Qué Son Los Trastornos Alimentarios

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¿Qué son los trastornos alimentarios?

Los trastornos alimentarios son afecciones graves de salud mental. Implican problemas serios sobre cómo se piensa
sobre la comida y la conducta alimenticia. Se puede comer mucho menos o mucho más de lo necesario.

Los trastornos alimentarios son afecciones médicas. No son un estilo de vida. Afectan la capacidad del cuerpo para
obtener una nutrición adecuada. Esto puede provocar problemas de salud como enfermedades cardíacas y renales, o
incluso la muerte. Sin embargo, hay tratamientos que pueden ayudar.

Listar y explicar brevemente cuales son los principales trastornos

Anorexia nerviosa: Las personas con anorexia nerviosa evitan los alimentos, restringen severamente los alimentos o
comen cantidades muy pequeñas de solo algunos alimentos. Pueden verse a sí mismas con sobrepeso, incluso cuando
están peligrosamente delgadas. La anorexia nerviosa es el menos común de los tres trastornos alimenticios, pero a
menudo es el más grave. Tiene la tasa de mortalidad más alta de cualquier trastorno mental

Bulimia nerviosa: Las personas con bulimia nerviosa también tienen períodos de atracones. Pero luego se purgan
provocándose vómitos o usando laxantes. También pueden hacer ejercicio en exceso o pueden ayunar. Las personas
con bulimia nerviosa pueden tener poco peso, peso normal o sobrepeso

Atracones de comida: Es decir, comer sin control. Las personas con trastorno por atracón siguen comiendo incluso
después de estar llenas. A menudo, comen hasta que se sienten muy incómodos. En general, después tienen
sentimientos de culpa, vergüenza y angustia. Darse atracones de comida con demasiada frecuencia puede causar
aumento de peso y obesidad. El trastorno por atracón es el trastorno alimentario más común en los Estados Unidos

Trastorno por evitación y restricción de la ingesta de alimentos: El trastorno por evitación y restricción de la ingesta
de alimentos, anteriormente conocido como trastorno de alimentación selectiva, es una afección en la que las personas
limitan la cantidad o el tipo de alimentos que ingieren. A diferencia de la anorexia nerviosa, las personas con este
trastorno no tienen una imagen corporal distorsionada ni un temor extremo a aumentar de peso. Este trastorno es más
frecuente en la niñez media y por lo general su inicio es más temprano que otros trastornos de la alimentación. Muchos
niños pasan por fases de ser quisquillosos a la hora de comer, pero un niño con trastorno por evitación y restricción de la
ingesta de alimentos no consume suficientes calorías para crecer y desarrollarse adecuadamente, y un adulto con este
trastorno no consume suficientes calorías para mantener las funciones básicas del cuerpo.

Explicar la anorexia y la bulimia, que son, factores de riesgos, características de cada uno, formas de prevención
y tratamiento

Anorexia: es un trastorno de alimentación que hace que las personas pesen menos de lo que se considera saludable
para su edad y estatura, generalmente por una pérdida excesiva de peso.

Las personas con este trastorno pueden tener un miedo intenso a aumentar de peso, incluso cuando están con peso
insuficiente. Es posible que hagan dietas o ejercicio en forma excesiva o que utilicen otros métodos para bajar de peso.

Factores de riesgos: No se conocen las causas exactas de la anorexia. Muchos factores probablemente estén
involucrados. Los genes y las hormonas pueden jugar un papel. Las actitudes sociales que promueven tipos de cuerpos
muy delgados también pueden contribuir.

Los factores de riesgo para la anorexia incluyen:

Estar más preocupado o prestarle más atención al peso y la figura del cuerpo

Tener un trastorno de ansiedad en la niñez

Tener una imagen negativa de sí mismo

Tener problemas alimentarios durante la lactancia o la primera infancia

Tener ciertas ideas culturales o sociales respecto de la salud y la belleza

Tratar de ser perfeccionista o demasiado centrado en reglas


La anorexia a menudo comienza durante los años anteriores a la adolescencia o la adolescencia, o a principios de la
edad adulta y es más común en mujeres, aunque también se puede ver en hombres.

Síntomas o características: Una persona con anorexia por lo general:

Tiene un miedo intenso de aumentar de peso o engordar, incluso cuando su peso es insuficiente.

Se niega a mantener su peso en lo que se considera normal para su edad y estatura (15% o más por debajo del peso
normal).

Tiene una imagen corporal que está muy distorsionada, está muy concentrada en el peso corporal o la figura y se
niega a admitir el peligro de la pérdida de peso.

