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UNIDAD 2: TERAPIA ANTIMICROBIANA.

ANTIMICROBIANOS
El concepto clásico de antibiótico designa toda sustancia proveniente de microorganismos vivos, con
actividad antimicrobiana. Los primeros antibióticos, aislados de hongos, conforman un buen ejemplo
de esta definición.
Se entiende a los antimicrobianos como uno de los pocos grupos de medicamentos que curan
enfermedades. Antibiótico es una sustancia química, natural o sintética, dotada de actividad
antimicrobiana, que es capaz de inhibir o destruir bacterias y otros microorganismos (como ser hongos,
parásitos o virus), también son efectivos en la prevención y el tratamiento de las enfermedades
producidas por estos agentes.
En la práctica, antibiótico, quimioterápico y antimicrobiano se usan de modo indistinto,
manteniéndose también las denominaciones apuntadas en función de la naturaleza del agente
infeccioso cubierto por la droga: antivírico, antiparasitario, antimicótico.
La comprensión del modo de acción de los principales antibióticos exige una información elemental
previa: la constitución de una bacteria tipo y sus clasificaciones.
Las principales estructuras bacterianas pueden agruparse del modo siguiente:
Envoltura bacteriana: conformada por tres componentes fundamentales: la membrana externa, la
pared y la membrana citoplasmática.
• La pared proporciona forma y rigidez a la bacteria. Está constituida por peptidoglicano, con
algunas diferencias entre las bacterias Gram positivas y Gram negativas. En éstas, la pared es
de mayor complejidad: hay dos capas separadas por el espacio periplásmico. En la parte
externa se encuentran las porinas, verdaderos canales proteicos de comunicación con el
medio exterior.
• La membrana citoplasmática incluye las PBP (Penicillin binding protein: proteínas que se unen
a penicilinas). Tienen actividad enzimática e intervienen en la síntesis de la pared. Muchos
antibióticos inactivan las PBP, interfiriendo la formación de la pared bacteriana. Para ello, las
drogas deben atravesar la membrana externa penetrando por los canales porínicos sin ser
inactivados previamente.
Sistema genético: constituido por el ADN cromosómico, los plásmidos (ADN extracro-mosómico) y los
transposones, o material genético extracromosómico "móvil". En los plásmidos y transposones se
encuentran los genes que pueden transmitirse entre bacterias, posibilitando de esta manera la
transferencia de la resistencia entre especies microbianas idéntica o aún diferentes.
Dentro de las generalidades también es importante saber clasificar a las bacterias, lo cual se puede
hacer teniendo en cuenta distintas características, como ser:
• Morfología: cocos, bacilos o cocobacilos.
• Tinción de Gram: gram positivo, gram negativo
• Requerimientos para el crecimiento: aerobios o anaerobios.
• Reacciones químicas: coagulasa, hemolisis, fermentación, serotipos de Lancefield.
Clasificación según morfología:

Según los requerimientos para su desarrollo:


Según la tinción de GRAM.

RESISTENCIA BACTERIANA:
La resistencia bacteriana es la capacidad de las bacterias para eludir la acción de los antimicrobianos.
En un sentido amplio, consideramos que si la bacteria es inhibida o muerta por acción del ATM es
sensible (S), y, por el contrario, si este no llega a ejercer su efecto la bacteria es resistente (R).
Una bacteria es considerada sensible a un ATM si es inhibida por las concentraciones de droga
usualmente alcanzada con la dosificación recomendada por el sitio de infección.
Para la aparición de la resistencia, el factor contribuyente más importante es el uso inapropiado de
ATM.
La resistencia bacteriana puede ser natural o intrínseca donde es predecible; mientras que, la
resistencia adquirida es impredecible y requiere pruebas de sensibilidad a ATM.
La resistencia adquirida es un fenómeno esencialmente genético, que implica cambios en el ADN de
la bacteria. De acuerdo a la ubicación de los genes de la resistencia bacteriana, pueden admitirse tres
modalidades genéticas: resistencia cromosómica, plasmídica y por transposones.
• Resistencia cromosómica: se produce como consecuencia de cambios espontáneos o
mutaciones en el ADN, que determinan la resistencia a varios antibióticos, como meticilina,
rifampicina, isoniacida, ácido nalidíxico, algunos beta lactámicos, etc. La mutación es capaz de
producir alteraciones en distintas estructuras de la bacteria: las PBP, la permeabilidad de la
membrana citoplasmática, la pared, etc.
• Resistencia por plásmidos: incluye la mayor parte de los fenómenos de resistencia bacteriana.
Ha sido demostrada para los aminoglucósidos, beta lactámicos, cloranfenicol, eritromicina,
lincomicina, etc. Una clase especial de plásmidos, denominados factor R, son responsables de
la transmisión de los genes de la resistencia entre bacterias Gram negativas.
• Resistencia por transposones: es posible por la rápida transmisión genética entre una amplia
variedad de plásmidos o entre plásmidos y cromosomas de determinadas especies
bacterianas.
De acuerdo a lo expuesto, puede afirmarse que la resistencia bacteriana es un fenómeno transferible
entre las bacterias, ya sea mediante plásmidos, transposones o bacteriófagos (virus). Ello hace que
todas las bacterias sean potencialmente susceptibles a adquirir esta importante característica
biológica.
Mecanismos de resistencia: una vez codificados los genes de la resistencia mediante las modalidades
expuestas, la bacteria adquiere la capacidad de resistir el efecto de un antibiótico determinado y de
transferir dicha propiedad a otras bacterias. Ello es posible por complejos mecanismos químicos, que
pueden simplificarse en cuatro variantes:
1. Por restricción de la permeabilidad de la pared al ATB: la resistencia se concreta mediante el
cierre de los canales porínicos, con lo cual el ATB no alcanza las PBP para interferir la síntesis
de la pared. De ese modo, no se afecta la integridad del peptidoglicano y la bacteria logra
subsistir. Este mecanismo es causa de resistencia a los antibióticos beta lactámicos,
cloranfenicol, tetraciclinas.
2. Por bloqueo en la fijación del ATB a las PBP: en estos casos, la droga atravesó la membrana
externa, pero no se concreta su unión a las estructuras fijadoras allí ubicadas y encargadas de
la síntesis parietal. Este mecanismo sería responsable de la meticilino resistencia del
estafilococo y de la resistencia del neumococo a penicilina.
3. Por liberación de enzimas inactivadoras: cuales las de mayor importancia práctica son las beta
lactamasas. De acuerdo al tipo de antibiótico que inactivan, estas enzimas se denominan
penicilinasas o cefalosporinasas.
4. Por inhibición del sistema autolítico enzimático: responsable de la destrucción bacteriana
cuando se emplean antibióticos bactericidas. Este tipo particular de resistencia se denomina
tolerancia y ha sido descripto en algunas cepas de estafilococos. En estos casos, el antibiótico
logra inhibir el desarrollo bacteriano, pero no se concreta la bacteriolisis por fallas en las
enzimas autolíticas.
Es importante remarcar el concepto de multirresistencia, la cual es definida con 2 condiciones: que
exista resistencia a más de una familia o grupo de antimicrobianos de uso habitual, teniendo dicha
resistencia relevancia clínica; y epidemiológica, donde puede ocasionar brotes epidémicos. Según la
CDC se establece la multirresistencia cuando la bacteria es resistente a 3 o más antibióticos.
También, se conoce la panrresistencia que es la resistencia a todos los antibióticos testeados, incluso
en un antibiograma ampliado, donde se realiza con colistin, tigeciclina, entre otros.
Dentro de la resistencia bacteriana, hay distintos microorganismos que plantean dificultades
terapéuticas:
• Estafilococo meticilino resistente,
• Estafilococo aureus VISA – GISA – VRSA (resistentes a vancomicina),
• S. Pneumoniae resistente a penicilina y CTG,
• Enterococo resistente a vancomicina,
• Enterobacterias BLEE,
• BGN no fermentadores resistentes,
• Mycobacterium tuberculosis MDR XDR (multirresistente).
En la comunidad: micobacterium tuberculosis, neisseria gonorrea, enteropatógenos, uropatógenos, y
estreptococo pneumonie.
En el hospital: estafilococo aureus, enterococos, bacilos gram negativos multirresistentes.
Las que nos van a preocupar principalmente en el hospital son: enterococo
faecium, estafilococo aureus, kleisbella, acinobacter baumanii,
pseudomonas aeruginosa y enterobacter cloacae.

A continuación, se desarrollarán los antimicrobianos, comenzando por su clasificación.


