Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 2
[Administrador]
TEMA: REVOLUCIÓN FRANCESA
La guerra contra la revolución A principios del año 1792, Austria y Prusia, atemorizadas por la posibilidad de que la Revolución francesa se extendiera en sus territorios, firmaron una alianza militar y atacaron a Francia. Al inicio, la guerra fue desastrosa para los franceses, pues los ejércitos austriacos y prusianos invadieron el país. No obstante, la marcha de voluntarios hacia los campos de batalla contribuyó a expandir el fervor revolucionario. La Marsellesa, himno nacional francés, fue compuesto entonces. La Convención Ante las sospechas de que el rey estaba conspirando contra la revolución, el 10 de agosto de 1792, un grupo de parisinos liderados por los sans culottes -milicianos radicales- asaltó el palacio de las Tullerías con la intención de tomar como prisionero al rey. No obstante, la familia real se encontraban refugiada en la Asamblea Legislativa. En septiembre de 1792, la Comuna de París, que gobernaba la ciudad, ordenó la masacre de un gran número de prisioneros, entre aristócratas y el clero refractario –es decir, quienes no habían jurado lealtad a la revolución– y presos comunes. En ese mismo mes se convocó a elecciones para formar una nueva Asamblea, a la que se llamó la Convención. La primera acción que tomaron sus miembros fue la proclamación de la Primera República. En la Convención, las facciones políticas principales eran las siguientes: • Los girondinos. Su postura era moderada y de defensa de la legalidad constitucional. • Los jacobinos. Partidarios de radicalizar la revolución y declarar a Francia una república. • La llanura. Era un grupo integrado por burgueses y republicanos de carácter moderado y fieles al espíritu de la revolución de 1789. La Convención estuvo inicialmente controlada por los girondinos. El 21 de enero de 1793, Luis XVI fue acusado de traición y ejecutado en la guillotina. La convención jacobina El 2 de junio de 1793, las masas populares lideradas por Maximilien Robespierre dieron un golpe de Estado contra la Convención, desplazando del poder a los girondinos. Posteriormente, el 24 de junio, los jacobinos aprobaron una nueva constitución. Se incluyó en ella una nueva Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano que incorporó el derecho al trabajo, a la instrucción y al alimento; además, estableció por vez primera el derecho a la insurrección contra un gobierno que violara los derechos del pueblo. El periodo del Terror En septiembre de 1793, con la excusa de la amenaza militar en el exterior y de los contrarrevolucionarios en el interior, el nuevo Gobierno ordenó detenciones y ejecuciones en masa que se prolongaron durante toda la etapa jacobina. Además, se suprimieron los derechos a la defensa y al interrogatorio previo de los acusados, para dejar únicamente a los tribunales las opciones de sentenciarlos a muerte o de absolverlos. En este periodo, más de 40000 personas fueron condenadas a muerte o ejecutadas sumariamente; además, hubo 200000 muertos por la guerra civil y medio millón de detenidos. Por ello, a este periodo se le conoce como el Terror jacobino. Otras medidas tomadas por los jacobinos fueron la abolición total del sistema feudal, la supresión del culto y la instauración de un nuevo calendario: el año 1 comenzaba el 22 de septiembre de 1792, fecha de la proclamación de la Primera República. La reacción termidoriana Ante los excesos dictatoriales de Robespierre, los miembros de la Convención, liderados por representantes de la llanura, ordenaron su arresto y ejecución en julio de 1794. Los [Administrador] termidorianos, como también se les llamó, abolieron las medidas adoptadas por el Gobierno revolucionario y reprimieron tanto a los jacobinos como a los aristócratas. En 1795, la Convención promulgó una nueva constitución. En ella se creó un poder ejecutivo, el Directorio, integrado por cinco miembros, y se eliminó el voto universal, por lo que se volvió al voto de acuerdo con la fortuna que se poseía; esta medida garantizó la preeminencia de la burguesía. El Poder Legislativo estuvo conformado por dos consejos: el de los Quinientos, encargados de preparar las leyes, y el de los Ancianos, que debía rechazarlas o aceptarlas. Tras proclamarse la Constitución, la Convención se disolvió el 26 de octubre de 1795. El Directorio Durante el gobierno del Directorio se consiguió fortalecer la política exterior. Los esfuerzos por mejorar el ejército dieron buenos resultados y los franceses lograron detener a los invasores e, incluso, ocupar parte del territorio enemigo. En el frente de Italia comenzaba a destacarse un joven general llamado Napoleón Bonaparte. Tras las derrotas austriacas en Arcola y Rivoli, se firmó el Tratado de Campoformio (1797), que puso fin a la primera coalición. La campaña contra Inglaterra pretendió desestabilizar el poderío colonial inglés mediante la ocupación de Egipto. Napoleón, encargado de dirigir la guerra, se trasladó a las costas africanas en 1798. Los franceses ganaron la batalla de las Pirámides, pero la flota francesa fue derrotada en Abukir, lo que dejó a los franceses aislados en Egipto. La respuesta europea a la política expansionista planteada por el Directorio provocó la segunda coalición. El 9 de noviembre de 1799 (18 brumario del año VIII en el calendario revolucionario) un golpe de Estado liderado por Napoleón disolvió el Directorio y en su reemplazo se constituyó un comité de tres cónsules que se hizo cargo del Poder Ejecutivo. Los efectos de la revolución La revolución tuvo un gran impacto en la sociedad francesa y en el resto del mundo, porque significó la crisis del Antiguo Régimen y el inicio de profundas transformaciones que sentaron las bases del mundo contemporáneo. Las consecuencias de la revolución se agrupan en: • Políticas. La revolución destruyó los privilegios de la aristocracia y el clero. Además, se constituyó como un modelo para las posteriores revoluciones que se desataron en el mundo. • Económicas. La revolución abolió la servidumbre y los derechos feudales. También se produjo una redistribución en la riqueza y en la propiedad de las tierras, la cual se encontraba en manos de la aristocracia y el clero. Gracias a ello, Francia se convirtió en el país europeo con mayor porcentaje de propietarios independientes. • Socioculturales. La revolución aplicó las ideas de la ilustración e hizo de ellas un patrimonio común para el mundo contemporáneo. Además, expandió los principios de la libertad de culto y de expresión, impulsando así entre la población una perspectiva más laica del mundo.