Analisis Macroentorno

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SOCIAL

La situación social de Bolivia. Una aproximación a sus dimensiones y


determinantes
25 AGOSTO 2023
LIBROS
BOLIVIA
CRISIS
ECONOMÍA DE BOLIVIA
EDUCACION
PANDEMIA
SALUD
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La situación social de Bolivia. Una aproximación a sus dimensiones y
determinantes
AUTORES:
Henry Oporto
José Gabriel Espinoza
Ernesto Yáñez
Guillermo Aponte
Patricia Philco-Lima
Guillermo Cuentas
FECHA: Agosto de 2023
PÁGINAS: 120
Bolivia, al igual que otros países en Latinoamérica y el mundo, ha sufrido un
fuerte impacto de la pandemia de COVID-19 junto con una crisis económica y
social. La emergencia sanitaria ha puesto al descubierto la vulnerabilidad de la
sociedad boliviana y su dificultad para afrontar una crisis compleja y de efectos
dramáticos. Se ha evidenciado la debilidad de los sistemas de salud y
educación, así como de las redes de protección social para la población
vulnerable.
La recuperación, en un entorno de crecimiento informal y precarización laboral,
ha sido desigual y lenta en diversos sectores económicos y productivos, lo que
ha dificultado la reactivación del empleo y ha disminuido los ingresos familiares.
Esta situación configura una profunda crisis social, amenazando con extender
los impactos de la pandemia en la calidad de vida de la población y agravar
indicadores como pobreza, desigualdad, calidad de empleo, salud y educación.
El informe conjunto de la Fundación Milenio y la Red PROCOSI tiene como
objetivo principal analizar las dimensiones sociales de la emergencia sanitaria y
sus repercusiones en la economía y la vida de los bolivianos. Este informe es
resultado de una investigación exhaustiva que examina datos, opiniones de
expertos y acciones gubernamentales, siendo elaborado por un equipo
multidisciplinario bajo la responsabilidad de la Fundación Milenio y con la
colaboración de la Red PROCOSI.
El enfoque de este estudio es proporcionar una comprensión integral de la
situación social en Bolivia a raíz de la crisis del COVID-19 y la crisis
multidimensional de los últimos tres años. Además, busca destacar las
dimensiones y causas de la crisis social, así como las lecciones que pueden
extraerse de estos eventos para mejorar las políticas y programas sociales. El
informe se enfoca en cuestiones centrales como el mercado laboral, ingresos,
educación y salud, priorizando el capital humano y la lucha contra la pobreza.
La colaboración entre la Fundación Milenio y la Red PROCOSI representa la
conjunción de sus capacidades y experiencias. Mientras que la Fundación
Milenio se dedica a generar conocimiento y políticas públicas en diversos
ámbitos, PROCOSI, como entidad asociativa, tiene una larga experiencia en
proyectos de salud, educación y desarrollo económico dirigidos a mejorar la
calidad de vida de personas vulnerables.
El informe tiene como objetivo proporcionar una herramienta útil para diversos
actores, incluyendo ministerios, ONG, fundaciones, universidades, medios de
comunicación y otros, a fin de impulsar políticas y programas sociales
informados. Además, busca fomentar un debate informado sobre estas
cuestiones. La publicación se dirige también a las entidades y personas en
Bolivia que trabajan en la promoción social y la defensa de los derechos
humanos, brindándoles información confiable y análisis serios para respaldar
su labor.
ECONOMIA
El 2023 será un año aún más complejo para la economía boliviana
El crecimiento de las exportaciones en la economía boliviana, impulsado por
los precios internacionales, se ve opacado por la preocupante caída de las
Reservas Internacionales y una pesada subvención a los hidrocarburos.
reservas_de_oro
Preocupa a los economistas, la caída de las Reservas Internacionales Netas y
la pesada importación de los carburantes
Economy.com.bo
ECONOMY.COM.BO
8 DE ENERO DE 2023, 17:42
A pesar que Marcelo Montenegro, ministro de Economía, auguró que “en 2023
Bolivia continuará en la senda del crecimiento con estabilidad de precios en un
contexto internacional marcado por la incertidumbre y elevadas tasas de
inflación”, algunos economistas consideran que el próximo año será aún más
complejo que 2022.
A decir del economista Marcelo Núñez, la salud de la economía boliviana