CLASIFICACIÓN DE LOS ATM:
→ De uso general: son los ATM que se encuentran al alcance de todos los médicos. Su uso ha sido
consagrado en tiempo y experiencia; se suelen administrar por vía oral y su costo es accesible
a toda la población. Son exitosos en el tratamiento de patologías ambulatorias; dentro de este
grupo podemos mencionar a, las penincilinas, cefalosporinas de 1° generación, eritromicina,
gentamicina, lincosaminas, TMP-SMX, tetraciclinas, cloranfenicol, metronidazol.
→ De uso semi restringido o fundamentado: se limita su uso para evitar la aparición de
resistencias. Suelen ser de administración parenteral, y su costo es mayor. Son ejemplo de
estos las cefalosporinas de 3° generación y las quinolonas IV (ciprofloxacina, levofloxacina).
→ De uso restringido: son los más seleccionados de todos, su uso se restringe a especialistas en
infectología, debido a que, su uso constante genera una rápida resistencia. Ejemplo de estos
son carbapenemes, piperacilina-tazobactam, tygeciclina, vancomicina, daptomicina,
tuberculostáticos.
Modalidad de empleo: es la estrategia que vamos a emplear cuando prescribimos el antibiótico en
función a los objetivos que nos hemos planteado; puede ser entonces, terapéutica o profiláctica.
→ Terapéutica: es la administración del antibiótico cuando tenemos la infección ya establecida,
y el microorganismo está generando daño celular.
→ Profiláctica: es la administración del antibiótico antes de que el microorganismo ingrese y
genere daño. La profilaxis a su vez puede ser:
o De exposición: para prevenir la llegada de microorganismos y su multiplicación, se
realiza en personas sanas pero expuestas al riesgo de infectarse.
o De infección o primaria: en este caso el microorganismo ya llegó al huésped, pero
quiero evitar que se multiplique.
o De enfermedad o secundaria: la persona ya se enfermó por el microorganismo, pero,
quiero prevenir recidivas o recaídas.
Para lograr la correcta elección del fármaco a utilizar, es importante tener en claro dos cosas: la
situación clínica del paciente, y el microorganismo causal.
Para aislar correctamente el microorganismo causal, tenemos que seguir distintos pasos:
1. debemos obtener muestras aptas antes de comenzar el tratamiento;
2. solicitar el estudio directo mediante tinción de Gram u otras tinciones específicas;
3. realizar el cultivo, y, por último,
4. se realizan los antibiogramas para evaluar la sensibilidad del agente.
El antibiograma nos permite establecer la sensibilidad microbiana; se realiza por difusión en placa de
agar y es útil como método cualitativo o semicuantitativo (sin tanta utilidad en microorganismos
fastidiosos, y sin utilidad en anaerobios).
El antibiograma por dilución seriada del antimicrobiano en caldo o agar nos permite conocer la
concentración inhibitoria mínima (CIM); siendo esta la concentración mínima del agente
antimicrobiano que inhibe por completo el crecimiento bacteriano visible sensible luego de 18 a 24 hs
de incubación, con un inóculo bacteriano de 105 UFC/ml. También, se puede determinar la
concentración bactericida mínima (CBM), siendo esta, la menor concentración del antibiótico que
elimina el 99,9% del inóculo bacteriano (por subcultivos que no muestran crecimiento en agar libre de
antibióticos con un 99,9% de falta de desarrollo luego de una incubación). La CBM = 2 x CIM.
Cuando hablamos de la actividad antibacteriana o el poder bactericida del suero, establecemos que,
es la dilución del suero conteniendo los antibióticos que el paciente recibe, que puede inhibir o destruir
el microorganismo previamente aislado en cultivo de ese paciente. Se realizan diluciones seriadas del
suero del paciente con los antibióticos, las cuales son incubadas con un inóculo del microorganismo
infectante. Después de la incubación se determina la dilución mayor que inhibe o mata al
microorganismo. Las muestras se extraen en el pico (luego de la administración) y en el valle teniendo
valor predictivo de alta tasa de curación un título de 1:64 en el pico y de 1:32 en el valle. Es de utilidad
para el monitoreo del tratamiento en endocarditis, osteomielitis, artritis séptica, empiema y
bacteriemia.
A pesar de contar con estas pruebas para monitorear el tratamiento, la evaluación clínica sigue siendo
el método más importante para determinar la eficacia del mismo.
Criterios de elección del ATB: para elegir un régimen antibiótico óptimo se requiere información básica
sobre la farmacocinética y farmacodinamia de los antibióticos, considerar el sitio de infección y el perfil
de sensibilidad del patógeno.
En relación al sitio de infección tenemos que evaluar dos tipos de antibióticos:
→ ATM hidrofílicos: son fármacos que poseen un volumen de distribución y una difusión por
membranas limitado; además de ser inactivos sobre patógenos intracelulares. Su eliminación
suele ser renal. Ejemplo: betalactámicos, glucopéptidos, aminoglucósidos.
→ Lipofílicos: poseen mayor volumen de distribución y difusión a través de membranas lipídicas.
Son activos sobre patógenos intracelulares y tienen metabolismo hepático. Ej: Macrólidos,
fluorquinolonas, tetraciclinas, cloranfenicol, rifampicina.
En cuanto a la sensibilidad del patógeno, recordemos que, la concentración pico o máxima (Cmax) es
la concentración máxima que alcanza el antibiótico por encima de la CIM del patógeno; la actividad
bactericida del antibiótico depende de la concentración máxima que alcanza el antibiótico como droga
libre luego de su administración. La concentración del antibiótico en el sitio de infección debe ser igual
o mayor que la concentración inhibitoria mínima (CIM) para el microorganismo infectante, siendo lo
ideal que, la concentración máxima sea ≥ 8 -10 veces la CIM del patógeno.
Las concentraciones sub inhibitorias del antibiótico ayudan a los mecanismos defensivos del huésped
en la destrucción de los microorganismos, y pueden producir una cura clínica pero no son ideales.
A los antimicrobianos, a su vez, los podemos dividir según sea su efecto dependiente de concentración,
o dependiente del tiempo:
→ ATM con actividad bactericida dependiente del tiempo: es cuando la actividad bactericida
depende del tiempo del intervalo de dosis, durante el cual la concentración del antibiótico
permanece por encima de la CIM del patógeno. T > CIM.
Se expresa en porcentaje, siendo lo ideal un tiempo ≥ al 50% del intervalo de dosis durante el
cual la concentración debe ser 4-5 veces superior a la CIM. Ejemplos: Penicilinas,
Cefalosporinas, Carbapenems, Monobactam, Vancomicina, Tygeciclina, Macrólidos,
Clindamicina, Linezolid.
→ ATM con actividad bactericida dependiente de la concentración: el antimicrobiano tiene que
alcanzar una concentración máxima que exceda la CIM del patógeno 10 a 12 veces, en este
pico máximo ejerce su acción que luego se mantiene por horas, determinando una curva de
concentración y un área bajo la curva de concentración del antibiótico. El tamaño del área bajo
la curva y el tiempo en que el antibiótico permanece por encima de la CIM del patógeno
durante 24 horas, va a determinar la actividad bactericida del antibiótico. Esto permite la
administración del antibiótico en 1 gran dosis diaria para alcanzar mayor concentración y
disminuir toxicidad. Ejemplos: Aminoglucósidos, Fluoroquinolonas, Colistín, Metronidazol.
→ Efecto post antibiótico: es cuando el efecto bactericida continua por un mayor tiempo, aun
cuando las concentraciones séricas del antibiótico hayan descendido y se encuentren por
debajo de la CIM del patógeno. Ejemplos: aminoglucosidos (13 horas), azitromicina (5 días),
fluorquinolonas, imipenem.
Otro concepto importante es el espectro ATM.
→ ATM con amplio espectro: son aquellos que cubren más de un grupo mayor de agentes
infecciosos, ya sean, bacterias gram positivas y gram negativas, virus, hongos, o, protozoarios.
Ejemplo: tetraciclinas, cloranfenicol, metronidazol.
→ ATM de espectro reducido: cubre una o dos variedades de microorganismos. Ejemplo:
penincilinas (sólo cubren gram positivas), cefalosporinas de 3° generación (gram negativas),
vancomicina (cocos gram positivos y clostridium difficile).
Combinación de ATM: cuando realizamos la combinación de ATM podemos tener efectos de
sinergismo, o, de antagonismo.
Sinergismo: se da efecto de suma y un antibiótico aumenta o potencia la efectividad del otro.
Combinaciones más utilizadas son: penicilina + aminoglucósidos en infecciones por estreptococos y
enterococos (porque la penicilina altera la pared, favoreciendo la penetración del aminoglucósido, que
actúa a nivel de la membrana y el ribosoma); Piperacilina + aminoglucósidos (en infecciones por
Pseudomonas); Cefalosporinas + aminoglucósidos (en infecciones por Klebsiella); Trimetoprima-
sulfametoxazol en infecciones por bacterias grampositivas y gramnegativas (porque bloquean en pasos
sucesivos la síntesis del ácido fólico, inhibiendo en serie el crecimiento microbiano).
Nuevas combinaciones sinérgicas: betalactámicos + inhibidores de betalactamasas, como amoxicilina
clavulánico, ampicilina y amoxicilina + sulbactam, ticarcilina + clavulánico, o piperacilina + tazobactam,
ceftazidima + avibactam o ceftalozano + tazobactam. Lo que se busca con estas combinaciones es
producir una inhibición irreversible de las betalactamasas bacterianas, permitiendo la acción
bactericida del antibiótico.
En la asociación imipenem-cilastatín, la cilastatina (enzima inhibidora), previene la destrucción del
imipenem a nivel del túbulo renal.
Otros objetivos de la combinación de antibióticos son limitar la aparición de resistencia
intratratamiento (TBC, por ejemplo), o disminuir la toxicidad por descenso de la dosis de uno de los
integrantes de la asociación (anfotericina B más 5 fluorcitocina) o, aumentar la efectividad sobre un
microorganismo (anfotericina B + rifampicina; o tetraciclinas para infecciones por hongos).
Antagonismo: se produce cuando la combinación de dos antibióticos juntos, produce un menor efecto
que el uso de uno solo.
Puede suceder con la asociación de dos betalactámicos, cuando uno de estos antibióticos es inductor
de betalactamasas, lo cual puede hacer liberar a la bacteria betalactamasas cromosómicas, de espectro
extendido que estaban reprimidas y que inactivan el otro antibiótico (en las infecciones por Serratia,
Pseudomonas o Enterobacter).
También, entre penicilinas y tetraciclinas, o, tetraciclinas y eritromicina.
Por último, en la asociación de penicilina o amoxicilina con cloranfenicol en infecciones por
neumococo, porque el cloranfenicol disminuye la actividad bactericida de la penicilina sobre el
neumococo.
Situaciones especiales que intervienen en la elección del ATM:
Deterioro de la función renal: se establece cuando el filtrado glomerular desciende de 50 ml/min;
donde es importante utilizar fármacos que se eliminen por vía hepatobiliar o ajustar dosis de aquellos
que se eliminan por vía renal para evitar las reacciones adversas temidas (por ejemplo, la ototoxicidad
por aminoglucósidos, las convulsiones o mioclonías con penicilina o imipenem).
Los fármacos que van a necesitar ajuste de dosis son penicilina G sódica, cefalotina, ticarcilina,
aminoglucósidos, sulfamidas y vancomicina. La cefaloridina y sulfas son directamente nefrotóxicas.
En aquellos fármacos que necesiten ajuste de dosis, se realiza dosis de carga (para alcanzar
rápidamente los niveles terapéuticos), y luego, las dosis siguientes requieren ya el ajuste, el cual puede
hacerse por dos caminos, o prolongar el intervalo de tiempo entre dosis, o, prescribir un porcentaje
de la dosis estándar sin modificar el intervalo (que se realiza de acuerdo al filtrado glomerular, siendo
esta ecuación la conocida como cockcroft-gault). Esto se suele realizar con aminoglucósidos,
vancomicina, colistin, y, tigeciclina principalmente.
Deterioro de la función hepática: en este caso se puede producir una prolongación de la vida media de
los fármacos que se metabolizan y eliminan por vía hepatobiliar. Los macrólidos, las lincosaminas y el
cloranfenicol deben ajustarse, al igual que la rifampicina, isoniazida, pirazinamida, ácido fusídico,
nitrofurantoina, metronidazol e imidazoles.
Como guía general, se debería iniciar con la mitad de la dosis habitual de los antibióticos que se
eliminan por metabolismo oxidativo (citocromo P450); en los pacientes con enfermedad hepática
aguda, crónica o cirrosis, que presentan un porcentaje de Actividad de Protrombina (APP) ≤ 50%.
La función hepática está deteriorada en los neonatos y ancianos, lo cual es importante porque, el
cloranfenicol puede producir el síndrome gris del recién nacido con shock, colapso cardiovascular y
muerte. También, las sulfonamidas compiten con la bilirrubina por el sitio de unión a las proteínas y
en neonatos aumentan los niveles de bilirrubina y causan Kernicterus, al igual que el ácido nalidíxico,
con hiperbilirrubinemia por inhibición de la glucuroniltransferasa.
Embarazo: es una situación especial para el tratamiento con ATM, por lo cual es importante regirnos
de la clasificación por categorías de la FDA para saber que droga recetar teniendo en cuenta si corren
o no peligro la embarazada y/o el feto.
→ Categoría A: sin riesgos.
→ Categoría B: sin riesgos en animales, no hay estudios en humanos. Son fármacos como, las
penicilinas, cefalosporinas, meropenem, aztreonam, eritromicina, azitromicina, clindamicina,
etambutol, rifampicina.
→ Categoría C: se demostró toxicidad en animales, pero, los beneficios pueden exceder los
riesgos. Son fármacos como, claritromicina, sulfamidas, trimetoprima, quinolonas,
cloranfenicol, imipenem, isoniacida, pirazinamida, fluconazol, oseltamivir, amantadina.
→ Categoría D: se demostró riesgo en humanos, pero los beneficios pueden exceder los riesgos.
Son fármacos como, aminoglucósidos, colistin, tetraciclinas.
→ Categoría X: anomalías fetales demostradas, riesgos mayores que el beneficio.
Vías de administración: es el sitio por el cual ingresará el fármaco al organismo, pudiendo ser por vía
oral, parenteral, sublingual, entre otras.
La vía de administración parenteral, está sujeta a la posible eliminación de primer paso en pulmón
antes de distribuirse por el resto del cuerpo, e incluye la vía endovenosa, subcutánea, intramuscular e
intra-arterial.
Los antibióticos parenterales, deben emplearse en infecciones severas, para asegurarnos niveles
adecuados en sangre. La vía intravenosa debe emplearse en el paciente con hipotensión, diátesis
hemorrágica o trombocitopenia; o, cuando son necesarios altos niveles en sangre como en
endocarditis, sepsis, meningitis, y neumonías severas.
Teniendo en cuenta la administración intravenosa en infusión, se establece que puede efectuarse de
3 maneras:
→ Infusión intermitente: se administra el antibiótico en infusión durante cortos periodos de
tiempo, no mayor a 120 minutos. Ejemplo, vancomicina 1 gr diluido en 200 ml de solución
fisiológica a pasar en 60-120 minutos cada 12 hs.
→ Infusión prolongada: la administración del fármaco se realiza durante periodos más
prolongados, alrededor de 3-4 horas. Ejemplo, piperacilina-tazobactam 4,5 gr diluidos en 200
ml de solución fisiológica, en infusión de 4 horas cada 8 hs.
→ Infusión continua: administración de la dosis total diaria se realiza en una infusión que dure 24
hs. Ejemplo, vancomicina 2gr diluidos en 400 ml de solución fisiológica en 24 hs; es ideal para
betalactámicos, meropenem, cefepime, y vancomicina, porque mantienen el nivel en sangre
elevado en antibióticos tiempo dependientes.
Por otra parte, la vía intramuscular puede no ser bien tolerada, pero se emplea para pocas dosis de
penicilina benzatínica, aminoglucósidos, o cefalosporinas, lográndose el nivel sanguíneo adecuado
alrededor de los 60 minutos.
Por último, la vía oral, se utiliza para completar el curso de antibiótico-terapia parenteral, haciendo el
pasaje a vía oral alrededor del tercer a quinto día de tratamiento con un fármaco equivalente, o para
desescalar a un antibiótico de menor espectro (o sea, comenzamos el tratamiento por vía parenteral
y cuando el paciente se estabiliza pasamos a la vía oral); también se usa en infecciones de tejidos
blandos, de tracto urinario o genital, neumonías de la comunidad, faringitis y bronquitis. Se obtiene un
nivel adecuado en sangre alrededor de los 90 min.

PRINCIPALES GRUPOS DE ANTIBIÓTICOS


Los criterios de clasificación de los ATM son diversos, entre los que podemos encontrar:
→ Según su estructura química: B lactámicos, tetracicilinas, quinolonas, aminoglucosidos, etc.
→ Según su espectro de actividad: antibacteriano, antiviral, antifúngico, etc.
→ Según el número de bacterias sobre las que actúa: amplio espectro o espectro reducido.
→ Según su efecto antimicrobiano: bactericida o bacterioestático.
→ Según su mecanismo de acción:
o Inhibición de la síntesis de la pared celular, que en general, son bactericidas: b
lactámicos, glupopeptidos, etc.
o Alteración de la membrana celular: como algunos antifúngicos.
o Inhibición de la síntesis proteica, que, por lo general, tienen efecto bacterioestático:
cloranfenicol, tetraciclinas, etc.
o Alteración de los ácidos nucleicos: quinolonas, rifampicina, etc.
o Inhibición de la síntesis de metabolitos escenciales (ácido fólico), como las sulfamidas.

