La Reconquista Autoritaria Como La Derec
La Reconquista Autoritaria Como La Derec
La Reconquista Autoritaria Como La Derec
LA RECONQUISTA
AUTORITARIA
Cómo la derecha global amenaza
la democracia en América Latina
A modo de introducción
América Latina y la derecha global
7
En su primer live en Facebook como presidente
electo, Bolsonaro se había mostrado con un ejemplar
de la Constitución, una biblia y el best seller de Olavo,
Lo mínimo que usted precisa para no ser un idiota.
En su visita a Washington en 2019, acompañado en
una cena por el ex asesor de Trump, Steve Bannon,
Bolsonaro le había dedicado las siguientes palabras:
“Lo que siempre soñé fue liberar a Brasil de la ideo-
logía nefasta de izquierda. Uno de mis grandes inspi-
radores está sentado a mi derecha, el profesor Olavo
de Carvalho. Gran inspirador de muchos jóvenes en
Brasil. En gran medida le debemos a él la revolu-
ción que estamos viviendo”.1 Tras su fallecimiento,
Bolsonaro decretó un día de luto nacional para honrar
su memoria con este mensaje: “Nos deja hoy uno de
los mayores pensadores de la historia de nuestro país
[…]. Un gigante en la lucha por la libertad y un faro
para millones de brasileños. Su ejemplo y sus enseñan-
zas nos marcarán para siempre”.2
Pero hubo más. La influyente cuenta de Twitter
Visegrád 24, que defiende a los gobiernos europeos
conservadores del Grupo de Visegrado, conformado
por Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia,3
8
reivindicaba a Olavo ante su fallecimiento con estas
frases suyas: “El comunismo no es un gran ideal que
ha sido pervertido. Es una perversión que se ha ven-
dido como un gran ideal. […] Cuando un comunista
quiere calumniar a alguien, no tiene que inventar crí-
menes: le asigna uno de los suyos, y ya está”.4 También
Hermann Tertsch, uno de los principales articuladores
de las relaciones internacionales del partido de dere-
cha radical5 Vox de España, se hacía eco de este home-
naje y decía: “¡Cuántas verdades ha dicho en su vida
Olavo de Carvalho! Se le echará de menos”.6
La derecha global, hasta hace pocos años un es-
pacio de trayectorias heterogéneas y culturalmente di-
vergentes, parece ir encontrando de forma repentina
cauces comunes. ¿Se ha convertido la derecha en una
“gran familia global”?7 ¿Qué influencia está tenien-
do esta situación en América Latina? ¿Cómo se están
9
desarrollando estas conexiones? ¿Qué papel desempe-
ña el partido Vox de España en este proceso?
El internacionalismo de la extrema derecha no es
una novedad en la región. Durante la Segunda Guerra
Mundial, simpatizantes del fascismo en Argentina
buscaban unirse con España y Portugal para recons-
truir la hispanidad. Se trataba de una alianza fascista
que prometía neutralidad ante la guerra, pero que se
vino abajo tras la derrota del nazismo.8
Durante las dictaduras del Cono Sur, participaron
en operaciones de represión fascistas italianos como
Stefano Delle Chiaie, agentes de la CIA como Michael
Townley o criminales de guerra nazis como Klaus
Barbie, apodado como “el carnicero de Lyon”. Las
dictaduras estaban alineadas con Estados Unidos y
la Operación Cóndor fue una herramienta clave en la
persecución conjunta y el asesinato de opositores polí-
ticos. Este contexto fue propicio al fortalecimiento de
los lazos entre grupos de extrema derecha. Los fascis-
tas y nazis, acorralados en Europa por los crímenes
cometidos, encontraron en América Latina un lugar
donde continuar sus tareas y donde sus conocimientos
sobre estrategias de represión, persecución y asesinato
fueron valoradas.