aparentemente está bien, no obstante, en el corto y mediano plazo puede
haber problemas. Para el experto, el dinamismo de economía nacional se nota
con mayor fuerza en el consumo. “El sector construcción, agropecuario,
financiero y comercio, si bien no están a niveles de crecimiento anteriores,
demuestran dinamismo”, dijo.
La parte negativa, según Núñez, es la reducción de las RIN. “Si bien la balanza
comercial es favorable, esto es producto del alto grado de contrabando que se
produce por la salida de divisas sin ser contabilizadas”, expresó. Para el 2023,
señaló el economista, los principales desafíos son reducir la importación de
carburantes e identificar la caída de las RIN.
En tanto, Christian Aramayo, presidente de la Fundación Gobierno Abierto,
señaló tres factores que apuntalaron la economía nacional este año: La
eficiencia adaptativa de la población y los agentes económicos ante la
pandemia, conflictos políticos y el volátil contexto internacional; la inversión
privada de impacto, pese a trabas burocráticas locales y nacionales en materia
de registro de propiedad privada, entre otras; y el retorno paulatino a la
normalidad y el fin aparente de la pandemia.
Pero, así como así cómo hubo factores positivos, también se registraron
factores negativos: La estrepitosa caída de las RIN junto a los cupos políticos
de exportación; los datos de la pobreza extrema en Bolivia (de 2019 a 2021, en
promedio, ocho de cada 100 bolivianos cayeron en pobreza extrema en tres
departamentos) y los altos precios de hidrocarburos, que ya no son buenas
noticias.
"La situación es preocupante, existen señales (caída de las RIN e imposibilidad
de cubrir el gasto estatal) de que hubo un despilfarro de recursos públicos, no
se aprovecharon las oportunidades que nos brindaba el contexto exterior y, de
paso, se cuenta con una dependencia a prácticas (cupos políticos de
exportación, violación de propiedad privada, politización de la justicia y
persecución tributaria) que solo empeoran la situación para que Bolivia salga
de este panorama tan sombrío”, sostuvo Aramayo.
Según el especialista, el 2023 la economía nacional deberá afrontar conflictos
políticos, caída en las RIN, posibles presiones inflacionarias que generarían
distorsión en los precios, incremento en la pobreza extrema y crisis fiscal (en
todos los niveles del Estado).
Cuadro PIB 2023
Las proyecciones tanto del FMI, el Banco Mundial, como de la Cepal ubican a
la economía boliviana entre el mayor crecimiento para el 2023
Para Walter Morales, exdirector del BCB, este año básicamente se registró una
lenta reactivación económica principalmente en los sectores más golpeados
por la pandemia: gastronomía, hotelería y turismo. Por otro lado, las
exportaciones de productos no tradicionales tuvieron una gran performance,
alcanzando cifras históricas, tanto en volumen como en precios, hecho que
contribuyó de alguna manera a contener la caída de las RIN.
“Lo negativo sigue siendo la inestabilidad que genera la incapacidad de la gran
mayoría de actores políticos. Se sigue insistiendo en un modelo que, sin
capacidad de generación propia de ingresos y resultados contundentes, se
basa en el déficit financiado con deuda”, señaló el analista.
Morales considera que falta pragmatismo, y menos ideología y política
partidaria. A esto se suma un déficit fiscal sin visos de solución y el acceso
cada vez más oneroso al financiamiento internacional, que se constituye en un
lastre para las ya magras finanzas públicas. “La cada vez más pesada
subvención a los hidrocarburos, cuyo presupuesto para 2023 subió un 59% (a
Bs7.642 millones) en comparación a lo proyectado en este año: Bs 4.794
millones, tampoco ayuda”, dijo.
Otra mala señal para el próximo año es que, revisando el PGE 2023, se
incrementó el gasto corriente en salarios un 4% y el presupuesto para inversión
que se redujo en $us 1.009 millones.
En 2023, según el experto, se deben aplicar políticas para atraer inversión
extranjera (no solo al sector de hidrocarburos) y a la economía en su conjunto,
para atraer divisas y fortalecer al RIN.
POLITICA Y ECONOMIA
Política y economía en la coyuntura bolivianaIMAGEN: LUIS ARCE
El presidente Luis Arce, ayer en Caranavi, en los Yungas.
POR PABLO DEHEZA