Las personas con anorexia pueden limitar mucho la cantidad de alimento que comen, o comen y luego se provocan el
vómito. Otros comportamientos incluyen:

Cortar el alimento en pedazos pequeños o cambiarlos de lugar en el plato en lugar de comérselos.

Hacer ejercicio a toda hora, incluso cuando hay mal tiempo, están lastimadas o están muy ocupadas.

Ir al baño inmediatamente después de las comidas.

Negarse a comer con otras personas.

Usar pastillas que las hagan orinar (diuréticos), tener deposiciones (enemas y laxantes) o que disminuyan su apetito
(pastillas para adelgazar).

Otros síntomas de anorexia pueden incluir:

Piel amarillenta o manchada que está reseca y cubierta con un fino vello

Pensamiento confuso o lento, junto con mala memoria o capacidad de discernimiento

Depresión

Boca seca

Sensibilidad extrema al frío (usar varias capas de ropa para permanecer caliente)

Adelgazamiento de los huesos (osteoporosis)

Atrofia muscular y pérdida de grasa corporal

Prevención: Al tratarse de un trastorno que suele iniciarse en la adolescencia, la observación por parte de la familia es
crucial para detectar en el menor hábitos que supongan una señal de alerta. Estos son algunos factores protectores:

Buenos hábitos de comidas: muchos adolescentes comen solos mientras ven la tele o se comunican con sus amigos
vía WhatsApp. La falta de horarios fijos y de supervisión por parte de los padres acerca de lo que comen incrementa las
probabilidades de desarrollar un trastorno de la alimentación. Por lo tanto, comer en familia y con horarios regulares
ayuda a prevenir la anorexia.

Comunicación con los padres: conocer las preocupaciones de los hijos, sus gustos y su círculo de amigos puede
ayudar a prevenir este trastorno a detectarlo en una fase inicial

Relaciones sociales: la socialización de los adolescentes constituye un factor protector.

Tratamiento: El mayor desafío en el tratamiento de la anorexia nerviosa es ayudarle a la persona a reconocer que tiene
una enfermedad. La mayoría de las personas que sufre este tipo de anorexia niega tener un trastorno alimentario y, con
frecuencia, buscan tratamiento sólo cuando su afección es grave.

Los objetivos del tratamiento son primero restaurar el peso corporal normal y los hábitos alimentarios. Un aumento de
peso de 1 a 3 libras (lb) o .5 a 1.5 kilogramos (kg) por semana se considera una meta segura.

Se han diseñado diferentes programas para tratar la anorexia. Estos pueden incluir cualquiera de las siguientes medidas:
Aumento de la actividad social.

Disminución de la cantidad de actividad física.

Uso de horarios para comer.

Para comenzar, se puede recomendar una estadía corta en el hospital. Esto es seguido por un programa de tratamiento
diario.

Se puede necesitar una hospitalización más prolongada si:

La persona ha perdido mucho peso (estar por debajo del 70% de su peso corporal ideal para su edad y estatura). Para
la desnutrición grave y potencialmente mortal, la persona puede requerir alimentación intravenosa o una sonda de
alimentación.

La pérdida de peso continúa incluso con el tratamiento.

Se presentan complicaciones de salud, como problemas cardíacos, confusión o niveles bajos de potasio.

La persona tiene una depresión grave o piensa cometer suicidio.

Los profesionales de la salud que por lo general participan en estos programas incluyen:

Enfermeras profesionales

Médicos

Asistentes médicos profesionales

Nutricionistas o dietistas

Profesionales en salud mental

El tratamiento a menudo es muy arduo. Las personas afectadas y sus familias necesitan trabajar intensamente. Se
pueden tratar muchas terapias hasta que el trastorno esté bajo control.

Las personas con anorexia pueden marginarse de los programas si tienen esperanzas poco realistas de "curarse" con la
terapia sola.

Se utilizan diferentes tipos de psicoterapia para tratar a las personas con anorexia:

La terapia individual cognitiva conductista (un tipo de psicoterapia), la terapia de grupo y la terapia de familia han sido
todas efectivas.

El objetivo de la terapia es cambiar los pensamientos o comportamientos de una persona con el fin de estimularlo a
comer de un modo más sano. Esta clase de terapia es más útil para tratar a las personas más jóvenes que no hayan
tenido anorexia durante mucho tiempo.

Si la persona es joven, la terapia puede incluir a la familia entera. La familia es vista como parte de la solución, en
lugar de ser la causa del trastorno alimentario.

Los grupos de apoyo también pueden ser una parte del tratamiento. En estos grupos, los pacientes y las familias se
reúnen y comparten lo que les ha pasado.

