Mozart y La Masonería

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GRAN ORIENTE FEDERAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA

GOFRA
SERIE COLECTÁNEAS MASÓNICAS
Jorge López Reynaudo
N° 3
MOZART Y LA MASONERÍA

Considerado como uno de los mejores compositores de la historia de la


música, Mozart nació en Salzburgo, Austria el 27 de enero de 1.756. Su
padre, el H Leopold, descubrió el gran talento de su hijo, lo animó y
prosiguió su educación de todas las maneras posibles. Sorprendente en su
precocidad, comenzó a componer a los cinco años y desde entonces produjo
algunas de las mejores piezas que el mundo ha escuchado y escucha. Pasó su
juventud actuando para la nobleza en toda Europa y escribiendo sonatas, conciertos y
óperas.
Escribió toda la música por sí mismo y destacó en todos los géneros musicales de su
época, lo que no es habitual en ningún otro compositor musical. Algunas de sus obras
más destacadas son Le nozze di Figaro, Don Giovanni, Die Zauberflöte, Cosi fan Tutte
y la Sinfonía Júpiter.
Gran parte y lo más importante de la obra de Mozart, procede de los valores y
principios de la Masonería. A lo largo de su carrera, escribió gran cantidad de piezas
para las Logias y Rituales masónicos. Según Robert Levin, de la Universidad de
Harvard, experto en el célebre compositor, la última pieza que completó antes de su
muerte fue la K.623, “Kleine Freimaurer-Kantate”, en español, la llamada “Pequeña
Cantata Masónica”.
Su relación del ilustre y grandísimo compositor con la Institución, nacerá en una fría
noche del 14 de Diciembre de 1.784, cuando se iniciaba el a partir de ese momento H
WOLFGANG JOHANN THEOPHILUS NADEUS CRISOSTOMUS MOZART. Lo hacía
en la Resp Logia ZUR WOHTLTATIGKEIT (BENEFICENCIA) de Viena. Presidía la
tenida su padrino y VM Von Gemmingen, actuando como 1° Vig, 2° Vig y
Sec respectivamente, los HH Escherich, Lang y Hile. Tan precoz como en la
música, ascendió pronto al Grado de Compañero el 7 de Enero de 1.785. Siendo aún
más rápido exaltado a la Maestría el 22 de abril de 1.785. Curioso resulta que a sus
instancias e insistencia fuera iniciado su Padre Leopoldo, el 6 de Abril de 1.785.
Es de hacer notar que según cronistas de la época, encuentra Mozart en la Orden un
remanso de paz y de libertad que jamás había experimentado. Las Tenidas eran para él
un lugar de opinión libre y de encuentro con sus hermanos de Logia a los que apreciaba
sobremanera. Tal fue su entusiasmo por su Taller, que a más de propiciar como dijimos,
el ingreso de su progenitor, convenció también de iniciarse el otro gran músico y H
Joseph Haydn, quien fue patrocinado personalmente por Mozart y si bien éste no estuvo
presente en la iniciación de su amigo, pues se encontraba en la Mehlgrabe de Viena
estrenando su concierto para piano K466, le dedicó para la ceremonia los “Seis
cuartetos de cuerda”.
Con certeza puede afirmarse que la participación de Mozart en la masonería influyó
mucho en sus creencias y visión del mundo. Es que para él, la masonería enfatizaba los
ideales de fraternidad, verdad y rectitud moral, y estos valores se pueden ver en gran
parte de su trabajo musical. Además, la actividad masónica en la búsqueda del
conocimiento y la superación personal jugó a no dudar, un papel importante en el
impulso del H de innovar constantemente en su vocación de compositor. Está claro
entonces que los ideales y valores de la masonería profundamente arraigados en las
creencias de Mozart y en sus composiciones, continúan siendo disfrutadas por
generaciones de profanos y masones.
En obsequio a la Logia vienesa “La esperanza coronada”, compuso para ésta dos de
sus más importantes obras: “La alegría masónica”, (K 471) y la “Música fúnebre
masónica” (K 477). En 1.786, con motivo de una reorganización de las logias vienesas
ordenada por el emperador José II, Mozart compuso para su logia “La nueva esperanza
coronada” dos cantatas masónicas: “Para la apertura de la logia” (K 483) y “Para la
clausura de la logia” (K 484).
De la gran cantidad de obras emparentadas con la Orden, viene a cuento resaltar tres
de las más importantes, a saber:
1 – “La flauta mágica” (Die Zauberflöte), una de sus óperas más famosas, cuyo libreto
escribe en colaboración con el también H Emanuel Schikaneder, que contiene los
