Análisis Jurídico

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UNIVERSIDAD NACIONAL TORIBIO RODRÍGUEZ

DE MENDOZA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS


POLÍTICAS
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO Y
CIENCIAS POLÍTICAS

CURSO DE “PROCESAL CIVIL-TALLER II”


CICLO VII
DOCENTE
Mg. CAYLLAHUA DIOSES, Pilar Mercedes

ESTUDIANTE
 RODRÍGUEZ PEÑA, Melissa Nayelli
 ROJAS DÍAZ, Kátherin Masiel.

CHACHAPOYAS-PERÚ 2023
ANÁLISIS JURÍDICO

I. VIII PLENO CASATORIO CIVIL-CASACIÓN N°3006-2015-JUNÍN


En este caso Karina Judy Choque Jacay interpuso demanda de nulidad de acto
jurídico contra Johel Samule Salazar Jacay, Rocío Zevallos Gutiérrez y Martha Matos
Araujo, solicitando como pretensión principal: se declare la nulidad de la escritura
pública, de compraventa de fecha 23 enero del 2012 acto jurídico que se celebró entre
Catalina Genoveva Jacay Apolinario y Rocío Zevallos Gutiérrez, y accesoriamente; la
nulidad de la escritura pública de compraventa de fecha 15 de setiembre de 2012,
celebrada entre Roció Zevallos y Martha Matos Araujo. Es así, como en el A Quo declaró
infundada la demanda en todos sus extremos, de igual manera el A Quem determinó
infundada. Por lo cual interpuso recurso de casación en donde declararon fundada la
casación interpuesta por Karina Judith por infracción normativa del artículo 315 del
Código Civil.

Si bien en la presente casación se debate si el acto jurídico por el que los cónyuges
disponen de bienes de la sociedad de gananciales sin la intervención del otro es un acto
jurídico nulo, anulable o ineficaz, apoyamos los resuelto por la Corte Suprema la cual
declara que es un acto nulo, debido que para disponer de los bienes sociales, se
requiere que en el acto de disposición intervengan ambos cónyuges por mandato
expreso del artículo 315 del C.C, como elemento constitutivo necesario para la validez
del acto jurídico. Por ello, el acto de disposición de un bien social realizado por un solo
cónyuge es nulo por ser contrario a una norma imperativa de orden público, según el
inciso 8 de artículo 219, Código Civil.

Ahora bien, cuando un tercero adquiriente actúa de mala fe, tal es el caso de Martha
Matos queda exento de la protección del principio de buena fe regulado en el artículo
2014 del Código Civil. Además, se debe tener en cuenta que las reglas de tutela del
derecho de propiedad deben estar esencialmente orientadas a impedir en todos los
casos el ejercicio abusivo de los derechos inmobiliarios de 1 de los cónyuges, cuyo
comportamiento a su sola iniciativa se impulse para tratar de disponer de los bienes que
pertenecen a la sociedad de gananciales.

Recalcando que el art. 135 del Código Civil tiene como regla la intervención conjunta
de ambos cónyuges y esta sostiene dos pilares, el primero la protección del interés
familiar y, segundo el principio de igualdad de los cónyuges. Entonces, prima que la
norma protege el interés familiar, tal como lo recoge el art. 4 de nuestra Carta Magna y
sabemos que existe la jerarquización de normas (Pirámide de Kelsen) y, por ende, lo
que esta protege prevalece.
II. CASACIÓN 1421-2016-LIMA SUR
El presente caso corresponde declarar nulidad de los actos jurídicos celebrados
entre los demandados por causales de fin ilícito (inciso 4, Art.219), objeto jurídicamente
imposible (inciso 3, Art.219) y contravención de las leyes que interesan al orden público
(Art. V Título Preliminar) Ahora bien, la sentencia de primera instancia declaró infundada
la demanda sobre nulidad de acto jurídico y en la Sentencia de Vista revoca la sentencia
apelada y declara fundada en parte la demanda e infundada en el extremo de la
pretensión sobre indemnización, es así como el recurso de casación lo interponen los
demandados contra la Sentencia de Vista por causales de: a) Infracción del Art. 139°
inciso 5 Const, b) Infracción por inaplicación del Art 1362° C.C, c) Infracción por
aplicación errónea del Art 1428° C.C y d) Infracción del Art 2001 inciso 1 C.C. Respecto
a ello la Corte Suprema declara: Infundado el recurso de Casación; en consecuencia,
No casaron la Sentencia de Vista.