SANTA CRUZ / 14 de mayo de 2023 / 11:31


La teoría indica que la política, en un primer momento, se erige sobre la
economía. Esto es lógico, dado que, si no hubiese acumulación económica, no
habría disputa.
La teoría indica que la política, en un primer momento, se erige sobre la
economía. Esto es lógico, dado que, si no hubiese acumulación económica, no
habría disputa. La política se hace necesaria en la medida en que las
sociedades requieren organizarse en torno a la generación de excedentes. Sin
embargo, en un segundo momento, es la política la que determina lo
económico.
Así, la relación entre economía y política es complementaria y dialéctica. Es
harto evidente que nuestro país atraviesa un momento complejo, con
fenómenos que se gatillan desde ambos ámbitos. En lo político, con una
disputa interna dentro del MAS cada vez más estridente que ocupa el
escenario. En lo económico, con presiones inflacionarias en el mundo que
forzaron un encarecimiento del dinero a través de la subida de las tasas de
interés referenciales de los principales bancos centrales del mundo. Cada uno
de estos fenómenos se muestra indomable, como un felino arrebatado sin nada
ni nadie en capacidad de ponerle un cascabel.
Conversamos sobre estos temas con el exministro de Defensa Reymi Ferreira
y con el economista Armando Ortuño.
Por mucho que al interior del país nos hagamos a la idea de que las disputas
que hoy vivimos son parte del día a día, para la mirada externa esto no es así.
Todos los países están siendo permanentemente evaluados. “La situación
macroeconómica es compleja, hay temas técnicos detrás de las dificultades
que hay que corregir. Pero, un componente fuerte es el desorden político. Si
Bolivia en los siguientes meses logra dar señales de un cierto ordenamiento
político y de una estabilización de todo esto que estamos viendo, pueden
mejorar las calificaciones” de los organismos financieros internacionales,
señala Ortuño.
(In)estabilidad
El economista precisa que “es la inestabilidad política la que nos está
complicando el escenario, incluso hacia afuera. Por supuesto que hay que
asumir medidas macro de ajuste, de controlar mejor el gasto, la inversión,
etcétera. Pero, fundamentalmente hay que estabilizar la política”.
Puede leer también: Discurso y legitimación política en Bolivia hoy

“Es crucial que el oficialismo se ordene y que llegue a algunos acuerdos


mínimos con otros actores por un sentido mínimo de responsabilidad con el
país, de ambos lados. Ambos bandos tienen que ser conscientes de su
responsabilidad con el país, con la gente y sus electores”, asevera Ortuño.
Entonces, el riesgo país, en el caso boliviano actualmente no se explica
exclusivamente a partir de factores económicos. “Obviamente está el
debilitamiento de algunas variables macroeconómicas como, por ejemplo, las
reservas. Pero, fundamentalmente, los reportes de las calificadoras mencionan
las dudas que tienen sobre la capacidad del Gobierno y el país para tomar
decisiones políticas en los siguientes años”, indica el economista.
Al respecto, Ferreira sostiene que “en cualquier situación, lo político es
importante en la estabilidad económica. Las reglas claras, la estabilidad política
son parte cualquier modelo estable y exitoso. Si no hay estabilidad política lo
primero que se resiente es la seguridad jurídica e institucional. Normas que se
necesitan y no se dictan. Leyes que son importantes que se hagan y no se
hacen. Sin estabilidad política no hay estabilidad económica”.
El exministro observa que “estamos con un Gobierno de un partido que no está
unido, que tiene serias disyunciones. Hay sectores del propio MAS que ejercen
roles más críticos que los propios opositores”.
Estas disputas políticas no quedan únicamente en el discurso, sino que tienen
consecuencias, reales, sumamente reales. “Por ejemplo, las normas que
necesitamos para luchar contra el blanqueo de dinero, que viene del sector
informal, del narcotráfico, son importantes que se aprueben para mantener
nivel de credibilidad ante los organismos financieros internacionales. El hecho
de no haberlas aprobado empieza a generar incertidumbre”, indica.
Así, “los niveles de seguridad o de credibilidad que han bajado. Esto en parte
es producto de inestabilidad que se ve. Un Órgano Legislativo donde no se
tiene una mayoría clara, sino circunstancial, con sectores políticos polarizados
que desconocen la institucionalidad, que tratan de cuestionar el orden
establecido, son fenómenos están generando una opinión externa negativa”.
Responsabilidad
Ferreira hace notar que “la oposición e inclusive algunos sectores que
supuestamente son oficialistas han puesto, hace mucho tiempo atrás, el interés
del país a un lado. La evidencia de esto es que hay gente que está feliz con la
escasez de dólares, por ejemplo. Creen que esa es una forma de desgastar al
Gobierno y que se les va a abrir el camino al poder de aquí a unos años. Cosa
que es errónea, porque es muy difícil que los que menos responsables han
sido desde la oposición sean candidatos creíbles para un gobierno de
alternancia responsable”.
“A estas personas no le importa darse un tiro al pie, aunque con ello destruyan
al país, con la intención supuesta de que con eso debilitan al Gobierno. Es un
razonamiento erróneo”, afirma el exministro.
Por muy mal que pueda parecer que están las cosas, todavía pueden
empeorar. “En términos generales, siempre que se acerca un proceso electoral
suben las tensiones. Eso es prácticamente una norma, no sólo aquí en Bolivia
sino en cualquier lugar. Pienso que eso va a ocurrir así”, sostiene Ferreira.
Advierte que “otro factor que puede acelerar este proceso de enfrentamiento, a
veces irracional, va a ser el tema económico. Si es que a nivel de la economía
no hay resultados para enfrentar esta coyuntura adversa, eso puede dar lugar a
un incremento de las acciones irresponsables y radicales”.
“Mucha gente tiene presente el modelo mental de la Unión Democrática
Popular (UDP), cuando se le recortó un año de gobierno al expresidente
Hernán Siles Suazo. Hicieron todo lo posible para incrementar la crisis al
extremo de arrinconarlo al entonces mandatario y llamar a unas elecciones
adelantadas. Entonces, piensan en esa posibilidad” concluye Ferreira.
Política y economía en la coyuntura bolivianaIMAGEN: LUIS ARCE
El presidente Luis Arce, ayer en Caranavi, en los Yungas.

