimientos que ella misma señala, o extrajurídicamente,
mediante una revolución, pero mientras se encuentre en vigor, la democracia está
encauzada por la norma constitucional y por sus leyes orgánicas y reglamentarias:
los preceptos sobre elecciones; la organización y competencias de los órganos del
poder; los controles y las responsabilidades; los derechos civiles, políticos y
sociales; los procedimientos para resolver toda clase de conflictos; la defensa de
la propia Constitución y de la democracia; y los procedimientos para legislar. Es un
andamiaje para racionalizar el poder, y evitar la arbitrariedad y la discrecionalidad,
y si éstas se dan, existen los instrumentos que la propia ley fundamental otorga
para combatirlas.

° ANTECEDENTES
Los principios democrático y republicano son parte del ser de la nación, afectan a
la propia concepción del poder, del gobierno, de la relación gobernante-gobernado
y de la protección de los derechos humanos; esta cuestión implica un asunto de
forma y de sustancia, indestructiblemente unidas.

Aristóteles aceptó planteamientos de Platón, y después de haber examinado la


realidad de diversas polis, propuso una clasificación de las formas de gobierno, en
la cual la finalidad que persigue el gobierno, en combinación con el número de
quienes gobiernan, constituye el eje de la clasificación. Así, si se gobierna con

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miras al interés general, y el gobierno lo posee una sola persona, se constituye
una monarquía; si lo posee una minoría, aristocracia, y si lo posee una mayoría,
democracia.

Estos gobiernos sufren desviaciones cuando el fin es el interés personal o


particular. La monarquía deviene tiranía; la aristocracia, oligarquía; la democracia,
demagogia (oclocracia). En la oligarquía el interés particular es el de los ricos, y en
la demagogia, el de los pobres.

Así mismo, se percató de que dichos tipos se combinan, y en el sistema


democrático se concilia la libertad con la igualdad. Donde domina la clase media
"se acerca más a la democracia que a la oligarquía, es también el más estable de
todos estos gobiernos". Esta clasificación influyó en los siglos posteriores, ha sido
muy citada y aún conserva alguna utilidad. Asimismo, en ella se encuentra ya la
idea del gobierno mixto, que es el que combina elementos de la monarquía, la
aristocracia y la democracia, los cuales se controlan entre sí.

Maquiavelo clasificó las formas de gobierno en repúblicas y monarquías


(principados). Estas son de carácter hereditario o nuevas. Las repúblicas, a su
vez, pueden ser aristocráticas o democráticas y, con gran frecuencia, pasan de un
tipo al otro por los excesos de los gobernantes, incluso suelen convertirse en una
monarquía, y viceversa. Así, un país puede dar vueltas por tiempo indefinido en la
gran rueda de las formas de gobierno.

En el siglo XX, incontables Estados y Constituciones se autodenominaron


repúblicas, pero la concentración del poder las alejó de toda concepción
democrática. Ahí están los ejemplos de muchos países de América Latina, África y
Asia. En Europa aconteció la misma situación.

En pleno siglo XXI existen diversos Estados que se autodenominan repúblicas; si


se examina la situación real del régimen político, se concluirá que son monarquías
absolutas, auto designadas socialistas y hereditarias, como los casos de Cuba,
Corea del Norte y Siria.

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Existen las monarquías constitucionales, en las cuales el rey posee únicamente
funciones representativas y formales; en la realidad, son sistemas democráticos,
como los de Gran Bretaña, Holanda, Bélgica y varios países escandinavos.

En consecuencia, monarquía y república son términos que pueden ser equívocos,


por lo cual la tendencia actual consiste en buscar criterios más precisos para
clasificar las formas de gobierno. Sin embargo, esos términos aún conservan
utilidad como en el caso mexicano, como expondré. En esta cuestión, como en
casi todas las del derecho constitucional, no es posible quedarse en el análisis del
"deber ser", sino que hay que completarlo con el del "ser". Las dos perspectivas
combinadas otorgan una percepción correcta de las instituciones, órganos,
sistemas y gobiernos.

Para México, los ideales de libertad, igualdad y justicia que surgieron durante la
Revolución Mexicana de 1910 siguen impulsando hasta hoy en día la convivencia
social y el bien común. Es así como gracias a esta lucha, al día de hoy contamos
con herramientas para construir gradualmente un país más democrático, y a
través de las nociones de revolucionarios como lo fueron Francisco l. Madero,
Francisco Villa y Venustiano Carranza, Emiliano Zapata, al día de hoy seguimos la
esencia de una constitución que reconoce los derechos de sus ciudadanos y la
imposición de obligaciones para estos y para sus gobernantes.

