Día 8 de 33 La Oración y Sus Beneficios Espirituales
Día 8 de 33 La Oración y Sus Beneficios Espirituales
Día 8 de 33 La Oración y Sus Beneficios Espirituales
Ana regresó su casa a los 16 años y medio y un año y medio más tarde se casó con Joaquín,
también por un aviso profético del anciano Arcos. Hubiera debido casar con un levita de la
tribu de Aarón, como las demás de su tribu; pero por la razón dicha fue unida con Joaquín, de
la tribu de David, pues María debía ser de la tribu de David.
Había tenido varios pretendientes y no conocía a Joaquín; pero lo prefirió a los demás por
aviso de lo alto. Joaquín era pobre de bienes y era pariente de San José. Era pequeño de
estatura y delgado, era hombre de buena índole y de atrayentes maneras. Tenía, como Ana,
algo de inexplicable en sí.
Ambos eran perfectos israelitas y había en ellos algo que ellos mismos no conocían: un ansia
y un anhelo del Mesías y una notable seriedad en su porte. Pocas veces los he visto reír,
aunque no eran melancólicos ni tristes. Tenían un carácter sosegado y callado, siempre igual
y aún en edad temprana llevaban la madurez de los ancianos. Fueron unidos en matrimonio
en un pequeño lugar donde había una pequeña escuela. Sólo un sacerdote asistió al
acto.
4.- MEDITACIÓN DEL DÍA
Día 8
“LA ORACIÓN Y SUS BENEFICIOS ESPIRITUALES”
HIJO AMADO, ATIENDE A MIS CONSEJOS, estas lecciones de amor las he preparado
para ti, ya que sentiste el deseo de consagrarte mi inmaculado corazón, me veo en la
obligación COMO MADRE DE CORREGIRTE FRATERNALMENTE, de mostrarte tus
errores y de llevarte a un proceso de conversión perfecta y transformante.
SI NO ORAS, PERECERÁS.
SI NO ORAS, CAERÁS EN POZOS OSCUROS ABISMO SIN SALIDA.
SI NO ORAS, TE DESVÍAS DEL CAMINO Y SERÁS PRESA SEGURA DE SATANÁS.
Madre María:
No soy merecedor para recibir tantas gracias del cielo.
Verdaderamente la misericordia del Señor no tiene límites.
La oración es el motor que me impulsa a caminar tras las huellas del divino
maestro,
La oración me sustrae de las cosas del mundo y me lleva a un deleite en las
cosas de Dios.
EN CADA MISTERIO:
- OH MARÍA, NOS CONSAGRAMOS A TU CORAZÓN
INMACULADO, PARA QUE NOS CONSAGRES AL CORAZÓN DE
TU DIVINO HIJO