POR PABLO DEHEZA

SANTA CRUZ / 14 de mayo de 2023 / 11:31

La teoría indica que la política, en un primer momento, se erige sobre la


economía. Esto es lógico, dado que, si no hubiese acumulación económica, no
habría disputa.

La teoría indica que la política, en un primer momento, se erige sobre la


economía. Esto es lógico, dado que, si no hubiese acumulación económica, no
habría disputa. La política se hace necesaria en la medida en que las
sociedades requieren organizarse en torno a la generación de excedentes. Sin
embargo, en un segundo momento, es la política la que determina lo
económico.

Así, la relación entre economía y política es complementaria y dialéctica. Es


harto evidente que nuestro país atraviesa un momento complejo, con
fenómenos que se gatillan desde ambos ámbitos. En lo político, con una
disputa interna dentro del MAS cada vez más estridente que ocupa el
escenario. En lo económico, con presiones inflacionarias en el mundo que
forzaron un encarecimiento del dinero a través de la subida de las tasas de
interés referenciales de los principales bancos centrales del mundo. Cada uno
de estos fenómenos se muestra indomable, como un felino arrebatado sin nada
ni nadie en capacidad de ponerle un cascabel.

Conversamos sobre estos temas con el exministro de Defensa Reymi Ferreira


y con el economista Armando Ortuño.

Por mucho que al interior del país nos hagamos a la idea de que las disputas
que hoy vivimos son parte del día a día, para la mirada externa esto no es así.
Todos los países están siendo permanentemente evaluados. “La situación
macroeconómica es compleja, hay temas técnicos detrás de las dificultades
que hay que corregir. Pero, un componente fuerte es el desorden político. Si
Bolivia en los siguientes meses logra dar señales de un cierto ordenamiento
político y de una estabilización de todo esto que estamos viendo, pueden
mejorar las calificaciones” de los organismos financieros internacionales,
señala Ortuño.

(In)estabilidad

El economista precisa que “es la inestabilidad política la que nos está


complicando el escenario, incluso hacia afuera. Por supuesto que hay que
asumir medidas macro de ajuste, de controlar mejor el gasto, la inversión,
etcétera. Pero, fundamentalmente hay que estabilizar la política”.

Puede leer también: Discurso y legitimación política en Bolivia hoy

“Es crucial que el oficialismo se ordene y que llegue a algunos acuerdos


mínimos con otros actores por un sentido mínimo de responsabilidad con el
país, de ambos lados. Ambos bandos tienen que ser conscientes de su
responsabilidad con el país, con la gente y sus electores”, asevera Ortuño.

Entonces, el riesgo país, en el caso boliviano actualmente no se explica


exclusivamente a partir de factores económicos. “Obviamente está el
debilitamiento de algunas variables macroeconómicas como, por ejemplo, las
reservas. Pero, fundamentalmente, los reportes de las calificadoras mencionan
las dudas que tienen sobre la capacidad del Gobierno y el país para tomar
decisiones políticas en los siguientes años”, indica el economista.

Al respecto, Ferreira sostiene que “en cualquier situación, lo político es


importante en la estabilidad económica. Las reglas claras, la estabilidad política
son parte cualquier modelo estable y exitoso. Si no hay estabilidad política lo
primero que se resiente es la seguridad jurídica e institucional. Normas que se
necesitan y no se dictan. Leyes que son importantes que se hagan y no se
hacen. Sin estabilidad política no hay estabilidad económica”.

El exministro observa que “estamos con un Gobierno de un partido que no está


unido, que tiene serias disyunciones. Hay sectores del propio MAS que ejercen
roles más críticos que los propios opositores”.
Estas disputas políticas no quedan únicamente en el discurso, sino que tienen
consecuencias, reales, sumamente reales. “Por ejemplo, las normas que
necesitamos para luchar contra el blanqueo de dinero, que viene del sector
informal, del narcotráfico, son importantes que se aprueben para mantener
nivel de credibilidad ante los organismos financieros internacionales. El hecho
de no haberlas aprobado empieza a generar incertidumbre”, indica.

