Las ETN y El MSI
Las ETN y El MSI
Las ETN y El MSI
Esta aseveracin est avalada por la prctica cruel de las Empresas Transnacionales. Joaquin Romero, tambin Vicepresidente de la FSM y Presidente de FUNTRAENERGETICA de Colombia, reflejaba en la propia reunin, con evidente emocin, no solo las dramticas consecuencias de la accin depredadora de las Empresas Transnacionales en su pas, sino los riesgos de enfrentarlas.
.Han transcurrido muchos aos desde la creacin en 1790 del primer Sindicato y del establecimiento en 1864 de la primera Organizacin Sindical Internacional expresa un documento emitido por el Secretariado de la Federacin Sindical Mundial que caracteriza el Movimiento Obrero y Sindical en el siglo XXI asegurando que .desde entonces se ha avanzado extraordinariamente en la obtencin de logros e importantes victorias pero tambin ha sido un camino de dificultades, debilidades, errores y retrocesos. ..En la actualidad, en los albores del siglo XXI, se han producido cambios significativos en el equilibrio mundial. Estos cambios le han proporcionado importantes ventajas a las fuerzas del capital en contra del trabajo. El dominio temporal del capital intensifica la explotacin capitalista de los pueblos y de los estados; las riquezas producidas por el trabajo se
concentran cada vez ms en las manos de las minoras ricas del mundo. El progreso de la ciencia y la tecnologa en todos los campos del saber, el rpido uso de dichas tecnologas en la produccin, se utilizan hoy da para proporcionarles a las corporaciones transnacionales mayores ganancias. En una sociedad sin explotacin del hombre por el hombre, las nuevas tecnologas debern, como logros de la humanidad, estar al servicio del hombre para que este trabaje menos, gane ms, disfrute de mejores condiciones de proteccin e higiene en el trabajo, goce de ms tiempo libre, mejores oportunidades para su disfrute personal, tenga ms cultura, educacin y salud. Ello significa vivir mejor y por ms tiempo. Hoy da eso no ocurre; por el contrario, la explotacin se ha intensificado y las grandes riquezas van a parar a los bolsillos de unos pocos. Expresa tambin el documento del Secretariado de la FSM.
Obscenidad, oscuridad, triquiuelas legales, donaciones a los polticos, corrupcin, robo descarado, desprecio por el ambiente y por la vida humana. La lista de calificativos puede ser aumentada inconmensurablemente. La finalidad de las Empresas Transnacionales es la obtencin de la mayor cantidad de beneficios econmicos mediante la reduccin de los costos de produccin, en un marco econmico donde la competencia mercantil nter imperialista desempea un rol esencial. En conjunto, estas Empresas realizan el 85% del total de las inversiones y el 66% del comercio internacional. Por su parte, las doscientas mayores (pertenecientes a slo 17 pases) concentran el 26,3% de la produccin mundial, con un volumen de negocios que excede el PIB de los 29 pases industrializados de la OCDE y sobrepasa el del conjunto de 182 Estados que no integran esa agrupacin. Sin embargo, las mayores empresas han rebasado el marco econmico y su esfera de influencia a nivel mundial se ha extendido ms all del dominio de la produccin, el comercio y las finanzas. Los tentculos de las grandes transnacionales algunas de ellas ms poderosas que muchos Estados -, abarcan tambin los mbitos poltico, social y militar. La acumulacin de capital y el poder poltico logrados por las Empresas Transnacionales alcanza un nivel sin precedentes en la historia. En aquellos pases donde se aplican con mayor fuerza medidas neoliberales, el extraordinario podero econmico obtenido por estas compaas rinde mayores tributos, al estar acompaado por un alto grado de influencia poltica sobre gobiernos y partidos de cualquier tendencia.
En las naciones donde impera el neoliberalismo, las transnacionales actan con total impunidad amparadas por gobiernos que no ponen reparos en crear un marco legal adecuado para la realizacin de sus intereses, ya sea mediante la ejecucin de polticas, la instrumentacin de leyes y tratados como en la UE, o emprendiendo guerras como es el caso de EEUU. A diferencia de los gobiernos, que pueden ser sancionados o respaldados por los electores segn su actuacin, el trabajo de lobby (cabildeo) de las Empresas Transnacionales se efecta de manera solapada, y sus actuaciones por lo general se mantienen tras bambalinas, por tanto no son objeto de cuestionamientos. Ello lo explica los estrechos vnculos existentes entre estas corporaciones con gobiernos, fuerzas polticas, instituciones comunitarias y medios de comunicacin masiva, en todos los casos no interesadas en difundir las acciones de las transnacionales. No obstante, por su magnitud y alcance, resulta imposible ocultar todos sus movimientos. En Europa, por ejemplo, los costos del contubernio entre los representantes del capital, las instituciones europeas y los polticos son enormes para las sociedades, que continan viviendo el desmontaje progresivo de los Estados de Bienestar, en aras de la satisfaccin de los intereses de los capitalistas. El incremento de la precariedad laboral y los recortes de las pensiones, y en general de las prestaciones sociales, y tambin el aumento de las privatizaciones del sector pblico, son signos elocuentes de la decadencia de estos Estados, florecientes cuatro dcadas atrs. Durante las ltimas dcadas el ritmo acelerado y la extensin de la globalizacin han creado un sistema capitalista internacional en el cual las grandes compaas multinacionales parecen sumamente interesadas en fomentar los monopolios. Ello afecta a todos los estados y a las compaas nacionales. El capital, los trabajadores, la tecnologa y otros recursos estn - a un ritmo que se incrementa gradualmente - siendo transferidos de ac para all entre aquellos lugares geogrficos que ofrecen las mayores ganancias en cualquier momento. Muchos pases carecen de competencia y de capacidad para controlar esta situacin a fin de proteger a sus ciudadanos y los intereses pblicos. En consecuencia, se ha registrado una acumulacin de poder econmico y poltico en grandes compaas y consorcios financieros, as como un debilitamiento del desarrollo sostenible y de los derechos humanos y en particular de los derechos laborales. 3
No obstante la resolucin de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible de 2002 en Johannesburgo, que instaba a establecer un marco obligatorio sobre la responsabilidad social empresarial, los polticos no han tomado las medidas necesarias para regular el impacto negativo de la rpida globalizacin econmica. Las Pautas de la Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmico (OCDE) para las Empresas Multinacionales constituyen hasta el presente el nico marco internacional para la responsabilidad social de las corporaciones que pone obligaciones al Estado. El objetivo es resolver reclamaciones por medio de organismos denominados Puntos de Contacto Nacionales que los Estados integrantes de la OCDE estn obligados a establecer. Empero, hasta ahora no hay perspectivas de que esos Estados quieran verdaderamente aplicar sanciones a quienes infrinjan aquellas pautas. Durante estos ltimos 60 aos, la FSM nunca se ha alineado junto a los monopolios ni las corporaciones transnacionales. Nunca ha estado al lado de la burguesa y los imperialistas. Tampoco la FSM ha mantenido una posicin neutral. Siempre ha estado al lado de las batallas por los derechos de los trabajadores en el mundo y de los pueblos que lucharon y luchan por la paz, el progreso y la abolicin de la explotacin del hombre por el hombre. La FSM ha jugado un importante papel en los movimientos transcendentales en Asia, Oceana, frica, Europa, Latinoamrica y el Medio oriente. En estos 60 aos de historia, tambin ha habido omisiones y errores. Sin embargo, ello no ha minimizado en nada la rica y positiva historia de la FSM. Nos sentimos orgullosos de esa historia y hemos aprendido a partir de nuestras victorias, xitos y errores.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos organiz recientemente una consulta pblica en Ginebra (Suiza) sobre el marco de actuacin para transnacionales y derechos humanos -Proteger, respetar, remediar- impulsado por John G. Ruggie, representante especial del secretario general para derechos humanos y multinacionales. En este mbito, algunas organizaciones y redes sociales pusieron sobre la mesa el debate sobre la necesidad de unas normas de obligado cumplimiento para las multinacionales en materia de derechos humanos. Aunque este debate tuvo su origen en la dcada de los setenta -cuando se intent aprobar un cdigo vinculante de normas para las multinacionales en la ONU-, desapareci durante la dcada de los ochenta y noventa cuando las propias Naciones Unidas decidieron impulsar exclusivamente los cdigos de conducta voluntarios, como el Global Compact.
Las voces que reclaman hoy volver a incorporar en el debate la regulacin obligatoria para las transnacionales fundamentan su propuesta en que las quejas de afectados y afectadas por los impactos sociales, econmicos, culturales y ambientales de estas compaas no ha parado de crecer. De hecho, las denuncias estn cobrando cada vez mayor relevancia social y son ms difciles de ignorar y ocultar. Es en este contexto en el que se debe situar el plan de Ruggie, que, ya en su anlisis inicial, alberga multitud de contradicciones. Por ejemplo, la postura de Ruggie reconoce que no
se puede dejar en manos del mercado y de la voluntariedad de las empresas el respeto de los derechos humanos, pero, a su vez, no cuestiona el Global Compact, sino que ms bien lo respalda.
El marco propuesto promueve el deber estatal de proteger a las vctimas, la obligacin empresarial de respetar los derechos humanos y la mejora del acceso efectivo a mecanismos de reparacin de las vctimas. De estos tres ejes, en la citada consulta, Ruggie puso la mayor parte de la responsabilidad en los gobiernos nacionales. Las organizaciones sociales ven en esta postura un aspecto positivo y numerosos interrogantes. El positivo es que recoge parte de las demandas de movimientos sociales que denuncian la falta de coherencia de gobiernos, como el espaol, que promocionan los derechos humanos pero luego, en sus polticas econmicas, firman acuerdos bilaterales y comerciales cuyas condiciones favorecen a las multinacionales espaolas, mientras vulneran los derechos humanos de las poblaciones receptoras. El relator tambin encomi a los gobiernos donde se ubican las centrales de dichas transnacionales a la aplicacin del principio de la extraterritorialidad para hacer que dichas corporaciones respeten los derechos humanos en terceros pases donde actan. Ahora las iniciativas de crear normativas obligatorias
sobre derechos humanos para las transnacionales en la ONU no han prosperado es porque han contado con la oposicin frontal de los gobiernos de origen, que protegen de forma incondicional los intereses de sus transnacionales.
Con el fin de aportar a este debate, Enlazando Alternativas (red birregional EuropaAmrica Latina) y el Tribunal Permanente de los Pueblos, que llevan aos en el seguimiento y denuncia de los impactos de las multinacionales, proponen la creacin de un cdigo normativo internacional que delimite las responsabilidades legales de las compaas multinacionales. Adems, plantean que se debera conformar un centro independiente para el seguimiento de las denuncias de sus impactos e insisten en la necesidad de una Corte Internacional que pueda juzgar a las empresas transnacionales por sus delitos. La idoneidad de una Corte Internacional sobre derechos humanos que pueda juzgar a las multinacionales tambin fue planteada recientemente por dos relatores de Naciones Unidas, si bien la propuesta estaba enmarcada en un proyecto que no pertenece a la ONU llamado Iniciativa de Suiza. En cualquier caso, las tres medidas citadas han sido desechadas por Ruggie argumentando que la falta de recursos econmicos y la aprobacin de un Tratado por una mayora de naciones retrasaran dcadas su realizacin. Dicho argumento contrasta enormemente con la rapidez con la que el G-20 se puso de acuerdo y aprob un presupuesto de ms de un billn de dlares para salir al rescate de la banca en plena crisis financiera.
La violacin sistemtica de los monopolios a los derechos de los trabajadores ha aumentado en la medida en que la crisis se profundiza en los Estados Unidos y otros pases desarrollados. Las multinacionales tienen como regla la poltica de comprimir salarios, retirar derechos arduamente conquistados, articular las fuerzas ms decadentes de nuestros pases con el objetivo de golpear a los Estados nacionales para embolsar lucros que seran imposibles en cualquier economa sana, provocando as el desempleo de millones de trabajadores. Hoy, en el momento en que la mayor crisis de los ltimos tiempos asola al mundo, tenemos que aprovechar el espacio conquistado para profundizar la denuncia de los crmenes de esos monopolios. La Federacin Sindical Mundial posee una amplia red de entidades afiliadas, amigos y simpatizantes en el mundo entero, que la acreditan para organizar una denuncia demoledora de esas prcticas contra los derechos de los trabajadores. Al desenmascarar esas acciones criminales de los monopolios en la Organizacin Internacional del Trabajo podemos hacer un contrapunto a las acusaciones mentirosas generadas por sectores reaccionarios e impedir que se tornen posicin oficial de la OIT. Una iniciativa de esta naturaleza es tambin del inters de los gobiernos nacionales progresistas, que tienen como norte el desarrollo soberano y que son atacados sistemticamente por sectores ligados a esos monopolios. 13 Propuesta: Los monopolios y las multinacionales, ese producto degenerado del imperialismo, hacen cualquier cosa para aumentar sus lucros. Una firme y amplia campaa de denuncia por parte de la Federacin Sindical Mundial contra la violacin sistemtica de los derechos de los trabajadores, adems de fortalecer nuestras filas nos permitir prestar un impagable servicio a la clase obrera, denunciando su principal enemigo. Los sindicatos deberan ser estimulados a enviar anualmente sus denuncias en el plazo pre-establecido para que la FSM pueda presentarlas a la OIT. 6
No compite a la FSM, sin embargo, presentar denuncia contra los gobiernos de los pases del Tercer Mundo. Ese tipo de denuncia es de foro interno de cada pas. Consideramos que existen dos excepciones a esa regla: Colombia e Israel. 1. Para poder expresar las demandas de los trabajadores en la actualidad, el Movimiento Sindical deber guiarse por los principios de la lucha de clase y orientado hacia ella. El estudio de la historia del movimiento obrero de los ltimos doscientos aos, indica que lo logrado por los trabajadores a nivel mundial, ha sido mediante lucha y esfuerzo. En ninguna parte del mundo, ningn patrn ni ningn gobierno capitalista ha resuelto, por iniciativa propia, los problemas de clase. Nuestro movimiento sindical no abraza teoras que rechacen las luchas de clases. 2. La Federacin Sindical Mundial cree en la independencia de las organizaciones sindicales fuera del marco de los monopolios y de las corporaciones transnacionales. Vivimos en una sociedad dividida en clases, por lo tanto los sindicatos representan a los trabajadores con sus caractersticas contemporneas: una gran coalicin de amplias capas populares. Desde el punto de vista organizativo, los sindicatos deben ser independientes de los partidos polticos, es decir deben funcionar por s mismos y ser autnomos para responder a las polticas gubernamentales que sean dainas a las capas populares. Deben ser financieramente independientes para no depender de fuentes secretas.
3. Poner en una balanza los intereses de lucro de un grupo de empresas transnacionales y la supervivencia de la especie humana, se ha tornado una dramtica realidad. Desde todas las orillas ideolgicas, es evidente la contradiccin entre el carcter privado de la propiedad sobre los recursos naturales y la esencia social, ahora global de los problemas que amenazan la supervivencia de la humanidad. Lo que en el pasado aprendimos como un teorema de economa poltica y como recurso metodolgico para comprender las asimetras sociales y las injusticias derivadas del hecho de que la produccin fuera colectiva y la apropiacin privada, se ha convertido en una tensin histrica que plantea problemas insolubles. 7
Los ejemplos abruman: la produccin y el comercio de armas son negocios privados, aunque la paz entre las naciones y la seguridad ciudadana tienen carcter pblico; la ONU establece reglas estrictas para el trasiego de tecnologa y combustible nuclear, vinculantes para los estados, pero no para las empresas privadas. Las transnacionales farmacuticas no son entidades filantrpicas y la muerte de millones de seres humanos victimas de enfermedades curables, no es su problema, como no lo es tampoco el VIH-Sida, los medicamentos genricos y las vacunas para las enfermedades de los pobres. El hambre no se debe a la escasez de alimentos ni a la falta de infraestructuras de distribucin, sino a la vigencia de estrechos intereses mercantiles. Tal vez la expresin ms dramtica de esas aberraciones histricas es el problema energtico. La crisis energtica amenaza al planeta y a todos los que viven en l, mas, el petrleo, el gas, el carbn y el uranio no son patrimonio de la humanidad, sino propiedad de pases, empresas o individuos que pueden decidir qu hacer con ellos. No obstante la claridad con que estos fenmenos se perciben, en lugar de abrirse paso una voluntad poltica que permita avanzar haca soluciones visibles, se impone el enfoque neoliberal, ponente de una extempornea fiebre privatizadora y de una filosofa que reduce el papel del Estado, acentuando esa dramtica realidad. Poner en una balanza los intereses de lucro de un grupo de empresas transnacionales y la supervivencia de la especie humana, se ha tornado una dramtica realidad. Esa dicotoma no ideolgica, sino tambin global, nos pone ante la disyuntiva de decidir que queremos conservar: la bolsa de ellos o la vida de todos. La mala noticia es que por tratarse de una contradiccin que opera a nivel de toda la formacin econmica y social, es universal, vlida para todas las esferas y para un largo perodo de tiempo, no tiene solucin en los lmites de las nociones de gobernabilidad vigentes y en el marco de los actuales sistemas polticos. A nivel de la razn lgica es evidente el desencuentro entre la magnitud global de los problemas y la ridcula escala en la que se pretende encontrar las soluciones. Los conceptos planeta y humanidad son validos para identificar los desastres y prevenirlos, no para resolverlos. Por otra parte, es obvia la irracionalidad de auspiciar acciones aisladas que 8
pongan en manos de gobiernos ineficientes, corruptos o imperialistas, los recursos naturales de los que depende el destino del planeta. Tampoco existen organizaciones internacionales suficientemente democrticas, competentes y probas como para asumir la tarea. La experiencia de la ONU en la gestin del programa Petrleo por Alimentos en Irak es aleccionadora. La humanidad, magnficamente culta y tecnolgicamente competente, est atrapada en la mezquindad a que la ha conducido un sistema social afianzado en relaciones de produccin, nociones ideolgicas, ordenamiento jurdico y formas de gobierno esencialmente primitivas. La criminal simpleza de un credo basado en la anarqua, la ganancia, el afn de lucro, el consumo irracional, era primitiva ya en el siglo XIX cuando Prohudon, Lassalle, Kaustki y Carlos Marx revelaron que una sociedad construida sobre esas bases era, a la larga inviable. El capitalismo es una etapa histrica, imprescindible e incluso brillante de la evolucin humana. Un nivel de la civilizacin que contiene las premisas para una socializacin que le permitira afrontar los retos que crea su propio desarrollo. Contra el despliegue de esas potencialidades, conspira la pequeez de las polticas imperiales que constituyen un anacronismo decimonnico basado en paradigmas obsoletos. De todos modos, los imperativos del desarrollo histrico terminarn por imponerse y la humanidad encontrar la lucidez necesaria para solucionar la crisis energtica y el resto de los problemas globales que la amenazan. No es imposible. Las necesidades histricas son la palanca, los hombres de bien, el punto de apoyo.
Desarrollar un frente nico que contribuya a contener la actuacin sin limites de las Empresas Transnacionales, que en su afn de lucro no solo extorsionan cada vez en mayor medida a los trabajadores y pueblos en que actan, sino que incluso acuden, como en nuestros das, a cualquier recurso incluyendo la guerra, para lo que: Nos opondremos, de manera ms efectiva, a la violacin por las ETN de los derechos obtenidos por los trabajadores conquistados, en no pocas ocasiones, tras dolorosas y hasta cruentas luchas durante decenas de aos a lo que decisivamente contribuir unir la accin del movimiento sindical internacional de tal manera, que obligue a las sociedades transnacionales a respetar las normas internacionales en materia de derechos laborales.
Continuaremos apoyando la constitucin de un grupo de trabajo - tal y como se propone en la Resolucin 2003/16 de la Subcomisin de Promocin y Proteccin de los Derechos Humanos que mejore el proyecto de normas sobre las sociedades internacionales, salve evidentes omisiones y estudie el seguimiento de lo acordado atendiendo a la enorme trascendencia que para el goce efectivo de los derechos humanos: civiles, polticos, econmicos, sociales y culturales plantea las actividades de las sociedades transnacionales dado que: Las ETN constituyen un fenmeno de la sociedad contempornea de enorme trascendencia que plantean problemas econmicos, financieros, jurdicos, sociales y humanos especficos y que no son los menores de esos problemas su carcter transnacional, su versatilidad econmica y jurdica, su enorme podero econmico y financiero y su gran influencia poltica y social que constituyen adems obstculos importantes para las tentativas de ejercer un control jurdico y social sobre las mismas y que esta realidad, junto a la ayuda de algunas grandes potencias, les ha permitido tejer una red planetaria de normas contrarias al derecho publico nacional e internacional vigente en forma de tratados bilaterales de proteccin a inversiones extranjeras, tratados regionales como TLCAN y el proyectado ALCA sin olvidar a la OMC. La no inclusin de las personas jurdicas y de los crmenes econmicos y ambientales en la competencia del Tribunal Penal Internacional, ha puesto a las ETN a cubierto de dicha jurisdiccin internacional. Ellas, sin embargo cuentan dentro del sistema del Banco Mundial, con un tribunal arbitral internacional a su servicio: el Centro Internacional para el arreglo de controversias relacionadas con las inversiones cuyo Presidente es el Presidente del BM y cuyas normas de referencia no incluyen a las que se refieren a los derechos humanos ni al derecho ambiental determinando ello que cuando algunos estados no se pliegan a las exigencias liberalizadoras del capital transnacional encarnado en las sociedades transnacionales, se acentan las presiones de los organismos financieros internacionales siendo obligados a dirimir sus controversias de igual a igual con las ETN frente a un tribunal arbitral cuya parcialidad a favor del inters privado no admite dudas. Las ETN son personas jurdicas de derecho privado y, como todas las personas fsicas y jurdicas, deberan respetar la ley que por cierto comprende las normas internacionales vigentes en materia de derechos humanos: civiles, polticos, econmicos, sociales, culturales y ambientales. El don de ubicuidad (capacidad de estar al mismo tiempo presentes en varias partes y en ninguna) de las ETN les permiten eludir las jurisdicciones nacionales. Las ETN no asumen responsabilidad alguna por las violaciones al
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derecho laboral y a las normas de proteccin del medio ambiente en los pases adonde deslocalizan su produccin ponindose a cubierto no solo de responder por los daos y perjuicios que se produzcan, sino que obtienen garantas por parte del Estado que acoge la industria deslocalizada contra eventuales perdidas de beneficios derivadas de reformas a la legislacin laboral o ambiental poniendo as en los hechos un obstculo mayor a tales reformas progresivas en materia de derechos humanos. No pocos de los pases de origen de las ETN sostienen que tanto en lo referente al medio ambiente como a las relaciones de trabajo, quienes debern responder por el incumplimiento de las normas no sern las transnacionales aunque sean estas las que provocan las catstrofes y expriman la mano de obra sino los Estados por no asumir su responsabilidad de fiscalizadores en el cumplimiento de las leyes lo que tiende a otorgar una absoluta impunidad a las transnacionales en su empeo por depravar los recursos y oprimir la fuerza de trabajo como ocurre en las propsitos animados en el pretendido ALCA pues de aplicarse ningn pas podr demandar a las transnacionales por incumplimiento de normas estatales y clusulas de contrato y las transnacionales podrn demandar a los pases cuando consideren que no se doblegan a su voluntad. Ello representar una menor capacidad de los gobiernos para la recoleccin de sus impuestos y a su vez esa capacidad se ver afectada por la eliminacin de los aranceles que se exigen con el ALCA. La Declaracin Tripartita de Principios sobre las Empresas Multinacionales y la Poltica Social de la OIT, es ya un instrumento que insta a estas instituciones a actuar en consecuencia con el respeto a la sociedad en la que se desenvuelven.
conocimiento de la Declaracin Tripartita de principios sobre las Empresas Multinacionales y la Poltica Social incluyendo la labor llevada a cabo por las Organizaciones Sindicales Internacionales, se apoyar en mayor medida ste propsito, si la OIT encontrase nuevos mtodos, ms prcticos, para incrementar el conocimiento de la Declaracin Tripartita sobre la base de observar crticamente su cumplimiento. La prctica evidencia que las conciliaciones tendentes a avalar en alguna medida la accin de las Empresas Transnacionales, no aportan ningn otro resultado que edulcorar su imagen sin transformar radicalmente la naturaleza y objetivos para los que fueron creadas y cotidianamente actan pues en un estudio de la Organizacin Internacional del Trabajo acerca de unos doscientos quince cdigos de conducta y doce programas de etiquetado social relativo a las prcticas laborales a la luz de los principios y derechos fundamentales
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internacionalmente reconocidos, revel que estos cdigos eran sumamente selectivos en cuanto a la incorporacin de tales principios ya que la erradicacin efectiva del trabajo infantil figuraba en menos de la mitad de tales cdigos; los niveles salariales se precisaban en poco menos del 40 por ciento y la eliminacin del trabajo forzoso o la negativa a contratar producciones o servicios de empresas que lo utilizasen, se reflejaba solo en la cuarta parte de los cdigos de conducta examinados por la OIT llamando la atencin en el estudio, que la libertad de asociacin y el derecho de negociacin colectiva fundamentales para el desarrollo y funcionamiento de los sindicatos - se recogan apenas en el 15 por ciento de todos los cdigos objetos de estudio. Adems, el estudio arrojaba que no pocos de tales cdigos aspiraban a acabar con las actividades sindicales para eliminar opositores a sus expoliadoras polticas laborales. Por otra parte el estudio refera que el contenido de los cdigos se decida a menudo en procesos no transparentes y no participativos que se tramitan entre las cuatro paredes de la sala de un consejo consultivo o por medio de negociaciones entre partes con grados desiguales de informacin y de fuerza negociadora. Se llegaba asimismo a la conclusin de que no resultaba extrao que un cdigo lanzado con mucha publicidad en un pas industrializado fuese desconocido, no estuviese disponible o no hubiese sido traducido en los centros de produccin o de servicios pertenecientes a la transnacional. Si lo estuviese - se detect en el estudio de la OIT - era comn que los trabajadores no pudiesen leer estas normas o notificar su incumplimiento sin correr el riesgo de sufrir medidas disciplinarias.
el criterio de que ..la economa mundial debiera tener una base socioeconmica. la insistencia en la importancia que hoy ms que nunca las normas internacionales del trabajo tienen para promover una globalizacin justa... el impulso, como se propone en el documento, a ..una investigacin exhaustiva de la responsabilidad social de la empresa..