FÁRMACOS B-LACTÁMICOS:
Como se mencionó anteriormente, son aquellos donde se comparte su estructura química, e incluyen:
→ Penicilinas
→ Cefalosporinas
→ Carbapenems
→ Monobactamos
PENICILINAS:
PENICILINAS NATURALES (Penicilina G sódica, Penicilina G benzatínica y Penicilina V):
El fármaco inicial del grupo, la penicilina G, fue el primer antibiótico descubierto (Alexander Fleming,
1928). Se aisló a partir de un hongo: Penicillum notatum.
En este punto se hará referencia únicamente a las penicilinas naturales, conocidas también como
penicilina G o bencilpenicilina; y productos derivados para cambiar la farmacodinamia, aunque
conservando el mismo espectro de acción (grupo I). De este modo, se hará referencia simultánea a:
→ Penicilina G acuosa (bencilpenicilina): uso parenteral.
→ Penicilina benzatínica: de acción prolongada.
→ Fenoximetilpenicilina o Penicilina V: uso oral.
Mecanismo de acción y efecto ATM: Penicilina G tiene acción bactericida, al igual que el resto de los
integrantes del grupo penicilina.
Este efecto se ejerce por interferencia en la formación de la pared bacteriana: la penicilina inhibe las
PBP (proteínas que se unen a penicilina = penicillin binding proteins), principalmente transpeptidasas,
carboxi-peptidasas, endopeptidasas, que normalmente promueven la síntesis de la pared bacteriana.
La bacteria, con su pared ya defectuosa, entra en lisis osmótica, destruyéndose (= efecto bactericida).
Además, la penicilina es capaz de activar el sistema autolítico endógeno de la bacteria (autolisinas),
que inicia la muerte del microorganismo.
Es importante remarcar que son antibióticos tiempo dependiente, son bactericidas si se mantiene una
concentración plasmática > 4-5 veces la CIM del patógeno, durante al menos, 50% del intervalo de
dosis.
Espectro: las penicilinas naturales son antibióticos de espectro limitado.
Incluye a:
Cocos Gram positivos aerobios: Streptococcus pyogenes, Streptococcus viridans, Streptococcus
pneumoniae (neumococo), Streptococcus bovis. Son inactivas, en cambio, frente a la mayoría de los
estafilococos y poco activas, como droga única, contra Streptococcus faecalis (enterococo).
Algunas bacterias Gram negativas: Neisseria meningitidis y N. gonorrhoeae, Pasteurella multocida.
Bacterias anaerobias muestran sensibilidad: cocos anaerobios, Clostridium sp y Actynomices israelii
(actinomicosis). Bacteroides fragilis, un anaerobio no esporulado, es habitualmente resistente.
Otros microorganismos que también se incluyen en su espectro de acción son: Treponema pallidum,
Listeria monocytogenes, Corynebacterium diphteriae, Bacillus anthracis.
La resistencia a las penicilinas naturales es un fenómeno frecuente. Se destaca la resistencia por
producción de beta lactamasas, que destruyen el núcleo químico del antibiótico.
Indicaciones: las penicilinas naturales, en particular penicilina G, son antibióticos de elección para un
número importante de infecciones de la práctica clínica: sífilis, en sus distintas formas clínicas, faringitis
estreptocóccicas y profilaxis de la fiebre reumática, endocarditis por Streptococcus viridans y
enterococo (aquí asociada a aminoglucósido), erisipela, escarlatina, piodermitis estreptocóccicas,
infecciones anaeróbicas de tejidos blandos, meningitis neumocóccicas y meningocóccicas, neumonía
neumocóccicas, infecciones por Listeria.
Receta y fármaco cinética: en el comercio existen 3 preparados de penicilinas naturales, con
diferencias fármaco dinámicas que es preciso conocer.
• Penicilina G sódica: se expende en frascos con concentraciones variables (1 a 24.000.000 u).
Se la indica por vía EV o IM en dosis repartidas cada 4 horas, de acuerdo a la gravedad clínica
del proceso y a la susceptibilidad de los microorganismos. Por ejemplo, en infecciones leves o
moderadas (neumonía neumocóccicas no complicada, erisipela) bastará con 2-6 M/día. En
cambio, en procesos de mayor gravedad, será necesario alcanzar 18-24 M/día (endocarditis,
meningitis).
• Penicilina benzatínica: es una sal insoluble de depósito, que le confiere al antibiótico una
acción prolongada (hasta 3-4 semanas) por liberación lenta del fármaco. Es preciso conocer
que, debido a dicho efecto, los niveles séricos que se obtienen son reducidos. Por ello, este
preparado debe reservarse para infecciones provocadas por microorganismos muy sensibles
a penicilinas: sífilis (primaria, secundaria y latente), faringitis estreptocóccica y la profilaxis
secundaria de la fiebre reumática.
• Penicilina oral (fenoximetilpenicilina): conocida también como penicilina V, es resistente a la
degradación gástrica y se absorbe por vía digestiva. Debe indicarse con intervalo de 6 horas.
Esta forma puede recetarse en faringitis estreptocóccica y piodermitis (impétigo).
La difusión tisular de la penicilina es satisfactoria, alcanzando la mayoría de los sectores orgánicos. Se
concentra en el LCR (solo con meninges inflamadas). La eliminación es predominantemente renal,
hecho a considerar si el paciente recibe altas dosis y presenta insuficiencia renal. La acidez gástrica
destruye a las penicilinas; tienen un tiempo de vida media corta (30 minutos). Son fármacos B en el
embarazo.
Efectos adversos: las reacciones alérgicas y por hipersensibilidad son las de mayor importancia en la
práctica. Está relacionada con la liberación de aminas vasoactivas (histamina) con el daño consecutivo
en vasos y tejidos. Hay reacciones inmediatas (2-30 minutos) caracterizadas por shock anafiláctico y/o
laringo o broncoespasmo; reacciones aceleradas (1-72 hs.), que se presentan como rash urticariano o
angioedema; y reacciones tardías (2-4 semanas) tipo enfermedad del suero (adenopatía, fiebre,
artritis, exantema).
La fiebre medicamentosa es común con penicilinas.
La neurotoxicidad se ve raramente con altas dosis, que superan los 30M/día o en ancianos y pacientes
con insuficiencia renal. Se expresa con mioclonías y convulsiones.
La administración endovenosa puede producir flebitis en el sitio de la inyección. La inyección
intramuscular es causa potencial de absceso glúteo, en particular con los preparados de acción
prolongada.
Resumen:

En la actualidad existen indicaciones electivas de las penicilinas naturales, es la mejor opción


terapéutica en sífilis, endocarditis estreptocóccica, meningitis y neumonías neumocóccicas.
También es eficaz en el tratamiento de infecciones anaeróbicas del pulmón y la cavidad
abdominal, con predominio de cocos y bacilos Gram positivos anaerobios (género
Clostridium).

PENICILINAS RESISTENTES A BETALACTAMASAS (Peniclinas estafilococcicas):


Son conocidos como meticilina, oxacilina, dicloxacilina, y nafcilina.
Son penicilinas semisintéticas, actúan sobre estafilococos meticilino sensibles, estreptococos y
neumococo sensible a penincilinas, además, en cocos gram positivos anaerobios.
Se puede generar meticilino resistencia, la cual ocurre por mutación genética donde las PBP pierden
la afinidad por los antibióticos b lactamicos, por lo tanto, no se puede inhibir la síntesis del péptido
glicano de la pared bacteriana, perdiendo el efecto farmacológico.
AMINOPENICILINAS:
Las aminopenicilinas (AP) también se denominan "penicilinas de segunda generación". Incluyen a dos
drogas principales: ampicilina y amoxicilina.
Espectro:
Es prácticamente similar para ambos fármacos, salvo una diferencia: ampicilina es más efectiva contra
Shigella sp, mientras que amoxicilina es mejor frente a Salmonella spp.
Las aminopenicilinas cubren los mismos microorganismos que penicilina G, aunque con espectro
ampliado sobre los Gram negativos.
Son eficaces frente al enterococo, Haemophilus influenzae, muchas cepas de E. coli, Proteus mirabilis,
Salmonella typhi, otras Salmonellas, Shigella sp y Listeria monocytogenes.
También actúan sobre cepas de Neisseria gonorrhoeae y de Moraxella catharralis no productoras de
betalactamasas. La actividad contra estreptococos (no enterococos) y neumococos es menor que
penicilina G. Algunos anaerobios (principalmente Peptostreptococcus sp) también son sensibles.
Indicaciones:
Se extiende a múltiples patologías, propias en su mayoría de la práctica médica ambulatoria.
Se usa en:
Infecciones respiratorias altas (amigdalitis, otitis, sinusitis, laringitis, bronquitis) provocadas por
Neumococos, Moraxella, estreptococos, H. influenzae.
Infecciones urinarias debidas a E. coli y Proteus sensibles (en ambulatorios), infecciones
gastrointestinales por Salmonella y Shigella, neuroinfecciones (neumococo, Listeria, H. influenzae),
algunos casos de uretritis gonocóccica y en sepsis abdominal como antibiótico asociado para cubrir
enterococo.
En fiebre tifoidea y brucelosis son antibióticos electivos en el embarazo, porque no tienen riesgo
teratogénico. En infecciones biliares (colangitis, colecistitis) son útiles por cuanto se excretan activos
por dicha vía. En infecciones intestinales por Shighella sp ampicilina es más efectiva que amoxicilina.
También se emplea amoxicilina en la profilaxis de la endocarditis bacteriana, en personas expuestas
que son sometidas a extracción dentaria.
Fármaco cinética:
Ampicilina y amoxicilina pueden recetarse por vía oral (de elección) y parenteral (IM o EV).
Remarcando que, amoxicilina tiene ventajas significativas: mejor absorción digestiva, mayor
concentración en orina y esputo y mejor nivel sanguíneo.
Efectos adversos:
En general son drogas con escaso margen de toxicidad. Pueden provocar reacción alérgica similar a
penicilina G (rash) y molestias gastrointestinales leves (gastritis, diarrea). La amoxicilina tiene mejor
tolerancia digestiva. La indicación endovenosa repetida puede causar flebitis local. En enfermos con
mononucleosis infecciosa, la administración de ampicilina puede provocar una erupción, cuya causa
se desconoce.
PENICILINAS ANTIPSEUDOMONAS:
Fármacos.
Carbenicilina, Mezlocilina, Ticarcilina, Piperacilina. El único disponible actualmente es la Piperacilina.
Al igual que todo el grupo penicilina, son agentes bactericidas. Con respecto a otras penicilinas se
destaca su mayor penetración a través de la pared bacteriana y su afinidad por las PBP.
Espectro.
Debe señalarse en particular la actividad frente a Pseudomonas aeruginosa, pero también son
efectivas contra enterobacterias: Proteus indol positivos, Enterobacter, Morganella y Providencia sp.
Algunas bacterias anaerobias (Clostridium sp, peptostreptococcuFusobacterium sp) también pueden
ser susceptibles a estas penicilinas.
La Piperacilina tienen mayor efectividad contra Pseudomonas y especies de enterobacterias. Los
estafilococos y H. influenzae productores de betalactamasa no son sensibles a este grupo.
Indicaciones.
Estas penicilinas de amplio espectro son antibióticos de uso electivo en pacientes hospitalizados y con
infecciones severas. Las principales indicaciones clínicas son: tratamiento empírico de pacientes
neutropénicos (asociadas a aminoglucósido), sepsis abdominal, infecciones por Pseudomonas de
distinta localización (quemaduras, escaras, neumonías, infecciones urinarias, etc.), bacteriemias por
enterobacterias sensibles de diverso origen, neumonía hospitalaria, osteomielitis por Gram negativos.
Receta y fármaco cinética.
Piperacilina sólo está disponible para el uso parenteral. La vía de elección es endovenosa. Puede
utilizarse la vía intramuscular cuando se emplean dosis reducidas. La corta vida media obliga a la
administración repetida: 3-4g cada 4-6 horas.
En la insuficiencia renal debe procederse al ajuste de este esquema de dosificación, ya sea reduciendo
las mismas o aumentando el intervalo de la indicación.
Esta penicilina no debe indicarse como droga única, ya que desarrolla resistencia rápidamente. En
general se la receta asociadas a otros antibióticos, en particular aminoglucósidos. De tal modo es
posible lograr asociaciones sinérgicas y de mayor eficacia terapéutica frente a Pseudomonas y otras
bacterias Gram negativas.
En la actualidad se dispone de asociaciones de piperacilina con inhibidores de betalactamasas
(Piperacilina + tazobactam,), cuya indicación principal son las infecciones graves por bacterias Gram
negativas productoras de dicha enzima.
Efectos adversos.
Las reacciones alérgicas son comunes a todo el grupo penicilina. El uso prolongado ha sido asociado
con cuadros hemorrágicos, por alteración plaquetaria. De igual modo, los tratamientos de larga
duración pueden determinar super infecciones por Candida sp y por enterobacterias resistentes. Los
aminoglucósidos pueden inactivar a estas penicilinas si se los mezcla en la misma solución. Deben
administrarse por separado.