Así, “los niveles de seguridad o de credibilidad que han bajado. Esto en parte
es producto de inestabilidad que se ve. Un Órgano Legislativo donde no se
tiene una mayoría clara, sino circunstancial, con sectores políticos polarizados
que desconocen la institucionalidad, que tratan de cuestionar el orden
establecido, son fenómenos están generando una opinión externa negativa”.

Responsabilidad

Ferreira hace notar que “la oposición e inclusive algunos sectores que
supuestamente son oficialistas han puesto, hace mucho tiempo atrás, el interés
del país a un lado. La evidencia de esto es que hay gente que está feliz con la
escasez de dólares, por ejemplo. Creen que esa es una forma de desgastar al
Gobierno y que se les va a abrir el camino al poder de aquí a unos años. Cosa
que es errónea, porque es muy difícil que los que menos responsables han
sido desde la oposición sean candidatos creíbles para un gobierno de
alternancia responsable”.

“A estas personas no le importa darse un tiro al pie, aunque con ello destruyan
al país, con la intención supuesta de que con eso debilitan al Gobierno. Es un
razonamiento erróneo”, afirma el exministro.

Por muy mal que pueda parecer que están las cosas, todavía pueden
empeorar. “En términos generales, siempre que se acerca un proceso electoral
suben las tensiones. Eso es prácticamente una norma, no sólo aquí en Bolivia
sino en cualquier lugar. Pienso que eso va a ocurrir así”, sostiene Ferreira.

Advierte que “otro factor que puede acelerar este proceso de enfrentamiento, a
veces irracional, va a ser el tema económico. Si es que a nivel de la economía
no hay resultados para enfrentar esta coyuntura adversa, eso puede dar lugar a
un incremento de las acciones irresponsables y radicales”.
“Mucha gente tiene presente el modelo mental de la Unión Democrática
Popular (UDP), cuando se le recortó un año de gobierno al expresidente
Hernán Siles Suazo. Hicieron todo lo posible para incrementar la crisis al
extremo de arrinconarlo al entonces mandatario y llamar a unas elecciones
adelantadas. Entonces, piensan en esa posibilidad” concluye Ferreira.

Política y economía en la coyuntura boliviana

IMAGEN: LUIS ARCE


El presidente Luis Arce, ayer en Caranavi, en los Yungas.

POR PABLO DEHEZA


SANTA CRUZ / 14 de mayo de 2023 / 11:31
La teoría indica que la política, en un primer momento, se erige sobre la
economía. Esto es lógico, dado que, si no hubiese acumulación económica, no
habría disputa.

La teoría indica que la política, en un primer momento, se erige sobre la


economía. Esto es lógico, dado que, si no hubiese acumulación económica, no
habría disputa. La política se hace necesaria en la medida en que las
sociedades requieren organizarse en torno a la generación de excedentes. Sin
embargo, en un segundo momento, es la política la que determina lo
económico.

Así, la relación entre economía y política es complementaria y dialéctica. Es


harto evidente que nuestro país atraviesa un momento complejo, con
fenómenos que se gatillan desde ambos ámbitos. En lo político, con una
disputa interna dentro del MAS cada vez más estridente que ocupa el
escenario. En lo económico, con presiones inflacionarias en el mundo que
forzaron un encarecimiento del dinero a través de la subida de las tasas de
interés referenciales de los principales bancos centrales del mundo. Cada uno
de estos fenómenos se muestra indomable, como un felino arrebatado sin nada
ni nadie en capacidad de ponerle un cascabel.

Conversamos sobre estos temas con el exministro de Defensa Reymi Ferreira


y con el economista Armando Ortuño.

Por mucho que al interior del país nos hagamos a la idea de que las disputas
que hoy vivimos son parte del día a día, para la mirada externa esto no es así.
Todos los países están siendo permanentemente evaluados. “La situación
macroeconómica es compleja, hay temas técnicos detrás de las dificultades
que hay que corregir. Pero, un componente fuerte es el desorden político. Si
Bolivia en los siguientes meses logra dar señales de un cierto ordenamiento
político y de una estabilización de todo esto que estamos viendo, pueden
mejorar las calificaciones” de los organismos financieros internacionales,
señala Ortuño.

(In)estabilidad

El economista precisa que “es la inestabilidad política la que nos está


complicando el escenario, incluso hacia afuera. Por supuesto que hay que
asumir medidas macro de ajuste, de controlar mejor el gasto, la inversión,
etcétera. Pero, fundamentalmente hay que estabilizar la política”.