Al estar concentrado el proceso de toma de las decisiones acerca de los problemas globales en las principales potencias mundiales, organismos internacionales, entidades supranacionales y corporaciones transnacionales, no solo se produce una reduccin de las posibilidades de los gobiernos nacionales para poder desarrollar sus funciones, sino que, incluso surgen concepciones que se cuestionan la capacidad y/o posibilidad de estos gobiernos para acometer acciones encaminadas a la solucin de determinados problemas. De esta forma, el alto grado de control y de influencia de los principales agentes mundiales sobre las relaciones internacionales, les permite imponer sus criterios acerca de que medidas, polticas y acciones deben ser adoptadas para dar solucin a los problemas dados. As los restantes Estados --los excluidos del proceso de toma de decisiones--, asisten a un proceso de cercenamiento de parte de su soberana, lo cual constituye otra de las implicaciones que ya comienzan a observarse en torno a las tendencias globalizadoras._
El capital aprecia a los trabajadores como compradores, a los que dicta sus gustos con la industria de los anuncios, pero los esquilma en tanto que vendedores de su fuerza de trabajo, nica fuente del valor. Lo que les roba en cada jornada sin darles nada a cambio, se va acumulando y provoca las crisis cclicas. Hasta llegar la actual dentro de otras y ninguna tiene salida.
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El capital no es tanto la ganancia, como el ansia insaciable de acrecentarla. Por ello surgi y no podr desaparecer, como so Keynes, la especulacin financiera, que deja de lado los medios de produccin para apostar al precio de sus ttulos de propiedad y tambin especula con otros elementos de liquidez, siendo el ms lquido de todos, el propio dinero. Es el preferido en liquidar ganancias, salarios, impuestos, deudas, y mide los otros elementos de liquidez. Ms que Rey, el dinero es el Dios del capitalismo.
1. Luchar por el control de las actuaciones de las corporaciones transnacionales, de las remesas de lucros y dividendos a sus matrices. La implementacin de estos monopolios es operada por la accin conjunta, complementaria pero tambin a veces conflictiva, del gran capital de las multinacionales industriales y financieras y de los Estados que se encuentran a su servicio (de all la importancia de los monopolios de naturaleza no econmica mencionados aqu). Tomados en conjunto, estos monopolios definen nuevas formas de la ley del valor mundializada, permitiendo la centralizacin en beneficio de este gran capital de las ganancias y sobreganancias provenientes de la explotacin de los trabajadores; una explotacin diferenciada fundada en la segmentacin del mercado de trabajo. Esta nueva etapa del desarrollo de la ley del valor mundializada no permite pues el rattrapage a travs de la industrializacin de las periferias dinmicas, sino que funda una nueva divisin internacional desigual del trabajo en la cual las actividades de produccin localizadas en las periferias, subalternizadas, funcionan como subcontratistas del capital dominante (un sistema que evoca el "putting out" del capitalismo primitivo). En contraposicin con esto, las estrategias de una respuesta eficaz al desafo de esta mundializacin imperialista deberan tener por objetivo la reduccin del podero de los cinco monopolios en cuestin, y las opciones de desconexin deberan ser renovadas y definidas en esta perspectiva. Sin entrar en una detallada discusin de estas estrategias, que slo puede ser concreta y estar fundada en la movilizacin efectiva de las fuerzas polticas y sociales populares y democrticas que operan en condiciones propias a cada pas, podemos enumerar los grandes principios en torno a los cuales podra organizarse el frente de luchas populares Anti-sistmicas. La primera exigencia es la de la constitucin de frentes populares democrticos antimonopolios/anti-imperialistas/anti-compradores, sin los cuales ningn cambio es posible. Revertir la relacin de fuerzas a favor de las clases trabajadoras y populares constituye la primera condicin de la derrota de las estrategias del capital dominante. Estos frentes deben no solamente definir objetivos econmicos y sociales realistas acordes a la etapa junto con los medios para alcanzarlos, sino que tambin deben tomar en consideracin las exigencias de un cuestionamiento de las jerarquas del sistema mundial. Es decir que la importancia de sus dimensiones nacionales no debe ser subestimada. Se trata de un concepto pro g resista de la nacin y del nacionalismo, lejos de todas las nociones oscurantistas, etnicistas, religioso-fundamentalistas y chauvinistas hoy prevalecientes y que son promovidas por la estrategia del capital. Este nacionalismo progresista no excluye la cooperacin regional; por el contrario, debera incitar a la constitucin de grandes regiones que son la condicin por una lucha eficaz contra los cinco monopolios mencionados. Pero se trata de modelos de regionalizacin muy diferentes de aquellos preconizados por los poderes dominantes y que son concebidos como corre a s de transmisin de la mundializacin imperialista. La integracin a escala de Amrica Latina, de Africa, del mundo rabe, del sudeste asitico, junto a pasescontinentes (China, India), pero tambin la de Europa (del Atlntico a Vladivostok), fundada en alianzas populares y democrticas que obliguen al capital a ajustarse a sus 13
exigencias, constituyen lo que yo llamo el proyecto de un mundo policntrico autntico, otra modalidad de mundializacin. En este marco, podramos imaginar modalidades "tcnicas" de la organizacin de las interdependencias intra e inter-regionales, tanto en lo que hace a los "mercados" de capitales (cuyo objetivo sera incitarlos a invertir en la expansin de los sistemas productivos) como a los sistemas monetarios o los acuerdos comerciales. El conjunto de estos programas fortalecera las ambiciones de democratizacin tanto a nivel de las sociedades nacionales como a nivel de la organizacin mundial. Por esta razn los sito en la p e r s p e c t i va de la larga transicin del capitalismo mundial al socialismo mundial, como una etapa de esta transicin.
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El Convenio Global de la ONU (UNGC) contiene 10 principios. La calidad de miembro del UNGC se alcanza si una empresa se compromete a respetar y promover esos principios, pero se trata de una asociacin voluntaria. Derechos vs. transnacionales
Erika Gonzlez y Jess Carrin7 OMAL y ODG
Ahora bien, detrs de estos planteamientos se encuentran mltiples interrogantes. El primero de todos tiene que ver con la crisis de representatividad que tiene hoy la ONU para resolver cualquier conflicto. Por otra parte, es altamente cuestionable dejar el control sobre las multinacionales en manos de gobiernos que comparten intereses con estas corporaciones y cuyas polticas estn subordinadas a acuerdos internacionales de libre comercio. Es real que los gobiernos de Nigeria, Sudn, Colombia o Filipinas prioricen los derechos humanos frente a los derechos de las transnacionales? Pero an hay ms: si hasta
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Informacin disponible en Somosloquehacemos. Este artculo ha sido publicado en Pbico el viernes 20 de noviembre de 2009. l
www.omal.info 4
Para concluir, el marco Proteger, respetar, remediar presentado por Ruggie traspasa la responsabilidad sobre el control de las transnacionales a los Estados sin concretar cdigos, organismos, ni cortes internacionales en las que se puedan denunciar dichos delitos. Parece que, como en otras muchas ocasiones, las palabras se las llevar el viento. Mientras tanto, y siendo conscientes de que las soluciones no son sencillas, las vctimas, las organizaciones sociales, sindicales, ambientales, etc. van a seguir trabajando para poner en la agenda social estos debates. Y fortalecer as la presin social que obligue a los gobiernos de origen de las compaas y a las Naciones Unidas a tener la voluntad poltica necesaria para hacer respetar los derechos humanos a las transnacionales en cualquier parte del mundo. -------------------------------------------------------------------Muchos pases han intentado fomentar la responsabilidad social empresarial por medio de diversas medidas. La institucin noruega de investigacin FAFO se ha ocupado de la conexin entre el sector privado y los conflictos y ha delineado la aplicabilidad de la ley penal nacional en conexin con las actividades de las compaas privadas en el extranjero. Esas son cuestiones legales complejas que cubren reas nacionales e internacionales y que reciben distinto tratamiento en diferentes pases. Las leyes existentes hacen posible intervenir cuando una empresa es acusadas de violar la legislacin internacional. Hay pocos tribunales actuantes en esta rea, pero esta situacin est cambiando dado que tanto las autoridades como los grupos de defensa de los derechos humanos utilizan las posibilidades ofrecidas por las leyes existentes. Recientemente un comerciante holands fue sentenciado a 15 aos de prisin por haber vendido gas venenoso al rgimen de Sadam Husein. El objetivo de ForUM es el establecimiento de pautas internacionales legalmente obligatorias con mecanismos para aplicar sanciones. Esto aumentara la presin sobre los peores transgresores que no han sido influenciados por el Convenio Global de la ONU ni por las Pautas de la OCDE u otras iniciativas voluntarias para cambiar su comportamiento y que por varias razones no han sido sancionados penalmente. En la ONU debera seguirse trabajando prioritariamente en este sentido y al mismo tiempo los Estados deberan idear pautas nacionales. Cuantos ms pases tengan pautas nacionales para la
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responsabilidad social de las empresas, mayor ser el impacto positivo sobre el ambiente global y los problemas del desarrollo. (FIN/COPYRIGHT IPS)
Algunos ejemplos que permiten evaluar la importancia y la viabilidad de esta denuncia: 1 - El SINALTRAINAL, Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de Alimentos de Colombia, denuncia incisivamente la accin de la Coca-Cola en el pas hermano. La multinacional, a travs de las subsidiarias colombianas Panamco SA y Bebidas y Alimentos de Urab AS, ha tenido participacin directa en crmenes contra los trabajadores. Durante los ltimos 10 aos, ocho lderes del sindicato fueron asesinados, dos fueron forzados a exilarse y otros 48 fueron obligados a dislocarse para otra regin del pas. 16
La Coca-Cola usa grupos paramilitares para reprimir actividades sindicales en dos empresas embotelladoras. Ese crimen ya fue denunciado en diversos organismos internacionales y los paramilitares cuentan con la displicencia del gobierno de lvaro Uribe para amenazar a los lderes sindicales, forzar los trabajadores a dejar el sindicato, impedir cualquier accin colectiva de los trabajadores, aceptar condiciones de trabajo envilecedoras y salarios bajos. La multinacional Coca Cola, en una prctica claramente antisindical, cre el Sintraembosan para debilitar el SINALTRAINAL, y de los 1300 trabajadores de las embotelladoras afiliados al SINALTRAINAL en 1993, en diciembre pasado slo restaban 300. Esa es la utilidad de la llamada libertad sindical. Los crmenes de la Coca-Cola no se circunscriben a Colombia, aunque all, fruto de la combatividad de la CUT y del SINALTRAINAL, son denunciados sin tregua. 2 - En otros pases, como Guatemala, las Filipinas, Pakistn, India, Israel, Venezuela, etc., las entidades sindicales acusan a la Coca-Cola de, directamente o a travs de sus subsidiarias, usar del asesinato, violencia, corrupcin y violacin de los derechos laborales para garantizar sus lucros extraordinarios. En los Estados Unidos, la multinacional fue procesada por discriminacin racial, por colocar en peligro la salud pblica, por daos ambientales, por contaminar el agua, informa el IACENTER, entidad dirigida por el ex-promotor-general de los EUA, Ramsey Clark, y que cuenta con la participacin de varios sectores del movimiento sindical. 3 - An en Colombia, ms de 30 corporaciones multinacionales estn siendo acusadas de transgresiones contra los trabajadores colombianos y sus tierras. Los monopolios estadounidenses Occidental Petroleum; otras corporaciones de alimentos y agricultura como Chiquita Bananas, Del Monte y Monsanto; las multinacionales de minerales Drummond y Muriel Mining; y la contratista militar DynCorp, que es responsable por una buena parte de los mercenarios norteamericanos en el mal llamado Plan Colombia, cometen crmenes que van desde el uso de paramilitares para amenazar y asesinar lderes sindicales y masacrar comunidades, hasta la destruccin del medio ambiente, la contaminacin de las tierras y el asalto de los recursos naturales de Colombia. La Chiquita (que estuvo metida en el golpe que volte a Jacobo Arbens, presidente de Guatemala, cuando todava se llamaba United Fruit) dio 1,7 millones de dlares (datos oficiales), 3 mil rifles AK-47 y 5 millones de municiones a los paramilitares, que masacraron a miles de trabajadores en ese pas. Edgar Pez, dirigente del SINALTRAINAL, seala que todas las bananas de Colombia que se consumen en los EEUU son de la Chiquita. Esa empresa, segn denuncias, por presin de la justicia americana, pas la propiedad de parte de sus plantaciones para testas-de-ferro, para librarse de algunas acusaciones que no poda esquivar. Cuatro mil sindicalistas fueron asesinados en Colombia en los ltimos 20 aos. Cerca de 500 lderes sindicales tuvieron que exilarse ante amenazas de los paramilitares; 4 millones de personas, la mayor parte campesinos, fueron dislocados internamente en ese pas. Los paramilitares robaron ms de 5 millones de hectreas de tierra, y la nueva Ley de Justicia y Paz legitim ese robo. 4 - En Amrica Latina, la misma Dyncorp, de triste memoria en Irak, tir substancias txicas sobre trabajadores del campo en la frontera entre Colombia y Ecuador como parte del programa de erradicacin de plantaciones de coca, crimen que sindicatos y gobierno del Ecuador desean que tenga mayor destaque internacional. 5 - Cambiando para Mxico, el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalrgicos, Siderrgicos y Similares de la Repblica Mexicana y su dirigente principal, Napolen Gmez Urrutia, que desprotegido por las instancias gubernamentales fue obligado a exilarse, denuncian los accidentes e insoportables condiciones de trabajo impuestas por el Grupo Mxico S.A de C.V, corporacin que es el tercer productor mundial de cobre y domina la regin. Hace dos aos, una explosin de gas metano en la mina de Pasta de Conchos - estado de Coahuila, de propiedad de esa multinacional, sepult sesenta y cinco mineros bajo los escombros y 17
todava hoy impide que sus cuerpos sean retirados y sepultados con dignidad, dejando a los trabajadores y a las familias en situacin desesperadora. El monopolio minero Grupo Mxico (una especie de Vale do Rio Doce mexicano por la presencia de capital norteamericano y testas-de-ferro) fue ms lejos y destituy el dirigente sindical minero, atropellando a la autonoma sindical: el Secretario General del SNTMMSRM, Napolen Gmez Urrutia, en febrero de 2006 fue suspenso de su cargo. Despus de movilizaciones de los trabajadores mexicanos, el gobierno tuvo que reconocer la ilegalidad de la imposicin de otro ciudadano, Elas Morales, como Secretario General del sindicato minero y ratificar la legitimidad de Gmez Urrutia como mximo lder del SNTMMSRM. Entre los ltimos actos contra el Sindicato Minero est el congelamiento de todas sus cuentas bancarias. De esa manera las autoridades, sumisas al monopolio, buscan la asfixia del sindicato. 6 Otro ejemplo de la prctica antisindical es el tratado de libre comercio entre EUA y Mxico, NAFTA, que inund el mercado mejicano con productos agrcolas baratos subvencionados por el gobierno de Washington desempleando millones de trabajadores rurales mejicanos. Entre 2000 y 2005, Mxico perdi 900.000 puestos de trabajo rurales y 700.000 trabajos industriales, dando por resultado un profundo desempleo en el pas. La pobreza desesperada forz a emigrar a millones de trabajadores mejicanos para poder alimentar a sus familias, enfrentando el muro, la salvaje represin de la frontera con los EUA, las condiciones subhumanas del trabajo en los campos americanos, como en la colecta de naranja, por ejemplo. Ahora, con la crisis, esos trabajadores deben volver sin saber lo que los espera en su pas. 7 - En Amrica Latina otro gran ejemplo son las barbaridades cometidas por la Monsanto, mayor vendedora de semillas transgnicas del continente americano. Sus cultivos, resistentes al herbicida "glifosato", como la "soya RR" (Roundup Ready) y el "maz RR", llenos de dioxina, veneno cancergeno que no permite la recuperacin de las tierras donde es usado durante dcadas, representan ms de 90% de todos los cultivos transgnicos del mundo. En la actualidad, la soya es el mayor cultivo de la Argentina, por ejemplo, donde se planta en cerca de 16 millones de hectreas, de las cuales, segn la propia multinacional, prcticamente ninguna pertenece a la soya sin la modificacin que le permite soportar la aplicacin de un herbicida que elimina prcticamente cualquier otro vegetal. Los llamados ruralistas (latifundistas que lucran con la exportacin de soya) usan todos sus recursos, apoyados por la Monsanto, para atacar al gobierno de Cristina Kirchner que, con el apoyo macizo de la CGTA, prioriza el mercado interno y el trabajo nacional. En el Brasil, muchos territorios, como por ejemplo, en Mato Groso del Sur y en Ro Grande del Sur, entre otros estados, tambin estn infectados por ese tipo de transgnico. Adems de la degradacin de las tierras, la Monsanto alcanza a miles de trabajadores rurales que tienen su condicin de vida y de trabajo perjudicadas. 8 - frica es un continente que por sus incontables riquezas es vctima de la saa de los monopolios extranjeros. No por acaso la Repblica del Congo, Zimbabwe, Sudn, entre otros, son blanco en la OIT de acusaciones tan graves cuanto mentirosas en relacin a los derechos de los trabajadores. Los problemas que enfrentan los trabajadores de esos pases son fruto de la guerra de rapia provocada por los monopolios multinacionales que quieren seguir su expropiacin sin lmites e impedir que las riquezas sean controladas por sus verdaderos dueos. El gobierno del Sudn, sistemticamente viene siendo denunciado en la OIT por la prctica de Trabajo Esclavo mientras que lo que ocurre en Darfur es una guerra por el robo del petrleo. (La denuncia de 2005 de la CIOSL, por ejemplo, fue basada en informaciones del Departamento de Estado norteamericano y divulgada por la comisin de especialistas de la OIT). Zimbabwe es permanentemente satanizado por los monopolios y por los medios de comunicacin a su servicio. Miren lo que revela un documento del Departamento de Estado de los EUA reproducido por el escritor norteamericano William Engdahl: Zimbabwe cuenta con ricos recursos minerales. Las exportaciones de oro, asbestos, cromo, carbn, platino, nquel y cobre podran llevar un da a una recuperacin econmica... Los yacimientos de gas recientemente descubiertos en la provincia de 18
Matabeleland son los mayores campos de gas hasta ahora conocidos en el sur y en el este de frica... tiene abundante reserva de carbn y considerable potencial de energa hidroelctrica... reservas de uranio todava no cuantificadas. Sobre las reservas de cromo, revel el artculo: son las segundas mayores del mundo, atrs apenas de las de frica del Sur. 9 - Otro caso grave es el de la Repblica Democrtica del Congo rica en coltan y niobio, adems de oro, diamantes, cobre y estao. El coltan, abreviatura de columbio-tantalio, en el suelo hace ms de tres mil millones de aos, es usado para fabricar los condensadores para el flujo elctrico de los telfonos celulares. Cobalto y uranio son elementos esenciales para las industrias nuclear, qumica, aeroespacial y de armas de guerra. Cerca de 80% de las reservas mundiales de coltan estn en las montaas del Congo. Los grupos mercenarios son financiados por monopolios extranjeros de los Estados Unidos, de Alemania, y del Japn, para promover la guerra y desestabilizar el gobierno. Redes criminales, preparadas y mantenidas por esas multinacionales, practican la extorsin, el soborno, la violacin y las carniceras. Y obtienen beneficios sin precedentes con la explotacin de minerales en aquella regin do Congo. Hasta 06 millones de dlares de cobalto bruto salen diariamente de la RDC. Sin embargo, casi nunca aparecen estas compaas en los informes sobre derechos humanos y laborales. En el negocio participan distribuidores americanos de armas, como Simax, y las compaas que fabrican material de guerra para el Pentgono, llamadas proveedores de Defensa, Lockheed Martin, Halliburton, Northrop Grumman, GE, Boeing, Raytheon y Bechtel. Inclusive organizaciones pseudohumanitarias como CARE, el Comit de Rescate Internacional ; Conservatio y empresas de relaciones pblicas y grandes medios de comunicacin como The New York Times. Alberto Vzquez Figueroa relata en el diario espaol ABC (que no es ni levemente progresista) de 12 de noviembre de 2008 el impacto de la guerra del coltan en los nios: Los nios, de entre siete y diez aos, son las grandes vctimas de la lucha por el coltan... que reciben 25 centavos de euro por da. Estamos ante la esclavitud del siglo XXI? El coltan es extrado por nios porque se encuentra en yacimientos a muy baja profundidad, y con sus pequeos cuerpos son los que caben mejor por los agujeros. Muchos mueren vctimas de horribles desprendimientos de tierra y quedan all enterrados... viv dos dcadas en frica y haba odo alguna cosa. Hay fotos de esa barbaridad: nios semi-esclavos respirando polvo mientras llueve mucho o son llevados por el torrente. Eso es un infierno. Queda claro que es esa riqueza toda la causa de bloqueos, ataques, sanciones que dejan la vida de los trabajadores africanos tan sufrida. Y es claro tambin que la FSM podr contar con los dirigentes y activistas sindicales de esos pases de frica para presentar esas denuncias de forma pormenorizada y sin condiciones de ser negadas o escondidas. 12 - En Asia, un gran ejemplo de la responsabilidad de los monopolios en la precarizacin de las condiciones de trabajo es el caso de Wall-Mart en China, siempre acusada de no respetar los derechos. La multinacional norteamericana se instal en China en 1996, empleando en la actualidad 32.000 trabajadores en sus 60 establecimientos. Desde 2003, la central sindical ACFTU viene aumentando la presin para que la red de supermercados parase de impedir la formacin de sindicatos en sus sucursales, segn informa el Boletn de Accin Laboral de China. Wall-Mart viol la ley china frecuentemente; disimul, por ejemplo, la escucha de trabajadores con la utilizacin de cmaras de vigilancia para observar sus actividades y dimitir los que estaban a favor de los sindicatos. Fue necesario que el presidente Hu Jintao interviniese personalmente en ese conflicto en marzo del ao pasado. Hu Jintao exigi que, para permanecer en China era necesario respetar la existencia de los sindicatos y su trabajo de fiscalizar el respeto a los derechos de los trabajadores.
