Urgencias Del Sistema Respiratorio

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION SUPERIOR


UNIVERSIDAD “CIENCIAS DE LA SALUD”
EDO_ CARABOBO
CURSO ELECTIVO
3er AÑO MIC

URGENCIAS DEL
SISTEMA
RESPIRATORIO

BACHILLERES :
DOCTOR :
KARELIA RUIDO
LEONARDO ALVARADO
KRISTIAN JUAREZ

YANITZA MALDONADO

YUNEIDE QUEVEDO

VALENCIA , 27 DE MAYO DEL 2024


INTRODUCCION

El asma bronquial es una enfermedad crónica del sistema respiratorio que afecta a
millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por la inflamación y
estrechamiento de las vías respiratorias, lo que dificulta la entrada y salida de aire de los
pulmones. Los síntomas más comunes incluyen dificultad para respirar, opresión en el
pecho, tos y sibilancias. El asma puede ser desencadenada por diferentes factores, como
alérgenos, ejercicio físico, cambios climáticos o infecciones respiratorias. Aunque no
tiene cura, el asma puede ser controlada mediante el uso de medicamentos y la adopción
de medidas preventivas. El manejo adecuado del asma es fundamental para mejorar la
calidad de vida de quienes la padecen y prevenir complicaciones a largo plazo.
QUE ES EL ASMA BRONQUIAL
Según la OMS El asma es una enfermedad crónica que afecta a personas de todas las
edades. Se debe a la inflamación y la contracción de los músculos que rodean las vías
respiratorias, las cuales dificultan la respiración.

SIGNOS PREMONITORIO
Pueden variar de una persona a otra, pero algunos síntomas comunes que pueden indicar
un posible empeoramiento del asma incluyen:

1. Tos persistente, especialmente por la noche o temprano en la mañana.


2. Dificultad para respirar o sensación de opresión en el pecho.
3. Sibilancias (silbido al respirar) que pueden ser audibles al exhalar.
4. Aumento en la frecuencia de uso del inhalador de rescate.
5. Fatiga o sensación de cansancio al realizar actividades cotidianas.

Es importante tener en cuenta que los signos premonitorios pueden variar según la
persona y la gravedad del asma. Algunas personas pueden experimentar cambios en su
patrón respiratorio o notar que sus síntomas empeoran antes de un ataque de asma
completo.

DIAGNOSTICO

Generalmente implica una combinación de evaluaciones clínicas, pruebas de función


pulmonar y pruebas de sensibilidad alérgica. Aquí se describen algunos de los métodos
comunes utilizados para diagnosticar el asma:

1. Historia clínica: El médico recopilará información detallada sobre los síntomas


actuales, antecedentes médicos personales y familiares, así como cualquier exposición a
desencadenantes conocidos del asma.

2. Evaluación física: El médico realizará un examen físico para buscar signos de


inflamación o estrechamiento de las vías respiratorias, como sibilancias, dificultad para
respirar o opresión en el pecho.

3. Pruebas de función pulmonar: La espirometría es una prueba común que mide la


cantidad de aire que una persona puede exhalar y la rapidez con la que puede hacerlo.
Esta prueba ayuda a evaluar la obstrucción de las vías respiratorias, que es característica
del asma.

4. Pruebas de sensibilidad alérgica: Las pruebas cutáneas o sanguíneas pueden ayudar a


identificar alérgenos que podrían desencadenar los síntomas de asma.

5. Pruebas de provocación bronquial: En algunas situaciones, se pueden realizar pruebas


para evaluar la reactividad de las vías respiratorias mediante la exposición controlada a
sustancias que pueden desencadenar los síntomas de asma.

Es importante destacar que el diagnóstico preciso del asma bronquial requiere una
evaluación integral que tenga en cuenta los síntomas, la historia clínica y los resultados
de las pruebas.

ESTADIOS DEL
STATUS ASMATICO
Se clasifica en diferentes estadios según la gravedad de los síntomas y la respuesta al
tratamiento

1.Leve: En este estadio, el paciente puede presentar tos, sibilancias, dificultad para
respirar y opresión en el pecho. A pesar de los síntomas, la función pulmonar
generalmente se mantiene relativamente estable con el tratamiento estándar.

2. Moderado: Los síntomas en este estadio son más intensos y pueden interferir
significativamente con las actividades diarias del paciente. La función pulmonar
comienza a deteriorarse y es posible que el paciente no responda completamente al
tratamiento inicial.