A su vez, tras la muerte del dictador Francisco
Franco en 1975, el chileno Augusto Pinochet viajó
10
a España para manifestar su admiración por el
“Caudillo”, a quien señaló como aquel que “nos ha
mostrado el camino a seguir en la lucha contra el co-
munismo”. En su visita al Congreso, el dictador chi-
leno fue aclamado por los militantes de la Falange
española, que lo vitoreaban y le lanzaban sus boinas
rojas.9 Las dictaduras del Cono Sur sostenían que
combatían un “enemigo interno”, contra el cual las
mayores violencias estaban justificadas para salvar al
país de la “subversión” y el “comunismo”. Las dere-
chas hoy, al designar un nuevo “peligro comunista”,
repiten esta retórica.
Así como durante el siglo pasado, en la época de
los gobiernos fascistas europeos, el influjo de estas
ideas sobre América Latina encontró fuertes expresio-
nes, es esperable que, en la actualidad, con una ideo-
logía de derecha radical que cobra fuerza en Europa,
estos movimientos encuentren su propia expresión
también en suelo americano.
Desde las transiciones a la democracia, la herencia
de las dictaduras y los autoritarismos se ciernen como
una sombra sobre América Latina.10 La posibilidad de
regresar a los viejos fantasmas del pasado se encuentra
11
latente. Un régimen democrático es una construcción
social e institucional que puede desmoronarse si cam-
bia la correlación de fuerzas y las condiciones so-
ciopolíticas que lo hacen viable. El autoritarismo y la
regresión democrática son posibilidades abiertas.
Uno de los principales problemas en la legitimi-
dad de los regímenes democráticos latinoamericanos
resulta del poder concentrado que reside en las elites,
quienes toman decisiones que afectan la vida de la ma-
yoría de las personas.11 En América Latina, las fuerzas
12
de derecha suelen representar los intereses y deseos de
las elites, que buscan conservar el orden existente en el
cual dominan las fuentes del poder: militares, medios
de comunicación, mercados y ejercen la dominación
de formas alternativas a la representación política tra-
dicional.12
En los últimos años, asistimos a una pérdida de
legitimidad de las instituciones y de los regímenes de-
mocráticos en la región, situación que la pandemia
ha deteriorado. Lo que muestran recientes encuestas
como Ipsos (2021) y Latinobarómetro (2021) es que
el fuerte cuestionamiento hacia las elites gobernantes
ha derivado en el descrédito del régimen democrático.
Cuando las elites gobernantes y los funcionarios son
percibidos como alejados del destino de las mayorías
populares, el régimen democrático pierde legitimidad
y se vuelven más aceptables soluciones autoritarias
y/o outsiders a la clase política, que aparecen con pro-
puestas disruptivas. La percepción generalizada del
distanciamiento entre las elites y las masas populares,
un aspecto característico de la vida social latinoame-
ricana y el mundo actual, genera una pérdida de legi-
timidad democrática y la llegada al poder de políticos
disruptivos y ajenos a los partidos tradicionales por
13
izquierda (Andrés López Obrador en México, Pedro
Castillo en Perú o Gabriel Boric en Chile) o por de-
recha (Jair Bolsonaro en Brasil o Donald Trump en
Estados Unidos).
Existe una creciente desconfianza en los políticos,
los órganos legislativos y la democracia, reforzada
por el desastre originado por la pandemia en la re-
gión. Perú y Brasil lideran la profunda desconfian-
za en los políticos y en las instituciones, mostrando
una alta decepción y desconfianza en la democracia
y la aceptación potencial de soluciones autoritarias.