CEFALOSPORINAS:
Son antibióticos tiempo dependiente, siendo bactericidas si se mantiene una concentración plasmática
> 4 – 5 veces la CIM del patógeno, durante al menos 50% del intervalo de dosis.
Mecanismo de acción: inhibición de la síntesis y regeneración de la pared bacteriana.
En cuanto a los efectos adversos, si bien se irán nombrando en el desarrollo de los fármacos, cabe
destacar que todos presentarán las mismas RAM, debido a que pertenecen al mismo grupo.
Es necesario remarcar que se las divide según distintas generaciones, las cuales se desarrollarán a
continuación.
Cefalosporinas de primera generación.
Se diferencian según su vía de administración,
Vía oral Vía parenteral

Cefalexina y Cefalotina y
Cefadroxilo Cefazolina

Espectro.
En términos generales, este grupo tiene acción predominante sobre estreptococos y estafilococos. Son
los agentes de elección primaria en infecciones estafilocóccicas producidas por cepas
meticilinosensibles, aún cuando sean productoras de penicilinasas.
El espectro también se extiende a E. coli, Proteus indol negativos y algunas especies de Klebsiella y
Enterobacter.
Por el contrario, no son activas frente a enterococo, Pseudomonas y la mayoría de las enterobacterias.
La actividad contra H. influenzae es escasa, al igual que frente a bacterias anaerobias.
Indicaciones.
La indicación primaria de estas cefalosporinas son las infecciones estafilocóccicas producidas por
cepas meticilino-sensibles, situación habitual en las infecciones contraídas en la comunidad.
También son útiles en infecciones estreptocóccicas y por Diplococcus pneumoniae. No obstante, en
éstas se prefiere las penicilinas naturales por su menor costo y mayor eficacia. Otra indicación posible
son algunas infecciones urinarias por bacterias sensibles (E. coli, Proteus sp) en pacientes
ambulatorios.
Receta y fármaco cinetica.
La vía oral es de elección en pacientes ambulatorios con infecciones leves o moderadas. La droga de
elección es cefalexina. El cefadroxilo tiene una mayor vida media, posibilitando su administración cada
8-12 horas. Los 2 fármacos orales poseen el mismo espectro antimicrobiano.
La vía parenteral se emplea para infecciones severas, habitualmente en pacientes internados. Las
drogas de elección son cefalotina y cefazolina. Ambos fármacos tienen un espectro similar, con una
leve ventaja de cefalotina frente a estafilococos por cuanto es más estable ante las betalactamasas.
En cambio, cefazolina es más efectiva contra E. coli y Klebsiella sp. También hay diferencias en cuanto
a la vida media: cefazolina puede indicarse cada 8/12 horas, mientras que cefalotina debe recetarse
cada 4-6 horas. La vía endovenosa es preferible, por cuanto la inyección intramuscular es dolorosa.
La difusión tisular de estas cefalosporinas es buena, alcanzando casi todos los sectores orgánicos. No
logran niveles útiles en el LCR. La eliminación es renal, con mínimas modificaciones en la insuficiencia
renal leve.
La cefazolina es uno de los antibióticos más utilizados en la profilaxis quirúrgica (cirugía
abdominopelviana y cardiovascular).
Efectos adversos.
Las cefalosporinas I son en general, fármacos de excelente tolerancia, con mínimos efectos adversos.
Pueden indicarse con seguridad en el embarazo. La hipersensibilidad o reacciones alérgicas
constituyen el inconveniente más común. Se manifiesta como rash, urticaria y otros exantemas
pruriginosos (1-3% de los casos). La alergia puede ser cruzada con las penicilinas. Deben evitarse las
cefalosporinas cuando hay antecedentes de anafilaxia a las penicilinas.
La administración endovenosa repetida puede ocasionar flebitis local. Otros efectos indeseables
posibles son: fiebre medicamentosa, eosinofilia, intolerancia gástrica, etc.
Cefalosporinas de 2da generación.

Vía oral Vía parenteral

Cefuroxime axetil, Cefuroxime,


Cefaclor, y Cefoxitin.
Cefprozil.

Espectro.
Estos antibióticos son efectivos frente a H. influenzae, Enterobacter sp, Proteus indol positivos,
Moraxella catharralis, Neisseria meningitidis, N. gonorrhoeae, E. coli. También son activos contra
Diplococcus pneumoniae y otros estreptococos.
Cefoxitin se destaca por acción anti anaeróbica, incluyendo Bacteroides fragilis.
Cefuroxime puede mostrar leve efecto antiestafilocóccico.
Cefprozil es más activo contra Streptococcus pneumoniae, S. pyogenes y algunas enterobacterias.
Ninguna de estas drogas es eficaz contra Pseudomonas y enterococos.
Estas cefalosporinas son efectivas contra H. influenzae y M. catharralis resistentes a ampicilina
(betalactamasa positivos).
Indicaciones.
Las infecciones respiratorias constituyen una importante indicación primaria de este grupo. En
infecciones respiratorias altas (sinusitis, otitis, bronquitis) puede indicárselas empíricamente en niños
y adultos. Es destacable su acción sobre las cepas resistentes a la ampicilina.
En neumonías de la comunidad, el cefuroxime por vía parenteral es una buena opción empírica inicial.
Las infecciones urinarias ambulatorias no complicadas y algunas infecciones de tejidos blandos
también pueden tratarse con estos antibióticos, en especial en el embarazo (Cefaclor).
Las infecciones abdominopelvianas son una indicación del cefoxitin; puede indicárselo como
monoterapia o asociado a aminoglucósidos. Por dicha razón, también este fármaco se incluye en los
esquemas antimicrobianos indicados empíricamente en la enfermedad inflamatoria pélvica. La
cefoxitina puede emplearse también en la profilaxis de la cirugía colónica.
Receta y fármaco cinetica.
La vía oral es posible con cefaclor y cefuroxime. Esta vía es de elección en infecciones respiratorias
altas, infecciones urinarias y de tejidos blandos.
La vía parenteral (IM, EV): se emplea con cefuroxime en neumonías ambulatorias. El cefoxitin se usa
por vía endovenosa o intramuscular. El cefuroxime tiene buena difusión al LCR, por lo cual puede
resultar útil en el tratamiento de ciertas meningitis bacterianas debidas a bacterias sensibles.
En la insuficiencia renal severa debe ajustarse el intervalo dosis cuando se utiliza la vía endovenosa.
Efectos adversos.
El cefoxitin produce flebitis local y, ocasionalmente, elevación de enzimas hepáticas y prueba de
Coombs positiva.
Los productos por vía oral rara vez dan diarrea y molestias digestivas. Todos los antibióticos del grupo
pueden provocar reacciones de hipersensibilidad.
Cefalosporinas de tercer y cuarta generación.
Vía oral Vía parenteral

Cefixime Cefotaxima,
Cefoperazona,
Ceftriaxona,
Ceftazidima y
Cefepime

Espectro.
Este grupo extiende su espectro de manera significativa a las bacterias Gram negativas:
enterobacterias y Pseudomonas. Se destaca su actividad frente a enterobacterias productoras de beta
lactamasas.
Pseudomonas sp son sensibles, en particular, a ceftazidima y cefoperazona. Las nuevas cefalosporinas,
como cefepime tienen cobertura frente a Staphylococcus meticilino sensible y Pseudomonas.
Debe destacarse la escasa o nula actividad frente a enterococos y estafilococos. De igual modo, su
acción es pobre contra las bacterias anaerobias y Listeria monocytogenes. Ceftizoxima es la droga que
muestra algún efecto anti anaeróbico.
Neisseria gonorrhoeae y N. meningitidis son sensibles, en especial a ceftriaxona, al igual que H.
influenzae.
Indicaciones.
Las infecciones graves en pacientes hospitalizados, provocadas por enterobacterias y Pseudomonas
resistentes a otras drogas, constituyen la indicación primaria de este grupo. Útiles en neumonía
hospitalaria, bacteriemia, infecciones urinarias complicadas, infecciones graves en huesos y tejidos
blandos, neutropénicos febriles.
Una mención especial merece las neuroinfecciones, donde estos fármacos encuentran una indicación
precisa, por su espectro y nivel útil en LCR. Cefotaxima y ceftriaxona se indican como tratamiento
empírico inicial en meningitis purulenta de niños y adultos, debidas a Neumococo, Haemophilus y
meningococo. También se las indica en meningitis por enterobacterias y Pseudomonas.
Ceftriaxona se emplea en el tratamiento en monodosis de las infecciones por N. gonorrhoeae
(uretritis, cervicitis).
Ceftazidima es útil en infecciones del gran quemado y en la fibrosis quística del páncreas.
Cefoperazona resulta efectiva en infecciones de la vía biliar, sepsis abdominales, tocoginecológicas y
respiratorias en enfermos hospitalizados. Se encuentra disponible una asociación de cefoperazona con
sulbactam, que cubre las cepas bacterianas productoras de beta lactamasas.
Cefepime se indica con éxito en infecciones severas por bacilos Gram negativos, ya sea como
monoterapia o asociada a otros antibióticos. Se emplea para el tratamiento de sepsis en
neutropénicos, neumonías hospitalarias, sepsis abdominal, etc.
Los agentes orales (cefixime) tienen indicación en infecciones respiratorias altas, infecciones
urinarias, gonococcia genital, no son buenas drogas contra neumococo, estafilococos y Pseudomonas.
Receta y fármaco cinética.
La vía oral es elección en la consulta ambulatoria, para tratar las infecciones leves o moderadas del
tracto respiratorio superior, infecciones urinarias y algunas de tejidos blandos. La vía parenteral es
obligatoria en infecciones graves. Se recurre a la administración EV o IM, con una dosificación que varía
con el producto recetado y la gravedad de la infección a tratar.
• Cefotaxima: 1-2g cada 4-6 horas.
• Cefoperazona: 1-2g cada 12 horas.
• Ceftriaxona: 1-2g cada 12-24 horas.
• Ceftazidima: 1-2g cada 8 horas.
• Cefepima 1-2g cada 12 horas.
Es importante destacar que la vida media de estos antibióticos puede ser variable, posibilitando en
algunos casos la administración más espaciada. En este sentido se destaca ceftriaxona, cuyo nivel
sanguíneo prolongado permite indicarla cada 12 o aún cada 24 horas.
Otro aspecto farmacocinético relevante es la vía de excreción. Por ejemplo, cefoperazona se elimina
activa por vía biliar, hecho de valor para el tratamiento de colecistitis y colangitis.
En la insuficiencia renal se modificará la dosificación habitual y/o el intervalo-dosis.
Efectos adversos.
Pueden provocar trastornos hemorrágicos, en particular la cefoperazona: es causa de
hipoprotrombinemia que cede con vitamina K.
La administración parenteral de estos fármacos puede producir flebitis local. La nefrotoxicidad es
posible cuando se asocian aminoglucósidos.
Se ha referido positividad de la reacción de Coombs y, en raros casos, cuadros de anemia hemolítica.
Cefoperazona puede tener efecto disulfiram, por lo cual no se debe consumir alcohol con su
administración.

INHIBIDORES DE B-LACTAMASAS:
En este grupo se incluyen drogas con escaso o nulo efecto antimicrobiano intrínseco, pero capaces de
inactivar las beta lactamasas bacterianas. De tal modo, al asociarse con antibióticos beta lactámicos
que son destruídos por dichas enzimas, permiten lograr asociaciones con efectividad terapéutica. En
nuestro medio se encuentran 3 compuestos IBL: sulbactam (con ampicilina, amoxicilina y
cefoperazona), clavulanato (con amoxicilina y ticarcilina) y tazobactam (con piperacilina).
Espectro.
Se destacan especies de Staphylococcus (no MR), enterobacterias (Klebsiella, Acinetobacter,
Citrobacter, Enterobacter, Proteus, Serratia spp), anaerobios (Bacteroides sp), Haemophilus influenzae,
Neisseria sp, Moraxella catharralis.
Indicaciones.
En infecciones respiratorias altas, con participación de cepas productoras de beta lactamasas
(Haemophilus sp, Moraxella sp), son útiles las asociaciones ampicilina/sulbactam y
amoxicilina/clavulanato. Se los indica en sinusitis, otitis, bronquitis, traqueitis, etc.
En infecciones de piel y tejidos blandos, de etiología estreptocóccica y estafilocóccica, también tienen
indicación empírica.
En enfermedades de transmisión sexual son una alternativa útil para cubrir las cepas de Neisseria
resistentes y cuyo incremento actual es notorio.
En infecciones hospitalarias la asociación con IBL encuentra su principal indicación en cuadros de
neumonía nosocomial, sepsis abdominal y bacteriemias provocadas por distintas especies de
enterobacterias. En los casos de sepsis abdominopelviana resulta destacable la cobertura contra
Bacteroides sp resistentes. En todos estos casos se las asocia con penicilinas antipseudomonas o con
cefoperazona.
También son indicaciones posibles las infecciones urinarias complicadas y las infecciones del sistema
nervioso central. Estas asociaciones han sido empleadas con éxito, por último, en osteomielitis y en
lesiones de partes blandas debidas a mordeduras humanas y de animales.

MONOBACTAM:
El aztreonam es el primer miembro de una nueva clase de antibióticos clasificados como
monobactámicos, es un antibiótico bactericida totalmente sintético, con actividad contra un amplio
espectro de gérmenes patógenos gramnegativos aerobios.
Mecanismo de acción.
El aztreonam se une a la transpeptidasa, una de las enzimas (PBP) que interviene en la formación de
la pared bacteriana. De ese modo, la droga bloquea la síntesis de la pared, comportándose como
bactericida. Esta afinidad enzimática es selectiva para las bacterias Gram negativas.
Espectro
Es efectivo contra la mayoría de las enterobacterias. No obstante, se ha demostrado una acción escasa
frente a Acinetobacter, Alcaligenes y Flavobacterium spp; C. freundii, E. aerogenes, E. cloacae.
También posee efecto contra H. influenzae y Neisseria sp, aunque sean productores de beta
lactamasas. Pseudomonas sp pueden ser sensibles.
Indicaciones.
En infecciones urinarias por bacterias resistentes a penicilinas, cefalosporinas y aminoglucósidos,
puede indicarse aztreonam como droga única. También se lo preconiza en uretritis y cervicitis
gonocóccica en dosis única.
En infecciones abdominopelvianas, aprovechando su cobertura frente a bacilos Gram negativos, se lo
emplea en esquemas asociados con clindamicina o metronidazol.
En osteomielitis por bacilos Gram negativos y en septicemias por dichas bacterias también ha
demostrado eficacia. En neutropénicos febriles se ha empleado aztreonam asociado a vancomicina.
Las neumonías hospitalarias, cuyos agentes más comunes son enterobacterias, Pseudomonas y
anaerobios también pueden tratarse empíricamente con aztreonam asociado a aminoglucósidos y
lincosaminas.
En neuroinfecciones el aztreonam es una alternativa a considerar para el tratamiento de meningitis
por patógenos comunes y enterobacterias, por cuanto muestra una buena penetración en el LCR.
Receta y fármaco cinetica.
La vía oral no es efectiva por cuanto la flora intestinal inactiva al antibiótico. Se lo indica por vía
parenteral (EV, IM) cada 8-12 horas. La excreción principal se hace por vía urinaria, motivo por el cual
la dosis debe ajustarse en presencia de insuficiencia renal.
La difusión de la droga a los compartimientos orgánicos es satisfactoria, alcanzando también al LCR
cuando las meninges están inflamadas y se lo indica a dosis altas.
Efectos adversos.
En algunos pacientes puede provocar rash, diarrea, náuseas y vómitos. El compromiso renal es
excepcional. Es posible una leve reacción local en el sitio de la inyección. En algunos casos puede
ocasionar la elevación transitoria de las enzimas hepáticas.