La FSM ha jugado un importante papel en los movimientos transcendentales en Asia, Oceana, frica, Europa, Latinoamrica y el Medio oriente. En estos 60 aos de historia, tambin ha habido omisiones y errores. Sin embargo, ello no ha minimizado en nada la rica y positiva historia de la FSM. Nos sentimos orgullosos de esa historia y hemos aprendido a partir de nuestras victorias, xitos y errores. En la actualidad, en los albores del siglo XXI, se han producido cambios significativos en el equilibrio mundial. Estos cambios le han proporcionado importantes ventajas a las fuerzas del capital en contra del trabajo. El dominio temporal del capital intensifica la explotacin capitalista de los pueblos y de los estados; las riquezas producidas por el trabajo se concentran cada vez ms en las manos de las minoras ricas del mundo. El progreso de la ciencia y la tecnologa en todos los campos del saber, el rpido uso de dichas tecnologas en la produccin, se utilizan hoy da para proporcionarles a las corporaciones transnacionales mayores ganancias. En una sociedad sin explotacin del hombre por el hombre, las nuevas tecnologas debern, como logros de la humanidad, estar al servicio del hombre para que este trabaje menos, gane ms, disfrute de mejores condiciones de proteccin e higiene en el trabajo, goce de ms tiempo libre, mejores oportunidades para su disfrute personal, tenga ms cultura, educacin y salud. Ello significa vivir mejor y por ms tiempo. Hoy da eso no ocurre; por el contrario, la explotacin se ha intensificado y las grandes riquezas van a parar a los bolsillos de unos pocos. Ciento quince (115) millones de nios son analfabetos. Un nio muere cada 3,6 segundos. En Nueva Orlens, EE.UU, 1, 577 personas pobres perdieron la vida. Solamente en los pases de la Unin Europea, el desempleo sobrepasa los 30 millones. De acuerdo con datos de la UNESCO, ms de 921 millones de personas viven en cuartuchos o chozas. Esta es la realidad en la mayora de los pases capitalistas, sin tomar en cuenta si en esos pases gobiernan o no fuerzas neo-liberales, conservadoras o social-demcratas. A comienzos del siglo XXI, vemos que el neo-colonialismo surge nuevamente y de manera reforzada con nuevas caractersticas y elementos. En frica muchos pases se encuentran bajo intensas presiones por parte de EE.UU y lo mismo ocurre con Latinoamrica. En Asia al Gobierno de los Estados Unidos de Norteamrica le preocupa el vertiginoso desarrollo que se viene produciendo en la repblica Popular China. En los antiguos pases socialistas de Europa, la clase obrera se encuentra en un estado feudal. El racismo, el 21
neo-fascismo y la xenofobia estn reapareciendo de manera gradual. La revuelta de los inmigrantes en Francia y Estados Unidos, as lo demuestran.
En nuestras luchas, los reveses de 1989-1991 trajeron aparejado un cambio en la correlacin de fuerzas que le proporcion a los EE.UU. la dominacin del mundo. Aunque somos de la opinin que tal omnipotencia es slo temporal, ello ha generado guerras, el cambio de fronteras estatales, millones de refugiados, la muerte de personas inocentes, la abolicin de la independencia y soberana de los pases y la esclavitud de naciones. Todo esto ha convertido a las Naciones Unidas en una pantalla de los EE.UU., del Reino Unido y de sus aliados para la comisin de actos ilegales. Los datos estadsticos expresan que bajo el imperialismo contemporneo unos 8,5 millones de refugiados y otros 21 millones de personas han tenido que emigrar de una regin a otra dentro de sus propios pases. Utilizando el pretexto de la guerra contra el terrorismo, se han restringido los derechos democrticos y sindicales de los trabajadores; tambin se han restringido las libertades humanas. Las naciones, pueblos y gobiernos, se ven amenazados. Grupos todopoderosos controlan la prensa capitalista y han impuesto sus trminos anti-democrticos de informacin. Ellos calumnian y manipulan las informaciones, dicen mentiras y concentran grandes ganancias. El FMI y el Banco Mundial son mecanismos capitalistas y sus polticas generan problemas para los pueblos.
debe ser cambiado? Cun nuevas son las teoras que hoy se propugnan repetidas muchas veces despus de 150 aos? A quines pertenece el futuro? Acaso juzgaremos a los sindicatos ms por sus palabras u omisiones que por su obra? La nueva direccin de la FSM ha comenzado un nuevo camino basado en los documentos, las decisiones, y la declaracin Final del Consenso de La Habana. Durante el 2006 hemos organizado junto con nuestras organizaciones afiliadas, amigas, personalidades del mundo sindical y poltico, enriquecedores dilogos sobre temas adoptados en el mes de Diciembre del 2005 durante la celebracin del XV Congreso Sindical Mundial sobre temas contemporneos. Asimismo, se le da seguimiento a todos los eventos y hechos tomando en consideracin las consideraciones y aportes hechos por los sindicatos que pertenecen a Organizaciones sindicales Internacionales o que siguen una lnea independiente. Basados en este democrtico y enriquecedor dilogo, las prioridades de la FSM pueden resumirse en 10 aspectos fundamentales. Cada uno de estos principios es, de por si, un tema de esencial importancia que ser debatido por la FSM con el objetivo de escuchar desacuerdos y crticas y para desarrollar actividades a nivel ramal, local y regional.
Estados Unidos, del Reino Unido y de sus aliados, los que constituyen meros instrumentos para socavar los derechos humanos y conspirar contra la humanidad progresista. 4. La lucha en pos de la democracia y la indetenible actividad sindical, no slo son constantes sino concretas. En un perodo de demencia imperialista, la lucha por la paz es para el movimiento de lucha de los trabajadores un objetivo y una tarea primordial. Las primeras vctimas de la agresividad de Estados Unidos y de la OTAN, son los trabajadores y las capas populares. Son asesinados en sus hogares sus centros de trabajos, se les recarga con las tareas pesadas de la recuperacin tras los estragos de la guerra.
en
La paz mundial ayudar a todos los pueblos de los pases en desarrollo. Es por eso que la Federacin Sindical Mundial est presente en el desarrollo de un amplio y masivo movimiento anti-blico y pone nfasis, adems, en los puntos claves de tal movimiento: el internacionalismo, la solidaridad y el apoyo a los trabajadores provisto de un contenido nuevo y enriquecido. La Federacin Sindical Mundial se pronuncia a favor de la abolicin y destruccin de todas las armas nucleares en todos los pases donde se encuentren, sin excepcin de ninguno. 5. La humanidad entera se ha percatado en los ltimos quince aos de la negativa correlacin de fuerzas que domina a las instituciones internacionales como las Naciones Unidas, que legaliza los ilegales actos de agresin de los gobiernos de Estados Unidos. Esto constituye un hecho muy negativo. El movimiento sindical desarrolla acciones masivas y amplias exigiendo que las Naciones Unidas se conviertan en un rgano justo e independiente de los poderosos que habitan la Tierra. Nuestros tiempos necesitan de ese tipo de organismos internacionales.
6. La nueva dirigencia de la Federacin Sindical Mundial ha evaluado la necesidad de lograr un frente constante contra la burocracia y la lite 24
sindical para volver a ganar en autoridad, confianza y aceptacin. La historia nos ensea que los principios de colectividad, crtica, operatividad democrtica y competencia, ayudan al movimiento sindical. Los dirigentes sindicales deben ser sencillos, estar con la gente sencilla, amar a los trabajadores y no convertirse en aliados potentados del capital. Los dirigentes sindicales verdaderos deben estar educados en los principios y valores del movimiento obrero. Deben estimar la base, a los trabajadores. 7. Vivimos en el siglo del conocimiento y la informacin. Las corporaciones transnacionales tratan de mantener el conocimiento y la especializacin, solamente para sus cuadros y dirigentes. Es ms imperativa que nunca la necesidad de los trabajadores de tener acceso y derecho al conocimiento, la cultura y la educacin. En este contexto, la educacin sindicalista, aquella que podra llegar a todos los trabajadores con seminarios, escuelas, grupos e institutos, sera muy til. La investigacin y el conocimiento cientfico son herramientas necesarias. Le aportan otras ventajas al movimiento sindical, ya que se dirigen esencialmente a la juventud, a las mujeres, a los intelectuales, a los emigrantes por motivos econmicos. La entrada de ellos, revivificar al movimiento. Es indispensable que los nuevos miembros sindicales posean un nivel educacional, cultural y mental superior.
8. La Federacin Sindical Mundial lucha por mejorar las vidas de los trabajadores, resolver su seguridad econmica y sus demandas laborales formadas por sus necesidades dependientes de su entorno y momento. Aboga por la participacin de todos los trabajadores en los sindicatos as como por el establecimiento y el funcionamiento de las organizaciones sindicales de cada pas, contenido en los estatutos de la Federacin Sindical Mundial propugnando la lucha por la abolicin de la explotacin del hombre por el hombre, elemento cualitativo que aporta fuerza a la lucha de los trabajadores convirtindola en el motor 25
impulsor de la historia en la construccin de una sociedad sin injusticias sociales, sin guerras, con democracia, libertad y con derecho al conocimiento y a la informacin. 9. La Federacin Sindical Mundial lucha contra el imperialismo cultural encaminado a la distorsin de la historia sin respeto a las tradiciones, ni a la cultura, ni a las particularidades de cada nacin tratando, mediante una propaganda parcializada, de imponer en el mundo entero una sociedad al estilo de la estadounidense. Cada nacin, cada pas, cada organizacin sindical, tiene su propia historia, sus propias caractersticas. La Federacin Sindical Mundial respeta y valora estos elementos y exhorta a la juventud a estudiar la cultura y la historia de sus respectivas naciones. 10. La Federacin Sindical Mundial, despus del dcimo quinto congreso sindical mundial, escribe una nueva pgina en la que afirma estar presta - no obstante las diferencias que pudieran existir en el plano poltico e ideolgico - a cooperar y a colaborar con otras organizaciones sindicales internacionales, con los sindicatos nacionales, regionales y sus homlogos en aras de la promocin de los intereses de los trabajadores del mundo. Los nicos criterios en que se fundamenta la cooperacin de la Federacin Sindical Mundial son los de igualdad, respeto mutuo, aceptacin de las diferencias de cada uno y en la concepcin conjunta de los objetivos comunes. La Federacin Sindical Mundial no visualiza a los sindicatos como enemigos. Mira a los enemigos en trminos de capital e imperialistas. Un principio fundamental de la Federacin Sindical Mundial fue, y es, la promocin de la UNIDAD de todos los trabajadores con independencia de sus ideologas, credos, color, idioma y gnero. Estos elementos de la Unidad, debern caracterizar las batallas sindicales aunando filas alrededor de ellos de forma tal que la lucha contra el capital sea ms masiva y eficaz. En esta unidad en la lucha, los desposedos, los campesinos, los sin tierras, los trabajadores por cuenta propia, los grupos de personas que se preocupan e interesan por el mundo en que vivimos y en su futuro, deben tener un sitio. Vivimos en la era de la globalizacin, cuyo elemento dominante es el neoliberalismo y la acumulacin de exceso de poder en manos de unos cuantos. Se ha perdido el equilibrio internacional, pero esperamos que 26
sea temporalmente. Opongmonos a la globalizacin, globalizando la lucha. La Federacin Sindical Mundial, organizacin que cuenta con ms de 60 aos de experiencia y actividad, ha renovado actualmente su orientacin de clase, lo que constituye una esperanza para revivificar el movimiento sindical a nivel mundial.
Atenas, Enero de 2006.
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----------------------------------------------------------Galeano: El desempleo multiplica la delincuencia, y los salarios humillantes la estimulan. Nunca tuvo tanta actualidad el viejo proverbio que ensea: El vivo vive del bobo, y el bobo de su trabajo. En cambio, ya nadie dice, porque nadie lo creera aquello de trabaja y prosperars. El derecho laboral se est reduciendo al derecho de trabajar por lo que quieran pagarte y en las condiciones que quieran imponerte. El trabajo es el vicio ms intil. No hay en el mundo mercanca ms barata que la mano de obra. Mientras caen los salarios y aumentan los horarios, el mundo laboral vomita gente. Tmelo o djelo, que la cola es larga. Empleo y desempleo en el tiempo del miedo La sombra del miedo muerde los talones del mundo, que anda que te anda, a los tumbos, dando sus ltimos pasos hacia el fin de siglo. Miedo de perder: perder el trabajo, perder el dinero, perder la comida, perder la casa, perder: no hay exorcismo que pueda proteger a nadie de la sbita maldicin de la mala pata. Hasta el ms ganador puede, de buenas a primeras, convertirse en perdedor, un fracasado indigno 27
de perdn y compasin. Quin se salva del terror a la desocupacin? Quin no teme ser un naufrago de las nuevas tecnologas, o de la globalizacin, o de cualquier otro de los muchos mares picados del mundo actual? Los oleajes, furiosos, golpean: la ruina o la fuga de las industrias locales, la competencia de la mano de obra ms barata de otras latitudes, o el implacable avance de las mquinas, que no exigen salarios, ni vacaciones, ni aguinaldo, ni jubilacin, ni indemnizacin por despido, ni nada ms que la electricidad que las alimenta. El desarrollo de la tecnologa no est sirviendo para multiplicar el tiempo del ocio y los espacios de libertad, sino que est multiplicando la desocupacin y est sembrando el miedo. Es universal el pnico ante la posibilidad de recibir la carta que lamenta comunicarle que nos vemos obligados a prescindir de sus servicios en razn de la nueva poltica de gastos, o debido a la impostergable reestructuracin de la empresa, o porque s noms, que ningn eufemismo alivia el fusilamiento. Cualquiera puede caer, en cualquier momento y en cualquier lugar; cualquiera puede convertirse, de un da para el otro, en un viejo de cuarenta aos. -----------------------------------------------------------
Un anlisis:
XV CONGRESO RESOLUCION
ELEMENTOS ACERCA DE LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES PARA ALGUNA RESOLUCION AL RESPECTO EN EL 15 FSM
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REPORT - SOCIAL DIMENSION OF GLOBALIZATION Consideraciones acerca del informe del seguimiento del informe de la Comisin Mundial sobre la Dimensin Social de la Globalizacin: prximas etapas Nosotros coincidimos con la aseveracin de que el actual rumbo de la mundializacin debe cambiar. Si tal fuese el propsito de las asociaciones propuestas por el Director General, con .miras al seguimiento de las recomendaciones del informe de la Comisin en el sistema multilateral., apreciaramos tal voluntad. Deseamos tengan sustentos el optimismo de que el informe ha .. contribuido a precisar iniciativas de coherencia poltica en el sistema multilateral.. y la intencin expresada de buscar ..mtodos que puedan promover la coherencia entre los objetivos econmicos y sociales. promoviendo .. una globalizacin justa... Se invita al Grupo de Trabajo a .examinar y discutir las propuestas e ideas de seguimiento al informe de la Comisin. A nuestro juicio, el Grupo de los Trabajadores pudiera apoyar:
que el trabajo decente . se convierta en un objetivo global. promover .prcticas ptimas en relacin con los derechos de los trabajadores migrantes..
Todo el camino andado hasta ahora, como se expresa en el informe, nos ..proporciona oportunidades pero tambin desafos.. En nuestra apreciacin muchos de los retos provienen del peligro de que las pretensiones se queden solo en buenos deseos como ha ocurrido, lamentablemente, en no pocas de las reuniones internacionales celebradas para intentar poner coto a la actual realidad en la que de manera creciente muchos tienen poco y pocos tienen mucho. Como se expresa en el informe, .ya la Declaracin de Filadelfia reconoca que la OIT no poda lograr sus objetivos sin el apoyo de polticas econmicas, financieras y comerciales coherentes en el mbito internacional. y debiera agregarse: .llamaba tambin a mantener el vinculo entre el progreso social y el crecimiento econmico.. La globalizacin puede y debe cambiar, advierte un informe pionero presentado ante la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT), que insta a considerar como una prioridad mundial la construccin de un proceso ms justo e integrador. No obstante, tambin se seala que en el funcionamiento actual de la economa global se observan desequilibrios persistentes y profundamente arraigados, que resultan inaceptables desde un punto de vista tico e indefendibles desde el punto de vista poltico... Para una gran mayora de mujeres y hombres, la globalizacin no ha sido capaz de satisfacer sus aspiraciones sencillas y legtimas de lograr un trabajo decente y un futuro mejor para sus hijos. Existe una inquietud creciente acerca del rumbo que est tomando la globalizacin en estos momentos dice el informe. Sus ventajas quedan fuera del alcance de muchos, mientras que los riesgos que implica no pueden ser ms reales. La corrupcin se ha extendido. El terrorismo mundial amenaza a las sociedades abiertas, y el futuro de los mercados abiertos resulta cada vez ms incierto. En definitiva, la gobernanza global est en crisis. Nos encontramos en un momento crucial, y tenemos que replantearnos con urgencia las actuales polticas e instituciones. Plantea temas como la necesidad de normas ms justas para el comercio internacional; flujos de inversin, finanzas y migracin, que tengan en cuenta todos los intereses, derechos y responsabilidades; medidas para promover las normas fundamentales del trabajo y un nivel mnimo de proteccin social en la economa global; y nuevos esfuerzos que permitan movilizar los recursos internacionales necesarios para aumentar las capacidades y responder a los Objetivos de Desarrollo para el Milenio (ODM). La Comisin recomienda que el trabajo decente para todos se convierta en un objetivo global, que debera perseguirse mediante polticas complementarias a nivel nacional e internacional. El informe insta a una mayor coordinacin de las polticas macroeconmicas para elaborar una estrategia ms equilibrada de crecimiento global sostenible y de pleno empleo, en la que se prevea el reparto equitativo entre los pases de la responsabilidad del mantenimiento de altos niveles de demanda efectiva. Tomando nota de que objetivos sociales como el empleo no han recibido prioridad a nivel global debido, entre otras razones, a que las organizaciones internacionales con diferentes mandatos no colaboran suficientemente bien entre ellas, la Comisin recomienda que las organizaciones internacionales pertinentes adopten iniciativas de coherencia poltica con miras a desarrollar polticas ms equilibradas que permitan lograr una globalizacin justa e integradora. El objetivo sera elaborar de forma progresiva propuestas de polticas integradas que armonicen de forma adecuada las preocupaciones econmicas, sociales y medioambientales que se plantean respecto de cuestiones especficas. La primera de estas iniciativas debera abordar la cuestin del crecimiento global, la inversin y la creacin de empleo, y en ella deberan participar los organismos competentes de las Naciones Unidas, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organizacin Mundial del Comercio (OMC) y la OIT. Otras esferas prioritarias para iniciativas similares seran la igualdad de gnero y la emancipacin de la mujer; la educacin; la salud; la seguridad alimentaria, y los asentamientos humanos. Entre ellos, el sentimiento de inseguridad y las preocupaciones acerca del empleo en palabras de un participante en los dilogos de Filipinas: una globalizacin que reduce el precio del calzado infantil pero que provoca el desempleo de los padres carece de sentido. Se tema por lo que un participante llam: instituciones tradicionales como la familia o la escuela y preocupaban las normas injustas que favorecan a los poderosos. Asimismo, muchas personas manifestaron a la Comisin que habra que contar con un Estado ms efectivo.