Puede leer también: Discurso y legitimación política en Bolivia hoy

“Es crucial que el oficialismo se ordene y que llegue a algunos acuerdos


mínimos con otros actores por un sentido mínimo de responsabilidad con el
país, de ambos lados. Ambos bandos tienen que ser conscientes de su
responsabilidad con el país, con la gente y sus electores”, asevera Ortuño.

Entonces, el riesgo país, en el caso boliviano actualmente no se explica


exclusivamente a partir de factores económicos. “Obviamente está el
debilitamiento de algunas variables macroeconómicas como, por ejemplo, las
reservas. Pero, fundamentalmente, los reportes de las calificadoras mencionan
las dudas que tienen sobre la capacidad del Gobierno y el país para tomar
decisiones políticas en los siguientes años”, indica el economista.

Al respecto, Ferreira sostiene que “en cualquier situación, lo político es


importante en la estabilidad económica. Las reglas claras, la estabilidad política
son parte cualquier modelo estable y exitoso. Si no hay estabilidad política lo
primero que se resiente es la seguridad jurídica e institucional. Normas que se
necesitan y no se dictan. Leyes que son importantes que se hagan y no se
hacen. Sin estabilidad política no hay estabilidad económica”.

El exministro observa que “estamos con un Gobierno de un partido que no está


unido, que tiene serias disyunciones. Hay sectores del propio MAS que ejercen
roles más críticos que los propios opositores”.

Estas disputas políticas no quedan únicamente en el discurso, sino que tienen


consecuencias, reales, sumamente reales. “Por ejemplo, las normas que
necesitamos para luchar contra el blanqueo de dinero, que viene del sector
informal, del narcotráfico, son importantes que se aprueben para mantener
nivel de credibilidad ante los organismos financieros internacionales. El hecho
de no haberlas aprobado empieza a generar incertidumbre”, indica.
Así, “los niveles de seguridad o de credibilidad que han bajado. Esto en parte
es producto de inestabilidad que se ve. Un Órgano Legislativo donde no se
tiene una mayoría clara, sino circunstancial, con sectores políticos polarizados
que desconocen la institucionalidad, que tratan de cuestionar el orden
establecido, son fenómenos están generando una opinión externa negativa”.

Responsabilidad

Ferreira hace notar que “la oposición e inclusive algunos sectores que
supuestamente son oficialistas han puesto, hace mucho tiempo atrás, el interés
del país a un lado. La evidencia de esto es que hay gente que está feliz con la
escasez de dólares, por ejemplo. Creen que esa es una forma de desgastar al
Gobierno y que se les va a abrir el camino al poder de aquí a unos años. Cosa
que es errónea, porque es muy difícil que los que menos responsables han
sido desde la oposición sean candidatos creíbles para un gobierno de
alternancia responsable”.

“A estas personas no le importa darse un tiro al pie, aunque con ello destruyan
al país, con la intención supuesta de que con eso debilitan al Gobierno. Es un
razonamiento erróneo”, afirma el exministro.

Por muy mal que pueda parecer que están las cosas, todavía pueden
empeorar. “En términos generales, siempre que se acerca un proceso electoral
suben las tensiones. Eso es prácticamente una norma, no sólo aquí en Bolivia
sino en cualquier lugar. Pienso que eso va a ocurrir así”, sostiene Ferreira.

Advierte que “otro factor que puede acelerar este proceso de enfrentamiento, a
veces irracional, va a ser el tema económico. Si es que a nivel de la economía
no hay resultados para enfrentar esta coyuntura adversa, eso puede dar lugar a
un incremento de las acciones irresponsables y radicales”.

“Mucha gente tiene presente el modelo mental de la Unión Democrática


Popular (UDP), cuando se le recortó un año de gobierno al expresidente
Hernán Siles Suazo. Hicieron todo lo posible para incrementar la crisis al
extremo de arrinconarlo al entonces mandatario y llamar a unas elecciones
adelantadas. Entonces, piensan en esa posibilidad” concluye Ferreira.

der
La situación de los Derechos Humanos en Bolivia: ¿estamos indefensos?
Medio:Página Siete |14 de junio de 2023
Etiquetas:DDHH
Freedom House ubica, en su informe de 2023, a Bolivia como uno de los ocho
países “parcialmente libres”. Inseguridad jurídica, deterioro de las libertades
civiles y coerción de los derechos políticos, y la fragilidad institucional en el
sistema judicial, agravan la situación.

Freedom House, que promueve la defensa de los derechos humanos, políticos


y las libertades civiles en 35 países de las Américas, ha publicado su informe
de este año en el que ubica a Bolivia en el grupo de países “parcialmente
libres”.