Es así, como nosotras respaldamos o estamos de acuerdo con la Sentencia de Vista,


por lo cual consideramos correcta la decisión de la Corte suprema, debido a que, en la
fecha cuando se celebraron los contratos privados cuya nulidad se pretende se
realizaron en el año de 1997, tenemos que los inmuebles materia de Litis no se
encontraban a nombre de los vendedores, en la partida se aprecia que el predio se
independizó a favor del Instituto Peruano de Seguridad Social el 5 de junio de 1987 y
en fecha 6 de octubre de 1998 el predio es transferido al esposo e hijos, en su condición
de herederos. Entonces, está claro que los tres contratos de compraventa fueron
trasferidos cuando los vendedores no eran propietarios, Además que la actual cónyuge
no tiene ninguna relación con el bien objeto de trasferencia, por lo cual estos contratos
irían contra de las leyes que le importan al orden público y que la finalidad contenida en
dichos documentos deviene en ilícito. Además, si una persona quiere comprar un bien
tiene la obligación de verificar con un mínimo de criterio las facultades de transferir el
bien por parte de los vendedores.

Respecto a la primera causal por los cuales solicitan el recurso de casación, nos
menciona el artículo 139 inciso 5 la Const, la cual se refiera a la motivación adecuada
de su decisión, consideramos que la motivación se cumple, pues tiene una justificación
lógica, razonada y conforme a las normas constitucionales; es decir, comprende tanto
la motivación In factum, como la motivación In jure. Con relación a la segunda causal,
sobre la infracción del Art. 1362° del C.C, que nos habla de la buena fe, pero como lo
mencionamos en el párrafo anterior, quien desea comprar un bien debe asegurarse de
que el vendedor cumpla con la facultad para hacer la transferencia; por lo tanto, creemos
que no existió buena fe.
Asimismo, en la tercera causal, referida a la infracción de la aplicación errónea del
Art.1428 del C.C mencionado que la Sentencia de Vista habría resuelto como si la
pretensión demandada fuera por incumplimiento de pago del precio de venta de los
predios sub materia. Analizando los fundamentos de la Sentencia de Vista, se aprecia
que la Sala Superior ha hecho una argumentación complementaria al asunto materia de
controversia, lo que no significa en modo alguno que se haya introducido una prestación
ajena a la cuestión controvertida.

Finalmente, respecto a la cuarta causal que es sobre la Infracción del Art. 2001 inciso
1 del C.C, la cual establece que al haber trascurrido más de diez años a la fecha de
celebración de los actos jurídicos no es posible solicitar la nulidad de acto jurídico, pero
nos hemos dado cuenta que en el proceso no se ha propuesto la excepción de
prescripción contra la pretensión de nulidad de acto jurídico de acuerdo al Art. 446 inciso
12 del C.P.C, por lo tanto, es infundada esta causal, dado que el Jue no puede fundar
sus fallos en la prescripción si no ha sido invocada como lo establece el Art. 1992° del
Código Civil.

III. CASACIÓN 3307-2016, TACNA

Recurso interpuesto por el demandante Carmelo Chura Huisa, contra Sonia Mamani
Luve, sobre nulidad de acto jurídico y otros. Se advierte que Carmelo interpone
demanda a fin que se declare la nulidad del contrato denominado acuerdo privado
interno, extendido en documento privado con fecha 19 de octubre de 2007; y del acto
jurídico de compraventa de puestos de venta en la que interviene como vendedora doña
Candelaria Maruja Anahua Anahua y como compradora Sonia Mamani Luve respecto a
los puestos asignados con los números 87 y 88 de la Asociación de Comerciantes;
asimismo plantea como pretensión accesoria, se declare su mejor derecho de posesión
sobre los referidos puestos, así como la entrega del bien inmueble, desalojo accesorio
y consecuentemente la administración de la posesión. Alega que contrajo matrimonio
civil con la codemandada Candelaria, con fecha 3 de enero de 1992; luego mediante
escritura pública de fecha 7 de junio del 2010, ante Notario Público se declaró la
disolución del vínculo matrimonial. Durante la vigencia del matrimonio, la sociedad
conyugal adquirió dichos puestos de venta que pasaron a formar parte de la sociedad
de gananciales. Así, vigente el vínculo conyugal y la sociedad de gananciales, la
demandada Candelaria aprovechando su titularidad de socia y estado civil de soltera,
vendió los puestos a la otra codemandada Sonia Mamani, mediante Contrato de
Acuerdo Privado Interno de fecha 19 de octubre del 2007. También señala que la
compradora conocía que éstos formaban parte de la sociedad de gananciales;
considerando que la codemandada Sonia Mamani ha actuado de mala fe; señalando
que el referido acto jurídico no puede ser convalidado debido a que ha incurrido en
causal de nulidad prevista en el art. 219 inciso 1 del Código Civil, por la falta de
manifestación de voluntad de los titulares.

