Don Quijote de La Mancha

DON QUIJOTE DE LA MANCHA
¿Qué trata la historia de don Quijote de la Mancha?

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha narra las aventuras de
Alonso Quijano, un hidalgo pobre que de tanto leer novelas de
caballería acaba enloqueciendo y creyendo ser un caballero andante,
nombrándose a sí mismo como don Quijote de la Mancha.
¿Cuál es el mensaje del Quijote de la Mancha?

Se fiel a tus ideales. Nada ni nadie debe hacerte cambiar tus valores y
tus ideales. A pesar de que la vida no es fácil, de que puede haber
adversidades en el camino, debes ser fiel a tus ideales. Es importante
tener sueños en la vida, porque sino esta pierde emoción.
don Quijote nos enseña que el amor es un acto de nobleza y que un

caballero andante siempre buscará las cualidades de la persona
amada. Don Quijote encuentra a su doncella en Aldonza Lorenzo, una
mujer poco agraciada a la que él ve como la mujer más hermosa del
mundo.
Diferencias entre Quijote y Sancho

La differencia es que Sancho Panza es un campesino, pero Don
Quijote no lo es. Sancho es codicioso, pero Don Quijote tiene un gran
corazón. Lo que los dos tienen en común es que Don Quijote y
Sancho Panza son fieles uno al otro.
Sancho Panza, a diferencia de su señor, es un hombre realista y
práctico que lo seguirá fielmente a pesar de que no entiende sus
idealismos. Mientras Don Quijote se dedica a deshacer imaginarios
entuertos en su camino; Sancho, sencillo y bonachón, tratará de
disuadirle para que no se meta en complicaciones.
¿Cómo se volvió caballero y en que capitulo?
CAPÍTULO III
Donde se cuenta la graciosa manera que tuvo don Quijote en armarse
caballero.
El “señor del castillo” escogió una oración de su libro, don Quijote se
arrodilló ante él y éste con una espada le armó caballero. Al amanecer
se despidieron. Don Quijote le agradeció “la merced de haberle
armado caballero” y el ventero le deseó buena suerte en su viaje
aventurero.
Resumen del Capítulo 8

El capítulo VIII que trata de la búsqueda de hazañas de Don Quijote
con Sancho Panza para conseguir el honor heroico que tanto
anhelaba. Este a través de su fantasía cree combatir con gigantes que
en realidad eran molinos y secuestradores de una princesa que eran
solo frailes con una mujer en un carruaje. La constante fantasía que
tiene el personaje principal lo lleva a hazañas y aventuras violentas
que hacen avanzar la historia.
Aventura de los molinos de viento
En su camino encuentran a treinta o cuarenta molinos de viento y don

Quijote le dice a Sancho que son gigantes y que van a entrar en
batalla con ellos. Sancho le corrige y le dice que no son gigantes sino
molinos de viento, pero don Quijote insiste en su fantasía y arremete
contra ellos. Le da una lanzada en el aspa, pero cuando un fuerte
viento mueve al aspa, rompe su lanza en pedazos y los lleva por
delante a don Quijote y Rocinante. Sancho acude a ayudarlos y le dice
a don Quijote que bien le había dicho que no eran gigantes. Don
Quijote cree que fue el encantador Frestón quien convirtió a los
gigantes en molinos para quitarle la gloria de su vencimiento.
Pasan esa noche afuera descansando entre unos árboles y don

Quijote desgaja un ramo de uno de ellos para reemplazar a su lanza,
ya que había leído que otro caballero hizo lo mismo cuando se quedó
sin espada. El día siguiente, don Quijote le dice a Sancho que sólo
puede ayudarlo en batalla si es contra gente baja y canallas, pero que
no debe interferir si es un altercado entre caballeros hasta que reciba
la orden de caballería.
Aventura del secuestro

En el camino ven que se acercan dos frailes y detrás de ellos un coche
en el que viene una señora vizcaína que va a Sevilla. Don Quijote, sin
embargo, cree que son encantadores que llevan en el coche a alguna
princesa secuestrada. De nuevo, Sancho trata de hacerlo entender
que son frailes y gente pasajera en el coche, pero don Quijote le
responde que no sabe mucho de aventuras.
Don Quijote se les acerca a los frailes, les llama "gente endiablada y
descomunal", y les exige que dejen libres a las princesas que han
secuestrado. Los frailes se quedan muy asombrados ante tales
acusaciones e insisten en que no son endiablados ni llevan a nadie
secuestrado, pero no llegan a convencer a don Quijote, quien
arremete contra el primer fraile, dejándolo tirado al suelo mientras que
el otro huye.
Sancho comienza a quitarle los hábitos al fraile porque cree que le

corresponden como despojos de batalla. Llegan dos mozos de los
frailes y atacan a Sancho. Mientras tanto, don Quijote está hablando
con la señora que viene en el coche. Le dice que el único
agradecimiento que quiere de ella por haberle salvado es que regrese
a Toboso y que le cuente todo lo sucedido a su señora Dulcinea. Un
escudero vizcaíno que acompaña a la señora escucha esto, amenaza
a don Quijote y los dos comienzan una pelea de espadas.
¿Qué motiva sus aventuras?

