Trabajo de Grupo. Deontologia Juridica
Trabajo de Grupo. Deontologia Juridica
Trabajo de Grupo. Deontologia Juridica
TEMA
ESTUDIANTES
JEFE DE GRUPO
Verónica Mercedes Acosta Núñez
PARTICIPANTES
PROFESOR TUTOR
Dr. Johannes San Miguel Giralt, PhD
AÑO 2020
DEONTOLOGIA JURIDICA
CODIGO DE ETICA
La ética profesional es el conjunto de normas y principios que las personas aplican en el día a
día en el ejercicio de su actividad profesional.
Puede estar recogida en un código deontológico o profesional, o puede estar constituida por un
conjunto de normas ajustadas a la moral y al correcto proceder de una sociedad determinada.
La ética profesional es especialmente importante cuando surgen conflictos entre el desarrollo
de un trabajo o actividad, los intereses propios o de terceros, y la conciencia ética personal del
individuo.
El Código de Ética relieva valores como decencia, honor y dignidad profesional.
Apela a la licitud de la conducta de jueces, funcionarios públicos y colegas.
Proclama la libertad para aceptar o rechazar patrocinios, sin que influya en su ánimo el monto
pecuniario del asunto.
Asimismo, conmina al Abogado a guardar el secreto profesional y a manejar con reserva la
información recibida en condición de patrocinador.
Prohíbe asegurar posibilidades de éxito a su cliente; debiendo requerir a los clientes guardar
respeto a los magistrados. Optando siempre por una solución transaccional antes que una
judicial.
Por último, el Código de Ética demanda de los abogados respeto y fraternidad entre colegas
evitando influyan la animadversión de las partes, expresiones malévolas e injuriosas y aludir a
antecedentes personales, ideológicos, políticos o de otra naturaleza, de sus colegas.
También el Código Orgánico de la Función Judicial regla el ejercicio profesional, y fija que el
ejercicio de la abogacía es una función social al servicio de la justicia y del derecho. Establece
como garantía fundamental de toda persona ser patrocinada por un abogado de su libre
elección.
Son deberes del abogado en el patrocinio de una causa, actuar al servicio de la justicia y para
este objeto colaborar con los jueces y tribunales; ejercer el patrocinio con sujeción a los
principios de lealtad, probidad, veracidad, honradez y buena fe; defender con sujeción a las
leyes, la verdad de los hechos y las normas del Código de Conducta en el Ejercicio Profesional;
instruir y exhortar a sus clientes para que acaten las indicaciones de los tribunales y jueces, así
como para que guarden el debido respeto a los mismos y a todas las personas que intervengan
en el proceso; cumplir fielmente las obligaciones asumidas con su patrocinado; abstenerse de
promover la difusión pública de aspectos reservados del proceso en que intervenga, aún no
resuelto.
En cuanto a las prohibiciones a los Abogados en el patrocinio de las causas se encuentra el
revelar el secreto de sus patrocinados, sus documentos o instrucciones; abandonar, sin justa
razón, las causas que defienden.
Igualmente, la referida ley prevé la suspensión del ejercicio profesional, entre otras razones
cuando se nieguen, sin motivo justificado, a rendir cuentas a sus poderdantes o clientes; cuando
en cualquier forma apareciere que han incurrido en apropiación, malversación, defraudación,
exigencia indebida o uso indebido de fondos en daño de sus clientes, sin perjuicio de las
responsabilidades penales y civiles a que hubiere lugar; cuando por su intermedio, litiguen
personas no autorizadas por la ley; y, el procedimiento reiterado de injuria por parte de la
defensora o defensor.
Es aquí donde reiteramos lo analizado en la sentencia, donde es una obligación proteger el
secreto profesional del entre el apoderado, ya que se está aceptando de buena fe formar parte
del encargado y no podrá revelar las acciones tomadas, además es un arma de doble filo ya que
al aceptar actos que fueron revelados por el poderdante bajo secreto profesional este acepta
conocimiento por ende complicidad en el hecho.