Con la creación y entrada en vigencia de la Constitución de 1917, por primera vez


se incluyen derechos sociales; esta constitución es considerada una de las más
avanzadas en su tiempo, por contemplar este tipo de disposiciones. Las
contribuciones principales de esta Carta Magna son las garantías individuales y el
rechazo absoluto a la reelección presidencial.

Actualmente se pueden señalar algunos artículos presentes en la Constitución que


actualmente nos rige y que tienen un especial enfoque que orienta hacia un
crecimiento democrático.

El Congreso Constituyente de 1916-1917 aceptó la fórmula del artículo 40 de la


Constitución de 1857. La Comisión de Constitución recalcó que el proyecto de artículo 40
era exactamente igual al del mismo número de la Constitución de 1857; la única diferencia

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era que en lugar de decir "federativa" dijo "federal", lo que no modifica en nada su
significado. El proyecto fue aprobado por unanimidad; incluso, hasta el mismo número de
artículo conservó, y es de los preceptos que no ha sido reformado ni adicionado; ha
permanecido intocado durante la vigencia de la Constitución actual. El artículo proviene
de 1857 con su mismo significado y alcances jurídicos.

En 1977 se modificó el artículo 41 como parte de una reforma política. Uno de sus
aspectos fue "constitucionalizar" a los partidos políticos y declararlos entidades de interés
público, con las correspondientes consecuencias. En el párrafo cuarto, entre los fines de
esos partidos se encuentra la promoción de la participación del pueblo en la vida
democrática. Se insiste que en México la democracia es un sistema de vida que todos
debemos promover, con mayor razón las entidades de interés público, y más aquellas que
son indispensables para realizar el aspecto formal de la democracia: las elecciones.

°CONSECUENCIAS
El ejercicio de la democracia es el que mejor refleja los hábitos y costumbres
cívicos de una sociedad, en la actualidad, esta práctica reclama la procuración de
una experiencia política en la que la ciudadanía ejerza su derecho y tenga los
conocimientos para tomar mejores decisiones.

La democracia es considerada como una forma de gobierno justa y conveniente


para vivir en armonía. En una democracia ideal la participación de la ciudadanía
es el factor que materializa los cambios, por lo que es necesario que entre
gobernantes y ciudadanos establezcan un diálogo para alcanzar objetivos
comunes.

Uno de los cambios más significativos se vivió en julio del año 2000 con la
alternancia en el poder político, de manera pacífica y ordenada, la cual fue
producto de un proceso de cambio institucional gradual que vino dándose en
razón de sucesivas reformas constitucionales que consolidaron las instituciones y
los procedimientos electorales. El hecho de conceder a todas las personas el

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derecho de votar en condiciones de igualdad política no basta para que un sistema
político determinado sea considerado como democrático.

La democracia es una condición que sólo puede ser alcanzada a través del
respeto de los derechos fundamentales de los gobernados y, por consiguiente, del
Estado de derecho. De igual forma, está íntimamente relacionada con la búsqueda
de mayor igualdad social y la lucha eficaz contra la superación de la pobreza.

En la medida que las condiciones de exclusión alcanzan a mayor número de


personas y grupos sociales, como pobres, migrantes, víctimas de trata, entre
otros, se vuelve difícil la participación de la sociedad civil y, con ello, la vigencia de
la democracia política. Por eso, tanto la pobreza como la exclusión plantean un
desafío a los ideales de la ciudadanía, los derechos humanos y la participación en
la sociedad y en el estado de los diversos países del subcontinente.

Mientras los problemas económicos y sociales continúen incrementando las


desigualdades y la exclusión social, la ciudadanía integral no se verá realizada.
Esto es relevante porque la desigualdad económica se refleja en muchas otras y,
entre ellas, en la desigualdad de poder.

La consolidación democrática en México ha tenido su centro en los procesos


electorales, lo que en parte se explica por la existencia de un régimen que no
conoció cambios políticos de gobierno en más de siete décadas. Este fenómeno
pudo generar incluso un sobredimensionamiento de la democracia electoral; los
excesivos costos económicos son sólo un indicador de ello.

° LÍMITES Y VALORES
En el límite, cuando se exige la unanimidad para adoptar una decisión, lo que se
hace es dar a una sola persona el poder de veto, es decir, dar más peso a la
autonomía de esa persona que a la suma de la autonomía de todos los demás.

Los principales valores que se proponen para una sociedad democrática son:
igualdad, libertad, justicia y solidaridad.