Las medicinas, como antidepresivos, antipsicóticos y estabilizadores del estado de ánimo, pueden ayudar a algunas
personas cuando se administran como parte de un programa de tratamiento completo. Estas medicinas pueden ayudar a
tratar la depresión o la ansiedad. Aunque estos fármacos pueden ayudar, no se ha demostrado que algún medicamento
disminuya el deseo de bajar de peso.

Bulimia: Es un trastorno alimentario por el cual una persona tiene episodios regulares de comer una gran cantidad de
alimento (atracones) durante los cuales siente una pérdida de control sobre su alimentación. La persona utiliza luego
diversas formas, tales como vomitar o consumir laxantes (purgarse), para evitar el aumento de peso.

Muchas personas con bulimia también sufren de anorexia.


Factores de riesgos o causas: Muchas más mujeres que hombres padecen de bulimia. El trastorno es más común en
niñas adolescentes y mujeres jóvenes. La persona generalmente sabe que su patrón de alimentación es anormal. Puede
experimentar miedo o culpa con los episodios de atracones y purgas.

Se desconoce la causa exacta de la bulimia. Los factores genéticos, psicológicos, familiares, sociales o culturales
pueden jugar un papel. La bulimia probablemente se debe a más de un factor.

Síntomas o características: En la bulimia, pueden presentarse atracones con una frecuencia de varias veces al día
durante muchos meses. La persona a menudo come grandes cantidades de alimentos ricos en calorías, por lo regular en
secreto. Durante estos episodios, la persona siente una falta de control sobre su alimentación.

Estos episodios llevan al autor rechazo, lo cual provoca las purgas para evitar el aumento de peso. La purga puede
incluir:

Provocarse el vómito.

Ejercicio excesivo.

Uso de laxantes, enemas o diuréticos.

La purga a menudo produce una sensación de alivio.

Las personas bulímicas con frecuencia están en un peso normal, pero pueden verse a sí mismas con sobrepeso. Debido
a que el peso a menudo es normal, es posible que los demás no noten este trastorno alimentario.

Los síntomas que otras personas pueden ver incluyen:

Pasar mucho tiempo haciendo ejercicio.

Consumir repentinamente grandes cantidades de alimentos o comprar grandes cantidades de alimentos que
desaparecen de inmediato.

Ir al baño de manera regular inmediatamente después de las comidas.

Botar empaques de laxantes, pastillas para adelgazar, eméticos (fármacos que causan el vómito) o diuréticos.

Prevención: La bulimia nerviosa es el resultado de la influencia cultural de un modelo de éxito y belleza, basados en la
delgadez, sobre una personalidad predispuesta.

Podemos fomentar unos hábitos de vida saludable desde la primera infancia, sin tener que realizar dietas hipocalóricas ni
restringir alimentos, mejor si es bajo la supervisión de un nutricionista.

Como padres, debemos detectar las dificultades que nuestros hijos presentan en el ámbito emocional como puede ser: la
inseguridad, baja autoestima, autoexigencia muy elevada, infravaloración de virtudes…

También es importante que se remarque en familia que el valor de una persona no viene dado por su aspecto físico, y se
realice una lectura crítica y real de la figura corporal que se transmite por los medios de comunicación.

El hábito de comer en familia es una importante medida preventiva.

Si observamos una conducta disruptiva en la relación con la comida de nuestros hijos, es muy importante consultar, y
pedir ayuda profesional, puesto que una atención temprana del problema ayuda en el pronóstico y evolución del cuadro
clínico.

En conclusión, la Bulimia Nerviosa es un trastorno bastante prevalente y puede causar graves consecuencias en la vida
de las personas. Desde problemas médicos hasta problemas psicológicos.

Por ello, es necesario conocer los síntomas y concienciar de cuáles son estas consecuencias para que puedan ver que
son graves y que algunas de ellas pueden ser irreversibles.

Tratamiento: Los estudios realizados de evaluación de los diferentes tratamientos empleados, indican que un abordaje
conjunto farmacoterapéutico, obtienen mejores tasas de remisión. Así pues, el uso de antidepresivos junto a psicoterapia,
más concretamente la terapia cognitivo-conductual, obtienen una mejor respuesta.
Los antidepresivos, sobre todo los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina como la fluoxetina o la
fluvoxamina, se muestran eficaces para reducir la frecuencia de atracones y vómitos autoinducidos, y esta reducción se
acompaña por una mejoría de otros síntomas como ansiedad, depresión y deterioro en el funcionamiento global.

Con la terapia cognitivo-conductual, además de mejorar y reducir el número atracones y las purgas, también modifica la
tendencia a hacer dietas extremas y las actitudes hacia el peso y la figura, así́ como otros síntomas de psicopatologías
asociadas como: depresión, baja autoestima, deterioro en el funcionamiento social, y conductas típicas de trastornos de
personalidad.

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