“Desde hace 17 años, los derechos civiles y políticos se siguen deteriorando, y


la democracia en general está sufriendo abusos perpetrados por el poder, que
se utiliza para debilitar los pesos y contrapesos”, dijo el boliviano Gerardo
Berthín, vicepresidente de ese organismo, en un reciente debate organizado
por el Ceres que se centró en la calidad de la democracia en Bolivia y América
Latina y en los riesgos que corren quienes defienden los derechos humanos.

Freedom House lleva operando 80 años en Estados Unidos investigando los


derechos humanos y libertades, del cual emite un informe anual, este año fue
el número 50. Hoy analiza la situación de 195 países.

A nivel de América Latina, el índice incluye a 35 países, entre ellos EEUU,


Canadá y las islas del Caribe. De estos 35 países, 23 son clasificados como
libres, entre los que se encuentran Chile, Costa Rica, Canadá y EEUU; hay
ocho países “parcialmente libres”, entre los que se encuentra Bolivia, El
Salvador y Guatemala y cuatro países no libres, que son Cuba, Nicaragua,
Venezuela y Haití.

“Hemos visto algunos declives importantes en este 2023 en la región,


particularmente en Brasil, Ecuador, Haití y Guatemala. Pero uno de los países
que subió seis puntos en su índice fue Colombia, por la pacífica transición de
gobierno a un líder outsider y por el fortalecimiento del derecho de
reproducción en las mujeres”, destaca Berthín.

Para analizar esta problemática, Carmen Beatriz Ruiz, comunicadora social y


activista por los derechos humanos, respondió consultas de Página Siete para
analizar concretamente el caso boliviano.
Ante la reciente toma de la APDHB, la situación de los presos políticos (Jeanine
Añez, Camacho y otros), y muchas otras violaciones a las libertades
individuales y colectivas, ¿cómo evalúa la situación de los DDHH en el país?
¿Estamos indefensos?

La situación de los derechos humanos en el país, principalmente los políticos,


se ha ido deteriorando paulatinamente desde el anterior gobierno, y durante el
actual no se hace nada por frenar ese deterioro. Al contrario, hay silencio,
inercia y complicidad. Los casos de la expresidenta Jeanine Añez y del
gobernador Fernando Camacho reciben más atención de los medios, pero en
la historia reciente y en la actualidad hay muchos otros casos más. Estamos
ante un escenario que puede ser perfectamente catalogado como de
“judicialización de la política”. A esto no se puede dejar de añadir la situación
endémica de retardación de justicia, con el 80% de personas privadas de
libertad sin proceso ni sentencia, ante el abuso de la prisión preventiva, y un
sistema judicial que por corrupción, cooptación política e inoperancia es
conocido como uno de los peores ejemplos en la región.

¿Es Bolivia un país libre y democrático? Según un informe de Freedom House


se nota un deterioro constante de estas libertades en 35 países de las
Américas y el Caribe, entre ellos Bolivia. Ese organismo señala a los
detentadores del poder como los principales responsables del deterioro
democrático.

Nuestra democracia es frágil y lo avanzado en los últimos 30 años se está


cayendo a pedazos. No cabe duda que la responsabilidad del deterioro de los
derechos y garantías recae sobre quienes transitoriamente están administrando
el Estado. Coincido con la apreciación del deterioro constante de las libertades
y otros derechos políticos.

Bolivia está, según Freedom House, entre los ocho países “parcialmente
libres”, ¿a qué cree que se debe esa clasificación?

Se debe a los criterios con que Freedom House analiza la situación de los
países y determina esa calificación: inseguridad jurídica, deterioro de las
libertades civiles y coerción de los derechos políticos, fragilidad institucional en
el sistema judicial, entre otros.

¿Cómo ve las libertades civiles como la libertad de prensa, el derecho a la libre


expresión?
Hay evidencias de ataques a la libertad de prensa y el derecho a la libre
expresión. Cabe hacer notar que desde el gobierno de Evo Morales se
implementó una política agresiva y sostenida de disminuir e incluso cortar
contratos de propaganda estatal en medios masivos de comunicación (una
forma de coerción, por supuesto) y, al mismo tiempo, una estrategia de
creación de medios propios y de redes mediáticas (periódicos, emisoras
radiales y algunos programas de televisión con sus conductores actuando
como portavoces del gobierno), principalmente vinculadas de manera directa al
gobierno y a sus bases políticas. Muchas radios que recibieron este tipo de
apoyo o fueron creadas bajo el ala de ciertas organizaciones sociales
funcionaron como repetidoras de los discursos emitidos desde el gobierno, y
sin apoyo ni preparación comunicacional y logística languidecieron al poco
tiempo, sus instalaciones están vacías y sus equipos deteriorados.