3. Grave: En este estadio, los síntomas son muy intensos y pueden ser potencialmente
mortales. La función pulmonar está significativamente comprometida y el paciente
puede no responder al tratamiento estándar. Se requiere intervención médica urgente.

Es importante tener en cuenta que esta clasificación es solo una guía general y que la
gravedad del status asmático puede variar de un paciente a otro.

OBJETIVOS BASICO DEL TRATAMIENTO

El tratamiento del asma tiene como objetivos básicos controlar los síntomas, prevenir
las exacerbaciones y mejorar la calidad de vida del paciente. A continuación, se detallan
los principales objetivos del tratamiento del asma:

1. Control de los síntomas: El objetivo principal es lograr un control óptimo de los


síntomas asmáticos, como la tos, la dificultad para respirar, las sibilancias y la opresión
en el pecho. Esto se logra mediante el uso adecuado de medicamentos broncodilatadores
y antiinflamatorios.

2. Prevención de exacerbaciones: Se busca prevenir las crisis asmáticas o


exacerbaciones agudas de la enfermedad que pueden poner en peligro la vida del
paciente. Esto se logra identificando y evitando los desencadenantes del asma, así como
manteniendo un tratamiento preventivo adecuado.

3. Mejora de la función pulmonar: El tratamiento busca mejorar la función pulmonar


del paciente asmático, permitiéndole respirar con mayor facilidad y eficacia. Esto se
logra mediante el uso de medicamentos que dilatan las vías respiratorias y reducen la
inflamación.
4. Mejora de la calidad de vida: El tratamiento del asma busca mejorar la calidad de
vida del paciente, permitiéndole llevar una vida normal y activa sin limitaciones
causadas por los síntomas asmáticos. Esto incluye poder realizar actividades físicas,
sociales y laborales sin restricciones.

5. Educación del paciente: Es fundamental que el paciente asmático reciba una


adecuada educación sobre su enfermedad, incluyendo información sobre los
desencadenantes, el uso correcto de los medicamentos, la técnica de inhalación y la
identificación de signos de empeoramiento. La educación contribuye a que el paciente
pueda manejar su enfermedad de manera efectiva y prevenir complicaciones.

TRATAMIENTO

La GINA recomienda que el asma en adultos y adolescentes no se trate únicamente con


agonistas beta2 de acción corta (SABA) por los riesgos asociados, su excesivo uso y la
evidencia del beneficio de los corticoesteroides inhalados (CI). Hay ensayos amplios
que muestran que la combinación CI+formoterol (CI+SABA) a demanda, reduce las
exacerbaciones graves ≥60% en pacientes con asma leve, en comparación con el uso de
SABA solo; siendo similares los resultados en exacerbaciones, síntomas, función
pulmonar e inflamación con CI+SABA diario a demanda.

Los cambios clave de la GINA 2021 dividen el tratamiento para adultos y adolescentes
en dos vías.

 Vía 1 (preferente): dosis bajas de CI+formoterol para aliviar los síntomas en


todos los escalones; a demanda en los escalones 1-2 (asma leve) y como
mantenimiento diario en los escalones 3-5.
 Vía 2 (alternativa): SABA a demanda en todos los escalones, más CI regular
(escalón 2) o agonista beta2 de acción prolongada (LABA) (escalones 3-5). Para
los adultos con asma de moderada a grave, se hacen recomendaciones
adicionales en el escalón 5 para los antagonistas muscarínicos de acción
prolongada (LAMA) y la azitromicina, con terapias biológicas complementarias
(según el fenotipo inflamatorio) para el asma grave. Para los niños de 6 a 11
años, se agregan nuevas opciones de tratamiento en los escalones 3-4.

Se consideran esenciales para todos los grupos de edad y nivel de gravedad, la


evaluación periódica individualizada, el tratamiento de los factores de riesgo
modificables, la educación para el auto-tratamiento, el aprendizaje, el ajuste adecuado
de la medicación y la revisión.
CONCLUSION
El asma bronquial es una enfermedad respiratoria crónica que afecta a muchas personas
en todo el mundo y que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de
quienes la padecen. Aunque no tiene cura, el asma puede ser controlada eficazmente
con un tratamiento adecuado y la adopción de medidas preventivas. Es fundamental que
las personas con asma trabajen en estrecha colaboración con su equipo médico para
gestionar sus síntomas, identificar y evitar los desencadenantes, y mantener una buena
calidad de vida. Con un enfoque integral y personalizado, es posible vivir con asma de
manera controlada y minimizar el riesgo de complicaciones a largo plazo.

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