símbolos y referencias masónicos propios de la Ceremonia de Iniciación ya que se
puede seguir en ella el Ritual del Rito Zinnendorf. La obertura comienza con tres
acordes similares a las denominadas “baterías masónicas”, siendo su trama esencial la
lucha entre la luz y las tinieblas, tema que atraviesa toda la enseñanza masónica, desde
el primero hasta el último de los Grados en cualquiera de sus Ritos. Cuenta la historia de
un príncipe, Tamino, que se propone rescatar a una princesa con la ayuda de una flauta
mágica y un anciano sabio, Sarastro, líder de una sociedad secreta de hombres
ilustrados. De allí que Bruno Walter, el famoso Director de Orquesta y Compositor
alemán, dijera sobre la obra, que “la Flauta Mágica es la primera profesión de fe
masónica de Mozart”.
2 – “Música funeraria masónica” (K. 477), una pieza compuesta específicamente para
su uso en ceremonias funerarias. La compuso y se ejecutó por primera vez el 10 de
Noviembre de 1.785, en ocasión de la muerte de los HH Jorge Augusto, Duque de
Mecklemburg y Francisco Esterhazy von Galante. La misma es conocida por su
naturaleza contemplativa, pero no en forma sombría o aterradora, sino de dulce y
pacífica transfiguración, reflejando la creencia masónica en la inmortalidad del espíritu.
3 – “Pequeña cantata masónica” (K. 623), conocida como Laut verkünde unsre Freude
(Anunciad a viva voz nuestra felicidad), es la cantata compuesta por Mozart por
encargo del Taller, en ocasión del traslado de la sede de la Logia “Zur gekrönten
Hoffnung” “La Esperanza Coronada” a la que Mozart pertenecía, siendo VM el
Conde Johann Esterházy, Chambelán Imperial y Real. Se trata de una de las últimas
obras escritas por Mozart. Fue estrenada el 18 de Noviembre del 1.791en dicha Logia,
bajo la dirección del Compositor, quien cayó postrado en cama a los dos días siguientes
del estreno, falleciendo apenas dos semanas después, el día 5 de diciembre.
Hemos de advertir luego de una muy sintética visión de sólo parte de su inmensa obra,
la profunda impresión que la Orden causó en la corta vida del genio, a punto de
inspirarle la mejor parte de su extensa obra musical.
Pese a ello y lamentablemente, no podemos dejar de señalar que su vida estuvo
marcada por la tragedia. sufriendo por épocas viruela, amigdalitis, bronquitis,
neumonía, fiebre tifoidea, reumatismo y periodontitis. Pasó los últimos años de su vida
en la pobreza y salvo la actitud fraterna de algunos pocos HH, nadie se ocupó de
auxiliarlo. Así llegó a su paso al Oriente Eterno el 4 de Diciembre de 1.791 mientras se
encontraba componiendo el “Requiem”. La Logia organizó una Tenida Fúnebre en su
honor, en la cual parte del discurso señalaba: “Fue la voluntad del GADU
llamar a uno de nuestros amados HH Hace pocas semanas lo teníamos entre
nosotros. Media Europa lo admiraba. Los grandes lo aclamaban y nosotros lo
llamábamos hermano. . . Fue un miembro muy activo de la Orden. Amó a sus HH, fue
conciliador, defensor de las buenas causas, caritativo y se alegró siempre que con sus
dotes excepcionales pudo llevar felicidad a sus HH. .”
El estado de la medicina en la época y la ausencia de una autopsia hizo imposible
determinar a ciencia cierta qué había originado la muerte del compositor. En el acta de
defunción oficial constaba que el compositor austríaco había fallecido a causa de una
“hitziges Frieselfieber”, fiebre miliar aguda, en referencia a una erupción cutánea
parecida a semillas de mijo). Una descripción que hoy no bastaría para identificar la
causa exacta.
El Barón Schwetan ofreció efectuar un funeral digo, pero como llovía a torrentes, muy
pocos acompañaron al genial músico y QH. Fue inhumado en una fosa común y su
viuda Constancia, sólo 17 años después intentó recuperar el cuerpo sin poder
encontrarlo. Una investigación reciente de Herminia Cloeter permite hoy abrigar alguna
esperanza, en base al análisis de numerosa documentación, de por fin poder precisar la
ubicación del los restos en esa fosa del cementerio San Marcos de Viena.
Pese a ello, nosotros bien podemos decir que su memoria e inigualable legado
musical, no morirán nunca en la memora de los hombres y en especial en la de los
masones.-

Monumento a Mozart en el
Cementerio de San Marcos en Viena

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