¿La violación de los derechos humanos es común en regímenes populistas,


sean éstos de derecha o izquierda, y autoritarios?

Sí, es parte de sus estrategias. La peor de ellas es la cooptación vertical y


autoritaria de organizaciones sociales a través de acciones de prebenda que
llevaron al empobrecimiento de su discurso, de su acción y de su propia
identidad. En general, hay una compulsión, diríamos que “natural” de los
partidos y movimiento políticos a copar la dirección de las organizaciones
sociales, pero el Movimiento Al Socialismo ha llegado al extremo de anular sus
agendas propias y diluir sus identidades. Esto contribuye enormemente al
empobrecimiento de la acción política pública y de los liderazgos.

¿Qué rol está cumpliendo (o debería cumplir) la Defensoría del Pueblo?

Lamentablemente la Defensoría del Pueblo no está cumpliendo con su labor


(por mandato constitucional le corresponde de velar por la garantía y defensa
de los derechos humanos en el país), ya que fue tempranamente cooptada por
el proyecto político del Movimiento Al Socialismo. Por ello desde la selección y
nombramiento de sus titulares y suplentes obedece a esos intereses. Los
casos más patéticos son los de David Tezanos Pinto, Nadia Cruz y Pedro
Callisaya.

¿Qué salidas ve usted a futuro en el tema de las garantías y derechos


constitucionales en el país, ante un régimen que muestra cada vez más rasgos
autoritarios?
La principal salida es en primer lugar la acción ciudadana civil y pacífica que
puede expresarse de distintas formas y a través de diversos canales: ejercer y
defender la libertad de expresión en todos los espacios posibles, en la misma
medida la capacidad de movilización y articulación de expresiones sociales
independientes, participar en espacios políticos partidarios de oposición y
orientarlos a la demanda y defensa de las garantías constitucionales, entre
otras acciones. Nos quieren hacer creer que la política y, por tanto, las y los
políticos son intrínsecamente malos; esos prejuicios parecen llegar
especialmente a la juventud. Creo que debemos luchar contra esos prejuicios y
rescatar la acción política como un derecho y una obligación ciudadana.

Espacios democráticos recortados

El abogado Juan del Granado, principal impulsor de la acción ciudadana para


reformar el sistema judicial, también participó del debate.

“Vivimos hace 16 años en un sistema autoritario que ha recortado el espacio


democrático de manera progresiva, en los ámbitos más sensibles, en las
garantías y derechos constitucionales, en el Estado de Derecho cuyo principal
componente es la independencia de poderes, especialmente del judicial, que
debería ser el guardián de la Constitución y de los derechos constitucionales,
que resumen los derechos humanos”, opinó el jurista.

En su criterio, esta situación ha devenido en un peligroso silenciamiento de la


sociedad, se han anulado alternativas políticas y se han neutralizado niveles de
oposición desde la propia sociedad. “La intolerancia y la polaridad política ha
generado una situación de blanco y negro, donde la polaridad le favorece al
Estado y al gobierno y desfavorece a voces contestatarias de la sociedad que
no acaban de desplegar su potencial porque se encasillan en uno y son
anuladas”.

Del Granado sostiene que estas limitaciones son progresivas en la medida en


que las causas que asume la sociedad no se cristalizan. “Hay movimientos
ciudadanos significativos en el medio ambiente, en la equidad de género, en
los derechos civiles, organizaciones como la ADH, pero al mismo tiempo hay
niveles estatales absolutamente cooptados y subordinados, el Parlamento es
uno de ellos. La Defensoría del Pueblo, al igual del Órgano Judicial, debería ser
independiente, pero no lo es y éstos contribuyen al despliegue autoritario y al
temor de la sociedad”, opina.
Y agrega que “estamos en un momento que puede caracterizarse por un
agravamiento del deterioro del Estado de Derecho, de la consolidación de la
visión autoritaria gubernamental y de la falta de horizontes alternativos”.

Los movimientos ciudadanos, si no tienen efecto estatal, se diluyen, por lo que


se consolida, en esta visión autoritaria, la subordinación de la sociedad con
respecto al Estado, subordinación que puede malograr perspectivas políticas
alternativas en el corto plazo: “para 2025 no se vislumbra una alternativa seria,
democrática que enfrente al autotiranismo”.

“Hay una visión pesimista y no veo muchas luces para el optimismo. La


posibilidad de un avance está en la generación de nuevos liderazgos”, cierra
Del Granado.

Las recomendaciones de Freedom House pasan por la renovación de los


sistemas institucionales, mayor independencia en los pesos y contrapesos, y
reforzar la libertad de expresión, una de las áreas que muestra mayores
deficiencias; 157 países de los 210 que analiza esa entidad han experimentado
deterioro en la libertad de expresión.

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