Por su parte el A quo ha declarado infundada la demanda, sustentando su fallo en


que, si bien el demandante contrajo matrimonio civil, posteriormente fue disuelto
mediante divorcio ulterior. El documento y acto jurídico cuestionados resulta anterior al
procedimiento de divorcio, en el cual ambos cónyuges declaran no contar con bienes
sociales; además no se encuentra acreditado que la demandada Sonia Mamani tenía
conocimiento que Candelaria se encontraba casada, por lo que se desestimó la
pretensión de nulidad de acto jurídico por la causal de falta de manifestación de
voluntad. El Ad Quem, confirma la apelada que declara infundada la demanda; y
finalmente, la instancia de mérito ha concluido declarar infundado el recurso de
casación. De ahí, que consideramos razonable concluir que, al no declararse la
existencia de bienes sociales, debe inferirse que el demandante tenía conocimiento del
acto jurídico por su ex cónyuge, pues al no haberse consignado el bien materia de litis
como bien social, esta situación no puede ser reputada como una omisión, más aún,
cuando el documento que se cuestiona, es de fecha anterior al procedimiento de
divorcio.

IV. CAS. 3942-2016, LIMA NORTE

Los demandantes Carmen Jeanet Requejo Mansilla y Maritza Elizabeth Requejo


Mansilla, demandan nulidad de acto jurídico de dominio, buscan la nulidad de la Minuta
del Contrato de compra venta celebrada con fecha 20 de agosto de 2003, así como el
Testimonio de fecha 18 de setiembre de 2003, suscritos entre Gladys Edith Requejo
Mansilla y Walter Humberto López Beltrán en calidad de vendedores y por la otra parte
Isidro Díaz Ortega y Gila Vilma Palacín Pérez de Díaz, respecto a un inmueble ubicado
en Puente Piedra, Lima. En primera instancia se declara infundada la demanda
argumentando que el bien inmueble se mantuvo con la demandada Gladys, quien
posteriormente vendió a los cónyuges codemandados, sin existir medio probatorio que
acredite que los demandados hayan conocido de la futura transferencia de la fallecida
Carmen Mansilla a la Municipalidad de Puente Piedra en el 2004, es decir, con fecha
posterior a la compraventa. La carta notarial de fecha 17 de noviembre de 1998 no
resuelve el contrato de pleno derecho, por no estar conforme a lo establecido en el art.
1429 del Código Civil; no presentándose ninguna causal contenida en los incisos 3, 4,
5 y 8 del art. 219 del Código Civil, toda vez que el bien sub litis no permaneció en el
patrimonio o esfera de dominio de la enajenante Carmen Mansilla, sino que una vez que
se realizó el Contrato de transferencia, se concluye que no existe acto jurídico simulado.
Mientras tanto, en segunda instancia se confirma la sentencia de primera instancia; y
finalmente el recurso de casación fue declararon infundado.

De ahí, que es menester la aplicación al art. 882 de Código Civil, el cual señala que
no se puede establecer contractualmente la prohibición de enajenar, ya que para el caso
al haberse producido la transferencia a título oneroso y en el marco legal en referencia,
es derecho de todo propietario disponer libremente del bien de su propiedad; también
del art. 70 de la Constitución Política, que establece que el derecho de propiedad es
inviolable.

V. CAS. 4251-2017, AYACUCHO

Catalina Garriazo Velásquez De Huamancha, interpone demanda de nulidad de acto


jurídico contra Toribia Huamán Garriazo, fundamentando que es propietaria del bien
inmueble que le dejó a la demandada a efectos que pueda habitarlo; sin embargo, esta
lo vendió ilegalmente mediante contrato de compra venta a Manuel Jesús Anccana
Huamaní y Luzmila Zapata Moreano de Anccana; señalando que la demandada ha sido
condenada por el delito de defraudación (estelionato) en agravio de la demandante.

Se declara en primera instancia infundada la demanda, en virtud de no haberse


acreditado derechos de propiedad por parte de la actora y por existir una diferencia de
áreas en el predio; asimismo, la sentencia de estelionato no es causal de nulidad
contemplada en el art. 219 del Código Civil; y tampoco se advierte que los demandados
Manuel y Luzmila hayan actuado de mala fe. Por su parte, el Ad Quem declara infundada
la demanda, ya que solo se acreditó que la denunciada vendió un inmueble que no le
pertenecía, pero no puede concluirse que si no le pertenecía a la vendedora,
necesariamente le pertenecía a la demandante, pues el proceso penal no tiene la
finalidad de dilucidar el derecho de propiedad sino únicamente si el derecho de
propiedad le pertenecía o no a la vendedora; también, las declaraciones de autoevalúo
no son documentos que acrediten el derecho de propiedad del predio. Finalmente, la
Corte Suprema declaró infundado el recurso. Así, consideramos efectivo que no basta
acreditar la existencia de una condena por delito de estelionato, para acreditar la nulidad
del acto jurídico con el que se materializó el delito.

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