Argentina y Chile también se van sumando a este con-
texto. Por distintos motivos –la asamblea constituyen-
te chilena, las protestas en Colombia, la crisis política
en Perú, el deterioro económico-social en Argentina,
el autoritarismo y la crisis económica en Brasil, las
protestas cubanas y los autoritarismos venezolano y
nicaragüense– la legitimidad de los regímenes en los
países latinoamericanos pareciera estar cayendo. Hay
cuatro países de la región, Paraguay, Guatemala, Perú
y Honduras, donde el 40% o más contesta que “apo-
yaría un gobierno militar en reemplazo del gobierno
democrático si las cosas se ponen muy difíciles”.13
Más que ser analizada como un sector limitado
en busca de representación política, la derecha lati-
noamericana debe ser comprendida como grupos de
14
poder que se expresan de forma simultáneamente lo-
calizada en distintos puntos de la sociedad civil y polí-
tica con una extendida hegemonía que conecta niveles
de lo económico, político, mediático, en lo nacional,
regional e internacional.14
En los últimos años hemos visto la emergencia de
una derecha radical en la región, que sintoniza con sus
versiones en Europa y Estados Unidos.15 A su vez, se ha
acentuado, en los grupos derechistas, una competencia
entre facciones radicales y moderadas. En este contex-
to, no pocos liberales que anteriormente se ubicaban
en la centroderecha, por oportunismo y/o convicción,
han pasado a engrosar las filas del nuevo nacionalismo
conservador. Muchos de estos denominan a sus anti-
guos compañeros de ruta como “liber-progres” por
predicar una defensa de las libertades individuales y
el libre mercado sin adherir al conservadurismo ni la
defensa de las instituciones religiosas y la “familia tra-
dicional”. Para los conservadores, estas instituciones
son defendidas como pilares frente al efecto disgrega-
dor que ejercerían influencias externas como el “glo-
balismo” sobre el tejido social en la posmodernidad.
Para entender a las derechas radicales hay que
considerar a las derechas tradicionales. Muchos de los
líderes de las derechas radicales de hoy han nacido de
14 B. Cannon: O. cit.
15 Lisa Zanotti y Kenneth M. Roberts: “(Aún) la excepción y no
la regla: La derecha populista radical en América Latina”, Revista
Uruguaya de Ciencia Política, vol. 30, núm. 1, pp. 23-48 (2021).
15
fuerzas de derecha más moderadas y por distintas razo-
nes han ido fluctuando hacia el espectro de la derecha
radical: Santiago Abascal, que pertenecía inicialmen-
te al Partido Popular (pp) de España o José Antonio
Kast, con su pertenencia a la Unión Demócrata
Independiente (UDI) chilena, han evolucionado hacia
posiciones de derecha radical que han sido provecho-
sas para sus carreras políticas personales. Esto se ha
producido porque en el marco de la crisis del régimen
democrático, de los partidos políticos tradicionales y
de las elites gobernantes, las propuestas de derecha ra-
dical anti statu quo se vuelven atractivas como estra-
tegia capaz de lograr desempeños electorales exitosos.
Hay una demanda anti statu quo del electorado y, ade-
más, la construcción de candidatos outsiders es menos
costosa en términos de recursos y tiempo que la forma-
ción de un partido político tradicional.
Las ideas de derecha en la región son principal-
mente la defensa del libre mercado y las posturas mo-
rales conservadoras.16 Distintos autores coinciden en
que las expresiones más claras de la derecha radical en
América Latina son José Antonio Kast en Chile y Jair
Bolsonaro en Brasil:17
16
Los llamamientos culturales populistas que cons-
truyen al pueblo en torno a identidades nacionales,
étnico-raciales o religiosas particulares son especial-
mente atractivos porque permiten que los partidos de
derecha compitan con la izquierda por los votantes de
las clases bajas, sin tener que alterar las plataformas
económicas que atraen a sus partidarios de elite.18
18 Ib., p. 32.
19 J. P. Luna y C. R. Kaltwasser: Castigo a los oficialismos...,
pp. 135-156 y J. P. Luna y C. R. Kaltwasser (eds.): The Resilience
of the Latin American Right, Baltimore, Johns Hopkins University
Press, 2014.
17
encontrado en las iglesias evangélicas espacios privile-
giados de influencia sobre las masas.