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Un participante de Costa Rica declar: existe el sentimiento creciente de que vivimos en un mundo extremadamente vulnerable a cambios que no podemos controlar; un sentimiento creciente de fragilidad compartido por gente comn, pases y regiones enteras. Haciendo un resumen del poder de la globalizacin, otro participante de Egipto destac: dormamos en la orilla, cuando nos alcanz una ola gigante. La migracin fue otra de las grandes preocupaciones manifestada tanto por los pases de inmigracin como por los pases de emigracin. Adems del xodo intelectual, que menoscababa los esfuerzos por construir capacidades nacionales, los participantes sealaron que, con frecuencia, los migrantes pobres de todas las regiones sobre todo las mujeres se vean obligados a dedicarse a actividades econmicas ilegales en los pases de destino. En todo el mundo, la integracin regional se vea como el camino hacia una globalizacin ms justa e integradora. En repetidas ocasiones se manifest el apoyo a las Naciones Unidas por ser el mejor medio de responder a los retos de la globalizacin. Otro participante en un dilogo en Polonia aadi: si la globalizacin es un ro, debemos construir presas para generar energa. En el informe se destaca la responsabilidad particular que tienen aquellos pases que gozan de un mayor poder en la toma de decisiones de los organismos internacionales de tener en cuenta todos los intereses y cumplir con sus compromisos internacionales. Dentro de los pases, los beneficios de la globalizacin slo podrn compartirse ampliamente, y sus efectos negativos controlarse, si se respetan los principios bsicos de la democracia, la equidad social, los derechos humanos y el imperio de la ley. Asimismo, se necesitan unas instituciones estables para promover las oportunidades y la iniciativa en una economa de mercado que funcione bien. En el informe se hace un llamamiento a un Estado ms efectivo con capacidad para gestionar el proceso de integracin en la economa global, reforzar las capacidades de las personas y las empresas, proporcionar proteccin social adecuada y responder a los objetivos sociales y econmicos. Se necesita un enfoque integrado, lo que significa que las autoridades econmicas y sociales deben colaborar efectivamente. Es esencial disponer de instituciones de dilogo fuertes y de la participacin de una serie de intereses, que se basen en las organizaciones representativas de empleadores y trabajadores y en una sociedad civil dinmica. Entre sus principales recomendaciones, la Comisin indic que las normas y polticas globales en materia de comercio y finanzas deben dejar un mayor margen de autonoma poltica a los pases en desarrollo, y aadi: Esto es fundamental para que las polticas y los acuerdos institucionales se adapten lo ms posible al nivel de desarrollo y a las circunstancias especficas de dichos pases. Se deben revisar las reglas en vigor que restringen innecesariamente sus opciones de poltica para acelerar el crecimiento agrcola y la industrializacin y preservar la estabilidad financiera y econmica. En el informe se indica que las polticas de las organizaciones internacionales y de los pases donantes deben asimismo evitar de manera ms decidida los condicionantes externos y propiciar el control nacional de las polticas, y se hace referencia adems a la necesidad de una accin afirmativa en favor de los pases que no disponen de las mismas capacidades que los pases que ya se han desarrollado. En el informe tambin se seala lo siguiente: El sistema de comercio multilateral debera reducir de forma sustancial las barreras injustas que impiden el acceso a los mercados de ciertas mercancas que representan una ventaja comparativa para los pases en desarrollo, concretamente los artculos textiles y de confeccin y los productos agrcolas. Al hacerlo, debera establecerse un trato especial y diferenciado para salvaguardar los intereses de los pases menos adelantados y fomentar sus posibilidades de exportacin. La existencia de normas equitativas que rijan los flujos comerciales y de capital tiene que completarse con la de normas equitativas para la circulacin transfronteriza de las personas. Es preciso tomar medidas para configurar un marco multilateral que prevea normas uniformes y transparentes para la circulacin transfronteriza de personas y que establezca un equilibrio entre los intereses de los propios migrantes y los de los pases de origen y de destino. Con la proliferacin de los sistemas de produccin global, ha surgido la necesidad de disponer de nuevas normas en materia de inversiones extranjeras directas (IED) y de competencia. Se necesita un marco multilateral equilibrado para las IED, favorable al desarrollo y que tenga en cuenta todos los intereses, derechos y responsabilidades; para lograrlo, ese marco deber negociarse en un foro de aceptacin general. Todas las instituciones internacionales competentes deberan asumir la parte que les corresponde en la promocin de estas normas, y asegurarse de que ningn aspecto de sus polticas y programas impida la aplicacin de esos derechos. CIEM: De manera general el documento es sumamente crtico sobre todo si lo comparamos con el resto de los informes recin presentados por diversas organizaciones de Naciones unidas, donde se refleja un marcado retroceso en las principales posiciones conceptuales y acciones prcticas Aqu hay que llamar la atencin en que muchos de los esquemas regionales y tratados de libres comercio entre pases y regiones no aparecen reflejados los objetivos sociales, ejemplo ALCA, TLCAN y otras modalidades de TLC en Amrica Latina Gobernanza nacional
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En este captulo es interesante el hecho de que los autores plantean que las discusiones actuales se han centrando en el anlisis y el cuestionamiento del funcionamiento de los gobiernos a escala nacional y muy poco se ha avanzado en el funcionamiento de la gobernanza global y de sus instituciones 1. Una buena gobernanza nacional, basada en un sistema poltico democrtico (aqu se seala que lo democrtico no se reduce a las elecciones y el multipartidismo, se cuestiona el patrn democrtico dominante), el respeto de los derechos humanos y de la igualdad de gnero, as como de la equidad social y del En esta parte encontramos argumentos interesantes para justificar la necesidad de un Estado con una mayor capacidad regulatoria a nivel nacional, creo que se debe insistir en que los Estados deben recuperar su papel de promotores del desarrollo ,no de meros reguladores de los limitados progresos sociales a travs del cumplimiento de los ODM. Recordar que la lgica de funcionamiento de los mercados siguiendo la valorizacin del capital no tiene una dimensin social El conjunto de recomendaciones que aparecen en esta parte resultan de inters para las economas subdesarrolladas donde el sector informal crece con mayor rapidez que el sector formal Las actuales tendencias globalizadoras -que promueven la extensin planetaria de las relaciones de produccin capitalistas y la conversin de las diferentes economas nacionales en una economa mundial nica- encuentran su sustento terico en las concepciones neoliberales que reclaman la liberalizacin a ultranza, la privatizacin y la reduccin del papel econmico del Estado, De ah que hablemos de globalizacin neoliberal. Las actuales tendencias globalizadoras expresan que el capitalismo est entrando en una nueva etapa en el proceso de expansin internacional de sus relaciones de produccin que estn teniendo importantes impactos en todas las esferas de la vida del ser humano. Al ser una etapa superior en la expansin de las relaciones de produccin capitalistas, la globalizacin neoliberal es la expresin de las acciones de los principales centros de poder por obtener superiores niveles de ganancias, ahora mediante el aprovechamiento de prcticamente todos los recursos humanos, financieros y materiales del planeta. La globalizacin es un proceso que se caracteriza por las siguientes implicaciones:
una extrema concentracin de la riqueza, el poder y la toma de decisiones en un reducido nmero de potencias, corporaciones y organismos internacionales, que son los que verdaderamente disean, imponen y controlan la aplicacin de las polticas econmicas y otras en todo el mundo, una polarizacin todava mayor de la riqueza creada que est produciendo dos consecuencias principales; de una parte, el surgimiento de segmentos muy poderosos dentro de la burguesa monopolista transnacional y, de otra, una increble extensin de la pobreza que ya no slo se circunscribe a las naciones subdesarrolladas, un nuevo nivel de explotacin, cuantitativa y cualitativamente distinto, de los recursos humanos, financieros y materiales del mundo por las principales corporaciones transnacionales, la cual estn introduciendo su lgica y racionalidad econmicas en funcin de la maximizacin de los beneficios, lgica y racionalidad que no es compatible con la viabilidad y sustentabilidad econmica, social, poltica y ambiental del planeta.
Por todo lo anterior, en nuestra opinin, la globalizacin neoliberal supone el surgimiento y desarrollo de nuevos problemas globales y la acentuacin de los ya existentes, adems de que, debido a la interdependencia que sta crea entre las diferentes dimensiones o planos de las actividades del ser humano, los problemas globales tambin quedan interconectados y podemos hablar de la existencia de un sistema de problemas globales de la Humanidad. El subsistema de los problemas sociales globales, que tiene sus races en las consecuencias de la globalizacin, tiene su eje, en nuestra opinin, en lo que ha dado en llamarse la desintegracin social. Como resultado de los procesos de polarizacin, exclusin social y pobreza que se presentan y se extienden a nivel mundial, est surgiendo una serie de otros problemas colaterales que adquieren rpidamente un carcter internacional. En este sentido, bastara indicar que las enajenantes condiciones del entorno llevan a muchas personas al consumo de drogas, el que ha pasado de un fenmeno aislado a un fenmeno bastante generalizado y difcil de controlar. La desintegracin social tiene otras dimensiones como la que ocurre en el interior de las familias con la emigracin de los hombres en busca de trabajo o mejores condiciones econmicas. Antes de que los hombres emigrantes puedan asentarse y comenzar a enviar remesas monetarias a sus pases de origen, las mujeres se ven en la obligacin de encabezar los ncleos familiares y aumentar sus actividades, porque a las domsticas se unirn otras encaminadas a la obtencin de los necesarios ingresos econmicos. Tambin los ncleos familiares se ven afectados por la necesidad de que los nios abandonen las escuelas y comiencen a trabajar, crendose as las bases para la reproduccin intergeneracional de la pobreza. En nuestra opinin, el eje de este subsistema podra ubicarse en la sistemtica tendencia a la degradacin del medio practicada por el sistema capitalista -y, en particular, por las corporaciones transnacionales- en funcin del logro de los objetivos enunciados en su ley econmica fundamental. Al priorizar las nociones de produccin, productividad, competitividad, eficiencia y otras por el estilo, las concepciones econmicas en boga hacen la apologa del valor y desestiman la indudable importancia del valor de uso. En este sentido, y a pesar de alguna literatura que ha comenzado a llamar la atencin acerca de la necesidad de desarrollar una nueva Teora Econmica que tome en consideracin el medio, todava hoy priman los criterios que no incorporan adecuadamente los costos econmicos, sociales y otros perspectivos que tendr para la Humanidad la degradacin del medio.
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No obstante, en nuestra opinin, el eje del subsistema se encuentra en las pretensiones de la principal potencia mundial de establecer su hegemona y sus concepciones en materia de poltica, pretensiones que introducen un alto grado de incertidumbre e inestabilidad en las relaciones internacionales. De esta manera, desde hace algn tiempo vienen lanzando una serie de concepciones polticas en materia de derechos humanos, democracia, multipartidismo, etc., que deben ser seguidas por todos los pases, con la intencin de homogeneizar el mundo en funcin de sus intereses. Una de las aristas de este subsistema consiste en que, contradictoriamente con lo esperable, los presupuestos militares se han mantenido a un nivel bastante alto, los centros de investigaciones y laboratorios en los pases desarrollados siguen creando y experimentando con nuevos tipos de armas y, en contra de lo establecido en algunos tratados internacionales, no slo se est produciendo una sutil proliferacin del arma nuclear, sino que se ponen reparos a los tratados y otras regulaciones sobre las armas ligeras por cuanto ello sera contrario a los intereses de los grandes exportadores de armamentos, los cuales estn, casi siempre, detrs de los contendientes de los actuales conflictos. Finalmente, como resultado de todas las implicaciones anteriores debe concluirse que el proceso de globalizacin est provocando una sensible modificacin en la tica prevaleciente en las relaciones internacionales. Contradictoriamente con la lgica de la interconexin e interdependencia crecientes de los pases y de las esferas, tanto a nivel nacional como mundial, las tendencias globalizadoras parecen promocionar los sentimientos de individualismo, egosmo e insolidaridad, dando lugar a una feroz lucha de competencia entre las personas por un puesto de trabajo, de los empresarios por los consumidores, de los pases y agrupaciones de pases por los mercados. La actual globalizacin se caracteriza porque, independientemente de que se est produciendo un proceso objetivo de mayor interconexin e interdependencia entre los individuos, las naciones y las esferas del accionar humano, se caracteriza por sus claras consecuencias de inequidad, polarizacin, insolidaridad y exclusin, fenmenos que tienen mucho que ver con la concentracin de poder, la riqueza y la toma de decisiones a los que nos hemos referido ms arriba. Como se comprender, la globalizacin tiende a constituir una notable amenaza para las grandes masas de planeta en la medida en que constituye un proceso que limita la democracia y la actuacin transparente en las relaciones internacionales. Mundo extremadamente injusto Incluso en los propios Estados Unidos la tasa de pobreza aument en el 2004, de 12,5% a 12,7%, porque 1 100 000 personas se sumaron en el 2004 a esa condicin, gracias al enriquecimiento de las grandes empresas norteamericanas. Los pobres, en tierras del vecino del norte, segn las estadsticas del U.S. Census, aumentaron de 35 900 000 en el 2003 a 37 millones en el 2004. Datos publicados por un instituto de investigacin norteamericano -segn un reporte de la Agencia Francesa de Prensa-, destacan que en frica, la mortalidad infantil es 15 veces superior a la de los pases desarrollados y que una de cada tres personas que viven en zonas rurales no tiene posibilidad de acceder al agua potable. Tambin pone de manifiesto que los pases ricos consumen cinco veces ms energa por persona que los pases pobres y en el caso de Estados Unidos el consumo de energa por persona es ocho veces superior al de sus vecinos de Amrica Latina. No cabe la menor duda de que vivimos en un mundo extremadamente injusto. Entre los fenmenos nuevos podemos indicar la revolucin en las condiciones de la competitividad internacional que son un resultado de los m s recientes adelantos cientfico--tcnicos modificaciones que han provocado la practica desaparicin de las ventajas comparativas para aquellos pases que dependen de condiciones m s favorables en materia de dotacin de recursos naturales y abundancia de mano de obra. En lo adelante, las condiciones de produccin parecen que depender n cada vez m s de la aplicacin de tecnologas con una alta intensidad en el empleo de capital y de conocimientos (fuerza de trabajo altamente calificada). Esta nueva divisin internacional del trabajo se basa en una novedosa racionalidad internacional que vienen practicando las corporaciones transnacionales, racionalidad que ve al mundo como un gran espacio econmico indivisible, para el cual no cuentan ni los Estados, ni las fronteras nacionales, porque, por razones objetivas, sus acciones escapan en la mayora de las ocasiones de las posibilidades de control de aquellos. El hecho de que el poder mundial se concentre en unas pocas grandes potencias, organismos internacionales, entidades supranacionales y las principales corporaciones transnacionales, ha determinado una evidente reduccin de la importancia relativa de los Estados nacionales --sobre todo, de los pases subdesarrollados-- y ha trado como consecuencia el surgimiento de dudas acerca de la viabilidad actual de estos y de la obsolescencia de las fronteras nacionales._ Es decir, una de las implicaciones del proceso globalizador consiste en las severas limitaciones que se han introducido a la autonoma y la capacidad de maniobra de los gobiernos, debido a que los elementos claves que influyen en la evolucin de las relaciones internacionales, y que cada da son m s necesarios para la toma de decisiones a nivel nacional y global, estn altamente controlados por los principales agentes que impulsan las tendencias globalizadoras. Dentro de las concepciones occidentales m s recientes, ha aparecido una vertiente dirigida a la justificacin de un m s claro injerencismo en los asuntos internos de los pases mediante la creacin e imposicin de novedosos condicionamientos --que ya no son exclusivamente econmicos-- que deben ser cumplidos por los pases, los cuales ya no se limitan a los que van a recibir prestamos del FMI y del BM. Las imbricaciones entre lo econmico (desarrollo) y lo poltico (democratizacin), se esta traduciendo en un nuevo tipo de justificacin: la de la creacin de mecanismos de seguimiento mediante los cuales determinadas instancias internacionales supervisan la marcha de los agregados macroeconmicos y otros aspectos de las economas, as como la evolucin de algunas variables sociales y de los sistemas sociopolticos de los pases.
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De esta forma, las actuales tendencias globalizadoras estn impulsando, con mayor o menor celeridad en dependencia del campo de que se trate, notables modificaciones en las concepciones econmicas, sociales, ambientales y polticas, que se traducirn en transformaciones institucionales, todo lo cual se trata de fundamentar tericamente para darle visos de legitimidad y credibilidad ante la opinin pblica mundial. A nivel internacional, los cambios introducidos por la globalizacin son visibles en la fragmentacin de los procesos productivos y su estructuracin en cadenas productivas internacionales, en la conformacin de bloques econmico--comerciales en la economa mundial, y en las nuevas formas de llevar adelante las relaciones comerciales y financieras, entre otras muchas cuestiones. As, las tendencias tecnoeconmicas de la globalizacin repercuten en la presentacin de novedosas tendencias sociales como los nuevos rasgos adoptados por los mercados laborales (flexibilizacin, precariedad y nuevas relaciones obrero-capitalista, etc.); el desarrollo de los procesos de exclusin y marginacin de importantes sectores sociales debido a la extrema polarizacin de la riqueza, del poder y de la toma de decisiones; el consiguiente aumento de las personas sometidas a las condiciones de pobreza tanto en los pases subdesarrollados como en los desarrollados; el nivel cuantitativa y cualitativamente superior de los movimientos migratorios intra e intercontinentales Las tendencias tecnoeconmicas estn llevando a una agudizacin de la competencia entre los centros de poder, y especialmente de sus corporaciones transnacionales, el cual lleva al desarrollo de nuevas maquinarias y equipos, al diseo de nuevos productos, a una utilizacin del progreso cientfico-tcnico exclusivamente en funcin de la obtencin de mayores ganancias y a una despiadada explotacin de la Naturaleza. Todo esto ha supuesto la aparicin y/o la acentuacin de numerosos problemas medioambientales ligados a los estilos de desarrollo existentes en los pases desarrollados y en los pases subdesarrollados que traen numerosas secuelas negativas como la contaminacin de aguas y aire, las emisiones de gases generadores del efecto invernadero, la erosin, la salinizacin y la desertizacin de los suelos, la extincin de especies de plantas y animales y el agotamiento de yacimientos de minerales y metales por su sobreexplotacin, etc. Las caractersticas de las tendencias tecnoeconmicas ya apuntadas determinan que slo grupos reducidos de pases y corporaciones transnacionales pueden introducir los adelantos cientfico-tcnicos ms recientes y, por tanto, mantenerse en las posiciones de avanzada en la economa mundial. La Apologa acerca de la conveniencia de crear y desarrollar entidades supranacionales. A partir de los criterios elaborados por los idelogos de la globalizacin neoliberal en el sentido de que el Estado--nacin y las fronteras nacionales han pasado a ser obsoletos, stos han comenzado a desarrollar argumentaciones encaminadas a demostrar la conveniencia de crear y desarrollar entidades supranacionales que, en su opinin, son ms adecuadas a la presente situacin mundial. Estas personas se aprovechan de situaciones objetivas como el hecho de que los Estados individualmente no pueden sufragar los enormes gastos de Investigacin--Desarrollo y desplegar las acciones que deben llevarse adelante para atender una serie de problemas globales. El peligro de estas entidades supranacionales viene dado porque, dado el actual contexto internacional, stas podran fcilmente ser convertidas en mecanismos de las principales potencias para su hegemona mundial y para la imposicin de sus criterios de todo tipo. Proceso de estructuracin de un denominado pensamiento nico. En correspondencia con todo lo que se ha planteado anteriormente, las tendencias globalizadoras no slo persiguen la homogeneizacin de las economas, las sociedades y las instituciones, sino que tambin buscan la imposicin de criterios poltico--ideolgicos, culturales, ticos, filosficos similares. RESOLUCION (Proyecto) POBREZA Expresa: Que todas las decisiones econmicas adoptadas por gobiernos y empleadores as como por las instituciones de Bretton Woods, deben tener una autntica dimensin social, tal y como se acord en la Cumbre sobre Desarrollo Social de Copenhague en 1995. Que debe hacerse realidad uno de los tantos acuerdos adoptados internacionalmente que requieren de implementacin como lo es la Declaracin sobre el derecho al desarrollo adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas en su resolucin 41/128, de 4 de diciembre de 1986 en la que se expresa que el derecho al desarrollo es un derecho humano inalienable en virtud del cual todo ser humano y todos los pueblos estn facultados para participar en un desarrollo econmico, social, cultural y poltico en el que puedan realizarse plenamente todos los derechos humanos y libertades fundamentales, a contribuir a ese desarrollo y a disfrutar de l y que ese derecho humano al desarrollo implica tambin la plena realizacin del derecho de los pueblos a la libre determinacin, que incluye, con sujecin a las disposiciones pertinentes de ambos pactos internacionales de derechos humanos, el ejercicio de su derecho inalienable a la plena soberana sobre todas sus riquezas y recursos naturales, Que hay que contribuir a hacer efectivo el compromiso de los Estados efectuado en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de 1993, de cooperar para lograr el desarrollo y eliminar los obstculos que lo impidan, Que debe reafirmarse el que resulta necesario que cada pas, en particular los pases mas desarrollados, procure todos los medios para eliminar la creciente disparidad entre los pases econmicamente desarrollados y los pases en desarrollo por ser ella inaceptable e insostenible y obstaculizadora de la realizacin de los derechos humanos en la comunidad internacional, Que hay que lograr que los enormes beneficios resultantes del proceso de globalizacin e interdependencia econmica lleguen a todos los pases, comunidades y personas, evitando que estn cada vez mas fuera del alcance de no pocos pases, particularmente los menos adelantados y los pases africanos,
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Que debe promoverse el aumento de los recursos asignados a la asistencia oficial para el desarrollo recordando que los pases industrializados se han comprometido a asignar para tal propsito el 0,7% de su producto nacional bruto y solo se ha asignado el 0,22%, menos de la tercera parte siendo Estados Unidos el que menos aporta con solo el 0,11%, Que se debe exhortar a todos los gobiernos a que cumplan los compromisos contrados en las diversas cumbres y en particular los adoptados en el 2001 en Durban de ampliar al mximo los beneficios de la globalizacin entre otras cosas fortaleciendo y mejorando la cooperacin internacional a fin de promover la igualdad de oportunidades de comercio, crecimiento econmico y desarrollo sostenible, las comunicaciones mundiales mediante la utilizacin de las nuevas tecnologas reiterando que solo mediante esfuerzos amplios y sostenidos para crear un futuro comn, basado en nuestra comn humanidad y en toda su diversidad, se podr lograr que la globalizacin incluya plenamente a todos y sea equitativa, Que hay que implementar el llamado de la Constitucin de la Organizacin Internacional del Trabajo a cumplir sus objetivos mediante una accin eficaz en el mbito nacional e internacional que incluya favorecer a las regiones menos desarrolladas asegurando un intercambio comercial mas justo y fomentando el mejoramiento de la salud, la educacin y el bienestar de todos los pueblos, Que debe promoverse y consolidar instituciones internacionales transparentes, democrticas, justas y responsables en todos los mbitos de cooperacin teniendo como valor fundamental la solidaridad para hacer validos los principios de equidad y de justicia social velando porque quienes sufren o se benefician menos reciban ayuda de quienes se benefician mas, Que hay que encontrar un equilibrio a lo que llam el presidente del B.M. entre las preocupaciones de los pases ricos por la llamada guerra contra el terrorismo y la necesidad de ayudar a las economas ms pobres del planeta, Que debe ser solucionada de manera justa y duradera la deuda externa de los pases pobres la que los imposibilita a alcanzar el desarrollo. Que debe posibilitarse el acceso de los pases pobres a las nuevas tecnologas en oposicin al proceso de concentracin cada vez ms privada del conocimiento y la propiedad intelectual. Que hay que poner en prctica vas que permitan enfrentar el injusto robo de cerebros. Que debe reclamarse la preservacin del medio ambiente evitando que los actuales patrones de consumo y derroche continen haciendo insostenible el desarrollo. Que deben mejorar los derechos de los trabajadores respetando las Convenciones de la OIT sobre las Normas Fundamentales del Trabajo asegurando que la reglamentacin de los derechos sociales contine siendo una competencia de la OIT, y no pueda ser usada para fines proteccionistas, ni como mecanismo de barrera comercial. La OMC debe respetar las decisiones de la OIT. Que hay que hacer efectivo el llamado de la Constitucin de la Organizacin Internacional del Trabajo de mantener el vnculo entre el progreso social y el crecimiento econmico a los efectos de garantizar los principios y derechos fundamentales en el trabajo lo que posibilitara reinvidicar una participacin justa en las riquezas a cuya creacin se ha contribuido as como a desarrollar plenamente su potencial humano, Que hay que reafirmar el criterio que propugna la Organizacin Internacional del Trabajo, de que el empleo es un elemento vital en cualquier estrategia que pretenda incrementar los beneficios de la globalizacin, Que deben ser dedicados recursos financieros frescos y adicionales destinados a luchar contra la pobreza y el analfabetismo, mejorando los niveles de educacin de los pueblos de los pases pobres a los efectos de contribuir a enfrentar el gigantesco reto que constituye el creciente aumento de la poblacin. Que junto a la libre circulacin de flujos financieros que se exige por el gran capital, debe favorecerse la circulacin de personas garantizada mediante normas fruto del acuerdo entre los intereses de los propios emigrantes y el de los pases de origen y destino, Debe ser establecido urgentemente tal y como reclam la Asamblea General de Naciones Unidas - un orden econmico internacional basado en la equidad, la igualdad soberana, la interdependencia, el inters comn y la cooperacin entre todos los estados sea cual fuere su sistema econmico y social que corrija las desigualdades y repare las injusticias actuales, Que hay que promover el desarrollo social mediante la coexistencia pacifica, las relaciones amistosas y la cooperacin entre estados con diferentes sistemas sociales, econmicos o polticos, Que deben adoptarse acciones que hagan efectivo - tal y como las Naciones Unidas ha manifestado en su Declaracin sobre el Derecho al Desarrollo que la persona humana sea el sujeto central del desarrollo, el participante activo y el beneficiario del derecho al desarrollo,
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1. Hace 60 aos el movimiento sindical mundial adopt la decisin histrica de fundar la Federacin Sindical Mundial. Tras la victoria sobre el fascismo, sus objetivos fundamentales fueron la lucha a favor de la justicia social y el progreso, la emancipacin, el respeto por la dignidad de los trabajadores y sus familias y por la paz. 2. En aquellos momentos, las divergencias entre las organizaciones sindicales eran muchas, pero la urgente necesidad de darle respuesta a la colosal devastacin econmica, social y humana, hizo vital el imperativo de vencer dichos prejuicios y situarse por encima de las diferencias polticas e ideolgicas. Era necesario poner a un lado el ostracismo y el sectarismo de todo tipo y lograr la unidad. 3. Los participantes en el XV Congreso Sindical Mundial, convocado por la Federacin Sindical Mundial, celebrado en la Ciudad de la Habana, entre los das 1 al 4 de Diciembre del 2005, reconocen que los retos de hoy son an mayores y reafirman los objetivos que inspiraron al movimiento sindical 60 aos atrs. Es nuestra firme conviccin que la unidad del movimiento obrero y sindical se constituya en una necesidad que ninguna organizacin sindical, ya sea local, nacional o internacional puede negar o evadir. 4. Quin podra argumentar que las consecuencias de la globalizacin capitalista pueden ser enfrentadas en solitario, sin la solidaridad internacional? 5. No creemos que las organizaciones sindicales puedan jugar su papel de manera efectiva si defienden slo los derechos de una parte de la clase obrera, cuando la inmensa mayora est privada o excluida de esos derechos y de las garantas colectivas. 6. Creemos que resulta vital unir a todos los explotados y oprimidos, a los trabajadores, campesinos, desempleados, los sin tierra, a los trabajadores informales, as como a otros movimientos sociales y comunitarios, de manera que una fuerza slida y victoriosa pueda surgir y hacer posible ese mundo nuevo al que todos aspiramos. 7. No podemos ignorar ni aceptar las desigualdades y la discriminacin contra las mujeres sometidas en muchas partes del mundo a las labores ms difciles y quienes, incluso en pases industrializados, reciben salarios inferiores a los hombres slo porque son mujeres.