CARBAPENEMS:
Este grupo de beta lactámicos incluye tres antibióticos disponibles en nuestro medio: imipenem,
meropenem, ertapenem y doripenem.
→ Imipenem es rápidamente inactivado por una enzima presente en el túbulo renal, por ello, es
necesario asociarle un inhibidor enzimático denominado cilastatin, que no posee actividad
antibacteriana intrínseca
→ Meropenem, por su mayor estabilidad frente a la dehidropeptidasas renal, no requiere el
agregado del inhibidor enzimático citado.
→ Ertapenem puede administrarse en una dosis diaria, mayor por su vida media
→ Doripenem (el más nuevo del grupo) presenta mayor potencia antibacteriana (Pseudomonas
aeruginosa), mayor estabilidad frente a las enzimas beta lactamasas y mejoras
farmacocinéticas.
Espectro.
El espectro microbiológico incluye enterobacterias (E. coli, Klebsiella, Salmonella, Shigella, Citrobacter,
Enterobacter, Serratia spp), Pseudomonas aeruginosa, Neisseria sp, Haemophilus influenzae. También
actúa contra S. faecalis (enterococo), Listeria y Staphylococcus no MR. Los anaerobios (B. fragilis,
Fusobacterium, Cocos anaerobios) son muy sensibles al imipenem. Además, se ha destacado el efecto
frente a Nocardia, Brucella y Actynomices.
El meropenem y ertapenem presentan espectro similar, destacándose su mayor eficacia frente a cepas
de Pseudomonas resistentes, Haemophylus influenzae y algunas enterobacterias y especies de
anaerobios.
Indicaciones.
Infecciones graves de pacientes hospitalizados, donde se sospecha una etiología polimicrobiana, con
riesgo vital manifiesto (criterio de emergencia) y con el objetivo de lograr la mejor cobertura empírica
posible durante las primeras 48-72 horas.
Infección grave documentada por bacterias multiresistentes.
Se incluye en su uso a, sepsis abdominal, infecciones ginecoobstétricas, endocarditis, infección
urinaria complicada, infecciones de tejidos blandos, neumonía nosocomial grave, osteomielitis,
neutropenia febril, bacteriemia polimicrobiana, etc.
No se aconseja el uso de imipenem en el tratamiento de las meningitis por sus efectos indeseables en
el sistema nervioso (convulsiones) En infecciones por Staphylococcus MR y enterococo resultaría útil
en combinación con glucopéptidos.
Meropenem, en cambio, ha sido empleado con éxito en el tratamiento de meningitis por H. influenzae,
S. pneumoniae y meningococo. De tal modo, esta droga sería una alternativa útil, en especial en
infecciones por neumococo resistente a penicilina.
Ertapenem, por la comodidad de su administración en una dosis diaria intramuscular o endovenosa,
es útil para el tratamiento ambulatorio y domiciliario de infecciones severas.
Receta y fármaco cinética.
Las 4 drogas se utilizan solamente por vía parenteral, disponiéndose de preparados para la vía EV e
IM.
La eliminación predominante es renal y su distribución tisular es amplia, con escasa concentración en
LCR. La administración endovenosa debe hacerse en forma lenta para evitar la flebitis local. En la
insuficiencia renal deben ajustarse las dosis y su intervalo.
Efectos adversos.
La reacción adversa más común es la flebitis local en el sitio de la inyección. Este efecto sería menor
con meropenem. También han sido descriptas: reacciones alérgicas de distintos tipos (fiebre, prurito,
exantema), síntomas digestivos (náuseas, vómitos, diarrea), cambios hematológicos (neutropenia,
anemia, eosinofilia). Las alteraciones neurológicas (convulsiones) son posibles con altas dosis de
imipenem o en pacientes con insuficiencia renal o con enfermedad previa del sistema nervioso. Este
efecto indeseable no ha sido demostrado con meropenem

ANTIBIÓTICOS NO BETALACTÁMICOS:

AMINOGLUCÓSIDOS:
Son fármacos en uso desde 1940, y los conocemos como:
• Estreptomicina (Tuberculostático)
• Neomicina (Solo para uso local)
• Kanamicina (Tóxico. Tuberculostático)
• Gentamicina (de uso sistémico)
• Tobramicina (No disponible para uso sistémico)
• Sisomicina (No disponible)
• Netilmicina (No disponible para uso sistémico)
• Amikacina (de uso sistémico)
Los aminoglucósidos de uso clínico por vía parenteral disponibles en la actualidad son: gentamicina y
amikacina.
Mecanismo de acción.
Los aminoglucósidos son antibióticos bactericidas. Atraviesan la pared y la membrana de la célula
bacteriana, uniéndose con los ribosomas 30 S y provocando alteración de la síntesis proteica, por
lectura errónea del código genético.
Son bactericidas dependientes de la concentración, tienen efecto post antibiótico prolongado,
presentan sinergia con otros antibióticos, en una sola dosis diaria alcanzan la concentración máxima.
Espectro.
El espectro antibacteriano incluye principalmente a los bacilos Gram negativos, E. coli, Klebsiella,
Enterobacter, Citrobacter, Serratia spp, Proteus mirabilis, P. vulgaris, Pseudomonas aeruginosa.
También son drogas efectivas contra Staphylococcus aureus y cepas de enterococo (acción sinérgica
con penicilina).
Indicaciones.
El empleo clínico de los aminoglucósidos debe condicionarse a situaciones muy precisas, dado su
escaso margen tóxico/terapéutico.
En la actualidad los aminoglucósidos son indicados en infecciones graves por bacilos Gram negativos
en pacientes hospitalizados. De tal modo, se los incluye en esquemas empíricos en pacientes con
neumonía nosocomial, sepsis abdominal, infección urinaria complicada, bacteriemia y septicemia
hospitalaria.
Son particularmente útiles en endocarditis por enterococo, combinados con penicilina. También se los
receta, siempre asociados a beta lactámicos, en neutropénicos febriles y en diversas infecciones
clínicas provocadas por Pseudomonas aeruginosa (quemaduras, escaras, bacteriemia, otitis externa
maligna, etc.).
Por último, se mencionan otras situaciones clínicas, tributarias también del tratamiento con
aminoglucósidos: micobacteriosis (estreptomicina, kanamicina), peste (estreptomicina), infecciones
por Yersinia enterocolítica, brucelosis y tularemia (estreptomicina).
Receta y fármaco cinética.
La vía de administración es parenteral (endovenosa o intramuscular). La excepción es la neomicina,
indicada por vía oral en regímenes de esterilización intestinal, luego como excepción contamos con
tobramicina que se administra de manera tópica inhalatoria al ser antipseudomonas y útil en fibrosis
quística.
El régimen habitual de prescripción se basa en 2-3 dosis diarias de gentamicina o amikacina. Debe
señalarse su escasa concentración en LCR. Ello los hace poco eficaces en el tratamiento de las
meningitis si no se aplica la vía intratecal o intraventricular.
Efectos adversos.
La ototoxicidad es uno de los principales. El daño es frecuente en ancianos, particularmente en
presencia de insuficiencia renal. La ototoxicidad puede ser de aparición tardía, aún después de
suspender el antibiótico, pero también puede presentarse después de las primeras dosis.
La nefrotoxicidad da lugar a insuficiencia renal y necrosis tubular, con proteinuria y aumento de
creatinina sérica. Puede revertir al suspender la droga.
La parálisis neuromuscular es otro efecto indeseable, aunque de menor incidencia. Se presenta
cuando la dosis de aminoglucósido se inyecta rápidamente por vena o cuando el paciente recibe
simultáneamente succinilcolina o curare. Es reversible.
También se han descripto reacciones de hipersensibilidad, hepatotoxicidad, eosinofilia, etc. Los
aminoglucósidos y la espectinomicina no deben indicarse en el embarazo.
MACRÓLIDOS Y KETÓLIDOS:
Dentro de este grupo encontramos fármacos como, eritromicina, espiramicina, claritromicina,
azitromicina, y telitromicina.
Mecanismo de acción
Los macrólidos actúan a nivel de los ribosomas bacterianos 50 S inhibiendo la síntesis proteica. De tal
modo, se comportan como bacteriostáticos, aunque en algunas situaciones pueden hacerlo como
bactericidas.
La azitromicina cuenta con efecto postantibiótico.
Espectro.
Son activos contra bacterias Gram positivas (estreptococos, neumococos, estafilococos, Listeria) y
Gram negativas (Neisseria, Haemophilus influenzae, Bordetella pertussis).
Se destaca en particular su acción sobre Mycoplasma y Chlamydia, donde son drogas electivas. Son
también sensibles: Legionella, Campylobacter, Treponema pállidum, algunos anaerobios, Rickettsia y
algunas micobacterias. Son resistentes en cambio, la mayoría de las enterobacterias y Pseudomonas.
La espiramicina muestra actividad frente a algunos parásitos, como Criptosporidium y Toxoplasma.
Azitromicina también en el tratamiento de la toxoplasmosis.
Indicaciones.
Las infecciones respiratorias son una de las principales indicaciones clínicas. En los procesos altos y de
la vía aérea (sinusitis, faringitis, amigdalitis, otitis, bronquitis)
Las neumonías bacterianas de la comunidad, provocadas por neumococos, Mycoplasma o Chlamydia,
pueden tratarse con macrólidos y ketólidos. En el síndrome de neumonía atípica (patrón radiológico
intersticial con disociación clínico-radiológica) son las drogas de elección en el manejo empírico inicial.
Además, son agentes electivos en la enfermedad de los Legionarios y en la coqueluche.
En enfermedades de transmisión sexual también se los indican: linfogranuloma venéreo, uretritis no
gonocóccica y sífilis (aquí la eritromicina es una opción válida en pacientes alérgicos a penicilinas que
no toleran las tetraciclinas). Las infecciones genitales por Neisseria y Chlamydia pueden tratarse con
una dosis única de 1g de azitromicina.
Otras indicaciones clínicas son: diarrea por Campylobacter, conjuntivitis por Chlamydia, profilaxis de
la fiebre reumática, difteria, enfermedad gastroduodenal por Helicobacter pylori, enfermedad por
arañazo de gato.
En algunas infecciones de tejidos blandos, como piodermitis estreptocóccica y estafilocóccica, también
pueden recetarse.
Receta y fármaco cinética.
La vía de elección de los macrólidos es oral, pero también se dispone de una forma parenteral de
claritromicina para uso endovenoso.
La difusión tisular de los macrólidos es satisfactoria, destacándose su capacidad de penetración
intracelular (fagocitos) y su eliminación hepática. No tienen concentración útil en el LCR. La vida media
plasmática es mayor, lo cual permite indicarlos en una o dos dosis diarias. La azitromicina por su
acúmulo intracelular, tiene una mayor concentración tisular en relación a la plasmática. No se requiere
ajuste de la dosis en la insuficiencia renal, pero deben dosificarse con precaución en la insuficiencia
hepática.
Efectos adversos.
La intolerancia digestiva (náuseas, vómitos, dolor epigástrico) propia de algunos preparados de
eritromicina, también pudiendo presentar hepatitis colestásica por hipersensibilidad.
También se puede producir por la administración de eritromicina hipoacusia.