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La reforma política del 2014 generó cambios radicales en la dirección de las
instituciones electorales. Dicho cambio, en vez de separar la dirección institucional
a nivel federal y a niveles estatales, hizo una orientación unificada basada en
esquemas nacionales legislativos en concordancia con los artículos 41 y 116
constitucional. Aunque la reforma haya ocasionado una unificación, esto no
sucede en la práctica.

La transición que está sufriendo México va de algunas formas de democracia


directa para poder consolidar la democracia representativa. En este sentido, las
reformas otorgan mayores derechos en las decisiones de Estado a los
ciudadanos; pero, en la práctica esto no resulta totalmente cierto debido a que
estos derechos están limitados.

Ernesto Garzón (filósofo del derecho y la política) advierte dos tipos de ignorancia
en la práctica: la ignorancia pasiva y la ignorancia activa. La primera detallada
como el resultado y falta de interés en la información, la falta de medios de
información o dificultad para disponer de ella. Este tipo de ignorancia se ve
reflejado en el aún bajo nivel educativo del común de la población. La segunda es
aquella ignorancia que se denomina activa y se entiende como la que utiliza un
conocimiento falso para promover intereses individuales o colectivos.

Fenómenos como la concentración de la riqueza, el desempleo y el aumento de


impuestos dejan al descubierto una creciente incapacidad del Estado no sólo para
canalizar y afrontar exitosamente las demandas sociales de diverso signo, sino
también un rezago de las propias respuestas gubernamentales que provoca un
malestar social creciente.
Para lograr una participación ciudadana más informada tienen que ser analizados
los esquemas de comunicación política que prevé el Estado. El modelo actual de
comunicación fue generado con la reforma constitucional del 2007-2008. La
reforma señalada dio un cambio importante en la estructura al instaurar un
administrador único de los tiempos de radio y televisión en la figura del Instituto
Federal Electoral (conocido en la actualidad como el Instituto Nacional Electoral).

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Hablar de democracia es pensar en una forma de vida social en la que se
promueve y se enseña desde la infancia la corresponsabilidad, el compromiso con
la comunidad y la solidaridad con los demás. Las personas que vivimos en
sociedad debemos formar con nuestros actos corresponsables y comprometidos,
comunidades más justas que procuren el bien común. En la democracia la
sociedad en general participa promoviendo el desarrollo y el respeto a la dignidad
humana de todos. En esta forma de vida democrática todos tenemos la misma
importancia. La democracia no se da sola, sino que todos los mexicanos tenemos
que esforzarnos para que se haga realidad día a día. Con nuestro compromiso de
practicar el valor de la solidaridad vamos construyendo el México democrático que
todos queremos.

CONCLUSIÓN
El ejercicio pleno de una ciudadanía integral constituye una herramienta para
determinar la calidad de la democracia y su sustentabilidad. No obstante, hay
mínimos de ciudadanía y, por debajo de esos mínimos, estaremos frente a una
débil democracia o incluso ante algo lejano a ella.
Los desafíos de una nueva ciudadanía tendrán que relacionarse necesariamente
con la progresividad de los derechos humanos, con la institucionalización de
políticas públicas regidas bajo los principios de equidad de género, no
discriminación, igualdad de oportunidades, transparencia y rendición de cuentas, y
con un profundo proceso de reconocimiento de las diferencias.

No basta la existencia de figuras que aparentan un avance en la participación,


como son los esquemas de democracia directa, las candidaturas independientes y
la progresividad de los derechos humanos; sino es indispensable hacerlas
operativas y asequibles a todo el mundo. De manera similar, es necesario mejorar
las reformas con modelos productivos de comunicación política, mejores
candidatos en contienda y, sobre todo, un gran número de escenarios para el
debate de ideas en la sociedad civil. La invitación a la población deberá ser
abierta, cercana y permanente.

Ximena Sosa Rodríguez S-01


BIBLIOGRAFÍA

 https://www.gob.mx/sre/acciones-y-programas/democracia-en-mexico
 https://www.gob.mx/inafed/articulos/la-democracia-es-esencial-para-el-
desarrollo-de-nuestros-municipios
 https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0041-
86332011000300003
 https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-
02182012000100006
 https://ru.historicas.unam.mx/bitstream/handle/constitucionalismo.pdf
 https://www.sitios.scjn.gob.mx/cec/blog-cec/el-rol-del-juez-y-sus-desafios-
en-la-democracia-constitucional
 https://www.corteidh.or.cr/tablas/r30509.pdf

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