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8. No podemos tolerar violaciones, ni agresiones contra la dignidad de aquellos grupos ms vulnerables, tales como los jubilados, inmigrantes, los nios o los discapacitados. 9. Mientras no hay empleo para cientos de millones de padres y madres en el mundo, decenas de millones de nios son explotados brutalmente y sometidos incluso a las peores formas de trabajo infantil, entre las cuales la explotacin sexual es una vergenza para la humanidad. Hay que librar una verdadera batalla contra tales injusticias. 10. La explotacin a que son sometidos los inmigrantes y la poblacin negra y pobre de Estados Unidos, se evidenci trgicamente tras el paso del huracn Katrina por el sur de ese pas, demuestra hasta qu punto el sistema imperante slo favorece a las clases dominantes y condena a la pobreza a poblaciones enteras. Mostremos nuestra solidaridad a esos millones de seres humanos excluidos de todos los derechos. 11. La pandemia del VIH-SIDA, junto a la pobreza y exclusin a que las potencias occidentales han condenado a frica, esa regin tan cercana a todos nosotros, nos obliga a acciones urgentes para reclamar con toda nuestra fuerza el cese de la explotacin de sus recursos, la supresin total de la deuda de todos los pases y un programa concreto que de solucin al grave problema del VIH que amenaza con el exterminio actual y futuro de grandes masas de poblacin. Estos problemas, como el del VIH-SIDA, afectan por igual a otras regiones y pases del planeta, por lo que la lucha por una solucin definitiva a estos males debe desarrollarse a escala global y debe contar con la solidaridad de todas las fuerzas progresistas del mundo. 12. Nosotros, los participantes en el XV Congreso Sindical Mundial, afirmamos que el movimiento sindical tiene la responsabilidad de identificar, de manera clara, los obstculos que se interponen en el camino de la unidad y la accin. Debemos combatir la lgica rapaz y depredadora del sistema capitalista e imperialista, ya que es ilusorio el concentrarnos solamente en enfrentar sus excesos! Las experiencias ms recientes han demostrado que el sindicalismo nada tiene que ganar negociando las demandas del capital, lo que slo conduce a la regresin social y hacia el debilitamiento del movimiento sindical y popular.
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13. El agravamiento de la crisis econmica y financiera no le ofrece ninguna otra alternativa al capital, que el continuar ejerciendo la opresin sobre el trabajo. De hecho, la lgica de maximizacin de las ganancias, sustentando las estrategias y prcticas de las corporaciones transnacionales, de los programas de ajustes estructurales del FMI/Banco Mundial, la OMC, las reas de Libre Comercio, el unilateralismo, las medidas coercitivas, las sanciones y bloqueos y las guerras imperialistas impuestas a los pueblos y sus estados, han desestabilizado las relaciones internacionales y al multilateralismo. Todo ello ha incrementado las desigualdades en detrimento de los derechos soberanos de los pueblos y naciones, su derecho a la autodeterminacin y el control sobre sus recursos y riquezas naturales, su medio ambiente, sus culturas, as como los derechos fundamentales de las minoras tnicas. 14. Como sucedi hace 60 aos atrs, los actuales acontecimientos nos estn llevando hacia una era de nueva y mayor barbarie, la cual entraa un peligro extraordinario para el futuro de la humanidad. Por lo tanto, los participantes a este XV Congreso Sindical Mundial declaramos que el sindicalismo debe levantarse y estar a la altura de estos desafos. Hacemos un llamado urgente a todos los sindicalistas y organizaciones sindicales a nivel local, nacional e internacional a entablar una lucha masiva, unitaria y articulada a escala mundial. 15. Nosotros, los participantes en el XV Congreso Sindical Mundial, proclamamos la necesidad de contribuir, trabajar y luchar por el logro de estos objetivos junto a todos aquellos que comparten esta visin, o que hayan escogido construir un mundo de justicia, igualdad, humanismo y solidaridad. La historia del sindicalismo es inseparable del progreso social y de los ms brillantes logros alcanzados por la humanidad. Renunciar a este papel y a esta responsabilidad, afectar de manera definitiva la credibilidad del movimiento sindical y conducira a la negacin de la razn de ser de su existencia misma. 16. Miramos con optimismo y confianza hacia el futuro. Todos y cada uno de nosotros, sin exclusin alguna y con gran modestia, debemos sacar las lecciones de nuestras victorias y derrotas, de manera que podamos ser ms tiles y desempear nuestro papel de manera ms eficiente. Existen grandes expectativas en cuanto a la renovacin de las prcticas sindicales. Nuestras acciones sindicales no pueden quedar restringidas solamente a las declaraciones, la retrica y la representacin de carcter institucional, lo cual contribuye slo a formas de burocratizacin que alejan nuestras acciones de las 37
realidades econmicas y sociales que deben ser transformadas. Nadie queda excluido de estas exigencias. 17. La propia globalizacin ha incrementado la necesidad de una mayor solidaridad entre los trabajadores y los sindicatos a nivel mundial. Hoy es ms necesaria que nunca la construccin de una red de relaciones slidas entre las estructuras nacionales, regionales, ramales, profesionales e internacionales. Esto es tambin vlido en el seno de la OIT y en el sistema de Naciones Unidas. Consideramos que es estratgico compartir, colaborar y buscar formas de lucha comn en todos estos niveles. 18. Un movimiento sindical internacional fuerte y con influencia no puede implantarse sin una verdadera democratizacin que tenga en cuenta los derechos y deberes de todos. 19. Queremos contribuir a la necesaria resistencia para combatir el proyecto del capital, as como a la bsqueda de una alternativa para la transformacin econmica y social del mundo. Debemos unirnos en la lucha contra el desempleo y por el pleno empleo, la eliminacin de la explotacin, la pobreza y la miseria, a favor de la nacionalizacin y el desarrollo de los recursos naturales, bienes y servicios pblicos, contra la privatizacin y los traslados de empresas, por el incremento del salario real, por un mayor nivel de la proteccin social, por el respeto a la negociacin colectiva y la legislacin laboral y por el respeto a los derechos laborales y sindicales. 20.Numerosas luchas que hoy se desarrollan en todos los continentes tienen en su esencia alguna o todas estas aspiraciones. Estas han obtenido algunos resultados concretos y han influido en el contenido de muchas decisiones, demostrando que los xitos pueden ser solamente obtenidos a travs de la lucha. La batalla contra el ALCA y los TLC que el gobierno de Estados Unidos pretende imponer en Amrica es un buen ejemplo. Estas luchas y sus resultados deben ser divulgados ya que contribuyen a generar confianza para las acciones colectivas. 21. Los participantes en el XV Congreso Sindical Mundial deseamos intensificar nuestro compromiso con el cumplimiento de estas acciones. Expresamos nuestra solidaridad inclaudicable con todos aquellos que luchan en cualquier parte del mundo.
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22.La poltica del capital es inseparable de la agresividad y brutalidad que caracterizan al imperialismo a escala internacional. El chantaje contra las amenazas terroristas no puede enmascarar las masacres y el pillaje llevados a cabo por el pas terrorista nmero uno en el mundo. La Administracin Norteamericana es violadora de la ley internacional con total impunidad, hace del unilateralismo la base de sus relaciones y conducta internacionales; instala bases militares en territorios extranjeros, participa en guerras preventivas y pblicamente amenaza a un nmero de estados con la intervencin militar. Esta actitud intolerable, la cual condenamos, es cada vez ms rechazada, tal y como fue demostrado en la votacin en la Asamblea General de las Naciones Unidas al condenarse el inhumano y brbaro bloqueo contra Cuba. 23.Los participantes en el XV Congreso Sindical Mundial, proclaman el derecho y el deber de la resistencia por la soberana nacional y el derecho de los pueblos a su autodeterminacin. Exigimos el inmediato e incondicional retiro de Irak de las fuerzas comandadas por los Estados Unidos y la eliminacin del pillaje y la destruccin y saqueo de las riquezas culturales y los recursos naturales de ese pas. 24.Los participantes en el XV Congreso Sindical Mundial, defendemos los principios fundacionales del sindicalismo internacional, los principios de la solidaridad entre los trabajadores y pueblos del mundo. El Movimiento Sindical Internacional no existe para s; est al servicio de la emancipacin de los trabajadores. Para eso fue creado y es por ello que continuar con su larga lucha con determinacin y confianza. 25.Los participantes en el XV Congreso Sindical Mundial nos comprometemos a difundir ampliamente este Consenso con el propsito de promover, con combatividad y conviccin, la contribucin de este Congreso a la construccin de un movimiento sindical internacional fuerte, lo cual resulta crucial para nuestra poca, para alcanzar la victoria en las luchas de los trabajadores y para la realizacin de sus sueos.
05-04-2007 39
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Capitalismo
El trabajo es un infierno: historias de la clase obrera de nuestros das Michael D. Yates
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Sin Permiso www.sinpermiso.info Traduccin de Mara Julia Bertomeu Los economistas nunca dicen demasiadas cosas sobre el trabajo. Hablan de oferta y demanda de trabajo, pero tienen poco que decir sobre la naturaleza del trabajo que realizamos. Como la mayora de los comentaristas en los medios de comunicacin, parecen creer que las economas modernas exigen un trabajo cada vez ms calificado, ejecutable por trabajadores formados en sitios limpios y tranquilos, en un ambiente en el que las decisiones las toman, de consuno, trabajadores y directivos. Pero no hay que llamarse a engao. En el mundo actual, una abrumadora mayora de los trabajadores realizan trabajos duros y peligrosos, y cada minuto de su faena pone en riesgo la salud de sus cuerpos y de sus mentes. La Organizacin Internacional del trabajo (OIT), una agencia de las Naciones Unidas, dio a conocer el pasado enero un informe sobre Las tendencias globales del empleo. El informe explora el desempleo, la situacin de los trabajadores pobres y el empleo vulnerable. Los desempleados son quienes no trabajan pero buscan trabajo de manera activa. Los trabajadores pobres son quienes tienen un trabajo que no les permite mantenerse por encima de la lnea de pobreza. Hay dos umbrales: $ 1,25 por da (segn los precios del 2005) es lo que se considera pobreza extrema, y $ 2 por da, que es simplemente pobreza. Las personas con empleo vulnerable son los cuentapropistas (en el informe se los denomina trabajadores por cuenta propia) y tambin los trabajadores que no reciben salario, pero son miembros de una familia trabajadora cuentapropista. En la mayor parte del mundo, el trabajo vulnerable es lo que se denomina empleo casual: esos trabajadores no tienen relaciones
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formales con un empleador, por ejemplo, un contrato de trabajo con salario pactado. Trabajadores vulnerables son, entre otros, un hombre que vende billetes de lotera en una esquina, una mujer ofreciendo tamales en un estacionamiento atestado, un joven que ofrece paseos en un carrito de traccin humana. Un ejemplo del trabajo no remunerado que realiza un miembro de una familia cuentapropista: un nio que ayuda a su madre a vender tamales. No en todos los pases, no, sobre todo, en los ricos, el trabajo por cuenta propia es vulnerable. Sin embargo, en todos los pases, y sealadamente en los pobres, la gran mayora de los cuentapropistas son pobres y vulnerables. La OIT dise tres posibles escenarios, en 2009, para las personas incluidas en estas tres categoras (desempleados, trabajadores pobres y trabajadores vulnerables). La mayora de los economistas estn perplejos por la profunda crisis econmica que hoy aflige a la mayor parte del mundo: no pudieron predecirla, ni estn en condiciones de hacer diagnsticos sobre el alcance de su gravedad. Ante la incertidumbre de los diagnsticos y de los pronsticos sobre el comportamiento de la economa global, y a modo de compensacin, los economistas de la OIT han realizado tres estimaciones para las tres categoras de empleo. Para nuestros propsitos no importan los detalles de los tres escenarios. Pero dada la severidad de la Gran Recesin que ahora experimentamos la ms profunda desde 1930, el escenario pesimista o tercero parece el ms realista. No se vislumbra un posible alivio en el horizonte. No, desde luego, en el mundo del trabajo. De acuerdo con el escenario pesimista, stos son los nmeros de desempleados, trabajadores pobres y trabajo vulnerable pronosticados para el final del presente 2009. Desempleados: 230 millones (el 7,1% de la fuerza laboral mundial, compuesta aproximadamente de 3.240 millones de personas) Trabajadores pobres: (con $2 por da como umbral de pobreza): 1.377 millones (que es cerca del 46% de la poblacin trabajadora mundial, compuesta, como recordado antes, por algo ms de tres mil millones de personas). Trabajadores vulnerables: 1.606 millones Dos aclaraciones son necesarias a propsito de esta cifras. En primer lugar, a algunos lectores les podr parecer bajo el nmero de desempleados, dada la profundidad del colapso econmico. Sin embargo, en la mayor parte del mundo el desempleo abierto no es una opcin; no hay red de seguridad que compense el desempleo, ni otros programas sociales de bienestar. El desempleo significa muerte; por eso la gente tiene que encontrar empleo independientemente de lo pesadas que sean las condiciones. En segundo lugar, las categoras de trabajador pobre y empleo vulnerable se solapan parcialmente. Un o una cuentapropista puede ser al mismo tiempo vulnerable y pobre, y cuenta como fuerza de trabajo. Sin embargo, el miembro de una familia sin ingresos, segn la definicin estadstica, slo es vulnerable, y no cuenta en el mercado laboral. Se trata de nimiedades estadsticas. Independientemente de cmo se lean los nmeros, son indicadores asombrosos de la realidad del mundo del trabajo actual. A estos tenebrosos nmeros deberan agregarse otros: la OIT estima que en el mundo de hoy trabajan, como poco, unos 200 millones de nios. La clasificacin de la OIT sobre el trabajo infantil es complicada, pero bastar con decir que el 75% de esos azacaneados muchachos y muchachas realizan las peores formas de trabajo: traficantes, soldados en conflictos armados, esclavos, trabajadores
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sexuales y otras ocupaciones peligrosas e incapacitantes, como la construccin o la manufactura de ladrillos o alfombras. Es muy comn que los nios trabajadores vivan en la periferia de la ciudad, o que hayan sido forzados a abandonar sus hogares rurales, a veces cedidos en arriendo por sus propios padres, para trabajar en las ciudades. Sus padres son campesinos hay unos dos mil millones en el mundo y su futuro es cada vez ms precario. Su relacin con el campo es cada vez ms tenue, y ao tras aos vienen a engrosar las filas de los ciudadanos de lo que Mike Davis ha llamado el planeta de las ciudades miseria. No hay crecimiento econmico que pueda absorberlos dentro del proletariado tradicional, y mucho menos en trabajos mejores. Para casi todos los habitantes del mundo, el trabajo es el infierno. La cruda y triste verdad es que la inmensa mayora ha de ser rebajada, humillada, lesionada, deformada mental o fsicamente, y aun, con no poca frecuencia, mortalmente sacrificada en el proceso de trabajo, para que unos pocos se enriquezcan. Soy consciente de que las estadsticas son peores a causa de la crisis. Pero se transformar el mundo del trabajo cundo vuelva a subir el PIB y los ndices de desempleo desciendan? Comenzaremos entonces a inclinarnos a la utopa, para usar una frase impropiamente pattica del economista de Berkeley, J.Bradford DeLong, quien parece creer que realmente estamos en camino de un mundo con ingresos de clase media y obreros satisfechos?. Les aseguro que no. Se dice que el diablo est en los detalles. Por eso, para otorgar mayor fuerza a los datos, aadir ejemplos concretos. Estoy seguro de cada lector podra ofrecer ejemplos por su cuenta. Un trabajador de la industria automovilstica Veamos la descripcin que hizo un trabajador de la industria automovilstica, Ben Hamper, en su libro Rivethead, cuando visit la planta donde trabajaba su padre para ver lo que haca. Dice as: Estuvimos unos cuarenta minutos o algo as, una vida entera en miniatura, y la pauta no variaba nunca. Auto, parabrisas. Auto, parabrisas. Trabajo duro, y ms trabajo duro. Cigarrillo tras cigarrillo. Dcadas apisonando y planchando vigas, los huesos hechos polvo, obstinados relojes amordazando las carnes, otro parabrisas, otro cigarrillo, guerras intermitentes, tormentas que murmuran el alfabeto, cornejas dormidas o muertas sobre cables de alta tensin, ese pulpo mecnico retorcidamente desplegado sobre nada, nada, nadedad. Hamper llama gulags a las modernas plantas de automviles. Mira, la nia prostituta Atendamos al caso de Mira, una nia prostituta de Bombay que a los trece aos fue enviada por sus padres desde su pueblo hacia Nepal, para trabajar como empleada domstica, segn pensaban sus padres. Al menos hay 20.000 nias prostituidas en Bombay, expuestas en fila, como en las jaulas de animales del zoo. Se nos dice que: Cuando Mira una virgen angelical de piel cobriza se neg a tener sexo, fue arrastrada a una cmara de tortura en un oscuro callejn dispuesto para acomodar a las nuevas nias. La encerraron en una habitacin estrecha, sin ventanas, sin comida ni agua. Al cuarto da, cuando todava se negaba a trabajar,
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uno de los matones de la madama llam a un gnster que la arroj al piso y la golpe contra el suelo, hasta que perdi el conocimiento. Cuando despert, estaba desnuda; le haban introducido en la vagina una caa de ratn untada con guindillas picantes. Luego, el gnster la viol. Mila cont en un reportaje que te torturan hasta que digas si ,porque nadie oir tu llanto El caso de la pequea Irfana, esclavizada Consideremos el caso de Irfana, una nia paquistan vendida a los seis aos al dueo de un horno de ladrillos. Describe su vida de este modo. Mi amo nos compraba, venda y trocaba como si furamos ganado, y en ocasiones, nos embarcaba y viajbamos a grandes distancias. Por lo general, maltrataban a los varones para que trabajaran ms. A menudo, las mujeres ramos violadas. Mi mejor amiga enferm luego de ser violada, y cuando ya no pudo trabajar, el amo la vendi a un amigo de un pueblo a mil kilmetros de distancia. Nunca le contaron su paradero a la familia, y nunca ms la volvieron a ver. Como Mary Anne Walkley, la sombrerera inmortalizada por Marx Recurdese el caso de Mary Anne Walkley, la sombrerera inmortalizada por Karl Marx en El Capital. Mary Anne muri hace 146 aos, pero su historia podra ser contada hoy, y no slo por trabajadoras nias como Mira e Irfana, sino por cientos de miles de confeccionistas de prendas que trabajan en infernales talleres en condiciones tan terribles como las de la seorita Walkley, y desde luego, no slo en la India o en Paquistn, sino aqu, en los mismsimos Estados Unidos de Amrica. Si usted echa un vistazo a las calles del Chinatown de Manhattan, ver los vapores procedentes de centenares talleres infernales en los que las Mary Anne de nuestros das consumen sus vidas. Marx deca: En la ltima semana de junio de 1863, todos los diarios de Londres reprodujeron un texto con un ttulo sensacionalista: muerte por simple exceso de trabajo. Cuentan la muerte de una sombrerera, Mary Anne Walkley, de 20 aos, empleada en un respetabilsimo establecimiento de confeccin de prendas de vestir explotado por una dama que responde al encantador nombre de Elisa. La vieja y tantas veces narrada historia, contada una vez ms. La muchacha trabajaba un promedio de 16 horas y media, y en plena temporada, hasta 30 horas seguidas sin interrupcin, proporcionndolese, para mitigar su desmayada capacidad de trabajo, ocasionales bebedizos suplementarios de jerez, oporto y caf. Ahora estbamos precisamente en el momento culminante de la temporada. En un abrir y cerrar de ojos, haba que dar la ltima puntada a los egregios tocados que habran de llevar las nobles damas invitadas al baile organizado en honor de una recientemente importada Princesa de Gales. Mary Anne Walkley haba trabajado sin parar durante 26 horas y media, junto a otras 60 muchachitas, 30 de ellas hacinadas en una habitacin que apenas contaba con un tercio de los metros cbicos del aire que necesitaban. Por la noche, dorman de a dos en uno de los sofocantes agujeros en que dividan con paneles la habitacin. Y esta era una de las mejores sombrereras de Londres. Mary Anne Walkley cay enferma el viernes. Muri el domingo. Sin que, para pasmo de Madame Elisa, hubiera podido terminar el trabajo que tena entre manos. Trabajadores en cruceros Veamos el caso de quienes trabajan en cruceros. Por lo general, los cruceros estn registrados en pases como Liberia y, por tanto, son inmunes a las leyes laborales norteamericanas. Casi siempre, las personas de color de los pases
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pobres tienen a su cargo los trabajos ms pesados. Su salario es bajo y la jornada laboral, larga. Por lo general, cuando por alguna razn resultan heridos gravemente durante la jornada laboral y necesitan ser hospitalizados, son forzados a volver a su pas de origen en busca de atencin mdica, incluso en el caso de que en EEUU existan mejores tratamientos. Un trabajador caribeo resbal en la cocina mientras transportaba una gran olla de aceite. El aceite quem gravemente su pierna y su pi. Lo expulsaron de un hospital en Anchorage, Alaska y lo forzaron a tomar varios vuelos de regreso a casa. Entonces, en la desesperacin, logr llamar a su madre, y durante una escala en Miami se pudo comunicar con un abogado amigo de la familia. El abogado logr que lo atendieran en Miami y demand a la compaa naviera. La compaa se veng denuncindolo a las autoridades de inmigracin, quienes finalmente lograron deportaron. En el restaurante Consideremos a un empleado de un restaurante, Mr. Zheng. Los empleados de restaurante de Manhattan trabajan, de promedio, ms de 100 horas semanales y ganan la miseria de 2 dlares por hora. As describi la vida de Zheng un periodista: Luego de tres aos de haber llegado al pas, procedente de la provincia costera de Fujian (en China), Mr. Zheng ( 35 aos) an trabaja para pagar una deuda de 30.000 dlares a los traficantes que organizaron su viaje en distintos barcos hasta llegar a destino. Slo le quedan, para el alquiler, unos pocos dlares de su exiguo sueldo como ayudante de camarero, de modo que tiene 11 compaeros de habitacin. Comparten un cuarto con camas literas de tres pisos, con un pasaje angosto entre ellas, similar a un pasillo. Es una habitacin simple, una ms entre una docena de cuartos en un complejo de tres rascacielos en Allan Street. Se reparten un alquiler de 650 dlares al mes, pagando 54 cada uno. Como los dems, Mr. Zheng guarda sus escasas pertenencias en una bolsa de plstico debajo del colchn, y como decorado, cuelgan en su rectangulito de pared una bolsa de hierbas medicinales y una pintura naif. Taxista en Nueva York Tomemos el caso de Koffee, conductor de taxi en Nueva York, un africano que lleva viviendo en la ciudad treinta aos. En una entrevista para el peridico Punching the Clock (PTC) dijo: PTC: Entonces, cuntas horas conduce al da? Koffee: Doce horas, de cinco a cinco. PTC: Quiere decir que hace un turno de doce horas? Koffee: As es el sector, ya sabe, es lo que se hace. En menos de trece horas no se puede hacer nada.Algunas veces uno trabaja doce horas, y vuelve a casa con menos de 20 dlares en el bolsillo. PTC: Qu hace con su tiempo libre? Koffee: Tiempo libre? Descanso. Con este trabajo, despus de doce horas no se puede hacer nada. Es un trabajo que mata. Sentado y conduciendo durante doce horas, llego a casa y me echo a dormir. Cuando me despierto, slo tengo tiempo de traer algo para comer.