LINCOSAMINAS:
Bajo esta denominación se incluyen dos antibióticos lincomicina y clindamicina.
Mecanismo de acción.
Su efecto principal es la inhibición de la síntesis proteica a nivel ribosomal, tal modo, ambos agentes
se comportan habitualmente como bacteriostáticos, aunque a veces lo hacen como bactericidas, de
acuerdo a la bacteria y a la concentración de la droga.
La concentración de clindamicina es alta en los macrófagos y neutrófilos PMN.
Espectro.
Las lincosaminas tienen su espectro principal en las bacterias anaerobias, Gram positivas y Gram
negativas: Clostridium sp, Bacteroides sp (incluyendo Bacteroides fragilis) y cocos anaerobios.
También son sensibles los cocos aerobios Gram positivos (Staphylococcus y Streptococcus spp). No son
activas frente a enterococos.
Clindamicina también muestra actividad frente a Toxoplasma y Plasmodium. En algunos casos de
coriorretinitis toxoplásmica severa en pacientes inmunodeprimidos (Sida) se ha ensayado con éxito la
clindamicina endovenosa, como también tiene uso en pneumocystis jirovecii en pacientes sida.
Indicaciones.
Uso en infecciones anaeróbicas ubicadas en la cavidad abdominopelviana, tejidos blandos y
orofaringe. Aprovechando su cobertura anti anaeróbica, se las indica en esquemas asociados con
aminoglucósidos para cubrir el espectro de las infecciones polimicrobianas.
En infecciones estafilocóccicas por cepas sensibles.
En personas alérgicas a los beta lactámicos, cuando padecen infecciones a cocos Gram positivos
(estafilococos, neumococos, estreptococos), puede emplearse clindamicina.
Constituyen una alternativa a la penicilina en las infecciones pulmonares por anaerobios (absceso
pulmonar, empiema y síndromes broncoaspirativos) y en las infecciones odontogénicas.
En las vaginosis (infección vaginal por bacterias anaerobias del género Mobiluncus y Gardnerella
vaginalis) se puede emplear clindamicina en crema local. El empleo tópico también es posible en el
tratamiento del acné.
El empleo de la clindamicina para el tratamiento de la toxoplasmosis ocular y el paludismo (P.
falciparum) son otras alternativas posibles en la terapéutica.
Receta y fármaco cinética.
La dosis utilizada es por vía parenteral (EV, IM) cada 6-8 horas. La vía oral está disponible para ambas
drogas, pero no se la recomienda para lincomicina por su escasa absorción digestiva. La clindamicina,
en cambio, se absorbe satisfactoriamente por esa vía. También se dispone de clindamicina para uso
tópico (crema y ungüento dermatológico y crema de uso vaginal).
La principal vía de eliminación y metabolización es hepática, por lo cual deben dosificarse con
precaución en presencia de enfermedad severa del hígado. No es necesario, en general, ajustar las
dosis en la insuficiencia renal.
La concentración en la vía biliar en presencia de obstrucción y en el LCR no son satisfactorias.
Efectos adversos.
El principal efecto adverso es la colitis seudomembranosa, denominada también colitis asociada a
antibióticos (CAA).
Otros efectos adversos demostrados son: hipersensibilidad (rash morbiliforme), flebitis local, daño
hepático transitorio, etc. No ha sido demostrada su inocuidad en el embarazo y es eliminada por la
leche materna.

QUINOLONAS:
Los compuestos primitivos, indicados casi exclusivamente para infecciones urinarias por su escasa
difusión sistémica son: ácido nalidíxico, cinoxacina, entre otros.
Los nuevos compuestos, derivados en su mayoría del núcleo quinolona, tienen un átomo de flúor
incorporado al mismo (fluoroquinolonas). Son los antibióticos empleados actualmente para las
infecciones sistémicas.

Primera Segunda Tercera


Generación. Generación. Generación.

Ácido nalidíxico, Ciprofloxacina, Levofloxacina,


Norfloxacina. Ofloxacina. Gatifloxacina,
Moxifloxacina.

Mecanismo de acción.
Son drogas bactericidas. Inhiben las enzimas ADN girasa, afectando la síntesis del ADN bacteriano y su
replicación.
Espectro.
Las enterobacterias muestran sensibilidad a la mayoría de estos agentes, en particular E. coli, Proteus
mirabilis y P. vulgaris, Klebsiella sp, Enterobacter sp, Salmonella sp, Shigella sp, Citrobacter sp.
También son muy sensibles otros Gram negativos, como H. influenzae, Moraxella catharralis y
Neisseria gonorrhoeae, incluyendo las cepas beta lactamasa positivas. Pseudomonas aeruginosa es
sensible a las nuevas quinolonas.
Las bacterias Gram positivas también responden a estas drogas, aunque con menor sensibilidad. Las
fluoroquinolonas inhiben muchas cepas de Staphylococcus meticilino sensibles.
También tienen actividad frente a Chlamydia, Legionella, Brucella, Micobacterias y Listeria.
Levofloxacina, moxifloxacina y gatifloxacina son efectivas frente a Diplococcus pneumoniae,
Chlamydia pneumoniae y Staphylococcus aureus, Streptococcus pyogenes, Haemophylus influenzae,
Moraxella catarrhalis, algunos anaerobios.
Indicaciones.
En las infecciones urinarias, pueden indicarse como dosis única, en cistitis simple en tratamientos
acortados (3 días en infecciones bajas), tratamiento convencional (10-15 días) y tratamiento crónico.
Sus altas concentraciones prostáticas las convierten en drogas electivas para el tratamiento actual de
las prostatitis.
Se las emplea también en infecciones urinarias nosocomiales, producidas por bacterias resistentes a
otros antibióticos. En estos casos, la posibilidad de la vía oral permite completar los tratamientos
iniciados por vía parenteral.
Las enfermedades de transmisión sexual también son tributarias del tratamiento con quinolonas. Las
uretritis y cervicitis gonocóccicas pueden curarse con una única dosis de Ciprofloxacina (250 mg) o de
ofloxacina (400 mg). En uretritis no gonocóccica la terapéutica debe extenderse 8-14 días para
erradicar Chlamydia.
En infecciones respiratorias sus indicaciones son más restringidas por su escasa actividad contra
neumococo y anaerobios. Se las emplea en neumonías hospitalarias por enterobacterias y
Pseudomonas. También resultan útiles en las exacerbaciones de infecciones broncopulmonares de los
pacientes con fibrosis quística. Son activas frente a infecciones por Chlamydia pneumoniae.
En infecciones gastrointestinales se emplean como alternativa a TMP-SMX, en diarreas invasivas
producidas por E. coli, Shigella y Salmonella spp. Vibrio cholerae también es sensible, al igual que S.
tiphy. En fiebre tifoidea la Ciprofloxacina indicada durante dos semanas, elimina el estado de portador.
En infecciones de tejidos blandos y en osteomielitis las quinolonas encuentran indicaciones precisas.
Se destaca en particular su utilidad en las infecciones óseas, por su concentración en huesos y la
posibilidad de indicarlas en tratamientos prolongados por vía oral.
Otras situaciones son: sepsis abdominal (combinadas con drogas anti anaeróbicas), neutropénicos
febriles, vaginitis, meningitis, micobacteriosis atípicas, etc.
Receta y fármaco cinética.
La vía de elección es oral. En el mercado existen también preparados de ciprofloxacina para uso
endovenoso (fleboclisis). Las dosis apuntadas deben fraccionarse cada 12 horas, excepto para
Levofloxacina, Moxifloxacina y Gatifloxacina que pueden dosificarse cada 24 horas. La absorción
intestinal es excelente en todos los fármacos del grupo.
La Ofloxacina es la de mayor concentración urinaria. Las de 3ª. Generación tienen concentración
destacable en el tejido pulmonar.
La absorción digestiva de las quinolonas es retrasada por los antiácidos, la difusión tisular es amplia,
alcanzando casi todos los sectores orgánicos. Se destaca su concentración en secreciones bronquiales,
líquidos orgánicos, esputo, saliva, hueso. Es variable el nivel que pueden lograr en LCR. Es de especial
interés clínico su capacidad de penetración intracelular, con concentración en los fagocitos
(neutrófilos y macrófagos) que resultan aptas para erradicar bacterias intracelulares: Chlamydia,
Brucella, Micobacterium, Listeria, Salmonella.
En la insuficiencia renal deben ajustarse las dosis de quinolonas que se eliminan predominantemente
por dicha vía (ofloxacina y ciprofloxacina).
Efectos adversos:
Los trastornos digestivos son los más comunes: náuseas, vómitos, diarrea, dispepsia. Pueden provocar
aumento transitorio de las enzimas hepáticas, pero el daño hepático importante con ictericia es raro.
Algunos enfermos presentan exantemas de distinto tipo: rash, erupción maculopapular, prurito,
fotosensibilidad. El compromiso neurológico es el más relevante; puede determinar convulsiones,
cefaleas, alucinaciones.
Las quinolonas pueden afectar el cartílago de crecimiento, producen tendinitis. Tampoco deben
indicarse en el embarazo y la lactancia.
GLUCOPÉPTIDOS:
En este grupo se incluyen dos drogas: la vancomicina, y la teicoplanina.
Mecanismo de acción.
Ambas drogas son bactericidas. Inhiben la síntesis de la pared bacteriana afectando la formación del
peptidoglicano. Además, producen alteraciones en la membrana celular y afectan la síntesis del ARN.
Espectro.
Las bacterias particularmente sensibles son Staphylococcus aureus y epidermidis incluyéndose dentro
de su espectro los estafilococos MR.
Los estreptococos (S. pyogenes, Streptococcus Grupo B y enterococos), neumococos, Listeria
monocytogenes y algunas especies de Corynebacterium y Clostridium difficcile también son sensibles.
Los enterococos pueden ser resistentes a la vancomicina utilizada como droga única, pero responden
a la asociación con aminoglucósidos.
El espectro anti estafilocóccico, de la teicoplanina es similar al de vancomicina, aunque se ha señalado
una mejor acción contra algunas especies de Staphylococcus aureus y Staphylococcus epidermidis.
Este grupo de antibióticos no actúan frente a bacterias Gram negativas ni hongos.
Indicaciones.
La indicación primaria de estos fármacos son las infecciones estafilocóccicas severas, en particular
provocadas por cepas meticilinoresistentes. En estos procesos (sepsis, endocarditis, artritis, neumonía,
peritonitis posdiálisis) se los asocia a otros antibióticos anti estafilocóccicos (rifampicina,
aminoglucósidos), para prevenir la resistencia y lograr un efecto sinérgico.
Son drogas electivas en las infecciones protésicas de distinto tipo: prótesis cardíaca, vascular, articular,
shunt de derivación del LCR, etc., debidas a Staphylococcus aureus y epidermidis.
En la colitis asociada a antibióticos, la vancomicina es la de elección, aunque la teicoplanina también
es efectiva por esa vía, con la ventaja de su administración en 2 dosis diarias de 100 mg cada una.
Receta y fármaco cinética.
Estos antibióticos son de uso parenteral (preferentemente endovenoso). La indicación oral solo está
reservada para el tratamiento de la colitis seudomembranosa.
La dosis habitual de vancomicina, diluido y en goteo lento. La teicoplanina se diferencia por su vida
media plasmática más prolongada, lo cual permite indicarla por vía EV o IM en una dosis diaria.
La concentración de estos fármacos en LCR es variable. Se ha demostrado niveles útiles en pacientes
con neuroinfecciones, pero a veces es necesario complementar con la vía intratecal o intraventricular.
La difusión al resto de los sectores orgánicos es satisfactoria. Las dosis deben ser ajustadas en la
insuficiencia renal, por cuanto la eliminación principal es por esa vía.
Efectos adversos.
La infusión rápida puede producir taquicardia, sofocones y enrojecimiento de la cara, cuello y tórax
("Síndrome del hombre rojo").
La ototoxicidad es posible. Se manifiesta por la pérdida de la audición y se produce cuando los niveles
séricos son elevados. Es común cuando no se ajusta adecuadamente la dosis en la insuficiencia renal.
La nefrotoxicidad se presenta con mayor frecuencia cuando se asocian aminoglucósidos.
TETRACICLINAS:
Las tetraciclinas conforman un grupo de antibióticos de amplio espectro, donde encontramos
fármacos como la oxitetraciclina y, tetraciclinas (acción corta), doxicilina y minociclina (de acción
prolongada)
Mecanismo de acción.
Las tetraciclinas son antibióticos bacteriostáticos. Actúan uniéndose a los ribosomas e impidiendo así
la síntesis proteica.
Espectro.
Son sensibles los cocos Gram positivos aerobios, los aerobios Gram negativos como E. coli, H.
influenzae y Neisseria sp. Se destaca particularmente la sensibilidad de Brucella y Vibrio cholerae. En
cambio, Pseudomonas sp y muchas especies de enterobacterias, son resistentes.
Algunos anaerobios, como Clostridium y Actinomyces, pueden ser sensibles. Otros microorganismos
que habitualmente responden a las tetraciclinas son Mycoplasma, Chlamydia, espiroquetas y
Rickettsia. También son útiles frente a algunos parásitos, como Plasmodium y amebas. Las nuevas
tetraciclinas, como minociclina, son activas contra Staphylococcus aureus y S. pneumoniae
Indicaciones.
Se emplean en infecciones por Mycoplasma y Chlamydia, ya sea con localización respiratoria
(neumonía atípica, psitacosis) o genital (uretritis no gonocóccica, linfogranuloma, enfermedad
inflamatoria pélvica). Son de uso prioritario, además, en brucelosis y cólera.
Otras indicaciones posibles son en infecciones respiratorias y urinarias por bacterias sensibles
(actualmente desplazadas por los beta lactámicos y macrólidos, de menor toxicidad), en el acné,
prostatitis y sífilis (como alternativa a penicilina en alérgicos). En el acné se aprovecha la
liposolubilidad de minociclina y su acción sobre el Propionibacterium acnes. También pueden indicarse
en leptospirosis, actinomicosis, nocardiosis, etc.
Receta y fármaco cinética.
Hay diferencias farmacocinéticas entre los distintos componentes.
Los fármacos disponibles en nuestro medio solo pueden emplearse por vía oral. Las dosis deberán
hacerse de la siguiente manera:
→ Tetraciclinas y oxitetraciclina con 4 dosis diarias,
→ Doxicilina y minociclina con 2 dosis diarias.
En pacientes con insuficiencia renal se aconseja evitar el uso de tetraciclinas. La penetración tisular
depende, en gran parte, de la lipofilia de estos fármacos: es decir, de su solubilidad en los lípidos de
las membranas biológicas.
La vía urinaria constituye el principal modo de eliminación. No registran buen pasaje al LCR, pero
atraviesan la placenta y alcanzan la leche materna. La absorción digestiva es mejor si el preparado se
ingiere lejos de las comidas (1 hora antes o 2 horas después).
Es de interés destacar que las tetraciclinas se concentran en el hígado y son eliminadas activas por la
bilis. La insuficiencia hepática provoca un incremento significativo de los niveles séricos.
Efectos adversos.
Trastornos del crecimiento óseo y de la dentición: en los dientes producen decoloración o coloración
marrón cuando se los indica durante la dentición.
Las reacciones alérgicas y por hipersensibilidad consisten en exantemas, urticaria, edema
angioneurótico.
Pueden ocasionar reacciones de fotosensibilidad: erupción cutánea ante la exposición a la luz solar.
Las manifestaciones de intolerancia digestiva son muy frecuentes. Consisten principalmente en
vómitos, náuseas, diarrea. Están descriptas úlceras esofágicas.
Las alteraciones hepáticas son importantes, por cuanto pueden provocar degeneración grasa que lleva
a la insuficiencia hepática grave.
También producen alteración de la función renal, del equilibrio y episodios de vértigos (minociclina).