Actualmente se está desarrollando una red inter-
nacional –con la derecha europea y estadounidense–
que, teniendo entre sus principales protagonistas a Vox
de España, Ley y Justicia de Polonia, Fratelli d’Italia
(Hermanos de Italia), Chega de Portugal y think tanks
vinculados al Partido Republicano, alimenta la radica-
lización y unión de la derecha radical latinoamericana
en un programa común, en defensa de las “libertades”
y la “democracia” contra el “comunismo”. Con esta
retórica, se retoma un lenguaje propio de la Guerra
Fría que parecía perimido en América Latina,20 y que
sobrevivía únicamente en declaraciones de la derecha
colombiana o peruana capitaneada por Álvaro Uribe
o Alberto Fujimori.
Esto define un aspecto inédito y novedoso que
debe ser estudiado. Se está configurando una nueva
cosmovisión política de derecha radical en el mundo
amparada en nuevas relaciones internacionales y orga-
nismos creados por estos grupos. En este esquema, los
think tanks, o tanques de pensamiento, entidades de
la sociedad civil financiados por empresas o donantes
18
particulares para la difusión de ideas, cumplen un
papel importante.
La reivindicación de la hispanidad y la reconquis-
ta de América son parte de la narrativa del partido es-
pañol Vox, que pretende conectar con las derechas que
promueven el libre mercado y el conservadurismo en la
región. En la portada de La Gaceta de la Iberosfera, el
portal de medios de la Fundación Disenso, de Vox, se cita
al intelectual conservador español Ramiro de Maetzu,
admirador del militar Primo de Rivera, que cultivó el
concepto de hispanidad, la idea que uniría la tradición
católica y el idioma castellano con las antiguas colonias:
19
Postulaba una vinculación indisociable entre catolicis-
mo e hispanidad. Durante la dictadura de Primo de
Rivera, este hispanismo conservador había devenido el
proyecto de la política exterior española.22
Las derechas seducen al prometer el sueño in-
dividual de progreso personal, donde la propiedad
privada y las posesiones aparecen como la consagra-
ción del esfuerzo y el éxito. Las nuevas iglesias evan-
gélicas pentecostales articulan con estos sentimientos
en el marco de la caída de instituciones amplias de
contención social y de utopías colectivas.23 De este
modo, se presenta una “afinidad electiva”24 entre la
visión conservadora de la familia y la defensa del
libre mercado promovido en las iglesias evangélicas
pentecostales y las fuerzas y liderazgos de derecha
radical emergentes.
Esto se combina con nuevos fenómenos tecnoló-
gicos con un impacto específico en América Latina. El
avance de las criptomonedas favorece la emergencia
de nuevas subjetividades con la utopía de abolir la co-
lectividad a través del individualismo tecnológico de
libre mercado, sin bancos y sin Estado. Es la utopía de
20
una desaparición del Estado y el fin de la comunidad a
través del individualismo tecnológico. Las nuevas apli-
caciones como Rappi, Glovo y Tik Tok se sustentan en
nuevas formas de subjetivación, creando la ilusión de
libertad de “ser tu propio jefe” y a través de estas pla-
taformas, la derecha puede “humanizarse”, mostrarse
cálida y cercana. Quienes participan en el mundo de
las criptomonedas y la “uberización” de la economía,
encuentran en las propuestas utilitarias de derecha
su propio espacio de representación de los descreí-
dos. Son representantes de un mundo hobbesiano, del
sálvese quien pueda y todos contra todos, donde “el
hombre es el lobo del hombre”. Florece así el “indivi-
dualismo radical” y “transgresor”.25
Este libro busca analizar, en este contexto, la
viabilidad de la propuesta defendida por Vox para
América Latina y sus articulaciones con los personajes
de la derecha radical que han aparecido en los últimos
años en la región.
Quienes estudiamos la derecha solemos ser de iz-
quierda o progresistas en la mayoría de los casos. Hay
que tener cuidado de, al tanto escuchar los cantos de
sirena derechistas, no empezar a pensar como ellos.