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Una voz del pasado, tan presente Oigamos la voz de un trabajador desempleado durante la primera depresin nacional, en la dcada de 1870. Con algunas variaciones, lo que dice podra decirlo cualquiera que haya experimentado la brutalidad de un desempleo a largo plazo, desde los campesinos en la poca de sequas en 1930, hasta las vctimas de un cierre masivo de una planta de las ltimas dos dcadas, pasando por los millones de miserables desempleados en frica, Asia y Amrica Latina. Pregntele, si no, al prximo sin techo que les pida dinero por la calle. Hace tres meses, cuando por desgracia me qued sin un centavo, comenc a buscar empleo en New York. Soy mecnico, y creo que soy competente en mi trabajo. Durante este ao me desplac por diecisiete estados, y todo lo que obtuve fueron seis semanas de trabajo. Me enfrent al hambre; durante algunos meses, cuando el termmetro bajaba a 30 grados bajo cero, no tena ni cama para dormir. El ltimo invierno dorm en los bosques, y mientras buscaba trabajo honrado, estuve dos o tres das sin comer. Cuando, apelando a la misericordia de Dios, ped sustento para mi cuerpo y para mi alma, se me tach de vagabundo. El trabajo en labores agrcolas Consideremos el trabajo agrcola, uno de los peor pagados en todos lados, y de los ms azacaneados. Encorvados sobre la cosecha, con calores y fros terribles, trabajan junto a sus nios y sin suficiente comida, como es el caso de los trabajadores de las plantas de caf que no pueden darse el lujo de comprar el grano que cosechan. Esto es lo que logr el libre mercado en Mxico, al sur de California y Arizona: En los campos, hay un cuarto de bao pblico porttil para varios cientos, y un tambor metlico sobre ruedas que provee de agua.Los pequeos gatean entre los trabajadores sentados, algunos de ellos mamando biberones y otros, con sus caritas sucias de polvo, mastican cebollas Unos pocos duermen en toneles, o en camitas improvisadas con cajones de verdura. Cuando el sol de la maana ilumina el rostro de los trabajadores, descubre a decenas de nios y nias. Haciendo un clculo grueso, es posible que un cuarto de los trabajadores en ese y en cualquier lugar parecido, tengan entre 6 o 7 y 15-16 aos. Honorina Ruiz tiene 6. Est sentada frente a una pila de cebollas verdes. Hace pilas de ocho o nueve cebollas, alineando tallos y cabezas. Luego deshecha la suciedad, pone una banda de goma alrededor de las cebollas y las aade al grupo que ya estn en la caja aledaa. Es demasiado tmida como para decir algo ms que su nombre, pero parece orgullosa de ser capaz de hacer lo que su hermano Rigoberto, de trece aos, considera que hace muy bien..Estos son los nios olvidados de Mxico. Emabaladores Veamos el caso de los trabajadores embaladores, que preparan la comida que termina servida en nuestras mesas. Antes del advenimiento de las modernas tecnologas productivas, los solos nombres de estos trabajadores evocaban la visin del infierno: aldabones, mozos de cuerda, quiebrapiernas, pelapis, carniceros, desventradores, hendedores, lugres... Ese trabajo lo hacan entonces los trabajadores inmigrantes europeos y afroamericanos. Hoy lo hacen los nuevos inmigrantes de Amrica Latina y Asia, y aunque los nombres han cambiado, el trabajo sigue siendo sucio y peligroso:
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Las empresas empacadoras de carne de res, cerdo y pollo han reclutado agresivamente a los trabajadores extranjeros ms vulnerables, que son trasladados a EEUU a cambio de un trabajo de 6 dlares por hora en la industria ms peligrosa del pas. Esos trabajos apenas requieren continuidad, y prcticamente han desaparecido los conceptos de promocin e incrementos salariales significativos. Para esta prspera industria, no es obstculo que la mitad de esos nuevos inmigrantes sean ilegales: disponen de una fuerza de trabajo dcil y disciplinada con una enorme rotacin. Los asombrosos niveles de enfermedad, lesiones el 36% de los trabajadores de la carne y estrs generados por un trabajo difcil y repetitivo traen con frecuencia consigo la poca duracin del empleo: unos cuantos meses, hasta que el trabajador se va o la compaa lo fuerza a dejar el trabajo. Los controles pblicos de seguridad han descendido un 43% en su conjunto desde 1994, como consecuencia de los recortes de presupuesto y de un sesgo creciente a favor de las empresas privadas por parte de la Administracin para la seguridad y la salud laboral. En los hoteles Consideremos el caso de Michael, que acept un trabajo como administrativo de un hotel luego de treinta y dos aos de maestro de escuela. Michael dice: Pens que en el hotel tendra el lujo de no tener que preocuparme por lo que hara maana. Pero si bien es cierto que no me tena que preparar para el trabajo del da siguiente, el trabajo del da es lo que pasaba factura. El trabajo era agotador; estaba todo el da de pi. Al final de la jornada era libre, pero estaba demasiado exhausto como para hacer algo. Por lo general, a hora tan temprana como las 7 de la tarde me senta adormilado ni bien abra un libro. Y algunos das -especialmente el domingo, que era el peor en cuanto a intensidad de trabajo y reclamos de los clientes-, no poda dormir. Las claves que tecleaba en la computadora durante todo el da permanecan en mi cabeza dibujando una espiral interminable, y segua molesto por las conversaciones que haba tenido con huspedes iracundos. El lunes por la maana llegara, y yo debera estar a las 7 en el trabajo, no me poda poner al da con el sueo hasta el viernes por la noche. El mundo de la enseanza me haba generado mucha ansiedad, pero este trabajo era fsica y psquicamente incapacitante. Era imposible imaginar treinta y dos aos en este trabajo. En la oficina Consideremos el caso de Kimberly y Helen, dos empleados temporarios de oficina, dos de los millones de trabajadores de oficina en el mundo entero. As describen su trabajo: Trabajo mnimo. Aburrimiento. Y falta de estmulos. Preferira vrmelas con una hoja de clculo, tratando de imaginar cmo disear una hoja de clculo, antes que simplemente ingresar los nmeros. Un jefe que te trata como un trabajador temporario, y es exactamente lo mismo, siempre vigilndote o ignorndote totalmente. Ni recuerda tu nombre y dice: Oh, acabo de poner esto aqu. Esperaremos hasta que otro fulano vuelva a trabajar en eso. Aislamiento. Carencia de recompensas. Monotona. Subempleo. Tus recursos, tus capacidades, tu inteligencia, todo eso se deja de lado. Quiero decir, no hay cambio. No siento sino desesperanza, parlisis. No hay incremento ninguno de la actividad cerebral. Incluso cuando ellos descubren nuevo de ti, aun as, no
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confan en darte a cargo de algo ms. Pero la soledad es propiamente soledad. El almuerzo en soledad, cada da. Y nunca nadie pregunta algo personal. Como las secretarias, que nunca jams preguntan: de dnde eres? Qu has estado haciendo?. Profesores Consideremos el caso de Beverly Peterson, una profesor de universidad que luego de pasar gran parte de su vida en la universidad intentando obtener su doctorado, se convirti en una profesora gitana, enseando aqu y all y en cualquier lugar, bajo condiciones terribles y por muy poco dinero. Cerca del 40% de nuestros profesores lo son hoy a tiempo parcial, y ganan alrededor de 2.000 dlares por curso y sin beneficios de bienestar social. (Para contrastar: yo gano 8.000 dlares por curso, y tengo incluidos todos los beneficios de bienestar social.) Desde que aprob unos exigentes exmenes en la Universidad William and Mary en 1992, Beverly Peterson estuvo buscando un puesto de trabajo a tiempo completo algn departamento de Estudios Americanos. Luego de tres aos, 121 cartas y dos entrevistas, todava est buscando un puesto de trabajo permanente. Dice esta profesora interina de 44 aos, que lleg una vez a ser profesora de ingls en una Escuela Superior: Estoy tan acostumbrada a recibir cartas de rechazo diciendo: usted es una aspirante entre 800 para dos puestos. Mientras especula con la posibilidad de obtener un cargo definitivo en el estado de Pensilvania, Peterson hace lo que muchos doctorados recientes: para subsistir, suma dos puestos de profesora interina. Peterson viaja regularmente en su auto desde su casa en Smithfield, Virginia, hasta sus puestos de trabajo en la Universidad Thomas Nelson Community en Hampton, a 40 minutos de su casa, y luego hacia la Universidad William and Mary, a otros 40 minutos. En el barco con el que debe cruzar el ro James para colmar este ltimo trecho de su viacrucis, suele trabajar con notas y materiales para la enseanza, el ltimo de ellos, una reinterpretacin de La Cabaa del To Tom. El cuentakilmetros de su Chevrolet de slo cuatro aos marca 97.000 millas. Peterson dice: Me gusta mi trabajo, pero deseo poder hacerlo en circunstancias menos complicadas. Una historia excepcional es la de Ira Salomon -una profesora de historia en East Saint Louis, en Illinois-, ciudad de una pobreza extrema. Dej esto dicho en una entrevista con Jonathan Kozol, el autor de Savage Inequalities: De ninguna manera es la peor escuela de la ciudad, me dijo cuando estbamos sentados en el aula del primer piso en el Instituto. Pero nuestros problemas son brutales. Ni siquiera s por dnde empezar. No tengo materiales, salvo un simple texto que se le entrega a cada chico. Cuando propongo otra cosa libros, videos o revistas, los pago de mi bolsillo. El Instituto no tiene videograbadora. Y es una herramienta fundamental. Hay tantas cosas buenas en la televisin pblica! El equipo audiovisual que hay en el edificio es tan viejo, que nos presionan para que no lo usemos. De los 33 chicos que comienzan el curso regular de historia, dijo, ms de un cuarto abandonan en el semestre de primavera..En este momento, cuatro nias de mi aula de clases de secundario estn embarazadas, o acaban de ser madres. Cuando les pregunto por qu pas, me dicen: Bueno, no hay ninguna razn para no tener un nio. La escuela pblica no me ofrece demasiado. La verdad es que..un diploma de una escuela pblica de un ghetto no sirve para
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mucho en los Estados Unidos de ahoraYa sabe usted, hay injusticias tan amargas. Muy poca de la educacin recibida en la escuela sera considerada acadmica en los barrios residenciales. Tal vez entre el 10 y el 15% de los estudiantes estn en programas verdaderamente acadmicos. Del 55 % de los estudiantes que se gradan, el 20 por ciento asiste a universidades de cuatro aos: algo as como el 10% del curso. Otro 10 a 20 por ciento puede recibir otro tipo de educacin superior. Un nmero igual se alista en las fuerzas armadas.. A veces me preocupa, porque comienzo a estar agotada. Odio perder un da de clase, porque, lo ms frecuente es que Departamento no logre encontrar a un substituto para esta escuela, y a mis nios no les agrada que yo est ausente. La cobertura del bienestar social Veamos el caso de rsula y Joy, dos madres cubiertas por el bienestar social, que trabajan duro para mantener unida a la familia, pero que han sido excluidas de la lista oficial de trabajadoras desempleadas y que han recibido el vilipendio de la sociedad respetable. rsula: Yo sola estar deprimida por depender del bienestar social. Haba algo que me haca sentir menospreciada. Me senta degradada. Ellos quieren saber de dnde sacas esto, o quin te ayuda a mandar a tus nios a la escuela. Si no pagar la cuenta de agua este mes fuera necesario para que los nios pudieran ir a la escuela el mes prximo, no la pagara. Pero ese es mi problema. No me gusta que se entrometan en quin me ayuda o me paga qu cosa. Joy: Cuando dependes de la asistencia pblica, es como si te quedaras con el dinero de otro y no trabajaras para conseguirlo. No lo haces por t misma. Cuando obtuve mi primer cheque de la seguridad social me sent extraa, porque compar eso con recibir un cheque por mi trabajo. Saba lo que significaba cada cosa. La gente sola decir. bueno, ests quedndote con el dinero de gente que trabaja y no ests trabajando, Me siento rara con ser una persona ubicada en el otro lado en este caso. Esta es mi primera experiencia con la ayuda social. Nunca nadie en mi familia dependi de la asistencia pblica, solamente yo. Mi madre y mi abuela trabajaron para el gobierno. Yo fui la primera persona que alguna vez necesit la seguridad social. No me gusta la gente que trabaja en las oficinas de seguridad social. Son desagradables conmigo. Tienen mala onda conmigo. Se comportan de una forma presuntuosa, y no les gusta hacer su trabajo. Actan como si el dinero saliera justamente de sus bolsillos. Pienso que si voy con una actitud agradable porque me consta que hay gente que es desagradable con ellos-, entonces se comportarn de manera diferente. Pero eso no ayuda, siguen siendo antipticos. En una guardera Leamos ahora un memorando enviado por un supervisor a un grupo de trabajadores de una guardera diurna. Recurdese que los trabajadores de esos centros son gente de considerable experiencia y de gran capacidad en la atencin de los nios, pero se les paga menos que a los vigilantes de un estacionamiento de automviles: Ahora ms que nunca, nosotros, como profesionales, estamos bajo el escrutinio de nuestros clientes. Desean observarnos y cuestionarnos para estar seguros de que sus hijos, a cargo nuestro, estn sanos y salvos. Nuestro tarea
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es hacer lo mejor que podemos cuando hay una inspeccin de los clientes. Ellos han elegido el lugar donde quieren que estn sus hijos. Y nosotros tenemos que reforzarles la idea de que su eleccin fue la correcta. Tenemos que darles aquello por lo que ellos pagan, cada minuto del da. Tenemos que saludar a padres y nios por su nombre cuando llegan por la maana y cuando se retiran al final de da. Debemos trabajar con los nios y cumplir su plan de lecciones, maana y tarde. No se permite sentarse a la mesa, charlar con otros profesores, asearse o hacer cualquier otra cosa que no sea interactuar con los nios.Recurdenlo en todo instante: el cliente siempre tiene razn, y nosotros siempre debemos hacer lo mejor para los nios. Eso es lo que les debemos a estas personitas! Trabajo en la crcel Veamos el caso del prisionero Dino Navarrete, uno de los diez mil trabajadores presos que trabajan en el complejo industrial de la prisin, que colabora con las empresas privadas para obtener superbeneficios. Puede haber un trabajo ms degradante, esclavitud total aparte?, Sin embargo, se trata de una industria en expansin. Los EEUU encabezan la lista mundial volumen de poblacin carcelaria, que ahora se acerca al milln y medio de presos, siendo la mayora de reclusos gentes de color. Dino Navarrete, encarcelado por un delito de secuestro, no sonre demasiado cuando contempla las mquinas de coser en el taller carcelario que no deja de crecer y prosperar en el penal Soledad. El hombre, bajo y robusto, con tatuajes que cubren su musculoso antebrazo, gana 45 cntimos la hora por hacer camisetas azules de trabajo en esta prisin prisin de mediana seguridad ubicada cerca de Monterrey, California. Luego de las deducciones, gana cerca de 60 dlares por mes, trabajando jornadas de 9 horas. Te ponen en la mquina para que trabajes para ellos, dice Navarrete. Nadie quiere hacerlo. Estos trabajos son un cachondeo para la mayora de los internos de aqu. Hace rato que California dej de considerar que el trabajo rehabilita a los presos. Los guardianes slo quieren tenerlos ocupados. Si los prisioneros se niegan a trabajar, se los traslada a lugares de castigo y pierden el privilegio de la cantina. Y an ms, pierden la posibilidad de acortar la condena por buena conducta. Navarrete se sorprendi al saber que California estaba exportando ropa confeccionada en prisin hacia Asia. Ni l ni los otros prisioneros tenan idea de que California, junto con Oregn, estaban haciendo aquello por lo que fustigan a China: exportar bienes confeccionados en prisin. Entonces, dijo Navarrete, tambin a esto se le puede denominar trabajo esclavo. Si lo estn vendiendo a ultramar, entonces se sabe que estn haciendo dinero. Adnde va a parar ese dinero? A nosotros, no. Discapacitados Consideremos el caso de Larry McAffe, que qued cuadripljico luego de un accidente de motocicleta. Como otras decenas de millones de personas discapacitadas, quera trabajar, y podra haberlo hecho si la sociedad le hubiera proporcionado los medios. En cambio, lo hicieron fue enviarlo directamente al horrible mundo de pesadilla del cuidado de la salud, mundo cuya principal hiptesis inicial de trabajo es que resulta demasiado costoso lograr capacitar para el trabajo a gentes como Larry. Larry lleg a pleitear en tribunales exigiendo que lo dejaran morir, algo que tribunales, mdicos y compaas de
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seguros que se diran secuaces de alguna versin del darwinismo social parecen empeados en estimular. McAfee le dijo al periodista Joseph Shapiro, del Informativo US News and World Report, que haba odiado perder el control sobre su cuerpo, pero que era peor perder el control sobre su vida. Esperaba poder seguir contribuyendo a la sociedad, pero se encontr con que en cada intento realizado se vea bloqueado por una situacin sin salida. Dado que no dispona de un servicio de asistencia personal, McAfee tuvo que ser institucionalizado; lo que significa que no poda cumplimentar pedidos de trabajo o tomar cursos de computacin; y falta de capacitacin implica falta de posibilidad de empleo; y el empleo en s mismo puede significar que los desincentivos laborales construidos por las polticas de discapacidad ponen en riesgo la posibilidad de tener los medios para sobrevivir. Cmo podra una persona motivada no resultar abatida por esos obstculos aplastantes? Un trabajador normal y corriente Consideremos el caso de Mike Lefevre, un trabajador corriente. Esto es lo que dijo a Studs Terkel, el autor de un libro verdaderamente excepcional, titulado Working: Pertenezco a una especie en extincin: un trabajador. Trabajo puramente muscular: levantar, bajar. Manejamos entre catorce y quince mil libras de hierro al da. Ya s que resulta difcil de creer: desde cuatrocientas libras hasta piezas de tres y cuatro libras. Es matador Es difcil sentirse orgulloso de un puente que nunca cruzars, de una puerta que nunca abrirs. Hacemos produccin en masa, y nunca vemos el resultado final. Una vez hice un trabajo para un camin, y tuve una pequea satisfaccin cuando lo cargu. Olvdate de eso en una fbrica de acero. Nunca vemos adonde va nada. En una ocasin, mi capataz me rega. Dijo: Mike, eres un buen trabajador, pero tienes una mala actitud. Mi actitud consiste en no emocionarme con mi trabajo. Hago mi trabajo, pero no digo qu maravilla!. El da que me emocione con mi trabajo ser el da en que me tope con un reductor de cabezas salvaje. Cmo vas a emocionarte manejando acero? Cmo te puedes emocionar, si ests destrozado y en lo nico que piensas es en sentarte? No es slo el trabajo. Alguien construy las pirmides. Siempre hay alguien detrs de una construccin. Pirmides, el Empire State Building. Esas cosas no salen de la nada. Hay trabajo duro detrs de ellas. Me gustara ver un edificio, digamos el Empire State, me gustara ver en uno de sus lados una tira de arriba abajo con los nombres de cada uno de los albailes, electricistas, con todos los nombres. De manera que cuando uno de los muchachos pasara por ah, pudiera tomar la mano de su hijo y decirle. Mira, se soy yo, por ah, en el piso cuarenta y cinco. Voces dolientes Escuchemos para terminar al coro de las voces dolientes, procedente tambin del libro, ya mencionado, Working : Prevalece en la inmensa mayora un descontento apenas disimulado. Los blues de los trabajadores manuales no son ms amargos que los gemidos de los oficinistas. Soy una mquina, dice el soldador. Estoy entre rejas, dice el cajero de banco. Y el administrativo del hotel se hace eco de todo ello. Soy una mula
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de carga, dice el trabajador del acero. Un mono podra hacer lo que yo hago, dice el recepcionista. Soy menos que el utensilio ms insignificante de las labores agrcolas, dice el trabajador inmigrante. Soy un objeto, dice la modelo de alta costura. Trabajadores manuales y oficinistas repiten de consuno: soy un robot. No tenemos nada de qu hablar, dice el contable desesperado. Han pasado ya unos cuantos aos desde que John Henry cantaba aquello de que Un ser humano no ha de ser otra cosa que un ser humano. El hecho duro y nada romntico es ste: muri con el martillo en la mano, mientras la mquina segua con su bombeo rutinario. Sin embargo, encontr la inmortalidad. Es recordado. * Michael D. Yates es editor asociado de la veterana revista socialista norteamericana Monthly Review. Su libro ms reciente es: In and Out of the Working Class. -----------------------------------------------------------------------------
En todas partes el tema principal, dictado por el sentido del momento histrico, es la crisis global. Por doquier ha comenzado el debate entre dos grandes participantes: los partidarios del capitalismo, que atribuyen la crisis a la mala gestin de banqueros y gobiernos, lo cual piensan superar, y los opuestos al capitalismo, que la vinculan a su existencia misma. Entre los segundos hay quienes piensan que es la ltima de las crisis cclicas del moderno sistema de explotacin, que acabar vencindola y que incluso lo fortalecer, no obstante su extrema gravedad, como en 1929, y los que apreciamos que es la crisis integral y final de ese sistema y que el nico modo de salir de ella es establecer el modo de produccin comunista, cuyo primer momento es el socialismo, al cabo de una va no capitalista de desarrollo. Con Fidel, comprendemos que el nombre es lo de menos, y cada pueblo le dar a la sociedad que sustituya histricamente al capitalismo, el que crea conveniente. La crisis cclica existe pero est incrustada en el afn demencial de hegemona de Estados Unidos, vislumbrado por Bolvar y combatido por Mart, a imponer con una moneda que acabar siendo repudiada en todas partes, y con bayonetas y tanques que pueden matar pero no vencer. La crisis del capitalismo es integral por abarcar la crisis financiera, la crisis real cclica, la crisis energtica, la crisis del sector alimentario, la crisis ecolgica, la crisis de la agresiva poltica exterior imperialista, la crisis ideolgica, la crisis moral, la crisis de gobernabilidad, la crisis del consumismo desenfrenado, la crisis de su Economa Poltica que mezcla neoliberalismo y recetas de Keynes, antes desechadas. Desde que estas crisis se hicieron una sola, querer examinarlas por separado es el ms grave error. El proceso histrico presenta muchas crisis, que son resueltas. Pero, lo que ocurri en la historia, ya no tiene que ocurrir, justamente por las muchas veces que sucedi. Objetivamente el rgimen burgus est agotado. Por supuesto, en cualquier proceso histrico en el fondo est la economa, pero ese proceso no es exclusivamente econmico sino social. Ms que ningn otro acontecimiento las crisis abren conciencias y voluntades. De las grandes crisis salen las grandes soluciones, ensea Fidel, y as ha sido y ser.