GLICILCICLINAS:
Este grupo, incluye a la tigeciclina, la cual presenta estructura química similar a las tetraciclinas, siendo
un antibiótico de amplio espectro que se une a la subunidad 30S del ribosomas, inhibiendo la síntesis
proteica.
Espectro.
Activo contra bacterias Gram positivas, incluyendo cepas de Staphylococcus y Streptococcus sp. Se
destaca su efecto en Staphylococcus aureus y epidermidis MR y enterococcus faecalis.
Las bacterias Gram negativas sensibles son: Klebsiella, Enterobacter, Acinetobacter, Citrobacter, E.
Coli, Serratia.
Indicaciones.
Las principales indicaciones primarias de este antibiótico están dadas por infecciones graves en
pacientes hospitalizados.
Ejemplos clínicos lo constituyen las sepsis abdominales polimicrobianas. También constituye una
opción válida en infecciones severas de tejidos blandos, neumonias hospitalarias, infecciones graves
intrahospitalarias, etc.
Receta y fármaco cinética.
La vía de elección es endovenosa. La dosis se hace con una dosis de carga y luego de mantenimiento
la cual es de 50 mg cada 12 horas, administrados de forma lenta. No es necesario ajustar la dosis en
presencia de insuficiencia renal, pero puede necesitarse una reducción en casos de insuficiencia
hepática severa.
Efectos adversos.
Son similares a los provocados por las tetraciclinas: fotosensibilidad, pancreatitis, disbacteriosis
intestinal, reacciones de hipersensibilidad en personas susceptibles. Se la contraindica en el embarazo
(daño fetal posible) y en niños hasta los 8 años (alteracion de la dentición)

CLORANFENICOL:
A pesar de su toxicidad medular, el cloranfenicol aún se utiliza en algunas enfermedades infecciosas,
donde su eficacia permanece vigente. La aparición de cepas de Haemophilus influenzae resistente a la
ampicilina ha renovado el interés por este antibiótico
Mecanismo de acción.
El cloranfenicol es habitualmente bacteriostático, actuando por inhibición de la síntesis proteica a
nivel ribosomal. No obstante, frente a algunas bacterias (H. influenzae, Neisseria meningitidis,
Salmonella tiphy) puede comportarse como bactericida.
Espectro.
Es un antibiótico de amplio espectro. Es activo contra bacterias Gram positivas, incluyendo cepas de
Staphylococcus y Streptococcus sp, pero no es efectivo en infecciones por Staphylococcus MR y
enterococo.
Las bacterias Gram negativas sensibles son: Neisseria sp, H. influenzae, Salmonella sp y Salmonella
tiphy, Shigella sp, Brucella sp, algunas enterobacterias. En cambio, Pseudomonas aeruginosa y
Acinetobacter sp son habitualmente resistentes. Otras bacterias cubiertas por el cloranfenicol son
algunos anaerobios (incluyendo Bacteroides fragilis), Chlamydia, Rickettsia y Listeria.
Indicaciones.
La fiebre tifoidea aún constituye una de las principales indicaciones; en las neuroinfecciones también
tiene una indicación posible, debido a su buena difusión al LCR. Se lo receta como terapia empírica de
las meningitis bacterianas (en esquemas asociados con ampicilina o penicilina) y en el absceso cerebral
piógeno.
En las infecciones anaeróbicas puede resultar útil asociado a aminoglucósidos y, en sepsis abdominal
y en infecciones gineco-obstétricas (aborto séptico).
Las infecciones oculares pueden beneficiarse cuando son debidas a bacterias sensibles, por la buena
penetración de la droga en el humor vítreo y acuoso.
Por último, en otras infecciones "exóticas" también es un antibiótico de elección: tifus, fiebre Q,
melioidosis, rickettsiosis, etc.
Receta y fármaco cinética.
El cloranfenicol puede prescribirse por vía oral y endovenosa.
La vía endovenosa se indica para infecciones graves, particularmente meningitis, absceso cerebral y
sepsis abdominal.
La principal vía de excreción y metabolización del cloranfenicol es hepatobiliar. Por lo tanto, debe
emplearse con precaución cuando el paciente padece de insuficiencia hepática. Además, es ineficaz
en las infecciones de la vía biliar, por cuanto sufre inactivación hepática. Por dicha razón, no resulta
útil para eliminar el estado de portador biliar de Salmonella tiphy.
La elevada liposolubilidad del fármaco lo hace muy difusible a casi todos los sectores orgánicos. Se
destaca, en especial, su concentración en el LCR, donde alcanza el 30-50 % de la concentración sérica.
La penetración intracelular del antibiótico es relevante, hecho de interés clínico en tifoidea,
rickettsiosis e infecciones por Chlamydia.
Efectos adversos.
El principal efecto tóxico es a nivel de médula ósea, lo cual ha restringido el uso del cloranfenicol en la
práctica asistencial. Hay dos alternativas: La primera consiste en un efecto irreversible, que lleva a la
aplasia medular grave. Es de tipo idiosincrásico y tiene casi siempre una evolución fatal.
La segunda es una acción reversible, que se expresa como anemia, leucopenia o trombocitopenia. Es
más frecuente y depende de la dosis utilizada, o presencia de insuficiencia hepática. El daño revierte
al suspenderse la droga.
En niños prematuros, con función hepática y renal inmaduras, el cloranfenicol puede acumularse
provocando un cuadro grave denominado síndrome del niño gris, caracterizado por vómitos, disnea,
shock, distensión abdominal y un color gris característico de los tegumentos. Hay una insuficiente
inactivación hepática por déficit de la glucoroniltransferasa.
La neuritis óptica, con pérdida de agudeza visual, ha sido descripta en tratamientos prolongados.

TRIMETOPRIMA-SULFAMETOXAZOL:
Mecanismo de acción
El sulfametoxazol es primariamente bacteriostático: interfiere con la síntesis de ácido fólico
bacteriano y bloquea el crecimiento de la bacteria por alteración del ADN. La trimetoprima también
inhibe la síntesis del ácido fólico, pero en un paso bioquímico ulterior. Es así que la asociación
quimioterápica se comporta como bactericida.
En la asociación TMP-SMX, también denominada cotrimoxazol, la relación entre ambos fármacos es
de 1:5 respectivamente.
Espectro.
Los cocos Gram positivos aerobios, incluyendo Staphylococcus aureus, Streptococcus pyogenes y
viridans, S. pneumoniae son habitualmente sensibles.
Las bacterias Gram negativas del grupo enterobacterias (Salmonella, Shigella, E. coli, Proteus mirabilis),
H. influenzae, Neisseria sp, Moraxella catharralis, también responden bien a esta asociación.
Además del espectro microbiológico expuesto, cabe citar especialmente la sensibilidad de
Pneumocystis carinii, donde constituye la droga de elección.
Indicaciones.
En las infecciones respiratorias altas (sinusitis, otitis, traqueítis, bronquitis) encuentra su mayor
utilidad, por su bajo costo y la cobertura bacteriana, incluyendo cepas productoras de beta lactamasas
(Moraxella, H. influenzae).
En infecciones urinarias ambulatorias todavía es un fármaco útil, aunque su eficacia se ha reducido
por la aparición de cepas de E. coli resistentes. Su buena concentración en próstata la hace útil para el
tratamiento de las prostatitis bacterianas, aunque últimamente ha sido sustituido por las quinolonas.
En las diarreas bacterianas agudas no toxigénicas, provocadas por Shigella sp, Salmonella sp y E. coli,
el cotrimoxazol es eficaz. También es útil en la fiebre tifoidea, donde es droga de segunda opción.
Elimina el estado de portador por su activa excreción biliar.
En enfermedades de transmisión sexual también tiene aplicación práctica: es útil en uretritis
gonocóccica, en gonorrea faringea, chancro blando, linfogranuloma venéreo.
Otras infecciones con eficacia documentada: neumonía por Pneumocystis carinii (tratamiento de
elección), brucelosis, colecistitis, osteomielitis aguda, nocardiosis, etc.
Receta y fármaco cinética.
La TMP-SMX se encuentra disponible para uso oral (comprimidos, jarabe) y por vía endovenosa.
En la neumonía por Pneumocystis carinii (común en pacientes con SIDA) se emplean dosis mayores y
por perfusión endovenosa: TMP 20 mg/kg. y SMX 100 mg/kg. y por día repartidos cada 6 horas.
En la insuficiencia renal deben ajustarse las dosis cuando el clearance de creatinina es menor a 30
ml/minuto. En la insuficiencia hepática también se modifican las dosis.
La penetración en el LCR alcanza al 40 % de los niveles séricos, lo cual lo hace útil en el tratamiento de
algunas meningitis, pero a altas dosis y por vía endovenosa.
Efectos adversos.
Los síntomas digestivos (náuseas, vómitos, diarrea) son comunes pero pasajeros. El exantema es
frecuente.
Se han descripto algunas reacciones hematológicas, como plaquetopenia y neutropenia. En pacientes
con bajo nivel de folatos (desnutridos, alcohólicos, ancianos) puede producir anemia megaloblástica.
En los portadores de deficiencia de glucosa 6 fosfato puede provocar hemólisis.

METRONIDAZOL:
Mecanismo de acción.
El mecanismo de acción de esta droga es complejo. Una vez que penetra en el microorganismo, el
metronidazol sufre un proceso de reducción por las enzimas bacterianas. Esta reducción es mayor
cuando el potencial redox es bajo, característica de los anaerobios. Como consecuencia, se originan
intermediarios químicos que resultan tóxicos para la bacteria, por acción deletérea a nivel del ADN.
Se comporta como bactericida.
Espectro.
El efecto del metronidazol se circunscribe a un grupo de parásitos (protozoarios anaerobios) y a las
bacterias anaerobias.
Las principales especies de parásitos sensibles son Trichomonas sp, Amebas y Giardias. Las bacterias
anaerobias susceptibles son los Gram positivos (cocos anaerobios, Clostridium sp) y los bacilos Gram
negativos (Fusobacterium sp, Bacteroides sp).
También es efectivo contra Helicobacter pylori. Es importante destacar que constituye la droga con
mayor acción bactericida contra Bacteroides fragilis.
Indicaciones.
Como agente antibacteriano, el metronidazol tiene indicaciones precisas en las infecciones
anaeróbicas de distinta localización. Es muy útil en el tratamiento de sepsis abdominal, infecciones
ginecológicas (combinado con antibióticos que neutralicen la flora aeróbica asociada), infección de
tejidos blandos y neumonía por anaerobios (absceso pulmonar, empiema). También se lo indica en la
profilaxis de la cirugía colónica.
Es efectivo en el absceso cerebral secundario a foco por su excelente concentración en el LCR.
Puede indicárselo en la colitis asociada a antibióticos, como alternativa eficaz y más económica
respecto a la vancomicina oral.
En vaginitis inespecífica (vaginosis), donde están involucrados los anaerobios junto a Gardnerella
vaginalis, hay buena respuesta al tratamiento oral y local con metronidazol.
A modo de profilaxis, puede indicárselo en la preparación preoperatoria de la cirugía del colon, junto
a cefalosporinas de tercera generación.
Como agente antiparasitario se emplea en infecciones intestinales por Giardia lamblia, en la amebiasis
intestinal, en el absceso amebiano hepático y en las infecciones ginecológicas por Trichomonas.
Es uno de los antimicrobianos útiles en el tratamiento de la enfermedad ulcerosa péptica
gastroduodenal por H. pylori. Se han comunicado resultados favorables con metronidazol en paciente
con tétanos.
Receta y fármaco cinética.
Se encuentra disponible para uso oral y parenteral. La vía oral puede utilizarse para completar el
tratamiento parenteral o para tratar infecciones leves o moderadas.
La difusión tisular del fármaco es amplia, alcanzando al sistema nervioso central, líquidos orgánicos y
lesiones supuradas. El principal sitio del metabolismo es el hígado, por lo que debe dosificarse con
precaución en pacientes con hepatopatía previa.
Efectos adversos.
Las principales reacciones adversas descriptas son a nivel del sistema nervioso: convulsiones, ataxia,
neuropatía periférica. Presenta efecto disulfiram ante el alcohol, provocando un cuadro de náusea,
vómitos, cefalea y rash.
Son posibles los cuadros de intolerancia digestiva (náuseas, vómitos, diarrea), erupciones,
neutropenia reversible.