Pero también es importante no perder la objetividad y
ver los sesgos que hay que controlar. Intentar entender-
los no significa defenderlos, pero es necesario estudiar
no solo lo que otros que piensan como nosotros dicen
21
de ellos, sino lo que sus documentos dicen, lo que ellos
dicen de sí mismos. Entrevistar a sus seguidores y líde-
res, leer sus manifiestos y utilizar una multiplicidad de
fuentes de ideologías distintas.26
Se ha sostenido que “el poder como realización
de la voluntad humana es el eje crítico en torno al
cual gira el bienestar público”.27 Se trata de llevar al
plano de la conciencia social y a la racionalidad los
mecanismos de dominación y del poder para mejorar
la democracia. Es preciso retomar la promesa de la
ciencia social. La indagación central y el planteo de
los problemas de las ciencias sociales se relaciona con
los valores de la razón y la libertad, y quienes o qué
amenazan esos valores.28 En principio, la tarea del in-
vestigador en palabras del sociólogo Charles Wright
Mills consiste en:
22
manera precisa. O, dicho negativamente: negar públi-
camente lo que sabe que es falso, siempre que aparezca
en las afirmaciones de cualquiera; y ya sea una mentira
directa o una mentira por omisión, ya sea en virtud del
secreto oficial o un error honesto. El intelectual debe
ser la conciencia moral de su sociedad, cuando menos
por referencia al valor de la verdad, porque por defini-
ción, esa es su política […] El poder y la autoridad su-
ponen la toma efectiva de decisiones. Suponen también
la legitimación del poder y las decisiones mediante la
doctrina y generalmente llevan implícitos la pompa y
la aureola, las representaciones de los poderosos. Es en
relación con las legitimaciones y las representaciones
del poder y la decisión que el intelectual –lo mismo que
el artista– resulta políticamente importante.29
23
Índice
A modo de introducción
América Latina y la derecha global ...................................... 7
Capítulo 1
Desde Europa hacia América
La derecha como familia global ......................................... 25
Hermann Tertsch y el grupo EuroLat
Por una Europa y una América Latina
“anticomunistas”.................................................... 43
Fidesz, Viktor Orbán y el MCC ................................... 60
El papel de Ley y Justicia de Polonia ......................... 67
Ley y Justicia en el grupo EuroLat ............................ 79
Hermanos de Italia .................................................... 84
La Carta de Madrid y la Fundación Disenso
A la reconquista de la Iberosfera ............................ 89
Capítulo 2
La radicalización del Partido Republicano ........................ 113
Americano Media, GETTR y el papel
de María Herrera Mellado ................................... 118
El giro “liberprogre” de Atlas Network
y el viraje hacia Acton Institute ............................ 126
Capítulo 3
La narrativa de la derecha radical:
Cuba y Venezuela ........................................................... 131
Cuba ....................................................................... 131
Venezuela ................................................................ 141
Capítulo 4
Las elites y las derechas en oposición al gobierno
de Pedro Castillo en Perú ............................................... 149
La derecha empresarial y financiera ........................ 154
La sociedad civil de derecha y el ataque
a los “caviares” .................................................... 169
La derecha en los medios de comunicación ............. 182
La derecha política .................................................. 193
Capítulo 5
José Antonio Kast y la frustración del revival
pinochetista en Chile ...................................................... 213
Capítulo 6
Javier Milei y el crecimiento de los
libertarios argentinos ..................................................... 243
Capítulo 7
El encuentro entre Vox y el bolsonarismo ........................ 271
Capítulo 8
Las derechas mexicanas en su relación con Vox ............... 289
Capítulo 9
La derecha uribista y sus alianzas con Vox
en Colombia................................................................... 299
Postfacio
¿Qué hacer con la nueva derecha radical? ....................... 311
Agradecimientos.......................................................... 335
¿Disfrutaste el libro
que comenzaste a leer?