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Es indiscutible que todo cambio en Estados Unidos exigir grandes luchas, como la de los mrtires de Chicago o la rebelda por los Derechos Civiles de los negros o la lucha de estudiantes, artistas, negros, todo el pueblo de Estados Unidos, que aceler la victoria de Vietnam heroico, dispuesto a perecer antes que rendirse. El desempleo masivo, la quiebra de un negocio tras otro, la lucha por sobrevivir, el fin de la ilusin de que cada generacin vivir mejor que la anterior, el miedo a todo, no dejarn de empujar los acontecimientos. Y es seguro que los multimillonarios, con el pretexto del terrorismo, llegarn a sembrar el terror dentro de Estados Unidos. Por eso defienden la tortura, el espionaje telefnico, esa fascista Acta Patritica. Hay que reconocer que EE.UU. y otras potencias pueden lograr cierta estabilidad con audaces medidas, pero ellas no son las propuestas por George W. Bush y Barack Obama. Se tratara de tomar medidas contra las fortunas de los ricos, echando abajo ese Robin Hood al revs, que roba a los pobres para enriquecer ms a los ricos, si acaso repartiendo algunas migajas a los primeros. Pero dicha estabilidad sera transitoria, salvo que se produzcan cambios realmente grandes y permanentes, ajenos a los programas de los dos partidos de la clase dominante de Estados Unidos, que siempre se hacen uno solo en la estrategia imperialista. As sea honesto y sincero lo dijo Ral es poco lo que pueda hacer Obama. Bueno que quiera salir del infierno de Iraq, malo que busque enviar tres brigadas de combate a Afganistn. La especulacin cre las compras a futuro, los derivados, los paquetes financieros de liquidez, que entremezclan monedas, bonos y otros instrumentos de crditos, y las famosas hipotecas subprime, con lo cual traslada la crisis hipotecaria al exterior. Los bancos prestaban a cualquiera, sabiendo que no podran pagar, para tener esos documentos como ttulos de valor. Millones han perdido sus casas al subir la tasa de inters y tambin se desvalorizan las ya pagadas, porque sobran las casas. Los sabios burgueses que tanto negaban la posibilidad de la crisis ahora dicen que en cinco aos ser superada, pero se refieren solo a una economa real hipottica, desligada de la crisis de las hipotecas, del dficit fiscal y el comercial, de la drogadiccin que abarca al 10% de la poblacin, de la violencia que lleva a que Estados Unidos tenga ms presos comunes que el resto del planeta, de la crisis migratoria con 12 millones de ilegales, de la crisis tica y estafas como la de Madoff, quien presidi el ndice Nasdaq, y del gobernador que pone a subasta el cargo de senador que ocupaba Obama. Tambin es serio error olvidar que la doctrina de Keynes, cuyo rasgo fue aspirar a que el capitalismo se colocara en la posicin de la demanda y dejara la tradicional posicin de la oferta, algo imposible, no evit la crisis del capitalismo, o se habra mantenido por las clases dominantes capitalistas. Es inexacto decir que Keynes utiliza el Estado para regular la economa y el neoliberalismo lo rechaza de modo absoluto. En todas las Economas Polticas burguesas, incluso la neoliberal, el Estado es el fabricante de la mercanca que mide el valor del trabajo encerrado en las dems y permite su intercambio. En realidad no es el intercambio de productos sino de trabajos. El inters es el precio de esa mercanca. Si lo determinante en cualquier sistema social es el empleo, porque solo del trabajo salen los bienes y servicios de la economa real, en el capitalismo eso se deja de lado y lo ms importante, en verdad lo nico que importa, es el dinero. Los medios masivos del imperio quieren hacer creer que Estados Unidos puede imprimir ms dinero para pagar sus deudas, originadas en vivir bien a costa de los dems y en guerras, tipo Vietnam, que crean el desbalance fiscal, y seguir viviendo por encima de su trabajo nacional, recibiendo un 6% ms que su PIB, lo que significa que el resto del mundo entrega ese monto. Y cuidado, podrn llegar a la hiperinflacin, por valer cada vez menos su moneda. Pasa igual que con las fusiones entre monopolios. Son remedios, no soluciones.
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Los anuncios de Obama de inversiones para rescatar la industria del automvil y otros sectores, aunque reanimen los mercados burstiles, no significan salidas reales. El proteccionismo de una potencia imperialista lleva a lo mismo a sus rivales. El caos econmico, condicin de las crisis del capitalismo, no har sino acrecentarse. Mientras exista la plusvala, o sea, el capitalismo, la produccin aplastar al mercado, a la larga o a la corta. Creer que pueda salir de crisis tan descomunal, es creer eterno el rgimen burgus, yendo de crisis en crisis siempre con solucin. El pleno empleo deba ser el ideal del capitalismo, pero crea desempleo mediante el desarrollo tecnolgico, el cual monopolio alguno puede abolir porque lo usara su rival. En diciembre ltimo la tasa de desempleo lleg en Estados Unidos al 7.2%, el mayor en 16 aos. Y en el mundo se perdern al menos 25 millones de empleos en poco tiempo. En el examen entre las dos apreciaciones que tenemos los revolucionarios: crisis cclica o crisis sin salida, deciden, no las citas de los tericos, sino la prctica, y ella aprecia cmo ninguna de las crisis del sistema pueden resolverse. Combatiente alguno contra el capitalismo cae en la utopa de pensar en su cada automtica, sino mediante la lucha ms llena de contradicciones, avances y derrotas y ms difcil jams librada por el gnero humano, que de no vencer en plazo histricamente breve, acabar desapareciendo. Con la reduccin mundial de la demanda de dlares de Estados Unidos, imprimir ms "papelitos", como ensea Fidel, es una locura, sencillamente un callejn sin salida. Y vienen golpes nuevos a quien se tambalea en las cuerdas: 1. Kuwait estudia desligarse del dlar, iniciando la estampida en el seno de la OPEC, la poderosa agrupacin productora de petrleo, y Rusia organiza otra para el gas, en medio de su choque con Ucrania, a la que acusa de robar el que enva a Europa. 2. Otras bolsas de valores habrn de apoderarse de activos norteamericanos, que se abaratan, y sus pases tendrn necesidad de comprar menos dlares. 3. Ms y ms pases comercian de hecho con el trueque o "barter": Argentina y Brasil, China y Rusia, y los dlares ya nada pintan. 4. Los pases de Nuestra Amrica acabarn teniendo su propia moneda. A la pregunta de cmo hacer la transformacin socialista en Estados Unidos, nadie puede responder. Pero la verdadera pregunta es cmo van a mantener all el capitalismo.
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R E S O L U C I N
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Considerando que, segn informe de la ONU de este ao sobre la situacin social en el mundo, los pases estn viviendo el saqueo, el intercambio desigual, el desvo de recursos va la deuda externa, el asalto al patrimonio pblico y social: todo ello en lo que hoy conocemos como globalizacin que profundiza la desigualdad y la miseria en todos los rincones del planeta, principalmente en los pases en desarrollo.
Considerando que del total de habitantes, 2,79 mil millones viven en situacin de pobreza la mitad de ellos vive con menos de US$ 2 por da, 1,39 mil millones estn en la pobreza y los que viven con menos de US$ 1 por da totalizan 650 millones, que estn en situacin de pobreza extrema;
Considerando que, segn el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), los 500 individuos ms ricos del mundo tienen recursos mayores que los 416 millones de personas ms pobres del planeta y que el 80% de la poblacin mundial tiene poca o ninguna proteccin social;
Considerando que el flagelo del desempleo alcanz el ndice de 6,2% de la poblacin econmicamente activa en todo en mundo, que en 2003 eran 186 millones las personas desempleadas y la situacin empeora todava ms en la medida que se flexibiliza el trabajo mediante leyes que recortan los derechos y reducen las protecciones laborales y los sueldos y se erosiona el salario mnimo. Adems no solo crece el desempleo, tambin la informalidad, como consecuencia de los llamados ajustes econmicos, recomendados por el Fondo Econmico Internacional (FMI) y el Banco Mundial;
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Considerando que las relaciones financieras internacionales impuestas por los carteles y otros organismos internacionales que ellos hegemonizan, traban el crecimiento econmico, la creacin de empleos y la distribucin de la riqueza y los ingresos; que las tasas de intereses exorbitantes quiebran las empresas nacionales, crean deudas impagables, alienan patrimonios y riquezas naturales; que los pases en desarrollo se transformaron en exportadores de capitales y financian, con su miseria, las ganancias
Considerando que, despus de siglos de rapia, se lleg al extremo de la explotacin financiera, en la cual US$ 93 billones estn destinados a la especulacin totalmente apartados de la produccin y provienen del saqueo de las naciones, del narcotrfico y del comercio de armas casi el doble del Producto Interno Bruto (PIB) mundial; que la poltica de devastacin arrasadora sobre las naciones menos desarrolladas provoc una transferencia de US$ 350 mil millones de los pases en vas de desarrollo para los llamados pases ricos, resultando la aparicin de un Estado dbil, la perdida de soberana, los mercados bajo el control de los grandes monopolios y del capital financiero, la reduccin de los gastos pblicos en salud, educacin, tecnologa, etc, la liquidacin de las economas nacionales, la privatizacin del patrimonio pblico y social, una mayor especulacin financiera y el debilitamiento y divisin de las organizaciones sindicales;
Considerando que los mismos pases que condenan a los pases pobres al desempleo y por lo tanto, al hambre y a la miseria, que devastan su flora y hoy practican la biopiratera ms vergonzosa contra nuestra biodiversidad, son los mismos que actan para hacer ilegal cualquier accin del Estado para limitar la actuacin de las empresas transnacionales, verdaderas responsables por las degradaciones ambientales, explotacin laboral, saqueo de las riquezas e impedimento de la implantacin de polticas pblicas de inters de las poblaciones y los mismos que dificultan el comercio de los pases en desarrollo, con las barreras no tarifarias, como clusula social, sello verde y mecanismos fitosanitarios;
Considerando que la devastacin que la oligarqua financiera viene provocando en la economa mundial arrastr consigo inclusive sus propias economas y apenas para citar un caso, hace aos que la economa norteamericana arrastra un crecimiento medio de poco ms de 2%, con miles de personas, en su inmensa mayora negras y pobres, abandonadas a su 55
propia suerte, sin ni siquiera agua y comida por varios das, como vimos en las escenas dantescas de la ciudad de Nueva Orlens;
Considerando la decadencia moral del imperio norteamericano e identificando que su crecimiento se ha hecho a expensas de la explotacin de los pases en vas de desarrollo, la apropiacin de empresas a travs de adquisiciones fraudulentas, especulacin financiera, falsificaciones y otros delitos;
Considerando la heroica resistencia de los pueblos y los trabajadores de todo en mundo contra las polticas de globalizacin empleadas por el imperialismo norteamericano en su vigorosa defensa de las economas regionales e nacionales, del desarrollo de la soberana nacional, la dignidad de las poblaciones, especialmente las ms pobres.
Los participantes en el XV Congreso de la Federacin Sindical Mundial declaramos que las prioridades en nuestra lucha son:
1. Rechazar la globalizacin capitalista por sus graves consecuencias sociales, polticas, econmicas, culturales y ambientales. 2. Luchar y defender polticas de generacin de empleo, y exigir la aplicacin de los fondos que se usan en la especulacin financiera para que se dediquen en actividades e inversiones productivas. 3. Luchar por el establecimiento de estructuras econmicas de orientacin social y democrtica en cada uno de nuestros pases y que permitan la redistribucin equitativa de la riqueza y los ingresos. 4. Apoyar la constitucin de un fondo mundial contra el hambre, administrado por la ONU y con la participacin de los trabajadores, con recursos provenientes de las deudas de los pases en desarrollo y de la especulacin financiera. 5. Defender y promover todas las formas de Estado Nacional, democrtico y popular. 6. Defender la cancelacin o anulacin de las deudas externas de los pases en vas de desarrollo y de los ms pobres.
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2. Luchar contra las presiones que ejercen los llamados pases ricos dentro de los organismos internacionales, en especial exigiendo la democratizacin y ampliacin del Consejo de Seguridad de la ONU y la ampliacin de la participacin de los trabajadores en OIT. Reforzar la lucha contra los carteles financieros y econmicos, en beneficio de las naciones y para que, en las Conferencias Internacionales del Trabajo, los problemas que causan impacto en el mundo del trabajo tengan tratamiento igual y transparente. 3. Apoyar todas las iniciativas de los trabajadores y organizaciones sociales en el mundo, as como de las naciones y de los gobiernos progresistas que estn resistiendo esa poltica neoliberal y de globalizacin responsable por la miseria en todos los continentes, creando condiciones para una vigorosa unidad de todas las fuerzas que tienen inters en la lucha contra el enemigo comn de la Humanidad: el imperialismo.
La larga transicin del capitalismo mundial al socialismo mundial. Capitalismo, imperialismo, mundializacin Samir Amin (Clacso) El discurso dominante impuso, desde hace veinte aos, el uso del trmino mundializacin (a veces escrito en "frangls", "globalisation") para designar, de manera general, los fenmenos de interdependencia a escala mundial de las sociedades contemporneas. El trmino nunca es relacionado con las lgicas de expansin del capitalismo, y menos an con las dimensiones imperialistas de su despliegue. Esta falta de precisin deja entender que se trata de una fatalidad, que es independiente de la naturaleza de los sistemas sociales -la mundializacin se impondra a todos los pases de la misma forma, sea cual sea su opcin de principio, capitalista o socialista-, y que acta entonces como una ley de la naturaleza producida por el estrechamiento del espacio planetario. Me propongo demostrar que este tipo de discurso es un discurso ideolgico destinado a legitimar las estrategias del capital imperialista dominante en la actual fase. Por lo tanto, los lmites objetivos de la mundializacin pueden ser reconsiderados a la luz de polticas diferentes a las que hoy son presentadas como las nicas posibles y cuyos contenidos y efectos sociales tambin seran diferentes. La forma de la mundializacin depende entonces, en definitiva, de la lucha de clases. 57
1. La mundializacin no es un fenmeno nuevo, y la interaccin de las sociedades es sin duda tan antigua como la historia de la humanidad (Arrighi, 1994; Bairoch, 1994; Braudel, 1979; Gunder Frank, 1978; Szentes, 1985; Wallerstein, 1989). Desde hace por lo menos dos milenios las "rutas de la seda" vehiculizaron no solamente las mercaderas sino que tambin permitieron las transferencias de conocimientos cientficos y tcnicos, y de las creencias religiosas que marcaron -por lo menos en parte- la evolucin de todas las regiones del mundo antiguo, asitico, africano y europeo. Las formas de estas interacciones y sus impactos eran sin embargo diferentes a las de los tiempos modernos -los del capitalismo. La mundializacin no es separable de la lgica de los sistemas que vehiculizan su despliegue. Los sistemas sociales anteriores al capitalismo, que califiqu en su momento de tributarios, estaban fundados en lgicas de sumisin de la vida econmica a los imperativos de la reproduccin del orden poltico-ideolgico, en oposicin a la lgica del capitalismo que invirti los trminos (en los sistemas antiguos el poder es la fuente de riqueza, en el capitalismo la riqueza funda el poder, escrib en relacin a esto). Este contraste entre los sistemas sociales antiguos y modernos establece una diferencia mayor entre los mecanismos y los efectos de la mundializacin en la antigedad y aquellos propios del capitalismo. La mundializacin de los tiempos antiguos ofreca "oportunidades" a las regiones ms atrasadas para que stas pudieran acercarse a los niveles de desarrollo de las ms avanzadas (Amin, 1996). Estas posibilidades fueron o no aprovechadas segn los casos. Pero esto dependa exclusivamente de determinaciones internas propias de las sociedades en cuestin, sobre todo en cuanto a las reacciones de sus sistemas polticos, ideolgicos y culturales a los desafos que representaban las regiones ms avanzadas. El ejemplo ms ilustrativo del notable xito de este orden es provisto por la historia europea, regin perifrica y atrasada hasta bien entrada la Edad Media en comparacin con los centros del sistema tributario (China, India y el mundo islmico). Europa recuper su atraso en un perodo breve -entre 1200 y 1500- para afirmarse, a partir del Renacimiento, como un centro de nuevo tipo, potencialmente ms poderoso y portador de nuevas y decisivas evoluciones respecto a todos sus predecesores. Atribu esta ventaja a la mayor flexibilidad del sistema feudal europeo, precisamente, porque era una forma perifrica del mundo tributario. 2. En contraste, la mundializacin de los tiempos modernos asociada al capitalismo es por naturaleza polarizante (Amin, 1997). Con esto quiero decir que la pro p i a lgica de la expansin mundial del capitalismo produce una desigualdad creciente entre quienes participan del sistema. Es decir, que esta forma de mundializacin no ofrece una posibilidad de rattrapage que ser aprovechada o no segn las condiciones internas propias de los pases en cuestin. El rattrapage de los atrasos requiere siempre la implementacin de polticas voluntaristas que entran en conflicto con las lgicas unilaterales de la expansin capitalista; polticas que, en funcin de esto, deben ser calificadas de "polticas antisistmicas de desconexin". Este ltimo trmino que he pro-16 puesto no es sinnimo de autarqua o un absurdo intento de "salir de la historia". Desconectar significa someter los vnculos con el exterior a las prioridades del desarrollo interno. Por lo tanto, este concepto es antagnico al que es preconizado y que llama a "ajustarse" a las tendencias mundialmente dominantes, ya que este ajuste unilateral se traduce para los ms dbiles en una acentuacin de su "periferizacin". Desconectar significa transformarse en un agente activo que contribuye a moldear la mundializacin, obligando a sta a ajustarse a las exigencias del desarrollo propio. La demostracin de esta tesis reposa en la distincin que propongo realizar entre el mecanismo general a travs del cual se expresa la dominacin de la ley del valor, propia 58
del capitalismo, y la forma mundializada de esta ley. En el capitalismo lo econmico se emancipa de la sumisin a lo poltico y se transforma en la instancia directamente dominante que comanda la reproduccin y la evolucin de la sociedad. De esta forma, la lgica de la mundializacin capitalista es, ante todo, la del despliegue de esta dimensin econmica a escala mundial y la sumisin de las instancias polticas e ideolgicas a sus exigencias. Por lo tanto, la ley del valor mundializada que comanda este proceso no puede ser reducida a la ley del valor que opera a nivel mundial tal como ella opera en el plano abstracto del concepto de modo de produccin capitalista. La ley del valor, analizada a ese nivel, supone la integracin de los mercados a escala mundial solamente en las dos primeras de sus dimensiones: los mercados de productos y de capital tienden a ser mundializados, mientras que los mercados de trabajo permanecen segmentados. En este contraste se expresa la articulacin, caracterstica del mundo moderno, entre por un lado una economa cada vez ms mundializada, y por el otro la permanencia de las sociedades polticas (Estados independientes o no) diferenciadas. Este contraste por s mismo genera la polarizacin mundial: la segmentacin de los mercados de trabajo produce necesariamente el agravamiento de las desigualdades en la economa mundial. La mundializacin capitalista es polarizante por naturaleza. 3. La polarizacin que caracteriza a la mundializacin capitalista revisti formas asociadas a las caractersticas principales de las fases de la expansin capitalista, que se expresan en formas apropiadas de la ley del valor mundializada. Estas son producidas, por un lado, por la articulacin de las leyes del mercado trunco (como consecuencia de la segmentacin del mercado de trabajo) y, por el otro, por las polticas de Estado dominantes, que se asignan el objetivo de organizar este mercado trunco en sus formas apropiadas. Separar lo poltico de lo econmico no tiene aqu ningn sentido; no hay capitalismo sin Estados capitalistas, salvo en la imaginacin de los idelogos de la economa burguesa. Estas formas polticas apropiadas articulan los modos de dominacin social internos propios a las sociedades del sistema y sus modos de insercin en el sistema mundial, ya sea como formaciones dominantes (centrales) o dominadas (perifricas). En la fase mercantilista (1500-1800) que precede a la revolucin industrial -y que por esta razn podemos considerar como una transicin del feudalismo al capitalismo acabado- encontramos la conjuncin entre formas polticas apropiadas -la monarqua absolutista del Antiguo Rgimen, fundada sobre el compromiso social feudalidad/burguesa mercantil- y las polticas de implementacin de las primeras formas de polarizacin: la proteccin militar y naval de los monopolios del gran comercio, la conquista de las Amricas y su modelado como periferias del sistema de la poca (que se "especializa" en producciones particulares tiles a la acumulacin del capital mercantil), y la trata de negros que se encuentra asociada a sta (Braudel, 1979; Gunder Frank, 1978; Wallerstein, 1989). De la Revolucin Industrial a los aos posteriores a la Segunda Guerra Mundial (18001950) se extiende una segunda fase de la mundializacin capitalista fundada en el contraste entre centros industrializados/periferias a las que se les niega la posibilidad de la industrializacin (Arrighi, 1994; Bairoch, 1994). Este contraste, que define una nueva forma de la ley del valor mundializada, no es un producto natural de las "ventajas comparativas" invocadas por la economa burguesa. Este contraste toma forma a travs de la implementacin de medios que revisten tanto dimensiones econmicas (el "libre cambio" impuesto a los partenaires de la nueva periferia en formacin) como polticas (las alianzas con las clases dominantes tradicionales de la nueva periferia, su insercin en el sistema mundial, la intervencin de las caoneras y, por ltimo, la conquista 59