RIFAMPICINA:
La rifampicina es un antibiótico semisintético derivado de la rifamicina. Utilizado inicialmente como
droga tuberculostática, hoy su empleo clínico se ha extendido a otras infecciones bacterianas.
Recordemos que, dentro de las rifamicinas encontramos también:
→ Rifamicina SV
→ Rifabutina
→ Rifapentina
→ Rifaximina.
Tienen efecto bactericida por inhibición de la síntesis del ARN bacteriano. Actúa sobre la ARN
polimerasa.
Espectro.
Es una de las principales drogas tuberculostáticas, pero también es activo frente a otras micobacterias:
M. leprae, M. kansasii, M. avium. Hay cepas resistentes, en especial M. intracellulare y M. fortuitum.
Es activa frente a Staphylococcus aureus y S. epidermidis. De hecho, se comporta como uno de los
principales agentes antiestafilocóccicos disponibles en la actualidad.
Otros cocos Gram positivos también pueden ser sensibles (Streptococcus sp) y algunas bacterias Gram
negativas (Neisseria sp y H. influenzae).
Debe mencionarse, por último, su eficacia en infecciones por Legionella, Chlamydia trachomatis y
Brucella.
Indicaciones.
La incorporación de la rifampicina como tuberculostático de primera línea ha permitido acortar los
regímenes terapéuticos e incrementar su eficacia. También se la indica en el tratamiento de las
micobacteriosis atípicas y de la lepra.
En infecciones estafilocóccicas se lo utiliza en infecciones leves o moderadas (tejidos blandos) o
infecciones graves (meningitis, endocarditis), siendo efectivo aún en cepas meticilino resistentes. En
los cuadros severos, donde son necesarios tratamientos prolongados, se asocia a otros antibióticos
(vancomicina, aminoglucósidos) para prevenir la aparición de resistencia. También se lo emplea para
reducir la colonización nasal por Staphylococcus en portadores que sufren forunculosis recidivante y
en la profilaxis de la meningitis meningocóccica y por H. influenzae.
Su excelente penetración tisular, incluyendo los tejidos supurados, lo hace útil en el tratamiento de la
osteomielitis, abscesos de variada localización y artritis estafilocóccica.
Es droga de primera línea en el tratamiento de la brucelosis, asociada a las tetraciclinas. Por último, la
rifampicina ha sido indicada, con resultados variables, en otras infecciones, incluyendo legionelosis,
neuroinfecciones, uretritis, chancro blando, etc.
Receta y fármaco cinética.
La vía endovenosa se reserva para las infecciones severas. Se administra rifampicina en fleboclisis en
forma lenta y diluida, en soluciones dextrosadas o fisiológicas.
Los alimentos grasos retardan la absorción digestiva del antibiótico. La droga alcanza una excelente
difusión tisular, lográndose concentraciones útiles en casi todos los órganos. Tiene un metabolismo
hepático importante. El nivel de LCR es apto para la terapéutica de las meningitis por bacterias
sensibles. También se destaca su capacidad de concentrarse en los tejidos supurados.
La droga muestra una alta liposolubilidad y una especial afinidad por los fagocitos, donde se concentra
electivamente, logrando así atacar a los patógenos con ubicación intracelular.
También se dispone de preparados de uso local (líquido, ungüento) con rifamicina (un precursor de la
rifampicina), utilizado en piodermitis y otras infecciones superficiales. Puede ocasionar resistencia
cruzada con rifampicina.
Efectos adversos.
Los síntomas gastrointestinales son posibles; en personas sensibles puede producir exantema
maculopapular leve.
La medicación produce una coloración naranja rojiza de la orina, heces, saliva, sudor y lágrimas.
La acción hepatotóxica es una de las más importantes. Puede manifestarse como elevación transitoria
de las enzimas hepáticas o como hepatitis tóxica grave. Este efecto es mayor cuando se asocia a
isoniacida.
Se ha descripto un síndrome "tipo influenza" en personas que reciben rifampicina en forma
intermitente o en altas dosis. Es de naturaleza inmunológica y se presenta con fiebre, mialgia, daño
renal, hemólisis y shock.
Otros efectos indeseables referidos son: compromiso neurológico, inmunosupresión, colitis
seudomembranosa. Debe usarse con precaución en el embarazo. Puede producir llagas en la boca o
en la lengua.
No debe asociarse a los antiretrovirales inhibidores de proteasa.

COLISTIN:
Se obtiene a partir de las esporas del genero bacillus polymixa. Existen de 5 tipos, utilizándose solo 2,
de tipo B y E.
Es un antibiótico concentración dependiente, tiene efecto post ATM.
Mecanismo de acción.
El colistin actúa alterando la membrana celular de la bacteria a nivel de los fosfolípidos. De ese modo,
se comporta como droga bactericida, por cuanto el incremento de la permeabilidad de la membrana
afecta la integridad osmótica de la bacteria.
Espectro.
El espectro de acción de este fármaco está circunscripto a los bacilos Gram negativos. Es activo frente
a Enterobacterias (E. coli, Klebsiella pneumoniae, Salmonella sp, Enterobacter sp) y Pseudomonas.
Algunas cepas pueden ser resistentes, como Proteus, Providencia, Serratia, Neisseria, H. influenzae.
Tampoco son sensibles los cocos Gram positivos ni las bacterias anaerobias.
Se ha señalado un efecto sinérgico del colistin con otros antibióticos frente a determinadas bacterias.
Por ejemplo, asociado a la rifampicina es efectivo contra infecciones por Serratia y junto a TMP/SMX
ante infecciones por Pseudomonas multiresistentes.
Indicaciones.
Las infecciones por bacilos Gram negativos resistentes a los antibióticos beta lactámicos y
aminoglucósidos, incluyendo Pseudomonas aeruginosa, pueden responder al tratamiento con colistin.
Se destacan, en particular, las infecciones urinarias, con o sin bacteriemia, donde puede obtenerse
buen resultado con colistin parenteral. Se recomienda el empleo de soluciones con polimixina para el
lavaje continuo vesical en pacientes sondados, para prevenir la infección.
También es posible el uso local del antibiótico para el tratamiento de infecciones superficiales ubicadas
en piel, conjuntiva, oído externo, etc.
Por último, también existen preparados de uso oral para el tratamiento de las enterocolitis
bacterianas.
Receta y fármaco cinética.
El colistin se expende en ampollas con 100 mg, bajo la forma de metansulfonato. Se lo indica por vía
IM o EV. La difusión tisular es limitada. Alcanza con dificultad la pleura, sinovial y tejidos supurados.
Su concentración en LCR es reducida, por lo cual es obligatoria su indicación intratecal para el
tratamiento de la meningitis. La principal vía de excreción es urinaria.
La vía oral es posible para el tratamiento de algunas infecciones intestinales, puesto que la absorción
digestiva es casi nula.
Efectos adversos.
El colistin puede ocasionar reacciones adversas importantes a nivel renal y neurológico. La
nefrotoxicidad potencial exige un cuidadoso monitoreo de la función renal cuando se lo indica en
tratamientos prolongados.
El daño neurológico se expresa por ataxia, parestesias, vértigo, confusión y bloqueo neuromuscular
por efecto curare.
Es causa, además, de reacciones alérgicas y molestias locales en el sitio de la inyección. No debe
indicarse en el embarazo. Las dosis elevadas pueden condicionar bloqueo neuromuscular.

OXAZOLIDINONAS:
Se incluye en este grupo al linezolid, el cual se comporta como bacteriostático sintético, inhibiendo la
síntesis proteica a nivel ribosomal.
Espectro.
Cocos Gram positivos, en particular Staphylococcus sp y Enterococcus faecalis y faecium, enterococos
vancomicina resistentes, micobacterias multirresistentes, y estafilococos MR.
Indicaciones.
Infecciones severas por los gérmenes citados, con distintas localizaciones: tejidos blandos, neumonía,
septicemias, endocarditis, sepsis abdominal.
Efectos adversos.
Puede provocar síntomas digestivos (náuseas, vómitos, dispepsia), toxicidad hepática, colitis asociada
a antibióticos. Se aconseja restrigir su uso en el embarazo y la lactancia. No se debe asociar linezolid a
aminas vasopresoras (efedrina y similares) por cuanto puede potenciar su efecto hipertensor.

DROGAS ANTIMICOBACTERIANAS:
En este grupo se estudian los fármacos contra las micobacterias, incluyendo el M. tuberculosis, M.
leprae y las micobacterias "atípicas”.

Grupo. Efecto Drogas.

1. Son tuberculostáticos de primera Isoniacida, estreptomicina,


línea, con acción bactericida rifampicina, etambutol,
predominante, máxima eficacia pirazinamida.
microbiológica – clínica y menores
efectos adversos.
2 Son tuberculostáticos de segunda Ácido paraaminosalicílico,
línea, drogas predominantemente kanamicina, cicloserina,
bacterioestáticas, con menor amikacina, etionamida,
eficacia clínica y efectos adversos capreomicina.
destacables.
3 Son agentes recomendados para el Isoniacida, rifampicina,
tratamiento de las infecciones por rifabutina,
micobacterias atípicas. aminoglucósidos,
quinolonas, macrólidos.
4 Agentes utilizados en el tratamiento Dapsona, clofazimina,
de la lepra. sulfoxona, tiacetazona,
rifampicina, etionamida.

Se hará hincapié en los fármacos que tornen relación con la tuberculosis.


Mecanismo de acción.
La isoniacida y la pirazinamida, al igual que rifampicina y estreptomicina, se comportan como drogas
bactericidas para el bacilo de Koch. En cambio etambutol, lo hace como bacteriostático.
Es importante recordar que tenemos poblaciones de crecimiento rápido, ubicadas principalmente en
las cavidades pulmonares, cuya concentración de O2 es mayor. Otras micobacterias, localizadas en las
lesiones caseosas y dentro de los macrófagos, son de crecimiento lento, por cuanto encuentran menor
concentración de O2 local y un pH más ácido, hechos desfavorables para su reproducción.
Los agentes que actúan principalmente sobre las poblaciones extracelulares, en replicación activa, son
estreptomicina, rifampicina y etambutol. Las poblaciones intracelulares, de crecimiento lento (bacilos
persistentes), son afectadas en especial por pirazinamida, isoniacida y rifampicina.
El modo de acción de estas drogas sobre el bacilo de Koch es diferente, isoniacida inhibe la síntesis de
ácido micólico, un componente esencial de la pared bacteriana; rifampicina inhibe la RNA polimerasa-
ADN dependiente; el etambutol afectaría la síntesis de ARN. El mecanismo de acción de la
pirazinamida no se conoce con precisión.
Indicaciones.
La indicación primaria de estas drogas es el tratamiento de la tuberculosis, en todas sus formas clínicas
y localizaciones. En la tuberculosis pulmonar, en pacientes que no han recibido tratamientos previos,
se recomienda en la actualidad el siguiente esquema de tratamiento "acortado": las cuatro drogas de
primera línea asociadas durante dos meses, continuando con isoniacida y rifampicina hasta
completar seis meses (Fase de consolidación).
En las formas extrapulmonares se recomienda prolongar este período de consolidación durante 8-10
meses.
Actualmente tiende a sustituirse la estreptomicina por etambutol, para evitar la vía parenteral. En la
quimioprofilaxis de la tuberculosis se emplea la isoniacida durante 6 meses. Se excluyen de estas
pautas los enfermos del Sida, donde la profilaxis es más prolongada.
Receta y fármaco cinética.
Los fármacos descriptos están disponibles por vía oral (isoniacida, rifampicina, pirazinamida,
etambutol) y para uso parenteral (rifampicina, estreptomicina).
La dosis habitual empleada para el tratamiento de tuberculosis pulmonar se expone a continuación:
•Isoniacida: 5-10 mg/kg./día (sin exceder los 300 mg/día).
•Rifampicina: 600 mg/día (adultos), 10-20 mg/Kg./día (niños).
•Estreptomicina: 15 mg/kg./día.
•Pirazinamida: 15-25 mg/kg./día.
•Etambutol: 15-25 mg/kg./día.
Con excepción de la estreptomicina, la absorción oral es satisfactoria, distribuyéndose ampliamente
por el organismo, alcanzando concentración útil en LCR cuando las meninges se encuentran
inflamadas. El metabolismo hepático es predominante para isoniacida, rifampicina, pirazinamida. En
cambio, estreptomicina y etambutol tienen eliminación renal significativa, por lo cual debe ajustarse
la dosis en la insuficiencia renal.
Efectos adversos.
La isoniacida tiene toxicidad hepática, que puede expresarse por un moderado incremento de las
enzimas hepáticas o por cuadros de hepatitis severa. Esta droga es capaz de producir, además,
neuropatía periférica que puede prevenirse mediante la administración simultánea de piridoxina
(vitamina B6). También se describen otros efectos adversos a nivel neurológico, tales como neuritis
óptica, convulsiones y manifestaciones psicóticas. Este fármaco, por último, es responsable en raros
casos, de cuadros por hipersensibilidad, entre lo que se destaca un síndrome "simil-lupus".
La pirazinamida es predominantemente hepatotóxica, sobre todo a dosis alta. También produce
reacciones de fotosensibilidad y diversos tipos de exantemas.
El etambutol tiene su principal efecto adverso en el sistema nervioso: produce neuropatía periférica,
en particular una neuritis retrobulbar, con alteración del campo y agudeza visual, en el campo visual y
la percepción de los colores. Puede provocar ceguera.
La rifampicina es hepatotóxica, en especial cuando se la asocia a la isoniacida. También produce
alteraciones inmunológicas, exantemas, fiebre, etc.
La estreptomicina se destaca por su toxicidad vestibular.

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