PRINCIPIOS DEONTOLÓGICOS
Los Principios Deontológicos incluidos en este Código establecen el marco ético en el que los
Economistas puedan desarrollar libre y responsablemente su actividad.
Cumplen principalmente tres funciones:
1. Inspiran el trabajo de los economistas, de modo que sea eficiente, creativo y responsable.
2. Marcan límites de actuación, más allá de los cuales el economista estaría incumpliendo sus
deberes, lo que podría dar lugar a una sanción disciplinaria.
3. Facilitan la adquisición y desarrollo de valores que hagan posible que los comportamientos
de los economistas respondan siempre a los Principios
Deontológicos de la profesión.
Aunque algunos de estos Principios pueden tener el respaldo de la ley, su fuerza obligatoria
proviene de la ética. Al integrarse voluntariamente en un Colegio profesional, el economista
los acepta como guía para su actuación. Pero no son reglas rígidas, sino que su aplicación en
cada caso exigirá una reflexión sobre los objetivos del trabajo del economista, las condiciones
en que lo desarrolla, sus capacidades, limitaciones, oportunidades y retos. Fruto de esa
reflexión será un estilo de trabajo que reúna las mejores cualidades de la profesión de
economista.
Los Principios son también una declaración pública de lo que la profesión considera que es
bueno, correcto y honesto en el ámbito de su trabajo y, por tanto, implican asumir unas
responsabilidades ante la sociedad, sus colegas y su Colegio. Esto da seguridad y prestigio a la
profesión: es un bien común, creado y compartido por todos.
Los Principios de este Código no son distintos de los de otras profesiones, y se aplican a todas
las formas de trabajo de los economistas y de los titulares mercantiles, como profesionales
independientes que actúan solos o en sociedad con otros profesionales, así como a esas mismas
sociedades profesionales; como directivos o empleados por cuenta ajena, como docentes o
investigadores o en tareas de la administración pública, etc.
Los Principios fundamentales establecidos en la CRE en el siguiente artículo, indica: “Art. 1.-
El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano,
independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se organiza en forma de república
y se gobierna de manera descentralizada.”,
Ibídem, Art. 172.- Las juezas y jueces administrarán justicia con sujeción a la Constitución, a
los instrumentos internacionales de derechos humanos y a la ley.
“Las servidoras y servidores judiciales, que incluyen a juezas y jueces, y los otros operadores
de justicia, aplicarán el principio de la debida diligencia en los procesos de administración de
justicia.
Las juezas y jueces serán responsables por el perjuicio que se cause a las partes por retardo,
negligencia, denegación de justicia o quebrantamiento de la ley.”
Los Principios fundamentales establecidos en la CRE en el siguiente artículo, indica: “Art. 1.-
El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano,
independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se organiza en forma de república
y se gobierna de manera descentralizada.”, Ibídem, Art. 172.- Las juezas y jueces administrarán
justicia con sujeción a la Constitución, a los instrumentos internacionales de derechos humanos
y a la ley.
“Las servidoras y servidores judiciales, que incluyen a juezas y jueces, y los otros operadores
de justicia, aplicarán el principio de la debida diligencia en los procesos de administración de
justicia.
Las juezas y jueces serán responsables por el perjuicio que se cause a las partes por retardo,
negligencia, denegación de justicia o quebrantamiento de la ley.”
“Art. 1.- Objeto y ámbito de aplicación.- El objeto de este código es fomentar los principios y
valores éticos que deben observarse en el ejercicio de las funciones de los servidores y
trabajadores de la Función Judicial.
Las disposiciones de este código son de obligatorio cumplimiento para quienes integran la
Función Judicial vinculados bajo cualquier modalidad, dentro del marco de sus atribuciones,
sin perjuicio de los derechos y obligaciones previstos en la Constitución de la República del
Ecuador, el Código Orgánico de la Función Judicial, el Código del Trabajo y normativa
reglamentaria, en todo cuanto sea aplicable.”