colonial). Estas formas de la mundializacin se articulan en base a sistemas polticos propios de los centros industriales, nacidos ya sea de las revoluciones burguesas (Inglaterra, Francia, Estados Unidos), o de unificaciones nacionales que substituyen a stas en la constitucin de los mercados nacionales (Alemania, Italia), o, por ltimo, de modernizaciones "despticas iluminadas" (Rusia, Austria-Hungra, Japn). La variedad de las alianzas sociales hegemnicas propias de estas formas no debe hacernos olvidar su denominador comn: todas estas formas apuntan a aislar a la clase obrera. Determinan igualmente las formas y los lmites de la democracia burguesa de la poca. Este complejo sistema conoce una marcada evolucin, entre otras cosas, por el paso a la dominacin de los monopolios en la economa industrial y financiera de los centros -a partir de finales del siglo XIX- y, desde 1917, por la desconexin de la URSS. La mundializacin se caracteriza entonces por la acentuacin de los conflictos inter-centros (inter-imperialistas) y por la aceleracin de la colonizacin de las periferias, una de las cuestiones ms importantes de esta competencia agravada (Amin, 1993; Bellamy Foster, 1986). En conjuncin con esta evolucin se dibujan nuevas formas polticas que asocian al sistema -al menos parcialmente- a los representantes polticos de la clase obrera de los centros, aunque estos sistemas de "social-imperialismo" slo son embrionarios en aquella poca. Hasta el New Deal Norteamericano y el Frente Popular francs -a finales de los aos 1930-, los bloques hegemnicos siempre haban sido antiobreros. La Segunda Guerra Mundial modific las condiciones que guiaban la expansin capitalista polarizante de este siglo y medio de historia moderna. La derrota del fascismo modificaba profundamente las relaciones sociales de fuerza a favor de las clases obreras, que adquirieron en los centros posiciones que nunca haban conocido con anterioridad en el capitalismo; a favor de los pueblos de las periferias, cuyos movimientos de liberacin reconquistaron la independencia poltica de sus naciones; a favor del modelo sovitico del socialismo realmente existente, que apareca como la forma ms eficaz del proyecto de desconexin y de rattrapage. Al mismo tiempo, la consolidacin de la predominancia norteamericana sobre todos los otros centros capitalistas modificaba las condiciones de la competencia inter-imperialista. En otras oportunidades propuse una lectura del medio siglo de posguerra (1945- 1990) fundada en la articulacin entre los sistemas poltico-sociales de los tres conjuntos que constituyen el mundo por un lado, y de las formas de la mundializacin que la acompaan por el otro (Amin, 1993). A nivel de la organizacin interna de las sociedades en cuestin, encontramos pues: (i) el gran compromiso social capital-trabajo que caracteriza a los antiguos centros (el Estado de Bienestar, las polticas keynesianas, etc.); (ii) los modelos nacionalistas populistas modernizadores del Tercer Mundo; (iii) el modelo sovitico de socialismo (prefiero hablar de "capitalismo sin capitalistas"). La mundializacin que caracteriza a esta tercera gran fase de la historia moderna es negociada (por los Estados), encuadrada y controlada por los compromisos que estas negociaciones garantizan. Sus condiciones no son dictadas unilateralmente por el capital de los centros dominantes, como en las fases precedentes. Esta es la razn por la cual esta fase est dominada por el discurso del "desarrollo" (es decir, el del rattrapage) y por prcticas de desconexin anti-sistmicas que estn en conflicto con las lgicas unilaterales de despliegue del capitalismo. Esta fase se encuentra hoy terminada con la erosin y el posterior hundimiento de los tres modelos societarios que la fundaban (el debilitamiento del Estado de Bienestar en Occidente, la desaparicin de los sistemas soviticos, la recompradorisation de las 60
periferias del Sur) y la recomposicin de relaciones de fuerza favorables al capital dominante. Ms adelante volver sobre la cuestin de las alternativas a la mundializacin, y sobre los conflictos que resultan de stas. En este anlisis, el nfasis puesto en la polarizacin inmanente a la expansin mundial del capitalismo es esencial. Este carcter permanente de la mundializacin capitalista es simplemente negado por la ideologa burguesa dominante, que persiste en afirmar que la mundializacin ofrece una "oportunidad" que las sociedades pueden aprovechar o no, segn razones que les son propias. Pero lo que segn mi punto de vista resulta ms grave, es que el pensamiento socialista (incluido el del marxismo histrico) comparti, al menos en parte, la ilusin de rattrapage posible en el marco del capitalismo. La teora de la mundializacin capitalista que propongo, y de la cual esboc las grandes lneas, hace de este concepto un sinnimo de imperialismo. El imperialismo no es pues un estadio -el estadio supremo- del capitalismo, sino que constituye su carcter permanente. 4. El discurso de la ideologa dominante de las fases recientes del capitalismo, sometido a las exigencias de las relaciones de fuerza propias a estas fases sucesivas, formula un concepto de la mundializacin que le es propio. El trmino "mundializacin" es aqu un sustituto del concepto "imperialismo", prohibido en esos discursos. De 1880 a 1945 este discurso es liberal, nacional e imperialista (en el sentido leninista del trmino). Liberal en la medida en que est fundado sobre el principio de la autorregulacin de los mercados an si, de hecho, las polticas de Estado encuadran su funcionamiento para ponerlos al servicio de la reproduccin de las alianzas sociales dominantes (protegiendo la agricultura de los pequeos campesinos para asegurarse su apoyo electoral contra la clase obrera, por ejemplo). Nacional en la medida en que la reproduccin del mercado nacional auto-centrado constituye el eje de las polticas de Estado, en sus dimensiones interna y externa. Imperialista en la medida en que, en la poca de los monopolios dominantes, estas polticas acusan la competicin internacional que las transforma en conflictos violentos inter-Estados. A menudo, el discurso dominante admite las dos primeras caractersticas, que legitima asocindolas al ejercicio de la democracia parlamentaria. Pero no ocurre lo mismo con el carcter imperialista, del que nunca se habla. Por otro lado, el propio trmino de "mundializacin" es desconocido, o bien confundido de forma oprobiosa con el de "cosmopolitismo antipatritico". Por el contrario, lo que este discurso vehiculiza es un nacionalismo chauvinista que tiene por funcin lograr la adhesin de la mayora, si no de la totalidad de los ciudadanos, al Estado de los monopolios. La mundializacin de hecho que domina la escena es entonces aquella definida por la colonizacin y el desprecio por los pueblos no europeos. Pero de esto no se habla, o se menciona muy poco; se da por "sobreentendido". El quiebre que se inaugura en 1917 a travs de la proclamacin de un objetivo societario socialista no es aceptado: slo se trata de una aberracin irracional y salvaje En el perodo de la posguerra el discurso dominante es otro; lo califico como social y nacional operando en el contexto de una mundializacin controlada (Amin, 1993). Por social entiendo el hecho de que est fundado precisamente en compromisos sociales histricos que "integran" (o que se proponen integrar -y lo logran en gran medida) las clases obreras en el centro, las clases populares en el Este y en el Sur. Social no es 61
sinnimo de socialista, an si este calificativo ha sido empleado a diestra y siniestra al servicio de los proyectos societarios en cuestin. Nacional en el sentido de que los compromisos son definidos en el marco de los Estados polticos construidos por polticas sistemticas de los poderes pblicos nacionales. El trmino de "mundializacin" forma parte de este discurso, an si el mismo est reservado exclusivamente al "mundo libre", excluyendo a los pases comunistas proclamados "totalitarios". Esta mundializacin es legitimada por consideraciones casi naturales prximas a las que se encuentran en el discurso contemporneo: el "achicamiento" del planeta. Sin embargo, su dimensin imperialista es cuidadosamente desvinculada de la forma colonial anterior, que fue vencida por los movimientos de liberacin de los pueblos de la periferia. El conflicto de los imperialismos es tambin silenciado, el alineamiento detrs de los Estados Unidos -que se transform en una especie de superimperialismo- es aceptado y an publicitado en nombre de la defensa comn contra el comunismo. Inclusive la propia construccin europea no cuestiona esta jerarqua mundial, aceptando articularse en torno a la OTAN. El capitalismo mundializado de la posguerra es particular por dos razones. En primer lugar, porque funciona en base a relaciones sociales que otorgan al trabajo un lugar que no refiere a la lgica propia del capitalismo, sino que expresa un compromiso entre esta lgica y lgicas populares y nacionales antisistmicas. El crecimiento de los salarios que acompaa el de la productividad, el pleno empleo, la seguridad social, el rol preponderante del Estado en el proceso de industrializacin, la redistribucin del ingreso a travs de los impuestos, sin contar las grandes reformas agrarias o las colectivizaciones, no responden a la lgica del mximo beneficio, que es la que comanda al modo de produccin capitalista. Estos fenmenos, por el contrario, expresan las ambiciones de proyectos societarios populares y nacionales. Este compromiso entre lgicas societarias conflictivas obliga al capital a ajustarse a las reivindicaciones de los trabajadores y de los pueblos. Es este lmite el que permiti, paradjicamente, que este perodo histrico se caracterizara por un fuerte crecimiento, sin igual, a escala mundial. El modelo se sita pues en las antpodas del propuesto e impuesto hoy, que se funda en la lgica exclusiva del capital y en la pretensin de que corresponde a los trabajadores y a los pueblos realizar el esfuerzo para "ajustarse", lo que a su vez confina a la economa al estancamiento. Como complemento de estos compromisos sociales, la mundializacin que los acompaa es controlada por los Estados que son sus garantes. El perodo es pues un perodo de reduccin de los efectos polarizadores de la lgica unilateral de la expansin del capitalismo, reduccin traducida por los fuertes ritmos de industrializacin de los pases del Este y del Sur. Los modelos societarios que haban logrado imponer los compromisos evocados alcanzaron sus lmites histricos como resultado de su propio xito. Habindose agotado sin haber creado las condiciones que permitieran a las fuerzas populares y democrticas avanzar an ms, los temas que fundaban su legitimidad (el Estado de Bienestar y el progreso material continuo, la construccin del socialismo, la afirmacin de las naciones modernizadas del Tercer Mundo) aparecieron como ilusiones. En aquel momento estaban reunidas las condiciones para permitir una ofensiva masiva del capital, decidido a imponer su lgica unilateral. Luego del rechazo por parte de la OCDE del proyecto de "Nuevo Orden Econmico Internacional", propuesto por los pases del Tercer Mundo en 1975 (un proyecto de rejuvenecimiento de la mundializacin controlada que hubiera permitido la continuacin del crecimiento general), la recompradorisation del Tercer Mundo recobra actualidad (Amin, 1989). Esta se manifiesta en los programas llamados de "ajuste estructural", programas que tienden al desmantelamiento de las conquistas del nacionalismo populista de las dcadas 62
anteriores. Despus de que Thatcher y Reagan hayan proclamado su voluntad de desmantelar el Estado de Bienestar a partir de 1980, seguidos prontamente por los pases de la OCDE, el neoliberalismo se transformar en la ideologa dominante. Por ltimo, el derrumbe de los sistemas soviticos de Europa y de la URSS a finales de la dcada de 1980 permiti la "reconquista" de estas sociedades por parte de un capitalismo salvaje que navega "viento en popa". 5. Restablecida la lgica unilateral del capital, sta se expresa en la implementacin de polticas que presentan las mismas caractersticas en todos lados: tasas de inters elevadas, reduccin del gasto pblico social, desmantelamiento de las polticas de pleno empleo y prosecucin sistemtica del restablecimiento de la desocupacin, desgravacin fiscal en beneficio de los ricos, desregulaciones, privatizaciones, etc. El conjunto de estas medidas significa el retorno de los bloques hegemnicos anti-obreros, antipopulares. Esta lgica funciona en beneficio exclusivo del capital dominante y, singularmente, de sus segmentos ms poderosos -que son tambin los ms mundializados-, el capital financiero. La "financiarizacin" constituye de esta manera una de las principales caractersticas del actual sistema, tanto en sus dimensiones nacionales como en su dimensin mundial. Esta lgica exclusiva del capital se expresa en la supresin de los controles de las transferencias de capitales de toda ndole (los destinados a la inversin o a la especulacin), y por la adopcin del principio de cambios libres y fluctuantes (Amin, 1995; Amin et al, 1993; Braudel, 1979; Chesnais, 1994; Kreye, Frobel y Heinrichs, 1980; Pastr, 1992). El restablecimiento de la ley unilateral del capital no inaugura una nueva fase de expansin. Por el contrario, produce una espiral de estancamiento, en la medida en que la bsqueda de la mxima rentabilidad provoca, si no encuentra obstculos sociales importantes, la profundizacin de la desigualdad en la distribucin de las riquezas (ley de pauperizacin de Marx). Esta situacin se verifica en todos los partenaires del actual sistema: tanto en el Oeste, como en el Este y en el Sur, al igual que en el plano internacional. Esta desigualdad produce a su vez la crisis, es decir, un sur -plus creciente de capitales que no encuentran salida en la expansin del sistema productivo. Los poderes de turno estn preocupados exclusivamente por la gestin de esta crisis y son incapaces de encontrarle una solucin. Detrs del discurso neoliberal mundializado se esconden, pues, polticas perfectamente coherentes de gestin de la crisis cuyo nico objetivo es el de crear salidas financieras al surplus de capitales, como manera de evitar lo que ms teme el capital: la desvalorizacin masiva. La "financiarizacin" es la expresin de esta gestin, tanto a nivel nacional como a escala mundial. Las elevadas tasas de inters, los cambios fluctuantes y la libertad para realizar transferencias especulativas, las privatizaciones, al igual que el dficit de la balanza de pagos de los Estados Unidos y la deuda externa de los pases del Sur y del Este, cumplen estas funciones. El discurso sobre la mundializacin debe ser resituado en el marco de la gestin de la crisis. A las dimensiones econmicas de la misma se suman las estrategias polticas complementarias, que calificara de igual forma de medios de gestin de la crisis. El objetivo central de estas polticas es desmantelar las capacidades de resistencia que podran representar los Estados, de forma tal de hacer imposible la constitucin de fuerzas sociales populares eficaces. El etnicismo es invocado a tales efectos, para legitimar la "explosin" de los Estados: detrs de consignas como "todas las Eslovenas o Chechenias posibles", objetivo que se persigue con gran cinismo, se esconde un pretendido discurso democrtico de reconocimiento de los "derechos de los pueblos". 63
Con este fin tambin se recurre a otros medios, que van desde el apoyo a los fundamentalismos religiosos hasta las manipulaciones de la opinin. Constatamos que las intervenciones en favor de la "democracia" y de los derechos humanos estn sometidas estrictamente a los objetivos estratgicos de los poderes imperialistas. La regla es "dos pesos, dos medidas". De manera general, estas polticas vacan de todo contenido las aspiraciones democrticas de los pueblos y preparan la gestin del caos por intermedio de lo que yo llamo una "democracia de baja intensidad", en paralelo a las intervenciones -an las intervenciones militares de "baja intensidad"- que promueven las guerras civiles. 6 . Ni la utopa reaccionaria de la mundializacin desenfrenada y del neoliberalismo generalizado, ni las prcticas de la gestin poltica del caos (y no de cualquier nuevo orden mundial) que esta utopa supone, son sostenibles. Para atenuar los efectos destructores de la misma y limitar el peligro de violentas explosiones, los sistemas de poder intentan poner un mnimo de orden en medio del caos. Las regionalizaciones concebidas en este marco persiguen esta finalidad atando a las diferentes regiones de la periferia a cada uno de los centros dominantes: el ALENA (NAFTA, en ingls) somete a Mxico (y, en perspectiva, a toda Amrica Latina) al carro norteamericano; la asociacin AC P -CEE, los pases de Africa al de la Europa Comunitaria; el nuevo ASEAN podra facilitar la implementacin de una zona de dominacin japonesa en el Sudeste Asitico (Amin, en prensa; Yachin y Amir, 1988). La propia construccin europea es arrastrada en el torbellino de esta reorganizacin neo-imperialista asociada al despliegue de la utopa neoliberal. La sumisin del proyecto europeo a los imperativos neoliberales, expresada en el Tratado de Maastricht en la prioridad asignada a la creacin de una moneda comn (el euro) cuya gestin precisamente est fundada en principios neoliberales en detrimento de la consolidacin de un proyecto poltico y social comn progresista, fragiliza al propio proyecto europeo, y lo fragilizar an ms a medida que los movimientos sociales de protesta y de rechazo a las polticas neoliberales en curso se amplifiquen. Las contradicciones de la mundializacin en curso son gigantescas y todo indica que stas se agravarn, tanto por la resistencia de los pueblos -en los centros y en las periferias- como por la acentuacin de las divergencias en el seno del bloque imperialista dominante, que el aumento de las resistencias no har ms que profundizar. La ms importante de estas contradicciones reside en el llamativo contraste que oponen las dos nuevas mitades del sistema mundial. Constatamos en efecto que todo el continente americano, Europa Occidental y su anexo africano, los pases de Europa Oriental y de la ex URSS, Medio Oriente y Japn, estn afectados por la crisis asociada a la implementacin del proyecto neoliberal mundializado. Por el contrario, el Este asitico -China, Corea, Taiwn, el sudeste asitico- escapa a esta situacin, precisamente porque los poderes que all gobiernan rechazan el sometimiento a los imperativos de la mundializacin desenfrenada que se impuso en el resto del mundo. India se encuentra a mitad de camino entre este "Oeste" y este "Este" nuevos. Esta opcin asitica -cuya discusin acerca de las races histricas nos alejara de nuestro tema de anlisis- est ligada al xito de la regin, cuyo crecimiento econmico se acelera al mismo tiempo en que ste se frena en el resto del mundo. La estrategia de los Estados Unidos est guiada por la voluntad de quebrar esta autonoma que Asia del Este conquist en sus relaciones con el sistema mundial. Esta estrategia se empea en desmantelar a China, en torno a la cual podra cristalizar progresivamente el conjunto de la regin del Este asitico. Apuesta por la independencia de Japn, que necesita del apoyo de Washington para enfrentar no solamente a China, sino tambin a Corea e 64
incluso al sudeste asitico, proponiendo para ello substituir la regionalizacin asitica informal en curso por una regin Asia-Pacfico (APEC). Europa constituye la segunda regin llamada a padecer las previsibles turbulencias. El futuro del proyecto de la Unin Europea est efectivamente amenazado por el empecinamiento neoliberal de sus clases dirigentes y por las previsibles y crecientes protestas de sus clases populares (Toulemon, 1994). Pero este proyecto tambin se encuentra amenazado por el caos en el Este, ya que a corto plazo la lgica del neoliberalismo conduce a la opcin de la "latinoamericanizacin" de Europa del Este y de los pases de la ex URSS. Esta periferizacin, que funcionar quizs principalmente en beneficio de Alemania, contribuye a una evolucin global hacia una "Europa alemana". En el mediano plazo esta opcin favorece el mantenimiento de la hegemona norteamericana a escala mundial, mientras que Alemania opta, al igual que Japn, por permanecer bajo la influencia de Washington. Pero a ms largo plazo esta opcin arriesga despertar las rivalidades intraeuropeas que hoy estn latentes. En otras regiones del mundo las cosas tampoco ests resueltas de antemano. En Amrica Latina, el ALENA coincidi, no por casualidad, con la revuelta de Chiapas en Mxico. Y el proyecto de extensin del modelo propuesto por el ALENA al conjunto del continente se enfrenta ya en las capitales del sur al cuestionamiento de la mundializacin desenfrenada. Aunque el proyecto del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y abierto a Chile y Bolivia) haya sido concebido en sus inicios en los marcos de la ptica neoliberal, no est dicho que no pueda evolucionar en direccin hacia una autonomizacin -an relativa- de la regin. Hasta ahora, la gestin de las contradicciones de la mundializacin ha dado una nueva oportunidad al mantenimiento de la hegemona norteamericana. "Menos Estado" significa menos Estado en todos lados, salvo en Estados Unidos, que, por el doble monopolio del dlar y de la potencia de intervencin militar, y sostenido por Alemania y Japn (que ocupan brillantemente su rol de segundos), mantiene su posicin hegemnica a escala global frente a Asia del Este, a quien Washington intenta privar de alianzas posibles con Europa y con Rusia. 7. El futuro del sistema mundial sigue siendo una incgnita, al igual que las formas de la mundializacin a travs de las que se expresarn las relaciones de fuerza y las lgicas que guiarn la eventual estabilidad del mismo. Esta incertidumbre permite -a quien lo desee- librarse al gratuito juego de los "escenarios", ya que todo puede ser imaginado. Por el contrario, propongo concluir el anlisis de la mundializacin aqu presentado examinando por un lado las tendencias de la evolucin coherentes con la lgica interna propia del capitalismo, y por el otro los objetivos estratgicos antisistmicos que las luchas populares podran fijarse en las condiciones actuales. Ya he sugerido que las tendencias de la evolucin del capitalismo contemporneo se articulan en torno al refuerzo de lo que he llamado los "cinco monopolios" que caracterizan a la mundializacin polarizante del imperialismo contemporneo: (i) el monopolio de las nuevas tecnologas; (ii) el del control de los flujos financieros a escala mundial; (iii) el control del acceso a los recursos naturales del planeta; (iv) el control de los medios de comunicacin; (v) el monopolio de las armas de destruccin masiva (Amin, 1996; Amin, 1997; Amin et al, 1993; Gonzlez Casanova et al, 1994). No es difcil, pues, imaginar el tablero de una mundializacin futura en sintona con la dominacin de esta forma de la ley del valor. Los centros dominantes tradicionales conservaran su ventaja, reproduciendo las jerarquas ya visibles: los Estados Unidos 65
conservaran su hegemona mundial (por sus posiciones dominantes en el mbito de la investigacin-desarrollo, el monopolio del dlar y la gestin militar del sistema), flanqueados en segundo trmino por Japn (por su contribucin a la investigacindesarrollo), por Gran Bretaa como socio financiero, y por Alemania por su control de Europa. Las periferias activas de Asia del Este, de Europa Oriental y de Rusia, India y Amrica Latina constituiran las principales zonas perifricas del sistema, mientras que Africa y los mundos rabe e islmico, marginalizados, quedaran abandonados a conflictos y convulsiones que slo amenazaran a ellos mismos. En los centros del sistema, el nfasis puesto en las actividades ligadas a los cinco monopolios mencionados implicara la gestin de una sociedad "a dos velocidades", es decir, una marginalizacin a travs de la pobreza, de los empleos precarios y de la desocupacin de importantes sectores de la poblacin. Esta mundializacin -que es aquella que se perfila detrs de las opciones en curso que el neoliberalismo intenta legitimar presentndola como "una transicin hacia la felicidad universal"- no es, por cierto, fatal. Por el contrario, la fragilidad del modelo es evidente. Su estabilidad supone la aceptacin indefinida por parte de los pueblos de las condiciones inhumanas que les son reservadas, o que sus protestas sean espordicas, aisladas entre ellas, se alimenten de ilusiones (tnicas, religiosas, etc.) y que no logren salir de estos impasses. Es obvio que la gestin poltica del sistema por la conjuncin de la movilizacin de los medios de comunicacin y los medios militares intentar perpetuar esta situacin que an hoy es dominante. --------------------------------NOTAS DEL TRADUCTOR 1 El trmino rattrapage en francs refiere a la posibilidad de recuperar, de "reatrapar", el atraso respecto a cierto fenmeno o proceso en curso. En este caso, el trmino hace referencia a la imposibilidad de los pases perifricos de alcanzar niveles de desarrollo similares a los de los pases centrales. Esto se debe a que, segn explica el autor, a diferencia de lo que suceda en la antigedad, la lgica actual de la mundializacin no otorga estas oportunidades a los pases perifricos. 2 El trmino recompradorisation remite al complejo proceso de insercin subordinada que la nueva fase del capitalismo supuso para los pases perifricos y que refiere tanto al desmantelamiento de las estructuras y conquistas caractersticas de las experiencias del "nacionalismo populista" anteriores como a las polticas y procesos que devienen de la constitucin de lo que el autor llama los "cinco monopolios". (Tomado de Bolpress)
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