El Karma
El Karma
El Karma
en el nivel más profundo, superar las restricciones del karma o destino, y abrir nuevos
caminos. Es una filosofía para cambiar positivamente el karma y afianzar un estado de
vida de felicidad estable, que prevalezca a lo largo del futuro. En esta parte,
estudiaremos el concepto de la transformación kármica y el valor de concebir el karma
como nuestra misión en esta vida.
La vida abarca un sinfín de sufrimientos y de problemas; algunos de ellos son,
claramente, el resultado de acciones y decisiones que hemos tomado en el transcurso de
esta existencia. Pero también afrontamos dificultades cuya causa no podemos
identificar. En esos momentos, solemos pensar: «Yo no cometí ningún error ni causé
ningún mal. ¿Por qué tengo que sufrir de esta manera?».
La práctica budista tiene el propósito de permitir a cada persona vivir con la convicción
inamovible de que las horas más dolorosas y difíciles son oportunidades para cambiar el
karma, y transformar todo en algo positivo, incluso las situaciones más complejas.
Conclusión
Desde la perspectiva budista, cuando afianzamos nuestra vida con la convicción de que
el karma es misión, podemos comprender el significado de vivir en lugares difíciles para
despejar la oscuridad del sufrimiento que abruma a muchas personas, la oscuridad de la
época y la oscuridad de la sociedad. El valor de ponernos en acción por la humanidad
hace resplandecer nuestra vida luminosamente. Por eso el budismo Soka transmite la
idea de que «la gran revolución humana de un individuo» puede hacer que incontables
personas tomen conciencia de su verdadero potencial inherente.
Transformar el karma significa cambiar nuestra vida ahora mismo, es decir pulir y
mejorar cada día nuestros pensamientos, palabras y acciones. Es decir que el enfoque de
transformar el karma se sustenta en la convicción de que todos tenemos el potencial
ilimitado para lograrlo.
Es por eso que nada resulta insignificante. Sea cual fuere el karma de una persona, sin
falta posee un hondo significado. Al modificar nuestra mentalidad, nuestro corazón,
podemos hacer de cualquier infortunio un motivo de deleite y considerarlo un medio
para cultivar y fortalecer nuestra vida.
El presidente Ikeda ha expresado lo siguiente acerca de las personas que viven con la
conciencia de haber «elegido voluntariamente el karma apropiado»:
“Todos tenemos nuestro propio karma o destino. Pero cuando lo miramos de frente y entendemos
su auténtico sentido, cualquier adversidad puede servirnos para tener una vida más rica y más
profunda. Y nuestra actitud en la batalla contra el destino puede servir de ejemplo y de
inspiración a incontables personas.
En otras palabras, cuando convertimos nuestro karma en misión, el destino deja de cumplir un
papel negativo y adquiere un aspecto positivo. Todo el que transforma su karma en misión es
alguien que ha «adoptado voluntariamente el karma apropiado». Por lo tanto, quienes no se
detienen y consideran todo como parte de su misión avanzan hacia la meta de cambiar su
destino.”