Código de Conducta para los Abogados y Abogadas en el Patrocinio de las Causas, publicado
en el Registro Oficial N° 388 viernes 14 de diciembre de 2018, menciona:
De la denuncia presentada por Marco Vargas Avendaño, quien se ha basado en otra denuncia
presentada dentro de un trámite policial en contra del agente Oswaldo Aguilar Núñez, cuyo
titular ha sido el abogado Oscar León Alcívar en calidad de Juez del Segundo Distrito de la
Policía Nacional, quien ha resuelto no aceptar a trámite la acusación particular presentada por
Marco Vargas Avendaño, por no haber sido completada dentro del término de ley, disponiendo
se deje contar con éste por no de ser parte procesal en esa causa. Marco Vargas Avendaño,
vuelve a presentar otra acusación particular, la misma que no ha sido aceptada a trámite.
Con fecha 14 de abril de 2008, el juez Oscar León Alcívar, ha dictado auto de sobreseimiento
definitivo a favor del agente Oswaldo Aguilar
Núñez, “…declarando maliciosa y temeraria la acusación particular formulada por el señor
Marco Gonzalo Vargas Avendaño y dejando a salvo las acciones que se puedan iniciar en su
contra”; iniciándose por esta declaratoria trámite penales y civiles, como consecuencia de una
acusación particular inexistente.
Una vez concluida la etapa de instrucción, el señor Fiscal Provincial de Chimborazo, acusa al
procesado abogado Oscar León Alcívar, por el presunto delito de prevaricato tipificado y
sancionado en el artículo 277.3 del Código Penal1, criterio que no ha sido acogido por el
Presidente de la Corte Provincial de Justicia de Chimborazo, en razón del fuero, ya que se ha
justificado dentro de la causa que el procesado Oscar Francisco León Alcívar, era Juez del
Segundo Distrito de la Policía Nacional, dictando sobreseimiento provisional del proceso y
del procesado.
De este auto interponen recurso de apelación tanto el fiscal provincial como el acusador
particular, avocando conocimiento los Conjueces de la Sala Penal de la Corte Provincial de
Justicia de Chimborazo, quienes aceptando los recursos de apelación y conforme lo dispone el
artículo 232 del Código de Procedimiento Penal2, dictan auto de llamamiento a juicio en contra
de Oscar Francisco León Alcívar, por considerarle presunto autor del delito de prevaricato.
1
Art. 268, Prevaricato de las o los jueces o árbitros, COIP, publicado en Registro Oficial Suplemento 180 de 10-
feb.-2014.
2
Art. 608.- Llamamiento a juicio, COIP, publicado en Registro Oficial Suplemento 180 de 10-feb.-2014
Los señores Jueces de la Sala Penal de la Corte Provincial de Justicia de Chimborazo, con fecha
16 de agosto de 2012, a las 09h36, dictan sentencia condenatoria en contra de Oscar Francisco
León Alcívar, por considerarle autor del delito previsto y castigado en el artículo 277, numeral
3 del Código Penal, imponiéndole la pena de un año de prisión y al pago de daños y perjuicios,
discordante con esta sentencia, el procesado Oscar Francisco León Alcívar, interpone recurso
de apelación para ante la Sala Penal de Conjueces de Corte Provincial de Justicia de
Chimborazo, tribunal ad-quem que desecha el recurso y confirma la sentencia dictada en
esta causa.
Nota. Lo sombreado, subrayado y resaltado nos corresponde, para una mejor explicación del
caso
Fuente:
Constitución de la República del Ecuador
Código de Ética de los Servidores y Trabajadores de la Función Judicial del Ecuador
Código de Conducta para los Abogados y Abogadas en el Patrocinio de las Causas
Juicio Penal No. 1291 – 2012 CORTE NACIONAL DE JUSTICIA DEL ECUADOR.
SALA ESPECIALI: DE LO PENAL, PENAL MILITAR, PENAL POLICIAL Y
TRÁNSITO. Quito, 16 de octubre de 2014, a las 15h05., Recurso de Casación,
RESOLUCION No. 1754-2014