Don Quijote tiene dos motivaciones para llevar a cabo sus
hazañas: mejorar el mundo, reviviendo la sociedad que había en la
denominada "Edad de Oro", y conseguir el amor de Dulcinea del
Toboso "
¿A quién dedica sus hazañas?

DULCINEA DEL TOBOSO. Labradora vecina de Don Quijote. Es un
personaje imaginario que solo se encontraba en la imaginación del
famoso Hidalgo. Para Don Quijote es la más bella doncella sobre la
faz de la Tierra y por la que lucha cada día y a la que brinda sus
hazañas.
Resumen del final de la obra
Don Quijote yace en su lecho de muerte.
Don Quijote parece contraer una enfermedad que lo tiene en cama
durante seis días. Cuando el médico viene a verlo, menciona que “la
melancolía y el desaliento lo estaban llevando a su fin”. Don Quijote no
padece ningún tipo de enfermedad, sino la decepción de sus esperanzas
para Dulcinea que se derivan del hecho de que su visión de Dulcinea no
existe.
Sus amigos y compañeros intentan animar a Don Quijote, recordándole
incluso la vida pastoral que le espera. Esta es una referencia a su vida
futura en el país, donde podrá cultivar cualquier cosecha o animal que
desee. El soltero incluso le dice a Don Quijote que “ya ha compuesto una
égloga”. Esto es simplemente un poema de temática pastoral.
Ninguno de estos intentos proporciona ningún alivio a lo que aflige a
Don Quijote. Les pide a todos un poco de tranquilidad para que pueda
dormir. Al despertar, clama que Dios le ha revelado todo en un
sueño. Ahora reconoce que los libros de caballería están llenos “de
absurdos y engaños”. Ve que la vida que ha vivido hasta este momento
ha sido inútil y una farsa, o un acto ridículo. Esta repentina comprensión
proporciona un poco de ironía, considerando todas las aventuras que Don
Quijote ha tenido en nombre de la caballería.
Sus amigos no creen en las palabras de Don Quijote. No entienden cómo
puede dejar todo a un lado mientras se acerca al final de su vida. Don
Quijote lo confirma cuando les dice que su nombre ya no es “Don
Quijote de la Mancha … sino Alonso Quijano el Bueno”. Como
resultado de todo esto, los amigos creen que se ha vuelto loco. En
cambio, Don Quijote descubre que todo hasta este punto de su vida no ha
sido más que “cuentos ociosos”.
Don Quijote, sabiendo que pronto morirá, pide un confesor y un
escribano para redactar su testamento. El sacerdote llega y encuentra que
Don Quijote, ahora Alonso Quijano, está en su sano juicio y puede
proceder con su confesión. Los amigos se van para que se lleve a cabo la
confesión. Cuando regresan, Don Quijote les lee su testamento.
Deja a Sancho todo lo que prometió, más lo que sobra después del
pago. También pide perdón por “hacer que parezcas loco, como yo”.
Sancho intenta decirle que el encargo del caballero era cierto, pero
Alonso Quijano lo descarta como una locura. A continuación, deja su
herencia a su sobrina, con la condición de que quien se case con ella no
haya oído nada “sobre libros de caballería”. Si el hombre con el que
quiere casarse sabe de estos libros, no obtiene nada. Alonso Quijano es
inflexible sobre los peligros de estos libros.
Después de leer su testamento, Alonso Quijano se desmaya y fallece tres
días después.
Don Quijote se enfrenta a la muerte. Está enfermo, pero también se da
cuenta de que gran parte de su vida se basó en la falsedad. Como resultado
de esto, su desaliento acelera su destino. Reconoce la falsedad en la que se
basó su vida. Reconoce que ha sido una farsa, confiesa la inutilidad de su
vida y redacta un testamento. En el testamento, irónicamente indica cuánto
le desagradan las historias de caballeros y galantería.
En este último capítulo destaca la desgracia de Don Quijote, ahora
conocido como Alonso Quijano, al conocer la verdad demasiado tarde. Es
un recordatorio de que uno debe vivir su vida y disfrutar de lo que tiene
para ofrecer, en lugar de tratar de imitar lo que otros han
experimentado. Vivir una vida que ya ha sido vivida dejará a uno
sintiéndose vacío y descontento.

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